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PALABRAS A LOS LECTORES DEL LIBRO 1 DE BL CAPITAL 4 Qué es El Capital? Es Is gran obra de Marx, a la cual consagta la vide, desde 1850 en adelante, sucrificando a través de crue. les pruchas la mayor parte de su existencia personal y familiar. Por esa obra, indofectiblemente, debe ser jurge- do, Sélo por ella, y ‘no por sus “Obras de Juventad” ain idealisies (1841-1844) ; no por obras todavia muy mo La Ideologia alemanat, ni las “Gran cl titule erxé- Portada del Depastamento de Arte de Ediciones Comegidor Reeliaaciin: Jorge Wesftelt dos “continentes” de importa “abiertos” al conocimiento ci teméticas, por log griegos del nente-Fisica por Galileo, Inte oro se terind de impehule en Arts Gr teas Desoto V.. Chiesine. “Bue alres. el ta edltén consto de jos todavia muy lejos do haber aproc ado ls wud de este descubrimiento decisive, y de hi ber ox: como Tos economistas, los on, los prcslo- dos deben seber que no pue- jos _verdaderamente cientificos jocer que Ta teorfa fundade Porque lla es, e pein, elementos 0 radimentos de fen cccazos capitulos) « puras y mites do Ta lucha de clase prolesaria an jeconocicids en él Jos mecanismos de la explotacién iciones para Ia lucha de clases econémi- dos socialites, Tuego conunistas), que a” de masa de Jucha para la toma del Poder dol Estado, “linea” fum: dada sobre “el anilisis concreto de Ta situacien eomere- ‘(Lenin) en que hubrdin de aches sino, * “and- caciga de 1s concep” ‘que eepeci intele tusles al no -hayan comprendide un Hbro que, contig Ia Teoria que necesitan en aus “seipli nas”, y que por el contrario los militantes del, Movi a pesar de sus may grandes dificultades, Le explicacién do esta paradoja es simple, y nos In da expresemente ‘Marx en El Capital, y Lenin en sus obras los obreros han “comprendido” tan fécil , es porque él habla, en términos cientificos, do d cotidians con la enal estén relacionai explotactén.de que son objeto Es por ello que £l Capital ha llegado & mente, como deoia Engels on 1886, “la Bil seional. Y por ot ria, de economia po hi er, porque resultan liter almente cegados ciones de realizar la revolucién ideologica y tedrica dispensable pera réconocer en la teoria de Marx prociss- mente In teoria quo su priéctica necesita para llegar « ser cientifica. Cuando se habla de la dificultad de Et Capital es ne+ cesario realizar una distincién de la més alta importan- cla, La lecture de Bl Capital presenta, efectivamente, 9 tamente liferentes, sin ro que, no obstante, estén dominados, en sus précticas aa a, por la ideologia de orque éxiste una tele tebnco de EU Copied lag eas «te Ja cabezn, ideas que “encuentran” (porqu puesto) en sus préct tancia politica, Pero El Capita! presenta sbsolutemente nada que ver para leer este libro teérico que es El Capital. ‘Aqui 0 que no tienen la eostumbre de eas (los obreros y numerosos Empleoy como se acaba de deberian.., deberian, iis. parade tado menos avezados en la pré bios, © los preudo ie obra de el espi Es para poner en evider 108 sin pricticn reletiva al traba: a de Ta teorfa pura (como las sa- uel hecho fundamental de qu no son las dificultades teéricas, sino politicus las que son completame: ver, condiciones. (ni que el precedente: rad que presenta teoria pura, consezvar ada e} problema. Ahora bi ble Estos conceptos son coneeptos, a toda cienci 2 decir nociones abs- a tractas, Primera dil prictica de la abstraccidn, Esto apron verdadero aprendizaje’ comparable cualquiera, por ejemplo al aprendizaje de lx cerraje- ria, se haco ante todo en nucstr cas y de 1a x nos advierte que Ia abstracc! 6m lo la existencia de tia sino tambiéa de su: Las ciencias experimentales disponen del 4a cioncia marxista no tiene “microse que “en elle tiene lugi2”. ‘Mars habla del capital social total, nadie pued Yo con las manos”, cuando Marx hebla de | total”, nadie puede toca:la eon las manos, ni conta le; no obstante estos Gos concoptos abstitctos designan rea monte existentes. Aquello que hace que ciemtifiea, es justamente el que ell designe una realidad conereta que indudl puede “tocar con las mano: concepto abstracto 03 6 de una reelidad cuya existen ‘bstracio quiere decir, entonees, fénaula abstracta, pero en realidad terrible nen- na el objeto al que ella designa. Este ob- iblememe concreto en aquello que & iene jetos que se puodan “tocar eon las manos” o “wer con Jos ojos, y no obstante no se puede tocarlo cor: las manos ni verlo con los ojos. Asi sucede con el com cepto de valor de cambio, cou el de capital social otal, con el de trabajo sccialmente necesario, eto. Tod> es to puede ser facilmente aclarado, 2B fot? mune: low concepts de ate existen bajo Te frm de un sitee, y een To que noo de las una 3, on efecto, un sistema riguroso de on" de base. En una teorla ication, Jos concepts de base no existen en un orden evalquiera, Ast pues, es necesario se conceptos ef lo, y aprender paso a pas © es una fantasia, ale que r es el objeto’ de Fl Copital, dicho de otra manera, cuél es el jet nee lizado en el libro I de El Capital, Marx lo dice: es “el todo de producoién capitalist y tas reluciones de pro- luccién y de intercambio que le corresponden”. Es este tun objeto on si mismo abstr un objeto on af ino absracto. En efecto, ya pease rante todo el tiempo en pucci6x caprratisra, y nada mis, Este . s. Este objeto es abs- tuucto: lo que quiere decir que es terriblemente y que no existe jamés en mente en las sociedades poder analizar estas ces nevesario saber que lad terciblemente conere- que es el modo de pro- 2 8 decix, absiracta, no hay que creer que Marx analiza la situacién con ereta de Inglaterra, cuando habla de clla, Hsbla do- ella sélo con la finalidad de “ilustra:” su teoria (ebs- tracta) del modo de produccién eq Resumiendo: existe, noteblemente, una la leetura de ET Capital que es una dific ‘es el resultado de la naturaleza abstracla y_siste- a de los conceptos de base de Ia teoria, o dé and- Tisis todrico, Es preciso saber que se trata de uni difi- ultad real, objetiva, que no se puede superar sino por le la abstraccin y de la rigurosiday, cen- 10 saber que este aprendizaje no s¢ hece Delo que resulta un primer consejo acerca de a lec: tura, Tener siempre muy presente esta idea de cue BL Capital es una obra de teoria, que tiene’ por obj to los mecanismos del modo de produccién capitalists, y sélo de a. De all igualmente, resulta un segundo consejo ie lee- no busear en El Capital ni un ie Ti “conereta” nicuun libro de economia p ‘en el sentido en que los historiadores y economis as en enden estos términos, sino encontrar en él un libro de maliza cl 34000 DE FRODUCCION CAPIT LISTA. (empities) Ue este tercer consejo de lecture. Cuan- do se tropieza con una dificultad de lectura de oxen teé- tico, saberlo, y tomar las modidas.necesarias. Ny darse prisa, adelantindose, sino volver atrés, cuidados mente, lentaments y 20 avanzar sino cuando les cosa hayan egado a ser claxas, Tener en cuenta el hecho de que tun aprendizaje de la teoria es indispensable pira leer una obra teoriea. Suber que, se puede aprender + cami u nar caminando, stempre que se respelen escrupulosa- mente las condiciones precedentes. Advertir que no se apronderé do golpo, stbita ni definitivaments a caminar en sino poco a poco, paciente y humildemente. Edo guiere decir que no se puede comprender el li- bro I sino a condiciin de relectlo cuatro o cinco veces eguidas, es decir sin haber erapleado el tiempo necosa- rio para’ aprender a inarchar en is teoria, La presente adventencia esté meros pasos de los lectores en Peto antes de pasar a él, es: necesaria una palabra scerea del piblico que va a leer el libro T de EZ Capital. ¢Por quiénes va, muy naturelmente, 2 componerse ese piiblico? 1° Por prole ile empleado, hasta el cuadro medio y superior, el roy el investigador, el docente, ete.) 8° Por artesanos urhanos y rural 49 Por miembros de profesiones liberales 5° Por estudiantes y alunos. Entre los proletarios o asalariados que han de leer el libro I de Bl Cay viran_naturalmente hombres. y ica de la Tucha de clases ex sus organizaciones sindicsles y politicas ha dado una cierta “idea” do In teoria marxista, Esta idea puede ser © menos justa. se de los proletarios a los asalariados no-proiet no esti fundamental- ‘marxista, Por ejeinplo los universitarids, y mis precisa os “cconomistas”, y nume- rros03 idedlogos de disc se sabe, todo el mundo s0 declara hoy fa * marxista”” te Jas Ciencias humanas). as, sin ningwin esfuerzo notal ginacién, Estas ideas falsas han sido fabricad:s y defen- didas desde hace un siglo por todos los eco iomistas o ideélogos burgueses y pequefto-burgueses * par « “refutar Ja teoria marxista, Estas ideas no encuentran ningiin’ problema en “ge ‘que €l estal a, por cus as yantimarxistas, Este piblico numeroso ests ante todo ‘con pusto por jntelectuales, y no por obreros porque (come decia En- gels) ain cuando no penetren en las demostn ciones més abstractas de BI Capital, los proletarios “a3 se soxprender”. Por el contiario, ain los intelectuales y les an- prender”, por un {hos mesvamente, 1a explotacién, a los pre} urges. Estoy pues obligado en esta advertencia, a tener en cuenta. conjuntamer ico obrero-asalariado, de una parte, piblico in las son al mismo tiempo “trabajadores inte 3 La existencia, en el mercado ideolégica, de refute- E * de El Capital que fectan més o menos profundasnen clare, a tal o cual parte de este pabl Teniendo en cuenta todos estos datos, mi advertencia va a tomar le sigai acerca de Ia Iectura destinados a evitar provisoriamente las mis penosas de ‘estas dificul- tades. Este punto sera breve y claro, Seria do desear quo que esti escrito ante todo 8 todos. sobre la naturaleza de i ficutades te6ricas del libro T de El Capital, en que ine tontan fundarse todas las refutaciones de la’ teorfa mar ‘refutaciones ria marxista que encuentran apoyo sobre estas di tades, PUNTO I Las més grandes dificultades tebricas y de otto tipo, il lectara del libro I de El Capi- idamente (0 folizmente) concentradus ro 1, que trata acerea de Doy pues el siguiente consejo: poner PROVISORIA- qt TT 6 1, ) COMEN- nh ve pankiress roUA ba stags : é fa, wrsusforma- ZAR LA LECTURA FOR cién del dinero No so puede, a mi ‘menzar) a comprende: ber leido y releide todo Este consejo es mis q es una cecomes- dacién que me permite (con todo el respeto «jue debo fa mis lectores), presentar como une recomend cléa im- saenaar (y golarsente oo- T sino después de ha- ir de la scctbn IT. Ietarios comprendlen Fla teoxia cientifica de aquello ile To que de clase, TIT y la seccién . fandamentales de Ia plusvalia que uti- imc Ia. explo- ama plas cin TV). La phisvalia absoluta (secotén TIT) 0 asisnta sobre Ja duracién de la jornada de trabajo, Marx ¢xplica que 1B |, este aumento, que Ia Juche de Ja clase obrera, més que centenaria, tiene por mucin de Ia duracion de de la lucha coNTRA este Se conoven, hi AML: ta tendencia irresis. lento maximo al acreet prolongacién de I nada de trabajo (0 do Ia semana de 40 horas no han © por medio de ta ejemplo, las “horas extras”). Aparentemente las horas ex- tras parecen “costar muy caro” a los capitalistes, puesto que Jas, pagan vei cincuenta, y aim cien por eien- pot encima de las tarifas normales, Pero en Yentajosas ya que permiten a las on uta vide cada vex més breve, Marx ha sabi pagard jaumds ras a Tos obreros para hacerlos dichosos, o para les redondear, a riesgo de ou selud, sus ingrosos, sino para explot this. La plusvalia relation (seccién IV), cuya existencia aes bamos de entrever con respecto a las horas extras, es mostrar que la clase capitalista no paga hhovas 19 par sin duda 1a: forma dominante' de In explotacion contem- abajo. No o ‘no contra ella, all menos, como ¢& verd, con tra aus efectos, ies sobre la producti mane fende ha 1. Producir ol méximo de meromicias al pre- para extraer de-ello cl miximo de pro- le del cay italismo, Es- ala par con una ex creciente que de ella resul automaci en Ta trenlogie contempor Mare habia alirmado ya en ol Manifesto y demostra- do en El Capital que el modo de producricn capitalista, por una “revolucién ininterrumpida de los te todo en los instruments Lo que suced:, desde hace ado “sin 2recedentes”; con gran aprobaciin, y es cierto que desce hace algu- nos atios las cosas ven mis répido que aites. Pero ee oviene el que en Ia a jan de méquinas cada ver ten producir la misma cantidad de produc.os que antes fen tempos dos, tres 0 cuatro veces inferiores, impli- 20 Jad como por otra, on co ¥ que, por lo tanto, carecen de valor comercial, de donde resulta el desempleo consiguiente. Este’ es el tema que Marx desarrolla, con un extr igor y tma extrema precisién, en la seccién. 1V plusvalia relativa). ‘Marx demuestra los, mec explotactén por medio del desarrollo de la productividad, en sus formas concretas. Derouestra' también que jomis et de- sarrollo de la productivided puede beneficiar espontinea- . Demuestra que de ack jonario que abra la via al socialisino, In clase obrera no puede tener otro objetivo, ni otro recurso, que Iuchar contra los efectos de Ia ex: plotacién productdos por el desarrollo de la productivi dad, pra limitar estos efectos (lucha contra los ritmos, contra lo arbitrario de los premiosa la productividad, contra las horas extras, contra les supresiones de pues: tos, contra el “desempleo de le produ: °), Lucha evencialmente defensiva, y no ofensiva, 2 al final de ta sec jer Ja seceién V (investigaciones ullerioves sobre la plusva- Via), y pacar directamente a la Inminosa secoién VI so- bre el salario, Todavia te en ou casa, pues Marx ex cacién hurguesa que declara que ro es pagado por su valor, las difere lavio: salario por tiempo, en un pi Inege salario por piezas, ¢s decir les diferentes trampas con que la ntenta apresar a Ia-conciencia obrera yiara des- 1a, toda voluntad de lucha de clases organt adas. Alli los proletarios reconocerén que su ‘ucha de clases no puede sino oponerse de manera ia dirigida hacia Ta inerementac n capitalista. \dvertirén que, desde el punto de vista Jel sala, io, 0, como lo dicen los ministros y sus “econpmistas” respectivos, desde el punto de vista del “nivel Je vida” (© de los “ingresos”, Ia lucha de clases econémica de Jos proletarios y otros asalariados no. puede tener sino tun solo sentido: el de ser una lucha dejensiva, sontra In tendencia cbjetiva del sistema capitelista al awnento de a explotacién bajo todas sus formas, Revaleamos lo de lucha defensiva, esto es, Icha c tra la disminucién del salatio, Se gobreentiend » que da lucha corre 1a disminucién del salario cx también ‘una lucha por cl. aumento del salario oxisterte, Pero hhablar solamente do la lucha por el aumento ex cl ofecto de Ix lucha corriendo el riesgo de cou vo. Puesto que el capitelis:10 tiende Ja diswinucién del sala Jos proletarios se encuentran lite ralmen- lems de la aniatili- “trabajo” dal obre- formas del sa- 2, lucha dejensiva contra la tendencia del capitalismo a disminuir et salario, Resulta entonces perfectemente, clara, como to subrar ya Marx en Ja seccién VI, que la cuestién del salexio no puede, en modo alguno, resolverse “sin dificultades” por medio de la “disiribucién’” « los obreros y otros tra bajadores de los “ben del desarrollo, inclusive espectacular, dé la product Ta cuestién del sala i 12 cuestion de lucha de clases. Y no se resuelve sino por la Tuche de clases: ante todo por las diferentes formas de huelga que pueden descm- hooer, en cierto momento, en la huelge general, al aumento stabs f ‘ién del sala- rio), 0 tomar una forma politica y asi pues, ofensiva (lucha por la conquista del po Jodo, lucida socialists, y la construce’ clases politica de Ja lucha La lucha de clases eco: en el plano dofonsi Jas dos grandes clases politica es toma del poder p ES necesario distinguir netemente estas dos aunque, en la realidad, se apoyen una sobre la 6 mien sein Ie copia ina cosa es segura, y el anilisis’ que hace Marx de bro I lo muestra: una lucha de clases que quiera con- finarse, deliberadamente, s6lo en el don Y¥ superar estos i panat a scr ofensiva, Esta conclusién guede leersa (y no sélo entre lineas) en El Capital, Se la puede leer, claramente expresada en los textos tmisiao, de Engels y de Lenin, ¥ co del Movimiento obrero com Ve te ctores.podrén pasar amen ie a la seccién ques muy clara, ", pare arte a los prot tarios. ¥ Mare “La acumulacton primi. la contiene ef segundo de primero es el segundo es el dese Tos cuales ha ” gracias a los Guage por ropuesta la etstencla dena masa de “trabejadores libres” (es decir deapeovistos do Tor me- mo ha podido rrollarse en las sociedades cocideatales. cepitalismo no ha cesado jamés de empl ria empleando en pleno siglo 2, en las “mi su existencia metropolitana, es decir en los niales y excoloniales, medios de la peor violencia, Aconsejo pues, con insistencia, el siguiente método de leotan 1 Dejar deliberadamente de Iado, en una primer Teo- tura, le seecién I (La meres turas de las otras Secciones, sin el auxilio de un cierto nimero de explicaciones: profundas®. Garantizo que los lectores que tengan a bien obser ver escrupulosamente este orden de lectura recordando 25 Jo que aqui ha sido dicho acerca de las Uiticas y teéricas de toda lectura de El arrepentirin de haberlo hecho, fou tades po- al, no se PUNTO TI Paso shora a las dificultades te6ticas que ot staculizan ra vépida, e inclusive, una lectura muy stente del Libro I de Et Capital. Hi Quiero recordar que es apoyéndoso sobre sstas dili- cullades como la burguesia eneaya convenecrse —zZl0 ogra? de que hace ya tiempo ha “refutado” la eo- via de Marx. ‘La primera dificultad es de orden muy geteral, Con: siste on el simple hecho de que al libro I no es sino el bro de una obra que so compone de cuatro. ‘cuatro. Porquo si, generalmente se conoce la existencia de los libros I, 11, y Tt —e inclusive si se Jas ha lefdo—, se guerda silencio por lo gmeral con especto al libro TV, suponiendo que se sospeche su exis- xioso” Libro TV no es mi aquellos que piensan que Marz es un tro otros, autor de una Historia de las doctr nas econd- cas, pues es bajo este ti Yo puede Hamar— traducido? uns, obra pro- twérica, que en realidad Heva por titulo Teo- vias de la plusvalia. Sin duda el Yibro I de El Capital haya publicado en vida. Los libros blicedos después de su muerte, en 1883, por libro IV por Kautsky ®, En 1886, en el prefac ccién ingless, Engele podia decir que el libro ye en ef mismo un todo”. De hecho, cuando 1.0 se dispo- 26 aia atin de los libros siguientes, era nevesario “conside- rarlo como una obra independiente”. ‘No sucede hoy Jo mismo, Nosotros disponemos en ‘efecto de cuatro libros, en alemin® y en francés!