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Es mi intencién presentaf al- sgunos problemas que plantea la investigacién de las relaciones fe- meninasy masculinas en la diver- sidad de los procesos historicos y ‘en especial en el rea de la Histo- ria del Antiguo Cercino Oriente -lejana y fragmentaria en el tiem- po para una investigadora Inti noamericana. Quieroadvertirque realizo mis intentos de recons- trucci6n hist6rica sobre la com- plejidad del andlisis de los pode: reé masculinosy femeninos a partir del presente y valiéndome de marcos tedricos actuales, que nos permiten echarluz y ofrecer nue- vvas interpretaciones a problemas presentes en las fuentes documentales de que dispone- mos, @.Veces no resueltos o que vinieron siendo analizados desde otra Spica, : La historia no.es,solamente produccién deconocimiento sino La memoria del nombre y los problemas de sucesi6n real en las sociedades hetea y egipcia * Susana B. Murphy * también interrogacién, en conse- ccuencia apuntamos con elloa un doble objetivo: adoptar una pos- tura critica frente @ las mismas formulaciones de a historia delas mujeres, y cuestionar la necesaria relaciénentreeste campo de estu- dio y l investigaci6n hist6rica en Su Conjunto *. Es por esta razén que sefalamos 1a'necesidad de estudiarcomplementariamente lo femenino y lo masculino, puesto que estas relaciones trascienden las fronteras de sociedades y 6po- cas diversas formando parte de Ia historia en su totalidad * Expuestas las consideracio- nes previas, y en lo que a nuestia investigaciOn se refiere, nos basa- mos principalmente en la infor- maciéni emanada de tos docu- mentos de las sociedades estata- Jes del Antiguo Cercano Oriente. Las diferentes formas de dominio que utilizaron los estados egipcio y heteo en el segundo milenio 2.C.‘respecto de las regiones que conquisaron adquieren. signifi- ‘caciOn y explicacion através dela ‘manipulaci6n politica, ideoldgica Docente-Investigadora en Historia Astigua del Ceréano Oriente. UBA y UNLU. El presente trabajo fue presentado ‘como ponencia para el IX Congreso Internacional de Etnohistoria realizado en El Qusco (Chile) etteel 19 y ef 23 de julio de 1953. GF FARGE, Adene et ali: Culture Pouvotr des femmes: Etsai a'bis- torfograpbie, Asses ESC, m2, 1986, ig. 271 5G. DUBY, Georges PERROT, Michelle: (dis), Historia de les Mujeres en Occidente, Madrid, Tau- 1s, 1991, vol, pig. 21 ara una mejor orlentacion del lector no especilizado aclramas que el segundo periodo de civiizacién, que cronatbgicamenteabarea desde 2000 a1 1200 a.G,, se caracteriaa hists- ficamente por el surgimiento de sgrandespotencias: Mtanni, Hat (Reno Antiguo Heteo y época “imperia!”) ¥ Egipro(a eps conoeida como Impe- so Nuevo). Es una época de equil- brio mesiable determinado por ef domiaia dela zona sio-palestinense, ‘egiénica por sus ciudades-puerto de Incereambio y por sus rus earavane zs, yen Is ual se expresan formas ‘ferectes de dominio que se dafinen veces porluchas o bien por tatados interaambio de presentes y alianzss ‘matimoniales ¥¥ econ6mica del parentesco 5 En estrecha vinculacién con loexpuesto proponemos abordar el arduo problema de la legitimi- dad sucesoria desde una perspec- tiva diferente, partiendo de. un estudio ‘comparativo que invo- lucre a ambas sociedades; con este objetivo centraremos nuestra investigacién en el conflicto y la anipulacin politica quese susci- ‘2 entre poderes masculinos femeninos de las étesestaales, y a partir de un estudio dialéctico dela interacci6n de lo concreto y lo simbético investigaremosel sta- hus y funcién que les cupo a las mujeres y a las divinidades en las sociedades estatales egipcia y hetea del segundo milenio a. Para el andlisis de esta cues- tién en el mundo heteo hemos elegido en principio dos fientes comespondientes a la etapa del Reino Antiguo Heteo, que consi- eramos relevantes para la inter- pretacién y estudio del problema: me tefiero a los Anales de Hattusbill (1650-1620 2.C.)