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historia | familia bajo la direccion de André Burguiére, Christiane Klapisch-Zuber, Martine Segalen, Frangoise Zonabendl | ene 3 Claude Lévi Strauss y Georges Duby a | ' | 1 MUNDOS LEJANOS, MUNDOS ANTIGUOS ALIANZA EDITORIAL 5 Roma: padres ciudadanos y ciudad de los padres (siglo 1 a.C.-siglo 1 d.C.) eee | | Cuando un contemporinco de Cicerin © de Séneca enumeraba convencionalmente los hienes que le ligeban a este mando, nombraba en primer lugat sa hijoe Seguian los honotes recibidos en Ia ciuded (honores que se agtegabaa los de un linaje ya ilostre 0 fundamentaban la preteasién de verlos renovarse en su descen denca), pero al mismo tiempo el patrimonio, la casa paterna donde los clientes y amigos se apifaban para dar testimonio del brillo de un sombre. Ea wikimo ligat estaba la esposs. Un siglo antes, Catén redactaba pata los propietarie de hacen das ls votos y plegtias que pedian Ia proteccién de los diotes para «an, mis hijor, | tm casa (dom), mia bienes (femili» (De agri cultura, 132, 134, 139). Hoy el grupo doméstico y In heredad en la que se insexibia ‘se nos presentan desde fl punto de vista egocénrico de quien ejecia su diteccin, Dovtus, familias Ia palabra para designar In vivienda, dons, inclfa también la familia vesidenclal. Fresco de Pompeys. Ener boride (como todo lot roe troyaner) sade «me madre divin, ‘que proteye su fas La leyends de Bnes se expande desde silo V aC. Sr terimonos Eenauicr som on su mayor wicos: Eves land su padre, Eves tenondo de a mao ssn big loses juntos. Siempre eset, le ease derpeece sm el camin Naples, Mo ind Phyine siguiente: rostos de atepsaios (ali, pce anata, probeblemente). Bo atria de far att nobler, tigen dela mucin exten cle de las nico eberts en tt praniet cations, Enionces se conemplabon ls figures da nae lar de lax fly alias, pe at ‘pasts eaghon coma as propio gens falas La parol uuu seta de wna ‘rej de ibertr ele otentcin de wns Bonorablisl marpade Capenbay, Museo Nacions 202 203 ‘Tiempos stenor De igual modo, la palabra que designaba el patrimoni familie, donde a idea de tropa servil era la principal y contiaus prevaleciendo siempre, se extendia, més alld de los eselavos y los bienes, «lor descendientes reunidos bajo una misma sito fldad. Se superponen, sin confundirse exactamente, nociones en las que se asocan costs y personas en una serie continu En primer lugar, les definiciones juriicas y el uso contiente de la «cata» remiten a la imagen compuesta del secho comin y de le entidad socal const: tuida bajo el poder vitalcio de un ascendiente, Por ello, sguiendo un estteotipo aque se vuelve a encontrar, por ejemplo, en el elopio fnebre y en cirtasinscrip- cones sepulerales, Catén el Antiguo’ no estaba obligado a mencionar a ls espos, comprendida en este conjunto, mientras que debia separar de ese bloque compacto ante todo al cabeza de familia, del que los jurstas destacaban que era amo y parte « la ver (por ejemplo, Gayo, en el Digeto 50, 16, 196), y luego a lor hijos ‘que merecfan ser especifcados « continuacién de st padre, pues a la muerte de ste les Megara el rurno de ascender al estatus de amo. En la familia, ln combi- nhacién es infinitamente més compleja: esclavs, ibertos de un mismo amo, fortuna {que se transmite por herencia, grupo doméstico; pero tambicn, en contertos poco frecuentes, descendienes en linea mascalina (Digesto 50, 16, 155, 4). El elemento de unién de este conglomersdo diverso es pattimonial y potestativo, Entre poder Y patrimonio, la comunidad de los parientes que agrupa una misma autoridad no recibe una denominacién propia; el gobierno doméstico es todo lo que la const tuye: ace llama también familie a un gran nimero de gente sometida, por el derecho © por Ia naturaleza, al poder de uno solo, Comprende al padre de fami lia, la madre, el hijo, Ia hija y todos les que vienen Inego, nietos y nieta, et. EI padre de familia cjerce el mando en cast: ¥ justamente por ello se le llama pateriamilass (Digevto 50, 16, 195, 2) PODER, PATERNIDAD Derecho y naturaleza, adopeién y procteacién en matrimonio legitimo, tales tan, para los tericos de la época clésics, las doe modalidades de la filiacién civil. En ste nicleo familiar, los vincules de sangre no eran sentidos como un principio necesario. La adopeién era un modo corrente de integracién familiar, tan fraudulents- mente un hijo —contre este temor el derecho multiplied los «guardianes dl vientre»—, pero también que el «vientre» caultase of heredero, del que seria 205 Temps asigae 206 privada, Venter designa la matia y lo que ella contiene, pero también, por meto rimia, a la mujer. Vieda o divorciads, Ia esposa se tepla par normpas que no velan cn ella mis que el envoltorio orgénico que contenfa tn hijo al que el padre tenia derecho (0 al que temian ottor herederos a los que A habria desplzado). Un resctipto de Mazco Aurelio noe muestra hasta qué punto este derecho era de orden pablo, Bajo la pretura de Valerio Prisclano, un quidam hebla sido repudiado por #8 mujer, de'ln coal sospechaba que estab encinta; logr6 hacerle examinat por twee comadronas y rodeatla de goardianas hasta el momento del parto (Di testo 25, 4, 1), Era una dificil y extra fusién de lo jusiico y Jo orginio, de To paterno y lo materpo: ¢E] embrién (partus) —comenta Ulpiano— es una parte integrante (porto) de Ia mujer, de sus visceras, Pero