®. Sex quienes puedan hacerlo, que les ha de resultar provechoso.remitiree. constantemente al. texto: ale~ min, para coutrolar no sélo fa traduccién del libro TV, (pues ella esta plagada de graves exrores) sino también os II y IIL (ciortas dificultades do terminologia sio siempre han sido superadas en ellos) y finalmente el libro TI, tradueido por Roy, en una versién que Marx en persona ha retocado, y en ciertos pasujes rectificado y sensiblemente, Porque Marx, que duda- ices do los Tectoras franceses #4, wnte Ta nitidez de Ins expresio- veces atenia pelign nes conceptnales oF EL conocimiento de Ios otros tres libros permite supe. rar algunas de las grandes di bro I, ante todo las que estén concentradas en la te: ble scccién I, (La mereancia y la moneda), en rela cn Ia famosa tooria del “alor-trab hhegeliana do la ia que 1a filoséfica, y toda verdadera ciencia debe jundar si. propio comiznzo) Matx pensaba eutonces quo “en toda cien- cia, el comieuzo es arduo”. En efecto, In secciéa T det libro I es presentada on un orden de exposi ltad resulta, en buena parte, de fuera solamente de simple exposicién—, Doy pues soguidamente, el principio de la solucién. La teoria del “valortrabajo” de Marx, que todos los fen términos que desmienten, pues, el inevitable Sobre la naturaleza de esta ley, remito, entre otros textos, a las yarlas do fare. a Kogelmann del 6 de marzo y del 11 do julio gos Durgueees, 0 at ‘operatori a teoria do Ta plusvalia no cs, tampoco ella, como caso particular do una teria mis la teoria del sobretrabajo. ppara la reproduccia dv las cou- repartido entre los_miembros - En las 90° ciedades do clases, una vex deducida la parte ra la reproduceién do las condi be arrchat clases dominantes a las clases ex: lotadas. En la 50 : por primera ver ex la historia, le fuerea de trabajo Tle. ga a ser una mercancia, el sobretrabajo arrcatado to- ma la forma de le plusvalis, YY hobiendo Megado aqui, dejo de dosarrcllir este to y del trabajo complejo; fades sociales, ete. Por ejemplo vapital. O Ya mo” de la mexcancia, y su © la teorfa de las nece la teorfa de la compo: famosa teoria del “Jeti generalizacién ulterior. ‘Todas estas cuestiones —y muchas otrés aiin-— cons- tituyen reales 0 soluciones parcia- Fs necessrio suber que cuando Marx publieé el libro T de Bl Capital, tenia ye escrito el libro If-y buena parte del libro IIT (este atime bajo forma de exbozos), De todas maneras él tenfa, como lo prueba su correspon- dencis con Engels %, “todo: pensada”, al menos en prin- ipio. Pero, materialmente, ora imposible que Marx pu- sicra “todo por escrito” ea ef libro I de una obra que debfa componerse de cuatro libros. Ademés si bien Marx ‘todo pensado”, no disponia de todas las reepucs: tas a Ios problemas que tenia pensados y esto es evi- dente en cleztos puntos del libro I. No es por azar que silo resién en 1868, un ao después de le apa El lector del libro I debe pues convencerse de un he- cho, periectamente comprensible si se detiene 2c rar que Marx avanzaba, por primera vez en Ia historia 20 + tos librog HI, TH ‘ex los libros Tl, TIL y [V, y ciet tos problemas cuyas soluciones no serin demostradas sino en los libros Ul, TI y IV. Ts esencialmente en este carécter de “suspen: si se lo prefiere, de “anticipacién” en donde radi mayor parte de las dificultades objetivas éel Es pues necesario saberlo, y extraer de ello I ceia nececaria, esto es: leer el libro J teniend en cuenta Ww. Existe, sia embargo, un segundo orden ée des, que constituyen un obstéculo real par del libro I, Estas dificultades no ye del hecho ae que ELC ‘compuesto por cuatro libros, sino de las supervi guaje y aan miento de Marx, Juencia del pensamiento de Hegel Quizés ol lector sepa que no hace mucho ' he tado defender 1a idea de que el pensamien:o de Marx era fundamentalmente diferente del de Hegel. pues existe entro Hegel y Marx un verdadero corte, 0 ruptura, si asi se quiere. Estoy cada vex mis convencido de que esta tosis es justa. No obstante, debo reconocer sjue be dado tuna idea demasiado corcenada de esta tosis all presen tar la idea de que se podia situar esta ruptara en 1845 (tesis sobre Feuerbach, Toclogfa alemana). Hin reali- dad, en 1845 comienza ‘algo decisivo, pero I» fue preciso a Marx un muy grande trabajo para llegar 2 patentizar, fen conceptos verdaderiments nuevos, la rupture realize da con respecto al pensamicnto de Hegel. El. famoso prefacio de 1859 (a la Critica de la Econosxia politica) es atin profundamento hegelisno-evoluci drisse que coxresponden al periodo comrendido en- Cuando aparece via quedan huellas de geliane, No desaps- eon totalmente sino més tarde: a Critica del progra- ma de Gotha (1875) % al igual que las Notas margina- Tes sobre Wagner (1882) *° es te exentes de tod ae i neo-hegelianismo que era un relorno de Hegel a Kant y Fichte, pasando luego por el feuerbachismo puro, luego por el feuerbachismo con influencia de Hegel (los: Manuscritos de 1844) 27, antes de reencontrar a Hegel en 1858. También importa saber hinei dénde iba, La tenden- cia de su pensamiento lo impulsabs i lemente a abandonar®radicalmente (como puede verse en Ja Cri- tiea del programa de Gotha de 1875 y en las Notas sobre Wagner do 1882), toda sombra de influencis de Hegel. Marx no dejaba de reconocer una deuda impor- tanto con restiecto a él: Ie de haber sido el primero en coticebir ta historia como un “proceso sin sujcto”, Es teniendo en cuenta esta tendencia que podemos apreciar en tanto”supervivencias on via de superacién s huellas de influencia hegeliana que subsisten en el libro I. Ya he seialado estas hucllas con sespecto al_ proble- mente hegeliano, del “eomtenzo arduo” de to- , muy precisamente, en el vocabulario del quo Marx se sirve en esta seoci y extremadamente perjudicial (ya que todos los de cambio de las tin, en efecto, una palabra, una parte valor’ de uso, y por ot Marx pone en la con el vigor qu ner (ese vir obseuras) en las Notas mer es porque Wagner parece creer que, como Marx se sirve en los dos casos de la misma palabra: ralor, el valor 0 de una eect- sin (hegeliana) del concepto de “valor”. El hecho, es tomado la preosucién de eliminar la expresion “ rio”, IV pate del capitulo I de la seccién 1). Se comprenderé que no puedo extenderme aqui sobre estos, diferentes mn toda ura demos fialo porque, junte célebre’ pref cvalucionismo blar muy te, como hubiera sid cargados, ulilidad social de los productos, jento obre- por qué Marx pu instante Lenin he da edicién alemana de El Ce de estas péginas hogelian 7 no hubiera podide combatir ta raicién de la Segunda Internacional, edificar el Par- tar, a Ia cabeza de las me. nologia partigular de Hegel”. Deberno d uma conseouencia que, llevada a su tino 7 jirse la seccién I de EL Capi do tal que ella ser enzo” que 26 poder del Estado para instaurar indo, y comprometerse en la construccién del sccialismo, Sefielo también que, para doogracin del mivmo mo- absolute hha hecho det La misma coma puede dente expresién del. cap constatirselo en el capi ‘el Partido Paani a al comunista (Bolchevique) lismo dialéc- tico 7 materialismo histérico (1938) lo que explica sin duda bastante bien algunas de les cosas de To que, con © de marxista, ha sido a In personal eg a pas sobre este tema, mas graves. egaré todavia una palabi cesta vex fle- del Libro Tum muy me e ella_no ha ce haya tenido, por al lector esta ver, nada tiene que ver con las dificultades que acsko de amenctonar, que se relaciona con la necesidai de leer de muy cerca el texto de Marx, Este malentendido capital diciendo que, to, para todo capital jgamos un cuarenta por ciznto) 1 constanto (mater i. les) y otra fraceién (digemos pues sesenta por clento) que constituye e} capital va able (costo de a adquisicién de la fuerza de trabajo). EL capital constante se Tlama asf porque permanece cons- tante en el proceso de produceién capitalista: no produ: ce un valor nuevo, permancce, pues, constante, 11 ea- pital variable es llamado variable porque produ:e un valor nuevo, superior a su valor anterior, por la :.cciéa de la extraccion de la plusvalia (que tiene Jager en el uso de Ix fuerza de trabajo). y Ahora bien, Ia inmensa ma; @luyendo naturalmente a los * me atrevo a di profesional de téenieos de Ia politica econémica burgue- sa a caer en este “equivoco”, cree que Marx desarro- a, cuando trata Ja composicién orgénica del capital, tuna teorfa de la empresa, 0, para emplear Vérming mar- tante ‘Marx so ocupa siempre de la compé Ts manera de un ciento). Marx no habla, en este, ejemplo en que ul! za cifras, de una empresa u otra, sino de una “fraccién del capital total”, Razona, para comodidad del lector y, para ayndar a “fijar Tas ideas”, sobre un_ ejemplo “conereto” (y asi pues, utilizando’ cifras), Potro ste ejemplo -concreto le sieve simplemente de ejemplo para hablar del eapitel social rotal. Desde este punto de vista, 9 ‘en ninguna parte de El Capital una teoria de ia uni- dad de produccién, ni teoria alguna de la unidad de con- suino eapitalistes. Con respecto a estos dos puntos, pues, Ia teorla de Marx debe ser complet Sefalo tambi fusién que ha sido rnin en su teoria del Imp proyectaba ocuparse en El decir de la extensi lo que no se encuentra falismo. Es muy importante medir Ja importancia po- »» que Marx y la primera xplotacion capitalista (extraccién capitalistas en directa, sin ocupacién mil Existe pues una vordadera Intern de hecho, que llezé a ser desde el fi ta a la que el movi es (Marx y Tego nacional ‘obrera (la toroora Taternaci los en la emprisa lista en. que Ira su propia empresa, al plano de eu produ sindicales de Ia Metalur de los Transportes, ete produccién (por ejemplo: Confederacién genral jadores), Iuego en el plano mun lial (por ejemplo: Federacién sindical x Esto en lo relativo & la lucha de clases econém Acontece naturalmente lo mismo, a pesar de I aparicién formal de Ia Tntornacional, en lo rela ica. Ts por , un nuevo con joria, y que, como sucede con el descubrimiento de toda cienoia nueva, esto descubci- mionto es prolongado en Ia historia de esta ciencia y en feti a de los hombres que se han ident ficado con él, Si Marx no ha podido escribir el caps lo de El Capital que proyectabs redactar bajo el ’, fundamento del Interna. como respuesta a la Internacion: ialista, Ia primera Intern El Imperialismo fas i la fundacién de la Y, contrariamonto, esto os muy fi prender cusndo. se es un pra ro asalariedo “empleado” en Ia produccién capitalista (urbana 0 agraria). aPor qué esta dificultad? ;De dénde esta relativa fa- a cilidad? He ereido poder lo siguiendo les tex- tos mismos de Marx y las precisiones que da. Lenin, undo en lon primoros tote de sus Obras, comen- ta El Capital de Marx. Suoede que los suales no pueden ver le exp ‘al contrario, a pesar de la ideclogia burguesa y pe quefio pueden dejar de faye su vida eo Para comprender BL Capital y su Libro I, 3. s2cese- “arsibar a las pasiones de clase proletariac”, es de- jaree en el tinico punto de vista quo torua visible do Ie fuerza de trabsjo: ass. gia burguesa y Puesto que El Capital les da bajo la forma de vas, lo que lee ayuda a io a una fos ciones y demostraciones pasar del instinto de clase pr (objetiva) de clase prel Pero es extremsdamente dificil para Tos espe: iatistas y demas “intelectuales” burgneses y pequefio brrgueses 38. (ineayendo 4 los én de su cot Simple leetura de El Capt l. cabo una verdadera ruptura, una verdadera revolucién en su concicacin para pasar -de su instinto de clase cosariamente burgués 0 pequefio burgués a las posicio- nes de clase proletarias, Es extremadamente dificil, pero no es abgolutamente imposible, La prucba: Marx mis mo, que era hijo de la burguesia liberal (su padre era ), y Engels, de la alta burguesia capital mo capitalista en Manchester. Marx puede y_ debe com- 0, dificil y do- de clase pe- ia, a Ins que cordando otros ejemplos itustres: en prime do un poquefio burgués esclar ta), y que, HegS a ser ol dirigen y dol profotariado mundi jamo, etapa auprema, os deci Louts Aurnusse Marzo de 1969 3 RUDIMENTOS DE BIBLIOGRAFIA CRITIC! fir entre: anteriores ol Libro 1 de Bl Capi 1. Bl Manifiesto (1847) 2. Miserie de ta Filosofia (1847): critica a Vrow dhon®, 3. Trabajo asdlariado 7 cay rencias pronunciadas ante un pé cconceptos claves de a teorfa del modo de produ {| i" “introduccién” a la Contribucién permancei6. inédita. 2 de los Grundrisse (en curso de desdichado economia poli- na, combi- se nota una fuert mn cierto aroma de ie marcado por una concepeién heg sta quo desaparecerd en un noventa y nueve ito en El Capital, y totalmente en los textos pos- 6. Salario, precio y ganancia (1865), Confecen- elas de Marx. nto un pal ia sobre El Cay itulo de “Cartas sobre vo, cémo Marx se intform: ” que era Engels instrumentos de ip6tesis a Engels, plantedndole sus res Wiendo en cuenta sus respuestas, descubre que, ya antes de 1867 Marx tisue pensado esencial de Ei Copital, no solamente del Libro 1 del iron a ello porque Ia burgue No que € no era”, prolongar las. investiga- Marx mostrando co ello en el programa as Smples Notas de Mar son inapreciables, Hablan acerca de los principios que de- ben guiar toda pol medios de produccié: 42 teorfa del Derecho: el Derecho es siempre burgu’ es Ia “propiedad colectiva” (noci ica de unidad, acerea do la, 1-volu: ismo, cuatro afios después de li. Co- ‘se encuentra con qué fondar una socialista, fundamental: es preciso no coniu: relacio- La historia de las desventuras de 1a ido prohibida sa. pul Socialdemécrata, no pudo apare- afios mis tarde, gracias a Engels, obrar con astucia respecto a la direccién. 1 Partido socialdemécra tan, en la traduccién francesa de las (Le Capital, Tomo IL, pp. 241-253 u i bajo el titulo de, Estudios sobre EL Ci de primer orden, muy claros pero que, como suced a yeoos en Engels, quien tenia momentos de geni dad te6rica, adclecen de algunas debi cipios epistemelégi Marx. Afirmacién idloges debleran estudiar con teorfa del modo de producci lista a Ia formacién social rusa de ws relaciones do produccién y do ia- 3 s6 aduefian del campo, suplan- es de produccién foudales. Esta cbra resume lo esencial de los numerosos estudios que Lain habia consagrado, do 1894 a 1899, en su critics a » ¥ “roménticos”, a las to- ito H de Bi Capital, en textos de una igor excepcionales. Texto que debe ro- use con La cuestiin agraria de Kautsky (191:)* in apreciaba mucho, y sobre todo con “Nu vos que datos sobre las leyes del desarrollo det capitalismo’ ex Ia agricultura” (1915: Tomo XXII de sa de las Obras Completas), en que Ta “paradoja” del edicibn france: ta de las grandes explotaciones capi - cialistas franceses en “cuestionea agrariae”” saca dan provecho de una lectura esmerada de este texto, iauy actual, y sprenderian como deben “tratarse” las 1d. Marxismo y Revisionismo, de Lenin (1908) 15. Las Tres” Fuentes del Marxismo, de Ws cagia). 16. Bl Destino Histérico de la doctrina de K, Marz, de Lenin (1918). 17. Et Imp: de Lenin (1916). 1B. El Extedo y ta Revoluctén, do Leni Con esto concluyo esta pequefia bil lismo, fase superior del capitalisno, 917). alia critica. Louis Auriussrr 453 PROLOGO DE CARLOS MARX A LA PRIMERA EDICION Esta obra, cuyo primer volumen entrego al piblico, es la continuacién de mi escrito Contribucién a la Cri- tica de la Economia Politica, publicado en 1859. La lirga pausa entre ese comienzo y su continuncién se debid @ una enfermedad que duré muchos aiios, interrumpien- do en varias oportunidades mi trabajo. El contenido de ese escrito anterior esta resumide en el capitulo primero de este volumen, y no es s6lo para mantener la, unidad del conjunto y ‘su integridad. La ‘exposicién estd mejorada. Siempre que ha sido posble, muchos puntos antes s6lo sefalados, estén ahora desa- rrollados, y, por el contrario, cuestiones que antes fue- ron extensamente desarrolladas, aqui simplemente sé mencionan. Las secciones sobre la historia de la te2ria del’ valor y del dinero han sido enteramente suprimidas. Sin embargo, el lector del escrito precedente encont urd en las notas del capitulo primero nuevas fuentes jpara la historia de esas teorias. Todo comienzo es dificil, esto vale para toda ciercia. Por eso la comprensién del capitulo primero y espe vial mente la parte que contiene el andlisis de la mercaneia presentaré las mayores dificultades..Pero he desarrol.ado de la manera mas sencilla posible lo que se refier: al andlisis de la sustancia y magnitud del valor +, La fo-ma de valor, euya forma aeabada es la forma dixero, es por AG demés carente de contenido y simple, Sin embargo, en svano el espiritu del hombre ha buscado durante mds de dos mil afios penetrar su secreto, ain cuando haya logra- do el anélisis de formas mucho mds complicadas y ricas de contenido. ;Por qué? Porque es més facil estudiar el cuerpo ya conformado que la célula como elemento. Para el andlisis de las formas econémicas no sirven ni el mi- croscopio ni los reactivos quimicos: ambos tienen que ser sustituidos por Ia capacidad de abstraccién. En la socie- dad burguesa la forma mercancia del producto del traba- jo 0 Ia forma de valor de la mercancia es la forma eco- némica celular. Para el hombre poco cultivado, el andli- sis de tales formas parece perderse en puras y simples “sutilezas, y en efecto, se trata de sutilezas, sdlo que son sutilezas semejantes a las que trata la anatomia micros- cépica. Exceptuando la seccién que trata sobre Ia forma del valor no se podré acusar @ este libro de ser dificil de comprender. Presupongo raturalmente lectores que quie- ‘ren aprender algo nuevo ¥ que, por lo tanto, también quie- ren pensar por si mismos. EI fisico observa los fenémenos naturales alli donde se presentan en. la forma més definida y menos velada por influencias de procesos perturbadores, 0 bien, cuando es posible, hace experimentos. en condiciones tales que ga- ranticen el desarrollo del proceso en estado puro. En esta obra me propongo indagar el modo de produccién capi- lalista