*yl Testamento politico’ de este ey. El texto conacido como “Actas”, *Anales" 0 “Autobiografia” de Hatrushil I *, redactado en dos versiones (lengua hetea y lengua acadia)?, presenta un panorama detallado de la actividad politicay militar de la €poca y destaca una caracteristica sobresaliente en los heteos, que es la accién militar ‘extensiva "El documento consta de una introducci6n y una des- cripcién de las campafias. Peroen relaci6n con el estudio por noso- tros planteado respecto della suce- siGn real, nos interesa sefialarque en fa parte intioductoria hay una simple referencia acerca de la tinilatura del rey y su forma de legitimacién: El gran rey, el Tabarna que haejercido trad literal] lareaieza en Hatti - el sobrino (de) Tawananna’ Es oportuno advertir que el parentescoes unconstructocient- fico, yes condicién previa de este andlisis 1a utiizacin especifica tanto de un método como de conceptos precisos que permitan comprender la enmarafiada red derelacionessociales quel inves- tigacién empirica revela. Es evi- i Eltema yaa sido watado en MURPHY, Susana "Tomamasa lasconcubinas ‘para los senicios de todos fos dias y @ las exposas para que nos den un descondiontelgitima”, Cuadernos de Historia Regional, NO26, Universidad Nacional de Lujan, 1994 KBo X 1 y 2 -LAROCHE, E. CTH (Cxemoeue nes Tomes Herne] nO. KUBI1 (© BoTU 8) KUB XL 6 - TAROGHE, E. 6, ep.cit.n6. © GRAIG MELCHERT, H: The acts of Harncbil 1, Jou or Nem Easens ‘remus, 37, January 1978, 0. ® Durante el segundo milenio 2.C. Ia lengua acadia se instruy6 en lengua Franca, en especial para fas relaciones cence essdos MANN, Michael: as fuentes del poder social, L Una historia del ‘poder desde los comienzos hasta 17604.C., Madu, Ainn23, 1991, pig, % CRAIG MELCHERT, Hop ct, 9:7. Gf cl lnceresante estudio de FUND PATRON DE SMITH, Ana: Hestoria @ Ideologfa del poder en ol Oriente Antiguo, RIHAO, 7/8, 1991, WFaculexd de Filosofisy Letras dela Universidad de Buenos Aires, pigs 25-37, gus dente que en Ia fuente citada el rey se identifica y legitima frente alasfaccionesde poder a partir de su relacién de parentesco con la Tawananna. shoka bien, la pre~ gunta que inmediatamente se im- pone es gquién es la Tawanan- n@ js un titulo real o es un nombre personal? Algunas res- puestas surgen de los trabajos de destacados orientalistas y de. la interpretacién de los diversos documentos ®, bien preservados cer algynos casos, fragrentarios ‘en otfos. Siguiendo basicamente el estudio de Shoshana Bin-Nun, las diversas acepciones de! térmi- no pueden rastrearse: Den textds rituales haticos y palaicos, en algunos casos fragmentarios, 2 los cuales no se considera histéricos. En ellos la Tawananna aparece con el buto de kattab, que significa ‘rei- na’, ¥ Tabarna con el titulo de karte que se traduce por ‘rey’. En paralelo 2 l Tawananna, tam- ign Ia diosa del sol hética apare- ce en Jos textos con el apelativo de ‘reina’. De acuerdo con los textos situales hfticos hallamos juntas las figuras de Tabarna y Ta- wananna como marido y mujer encultos, enlos cuales de acuer- doa un