tan pronto como esté total ‘mente separado el hombre puede, por un derecho que le pertenece (jure suo), 16 clamatlo, exigit que le sea presentado y Hevétsclo consigoo (Digesto 25, 4, 1, 1); fe ast como «cl Principe acode en socorro de los demandantes, cuando la nece ded lo impones. Del vientre> al derecho, Ia ruptura es hasta tal punto necesaria ‘que ni siquiera la muctte del marido le pone fin. Bl edieto del pretor (Fuictum Derpetuent, 118) reglamentaba estictameste las visitas, la custodia y el enclaue tmamieato final de le viuda «en casa de sa mujer honesta»; este control eta Jmpuesto pot los padtes del marido. Cémare cerrada (conclave), puerta cetrada, salidas secundarias obstridss con tables clavadas; guardiat apostados ante le puerta, ues hombres y tes mujeres libres, junto con dos ayudantes: en esta pri én donde espera Is parturienta, no se entra nil se sale sin ser veyistzado. Cuando comienzan los contraciones, diez mojerce libres y seis esclava, debidamense ins peccionadas, penetran en el recinto donde al menos tees Himparas deben expulsar ‘lar tiicblas propicise a las susttuciones de nits, Agu el texto pasa del impe ative al falas peilecto, sefulanko cl aconteciento. que prepara eta vigilant: ‘Cando cl nif haya nacido, que se lo mucstre # guienes concicena o a sus repre- sentantes, i quieren examinatlo.» Mis que los patiemes por parte del padre, es cl mismo padee muerto quien deja oft su vou: «Que sea edveado donde el padre Ihaya otdenado que lo sea. Si no ha dejado ningune orden (...], yo fja€é el lugar de su educscién»» «Yoo: ol magistztdo sustituye el silencio del padte, cuyas dt mas dieposiciones, sin duda, eran ledas. De In madte, se dice solamente (0 que hhace suponer gue no tine Ix custodia del hijo) que se le dejard vistar 2 su ni6o cada dos meses hast ef aio y, «después del abo basta que empiece 2 hablar, wna cada dos meses hasta el alo 9, después del afo hasta que empiece a hablar, una vez cada sci meses», La madre desepatece cuando el nifio sabe hablar: ya no es infers sino puer. En adelante ya aSlo deberé pecocoparse de sus derechos suceso- ios, es decir, de la herencia pater y del conlicto con ls agnads. ‘Al nacer, el padre levantaba al nfo de la tera, donde le habia depositado la somadsona: gesto de apropiacién que le intzoducia en su devecho, pues rollere liberos quiere decit tambien «adqutir la potencia pateroas. Si se tatabs de una hij, ordenaba simplemente que la madre Te diese cl pecho. Asi, ealimentar (alé jbere) una hija eta una manera de decir que se la dejaria vivir, mientras que ‘dl primer alimento del hijo ers consecuencia de un gesto por el cual ef padre Jo intepraba en In eerie de los poceree heredados y transitidos. Ente varoves © hij, la linea de partci6n sepata el orden de la tansmisién, que es el orden del dere cho, de Is necesidad biologics | Roma: pds codadanoey ade de os pads Derecho y alimento. Poder, ante todo, en el que la invenciin juxidiea y revs iustrada por lae ficiones de los analistas, se complace en poner limites a la ley se Cconsigra incondicionalmente s lo decisivo de la muerte: «derecho de vida y de Inuerte que tantos historiadores postivistas reducen a hecho social, coneailizan como peices, esépticns ante la efeasez de ls indicios y, al enconttar tan pocos podtes asesinos, convencidas de la inanidad de la norma, cuando sélo foe ef modo Ins abstracto posible para designar el carder absoluto de tal vinculo (Thomas, 1548), Absolute porgue se pensabs que cortespondia al padze desvincularle del mismo modo que le habia vinculado, Pero, por el contratio, alimentar al nifio de pecho dia la paternidad en una naturlees privada de contornos; ya que, mis fin que de la madre, de dl se decla que «aliments. El padee nutrcio aparece con tanto mis relieve cuanto que no es —o ya 10 es— el padre legal. En cierias ins tipeiones, el eno de pechoe (alamo) ex aquel a quien, de una u otra manera, Se he ayudado 1 viv: el alimento resume ese lzo escogido con un esclavo, un Tiberi, un aio que se ha ceiado o que se ba tenido de una exclava. El padre ptativ, sobre todo, es ese padze del cual no se puede exigir més que alimentos, El Digetto nos muestra a mujeres sepudiadas de Ins que no se ve més que el evienttee en busca de un marido que las ba dejedo, a fin de que el stecién na Gidov, en cuanto sega de ella, reciba lor alimentos de un hombre reducido a sa fancién mutriia: ede todas manerss, deberd alimentar al recién nacido: més tarde ue repudie a su hij, si quiere» (Digesto 25, 3, 1, 13) Sila petetnidad no existe més que por sus limites, paricularmente los del matrimonio, el reconncitniento y la vokintad, y_ si el derecho se extiende en sutiles eericioe sobre To ebiteatio de esos limites, Ia pateridad putativa es difus, Ineata el punta de que la naturalera legs a engafiar a la ley. Tratindose de Ia cbligacén alimentaria, «cl jez no se promancie: ‘es el hijo’, pero debe ser ali Irentado's (Digevto 25, 3, 5, 9): ast lo dsponla Marco Aurelio, Ulpiano se pre fruntaba gué ocurrtia con esos hijos que ya no estaban bajo la patria povestad {Aguellos a quienes su padre ba emancipado o gue de una u otra manera se han independizado, zdchen ser alimentados por €l? Plenso que sf. Aunque ya/no sean liber! in potestote,recibinsn alimentos de sus padres y,reefprocamente, se los de beriny (Digesto 25, 3, 3, 1) Ea esta red de obligaciones alimentaras, coda