y sus correspondientes relaciones de produccién y de cambio. Su lugar eldsico es, hasta ahora, Inglaterra. Este es el motivo por el cual este pais sirve en general para ilustrar el desarrollo de mi teoria. Si el lector ale- man, sin embargo, se encoge fariseicamente de hombros a propésito de las condiciones de los obreros ingleses de la industria y de los trabajadores del campo y se tran- oF “42 1 Loqos opond ou —euxepou peparsos vy ep oqo “row jep voywUODa Ae] EL AB[eAar sa vzqo e\sa ‘mUNde onb e eum pepyeuy vy A— oyroruaom ordord ns ap pemyeu Ao 9 19094372 oppo] vivy pupoicos nun op sunn2 uny “Duo op sopuasdn apand & aqap urjonu Duy ‘wsajSur p2qo] upionsi8a m ap soppynses soy v & opty -a1udo |p “DuoIsYy D] D Osuaxa unt oJondsa wr uoUROA 2389 ua Opp310j0 ay S2U0ZD4 SDSe 1Og “D19.1G0 98D] D] ap oyosinsap 12 soynoIfzp uvpand anb soyquo.guo) suoupos 2] Sopn2pIsqo $01 Sopoy snpindn sojuDu;wop sosnpo sx] D suodult sgiopn ojdoad ns ‘sopnasja sya soazoul ap wyooy UgI2QUIISGY “MUs}U DL0190 aSD{I vj ap O[]oL4S0, ap OpDsd [ uniies ‘spunuiny spur'o soppmnaq sput sowio! panjdopo NIV ‘etusunuos ja us ugisnosadas aquaumpvsa/eu papuar pau 0109 v opviay vioy opuvny “souvu sop u09 vdjnd Bs oagss2aqns ossoo.d [9 vuloImFuf Ug “D491G0 asDI> Dy pind spunduin sm ojana jp opnyss DY ¥ [¥ 0/828 Jop Dun. -au pato wion¥ | ‘nadoino pypout 3809 vj v.vd vusnpD vy anu0s 0224 TIT AK 1318 pep Punoyow movepuedepur ap vison nv] owo09 Isp “souorsnp, oss900y onb Avy OM “sohuysuow sop ap mousisrxa 9} Infau s2pod pind sopyo so.ysimu sound -m & solo sop ap atunjep DIQoIu m sousUEd sou so4zosoN ssonysuou $0] » wmGossod vind mq21u 9p opunu un uos Dyeqno os oasiag “919 ‘ugwopjusUND £ oJusrunf 949 op sou -o191puos sv] aiqos & souru ep & sosofnur ap voromoydxa DI 24q0s8 sozWUNS so] _D sopborpep saso{Bur sozsstwW0D so] ‘(yay oNgng) voygnd pups wy e1gos siqudWsofur sns 0102 ‘nunjelg unig Do) ap spq.gpf ep vesowadsuy $0] owo02 sopnsaisinsep A sopi3a unq *sappiospduy un ‘soysodxa up} saquoy uoroun{ psa vind 4mdquozue sons -piSo] soaqosou 18 ipopssa om ap vpanbsnq ym 24nd saiop -od sousjd upsotany ‘pisoqo{9uy ua owos ‘souoziqwoo soso 18 fpojwoUos?. ugwnnys % ap sorporied soiymse vind 8h squowsnuo0s “piimSuy us owos ‘univ010 soquaumind soujsonu & sousorgo$ soujsonu 1s uoyoenys vidoxd exeona ajuv sopemroucy sowerepenb soy -wsnpayy ep vzaqno Dun apuosse as 19 ap spurep nb smyoodsos anfop vind euoa oa ojdoid ns suvysnq. vjuvasy ‘oSs0quia wg “Ds <2] 9] vos mpoindwios squiosrw 9 codosne syusuyqu09 PP o1so4 pop BI £ vyuvwojy op joes vonsipryse v7 IFA oT apstes grou eT! “sonsonu soy ap 21go 40d uggquiny ous soare cop ap vsnv 9 0198 ov sounsfng “seoquosoeUE svoryod £89) “P1208 Suo}vIa4 ap vJandVs Ns Uod SopunusUDN ops uDY sou anb soppisdas 4 sopnorun-uotoonposd ap sopow ap onuziuos svio800 op uoltins onb ‘syuvposoy smuasya ap 2128 vuit npor uounsdo sou sowsopou sojvu so] op sput “apy “orjouinsep ap wiv] ns tod uprquin ous “vps1jvndo0 upronpoid % sp cjjo.svsop Jap Sauotopuos sm sod 94 “waUun{Os ou ‘YoiuausjuoI vdoung m1 ap yoIUsp{200 o4s04, 70 ouos sopnios|2 soua sou sopuwop so1g0 60, sopor wig “‘pqn{ ugyomsz8e] v] ap osodv.quoe 49 vyn{ onb oysond “Dae -2yp,Zuy ua anb saioad wos soucrypuod soy ‘svyoip atuau -pidoud svozsqp} soy ue ojdwala 10d ‘mouatia vuxjd opo2 suey vy wsyondv2 uponpoid m swod oxjsanu ua 2puop MY “Seuotodieprsuod svjse opy] un D sowslep og : ‘aquaasod ordoid ns op uaspun 9 oppyosinsop sour jv vppyds 019s Opryossvs9p syu oud peuasupus syd qq “poptsessu v2419} wos unzyped as Luv “so1fmupus a8 end serouopady smusau snsa op “sadoy seuIstut se1s0 op ours ‘visypizdvo upwonpord vj ap sajvsnquu soz] $v] 8p sopuaziop Seymi20s sowstuodntuD so] up epoLmsep 2p opms sousw 0 s0hpu Jop-ryn4y a6 ou PHPYves ug 5 janetied Bnqey a oq! :apmmuF v opviygo omiye aut sooucquo quut uv .uspup svsoo sm] onb wind oyonu miavpor vyp{ sou vtupwayy ue anb suownstuydo opunsued veyinb ‘minar por decreto las jases naturales de su desarro'lo. Pero puede abreviar y atenuar los dolores del parto. Una palabra para evitar posibles incomprensiones. No muestro la figura del capitalista y del propietario terra- teniente con luces rosadas. Aqui se trata de las perso ras sélo en cuanto son personificacién de catégorias econd- micas, soporte o portadores de determinadas relaciones 0 intereses de clase, Mi punto de vista, segiin el cual el desarrollo de la formacién econdmica de la sociedad es un proceso histérico-natural, menos que cualquier oro, puede hacer al individuo responsable de relaciones de las que es socialmente criatura, por mucho que subjet va- mente pueda elevarse por encima de las mismas. En el campo de la economia politica, la libre inves ga- cién cientifica no sdlo encuentra los mismos enemigos que en todos los otros campos. La naturaleza propia dv la materia que trata, levanta en contra suyo en el campo de lucha las pasiones mas ardientes, més mezquinas y 114s odiosas del corazén humano, las furias del interés priva- do. Por ejemplo, la alta iglesia anglicana, perdona 1148 facilmente el ataque a ircinta y ocho’ de sus treinte: y nueve articulos de fe que el alaque a 1/39 parte de sus entradas en dinero. En nuestros. dias hasta el ateismo es culpa levis comparado con la critica de las relaciones tradicionales de propiedad. Sin embargo, hay que rco- nocer que aqui hay un progreso. Remito, por ejemjalo, al libro azul publicado’en las iiltimas semanas: Cores: pondence with her Majesty’s Missions abroad, regar- ding industrial questions and Trades’ Unions. Los re- presentantes’ de la corona inglesa en el extranjero expre- san aqui escuetamente que la transformacién de las re- laciones existentes entre capital y trabajo es tan percep: tible y tan inevitable en Alemania, Francia, o en fin, en todos los estados civilizados del continente como lo es 50 ‘en Inglaterra, Contemporéneamente, del otro lado. del, _ Océano Atléntico, el sefior Wade, vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica, declaraba en. reuniones publicas que cumplida la abolicién de la esclavitud esta a la orden del dia la transformacién de las relaciones del capital y de la propiedad territorial. Estos son los signos de los tiempos que no pueden ser ocultados bajo mantos de purpura o. bajo tinicas negras. Esos signos no indican que mafiana vayan a ocurrir milagros, pero muestran que también en las clases dominantes se alber-- \ ga el presentimiento de que la sociedad actual no es un sélido cristal sino un organismo susceptible de cambio yen constante proceso de transformacién. El segundo volumen de este escrito tratard del proceso de cixculacién del capital (libro II) y de las formactones del proceso total’ (libro HI); el volumen tercero y el Ultimo (libro IV) expondré la historia de la teoria. Todo juicio de critica cientifica seré para mi bienveni- do. En lo que’ se refiere a los. prejuicios de la llamada opinién piblica, ante la cual jamds he hecho concesiones, siempre valen para mi las palabras del gran florentino: Segui il tuo corso, e lascia dir le genti! Carlos Marx Londres, Julio 25 de 1867. SL es said sop so] us ciuamunjnorsed 4 “9 ‘soroifo 4 sopan $0] ‘ojo12utoo Jap ‘vowo1sty upioisodxy NB U9 YON aod Avy “hg ‘emeaE[y uo viofuvnxe vue! wun ‘opue's andis oy A ‘oquosard jo visey opis wy eonsjod xywouoca wy veiargo ese] ns Ua ApAqsar w |aanA OM -uibo ue 4 eyueanaly ap sei[no sasep sepemey se; uo op ‘poredesop vy ugwiape opeypesoy ormowrned cpesepts -doo opuais eyuaA anb oof19a) opryues opnge jo onl) ‘eubur ss[e-oouesy viren8 vy oyemMp opeongnd oreyjo} un wo (iuaumsn! opeaysour vy ‘sguer opuwoLqey “xAv]{ rouas PP ‘sgndanq. wera op ojund yo eyuasaadas auow vormou -o0 onb oaquioy un ‘ofequyy tux ered vsusduooat sofaut "B] se vuvuraye eseiqo asejo B] ap sviojse seyswa uy oyuoWT ~epidys opeguoous wy jojdoy 7g onb uoteuosdeuco vy CLBT POL ue BK xwZuOWIOD BIGep WOLoIp: epun +98 BL op uoysouduy vy onb £ opmiofe wiquy as vsqy [o onb ep vioHou BL ean; ‘sequen sofeqeny soi of ofpeur 9 “1281 9p ouoo jo ue ugisex eubiod ‘ona wacd oduiary P opeypy By oxeg “wrouwricdwiy Uys soqund ap esopsp sMo SFU UgHRUTW]S BUN O BON!{LIs9 UOTIeIZ09 TodvUE Bun, vA ‘woyBxQUa svur ugioesoqujaex wun Bh ‘“vpuroub cor uBjzqoy up [euYSyI0 jop sajed seyou vub on cuanauo “sie Uo noYqud 98 oub vsoouvsy ugrooipey ey opuvsyaar ‘Bioye ‘osmequia wig -osqy] [9 Opoy UBoILGE anb & soonsysiss wos oj9s viouanoasy u0d anb 04x04 Jap soy seroxed sorquizo so] ep ojjetep [a ua avajuo [UE vig roperoqejsas ojweuaqeiaptsues opts ey ‘oired epunios vj uo owoureradss ‘yy, o[nideo |g “SEL “ULLOg “voujog viwouc2g m ap wIiNID m v UoID c*ququo) 8] ue epep vA uororsodxe Bj B esopughuiar ‘1D -uedy Seu vizf0 uoo wpEyesy Opts wyqEy uEIpe exoud BI Ye onb oyond epestasr ojusuesopepind opis vy 40] "84 [9P EPIPeAL) TI] OMsyduo Jop [ ugqoas wy “epsiqures ayed weld us yys0 "O49 ‘vjoumoveu BY ap mistyouel 12,074 os -vo 1g epeinyy ‘ojnydes xomprd jp uproas wuMR wy “JO[wA Jap wULLOY e| ap LON"PIP spar eEMyUOMO|dns ugrwodxe Bun vpresooau Bra sas01991 So, op cred sod “Bur ef vied onb ap orouaauos ou 79 A vywordmy ap seq cond sep ap seupspd seroutsd sey ofinquiegy op worDZoy] opueno *,9g1 9p vxoavutrd vt aquvinp vsvo ns wo v3ISTA 9p equiucous oY “ioaouuLpZ op uBuxZAy ~~ Toop [P oBmue tur sod eprrofns ony uororsodxe afqop ey nb osed ep oasasqQ -uororpa exounsd vj ep uorisodxe oq -op Bi wiuodur oj zk ooo ‘epesoqujoar ayuausre[dar09 BIS (JOA [op wUNIOF EI) T O[Mdeo Jap g UO!ODas LTT ‘or saauresardxe woejsap os nbe anb £ uororpa wound vt ue openusur ojos ‘orressoou ojusupefo0s ofeqesy op oduzory pe tod xopea op pryyuseur zy op uorearmuoyop £ 20] -eA JOP BPUBIENs ox oxeu Jo onb owsur of ‘orquima ap qo[ea peo vsosdxo os onb ue souoroenos se] ap sist “Bue [o @UBYpaut JO[ea Jap uofsonpap v{ COYpUD!O 10811 xokeut uo9 ogeo & peasy] ey a8 “T ‘T o[MIdeg je ug rsoquomnays sey wos soyueproduy spur somonsano sey ‘oroYyax a8 07x03 [2 onb o[ Ug ‘wororps wpungas uf v seiou oMtoD sepuoIpuT ops vy SO[PUOLIPE SHOW se] “vIU[D syUE so OIGY JOP OID “nginstp v[ onb vista ey & B:[eG “UoYIpe epunses ey uo soplonposqur sorquies sop asqos ugrovoyjdxe eun uororpo proud B] ap $90.99] So] e Aep oqep xeBNy sow ug 7 (Aa YNVINGTV NODIGa + VENNOGS VI V OIOVALSOd imeros voliimenes de la obra editada en 1830, ha ex:mi- nado ya en’gran parte las circunstancias histéricas y por tanto también la construccién de la moderna socivdad burguesa. Faltaba pues la tierra viva de la economia po- Iitica: Y ésta fue importada como mercancia: acalada de Inglaterra y de Francia; los profecores alemane: de economia siguieron siendo escolares. La expresién tuéri- ca de una realidad extranjera se transformé entre sus manos en una recoleccién de dogmas interpretados con el sentido pequefio-burgués del mundo que los cirzun- daba y por’ tanto mal interpretados. No pudiendo repri- mir del todo el sentimiento de impotencia cientifica y de un saber oscuro al tener que pontificar sobre ur te- ma de hecho extrafio, se traté de esconder tales males bajo la pompa de la erudicién histérica o literaria, © mezclando materiales extrafios tomados en préstamo a Yas Mamadas ciencias administrativas: mezcla de cor oci- mientos que son el purgatorio por donde debe pasar el candidato que leno de esperanzas se apresta a ingrssar en la burocracia alemana, En Alemania, la produccién capitalista. se fue desarro- Hando rapidamente a partir de 1848 y hoy se encue tra ya en su primera floracién tardia. Pero la suerte sigue siendo adversa a nuestros especialistas, ahora como antes. Mientras podian hacer economia politica sin preocupa- ciones, faltaban en Ja realidad alemana las ‘condiciones econémicas modernas. Tan pronto surgieron estas coadi- ciones, se dieron bajo circunstancias tales que no ad- mitieron ya por mas tiempo, el estudio imparcial de las mismas dentro del horizonte burgués. La economia po- litica, mientras es burguesa, 0 sea en cuanto conciby el orden capitalista, no como un grado de desarrollo his téricamente transitorio, sino inversamente como la for- ma absoluta y definitiva de In produccién social, 15lo 54 puede conservatse como ciencia, mientras la lucha de lases permanece latentte si se manifiesta sélo en fendme- nos aislados. Tomemos el caso de Inglaterra. Su economia politica clésica corresponde al perfodo en que la lucha de clases todavia no estaba desarrollada. Su ultimo gran represen- tante, Ricardo toma por fin, conscientemente, como pun- to de partida de sus investigaciones la oposicién entre intereses de clase, la oposicién entre salario y ganancia, ganancia y. renta terrateniente, concihiendo ingenuamen. te esta oposicién como ley natural de la sociedad. Pero de este modo Ia ciencia econémica burguesa también habia Hegado a su limite infranqueable. Atin en vida de Ricardo se le contrapuso Ia critica en la ‘persona de Sismondi?. El perfodo siguiente, de 1820 a 1830, se caracteriza” en Inglaterra por la productividad cientifica en el cam- po de Ja economia politica. Fue el perfodo tanto de la vulgarizacién y difusién de le teorfa ricardiana, como de su lucha: contra Ia vieja escuela. Se celebraron ¢s- pléndidos torneos. La produccién de aquel period es Poco conocida en cl continente européd porque la polé- mica est dispersa en gran parte a lo largo de articulos, eseritos ocasionales y panfletos. El cardcter desprejui. ciado de esa polémica —-aunque la teoria ricardiana sirva ya, excepeionalmente, también como arma ofensiva contra la economia burguesa— se explica desde el con- texto de su tiempo. Por una parte, la gran industria estaba apenas saliendo de su infancia, lo que tienc eu prueba en el hecho de que abre el ciclo de la vida mo- derna sélo con Ia crisis de 1825. Por otra parte, la lu. cha de clases entre capital y trabajo era relegada a un segundo plano: se expresa politicamente por la discor. dia entre los gobiernos y la aristocracia feudal agrupa. 55 Ls apand ojos ‘esejo wun e wiuesezdor vont vy 4H) oqueno 22 1 "BOMMO BL vinjoxo ou oxed “soning, wu Iu009 BL 9p [eurs10 wooRnunMoS wpoy vrueMreTY uo sand eynjoxe ssonBunq. pepeoos | op ordord ootsosery offozsesop Ty ‘sorofuvsiso seisysoceu sepuvid so] op soquving que soropapussex soyanbed ‘sosopeimuur 9 satoprycdar ‘sor “F098 Soro eYoUspyoep BI Ua UBIqUM opuars oroMsts Souvuio[e soy esenSing wrurowosa e] ap woISyp ro0d9 By wo onb ene 1y “alqerowoour of svyprouoa op varequey BI 89 TEN “S “f ® woromsts viouaro ns op yexosoz 21d pep “WEIp LL ap sosojjnsz0 ‘soo soy txeBna worWON 9 von saojode vl op aueynosoader osowxo svur Jo oqut) 20d Pepyjadns spur po “unseg op etepung B] ofeq uoiwdniSe as ‘eonopid: “esorrque “wysy ote. ‘soupy “sodu-bo sop ue WOLOIPIAIP 98 Soooaeuiod sns seloueysunoxo soca uy ‘oqysodur: 9; uaut weaan oyna BIqRY os vA ‘vortod vyuLoMODe UT 3p vsong ving eyousta Pun oqusod ssioey eIoeaed-Jube o109 04 sword ue} oso tog “vuouoys ersoniing v] onb eyanvar spur orpnur esujo ep vor; wrousouoo wun wosed bk uur 91 operreysjord jo opuvno ‘seaqzoisyy seyoNy op syanzy vio Buy 2 vrouBLy uo oopoFe]UR sejoyre ns. zjusuLES ~oxo8ex} OpEjaaer asraqny op sondsop uotoesnpeur nso SBoq] v.sy[EyGvo uolonpod op pour jo vuvuayy ug IW Morag unfes wonyod vrwouoss op soqundy Bigo ns uo Ajsaoyorus949 “Ni osn CORIO A ofqus \cesd fo dod squompens}fear epeuruiexe opis eq onb ,esoi8inq,, Bywouoss e] ep viqayub op ugrese[sep vl 6 vss, TAL MBn.g uyof se auejTassidox sofom ofno ‘omuyxa OUST “onus UN TYE eq “sepesous opusis amBos uvypod ou vA enb -opesre,ojoad jp souoyovorpuzates sey woo [eideo PP Bonsjod ByLoUeGs vB aeprooUOD r9OvYy Op UOIEPEI ‘say ~upurwop S9s8]9 Se] ap saILLFODIS 0 seIsKos sora onb syur'oZje x03 unpronb onb 4 sooypuayo sozoyea so] ueqeo og “IpMAyor vyALpoy onb sorquoyy “waxeye|Suy uo uossnosodox ns Uprquiry 0am BFgT op TeHHEMNUCO UgPONfoAOT wT cugime ouryy ns ‘369 osnyp CHE ze¥ina eyurouos YE v o1109 Yoog LOqey ZG epsep eprowos axqy Jo axqos uoroL[s1o] v] org “oiustMoWLIa, vper0iste vl unU0D eoHugfod ns sod’ ‘corroysty souDUT 18 counter ou uoq ys sorequE un uBoexo ‘opunu fe Bqezur] exoqe9 vo] v yg X wapqoy sowuvorsqey soy woo “(souvs3 9p Lo} vj wiu0s wavy) ondzep-mpq-wojaruy vy onb sowof, sounmrodour soyjonbe visey oBrequa urs A ‘wonyBojede vy op souorousuy evpeu soy wv < vEquay Fpono}ucs eu owond ns wlop vperomnfesdsop voryruar Noveshsosut vf ‘opjans v oywpsnd Jo-xod epezeduioar 59 epusoisiujsop Lopeinseaur ey] “wood Bl umd on o 2iqvideow ‘jitdvo Jo vzed opowgouy 0 opourgo “jerogpnfuad © [ND equiuses ts op oms ‘ou'o osapepiea vxa vULoLOM lenbe 0 iso 1 fon op equieay os om wx “o;zontu » opeo vor wepyey seuvdues se] esonsing vorigeocs wIOUDLD Bf Biv “Soquvzeuauy 4 supofounuoid spur 20 vped seULIOg ‘sjxoa) | wo. ouoo wonoyid vy uo cay) “veuLojE sose[D 2p RYH BY OyusuOW os9 apsoqy vaere|Su] UB { vIOUEL w oonsied zopod yo opmisinbuco wrqey visonzing vy “sepo} sod zaa wun op eazeioop pios onb s1e1s9 vy} Sua}aeiyos OFBT OUP Jo Woy “vioAvUNd Bf B BptonooL uN “HOY UBS op o|fruvisa un cured ojgs o1ed ‘AeusoNg, zo} PP ouoAut vf w ondis onb ssoouesy wymou0D9 yf op voy cupuiox vood9 vj & oporiad aise aymwsnp epronsox vonsfod Bmouons ep eseiZul vinwion| WY] ‘souvs# op 49] ET of Bq eLuae|Fuy uo esoyTuBur oiwouMOqe A ‘ouoTUO,LLLe, pupeidord wer8 4 pepordord vuonbod axyua upyorsodo “SL ®p spnep eloursy. ue vynoo ‘vonpsooystie oyTaTuED ~e110} pepordoad 4 jeinsnput jendvo onua windstp vy 10d sooredy eyuourvormguoe ‘tejsonaimq v] rod: sepfonpuoo sexsndod sesem sey, ‘wzuony wueg vy v ouso) uo sop representar a la clase cuya misién histérica es ‘In sub- versién del modo capitalista de produccién y la abol cién definitiva de las clases: el proletariado. ‘Los portavoces cultos ¢ incultos de la burguesia slema- na trataron primero de silenciar El Capital como habian logrado hacerlo con mis escritos’ anteriores. Tan ronto esta téctica cesé de corresponder a las condicions del momento, se pusieton a escribir instrucoiones “para tran- quilizar Ia conciencia burguesa” con el pretexto'd: eri. ticar mi libro; pero encontraron en. la prensa obrera campeones mds fuertes que ellos, a los que hasta «hora no han sido capacos de responder: véanse, por eje nplo, los ensayos de Joseph Dietzgen en el Volkssiaat, ! Una 6ptima traduccién rusa de El Capital ha sido editada durante la primavera de 1872 en San Petersbur- go. La edicién de tres mil ejemplares se encuentra chora ya casi agotada. El sefior N. Sieber, profesor de evono- mia politica de“la Universidad de Kiev, demostraba en su escrito Teoria del valor y del capital en D. Ricardo (Teorfa Zennosti i Kapitala D. Rikardo) que mi tvoria del valor, del dinero y del capital, on sus rasgos ese-icia Tes, es el ‘necesario desarrollo ulterior de Ia doc-rina de Smith y de Ricardo. Lo que sorprende al lect de Europa occidental on este edlido libro, es la manera con- secuenté con que Sieber mantiene el punto de vista ted. rico puro. El método aplicado en El Capiual ha sido poco com- prendido como ya lo muestran Jas interpretaciones :on- tradictorias que del misnio se han dado. Asf la Revista Positivista (Revue Positiviste) de Paris me teprocha por una parte, haber tratado la economia metafisicamente y por otra parte —jadivinese!