ritual palaico esta thtima cumplia funciones de sacerdotisa; 2) en los textos de Hattushil I, en el Antiguo Reino, el vocablo debe entenderse como 'tia’, y en. otros casos como ‘hermana’ y como ‘hij; 3) desde los inicios de Ia ‘etapa “imperial” eltinulode Tawa- nanna equivale al de‘reina’ y en algtin easo como nombre perso- nal. ‘Através de los ejemplos pre- sentados puede advertirse la importancia dindstica que desde Jos inieios y a lo largo de toda su historia ravola mujer en el mundo heteo; recordemos que en la eta- paanterioral reinado de Hatrushil la Tawananne -reina 0 sacerdo- tisa- se destacaba por una enérgi- ca posicién independiente en las relaciones de poder. ¥ en efecto, enlasociedad hetea era frecuente que los sacerdotes y sacerdotisas ‘gozaran de gran independencia y poder sobre las poblaciones que residian en las principales ciuda- des de culto, de lo cual da proe- bas el cOdigo de leyes heteas: Lascasasdelos nobles (2) que vivenen NerikArinnayZipalanda {y todas las sacerdotes estin exer tos de pagar tribuio...". Es la ya citada estudiosa Shoshana Bin-Nun quien sostie- ne que la Tawananna, de acuer- do probablemente con una anti gva costumbre, tenia el privilegio de recolectar el tributo entre ta poblacié: . como tam'ue. dere- ccho sobre sits posesion... se han hhallado sellos reales que abartan distintos reinados y en los que, por ejemplo, se menciona en un EE wabsjo mis imporante sobre el tema es ef de BIN-NUN, Shoshana R The Tawanannaia the Hittite King: dom, Heidelberg, Carl Winter Universietsverlag, 1975. La autora rasrea el papel que le cupo a ls Tewanannaen ahisioraheteadesde In etapa considerada prehetea hasta la ‘etapa “imperial” inclusive, Sobre exe pariculse es notable el porte de RENFREW, Colin Argueolo- ia y Lenguaje. La cuestién de los origenes indoewropeos El sutor sefala que fa lengua del archivo de amu, amada acualmentebattioa, de ‘Hat 0 protobttua, aparece funda- rmentalmenceen textos rtvales y noes lengusindoeuropes. Seguin BIN-NUN, SR, la lengua hasic era hablada por poblaciinestablecida enla parte none Yy centr de Anatolia antes de le dominscign hia; en los texas hiteas cea lengua aparece con el nombre de aris. También debe senalsese ta presencia de poblacién hurrea cys lengua aglucinante era hablada en el Norte de Mesopocamia, Sur de Anato- Ii y Sita, y de los evales también se conserva documentacién que nos penmite adverirlainfluencia sobre los heteos. Aloexpuestodebemossumarie leciosindoeuropens como ella, cl palaico y el heteojeroglfico que, segin RENFREW, conforman junto con el heteo el grupo anstélico, NEUFELD.E: The Hittite Laws, Londen, Lusae, 1951, pig.16 caso la entrega de bienes (parce- Jas. de tierra) en, Tuhupiyya, Hatusha y Ankuwa, donaciéa que es dada 2 Anatas. Este nom- bre de Atattas, de acuerdo al anilisis filol6gico de Balkan, pue- de identificarse con el de ‘reina’™, ‘A través de los testimonios estamos aludiendo al poder econémico y religioso de la mujer ena esfera del estado heteo, Esta evidencia, sin embargo, no pue- deemenderse para sostene:, como lo hacen algunos historiadores y antropélogos, la existencia de un matiarcado.en el mundo hitita; esta pretensién, basada en lo postulado en el siglo pasado por J. Bachofen en su obra Elderecho materno, descuida el hecho de que este historiador aplica esa categoria de andlisis a un tiempo Y espacio diferentes. Si puede afirmarse, en cambio, que desde ‘el punto de vista politico el dere- cho de sucesi6n recaia sobre la ‘mujer en tanto hermana y esposa