las cargorias estén desplazadas. Por adesvergonzador e «indigno» que fucse, seyin Seneca cl Redrico oel pedo Quiatiliano, pretender afirmar ela jgualdad de derechos Gel podre y de la madre» o streverse a comparar eel abvelo materno con el pater, por le sencilla raxin de que solamente el padre tiene el derecho de matar> {Séncea, Controverias, 9, 5, 7; Quintana, Declamationes maicres 19, 5), te- \éricos y jurisas consideraban unénimemente que tanto en la ascendencis como ten la descendencia, tanto entte patentee patstnos como maremos, los alimentos Siempre debian ser suministados, Alimentat, pues, era para cl padre una foncién| fla wee necesatia no espeifica: aguella por la que no ecapater. De agut Ia feaparcion de esos temas en los que —se trate de un hijo alimentado por su mative o de un padte alimentida por ay hija-~ el orden de pertenencia aparece sempre alterado Son temas csclares o parsdojas? Ciertamente no para Jos pobres, para esa plebe baja de Roma de la que L. Ross Teylor (1961) ha mostrado que se viva en Ta promiscuidad entre personas libres, lbertos y eslavos, De uniones consideradas fate relacén eemplar tanto para la moral como pars It polities. Aq 207 ‘Tiempos aniguos iw or texto: Lar tetra aed statment be ess let po ta cal so a peperadn lees pu antes dal part. Rom, sed del Cit provislonales saclan hijos enatursless, ebestardoss, sconccbidos de no se sabe ‘wiéa» (eulgo concepti): levaban el nombre de su madre y no roonodan oto ade que, en todo caso, el de la naturaleze o el del afecto. En este entorno sin derecho hay que situar los procesoralimentarios de los que nos informan las Sen tentize Hadviani. Un bijo, a causa de su derecho a benefcicee de distribuciones fratitas, e¢ objeto de na dsputa entre el que peetendia ser su padre y Ia cue hhabiéedolo concebido fuera del mattimonio, pudo probar que el hijo le perenecia (Corpus glsserioram lasinorum, UII, 389}; otro hijo descuida a. su padse indi sente que se habia atruinado para crizlo (ibid, IIT, 387) o se niega s ayudat a ‘s1 madre con el dinero que Adtiano distibuye (ibid, TIE, 389). «(S# un sostén pata tu padre, que te ha engendzado! ;Y que yo no ita hablar mis de til»; ‘216 0 la teconoces como ts madze? Pues yo 20 te recenazco como ciudadano romano». El emperador juticiero dirimfa los plies entte estos personajes hum des cuyas insceipciones romanas dejan ver que el matrimonio legitimo, unin cele- borada entte cixdadanos, slo conccenia a una tercera parte de las familias (Raw. son, 1966). Silo por piedad se nombrabs a veces a un padre esclavo, libero de lotto pattén 0 cényuge de una meta esclava posteriormente manumitida, pero tam bién podia no ser nombado. La epirafia urbena parece expresit laos interind: viduals, pero no coajuntos orpénicos: hay falta de unidad del poder y del nom bre. Caanda se manifista una cult, se limita, en la mitad de los casos, a una 208 Roa: pies cadadanosy clade de lo pases Familie de lihertor(proseniente dela Via Sea de Romo, époce asta tarda, Ente lor dos Ubertas deta ism caus, ol mio pequch bie te cits de tas ifm ibe Wo #8 1 toe a sare ot dre ectena Le toga dl cadadona on ge se cote, ‘le teu, Sntone Re libre de ote ext, 0 bom nee oneron, © hon ne aro de Vein Agee casio fa, dignomentecomeorela pareja o a uno de los padtes (sobre todo la madre) con un hijo: ef grupo que se conmernora aunce excede las dos generaciones, Estas formaciones muclester, ie tran las més numeronas en las cndades (Rete, Onin, Aspen), también wesley ban ser las mas frigiles. Privadas de esas estrucuras de contol y de eransmisign que el derecho, unificando poder y patrimonia, confeia sls legitimidad, se disul ven y muy pronto, al parecer, pesdian el recuerdo de sf misinas. No constituyen sfamiliss, en el sentido de familia, ni acess, en el sentido de domnuz, La fa nila se inseribe en una duracién administrada hasta su muerte por un padre en cl que se encame provisionalmente un linge Seg na repecsentacin snuy desarollada en Ta époce elisa, la familia resne 2 tants generaciones caya coexistencia sex posible bajo un mismo poder. Sélo forman parte de cls los descendientes por via masculin, A la muerte del stimo ascendiente, los de la generacin siguiente se convierten ex cabezas de familia y tienen descendencia. El vineulo agnético que conservan entre ellos los colaerales salidos de una misma casay se extiende hasta el sexto gredo (sepia ol edmpato fomane, ver pég. 212): en cl interior de una misma generacin, exto incuye a los primos patiineaes. descendientes de hermanos carnales, Precisamente este circulo de parentesco delimitaba la probibiciin del incesto y el orden de las suce siones legitimas entre spnades (ver pig. 211), Las auerss eran eonsideradas como Inj y Tas bis easadas rompfan con su grupo, pero se compruca que esto no suele ocursr en el siglo 1 aC. La esposa conseros entonces sus derechos ala he rencia familiar y ya no pertenecen a grupo de s mato, Este traneformaci, que los textos del siglo u aC. casi no dejan peribir, se consume en la época de Tiberio: ya no se wuelve a encontrar un solo padre que quiera ceder su hija al flamen de Jépiter, cuya esposa debia estar en su «manoy. Al escapar de la 210 Relise de los Vet, amie de lbertor (Rams, provonente de le Vie Tiburne, apo 1 C2) {as dug etn presets codes fos baton te le gid cc fag del pea ‘nfo aan) dela spoce,comodt tel del marion Lc jee