— el ha- berme limitado a un. anélisis puramente critica del dato, en lugar de prescrihir recetas (zcomteanas?) pars la 58 hosteria del porvenir. Coitra Ja dcusacién de metafisica, el profesor Sieber observa: “En lo que se refiere a la teoria en sentido estricto, el método de Marx es el mé- todo deductivo de toda la escuela inglesa, cuyas debi- lidades y méritos son comunes a los mejores teéricos de la economia”. El sefior M. Block —Les théoriciens du socialisme en Allemagne. Extrait du Journal des econo- mistes, Juillet-et Aoiit 1872— descubre que mi método es analitico, y dice: “Con esta obra el sefior Marx se coloca entre los espiritus analiticos més eminentes”. Los censores alemanes, naturalmente hablan a gritos de so- fistica hegeliana, El Mensajero Europeo (Wiestnik Ie- vropi) de San Petersburgo, que en un articulo trata exclusivamente del método de El Capital (ntimero de mayo de 1872, pp. 427 a 436), considera que. mi método de “investigacién es rigurosamente realista, pero que el método de exposicién es desgraciadamente germano-dia- Iéetico. Dice asi: “A primera vista cuando se juzga por Ia forma externa de la exposicién, Marx se presenta co- mo el mis grande de los filésofos idealistas, en el sen- tido alemén, o sea en el mal sentido de la palabra, Pero en realidad, es infinitamente mis xealista que todos sus predecesores en el campo de la critica econémica. No sé lo puede Iamar de ningiin modo idealista”. No Puedo responder mejor. al autor que con algunos irag- mentos de su propia critica que ademas puede interesar mucho @ mis lectores a quienes sea inaccesible el origi- nal ruso, Luego de una cita de mi prélogo a la Contribucién a la critica de la econonia politica (Berlin, 1859, pp. IV- VIT) donde he expuesto el fundamento materislista de mi método, el autor sigue diciendo: “Para Marx hay una cuestién que es decisiva: encontrar la ley de ios fend- menos de cuya investigacién se ocupa. Pero no sélo es 59 9 anb vyow ef ooynueyo x08]x uoo repo; ous set, om “esta ep oqund aise epsop misypsides oortiquv09 oyuorar yBuepio Jo aeoydxa £ seSysoany op uy jo osopuruodord “Semel “URIMFor sel onb sodoy A souorovper se] ep sorqurea uapuodssizo9 9 seanonpord sezzony sel ap olfoxusep equoreyp Ty ***uoreqod op Ae] eydoxd ns cur offorr -eeop yep eduye epee onb auapisos ‘oprenuoo jo x0, -10Sny & oduen opoy ua euistur ey vas ugraqod wt ap Ao] ey enb egorr xaepy ‘ojduiofe 10g “ojo ‘ueuoroury so1sg onb Wo souopIpuoo se] ue viouaropp vy] ‘sere[NZuIs soueBr9 sn ep uoroeprea By ‘sowsyuBB10 soso ep vfopinoo vm} “NS BL Sp PepIsioarp yw Oprqep semaxs}yp o1jdur09 tod sofo] @ osapaqo owewouey oursym [> < ovn spurpy “sopeunue & sopewSaa sourue#z0 sop ours oizewyey ~uawwspuny UE sox10 9p SouN uvyouroPIp 8 se[eID0s sour ssfuv8.10 so] onb opensoursp vy souourguay so, ap opunz cord sym sisyfpuv up **-vormmb vf op < worsyy By ap saop Se[ Woo ueqeivdexoo se[ opuens seoruguosa SMa] se] op Bz9[B.INIwT L] UBIOOUOSSEp suysTUIOUODD SOfatA sO] +++ a1B “1014 ¥] ep soduizo sono ue vaynanous os amb uorony 009 B[ ep BHOISTY BL B RBO[pUE UoTORISaJTUEUE aun D0z40 Sou vofwouos wprA vf ‘eaqujd wun uy “so4o] sez0 10d esrdex w wzuatui0a uprqure; ‘ono B ofpesa uA op used oyord ue ‘oljoxesep op oprurmzayep oporsad un vsed -91q08 wpra vf oyword wey, ++ -suydosd soda sus opresu09 p tod oueny ootrgrsty oporied vpeo ‘ugrudo ns ungog “rrsujooneqe sodof sa[bt uaistxa ou [9 vied “Kop eBare enb of ejuowestoard $9 o1sy ‘opesed js 0 siuosazd je uvarde 96 18 squosoyfpuy por jap opuoys ‘seus ur soy ord sways A seofun wos womuUgUOD? 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El valor cientifico de tal indagacién reside en la explicacién de las leyes especificas que regular el nacimiento, la existencia, el desarrollo y la muerte de un organismo social dado y su sustitucién por otro su- perior. Y éste es el valor que tiene efectivamente el li- bro de Marx”. ; Al reconstruir lo que él llama mi verdadero método, de manera tan exacta y tan benévola en lo que conciern> a la aplicacién personal que he hecho del mistno, gjué ha hecho el autor sing caracterizar el método dialéctivo? Sin duda hay que distinguir entre el modo-de exp >si# cién formal y el modo de inivestigacién. La investigacién tiene que apropiarse en detalle del material; debe anali- zar sus diferentes formas de desarrollo y descubrir su interna concatenacidn. Sélo después de cumplido este “ra- bajo, puede ser expnesto cl movimiento real de manera conveniente. Si esto se logra y la vida del material se ve idealmente reflejada, puede parecer que se trata de ima construccién, @ priori. ‘Mi método dialéctico es no sélo por su fundamento di- ferente del método de Hegel, sino que le es directamente opuesto. Para Hegel es el proceso del pensamiento, jue él transforma en sujeto independiente con el nombre de Idea, el demiurgo de lo real, y lo real sélo manifesta- cién externa de la idea o proceso de pensamiento. Para mi, inversamente, lo ideal no es sino lo materiel transfe- rido y traducido en la cabeza de los hombres. He criticado «1 aspecto mistificador de la dialéc‘ica hegeliana hace casi treinta afios en una época en que .win estaba de moda. Pero, al misnto tiempo que escribie. el primer volumen de El Capital, aquellos epigonos malhu- morados, petulantes y mediocres que ahora llevan la pala bra en la Alemania culta, se complacfan en tratar a He- 62 gel como en, tiempo de Lessing el bravo Moisés Men- delssohn trataba a Spinoza: como “perro muerto”. Por eso me declaré abiertamente discipulo de aquel gran pensador, coqueteando incluso en una que otra parte del capitulo sobre Ia teorfa del valor, con el modo propio de expresarse que. le era peculiar. La misti- ficacién’ que sufre la dialéctica en. manos de Hegel ‘no quita de ningtin modo que- él haya sido el primero et exponer amplia y conscientemente las formas gene- rales de su movimiento. En él la dialéctica est puesta de cabeza. Debe invertirsele, para descubrir el micleo racional bajo 1a envoltura mistica. En su forma mistificada; la dialéctica se puso de moda en Alemania, porque parecia trastigurar lo existente. En su forma racional la dialéctica resulta ser escéndalo y horror para la burguesia y sus portayoces doctrinarios, porque en la comprensién positiva de lo existente in- eluye también simulténeamente la comprensién de su negacién, de su necesaria muerte; porque concibe toda forma devenida en el fluir del movimiento y también eu eardcter transitorio, ya que nada se le puede imponer Porque es esencialmente critica y revolucionaria. Lo que mas hace sentir al burgués, hombre préctico, el movimiento contradictorio de la sociedad capitalista son las alternativas del ciclo periédico recorrido por la industria _y el punto culminante del mismo: la crisis general. La crisis esté de nuevo en marcha, aunque to- davia en sus estadios preliminares, y por la generalidad de su escenario, como por la intensidad de sus efectos, neuleara la dialéctica incluso a Jos mimados del nueva Sacro Imperio prusiano aleman, et Cartos Marx Londres, 24 de enero de 1873. 68 OUANIG 13 A VIONVOUEW V1 VuaWwhid NOIDDzS -capitalista de produccién, aparece como una Capfruto I ' LA MERCANCIA L.—Los dos factores de la mercancia: valor de uso y valor. * , (Sustancia del valor; magnitud del valor) La riqueza de las sociedades en que domina cl modo “inmensa scumulacién de mercancias”? y Ja mercancia singular como su forma elemental. Por eso nuestra investigacion comienza con el anélisis de la mercancia. A primera vista, Ia mercancia es un objeto exterior, una cosa que, por sus propiedades, es apta para salisfacer necesidades del hombre, necesidades de diversa especie. La naturaleza de esas necesidades, por ejemplo, ai provie- nen del estémego o de la fantasia, en nada modifica esta cuestion ®, No se trata aqui de saber cémo la cosa satisface las necesidades del hombre si directamente eo. mo medio de vida, objeto de consumo por ejemplo, 0 indirectamente como medio de produccién. Toda cosa util, hicrro, papel, ete., puede ser conside- rada desde un doble punto de vista: con referencia Is cualidad oa la cantidad. Cada una de estas cosas es un todo de multiples propiedades y puede ser utilizada de diversas maneras. Fl descubrimicnto de esas divereas Propiedades y en consecuencia de los variados modos de uso de las cosas, es un hecho histérico ®. ‘También te 69 sorygm0s3 popordord van ses opand ou unuroo oIy sugreard -xo eum uds souaut Ue Oo syur ta [end O[ ap ‘umwo> off B soquonpex ros ueqap sefouvosour se] op orquive ap. s0s0] “BA. Soy ‘opour owsywH Jog ‘eImye ns xod seq Ne op o}Np sord [op peirer yf roqysya vinSyy ns op oyreroyr> ojwour seypjduico ugysordxo un F usoNper as sojnBurey sou -sfut so ofen'y “sojaBavin ue euoduovsop ‘sel o8 ‘svouTTTT -Sat Seandy Se] sepor ep vary jo Jeredwmoo A sexqurrayep vavd “O1se YIwIB[OD Sou ooTNQUIOST ojdwala odin uQ rourat9} 190103 989 8 9[qHONpex sos onb owen ofquieo ep toyeA ouweno ue S012 ep wun wpeg “sop svj op eunguzu so ou enb our -49] f9049} uti v Sopendy ‘ojuey oj aod ‘wos ses09 sequTy jendr undid priyeseu—eun sisixe sf op eapequinb x ua 4 oxzery ep seqmenb [ue ‘sequarey~p ses00 sop uo ond Zugrrnioa wyso aoxp gn? ‘o8tx op soppumb x = oxeyy 2p ioyeNb T ojduioj> 10d ‘orxery ep saombeno Pepfuvo vun wv vspeambe o3ry ep pepyuso epeuiutey -ep onb we pepjensi gun sod upeyuosesdes xox apond oad swers ‘orquivs ep ugyoujer HY Bas BxaIUbjeny -ojdurefe x0d onery A oft ‘sejounoreM sop exoyR somaropisu0r “ugIoRIsoRUBEE op vUIIOT,, TS ‘Ig op 2[quioussytp oprusyuca un op uofserdxe op opour [9 [ex -oua3 uo ‘195 spend ojos orquivs. ap s0jea Jo anb ‘opuns -98 spender o3je soyje sopoy uesaidxe vyouvoxeu eurstuL Bun 8p o[yweo ep so1ojBa sosKearp so] anb ‘ann, sou vid uo 9n3ys epuop oq “Js exjua sayenz o ‘sono soy 10d soun soj sajquynuted orquivo ap soxopea aos onl) uowon, ‘oye ‘oro = “epos 4 ‘umoq x ‘OBES; ep sajrenb | op opquies ep 1oiva [@ ubserdxe Soja ‘oso z ‘wpas 4 ‘umjeq x oWL0D org “ofquivs ap sorojea sajdyypur cond ouay o8—y Ig ‘oy ‘oro z aod ‘epas 4 sod ‘umaq » god :38 A ‘seroues Hour sviyo sod souozosodoud saquasafip uo wiquiee 08 ‘pd 29 -urefe sod o8tx) op sojenb un ‘epep vyoueorour eup, ‘gors0 op syw o7So souLarprsuo; -, (anbesurgws smay -pa) viouvorou v] v oyuouBmU: odoad orqute ap x0TeA un redooe (souraiis} Sof WS UOYoorpeAuoD BAN) o7afpn Ww oyoyppsquos eum osan {3 ow0D ‘oarpjo4 oquourvand 4 jens -e0 oe omoo sand avarede orquigs ep x0YWA yg “oduten fo A awn [9 uoo eyuomoqueysuco vyea onb woTosex ‘5 tO ap-osn ap sexopea 10d ofoadsa eun ap osn ap saxoyea uerq cules 98 Jeno vB] UMHS uoposodord wp, “aymnruNa upIoM “4 Bf oMoD oyuoWBIOMNLId soorede ‘oItues ap IOpeA [oy ‘o1quino ap Toa ap Peridiwai “wixedos Jo odwion omsra JB wos os op saso[wa So] ‘Eseprsuco 8 sowwa onb [e108 ugroeuMoF ¥] Wy “BUISTUT EL ap [e108 euLlOy ey vas BIaMbjeno ‘ezanbyx el ap foruermu opruer 09 [9 uanyTIsU09 Os ap saLo[RA Sor] “so1a{qo So] ap OUT snsuoo'© osn [2 UO wz{var 98 OOS OSM ap LO[RA Ig “_ HIF -ojooosem ey :oyousyod wuydrostp wun vxed yerioyU jo uepurrq svjouvosouL se] op OsM ep sorOTwA sor] ‘y9 ‘ous -a1y ap ppyjauo; wun ‘ozuat| ap viva vun ‘cofojex-op uso sop wun ieayeyueNs pepyyqeuraureyep vun ouey onb audutays eoouooad as ‘osn ap Zo[ea un Bx9pTsu09 os opuEN) ‘ofeqen oood 0 oypnur exquioy je opeisoa eXey.sejtin sop -vpoidoid svsa op uoretdosde vy anb op apuadap ou ‘eyo -usozou vj op ordosd sayopreo aysy “word un ‘osn op IojeA um sond so “ojo ‘ojueumrp ‘oS; “OL1aIy “efouvozoMt eT op oursrur odrono je. ajuomBpsuo9 Jog ‘soy[s wuts anstxo opond ou A wfousozour B[ ap odsono jap soptpordosd soy 10d ‘BpeUo[puo EASY ‘aTTE [9 Uo KIO[F OU PEPYN Tse o1eg, +, osm ap Jojpa Ua @\ZotAUOD B] SOD BUN ep PEpYNN eT : “uo -woauoo vp op ‘oped wo ‘K soprpeur sorelqo soy ep ezaper cnjeu esieagp vy 2p oworoad ‘sezouvoxour se] op septpaut Su}se op PEpIsioatp wT] “sa["N susco se] op popyuD vl euyuiiejop vied se[eroos syprpow sey op uglouax9 ul so fisica, 0 quimica, ni propiedad natural alguna de las ner cancias. Sus propiedades corpéreas sélo se consid:ran, én general, en tanto utilizables, 0 séa ‘en, tanto se trans. forman en valores de uso. Por otra parte lo que caructe- riza visiblemente Ia. yelacién de cambio de las merzan- cias, es la abstraccién de sus valores de uso. Dentro de tal relacién un valor de uso vale tanto como otro siem- pre y cuando se presente en una proporcién adecuad., O como el viejo Barbon dice: “Una especie de mercarcias es tan buena como olra si su valor de cambio es de igual magnitud, Entre cosas con igual valor de cambio no existe disparidad, ni posibilidad de discernix” *. Como alores de uso las mercancias son ante todo cualita iva. Tnente. diferentes: como valores de cambio sélo. dificren puantitativamente, no contienen pues ni un atomo de va- lor de uso. Si prescindimos del valor de uso del cuerpo dc las mercancias, éstas sélo conservan todavia algo em convin: son productos del trabajo. Sin embargo también el pro- ducto del trabajo ya se nos transforma en nuestras pfo- pias manos, Si hacemos abstraccién de su valor, de uso, también hacemos abstraccién de las partes constitu ivas y de las formas corpéreas que lo’ hacen valor de uso. No hay mas mesa, casa, hilado, ni una cosa itil ual- quiera. Todas sus beschafenheiten sensibles quedan can:ela- das. Tampoco hay mas producto del trabajo del car- pintero, del albaiiil, del tejedor o de olvo-trabajo pro- ductivo determinado. Con el cardcter wtil de los, preduc- tos del trabajo desaparece el cardcter til de los traba- jos én ellos representados, y desaparecen también las di- versas formas concretas de esos trabajos que ya no se distinguen entre si, sino que se reducen todos ellos a tra- bajo humano, abstracto, : 70 Consideremos pues el residuo de los productos trabajo, Nada queda de ellos fuerade. una misma jetividad fantasmal, um simple codgulo. de trabajo mano carente de diferencia; es ‘decir, empleo dé fuérza huimaia de. trabajo. sin atender para nada a Ja forma en. que esa fuerza se emplee. Estas cosas ponen: sélo de manifiesto que en su produccién se ha insumido fuerza humana de trabajo, que se ha acumulado fuer- za humana de trabajo. Como eristales de esta sustan- cia social comin a ellas, las ‘mercancias son velores, valores-mercancias. En Ia relacién de cambio de las mercancfas, su valor de cambio se nos ha manifestado como algo completa: mente independiente de su valor de uso. Pero si se hace realmente abstraccién del valor de uso de los produc- tos del trabajo, permanece su valor como aqui ha sido determinado. Por tanto lo comtin.que.en la relacién de cambio 0 valor de cambio viene a darse es, pues, el valor de la mercancia, El-avance de la investigacién nos remitiré al valor de cambio como el modo de expresién necesario 0 forma de manifestacién del valor, el que todavia en un primer momento hay que considerarlo independientemente de esa forma. Por consiguiente, un valor de uso o un bien sélo tiene valor, porque en él se ha objetivado 0 materializado tra- bajo humano abstracto. ;Cémo medir la magnitud do su valor? Mediante la cantidad de “substancia formado- ra de valor”, de trabajo en ella contenido. La canti- dad de trabajo se mide a su vez por su duracién. tempo- ral y el tiempo de trabajo tiene su unidad de medida en determinadas partes de tiempo, como ser horas, dias, etcétera. Podria parecer que si el valor de una mercancia esté determinado por la cantidad de trabajo invertida en 77 eT oye oyemmp geo 4 awonze op seusseaq souofowimed sey 9p orpaut ojonpoad jap opaad yo EET ue opezuBys wiqey ou vyABpoy ‘soue viuoyoo aiuBINp [IseIg Jap soyreUrETp 9p seulus se, op uglowo,dxa 2] op yoqo[t ojonpcad jo af -omupsg unBag tsouEUTEEp so] w oprajor ojoExe syuL oY “Rut une 52 01g “4OjBA Ns opoy uo oso [9 ZA BuAsTR ond sed os onb epnp qooes -uouinjoa oo0d ua ofeqesy oyonut uvjussordor Seuemerp sop. ose sog “ofequay ap oduon oypnur oxpaw oupwigg rod ouodns so[iaeaxe os sod ‘on -sox19} Bz0}109 ¥] U9 UBxUETIONe 8s oyUaUTRIEI soyMoMLTP 07] ‘o1e ‘sorqod seurm we enb seoyr seuyur uo [ejour spur ude ofvqviy op pepyies vustar ey “p conposd ofgs Sojqsi0anjsop Fouo}oppuca uo ‘oF op qaysng gap sa ~e4} B visey}uBW OS saquioavy souw ua enb olzquy ep Pephuvo vwsre sp opduiafs 10g “sayinipu savojospuoo sv] A ugwonpoad ap Sorpour.so] ap wyororya wp.