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Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca de lo quisimos hacer y no hicimos, acerca del odio, la ira y más emociones humanas y cómo administrarlas.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca de lo quisimos hacer y no hicimos, acerca del odio, la ira y más emociones humanas y cómo administrarlas.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca de lo quisimos hacer y no hicimos, acerca del odio, la ira y más emociones humanas y cómo administrarlas.
MEDICO ACUPUNTURISTA Doctor en Medicina y Ciruga en la Universidad Central del Ecuador Especializacin de dos aos de postgrado en la Repblica de China en ACUPUNTURA Y MOXIBUSTIN Ausencia de toda inteligencia El odio es un sentimiento con el que los seres humanos estamos excesivamente familiarizados. Desde Can y Abel, hasta la persecucin y asesinato de seis millones de judos por parte del gobierno nazi. Desde el bombardeo atmico a Hiroshima y Nagasaki hasta la conmocin mundial provocada por el sorpresivo, brutal e impensable ataque contra las Torres Gemelas y el Pentgono estadounidenses hace algunos aos, y as no acabaramos de nombrar las barbaries acontecidas a travs de la historia de la humanidad. Desde que fue creado el Universo aprendimos que todo tiene su contraparte, lo bueno y lo malo, lo claro y lo oscuro, lo bello y lo feoDios nos permiti escoger y tener el libre albedro de nuestro destino. Precisamente, somos nosotros los que decidimos qu camino escoger, qu tipo de vida deseamos vivir, pues se dice que el odio es un sentimiento que slo puede existir en ausencia de toda inteligencia. Tambin en la vida cotidiana, y cada vez con ms frecuencia, vemos personas que estn siendo vctimas de acoso moral generando en ellos sentimientos, pensamientos y emociones destructivas por haber ingresado en una atmosfera de odio, celos o envidia de alguien de su entorno familiar o personal. Sartre adverta basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera. Esto es entendible pues no faltan aquellos seres que en sus mentes slo albergan el mal, abominables y ruines intimidadores que se esconden en el anonimato buscando la forma de hacer dao a las personas. Cegados por la ira y cargando una herida que su misma maldad les oprime constituyndose en un suicidio lento por envenenamiento de pensamientos destructivos. Nadie est obligado a castigar a los que nos ofenden o nos quieran hacer dao, todo lo contrario, si respondemos con ms bondad ellos mismos se autoeliminarn. Recordemos siempre que cuando nuestro odio es demasiado profundo, nos coloca justo por debajo de aquellos a quienes nos generan ese odio. Dado que ni un perro ni un cuervo son tan necios como el deseo de hacer dao, la violencia no es el remedio, tenemos que hacer frente al odio, pues la piedad es ms inteligente que el odio y la misericordia es preferible an a la justicia misma. Haciendo el bien sembramos humanidad, con tolerancia, disposicin al perdn y, sobre todo, con amor, podemos destruirlos. Por todo ello cuando se tenga este tipo de amenazas es muy aconsejable reforzar nuestros mecanismos de resistencia a este tipo de situaciones amenazantes impidiendo que las ofensas se conviertan en dao, es decir haciendo posible lo que aparenta ser imposible. El no saber mostrarse bueno con los malos es una prueba de que uno no es bueno del todo y recordemos siempre que nunca ser posible desembarazarse por completo del mal, pues siempre deber existir algo contrario al bien. Cada vez vemos ms carencia de bondad y la falta de bondad nos deshumaniza convirtindonos en personas indeseables e insensibles, con las que la vida en comunidad se torna difcil e incluso peligrosa. Adems, esta carga txica, a veces, se traduce en un conflicto psicolgico llamado trastorno de conversin, es decir sntomas no intencionales como dificultad para caminar, tragar, hablar, parlisis, tics, amortiguamientos, hormigueos, zumbidos, mareos, etc. Desde el Salmo Bblico 37:18 se resaltaba que debemos abandonar la ira y el furor ya que dentro de ella todo nos saldra mal, y el problema no es dejar de sentir ira porque la ira es una emocin que forma parte de la naturaleza del ser humano. Sentir ira es natural pero no tener control de ella es lo peligroso. Es ms fcil procesar la ira que pedir perdn, debemos interponer una adecuada gimnasia cerebral que acte como filtro mental, pero sta requiere tener dentro de nuestro conocimiento mecanismos de fortalecimiento y resistencia para las situaciones amenazantes de los acontecimientos desagradables de los cuales nunca estaremos a salvo, el adecuado manejo emocional es un aprendizaje que nos proporcionan ni nuestros padres, que no se da en las aulas del jardn, ni en escuelas ni colegios ni universidades, ni nuestros lderes religiosos. La inteligencia emocional no tiene nada que ver con nuestro cociente intelectual ni nuestro nivel acadmico. El discernimiento, el anlisis reflexivo, la intuicin calibrada, el formar en nuestras mentes determinados slogans mentales de alta profundidad nos reforzaran proporcionndonos serenidad y control para que la ira no nos permita actuar de una manera primitiva y lacerante hacia los dems Tener un cabal conocimiento de las consecuencias deletreas en contra de nuestra salud a nivel orgnicofuncional tambin ser una defensa contra la ira irracional. Los disturbios hormonales, inmunolgicos (defensas) y sobre nuestro sistema nervioso que provoca sern un freno adicional que por derecho y obligacin deberamos saber para evitar enfermedades a veces de difcil manejo mdico como migraas, hipertensin arterial, gastritis, diabetes, alergias, entre muchas otras. Desde siempre ya sabemos que la batalla ms difcil de librar es la que tenemos con nosotros mismos, hemos de ser el fiel reflejo de nuestras acciones Debemos buscar ayuda profesional si existen duelos mal resueltos, resentimientos, frustraciones pasadas, heridas emocionales abiertas, faltas de perdn. Tener dominio sobre la ira no es reprimirla sino liberarla adecuadamente sin hacer dao a otros. No debemos guardarla disimulando, porque crecer dentro de nosotros y saldr en forma explosiva y sin control. Cuando la ira se reprime, va creciendo en el fondo del corazn y puede explotar en forma violenta atentando contra nuestra paz interior o de los que nos rodean conllevndonos a cometer injustas agresiones contra nosotros mismos y nuestro prjimo. Es conocido que la vida es tan simple que recibimos lo que hemos dado, de ah que el crculo del odio es como una bola de nieve que crece mientras cae a un precipicio ya que si odiamos todos nos odiaran y entonces no podremos esperar nada de los dems. El odio muchas veces no es ms que una forma de expresar miedo, el que est lleno de odio ofende y es porque en realidad se odia a s mismo por tanto no merecemos llorar cuando alguien nos quiere hacer dao sin motivo. La mejor manera de interrumpir el crculo del odio es ahogarle entre la paciencia y el perdn.