del rey, lo que prueba la exis- tencia, en los comienzes de su historia, de matrimonios endogi- micos, semejantes a los que en la esfera de la realeza se verifican én. el parentesco egipcio. Richard Beal aduce el Testa- mento de Hattusbit para postular | ‘adopcisn’ como una estrategia juridica destinada a inpedir el matrimonio entre hermanos *, argumento que, sin embargo, esta- ‘mos en condiciones de objetar. Fundamos esta reserva-en una investigacién anterior propia, en Ja que destacamos que si bien la mayoriadelosorientalisas,apanir del anilisis del Tratado de Souppiluliuma con el Rey de ‘Kbuggana (Ge la etapa “impe- tial") sostavo que en Hatti no se aban relaciones incestuosas, una nueva lectura e interpretacién del documento permite focalizar Ia frase clave 650 es incorrecto abo- 14, que esti delatando una legis- lacién que apunta a ponerfin aun tipo de relaci6n o uso anterior ”, Practica, por otra parte, no infre- ‘cuente en ottas civilizaciones. EL ‘material analizado nos permite concluir que en los inicios de esa civilizaci6n, 1a. estructura del arentesco heteo tuvo una vigo- rosa influencia matrilineal; y en vVinculacién con el problema del incesto es indudable que el papel de la mujer en la esfera del poder fue relevante para el caso de las uniones consanguineas, lo que nos lleva a postular que la remo- cin del tabdi fue una prerrogativa real de los grupos: goberantes con el propésito de consolidar tuna estrecha red de poder ¥, El Testamento Politico’ de Hattusbil ® apona informacién pertinente sobre la sucesién real en el Antiguo Reino; de él nos interesa sefalar el conflicto co entre los poderes EASTON, DF: Mitte and Donations ‘and Tabarna Seals ous c#Cisront Sri, 33, 1981, 1, plgs.t6 y 17 BEAL, Richard Hi: Studiee sm Hitto Histor, Joos oF Caneroun Sr, 35,1963, 1-2, The Baghdad School of the American Schools of Oriental Research, Philadelphia, pags. Richard Hy ss MURPHY, Susana B. sept, pig. 14 ™ Hemos analizsdo el problems éel inceso real en nueste anievlo ckado enn.s. BRYCE, TR: Mamusbilt 1 and the Problems ofthe Royal Succerion tn the Hite Kingdon ,ensssrous:Sries eum or me Brey Insert oF Ancnntinovar Assan), 30,1981, 8B. gus femeninosy masculinos que pone al descubierto, y que lleva a que Hattushil adopie finalmente a su ‘nieto Murshil para que reine en lugar del hijo de su hermana: Ast babla el gran rey, ef Tabarna, a la asamblea y a los funcionarios He aqui que me encuentro ‘enfermo ypostradoen cama. Con ‘estas palabras os be presentado al nifio Labarna, que me sucederd eneltrono. Yo, elrey, lebe llamado mibijo,leheabrazads, ensalzado y mimado. Pero no bay palabras bastantes para calificar su conducta dsirante mi enfermedad. No ba derramado una sola ldgrima, ni ba demostrado compasién alguna. Es frio y no tiene corazén. Entonces yo, €f rey, le he mandado llamar @ mi lecho. Pues qué, siestoes ast, equién seguir educando a un sobrino como si fuera-un bio? Pero ni Supuiera ba. hecho caso de las polibras del rey. Solamente ba ‘prestado odo a lasde su madre, la serpiente. Sushermanosysushermanas Ieban mal aconsejado una yotra vez y él les escuchs. ¥ yo lo be sabido, yo, el rey. Pues bion, si quiere lucha, la tendrd Bastaya deesto. Exteyanoes mt bijo. Pero be aqui que su madre berrea como una vaca: Dentro de mi mairiz viviente arrancaron la pierna al beserro; lo han destruido, iy ti quieres asesinarle! Pero yo, el rey, ces que bice algiin dario? No le nombré sacerdote? ‘Siemprelecolmédebonoresy continuamente me preocupé por su bienestar. Pero-éi, en cambio, munca correspondié @ mi carino. St pudiera salirsecon lasuya, :c6mo podria amar a Hattushas?”