df wn eh i ed representa ene sus pecs. Te dvecha, Veta Hort ob mcs bai, 1 por comgint concise de a memos despa, no puede fire eM Igor gues ormane menor, nt del matrimone (P. Fabe, 19%, bp 200) manus, We snsjer deja de recibir el estatus de ehijan de ensa de su matide (fine {loco} y sigue sieodo la agnada de sus parientes paternos. Se trata de un cambio importante que ha sido falsamente explieado por un progres del individualism y de la independencia como un relsjmiento del vincolo potestaivo. Este t6pico dela libertad ganada por la mujer es absurdo porque, al cesar de pertenccer a su mavido, siguié bajo al poder cle su padre, al que estabe sometida discipline lamente, En tiempos de Catén el Censor, ua maside pode matar sw mujer adaltern, Bajo Augusto, es al padte 4 quien esté reservado el derecho a castga. EE poder no se ha aflojado, pero el matrimonio se ba convertida en un vinewlo provisional: las mujeres que ctculan siguen vinculadss a se casa; como se ver stadas ¥ devuelts, Peto los hijos son siempre extrafice a la fama de su madre; més afin, son extrafios a su propia madre, que ya no pertenece al mismo dmbito doméstico que ellos. An més de lo gue lo fueron en el pasado, las mnjeres de In sociedad repoblicana tardla imperial son una via de paso para el Hina paterno ‘Esta estructura tradicional (en sa_proyeccién geneslégia) combina el poder, el paremtesco ¢ incluso la residencia, Conndo reflexionaben sobre la unided social «que implcaban los ses grodos reconocidos en la linea colateral, los jristas obser- ban que el erculo de fos agnados que se mencionaban cortespondlan una pro fondidad genealépice de cuatro genetaciones, El parentesco circunecrito por las prohibiciones matrimoniales y por los derechos suessoros se les apareca, sh, como In proyeccién de una easa donde, bajo el poder de un bissbuelo comin, tres gene raciones de sioesbles podian cohabitar, y llamar : los esuyoss y les «necestarios» sobre los que, més libres de rehusat, son Ilamados avoluntatioen. A falta de sui, 2 veces incluso « falta de un esclavo al que hacer heredero, o al que se nombraba tutor en lugar de un hermano salido 4e la cass, lor agnados eran preferides a los cognados. Como herederos extrani, fenanda 2 eonoes l comtexto familiar, en el Digeto sélo se menciona al hermano, {la herman, al hijo o-a le hija del hermano, 0 al fo paterno, es decir, aquellos ‘ve, nacidos de un padre comin, ya 0 eran de los sui, pero lo habian sido 0 Inabrlan podido serlo, Después venien los cognados. Hay muy pocos testimonios de que al hijo de la hermana, que sin embargo, muy a menudo era defendio, ‘mimado y adoptado por sto, por ese avieeus que, de todos los hombres de Te familia, era aquel a quien se auponia que debia amat ticnamente, haya sido clegido pricrtariamente antes quc los patrlineales del mismo grado. Esta linea de pric era una gla, En la burguesta municipal de Larinom, en Ia Ub repo blicans, el testamento slo menciona a cognados en ausencia de agnads (Moreau, de proxima aparcin). La madre era la nice excepeién, elegla a sus bijos como herederos: antatio era st agnado, puesto que se casaba byjo el régimen de la ‘manus, y mis tarde ella se adveta del testamento pare perpetuat wa vinculo que, fn el sistema antigvo, se contraia en virtud de un poder comén. Entonces, ates tiguados una vez mie'en esa época donde todos los cambios convergen, se distin- fruen esoe Bona materna de lot que se admite (Cicerén nos lo indica para el joven ‘Matco) que en ningin caso un padre pode privar su hij. Rom: pide ciudad y cada de los pes, 27 ‘Tiempo anigsoe gNUCLEAR © POLINUCLEAR? DEPENDENCIA, CONTROL Y HABITAT is De estas norma y de extas representacionee en las que la casa, el parenteso ag tico y Ia memorie gencaligica forman un sistema, sexla impradente deduct la extension real de las familias en le époce arcaice, referencia imaginarin constante cx nuestis fuentes cliscas. El prejuicio eortiente de las ssupervivencias» hace postular una evolucidn que, del cextortimm, familia ampliada con Joe cole, ‘omuitaria e igualitasia, habsia conducido a le familia patiarcal estacturida en tomo a un jefe que decide la elecidn del heredero (Westrup, 1934, 1939, 19445 Weicker, 1940; Francios, 1980); posteriormente, esta familia se habriaexcindido fen unidades més limitadas, Se ha convenida en creer en la enta extincién de In betria potertas (Crook, 1967, Watson, 1980). La historia de le familia romana se reduce pricrcamente 1 esto! hundimiento de la soberanis doméstica, emaneipe ign, Este novela histérca no puede tenetse en pie: auncue es el hilo lineal de tun telato recoafortante y escrupulove, pasa por alto les procedimiontos de vigh Tancia que, pessr de heer cambiada, cluden las ransformaciones sociales —mo vilided de las fortonas y moviliacin de ls alanzas— para preservar lo escucal: el poder sobre le descendencia y el control de su reproduccién Empecernos por la imagen nostilice de las comunidades de consortes. Indu ablemente, el consortium existe, pero no es oriinal (el origen, en los historia dores de los primordia, ex lo esencial), Sdlo au tclativa ratezn ba hecho creer ave cra primitive, puesto que habia desaparecido, Caando un jurista del siglo u dC. lo sitia eantafow (Gayo, Institutes, IIL, 134 a), lo bace poroue es singolat: toma To que se pricicn mennt por In qe se prarieaha mde He aq anes element dde-un expediente que se