é uytsuop “x8 Bap ‘ugpanpoad ep oseoosd jp [pis uorceulquoo BL ap “svoZojouvas soxorvorde sus op A wrous!o vy ep oyjoxtesop op [oart jo “topuleqeaa yop vzoxjsop ep orp -eur opead ja sod sexo equa ‘sefouvjsunons vejdrynur aod wpeurmuojep piso oleqen jap eanonposd pepyedeo vy ‘ofeqeay jap vationpoid pepyoedes v] ep orquizo wpuo Woo BITeA 959 Ofdg ‘oIUEISUCD wxO;auRULIAd Uo.cdnposd ns exed optrenbar ofeqesy ap odmon [2 19 ‘oyuwyst.oo “sand ‘ejrooouvuited vrouvorem wun op cops Jop pryUsuur wy : a OPPZHDIS|L0 odwey ep sepeuyuzajp septpau uos oj9s. sejousorur SEI SEPO} SoLOTVA OUTOD,, "BNO ep WOLonpoid BL ered OTT sssoou ofequy ap odiion ye 68 vun ap uorssnpoad ef ex -ed orivsavou ofeqey ep odurey [2 outoo ‘eious.aut B40 ap 10/84 [8 So viouvorsu sun op Fojea yy “sop. ap pms sudo. pusra x sand Weuon ofvqua op odwat, owstu [p 4a sepronpoud 4as uapand onb sejounozau vas 0 ‘ofequsy 9p pephuvo yen: eprusywoo yiso anb sey we svyouvorour al ae ser] ox sfoodsa ns ap orpom svdurefe un omc yesou +o ua wyuona zyjnBuls wjoueorout vj by 4 -xojea ns ap pmraiemr vy ormiaap onb oj ‘osn ap s0jwa un stonposd vaed ofrvscoou oqusttpeoos ofeqe.y ap oduray ya 0 ons 200% aquouipuy00s ofqnsa op popyuvo vt ojgs sond ey comuapooaad aoyea us op peyur BL 8 opponpar owes of sod vponb < je~o0s ofeqen op seioy wIpour o[gs wyuaseider ofequaa ep upeusof ns ep oynpord Jo wioye o1ad ‘ofeqen ep oda oursyur jo ugreisdo usa wo opuaysjsut eos ‘oueur v Ie[e2 [2 Uo s98ur sopoley tq ‘opelty op pepyuso vpeurmiojp wun vl} wo remxoysuen vred ofwssoou roprojue ofequay [op PEI vy] wiley oz OOS ZA [ey ‘oduialo sod vsteyetuy wa iodea B Jejei jap ugYonporu ey] ep sgndsaq -peparo -08 v] uo saURUTWOP ofeqeN op PEpIsusyuT a ezensop ap orpout opes ja uo & uoronposd ap sojpurzou, 69,21008 souororpucs svi uo vyomnbyens osn op xa uN xYonpoad vred optsonbor jgnbe so ofsessoou oyuouperos ofvqen op odwiat], “o1svsa00u aquauynioos olngnsr op odor [2 v28 © ‘orpom ofresesau oleqen ep odwen jp enb syur wo -ugorour wun 9p woyonpord ey] Ue euiNsuT ou “EI oWL00 guado oyueno uo.4 4ersos ofeqesy ap vrpeur eziony burt op sap [9 cased *0;uey we, ‘exo soINbjeno v ayuapeA -mba ‘ofeqexy op eueumy ezronj vun so ofeqen ep sajenp “[aypuy Seziony seysa ap wun epeD, “sejenprarpur svziony so[qeioumuuy ep wSucduios es onbune ‘vorun owoo ours PYousnsastioo uo vyweND OU ‘sejoUEOIeML” se[ ep opunUT [ep Sox0]ea sof us wyuasord as onb ‘pepeyoos vj ep wiunl -uoo ofequyy op varony wy] ‘oleqex, ap eurwny ezieny wuistu vB] ep Uo{sioAur ‘oyNsYpUT 9 jensy ouvumny ofeq “en, 88 J0|BA [ep BLoURysqns ej eAnypsu0o onb ofeqen [> ‘cBrequia, ulg “eponpoad vied odwon spur vyreysooou enbiod wyousoseut Bl eixpUa} Jo[BA ‘sPUL CUR, “OIqUIOY) 4 ae apy ¢ ororazd spur owen “dgisonposd y medio, aunque exigiera mucho més trabajo y por tanto mucho més valor. En minas més ricas la misma canti- dad de trabajo representaria mas diamantes y por lo tanto el valor de éstos seria menor. Si el hombre Iegura a transformar el carbén on diamantes con poco trabajo, el valor del diamante descenderia por debajo del. de los jadrillos. En general’ cuanto mayor es Ja fuerza’ pro- ductiva del trabajo, tanto menor es el tiempo reque- rido para la produccién de un articulo, tanto menor seré la masa de trabajo en él cristalizada y taato menor sera su valor. E inversamente, cuanto menor e le capacidad productiva del trabajo, tanto mayor sera el tiempo de trabajo necesario para la: produccién de un artictilo, tanto mayor sera su valor. La magnitud del va- Jor de una mercancia es directamente proporcional « la ‘eantidad, @ inversamente. proporcional a la capacidad productiva del trabajo que en clla se invierte. ‘Una cosa puede ser valor de uso. sin ser valor. Es: el caso en que la utilidad de la cosa para el hombre no resulta del trabajo: el aire, las tierras virgenes, las jira- deras y los bosques naturales, etc. Una cosa puede ser itil y producto del trabajo humano sin ser_mercancia, Quien satisface, con la propia produccién sus necesi- dades, crea valor de uso pero no mercancia. Para pro- ducir mercancias se debe producir no sélo valores de uso, sino valores de. uso para otros, valor de uso sovial.” (Y no s6lo. para oiros simplemente. El: campesino, del.“ imedioevo produce el grano del tributo para el sefior feu- dal, el grano del diezmo para el, cura pero ni el grano del tributo ni el del diezmo Hegeban a ser mercancias :20r- que fuesen producidas, pare otro: Para ser mereanci. el producto debe legar al que 1o.consume a través dé un acto, de cambis) #. Finalmente ninguna cosa puede ser valor sin-ser valor de uso. Si'es imitil también lo sera ef 4, trabajo en ella contenido, no contaré como trabajo y.no constituiré un valor. —Doble cardcter del trabajo representado en las mercanctas. < Desde el comienzo la mercancia se nos ha presentado como algo con doble faz; valor de uso y valor de cambio. Mas tarde se indicé que el trabajo en tanto esté expresa- do en el valor, no posee las mismas caracteristicas que el trabajo como creador de valores de uso. He sido el primero en demostrar exiticamente esa doble natura- leza del trabajo contenido en la mercancia.*® Este punto es el eje del que depende la comprensién de la econo- mia politica y debe ser aqui examinado més deteni- damente. Tomemos dos mercancias, por ejemplo, una levita y 10 varas de Kienzo. Admitamos que la primera mercan- cia: tiene el doble de valor que la segunda, entonces si ~10 varas de lienzo = v, 1 levita = 2 La levita es un valor de uso que satisface una necesi- dad particular. Para producizla os necesaria una deter- minada especie de actividad productiva, que esta de- terminada por 'su fin, su modo. de operar, su objeto, sus medios y sus resultados. El trabajo cuya utilidad se manifiesta- én el valor de uso de su producto o en el hécho-de que su producto sea un valor de ‘uso, Io deno- minamos, sin més, trabajo util. Desde este punto de vista el trabajo se considera en relacion a su efecto xitil. Del mismo modo que la levita y el lienzo son valores de uso cualitativamente diversos, ios trabajos’ que hacen posible su existencia, el trabajo del sastre ‘y. el trabajo del tejedor, son también cuclitativamente, diversos.. Si no fuesen valores de uso cualitativamente diversos, pro: LL : Puowu nzonbys vy ap eupow v1 $2, vis9y m £ oupod yo $9 ofngny J ‘Snag WRTEA\ erp oW0;) “sonpoud auquoy 1p enb osn 9p sazojpa sof ap squen{-vofum p] ‘sand ‘sa ou ofeqex, gq “soermten sezieny se] s6d opnstse. ojtouryE; -su0o miso orquioy jo woYRMIOssUey ap —oleqer, oumSTU oyso uo “ONY SPY yy ‘FO[BHeIeUE-so] op wucIO} vy] OpiETq “UES BSS o ‘ezapimyeu suIsyUE v{ OM ‘uoTOONpo.d ns uO Aepavoad apond oj9s exquioy Ty ‘azquioy jap uorouoaroqut epor 9p soyuv ‘wza[uinyou. vj sod opep jerA;eur crensqus un osduoys epanb “oy ‘ozuey [2 uo “BifAo] ey U2 sop -ewwoo sain sofequn seusiayrp soy op Bfojduioo pe:0y wuing ey eBnSMs 28 Ig “ofeqen { jEmyeU wILe,vUE :sofusW -9P Sop ep wopomunquos vt ep opeynser 89 ‘Se1uBozoUL 80] op odions Jo “ote “wo ‘alex ‘osn ap. soz0[e\ soy a “song WOT SO] oP UPIA vy op uoIoeIpom vl stOOp. so “wzopeanz vou EL A ouqmioy ja oxo orquiworaiut 9 aiqisod onb Jo[BA spur UPApuay OU svy{as, sop ‘osta opuniks jo uo ‘sop uviusy sayre OMt09 LoTR OMe? YIpUAr BILAal BAN ‘osBO sound |p ug “peifur ej v eAnuTuLtp o anbydup os B1A9y wun ap uoronpoad v| vied ofsesosou ofeqeai jap wor -emp vy] anb sourfucdns ‘oxag -ejueureatsoons yse & x % upaejuesesdex svitas] sop ‘ofequy op sep x enrosoadox vifss[ Bun Ig “pephueo ns ojuewne anb eprpavi ey uo giequeume sByA9] S| ap Aoea op puyuseu vj ‘opperraur soourmad eyAoy wun ap ugonpord ef a8yxe amb so “an sofeqey so] sopo? ep eanonpord peprosdso vy 1g -piafuseur Tend: ep sazopwa zs uaqop ‘couoroicdoid sep surwasy -ep Ua “ewjouvorem se[ s8po; onb ondys os ‘Bye ae opty -s1u0o ofeqen ap pepyuvo. B] 9[9s Byusserdad vjvuvo.sur wun op sojea ep prafudeur ep] omop “winp oduron ompno og ‘oswo opunfes Ja we gonpoid gnb A ofequy [9 wpoaye os wigs zoqus ap wes os ‘osvo JoMd [e Ug “suCURAEIN, sauna yond o|9s ‘soja ap pnyUsow | ugrOv[er uoO QquoureaHey[eNd ByWOND [9s BJOUBOTAUT BF] U9 opttawoD ofeqary Jo ‘osn op s0[va [B ojadsox fs ‘oe, of 10g ‘eyjgube op uoronp -oid B] e8txa enb of onb odutan ep e[qop | e1uesnp vp dos mercanefas, debemos en primer lugar considerar!a ha- ciendo abstraccién de su aspecto cuantitativo. Casi siem- pre se procede inversamente, considerando en Ja rela- cién de valor, solamente la proporcién en la que canti- dades determinadas de dos mercancias distintus, se igualan entre si, No se comprende que las magnitwles de cosas diversas son cuantitativamente comparable: sélo si antes se las reduce a la misma unidad. Son magnitu- des del mismo denominador y por ende, conmensurables sélo como expresién de la misma unidad. * Que 20 varas de lienzo = 1 levita, 0 = 20 lovitas, o = x levitas, 0 sea el que una cantidad determinida de lienzo valga muchas o pocas levitas, cada una de estas equivalencias supone que el lienzo y la levita, com mag- nitudes de valor, son expresién de la misma unidad, son cosas que tienen la misma naturaleza, Lienzc =le- vita es el fundamento de la ecuacién. Pero las dos mercancias cualitativamente equipara- das‘una con otra no enmplen el mismo rol. Sélo se ex- presa el valor del lienzo. gY cémo tiene expresién? Mediante su referencia a la levita como a su “equiva: Ienie” 0 sea con una “cosa cambiable” por ella, En esta relacién la levita funciona como forma de existenvia del valor, como cosa de valor, puesto que sélo como tal es igual al lienzo, Por otra parte, el propio valor del lienzo se mani- fiesta, o sea, alcanza expresién auténoma, al ser cam. 86 « biable por la levita como algo. de idéntico valor. Del mismo modo el Acido butirico es un cuerpo distinto del formiato de propilo. Pero ambas sustancias estén for- madas por los mismos elementos quimicos: cabono (C), hidrégeno (H) y oxigeno (0); ademas tienen Ja misma proporcién de elementos en su constitucién, 0 sea: C\Hs02. Si identificdsemos cl, formiato de propilo con el acido butirico, diriamos que en esa relacién, el formiato de propilo, en primér lugar es una forma de existencia del CsHsQo, y en segundo lugar habria que decir que también el dcido butirico consiste en C.HeOo. Al igualar el formiato de propilo con el deido butirico, se habria pues expresado su substancia quimica comin, diferenciéndola de su forma. corpérea. Si decimos: como valores, las mercancfas son simple coagillacién de trabajo humano, el andlisis que de ellas hacemos las reduce ala abstraccién del valor, pero cin darles una forma de valor diferente de sus formas na- turales, Es diferente lo que.se daven la relacién de una mercancia-con otra. Su cardcter de valor se marca aqui mediante su propia relacién con. otra’ mercancia, Por ejemplo, haciendo de la levita, comio cosa de valor, el equivalente de la tela, el trabajo insumido en Ja levita se hace equivalente del trabajo insumido en el lienzo. Pero haciendo a Ja levita equivalente del lien- zo, se reduce efectivamente el trabajo del sastre a lo que realmente es igual en ambos trabajos: su cardcter comin de trabajo humano. Con este rodeo, sin embargo, se viene a decir que el trabajo del tejedor que produce valor, no se diferencia del trabajo del sastre, pues es trabajo humano abstracto, Sélo la expresién de equiva- Jencia entre mercancias de diversos géneros pone a luz el cardcter especifico del trabajo como fuente de valor, en cuanto reduce efectivamente los diversos géneros de 87 & 68 wae; onb osud op souonbrewoy: ‘oaany ono v-osoay un owico witao{ BB vlawrase 98 10[ea' ap Bs0 owod ‘ozxat Je ‘oust jg ‘onb £ wyas] van op oiedse jo auan soja Te onb orp ‘ozuay ap odzano osan ns ap eiursip so 20] 78a ep peprane{qo auyqns ns omb swoop wivg “ozuey ja en ofsqes oursyur jo wo oysisu0o ‘x0[2a so opueND 119 BOS © ‘ozuay je ajpambe oqens uo vyas] eT onb app “xojea ordord “ns ofmjysuoo ouvumy ofequay ap o1ensce 201 yivo us wo oleqaxy yo onb tsp veg ‘svjouuole OSB 9p enguey ey ‘enSuo] vriwurnr vaysnjoxe, ns we sojorut vesued sns vjoaar onb ojog “eiA9] eB] “sfouworom piso uo’ uproeojunmoa ue eu ojuord wey ‘omstur ozuay Je "PIP soIp of sou ‘wYouvoroM BI ap JoJBa [op staxjpuB 1? OqoEp eFqeY OU sozue onb of opor onb ‘sond ‘souay “Sorq ep osapsoa ja vcd pepyiuapy as ua soareds ouvystio jap [xousvo wzojeinyeu ev] ould “eITA9] B] WOO pepnuapy ne Ue ademde x0[eA sos ng -ormyeu BULL Ns op ajuaresip so[eA op’ eULTOF wUN aqtoe ISy TBAT] BUN OULD vxYSIMUE os A oIESs] B] ev voHUEpT, sO ‘To[PA owios {myTA9] BL Op VIUHSTP e[qisues wsoo wILN 69 ozusy] [2 ‘osm ap r0[ea oMoy, “yrumaseW nugo ap o1n ap 4ojpa |p ue asswsoxdxe epand vfoueorom wan op Joj2a Jo Seas] wlounoram vy ap odsono Jo ue ‘sond ‘prasordca 98 oauayl pjouvaiaur B] op to[eA JG “XOTCA Jap wUILO} sUL00 Buopouny wLA9] e] 9p wUAIOJ e| ‘ozuat] jap auofeatnda Ja owiso RIE BILE] VE epuop Toa ap uoFe[eI wf IG “opep ojucmour un ua eyuBUYEX OUBIaqos jap sozo;EeO Soajo soyonm A ojed jap r0]09 Jo ‘sootuqUOsy; soBsex soy “fg 9p wasgdr09 -wurioy vy] oyoumouyynus eumse peysel vew e[ y vied onb urs “peisafour ns ajue owos g cupia {PUL [> oie osieyoduroo epand ou y onpiaipur ja onb - “pout oumsrux fod “eysa ep eurioy ¥[) ‘Ozuoy Jo ome faumnse ou Joppa jo ys ozuay [ev ower] Jo[eA reyuasosd:z op [end ow foBiequa ups “eat eT -so]va op eure pura 8a -BI} BL 8 BYP WO optootoser sy Ozual] JP gIS0 enb peu -ojoqe spur 10g “10[A Jop odiano ouLod ‘opwztaxod.0o Jo[wa ouros vos 0 ‘oyoadse 9750 wo Buon O[Os wEAg] VL fozusl] [op AOA op uoLovja4 v] uy “soItsa] sv] op vpoysed sput e| Op aquosndsuwsy spur vue ej ap sean e Bsonb S tu aquaiedsuex os ou vdns pepardosd vyso onbune lojea ap auodos,, so EyAd] EL Optuas aso uy “ouRME -hy ofeqea1 opeinuimoe ey os Blo Uy “BjLaLIses ep ofeq sea} op Bulloj ua Ofeqesy ap BuRMuy Bz1aNy ‘ajUoWEA “10049 “opyunsuy vy a8 EyAa] EL ep uCTOnposd vj Uy ‘our tu jep vaanz oub ugrovoyrusis soAvM ua +f) suojex’ Woo susopun un ep osjuep salquioy Soyo “NUL OWOD Jee ‘UOTOR[EX vYaIP op wioNf onb sya oysuur woLrusis ‘ozusy] Jo WOO TOTBA ap ugIosjet e] Ua ByLAaj ef sub squauiejos eqenid oy ‘oxual] ep ozoay roybjENo owoo sopea ovod uvy vseidxo BAI] BUE, ‘osn ap 10] Ba o\duys un so ‘vZAo] wJouvoroW wl op udaono jo “wLA -o] BE “UopwA Jo wyuosard es [oANyeU EULLO} BAND -Ua EsO0 © ‘saizde soja jo onb ew, ue vsco Bun owoo viado RYAI] BL My “102A uN so onbsod ezajemaeU euESTUT Bj ep Bseo OWLOD “Bd ¥ [ENSE oUOMIVAHEIEeND BsVa CULO ByuOND BYAD] UL “Leuol] [y WOO AO[wA op YrOU[OI By UY “oyansor va gis vuajqosd oysq “wouvossut pmo Bf e A aig @ untLD “eLoMoUyyNUYS, “< ‘ozueT PP *uasayp sas onb auap ‘esoo 01.09 onb ,peplare! -40,, {,PBplahelqo,, wun ouros opesosdxe, 19s aqap “ouRut ny oLuqes) 9p Oppo ourod vps B] Op Topea jo svpasdxo Bing “Bayelqo vusloy us ‘opej.svos opyse uo so]ea z05 v e¥ey] “10[ea, se ou ord soja var ‘ouumy. ofeq -Bx) Bos oO. ‘OpmIg opeyso ue olvqen op euBuMY eztany WY] ‘ozuey [ep Iupea jo ayJsu0d onb ua ofequay [op oo speeds a,opavo jo ausoadxo wysvq ou ‘oSsequia ‘UIg ex [i018 ve oueunY ofeqen v ‘upw0s ep tow soft. onb 0] w ‘sujouvosomr sussoatp & soyuaroyuP solequar bién la lengua de las mercancias, ademas del hebreo, tiene muchos otros dialectos mas 0 menos correctos. Por ejemplo Ja palabra alemana “Wertsein” con menos agu- deza que el verbo latino Valere, valer, valoir, dics cémo Ja. posicién de la ecuacién de la mercancia A con la tercanoa B, es la expresién propia del valor de la mercancia A. Paris bien vaut une messe! |" Mediante la relacién de valor, la forma natural de Ia mereancia’B Mega a ser forma de valor de la riercan- cia A, 0 sea, el cuerpo de la mercancia B es esjejo de valor de la mercancia A. Al referirse Ja mereancia A a la mercancia B como cuerpo de valor, como, nateria- Tizacién de trabajo humano, hace del valor de la mer. cancia A, asi expresado en el valor de uso de la mer. cancia B, tiene la forma del valor relativo. b) Determinabilidad cuantitativa de la formn rela- tiva de valor. Toda mercancia que exprese su valor, es un objeto itil de una cantidad determinada: 15 toneladas ¢e gra- no, 100 gramos de café, ete. Esta cantidad dada de una mercancia contiee una determinada cantidad de trabajo humano. La forroa del valor no expresa solamente valor en general, sino valor determinado cuantitativamente o magnitud’ del valor. En la relacién de valor de la mercancia A con ln mer- cancia B, del lienzo con la levita, la especie de mercan- cia levita como cuerpo soporte de valor, no sélo e equi- parada cualitativamente con el lienzo, sino que ma de- terminada cantidad de lienzo, por ejemplo 20 varas de ienzo, se equipara con una cantidad determinaca del cuerpo soporte de valor o equivalente v. gr. una levita. La ecuacién: “20 varas de lienzo = 1 levita, 0 20 varas de Tienzo valen 1 levita”, presupone que ¢2 una ‘90 levita esta incorporada tanta sustancia de valor como ‘ea 20 varas.de lienzo, puesto que las cantidades de’ laa dos mereancfas cuestdn. la, misma cantidad de trabsjoo° Ja misma magnitud de tiempo de trabajo. El tempo de trabajo necesario para la produccién de 20 varas de Tengo © de 1 levita, varia al cambiar la capacidad pro. ductiva de la industria textil, o de sastreria, Tenemos pues que investigar ahora més de cerca, cémo inflayen tales variaciones sobre la expresin relativa de la mag. nitud de valor. I. Cuando el valor del lienzé% varia mientras el valor de Ja levita permanece constante. Si se duplica el tempo de trabajo necesario para la produceién del lien 20, por ejemplo como consecuencia de un aumento de la improductividad de los terrenos en que se cultiva lino, entonees también se duplica su valor. En lugar de 20 va. tas de lienzo = 1 levita, tendremos: 20 varas de lienzo = 2 levitas, porque ahora una levita sélo contiene la mi tad del tiempo de trabajo contenido en 20 varas de lien. zo. Si en cambio el tiempo de trabajo necesario para la Producci6n de la tela disminuye a la mitad, por ejemplo como consecuencia del perfeccionamiento de los tela. B aumenta o disminuye en relacién directamente pro, porcional con el valor de la mercancia A, siempre “ue el valor de la mereancia B permanezca constant, edit, Sijel valor del lienzo permanece constante y vax 1e el valor de la levita. En este caso, cuando el tiempo de trabajo necesario para Ta produccién de la levita ce duplica, por ejemplo a causa de un rendimionto desta, vorable de] esquileo, en lugar de 20 varas de lienzo <= 1 91 £6 PP 40[@a yop pryusem wy onb wh ‘opusdep ugixodord B.8q “S[qeIqure wos oust 4 suytaay onb ue ugioxodoad RB] “erouvur vumsuyx ap oye rod epep vise oc ‘ozuaE tod opqerquivo squsumeyerpourur vurz0y wun 19s ap woLsTIe1 soz popardoad e] exombpe eyaay Bf oquer of mod & “oz *HaY] [9 ‘eouworow ap ofoadso eNO v aqua[eamba ap oars ‘ojdwafe tod yaa] “vjouvorour ap oyadsa pun opens “mjouvossu pago sod popip yoiqumo DDpauuy ns ap purtof vq ‘erouanoasu0 ua ‘so BL uBoToUE Bun op [efouajamnbs wu0F wy] “wtAoy v[ aod 9,.ferquiea SiwemepeIpsmur so ozuoy jo onb wd ‘x0[ea ap viouasa vidoid ns ojusuraryooy9 ‘soouoqua ‘eserdxa ozuit] [g soqujearnbo 80 of ‘vaigdsoa eunoy ns. op aquereyrp soyea of wMuzo Bun AvuLO} LIS “eyA9] B] onb ap pmyz{Aa ua 1O[BA ep vrouosa vidoid ns ojsoyjtueur op auod ozuay wyxepeoiou 3] ‘exo sear [2 sq] “oquo[pambe op wut vy] ‘10a op vULI0 IB] snonied van wasp vjso v curds *(eyLA9] Bf) g vexoArp wyouvoyour Eun op osn ep so[eA Jo ue Zo[Ba ns sseidxa ‘(ozuor fa) ‘V Biouvoseur vun opueno anb ota vy ag *pprduaqparnba pusof oy —"g ‘aquourmjuxo ,, uepfoufoo onb o1svso0at sa om JO[RA [op pmyuseur vys9 op wanvper ugrsedxa vy ua f so] “BA op pnuuseu ns we soauyynuys sorquivs soy ‘ouaut “uy A ‘opea zopwa us enbune ‘eyuejsuoa aooairvuitad spond oar.sjox s0jea ng “auRysuco vozouvued JOT ns enbune zejiva opand wfoueorour eu. ap oaneper ITA Ty ‘oaypiaa Yo[BA Jap pnijudeu we] us oocdare} ourca ‘wan +e[p1 ugisordxa .ns uo oyueueansneyxe A wasup celeygor 28. olr 0p Yop pnyuseur vl ap sopeor sorquiso soy “LIT 4 ITT 80880 soy op ugforonde ey ue gqueur vejduys conpord. 