La noche negra lo confunda todo y apenas discernamos las
crestas de las olas asesinas, excepto cuando los relmpagos creaban un breve medioda y se beban la tiniebla, mostrndonos el peligro que nos acechaba, antes de devolvernos a una oscuridad duplicada. Mary Shelley
Hace algn tiempo, mi pequeo hombrecillo interior, concierto talante de valenta, me
pregunt: "cmo sentir la Filosofa?" Durante cinco minutos permanec estupefacto despus de escuchar lo que en ese entonces consider, altanero, una terrible aberracin. Y contest, para mi desgracia y sin ningn tipo de consideracin que la Filosofa se pensaba, no se senta [...] Afortunadamente las cosas han cambiado. Hoy slo me queda el recuerdo de ello, pero, efectivamente, aquel hombrecillo no estaba equivocado, a la Filosofa se le siente, as como a la msica: Ustedes saben, leer filosofa, o con ms razn leer literatura, es muy cercano a escuchar msica. Literalmente uno no escucha la msica sino capta el ritmo. O incluso algo ms: se ha dicho a menudo que uno no escucha a Mozart -Literalmente no lo escucha!- sino es sensible a la distribucin de los acentos [...] En la literatura y en la filosofa tambin es as [...] Como una msica [...] un pensamiento siempre tiene varios niveles y acentos.1 Y si la Vida es cmo la Filosofa, de lo que se trata es de sentir los acentos, aunque dicha proeza nos arroje a una oscuridad duplicada. .
Por Fernando Solis Luna
Deleuze, Gilles, El poder: curso sobre Foucault, Buenos Aires, Cactus, 2014, p.15.