podria completar con tiempo. En Pompeya, antet de la fezupcidn del Verubio, habla cists pertenecentes a hermanos, De doce casas pom peyanas cuyas insripciones agrapan a varios cahczas de familia {lo que exclave el matinonio del hijo bajo el recho de st padre, pues ental caso wn rola nombre abarea la totalidad), seis muestran, por sus ocupaates, los mismos eatlicis; feuatro pertenecen a notables, dos a ingens (Los, de préitna apaticiin): caste de hermanos, casas de colatcrales. De las casas de nombres miliples, se plenst con tazén que albergaban a un propietario y a un arrendataio (Della Corte, £965}: pero no hay que exchir, « igualdad de extatus, la asocaciSn de un suegro y su yerno. En le époce tepublicana tatdia © impetial, las inseripciones a veces conme ‘moran estas fratris unidas en un mismo sepulero: sentimiento famille que so brevive a la muerte de los patients, sin dada, Solamente cuando la tumba reine des hermanos, won hermano y una’ hetmana oa doe hermanas con sus Hibertos tomunes, como se ve a veces en Rema 0 en Ostia, estamos on presencia de una empresa fundada en la asociacén doméstica, Por ello, el etetna ejemplo que se cita de los Aclit Tuberones, en el siglo 1 a.C., 90 ha perdido su significado. Los Dermanos campartin una casa con mojees ¢ hot: los trace vivian bajo un mismo techo. Ln herencia, demasiado modesta para ser dividida, permanecia indivisa, se trata de procedimientos de los pobres (Pluatco, Vide de Paulo Emilio, cap. 1V) Pero también habia cémulos de ricos, como los de Lucio y Quinto Fulvio el censor, en 174 aC, 0 Domicio Lucano y’Demicio Tulo, contemporinees de Plinio el Joven. De estas indivisiones entre colatetales, hay que distnguit la extensiéa en Ia descendencia que el derecho siempre presupone. A partir de este modelo, el Digesto proporciona ung extraordinarie casustca. de jueges zclativos al patrimonio yal poder. Algunos de estos ejerciios, a pesar de st ravea, deben ser tomados en serio: remiten a los reais de la gestién doméstica. Par ejemplo, cuando algunos textos nos dicen que los gastos de la parca incumben al abuelo: es el quien reibe Jn dote de sus nocras; a su muerte, ol hijo la descuenta de su parte de le he cia, pues een adelante, € solo subviene a los gastos del matrimonion (Digesto 10, 2, 20, 2; 10, 2, 46). Hemos visto les estraepias de adopcién dentro de la familia; Jos desplazamicntoe arbitrarios en el orden de lat filiaciones: estas manipulaciones responcden siempre a atzeglos sucesoris. Poder y pattimonio son realidader inch dibles, To cual 0 impide la fantasfaretérca: las controversias de escuclas agitan Jos conflictos en los que el fantasma, lejos de contradeci Io real, es rgido por la incitucin, leva hasta cl absurdo Tas contradiciones vives de la norms, las sportas sentimentales del derecho. Hay hijos que se suiidan por temor a matar a su padre, padres que matan a sus hijos « quienes creen etréneamente particidas, madrastas que acusan falsamente a los yernos de incestuosos; el techo comtn abriga Ia sos pecha y ef tetor (Thoms, 1983): vatiacones tragicémicas sobre el tema del derccho, Tos textos que nos dan «conocer « cxss grandes fumilise patiaeales son cescasos. Se tata de exemple, Eran ejemplares por ser fecundes, mamerosos y ei tarse como modelos de viread civics, Un cabeas de tales familias dia, ademis dle aus clientes —por no hablar de los esclavos, pues precisar su mero nos hiubese hecho pasar del registro de las costumbres al de ln siquezs—, cinco hijas cuatro hijos y #0 descendencia; otto se hacia llamar padres por veintsiete de sos hijos,hijas, nora, ietos y hasta por sus yernos, que, sin duda, él habia incto ducido en in casa. Sin embargo, cuando Plutarco cuenta que M. Creso, el faturo twingwiro, vii con su hermano bajo el techo paterno, se toma Ja molestia de fefialar gue uno y ouo tenian esposa y que todo el mundo coma en la misma mess (Vide de Cravo, cap. I): esto no era evidente. Esto eevela una curiosidad ‘que la fuente de Plutarco habia destscido: et un documento, Por tanto, P. Veyne (1978) tiene ta2dn cuando dice que los hijos casados silian de la casa; “eungue ay que precsar que esto era asi en la alts sociedad, y sobre todo en las cond clones que veremos Un textimonio de este expiita de independeocia es Ia impaciencia que sani festabaa les jSvenes por abandonar 4 su madre vids. El mismo Nerén ecabé por realizar este deseo, Sénocn elogia el extaondinario mérito de Metilio, quien vivis bujo el techo de su madre no solamente después de quedar exento de tutela, @ los catoree aos, sino ain dexpués de su matrimonio (Consolaidn de Marcia, 24), Era necesario tener la suerte de Marcia pata gozar del privilegio de conservar 3 su hijo con ella o bien el temple de Volumnia, madre de Coriolano: todos saben que exta vinda, sein la leyenda, tayo més autoridad que todos los psires juntos puta algjar de Roma a ss hijo rebelde, Seneca nos dice expresamente cudl era la norma: «Habitan en cts separadas.» En Larinam, ea la Umbria repablcana, ‘Clientio no hbitaba con su madre, como no lo haclan en el Afica de los Anto- ninos los dos hijos de Pudenilla: el primogénito se fue a Roms cuando legs « la edad adults, poco después de lor catorce afos; una vez carado, apenes estuvo Roa: paies adap y cladd defo pes 219 ‘Tiempos antqvos das meses con su espa en cabs desu mae, Bl jo ment inc antes, pe iris vivie con wy eo, Tncluso