03 eyouvoroux wun ap oany[ed JopBA [2 6 aigos sojqisod souotovurquios sel svpoy op vpouonyur vy a9 ‘oysondo opr;ues ‘opead ejuereytp ua o1ed “ugrooer aap bustw v] ua 4 auouauyynUns uaquieo ‘sorojeA snes yye ap & ‘sextasl 4 ozuay] ap uorsonpoud e vied sopresao sou ajuauteapioadsar sofeqen ep sodaian sot an “AT ‘soyue onb rowau o s0deu seo -uvoxour op pepriues vun eonposd 93 ‘eroues ue ofeqen ep odwiery outst ye ue onb ep eynsex s0[ea ep ugtoermea [ear ‘ng “sequejsu0o uvprcueued soarpjas SoL0wA ns Opyues owstw Je ue 4 ewuowweuylnuns uasefeq o uBxeIq -RS sBJOULDIOUE Se] SDPO? OP SOx0IwA So] 1g “oqURSHOD soouvuited rojea ofno wyouposour wi0IH) van uoD vied nin- guna expresién como tal magnitud de valor. En Ia ecuacién de valor figura mas bien coro de- terminada cantidad de una cosa, Por ejemplo: 40 varas de lienzo “valen” zqué? 2 levitas, Puesto que la especie de mereancia Jevita clesem- pefia aqui el rol de equivalente y el valor de uso de la evita es, frente al lienzo, cuerpo soporte de valor, basta una determinada cantidad de levitas para expresar una determinada cantidad de valor del lienzo. Dos levites pue- den expresar por lo tanto la magnitud de valor de 40 vatas de lienzo, pero jamés pueden expresar su oropia magnitud de valor, la magnitud de valor de las levitas. Una opinién superficial sobre el hecho de que en Ja ecuacién de valor el equivalente siempre poser sélo Ia forma de una cantidad simple de una cosa, de ur. valor de uso, indujo a S. Bailey, como a tantos de sus predeo sores y sucesores, a no ver, en la expresién de valor, mas que una relacién cuantitativa. Por el contrario, la forma equivalencial de una mercancta no contiene una ditermi- nacién cuantitativa de valor. Esta primera caracteristica que lama la atencién al observar la forma equivalencial, es la. siguiente: ! valor de uso sé convierte eri la forma de manifestacién de su contrario, del valor. 9O4 La forma natural’ de ‘la’ mercancia se convierté én forma de valor. Pero nétese bien, este quid pro quo xige para una mercancia B, levita, trigo, hierro,. ote., den- iro de'la‘relacién ‘de valor, que guarda-con ella cual. quier ‘otra mercancia A (lienzo, etc) y solamente dentro de esta relacién, Dado que ninguna mercancia se puede referir a si misma como equivalente, ni tampoco puede hacer de su propia piel natural la expresién de su pro- pio valor, tiene que referirse a otras mercancias como a equivalentes, o convertir la piel natural de otra mercan- cia en la propia forma de valor. Para aclarar mejor esto recurriremos al ejemplo de una medida, aplicable a los cuerpos de las mercaderias como tales, vale decir, como valores de uso. Un pilén de azicar como cuerpo es pesado y, en. consecuencia tiene peso, pero a ningiin pilén de amicar se le puede ver 0 palpar su peso, sino en su apariencia. Tomemos ahora diferentes trozos de hierro cuyo peso esté determinado con anteriorided. La forma corpérea del hietro, obser. vada de por si, no es la forma de manifestacién del peso como'no lo es la del pilén de aziicar. Sin embargo, para expresar el pilén de aziicar como peso, lo relacionamos con el peso del hierro, En esta relacién se considera al ‘hierro como’a un cuerpo que no representa més que gra- vedad. Por lo tanto las cantidades de hierro sirven como medida de peso para el azicar y representan frente al cuerpo del eziicar una simple forma de la gravedad, jor- ma de manifestacién de la gravedad. Este tol lo curaple el hierro solamente dentro de esta relacién en la que el aniicar, 0 cualquier otro cuerpo cuyo peso deba averi- guarse. Si ambas cosas. no fueran pesadas, no podrian entrar-en esta relacién, ni, por lo tanto, servir una para la expresion de gravedad de la otra. Pongamos a ambas sobre la balanza y veremos que, efectivamente, como gra. 95 16 <2 Jo ouode.quos a as ‘oueumy ofeqeiy ouros jexoued pepordosd as uo ours ‘esnpolo; ep pyesou0o wus0y ne ue ou ‘ozuoT] [sp IopPA Jo eAnyysuoo onb eyrmpsle; ey B sfo vd soyraraur os wsoo vj vfouvosom Bl ep JO[eA ep uols -ardxa ¥] Ue ‘orag “osoqiaysTML so Ou 0¥9 OPOY, “BISTA 9} oyund 91a apsap o[9s sepexaprsuca xos uapand ‘saxo, ae ap ugponpoid vy] “fo d owoo ‘soso sopwurmzaysp uo £ oueumy ofeqes x08 op [eroued pepardoad vy uscsod seq say -ousuiny ofeqesy op w2xony vys0¥ os “eymmpaiay BI op wULIOF BI We oWOD oms¥s Jp Ofeqen Jop wULLOY of Wy ‘ouvumy ofeqeay x: -sqe pepardoid ns onb seur pris rnstnaapentens : Pea 885 9p oloqen Jp ‘20[ea ap ofadso squefoures r08y Brag, ‘ozust] [ap IOWA Jo We opeatefqo ofequn [op vyouosoy “Ip 98 epeu ue onb ofequay ap opnByoo un oque, of sod ‘Zoea un 9 onb saqus vied optaa vysvq onb ye oczeno un savy onb uo ours ‘afuour pe oyuaurazuandasuoo A somqyl eieq onb us oystsuoo ou anses jap ofequss Jp pe mae BL ‘oxuey Jap 10jea ap uorserdxa BT uy “o1ENSCE a “ty ofeqen [op uoVRAyver ap eue} aYduys oui0o opwa Bip We ezq[ver es ayuoMNjear onb ‘orysvs jop ofsquay [9 soouojue ‘ugtoezyfeex ajduits oui0s exaprsuoo as"fu “A wya -9] UW] Ig ‘Ojovasqe ouvuiny ofeqeay ap ugtse:dxe uo siotAuvs es Ojer9U0D ofeqesy o,5q “THM OVI0U00 Ofequia opeutwajp un ap oynposd jo aadurers so. 4 oyowsysqe ouvumny oleqeay jap dgtezodics owls oxdunys apa ‘gua[eainba ep eats onb eyouvoreur x] op odio19 yy ‘jepuajeambe eux. astyua [pp upgonos ey wp vs Senso, T= onuat op se *BA QZ Outod “rojea op ojdurs sy uorsexdxe vy sub vqD redsos oyj ‘stjouvosour ap oquapeamba jap, jaded jo" vie8 ’nf oduon un ue onb (yueoram eosvzefoy t] Epoy ap O80] -piwo |e oxqos xexrosod v ere] 08 ‘opesques axdiaors 109 -eid_ woo ‘{ sexopexqumysop souour strouvosour xcd sojop 96 -agkmansns wed ef op oxo yep consi soroprED Jo red Tsp vosnq seouoiug “oxourp Jo uo Sleuepeqeoe wIuOS void o[ 88 BULLO} wyS9 OpUEND “seIsTWOUODA Fo] op adioy piuswesanSimq vpvster e] auoTApe ugjoar onb “jerousyea sinbo vutloy vj ep oot.gutius oj rye aq “seBLIqy ap o vpes Tad 398 ap pepaidord ns cosod omtoo “wrerpaumuy Pepi Tequiws ap pupardosd ns ‘Tpjousjpamnbo vurzoy us wz0ler Tye xod t29s0d ovared witsay BL UgtqurE, ‘uOPoR|aT PISe ap oxuep Xenyor T URI|ILE] 9s onb ous “sUs09 sHAIO HOD uofanjer ns op uofims ou ws0o Bun op sepepoidoid sey Oui0d org pg “eluayBaINba Ns B OUFOD vILAe[ vlouBTeUT 2] B vpHoyer 0 ‘ozucr] vyouxoseur e onb ef us. 10jea ep uyrov[pi 8] op oxuap ava eyuaurvjos oyse au Ore) “B79 “Gin.eu aud Jopea op wuisos sosod onb soap 22a :10pws peoidxo ‘fend [By ovwlqo a2 “eyAe| BL OWLOD “BUBOauT Bun.op odiono jp anb ua oquouresyoard oystsuo wasy [PIO eulgpeatabo vulsoy BL HOO opeans OLEAyTOI OTT “TOFS WHT Tepes sun vyjs20 onb sopusyua B ep ugtseudxe vse we ‘pyaa[ wun e yensz ouxoo ops2C ‘ppoos aquoueind oFye yea ns ‘ses00 suqui 9p yesmeuo.qos pepardord, sun ozuar{ Jap Joya op uopsesdxo vl ua wmososder wiLAs] FT nb seajustur “pepaavad us ‘soquie e upto [erniwd pep ‘oydord sun avogze ap uojd {ep osod op ugysardxa wl uO Gqussoudor OLFOIG [q “THE eupurioy v;soyouw Pl og 408A o|gS O7uAT] [w ouaAp ByuosoTdar pyran m ap odiono jp 10[ws op wowordxa exsonu wo UpIq Tuie) “pupean.d vqussasdos ofgs xeopze op uoitd |e o1u24) ‘osed ap epipeur ontoo’ o1ety op odiono ja onb ud view spur pussy B[ OG] ‘osed, owstu yop upIquILI wos: uozo40d “oud npounussiop. ua ‘ore o od. 4 “owszu o7 wos papea “bajo del sastre, que produce el equivalente del lienzo; como forma de reslizacién tangible del trabajo htmano abstracto. : : Hay pues una segunda caractertstica de la forma equi- valencial y es que el trabajo concreto, se convie'te en la’ forma de manifestacién de su. contrario, ‘0 sva del trabajo humano abstracto: Pero cuando este trabajo coricreto, el trabajo dul sas- tre, es considerado como simple expresién de trabajo hu- mano indistinto, posee Ia forma de igualdad cor otro trabajo; el trabajo encerrado en el lienzo y es por lo’ tan- to, aunque trabajo privado, como todos los otros, tra- bajé productor de mercancias, es trabajo en ‘forria in- mediatamente social. Por eso mismo se represerta en un producto que es inmediatamente cambiable co otra mercancia, Es entonces una tercera caracteristica de la forma equivalencial, el que el trabajo privado s? con- vierte en la, forma de su contrario, en trabajo en forma inmediatamente ‘social. Las dos iiltimas caracteristicas de la* forma equ:valen- cial, se hacen mis inteligibles si nos remontamos al gran investigador que analiz6, por primera vez, la fornia del valor, como tantas otras formas de pensamiento, formas de sociedad y formas naturales. Hablamos de Arisidteles. En primer término, Aristételes expresa con claridad que la forma dinero de la mercancia, es solamente con- figuracién més desarrollada de la forma simple de va- lor, vale decir, de la expresin del valor de-una merean- cia en otra cualquiera, pues dice: ae “5 lechos = 1 case” (“Khivon mévee vet telat”). “no se diferencia” de: “5 lechos = tanto 0 cudnto dinero”. (“Kivar abvee dvi... Boou al évte xAvax"). Ademis reconoce que la relacién de valor en que esta 98 expresién de valor se contiene, requiere a sti vez que-la casa sea considerada cualitativamente igual al lecho,-y que estas cosas sensiblemente diferentes no podrian ser comparadas entre si, como magnitudes comensurables, sin esta igualdad esencial. “El cambio”, dice Aristételes, “no puede existir sin esta igualdad, pero la igualdad tam- poco sin la comensurabilidad”. (otvicorys pi obong ounpetglas”). Pero es aqui donde vacila y renuncia a proseguir con’ el anélisis de la forma del valor. “Pero en verdad es im- posible (“vi pév obv dimSela aSivatov") que dos co- sas de. tan diversa especie sean comensurables, es decir cualitativamente iguales. Esta igualacién sdlo puede ser algo extrafio a Ja verdadera naturaleza de las cosas, s0- lamente, entonces, “un recurso necesario ante las nece- ‘sidades dela practica”. El'propio’ Aristételes nos dice en qué fracasa su_anili- sis posterior: en la falta del concepto de valor. gQué es Jo igual, es decir la substancia comin que la casa repre- senta con respecto al lecho en la expresién de valor del lecho? Algo asi, “en verdad no puede existix”, dice Aris- toteles. zPor qué? La casa representa respecto al lecho un algo comin, en la medida en que representa aquello que hay realmente igual en ambas cosas; esto es trabajo huméno. Pero que en la forma de los valores de las mercancias todos los trabajos se expresan como trabajo humano igual y por ende como equivalentes, es algo que Arists- teles no podia diferenciar, en la forma de valor misma, porque la sociedad gricga se basaba en el trabajo de esclavos, y suponia como candicién natural la desigual- dad de'los hombres y stis fuerzas de trabajo. El secreto de la expresién del valor, la igualiad y equivalencia de todos los trabajos, por ser trabajo humano en general, 99 tol Yeanjem euntoy. vy onb seajuoper ‘osn ep aoqea jap woSeumt outs ajea oj9s wousorou vl op jermyen vO; wT WOTOET -ex-03s0 op ouop onb opexsomep ey ‘g BoUEDOU! PI Woo TOTBA ep ‘ugTORIeX BI ue EpusIUCD “Y BYOUvIIOUE vy ap x0ea op uowserdxe e] op opjuayp spur uswrEKe [y -orqure Faq] [PP SojULINquE soropapueasx soprooavjasa soy A S08 -oponsidns suysyryumosem so, oxua vpszSol spar sisa1 -wjs vf oXmpsuoo eaxsprequio", ep sepeuepi0sa) svise -wey sv] afqysod wypnio spur ioueu ¥[ ep asuiope op ugloung ns Uo ‘poo] ovpY 5900980 [gq “sooo op vETEIp ugioez{09 ef ap uNaoq Jp ua yuOUID;Os vos 0 “orquIGD 9p worse: ev] tod wpup worserdxo vj op vsong “oyoues “tour Vf 2p sopea jop pryuseur vy Me iojea yo yu sue, of” xod_uajs}xo ou ‘soljo vaeg “vaniejor z0[eA ap wasn} By ap ospeyquEN opel j@ uo Usjstsut ‘orasd sembjeno w vpo suvouetir ns ep esieoeysep aonb wauen onb ‘orgarz arqyy, Pp seurpejsd sousspour soy ‘ofrequoo Jo x0d to:oup [2 ue epequor windy ns aasod ob ‘erouwoxout yl op [Btouay seaqnba euiaoy e] & oylouiaywensssuos “ZopvA ap uoTsoad “Xo v] ap oaneiyno oyodse je vyouvjsodur ackeur Bj wosorjdoo. SvjsTyyUvoroUr So] “selZosHoo A qeNSEE ourOD forqures aiqy [ap ofosuroo op sayuclera soy ‘sepodnue ens 9p ugiquie, owoo ,, "19 “YLULD “xoLag owoD ‘som srepour soiopezyfear sns A seist[fiuBoxaut So] 9p o1.rey “eI “BUI BL OFINqMa IS so MEY -orguTes op IopVA omoD UgIs -eidxo sp opoim ns op uvlins sojpa Jop pryaSvar < aojea onb ‘veraaut vy] v ou & ‘eyouvorour ul op zopaa jop vzop -eimjeu e| ep eBins ‘eyouvorour ve] op sojeA op uciserdxa v[ 0 soja ep eurzog vy anb oxysowep sisyjyus onsen, caepdorqe ered cans onb ours qoroqpnfiad 69 ou ucrsordxo vynbe ‘oyso opiqus zea wun osog ‘squorOpIp vy UBoIOUT vpunes vu woo ofqumeo ap o so]ea ep uoLoVTOX B] UO odor -ede ausueorm 4 ordwiays onb ours. ‘ojuauepyystt vsepts 7 ea : sb oor -W00 BI os 1s BUTIOT uySe sesod wounU 4 sofqures op TopRA PP e Yemen ewig ns op aarp ‘vidord uovowsoytu “RUE ap vuLLoF BUN dosod IOPeA ns OWENS ue ‘o[gop ody owoo vyuasasdor og *,,10[24,,. 4 osn ap oyo{qo n osn ap AO[wA so BfouvoLOME er] “osjEy ‘prytoexe Uos o[Tp vied, ‘era ojse ‘oiqumud ap Joj2a A Osn ap s0]Ba so BjouvoLaUL v{ anb ‘ojuaris09 afenSuay un opueajduro ‘somnfrp. opmyd -eo a1 ap ofdyourrd je 1S *,o1qumeo ap TopeA,, cuT0a HOO -pyuosaidar us op sgavzy ev ojuouuorpuadepur opesord -xo 59 BjoUNoIOU BUN op JO[A Jo isumqued seqo uy -y vyoueorou el ap epep pepyites vun sod “gq wyoueosou Ey 3p vpeuruueyep pepnaks van op peprequrqures ey op sa -Bay B juouRAnEIUEND wsordxe og “Y EyouvoreM ¥] sod @ Powessaur e| 9p ererpeuruy pepipiqerqures ey ap. sgacti e squouTeareiend esaidxa a8 YW BIOUROLeMT B] ap JOT “Ba [gq “BULIU BL WOO oFquIND ap UOTDB[AI wD vos Oo ‘9 “aoiojfp vyouLossuE LUN Woo JO[BA 9p UOLOR|Sx ns UD uprH ‘eluo9 vys9 wjouLoroUT vUN op Kova ap o[duits wusL0; wy ‘popypptoi ns ua sojoa ap ajduys nuuol 77 —“y ‘pep ponds ap ugisvjo4 visa <,pepiaa ua, ‘astsuoo nb ua alaq -hosap uorstpidur aj eyata anb wo peparos Bl ap s0oL10 “sty SONI] $0] O[9g “PEpENAy ap ugwovjar wun ‘seoues Tout Se] ap 40jDa op ugiaxdxa DB] ua O}Jangnosep TeqEY ap oysoy Jo Wo duomMsn{ oospunjdses sopioistry op opus Tq “euEUTXOP [Poe ugoujor BL 10s w vAo|] ‘mounos0M ap sasopaasod owoo ys exue saxqmoy so[ op ugiouer BL uatqurey epuop ‘ofeqesy [op soronpord soy ep yexouod wuL0j Bl eAmISUOD ‘vyuMdIou BuELOY B{ anb Ua pEpatD +08. Bam ua ajqysod so upyoar-o1sa org “xujndod off oad, un op vzauinty w{ xo0s0d w eseday, ouowuny popponsy by. ap -ordooudo [2 opuena opesposap 49s viapod ojos de la mercancia’ B sélo valé como forma de valor o imagen de valor. La oposicién interior de valor ile uso y valor, envuelta en la mercancia, se representa por Jo tanto a través de una oposicién externa, vale decir: por la relacién de dos mercancias, en la que unit mer- cancia, cuyo valor debe ser expresado, de inmediato s6lo vale como valor de uso, mientras que la otra mervancia, dentro de la cual se expresa valor, de inmediate sola- mente vale como valor de cambio. La forma simple de valor de una mereancia es por lo tanto la simple forma de manifestacién de la oposicién de valor de uso y va- lor contenida en ella. - El producto del trabajo es objeto de uso en toclas las condiciones sociales, pero sélo una época de dessrrollo histéricamente determinada, que representa el trabajo invertido en la produccién de una cosa de uso como una cualidad “objetiva”, vale decir, como su valor, co.vierte el producto de trabajo en mercancia. De ahi se Jeduce que la forma simple de valor de la mercancia es, al mismo tiempo, la forma simple del valor del producto de trabajo; que por lo tanto el desarrollo de la forma de la mercancia también coincide con el désarrollo de Ia forma del valor. A primera vista se nota la insuficiencia de la forma simple del valor, germen que deherd sufrir una strie de metamorfosis para madurar en la forma del precio. ‘La expresién en una mercancia B, distingue e! valor de la mercancia A sélo de su propio valor de uso, y por lo tanto. sélo la pone en una relacién de cambio con otra cualquiera mercancia diversa de ella, un ‘vez de representar su igualdad cualitativa y su proporcio- nalidad cuantitativa con todas las dems mercanc as A la forma simple relative de valor de una mercan- cia le corresponde lu forma equivalencial singular de 102 otra mercancia, Es-asi que Ja levita en la expresién relativa de valor del lienz0, pose slo forma ‘equivalen- cial o forma de cambiabilidad inmediata con respecto a esta. especie singular de mercancia, el lienzo. Sin embargo la forma del valor se eleva pon si sola a una forma més completa. Por medio de la forma ‘sim- ple del valor, el valor de una mercancia se expresa en wha mercantia de otra especie, pero de qué especie sea esta segunda mercancia, levita, trigo, hierro, etc., es totalmente indiferente. Segtin como una mercancia A en- tre en relacién de valor-con una u otra especie de mer- cancia, surgen diferentes expresiones simples de valor de una misma mercancia®. El niimero de sus posibles expresiones de valor esté limitado solainente por el nti- mero existente de mercancias diferentes a ella. Su ex- presién aislada de valor se convierte en la serie de sus diferentes expresiones simples de valor que se puede prolongar constantemente. B.