bajo Ia patria potestad de su pade, un hijo de buena familia tstaba de loge, ademis de recibir #0 togs viril, que xe le alqcilase un sparcamenta en Ja ciudad. Tenemos machos ejemplos —empezando por el hijo de Ciceréa y por ‘1 sabrino— de estos impulsos de libertad quc a veces terminaben, con aytda de la fortuna de Ia madre, en una tesdencia autSnome, Le moral censursba tales Aebildades porque, sin residencia coma, todo era permisvided y subversidn Era un mal punto de partida en Ia vida, para cl joven Sila —que sin embargo cra pobre— haberse aojado en case de exteafoe (Pluto, Sila, 1), Cuando se repeoché a Celio que viviera solo, a lor veintscieafioe, en vn spartamento del Palatino, Cicerén debis argiir que el padte del joven habia optado por acerca al Foro ' fin de que pudiese entrenarse mis edimodamente en la elocvenkia y la politica (Pro Caco, 18): la educacn arstocetica cra la excusa de un padke, ante el reproche de laxismo. De all la fabula del eampesino que, al enviar a su hijo ale ciudad, slo debiaculparse asf mismo si velvia hecho un eisoluto (Quin stele ue repreent a pre om ui nga gue be nacido rel ines 4 og LC) 2 monuments Tue ei por tos cobras, ton an bora, Las inserptones fara bien la extn de as apes fonilrer By «mewn le paler como nde, ‘sine peje au padre con a bites 0 oreo, Tr ogc de conse 29 dedi La mbsf nombres eleanor parents, benefit Lega, mo eparcen arcana, Bardot ‘ten de Aetna 20 ora: fades cadedanoey dad de or pat Co Be f Plo de te vile de Pins el Jone, at pi de lr Apenior, om Tote, Se inden peblloner (190, am partco (2), var (3), 4 patio (3), babies (6), ww ato (7), bina (S), tna sala de ejres Bas (9710) 3a pote (I). EE Demi de bipadrome (12) ex Genpato or am comer je al de ctudin (13 7 14). Sep Ware, em Frodo, De those da cilaaton comin, 1968. tilamo, Declemaciones, 298). De ab{ también los lugares comunes sobre el ale- jamiento del hijo en el Digevto: goetra, legociones polities, pcrmancnciss para testudiar en una ciudad donde se encuenttan las escucla, ‘A putir de wales datos, ese puede hacer del individualism wns norma y de- dducir la preponderancia de las familias conyugales? No es necesario insistis en los limites de una documentacn literaria que apenas wfecta a las lites vrbanes. ‘Adeinis, alos tices, y sSlo a ellos, el derecho proporcionaba procedimientes para afljar un poco la férula de la unidad del poder y del patrimonio: un principio ma Tiempos angus 22 comin 4 todos es eludido por algunos, sin que nunca sea eansgredido el principio por esta via indirect En los primeros siglos antes y después de la era cristiana, vemos a algunos pases confiar » sus hijo, al igual que venfan haciendo con ‘sus escavos, pero por ottas tizones, [a administracién, pero no la propiedad, de un conjunto de Bienes. Si bien el esclavo podia hacer froctfcar su peculio y, enriqueeido por so industria o su negocio, comprat su libertad, el hijo en cambio permanceta en una aparatosa dependencia, Para dl, como muestra una abundante casusica, este pe {timonio en el patrimonio no era un instrumento de promocién, sino el medio de Conclia independencia y dependencia,estatuscivico y pertenencia doméstica (Tho tmas, 1982). Nose le dejaba una tends o un capital, sino una casa, una rente y exclayos, Magisttado renadar en Roma, edil decorién en un municipio, sus fsstos politics eran consentidas por au padre, patrimonialmente responsable de 5 gestin, Podia vivir slo, sobre todo si estaba casado, pues se le suministtaban fos medics pars ello: su padte To instalaba, De este mado, la oposici6n entre la familia ouclear y le familia ampliada en la descendencia es menos pestinente de lo que parece @ primera vista para este mundo romano de las ciudades y la fortune: 1s auronomfa fesidencia no cortespondia necesariamente a la autonomia econémica, Yy menos ain a la autonomia juridica, Le entidad de la familia ampliada, cuando tem demogrificamente posible, se mantenfa pese a la separacdn. Se podtian citar Iulttud de ejemplos de ests hijos casados o soltros cuya existencia era regida de Iejos por un déspota liberal con au dinero, pero avaro con su poder. Su muerte fra esperada, y a veces precpitada, La ret6viea, al igual que el derecho, nos hacen Hiegar el eco obsesiva de esa crminalided. "Ademés, cl hibitat scparado, si bien a veces esté atestiguado y si a ténica iucidiea permite disponetlo para’los rico, exté lejos de ser la norma. Ante todo, después de la rupture de sa matrimonio, el hijo tenia la eostumbre de hacer erat asus hijos por su made, y hasta de insalarse con ellos en la casa paterna: su tondicién de soltero juitificaba su retorno, Gren cantidad de vestos indian el pepel de los abuelos paternos en la educacién de ls nietos. Su funcién pedapSgica tradicional foe reforzada cuando la prictca de los matrimonios mltiples hizo expe rimentar Ia necesidad de apartar de una madrastra a los hijos del matrimonio tntetior, 0 incluso de educat juntos 4 modio hermanos y medio hermanas, primes ¥y prima, que hallaban en su sbvelo vn fondeadero comin. Ahora bien, Je resi encia de los nietos podia implicar la del padte o la madre que no sc habian ‘wuelto a catar. Octavio, que se qued6 huétfano a los eyatro aos, vivié con su madre bajo el echo de su abuelo paterno; en el momento de su mucite, las dor hijas de Metcio babitaban con él en case de Marci, de Ia que, adems, nunca Se hubia separado, Entre esta multitud de ejemplos, recordemos’ aquel del que Gicerén foe tetige, Recibido en Brindis| por su amigo M. Lenio, comprocbs sin sompresa que éste comparta la misma casa con st padre, sus hijos, su hermano Sus sobtinos (Pro Sestio, 131, Pro Planco, 97). No hay esposss, de modo que povdemos pensar que, vindos © divorciados, los dos hermanos habian pensado que fea normal reiornar a sus penates, si ex que alguna ver los habian abendonado, Cea prétice también parece testimoniae este aleance muy reativo que conviene atribuir «la autonomia residencal: lade la inclusién en la casa del padre de une viviends reservade a la familia del hijo. Plutarco (Catén ef Antiguo, cap. XXIV) Telata Ta escena siguiente, que los raductores no hun comprendido porque no Rome: pane cadadanon yd de os pies, Hienden que se pueda babitar separade y conjuntamente a la vex, Caién scaba de casar ou hijo, «Desde un caste, dicen los trductores, una jovene observaba las maniobras de una esclava a ln que el digno viejo recibia a eacondidas; pero Ie coneubina pass también delante de la cémara del joven Catn, cuya mirada de reprobacién escapé tan poco al pide que opt6 inmediatamente por una sexual dad mis decorosa, desposando a la hija apenas avbil de su cliente, Ahora bien, el texto griego designa la observadora con el término priego de mympbé, la sjoven esposue, La «casa» donde babita la nympbé es, por ende, ln que contiene ln démation, a edmara del joven casado, el cual reside en Ia casa de su padre Una sola casa sirve de decorado a la escena, En la modesta casa de Catén el An tiguo, la joven familia del hijo disponia probablemente de wna viviends autdnome, provista de una ecimara», Loe traductores, que no la han comptendido, han leido el texto griego desde el punto de vista de la familia conyugsl contemporinea, En un contexto en el que las calaveradas del padre son la continuacién del mate mono del hijo, es absurdo disociar el lugar donde habita a rymphé que observa del que ocupa el joven casado que juzga, y tomar a estos dos personajes como exttahos. Para Ia familia limitada, es una aporia esta conjugacién de la dependen cia yn independencia, pero et nn artiulacién en la que el derecho obliga a penser. EI habitat romano también la muesta. All surpieron esse (Grmulas que reaparecen en el Digesto: insula domi iniuncta adjacens, apartamento unido por una medianera a une casa, todo ello comprado o hahitado en forma conjunta ‘A los arqueslogos les incambe decit a que estructuras materiales corrsponden tales combinaciones. Desgracadamente, nunca se piensa en la proyecein lanlias del hdbica privado; se contentan con saber que existen Hones y eslaves, propiets Flog y atrendataris, y no se plantean nada més. Sin embargo, loe textos dicen claramente hasta qué punta la inclusiin de las exclavos en casa del ar era de ne turaleza carcelari-Carcelaria era la integraciSn de los esclavos, pero también la de Tes liberos. Un fragmento del Digesto (21, 1, 17, 13), oportonamente citado por G. Fabre (1981), asigna al liberto una cela que'daba al pasilla (ier) comin al sector sevvilo una babitatio donde vivia independientemente con los esclavos de ‘que era responsable, pero dentro de la casa del amo, todo bsio une sola llve: por consiguiente, unidades diversificadas segin el grado de autonomia y segin wnt jetarquin doméstica que obedecia al principio de delegaci; pero, por ast de- isl, sin sada de emergencia. Qué hacer, entonces, de estos elementos interde- ppendientes, algunos de los cuales posefan une salide sutGnoma? ¢De esos aparin mentos de’ dos pisos, con escalera interna y externa, como se ven algonos en Ostia? 2Y por qué imaginar sélo exclavos, libertos o arrendatarios en esos caenacale de fos que habla Vartén, dependencias por pisos con galeria descubierta y escaleras 1 la calle? Por timo, en la cast —en Ia casa pompeyana, por ejemplo—, donde se distinguen bien los’ amos y lor otros, ges seguro que se debe asignar a cada palabra de Vieravio una habitacién (en los planos de las obras elisias, por lo de- tds, nunca estén justficadas por log textos, . El marido se neg, y asi lees en el epitafio de ‘Turia los lugaces comunes com los cuales se gloiicaba, expuesta a mirada de los transedntes, esa extra cesién por la coal retinindore por propia voluntad, lejos dd ser despedida, la mujer decidia ef nuevo mattimonio de sw oSnyuge> «Eta con la Gnica preccupacién de buscar, de preparar ti misma une decsiin digna des nuestra buena armonfa era de sobra conccida para que se pudieve dadar de ells ti alfrmabas que los hijos que nacieran de esa mujer los considerarias como [c0- runes) y como tyes; t8 no queries que hubiese participacién el petimosio indiviso; 1 no te reservabas nada, 16 no (te goardares) nds; i curpliias en adelante puts at con les deberes y la piedad de wna hermana o una suegrae. Coan dlo, em el blanco reservado a un adjetivo, M. Datry (1950) pone comunce pars calificar liberos, sin dada tiene rexén: San Agustin emplea exactamente la mina palabea en ef mismo contexto. Pero mientras que Turia sbandana cl lugar, lo que fo le impide elegi ella misma a st sostirata y afitmar, « pesar de au tetirada, 1a comunidad de hij y bienes, la matrona de San Agustin parece no haber salido mis que un instante: so evoluntad» no introduce Ia madre «porteadoray més que el tiempo necestrio paar Uenat el vacio del hoger. Claro