— FORMA TOTAL 0 DESARROLLADA DE VALOR. + La forma 'relativa de valor desarrollada. El valor de una mercancfa, el lienzo p. ej., esté ahora expresado en innumerables otros elementos del mundo de las mercancias. Cualquier otro cuerpo de mercancia se convierte en espejo del valor lienzo **, Asi ‘este. valor mismo se presenta por primera vez como verdadero codgulo de trabajo humano indistinio, ‘Ya que el trabajo que lo constituye esta representado ahora expresamente como trabajo que equivale a cual. quier otro trabajo humano, cualesquiera sean las for- mas naturales que pueda tener, se objetivan en levita, © trigo, © hierro, u oro, ete, De ahi que por su forma 103 sor ‘odrvquia: us ‘a\steu09 wpayosmsep varinjos vusof wy ‘DUN PUR UOIRysE}TUNWL ap BULIOY vunutu suey ou yse oxeg ‘souvjnojzind ugVoeIsajp mM ap seurioy syyjonbe ep wfojduioo wyqro yf ua ‘pr01 0 vrajd oyuoumeayeyuens sojea ap sopnyquseut omios ugiquie; ous ‘jexous# ue soja owoo sojengt eqoureaTeyTEN o1CD o[0s ou BxIOYR UeCeIEdE sRyOURO “MOU! Sv] Supoy ‘ozuey] JR JEN3y o8[e op wuz0y vy ofog TEPHpA oIuouperoos wuz0y oujs 408 opend ou zoywa op BuILoy ns vrouenossu0D ua & “(eioqe[IUMO [eos uOToL|ex ns ouEYpeur wpeseidxe 338 ep cond ojos ugiqmiey ‘sesoo smsa op (efo0s wrouaysIxo,, afd -uys A'vand se anbsod ‘seyouvozour se] op i0[ea jop pop ‘anelqo ey onb operueprae vpanb esoueut vso oc] ‘our SU OT JoORy onb ausn, ‘euoserd os onb viouvorour ap eyosdsa eaonu wpwo 4 ‘oquapeambe oursyur je ue s0[eA ns uesoidxo svjouworout sexo se] sepoy siuammvouRynuns onbiod ‘1oea yep JesoueS uorserdxo vue® ojgs eyouko our Buy) “sefouvoiuE se] op opunut jap uptucd w1qo ows o[gs ailins aojea ppp jeroued eums0y vL ofques ug ‘eiuajamnbe jop vaised squeureind owed vl vyo v query ueSan{ smsq ‘seyoueo.U seo Se] ap UOTOUOAIOIUE BL WIS vaZoy Of A frojea op eusoy wun essep suynSuTs vroMeoroUT BL 9p opvarid oyunse so ‘ojzoep, sse sod, ‘soseo soquis ug ‘eye e sejuezey:p seyourosour seyonut ep orses eun ue woserdxe ej onb vas ‘ouareysp ofoedse ap comBuys eyo suworour Bun us uaserdxe ey onb vas ‘Rourorour wun op JOPPA: [P ‘suqure, ‘tesordxa sosoyraqyue ssU10F Sop sey ‘sexo se[ ap oyadsar svun se] orqurvo op soxojwA owos ugquasead 98 onb aovy ‘vos 0 ‘sax0[9A out0 equour -voosdyoor svjouwozom se] wuoyonjer pepzea ue onb vussoy YT ¥s9 Sy “SkJOUvOLOM sel sepor vf eponbe e unuI0D sa nb of ows opesoidxe ‘ofa tod ayuoureysnf £ ‘osn ep sopea opor ap ¥Ise oj onb ouys ‘osn ap soja ordord ng 9p oppfouasajyp ‘o[98 om ‘eroqp’ yys9 vYoUROIOUT wpED op qojed jo “ozuay, je [enBt owo0y ‘ozuar, jo woo peppensy RS squefpeur sejouKorauL se sepoy op soioqsa sol vyuas -aidex ise 4 ‘ozuey te “fe d ‘eye ep speredes vjoukordur resulta fatigoso mantener firme la oposicién éntre am- ‘bos polos. : .En Ia forma II sélo una. de las especies de mercan: cias, puede desarrollar totalmente su propio valor rela: tivo, sélo ella posee en si misma la forma relativa del valor desarrollada, puesto que todas las otras mercan- cias se encuentran frente a ella en forma de equivalen. tes. Aqui ya no cabe invertir los dos términos de la ecuacién —como 20 varas de lienzos. = 1 levita, 6 = 10 libras de té, 6 = 1 Quarter de trigo, etc. — sin cambiar su cardcter y convertirla de forma total en for- "+ ma general de valor. Le ultima forma, la forma III, le otorga al mundo de las _mercancias forma relativa general-social de vnlor, Porque con una sola excepcién, excluye de la forma equivalencial general a todas las mereancias que sbarca. Una mereaneia, el lienzo, es la que reviste, por lo tanto,” forma de cambiabilidad inmediata con todas las mer. cancias, o forma social inmediata, puesto que todas las otras mercancias no pueden hacerlo. 27 Contrariamente, la mercancia que figura como equi. valente general esté exeluida de la forma-unitaria y, por tanto, general del valor del mundo de las mercancias. Si el lienzo, vale decir. cualquier mereancia que fun. cione como forma equivalencial general, participara simultémeamente de la forma relativa del valor, tendria que ser ella misma su propio equivalente. Obtendriamos entonces: 20 varas de lienzo = 20 varas de lienzo, una tautologia en la que no se express ni valor, ni magi tud de valor. Para expresar eh valor relativo del equi: valente general, debemos més bien invertir la forma {IL El equivalente general, no posee una forma de valor rélativa comtin con las otras mercancias, sino que sit valor se expresa relativamente en la serie infinita de los ‘tos dél trabajo como purés y simples codgulos Je tra- bajo humano indistinto muestra, por su estructura mis- ma, que es la expresién del mundo de las mercancias. De esta manera revela que ‘en este- mundo, el cirécter humano general del trabajo constituye su cardcte: espe- cificamente social. . ' 2.—Correlacién de desarrollo entre la forrua re- lativa de valor y la forma equivalencia!. Al grado de desarrollo de Ja forma relativa de. valor corresponde el grado de desarrollo de la forma equiva- Iencial. Pero, y es preciso consignarlo, el desarrollo de la forma equivalencial es sélo expresién y resultado del desarrollo de la forma relativa de valor. La forma relativa simple o aislada de valor ¢e una mercancia convierte a otra mercancia en equivalente suyo, La forma desarrollada del valor relativo, expre- sién del valor de una mercaneia en todas las otras mer- cancias, imprime a éstas la forma de diferentes «quiva- lentes particulares, Finalmente, una especie particular de mercancia reviste la forma de equivalente general cuando todas. las demas mercancias la convierten in ma- terial de su forma tinica y general de valor. Perc en el mismo grado en que se desarrolla la forma del valor, se desarrolla también la oposicién entre sus dos: polos, la forma relativa de valor y la forma equivalencial. La primera forma —20 varas de lienzo = 1 levita — ya contiene esta oposicién, pero na la fija, Sein se Jea esta ecuacién, para adelante o para atrés, caca una de las mercancias que forman sus extremos, el lienzo y la levita, funcionan tan pronto como forma r:lativa del valor, © como la forma equivalencial. Aqui todavia 110 1 eIL /_‘oxeurp ouuoj wo wpemiojsuey ¥I89 Lop Jap JDL. -oua8 musof vo ‘]] vuAIOF BL .op BIDUBIEFIP 98 AT EULIOT BI ‘oxaurp viouvsiew ue opyssaued ny as vk at ud oy cuewow jap med & ug[9ar Sousuep. mounds0W Vo OYTO -1109 98 ‘smouDOJe 8D] op OpunU Jap 10O[A ap rorsoadxo ¥] ap o.uap reEn] Oyo op oxodouou, jo opeistnbuce og -ny oquens ug “jo19Ue8 oquajnainbo ooo sorjdiue soust 0 spur sojno19 ep oxyep opueuoroung ang oood & ov0g ‘svrouvoreut ep saytafeambs sougo » oyunl svjnvend of -uajpaynba ouios © ‘sopyyste oyquieo ap sowe ue opyjsin equajeamnbe owoo was Bh ‘aruaqoaynba owoo eqzuoyouny ugiquiey sefoueoreu syuep se] sepoy anb peng] “youvssau wos oyiarpue 9] 08 BA ayroUIIOITOJNe oNbrod oj9s ‘ouou “1p owos svyouvoru swyO sel B vyUOIZUD OF CIO TZ ‘o10 eyouvoxeur e] ap qeanyeu noifso0ds9 vussof PP woo epsoyHUepr opWeuAnUyep eIOye ‘POS o1g “By x0d “G1S9 posaUaF porouqoanbs wuLL05 v] o ‘DIDIpaw sn jo19ue® popmgmquina ap muuof e| onb op oypsy wa o[9s aystsu0s osatsord Jy ‘posouaF squoppayibd : 1] ewuo} ws Bia ozuoY| Jo onb Oo] AY UNL; Ua opuo1s on# 4{8 010 [gq “jeroued erouojambe wmroy vy oaiod onb oxo [2 vioye s0 ozuoY ap zea ua onb osjes *]] vw1s03 ve] ep oinjosqe Uo efouaiapIp es ou AT PULLOF BT ‘OIGUIED uA “sappjouasa soxquivd ueonposd a8 [J] PUL} B] B |[ BULOS v[ op A “[[ wuoy ef e y eULOF UY op ofesed je oD *y pyoucasur x oxxagy 9p PpR}au01 o3ty 9p Jopenb [ 9709 op svaqT OF a 9p svaqH OT PHA T onuay ep sviva Og . owaNIG VKH. 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La forma del valor simple es, pot consiguiente, el germen de la forma dinero. 4.—EL cardcter fetichista de la mercancix y su secreto. A primera vista, una mercancia parece una cosa tri- vial, comprensible por si misma. De su anilisis resulta que és una cosa sumamente intrincada, Mena dv sutile- zas metafisicas y de caprichos teolégicos. En cunnto va- lor de uso, no tiene nada de misterioso, ya sea que se la observe desde el punto de vista de que, por opurnd oven snowed wzyker os os ‘x0[vA op soo < Jn vs00 we olequsy 2p oinpord jap oyworumiqopsep aq “esuearp suouia;q Jeuos om ap peplayelqo ns ep ojuetpuodepur o eat syrourpetsos ropa ap peptapefyo wun uarejnbpe ofequsy PP Sovnpoad so, anb ofqeuzo jap sgann e upioar sq smppjo0s souopoujes & souosied ex1ue sopnoyfysoo souoso -PJe4 ouroo ours ‘sofequay sourstur sns ua seuosiad sey ap *9[s!008 squommPIvoup touojoepat oLuOd Ou “Nop apeA ‘uos nb o| ouioo uava.ede so] as sopeaqid soleqan ene ap sepeioes souoyoujar sey ‘sour s0js9 y -souojonposd SO] eAlke sauoyR{aT sep op woTserdxo ‘zaA ns @ “os anb souoroejer “ofeqeny [op soyonposd soy oxjue 2091qe7 -8o orquizo [9 onb souopejax sv] ap sgauz) B [BjO) [EI00s ofeqen jap souoqyjsa ous uBysorptueu 8s sopeacid sof -eqexj soy onb ves Q ‘ose00id asa ua uaoaiede ugKier sop -eaud sofeqen sns ap sajsroos evade ee ceieei -eo so] ugiquiv; ‘oleqesy op sojonpord sns ap orquieo [9] orpaur sod oyowiuoo ua uexqua sozoynpord soy onb Sond “2101 [81908 ofeqeny yo o Woo soionposd $0] 9p [e108 wo}oupeE BL afoyor ugiquiey ‘o7uey of sod ‘X seso seis9 ep Fojnantee sopujoos sepepaydoid wosony ys omoo ‘ofsquin owsyus ase dp soonposd so] ap soano(qo SoxeqousNO uo soppULLOssUEAT cofuquar odoid nS 9p sopsioos soiayoure9 so op ofoyas pp seuquioy S01 © eagenaep Sub wo yuourelduns ‘o1me1 | Vid “ajsysuos wjouvoxeur op BUILOF Bl Op OsorLa;sTUT OT -ofaqan ns op soionposd sordosd soy axjua [sq90s wopujex wun op wUITOF e] VoLoINbpe ‘sof leqest $ns ap, Fo[e{90s souoTovUIULIS}Op. suss UOZITERIIE a dé ser producidas. Es a partir de ese momento que los trabajos privados de los productores adquieren real- mente un doble cardcter social. Como trabajo: titiles determinados deben, por.un Iado, satisfacer una nece- sidad determinada y probar asi su eficacia como esla- bones del trabajo social y encajar asi en el sistema: natural espontineo de la divisién social del “rabajo. Por otra parte satisfacen solamente las necesidedes di- versas de sus propios productores, en la medida en que cada trabajo privado. itil en particular es susceptible de ser cambiado por cualquier otro trabajo privado itil, siéndole, por lo tanto, equivalente. La igualdid toto coelo de trabajos diversos sélo puede existir haciendo abstraccin de su desigualdad real, vale decir, e1 la re- duccién al carfoter comin que poseen como gusto de fuerza humana de trabajo, como fuerza de trabajo hu- mano abstracto. El cerebro de los productores privados sdlo refleja este doble cardcter social de sus trabajos privados en ls formas que aparecen en la préctica co- mercial o sea el cambio de productos de la s guiente manera: el producto del trabajo debe ser wtil, «3 decir til para otros, y refleja el cardcter social de Ju igual- dad de los diferentes trabajos, bajo la forma dei.cardc- ter de valor comin a estas cosas materialment diver- sas que son los productos de trabajo. 7 Por lo tanto, los hombres no relacionan entre si’ los productos de su trabajo como valores, porque estas co- sas les parezcan envolturas meramente cosificedas de trabajo humano igual, Al revés. Al igualar ente: si, en el cambio, sus diversos productos como valores, igualan entre si sus diversos trahajos como trabajo humeno. No Jo saben, pero lo hacen. ® Es asi, pues, que ¢l valor no lieva escrito en su frente lo que es. El valor convierte a cada producto de trabajo en un jeroglifico social. Més 118 tarde, los hombres trataran de descifrar el. sentido de tales. jeroglificos, descubrir el ‘secreto de su propio pro- ducto social, pues la determinacién de los objetos ‘de uso como valores es un producto social tan propio co- m6 lo es el lenguaje. El descubrimiento cientffico tar- dio de que los productos de trabajo, en cuanto valores, sélo son exprosiones ‘cosificadas del trabajo humano invertido en su produccién, si bien hace época en la historia del desarrollo de Ia humanidad, de ninguna manera logra ahuyentar la apariencia objetiva de los caracteres sociales del trabajo. Lo que sélo es, valid. pa- ra esta forma particular de produccién, la produccién de mercancias, o sea que el cardcter especificamente social de los trabajos privados independientes entre si consiste en su igualdad como trabaio humano, y asume la forma del cardcter de valor de‘los productos de trae bajo, para quienes estan empefiados en la produccién de mercancias, atin después de hecho tal descubrimiento, sigue siendo algo tan definitive asi como la descompo- sicién cientifica del aire en sus elementos ha dejado subsistir la forma del aire como forma fisica’ corpérea. Lo que ante todo interesa practicamente a los qué intercambian productos, es cudntos productos ajenos podrén obtener por el producto propio, vale decir, en qué proporcién se cambiaran unos productos por otros: Tan pronto estas proporciones hayan madurado hasta aleanzar cierta estabilidad’ rutinaria, parece que bro- taran de la naturaleza misma de los productos de tra. bajo, como si, por ejemplo, una ‘tonelada de hierro y 2 onzas de oro encerrasen el mismo valor, de la misma manera que una’libra de oro y una libra de hierro tie- nen igual peso, a pesar de sus diferentes propiedades fisicas y quimicas, En efecto, el caracter de valor de los productos de trabajo recién se consolida por su activi- 119 tet “ugyconpord ep svuti0y svjo ¥ soumeyuOUIes sou oyOrd ue] soI04 conpord so] 1s o1g “wysfa BI v vYwS LoIsordxo cjuvfour +98 op opansqe oj ‘owusnsqe ousumy ofequay jap (exoued ugreureous ej ¥ OWL0D OZuAT] [e UeraTJeX a8 “oa ‘sxj0q sel ‘eyas] 2] onb o8tp ig ‘opseyruvw ep s¥jtouod op zoa ub ‘sopeand saioynposd so, anus sa[vioos savororjar sey ‘oqusy of sod ‘A sopeazid sofnqesy soy ap pervs tay -oyxeo Ja oqaurepeoryisoo orqnous onb ve] —sejoueosow se] 9p opunus [pp oxsurp vurs0y B[— epequor wuLi0y ws oqwouwstoord so o10g *40[vA op Joyyse ns ep corosly e] ® gAdi| enb o| ony seyouoxeus se] op oxourp ua unuI00 uotseidxe wy] o[ps A ‘s0ea [ep pryusem vy reupU. ap e ofnpuos anb oj sxjourosein se] ap sofvosd soj.op eisrypue IP 0198: eng ‘oprucquoo ns arqos ours ‘eajqeynuiu cura uayq spur uezoprsuoo onb svi w ‘svwt0f svys9 op Oc prOISTY soHIES Jo oxqos ‘ou ‘seZWaND esmIpuer ep uaz] soxq. -woq so[ onb ep seuiv “eros epta vy] ap sojeaneu svat “tof, op ezourny ve] ef wsosod ‘seursrur sey ep ujoRfna 081 “119 vj, wanodnsoid ‘ouomB{su0o 10d ‘onb £ spyouvorow ua ofeqen jap eoionposd so] wv uoyrorAuoo onb sputr0y sey] “offozavssp ep ossoord yop sopemosjo vA sopeynsox ep ayed ‘que; of sod ‘& wnysof ysod ezuaruoy “year oyostesap ns ev oysando ayuourje30y oquina un jexoued ua luo} “ooTWUETD s[SIIYUY Ms UPTqUIE, aJUaNETsU0D rod A ‘eaeuiny epi E[ Op SeULIOY sel oxqos UOKKaor wy “wpeoytsoo vuroy ns viouvut vun@uru op ednxsop ou oxsd ‘oleqeyy op soyonposd so] op xo[ea op sopnyuseur Se] ep [euseo syusuresoW uororuTMeep v[ ep BfoueLL rede ¥[ easyer ep ouod ojuaruprqnosep ng -sejoueosaut se] op SOANB[ar soLo[ea Soj ap seyayrTeUT souoLoRTTO +80 sP[ olvq oyfn00 oyaidas un ‘oquM o[ sod “so ofequy op odwon jo tod soja op payuBvur vy] op uoreupmsaop 8 xe B20qE VL osqos wsvO BL LquINsZep of os ou B opuens pepeasid ep Aaj vj ouodur os outoo [ey “uoYonp road ns vind offesaoou ayueuajezoos oduioy ue ‘erope[nd rox poungou Loy owoo “ezreny vl tod eucduy os ugroonp -oad ns vred opresavau oquauje}oos ofequst ep oduren [2 ‘soponpoid sns ap ongquino ap sauozonjas ‘soueyjoso ard -moys & ‘sorpnseo sey uo anbsod ‘{euorsrodoxd ayuaurpe1908 eplpow ns v sopronpos uos oyuowayuyysuoo seni wID suspuodop wun soyodse sns sopo} ua 4 Js oxue uepsend oloqua ep qwivos uorsimp vj op sopvinyou’ sauoioDy -noyan.owos atbune ‘50.30 ep soun eyuowrjuerpuedepur uuzypear os onb sopeatid sofeqen sop anb op osysiuero oquarmpoouco [9 wozeu vpUstradxa wustur ve] op onb op soque ‘epejjostesop oyuomEsZaquy seyouvoroU ep OID -onpoad wun asamnbas eg ‘ojsejorjucs op 70a wo ‘uy}s0 Jonuce ofno ofeq eus0o op oyuopmacu un op vuaz0y BI soya ered easod yey0s owenuyacu ordoid ng -o1q -urvo [2 uBzi[zax souamb ep soye so] ap A ojasad oyuaruno -ouoo Jep ‘peyunjoa vf op oyueurejuerpusdepur ‘xwss0 UTS uerquivo seum[n svisy ores op sopnyuSeur ours pep Puesto que la economia politica gusta de las robin- sonadas ®, ante todo.evoquemos a Robinsén ‘en si isla. A. pesar de su innata sobriedad, esté obligado a sa- tisfacer necesidades de distinta indole y, por lo tanto, debe realizar trabajos dtiles diversos: fabrivar herra- mientas, construir muebles, domesticar lamas, }escar. cazar, etc, De rezar y cosas por el estilo no habla:emos, ya que nuestro Robinson considera tales tareas como solaz y esparcimiento. A pesar de la diversidad Je sus funciones productivas, él sabe que no son mis que las diferentes formas de actividad del mismo Rokinsén, por Io tanto sélo diferentes manifestaciones de t-abajo humano. La misma necesidad lo obliga a distribuir me- ticulosamente su tiempo entre sus diversas funciones. El que unas ocupen mas y otras menos espacio jentro de su actividad total, depende de las mayores o meno- res dificultades. que tenga que yencer para log-ar el objeto wtil perseguide. La experiencia asi lo ensefia, y nuestro. Robinsén,. que del naufragio lograra salvar re- loj, libro mayor, tinta y pluma, como buen inglés pron- to comienza a llevar su propia contabilidad. Su inven- tario contiene una némina de los objetos titiles que posee, de las diversas funciones requeridas pa:d su produccién y, finalmente, del tiempo de trabajo «ue le exige, término medio, Ia ejecucién de determinadas cantidades de estos productos diversos. Todas lar rela- ciones entre Robinsén y las cosas que constituy:n su riqueza, lograda por é mismo, son tan simples y trans- parentes, que hasta el sefior M. Wirth podria llegar a comprenderlas sin mayor esfuerzo mental. Y, sin em- argo, en estas relaciones ya se contienen todas las de- terminaciones esenciales del valor. Trasladémonos ahora de la luminosa isla de Hobin- s6n a la sombria Edad Media europea. En vez del hom- 122 bre independiente hallamos: aqui que todos son depen: dientes: siérvos y sefiores de la gleba, vasallos y sefiores feudales, laicos y frailes. La dependencia personal carac- teriza tanto las relaciones sociales de la produccién material como todas las esferas de la vida que sobre la misma se asienta, Precisamente porque son relaciones de dependencia personal las qué constituyen el funda- mento social dado, los trabajos y los productos no ne- cesitan adoptar una forma fantistica distinta de su rea- Tidad. Se incorporan al engranaje social como servi- dores naturales y prestaciones naturales. Lo que aqui constituye la forma social inmediata del trabajo es la forma natural del mismo, es decir, su particularidad, y no su_generalidad, que es el fundamento de la produc- cién de mereancias. El trabajo del vasallo se mide por el tiempo, lo mismo que.el trabajo que produce mer- cancias, pero cada siervo sabe que es una determinada cantidad de su fuerza personal de trabajo la que in- vierte al servicio de su amo: El diezmo pagado al clero es mucho mas elocuente que las bendiciones del fraile. Cualquicra sea el juicio que merezcan las catacteriza. ciones en las que los hombres aqui se enfrentan entre si, el hecho es que las relaciones sociales de las perso- nas en sus trabajos se manifiestan en todo caso como sus Propias relaciones personales y no estén disfrazadas de telaciones sociales entre. cosas, entre los productos de stt trabajo, F Para el estudio del trabajo comin, vale decir tra- bajo directamente socializado, no necesitamos retroce- der hasta Ja forma natural del trabajo tal como se nos manifiesta en los umbrales histérigos do todos los pue- blos civilizados.