que la operacién cexigfa un divarcio para que el hijo foese lepitimo. Turia quiso acerse repudiar To que « de la arbitraiedad doméstca, sino alos gobernantes de provincias 0 «los cbispos Lo que podria lamarse en Roma la conyugalidad no se idealiza en el amor, sino en el acuerdo o en In worencia de desscuerdo: concordia, «Adtero es ol que trata a su mujer como amante, con demasiado ardor; recotdando esta afirmaciin de Sextio, Séneca (De matrimonio, en Fragmentos, XIII, 84) ridializa «un imarido que no podia sepaarse de si esposa,« In que besaba continuamente en la boca. Dos siglos mis tarde, un senador fue exclude del Senado por esta misma azn: a hija baba sorprendido en pleno dia x sur padtes besindoce (Plutarco, ‘atm, cap. XVI). El De Matrimonio de Séneca servirs de atgumento a San Jers imo: por tanto, tuvo una larga pervivenci, Entre los dos, Plutrco.excribe casi lo mismo, con sélo algunos matices diferentes, El matrimonio es unién +y comunidad de’ vida» (Comiugalia praccepts, 1), pero sabre todo buena amon susencia de disputas, reserva de la mujer y, sobre todo, esta antiqulsine presrip cidn: usar slo Iuces apagedas (Coningalia praccepta, 46). El tema del amor con yogal que ha estudiado M. Foucault (1948) e= un tema de monlistas estoicos que Piensan como filésofos griegos. Pero —el propio Foucault lo reconoce— se ert Iejos del surgimiento de uns noeva problemética del matrimonio en el belenisino fardio, en el pensamiento comtn. Cuando en Roma los juristas retomen el topor de Ia societas vitae, es exclusivamente para explcar mediante metéforss Ia inex tencia de una accién de robo entre esposoe, entonces et necesirio inventar una accién de «cosas quitadas, Se trata de un mattimonio may poco contaminido por el eros y, sobre todo, dde un matrimonio del que a ciudad convierte en obligaciin para algunos. Taste deber es recordado sin cesar a aquellos —ya hemos visto quiénes— a lot que concierne: los discusos de los censores y la legslcién suguatal aman al orden, Sin embargo, cuando P, Veyne observa una extensién del matrimonio insivuién fen el conjunto del cuerpo socal, se trata de un logro de primers importanca: se introduce una especie de orden, Pluarco, en su tratado de pedagog(a, emsefia que el matcimonio es un freno a la sexuslidad de los j6venes (De liberia educandit, 13) yen sus Precepios conyugales, que es un medio, mediante el dominio del hombre, de acer que la mujer dquiera el dominio de af misma (33, 47). Mis ain, las pe rejas de esclavos gon reconacidas como tales a fines del siglo it: el derecho los toma en consideracdn, En el siglo 1 aC, Catén el antguo reglamentaba en su dominio una sexuslidad servi que ignotaba cualquier forma de conyupilidad, pero 236 Roma; pes cudadanosy cided de os padres, ‘qve no por ello tolerabs Ie promiscuided semusl: para aparcase habla que pagar (Plutarco, Catén, 21). En los tratados de agronomf, la Ginica pareja sevil es la del administrador y su mujer: pareja Unica y obligatoria. Los textos exponen claramente Ia rani de ello: hay que eretener» al villus (Cat6n, De Agri eulara, 143; Vareéa, Res rustica, I, XVII; Columela, De re rustica, 1, VIIL, 5). Asf, Plutarco vela en cl matrimonio’ un freno cuya eficacia 90 reconocian Catén, Vareéa y Columela, {pot ende sélo lo imponian, en los dominios servile, alos esclavos sobre los que mandaben. Por tanta, la extensin del matrimonio probublemente era concebida ‘como la extensién de un orden; como fijacién, continencia 9 domesticacién de todos los hombres. Al mismo tiempo que la ciuded se diluye, el orden dominical se extiende a los hombres libres que hacen compartir a los otros algunas de las insituciones que les eran propias: el matrimonio, cada ver més, piende au especi ficidad politica para ganar en reconocimiento doméstio; los que no tienen derecho al matrimonium sarsbien viven en parejas Pero ser padre de hijos legitimos se sigue concibiendo en un marco exclusiva. mente civic. Ser padre es un deber eivieo, y por ende una virtud, eelebrada ppor una oracién finebre: «Quiso ser un guerrero de primer rango, ofador exce- Tente, general vietorioso; divigir bajo sus auspicios grandes asuntos;, set investido e los mayoree honoree, sr muy sabio, esimado como un eenador eminente, 0 Fiquecerse de manera honorable, dejar muchos hijo; ser muy célebre en la ciudad (Laudiatio funebris, de L. Cecilio Metelo, pronusciada en 221 aC. por su hijo, citada en Plini, Historia natural, VIL, 140), Valor civica y patesnidad: seria ne cssaio un solo libro pata tratar este tema, an rico en documentos; y sobre todo re comprenderin pocas cosas del mundo romano, inclusive y princpalmente el ‘mundo institucional y politico, si no se ha profundizado aquelo que lo caracteriza aus cenvalmcnte: ta eaultciin de vist puttnidad erga cx avian psblicn, He faguf, entre ottos documentos, esa anotacién de la pluma poco original de Plinio cl Joven, quien pensaba mediante lugares comunes: Tiene varios hijos. En esto tambigo he camplido su deber de excelente ciudadano, pues quizo gezar plenamente de la Fecundidad de una esposa, en estos tiempos en que lat ventajas de no tenet Iijos hacen que la mayoria considere que hasta un solo hijo es un pesow (Cartas, 1V, 15, 3). Tener bijos era para Séneca un maz, ona obligacién elvia. 2Ea qué picnss un padre cuando cumple con este deber?

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