** Un ejemplo més cercano est’ dado por la industria rural y patriarcal de una familia cam. pesina que produce trigo, ganado. hilados, lienzo, ves- 128 StL supe ns 8 opuvozaoe uva 9s sepyprunuos seyjanbe onb eprpaut e vyoueyzoduy opuerqoo va onb oper sproqns Jpded un vysduwsap ‘sepouvoxour op royonpoad o:u0s axq -m0y [OP BOUTS vy] ‘oyamBysu0o rod ‘ ep uvoveUE ue ofeqesy ep ojonposd Jop uofoeanojsuen a ‘Jexoued ue peponsyue cj ep A visy engque By op uoronposd op seuss sol Ug “ne ‘oulsjop ‘ousjuesejosd op sear -r0y sey ofeq ‘vsongsnq peprepour ns uo ojomn monsed “{ opesysqe exquioy [ap 031d ns uOD owsuDYS}: [2 BP snp urs ‘0 vnoape of 08 ofom onb ugSyas op rutof ey quit oupwny ofnqu.z ovmoo “wpeorsisoo vurs0y vid ofeq ‘sopuatd sofeqen sns. xeuopejer ua £ ‘sasojp2 ou10o ‘pop £0 ‘spjounos9u owt soyNposd sns w pussy 9510 -1odwoo ua aystsuoo ugyonpord ap [pjoos waunS91 oXno ‘spjouvorout sp sazojonpord ap pepayos wun Beg . sugrongEnstp Bt w oxyer 28 onb of wo ouos ‘ugponpord e[ B aquatureouco of ua oquey ‘sojuoredsuey A sofdums wos ‘ofequyy ns op soonp soxd 501 woo & ofeqen ns uoo sasquioy $0] ap souojor] vox sey iby “enprarpuy oumsuoo ye epeupsap caoa[oo ovnpoad jp aud vy xypour ved ‘oyue} of sod ‘ugrquimy _ & oanaaj09 ofeqen [9 wo sozovonpord soy ap ywipiatpuy ugprdionied e[ apaut ered oyouroupyMs 94.d8 oleq +2 op odwon jo ‘opel oxo 0g ‘sepeptsaoau soyuaroyrp se, { ofequay op souojsuny susioap se] onue uoroiod ord wispepica vp vjnSex upeoyprunjd oquamersos ugronq suastp ng ‘eded ojqop un seouoqua vsreBnl ofeqen ep odweon [q -ofpquss ap odor ns rod wururayep septa 8p sotpeur soy ua’ zoyonpoad epeo & epeudise uctoedoy sand. v] anb sowouodnseid ‘seyouvoxom op upronposd e woo ojoqesed “2p opout v ogg ‘soroyonposd 50] 9)» o0t301 “Sq ojjoasesep op earu jo ungos £ ugioonpord o> [e{I05 oursrue8i0 ouster Jep avjnonmed sejoyieo yo wjSos px PEL soaquisqur soy axua opingziys_p x08 ‘oquey of x0d’ “oqaq ‘eprs op soypour ap wuz10y ofeq ysyumnsucs os ayred eNO lag ‘[v1903 opuats onZig “uoloonposd ap oxpour outo9 spasas. 2 eajena oynposd oe op ayed eup, “jmo0s 01 -onpoid un sa ‘souliejor sou enb ¥ uoyepose BL ep [er -o1 ownposd jg “7 40d sopeen sos e Sopeunsep eiuou -eparp soyelqo ‘oye, of iod ‘4 yeuosiod oyuoureazsnyo -xo oynpoid ns uvso ugsurqoy ap soynpord so] sop -o], “jonprarpur ou & pywoos xoov.1ed wos osed ‘ugsurqoy ap ofeqen ap seutsou sep sepoy uoydar as oso ayso uy ‘pos ofeqen op eziany werd woqup wun oud sosnp > laqpuy ofeqen op seziong sesoreurnu stis uvsed sowsyur $8 ap efouafou0s euald woo anb & soaryejoo wozoonposd ap sorpaur woo urfeqeay onb sosqy soxqmoy op ura -vyoose Gun oyuOUTPUy souoMpUIBeuy “iepA BIE “eyjfmey ey op ofeqeay ep vagoe[oo vzrony v] op sounis9 oma js sod ep uemor 019s ofequn Jap sa[enpraTpur sez stony sej anbiod ‘ourspm ofeqeyy jap pemos ugIeuTMep ows sjuamearp mbe vjsaytueu os ‘odurey |p uo sep ns sod optpaur ‘sojenprarpur ofeqesy op seziony sel op oye Jo o1og ‘oun vpeo op ofeqna op odwon je 4 wymuey 8] op sosquieyr soy exyue souorouny s¥so ap ugwonqrystp ej uejnfex ‘oue [ep souofoeso se] unos uzyrea onb ofeqes jap sejermen souojorpuco sey onb ourstur of ‘pep & oxas ap seouezepIp se] “seprepuorsut ap woronpord vj aosod yf omoo pea “ofequn jap [er -eu uorearp vidord ns oosod onb sypuey vun 9p sours sung uos onbsod ‘sojeioos souorouny “[oinqou muLxoy ns uo uos ‘viansvs op ofeqnay jo & safe} Jo “repry Jo “epropeu <8 vy ‘vangnoyide ey ‘soyonposd soyso woovr anb.so] op sofeqey, sosioarp so"[ “sejouvoram op ugpepr eun 18° anus ueprens ou osed frvyrumy ofequyy [op soronpord soyuey soxjo vias xe] eased eyuesosder sesoo ap pup s[staap eyo poy, toumsuos ojdord yo vied “oy ‘sopn, sién definitiva: Sélo nos encontramos con v:rdadetos pueblos comerciales en los intersticios del mundo anti- guo, al modo de los Dioses de Epicuro o los _udios en el interior de Ja sociedad polaca, Aquellos aniiguos_or- ganismos sociales de produccién son extraordinariamen- te mas sencillos y transparentes que el régimen burgués, pero se basan ya sea en la inmadurez del hombre indi- vidual, que ain no se ha desprendido del co:dén .um- bilical que lo une a la continuacién natural de. la espe- cie, o bien. en las relaciones directas entre amos y ¢s- claves. Estén condicionados por ung, etapa inferior del desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo y por una falta de evolucién de, los-hombres dent:o de su proceso material de produccién de vida, y per lo tan- to, de las relaciones de los hombres entre si y de los hombres con la naturaleza, Esta inhibicién real se re- fleja idealmente en las religiones naturales y populares de la antigiiedad. El reflejo religioso del mund» real sé- Jo puede desaparecer definitivamente cuando las. con- diciones de la vida diaria, laboriosa y activa, presen- ten a los hombres relaciones claras y racionsles entre si y respecto a la naturaleza. La forma del proceso s0- cial de vida, o sea el proceso material de produccién, sélo se despojaré de su mistico manto de sombras cuan- do.ese proceso sea la obra de hombres libremente aso: ciados, puesto bajo el control consciente y planificado- de esos mismos hombres. Para ello la sociedad requiere una base material o una serie de condiciones materia- Jes de existencia, que a su vez son el product» natural de una larga y penosa historia de desarrollo, La economia politica ha analizado. por cierto, aunque de modo imperiecto 4, los conceptos valor. y magnitud de valor, descubriendo el contenido oculto en estas for- mas. Pero jamés se ha planteado ef interrogante de 126 7 Por qué este contenido ‘adopta aquella forma, o ‘sea por qué el trabajo se representa en’ el valor y por qué la medida del trabajo se presenta en la magnitud de valor del. producto de trabajo ®. Son férmulas que levan ex. crita en Ia frente que pertenecen a una formacién social en que es el proceso de produecién el que domina a los hombres, y no el hombre a los procesos de produccién: pero la conciencia burguesa las considera como una necesidad imperiosa, tan natural y evidente como el tra. “bajo productive mismo, Por eso las formas preburgue. sas del organismo social de produccién son consideradas Por esa misma conciencia burguesa mas o menos de In misma manera en que los padres de la Iglesia conside- raban a las religiones anteriores a Cristo ®, Hasta qué punto el fetichismio adherido al mundo de las mercancias, o sea la apariencia objetiva de las de- terminaciones sociales del trabajo logran engaiiar a gran parte de los economistas, lo demuestra, entre otras co- sas, la tediosa y necia querella acerca del papel de la naturaleza en la formacién del valor de cambio. Como el valor de cambio es una determinada mancrs sovial de expresar el trabajo invertido en una cosa, no puede contener mas materias naturales que, verbigracia, la cotizacién cambiaria, : Como Ia forma mercancia es la forma’ més general y rudimentaria de la Pproduccién burguesa, motivo por el cual aparece tempranamente, aunque no bajo la forma dominante y caracteristica que hoy adoptan; por eso. su eardcter fetichista avin parece facil de comprender. Con Jas formas més concretas desaparece incluso esta apa, rente sencillez. De donde provienen las ilusiones del sistema monetario? Este sistema no veia en el oro y la plata, considerados una relacién social como dinero, manifestaciones de de produccién sino. cosas naturales 127 681 a. B2I ugfox[as wo ‘HID9p so’ ‘ozquivo J ups BATfeOI oS sus0O su ep osn op sojea yo ezquioy ja eaed onb ap wrouwjsunos BLMeUypIoBAyXe B] BULUJUOD So] 079 UD K “seS0d oULOD ap -uodsaiz09 s9j 40jRA ns anb oxad ‘ses00 ap sopepordoad sns op aquswoquorpuadopuy seys9 @ opuodseito svs0o ce] 9p sn ap sojea fo onb ‘oBsequia ws ‘uopusnua o1eLI9 ep peprpunjoid ns avorputater uepuareid anb vorujnb BYoUEISNS BIS2 ep soo|ULg:HOIa SaLoplaqnosep sor] ‘oYERE - PIP un ep o vpied wun ep orquivo ap sopea [> oporqno . 4 sop By oormmb unum vroye viseE ‘ye .orumuemip ou © -09 0 nyiad owoo soja uous oWeUNYP uN Oo vjZad Bug, (st sosoypa wos ojuvuueep un o vjied van {soon uos pup sfunwes van o siquIEY UE “sPouDIeu sm ap orquyD ua sa soja yp taiquoy Jap omgrye so (osn ap aojea) vzonbix ey, ye 0U wzanbix e[ ‘oyquies jo suauelsesseN | woyjdway ‘opruss eise ua opeiepisuoa ‘zojea yyy ‘sorquioy ; } sof op ommqiye un (osn ap sojpa) wzanblx vy] ‘svs00 sxy * ap coinguy un sa (OIquIED 9p 20[2A) Loppa Jo :BjouBosoUt : ¥[ 9p Bue jp Opuoy sp of ua Opuddo] uystuL0UOde Jo Bjqoq ouLg0 vioYyE soweyonosg “orquIea ap sodo]eA oWOD seo se] & svun se] souMiojer SOU o[9s seOSoN] “ue sSenutep O] ISE sefouKoseUI-Ses09' ouoD saUoIoEjaL soLdoud ‘ 2 ©) seyseny “aojza oxjsanu_se saso9 owoo opuodsaisoa sou 18 anb 0] o1aq “se809 oul epuodserr09 sou aonb oynqyaye un 9 ou osed ‘orquioy je esaxeuy osn op so[PA ONSanE anb yas epond iueyyp ‘xejquq ueserpnd svrouvosow sup 1G “PUSH BfouRIOMK ET ap CUTIOJ PL v oyuosoZor o[duole oxj0 jnbe eyseq ‘operssuop sourvdronue ou vied o10g “ee ?z0TeIN] | "8H BT ep uop um so sqI0s9 A so9j soqus fo Od ‘sp19 Epsporsos | ep ow X ‘viioN By] ap Equiorq o[oNs swieunat9 so xod opep offs so oproared uarq >1quoy [PP Buss By ab op vonpiceysy ugYsnIE B] QFooUBAsep 98 : Un 198,, : {[POOveg oUaTEs Ye eqEUOTDOOR eroMeUT miso op nb ‘oseae ‘oypnat eagyy?, gyvidno ye wien. ojosd UR onb ‘Atreqoq wong ye exoye vpsonoos ou ugind? “yorose oumsyynay us vouspyAs ua aud ou oseow? ‘opruoUL Sssoord un us ‘x19p 9 ‘orquino [> a\ueTpout Bu [eer os Sage BUIDISTS [PP _vjENq 9s cyuRZorsw f oyooydeyp onb ‘ouiop © 8198 FoTRA eon sexuoyma ‘oxqmoy K we00 astuo. woaxtp out wrurowoda, ef. Xi swsoqTaerear saysjoos sopuprieno Uo9, Caprituto I EL PROCESO DE CAMBIO Las mercancias no pueden ir por si mismas 1 mer- cado, ii cambiarse ellas mismas entre si. Debemos, por Jo. tanto, volver nuestra mirada hacia sus guardianes, los poseedores de mercancias, Las mercancias son cosas, Y consecuentemente carecen de capacidad de rvsisten- cia frente al hombre. Si no se le someten de buena vo- luntad el hombre puede usar la fuerza; en otras pala. bras: apoderarse de ellas*, Para relacionar estas cosas entre’ si como mercancfas sus guardianes deber. com- portarse unos con otros como personas cuyas vslunta- des moran en estas cosas, de manera que un pcseedor de mercancias s6lo puede apropiarse de la mercancia de otro mediante la voluntad de aquél, y desprendién- dose de Ja propia, es decir, en base a un acto de volun- tad comin a ambos. De ahi que tengan que recor.ocerse teciprocamente como propietarios privados. Estu rela- cién juridica, cuya forma es el contrato, esté o no le- galmente expresado,. resulta ser una reiacién de vslunta des en la que se refleja la relacién econémica. EI con- tenido de esta relacién de derecho o de voluntads esté dado por la relacién econémica misma *. Las personas sélo existen aqui, las unas para las otras, como repre- sentantes de la mercancia y, por lo tanto, como poseedo- res de mercancias. A lo largo de nuestra expusici mostraremos las misearas de carécter econémico de las 130 personificaciones de las relaciones econémicas:en que los hombres sc’ enfrentan entre si como portadores de _éstas mismas’ relaciones. Pee 7 Lo que precisamente distingue al poseedor de ‘mer- canctas, de la mercancia, es que para ésta, el cuerpo de cualquier otra mercancia sélo es forma de manifesta- cién de su propio valor. Niveladora y cinica de naci- miento, la mercancia siempre.esté al acecho para’ cam- biar, no solamente el alma, sitio también él cuerpo, con cualquier otra aunque ésta tenga tan pocos atractivos como Maritornes. Esta insensibilidad de la mereancia para lo concreto del cuerpo de otras mereancias la su- ple su poseedor mediante sus propios cinco, 0 més sen- tidos. Su mercancia no tiene para él valor de uso inme- diato. De-otra manera no la Ievaria al mercado. Tie- ne valor de uso para otros. Para él solo tiene inmedia- tamente el valor de uso de ser soporte del valor de cam- bio, y. por lo tanto, medio de cambio ®. Por eso quiere enajenarla por mercancias cuyo valor de uso pueda sa- tisfacerlo. Todas las mercancias son no-valores de uso para sus poseedores, y valores de uso para sus ho-posee- dores. Por lo tanto, por doquier tienen que ir pasando de mano en mano. Pero este pasar de mano en mano constituye el cambio, cambio que las relaciona y reali- za como valores, De ahi que las mercancias’ deban realizarse como valores antes de poder realizarse como valores de uso. Por otra parte, deben confirmarse como valores de uso antes de poder realisarse como valores. Porque el trabajo humano invertido en mercancias sélo cuenta si ha sido gastado en forma itil para otros. Pero su utili- dad para otros, 0 sea, que su producto satisfaga nece- sidades ajenas, solamente lo demuestra el cambio. Cada poseedor de mercancias sdlo quiere enajenar 131 est i sgavay 8 seiousoreM ue uoyefauoD as onb ous ‘orgies BPP Sete sxzoupos0m ‘ose 282 Uo ‘UOs OU g K PF SBsOD sel “og INP o1fqo £ = p TM oVlgo x 28a sopnposd 2p oiipeuruy orqure yop wm} wy “g vioUvoxU 6 == FV mpuvosow x vei voy VISE “UO v] om Uae ‘opel oxo tod ‘K xopea ep worserdxe vj op_ojduys ew.z0y ¥] ‘ope un aod -muuasoid soxnposd op ovrpouny orqwes [q y OLOUIP Ua DIOUPOJeW BL Op UOfORUIIO}sUBT e] gjdumo <6 ‘seiowvosew ue ofogusr ap sojonposc’ so] op ugperoysuesy Bf varjeed as anb odman un w 080 10g ‘or ~ourp £ vjouvoiews ue juma.au Mm ap oruerumgopsop [O ue oanafqo ns owomeay sesfo] vysvy ones; wp os ou S ‘efouvorour B[ op s0[eA Jp querpuadapur euz0y vUN BID “PY exseue fo}roWIOD [9 ue soLLoLIIKO 98 uoTOIPENUOD ws9 onb op puplseoou wy] “ejouvaroM B] ap ezopeINywE vy ue wimp onb ropes < osn ‘op s07eA op woTo:pemu0D BI PYjoxresop 93 ‘orqueo jap ugroeupunjord vl £ ugTs “Wayx9 B] UO “SeIOUNOIeUL UD |yUOWIBANOSFO Ise wLOFA swoo a8 & ys o1ua ojweuteapioays wepenSt os scquosoytp sofeqex 9p soynpoad onb yo us “orquieo ep osavosd [op ouvseocu oyonpoid an so oLoutp [op ugTovATLEIStTO wy “(LU “TIX ‘#8dyeoody) j-orquou ns op oxume fo © *enseq B] ep eaquio Je 0 [buss v[.ox9yan; anb Jo OUTS ‘repuoa 0 teidmoo epend wunZumu onb ‘ensoq vj v pup “Hone ns 4 vrousjod ns upsep A ofesuos un ust soy Sq, ‘olauyp US e11LAUOD 98 OUIOD Ise sy “epLoN\sop Uy uvorour BL Op pI0S squswMoyfyoodsa uoLounf v{ UO “eID +08 osooord [op spaemy B ‘aIOLAUOD os posoued aquqoaynbs 1] “epyyA squsurpetoos ayuoppambe vursox we» oy1orA ~Hoo 9s Bjouvoxour Bjs9 ep feINyTU vULIO u] YSy “sorOTEA sns oquouresreatun usquaseider svyja Jeno py] ue. 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El primer modo. en que un objeto xitil tiene Ia _posibilidad. de ser un valor de cambio, es su existen- cia’ como no-valor de uso, 0 sea, cuando resulta una cantidad de valor de uso que sobrepasa las ricesidades inmediatas de su poseedor. Las cosas son ens’ y por sf exteriores al hombre y por lo tanto enajenatles. Para que esta enajenacién soa reoiproca, los hombres s6lo ne- cesitan enfrentarse ticitamente como propietarios priva- dos de esas cosas enajenables y. por Io tanto, como in- dependientes entre si. No obstante, semejante relacién de jindependencia mutua no existe para los miembros de una comunidad natural, tenga Ia forma dv una fa- milia patriarcal, Ia de una comunidad india pr.mitiva, 0 de un estado inca, etc. El cambio de mercencias co- mienza donde terminan las comunidades, en sus fronte- ras de contacto con comunidades extrafias, 0 con miem- bros ‘de comunidades extrafias. Pero en cuanto las cosas se convienten en mercancias en Ja relacién de una co- munidad con el exterior, por contragolpe, van apare- ciendo mercancias en la vida comin interna de esa co- munidad. Su relacién de cambio cuantitativa vs, al co- mienzo, totalmente accidental. Son intercambiables por el acto voluntario de sus propietarios que decide ena jenarlas mutuamente. Mientras tanto, la necesidad de objetos titiles apenas se va afirmando poco a poco. La constante repeticién del cambio lo convierte en un pro- ceso social regular. Con el correr del tiempo, por lo me- nos una parte de Jos productos del trabajo se producen para ser destinados al cambio. A partir de ese momento se afirma, por un lado, Ja separacién entre ut lidad. de Jas cosas para las necesidades inmediatas, y su utilidad para el cambio. Su valor de uso se separa de su valor de cambio. Por otro lado, la relacién cuantitativa en que se intercambian, se yuelve dependiente de su misma 134 produccién. La costumbre las fija como magnitudes, de" valor, ioe En el.cambio inmediato de productos, cada mercanvia es inmediatamente un, medio de cambio spara su posee- dor, y un equivalente para su no-poseedor, pero sdlo,si es para éste iiltimo un valor de uso. El articulo’ ain Ro contiene, por lo tanto, una forma de valor indepen- diente de.su propio valor de uso o: de las necesidades in. dividuales de los agentes que intercambian, La inece- sidad de esta forma se desarrolla .con el mimero ore. ciente y la diversidad de las mercancias que entran en el proceso de cambio. El problema se plantea al miemo tiempo que se dan los medios para si solucién. Un mer. cado en el que poseedores de mercancias cambian y comparan sus propios articulos con otros articulos dife- rentes, nunca surge sin que diferentes mercancias sean cembiadas y comparadas como valores por sus distin. tos poseedores con una tinica y misma dercera clase de mercancias. Esa terccra mercancla, cuando se con. Yierte en equivalente para otras diversas meieancias, adquiere inmediatamente, aunque dentro de limites redu, cidos, forma de equivalente general 9 social. Esta for, ma de equivalente general, nace y desaparece con el contacto social instanténeo que la lamé a la vida. Le. corresponde, alternativa y fugazmente.a una o a otra mercancia. Pero con el desarrollo del cambio de mercan. Gias se adhiere exclusivamente a una especie particular de mereancia, o cristaliza en la forma dinera, A qué egpecic de mercancia se adhiere es, por lo pronto, castal, Pero en general influyen dos circunstancias. La forma dinero se adhiere, ya sea.a los articulos cambiables pro- cedentes del exterior que, efectivamente, son formas na, turales de manifestacion del valor de cambio de los Productos locales; 'o bien al objeto util que constituye 135

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