®. Es interesante observar enla introducci6n del fragmento que acabamos de citar-que, en com paracién. con el documento anterior, el rey ya no se presenta ‘comosobrinodelaYawananna, ala queni siquiera menciona; en segundo lugar, brinda una serie deexplicaciones sobre la conduc tadel sobrino, 2 quien oportuna- mente habia adoptado como hijo, y quien en colaboracién con su madre y otros parientes habria sido desleal al rey, raz6n por 1a cual es repudiado. Instaura entonces au nieto Murshil como heredero mediante la figura de ia adopcién ¥, El relato tiene un desenlace relevante para nuesto estudio: conocemos la proclazna- cién de un edicto por el cual se prohibe incluso:la mencién del nombre de Tawananna: En el futuro ninguno men- cionard (el nombre) de la Ta- wananna [..1*, Segiin lasantiguas creencias, no ‘hacer mencién del nombre 116g % LAROCHEE: opett, m6 2 BEAL, Richard,B. op ci. 2 BIN.NUN, Shoshana.R.: opcit pigs sey 53. significaba. a pérdida de la identidad; més adn, al hacerse referencia a ella en el documento se emplea el término mush-as (Cserpiente’) vinculéndola tal vez conelejercicio de ia hechiceria. Y precisamente en un documento posterior, conocido como el Edicio. de Telepinu, comprobamos que ésa fue la intencién, puesto que allise hace una explicita condena de esa prictica por parte de la familia real: ..En Hattushas, en adelante exorcizad todo aguello que tenga que: ver con: la. bechicerta. Quienguiera de la familia (real) que conozca de bechicerta, ti, la familia real loatrapardsyenviaras «a las puertas del rey, Peroelquenoloenviare, (ei embrujo) vendrd y causaré aver- sin a ese mismo hombre y a su casa®, Los textos rituales y de adivinacién proveen informacién acerca del uso de serpientes y como sefiala el distinguido orien- talista E.Laroche esta tradicién no tiene paralelo en antiguos métodos de adivinacién lo que evidentemente denota una costumbre anterior y extrafia 3 la dominacién hetea, andlogamente Ja prohibicién de mencionar el nombre de Tawananna puede vincularse con el motivo de que la g @ institucién y el status pertenece también a una tadicin anterior que no se corresponderia con la costumbre hetéa * Inferiios que el empleo del vocablo “serpiente’, vinculado uns prictica considerada negativa por a sociedad, tuvo como Finalidad comprometer 2 la Tawananna en su ejercicio; de esta forma el rey, ejerciendo una violencia’ psicolégica con. el propésito de lograr la aceptacién y la cooperacién de las élites, que seguramente rechazarian esas ricticas esotéricas portemoralo sobrenatural, ograria que restaran apoyo a posibles. revueltas encaberadas porla hija, la hermana yelsobrino®.Esal menos evidente que hubo uns necesidad de aistar la influencia y et poder politico, econdmico € “ideolégico de la ‘Tawanannasobre otras facciones de poder. Maurice Godelier sefilé que toda relacién concreta de dominacién conlleva una parte ideal que juega un papel esencial en la produccién y reproduccién de esa relaci6n *,y es justamente enel plano de lo simbélico que ‘observamos que la divinidad solar femenina de la ciudad de Arinna adquiere preeminencia en el pantedn ‘heteo en la €poca de Hattushil 1, como lo testimonian copias tardias de Ia fuente de! Antiguo Reino. Esto significa que sibienenel mundo deloconcreto a Tawananna ha desaparecido de la escena politica, en lo ideolégico es nuevamente una divinidad femenina ta que se impone con un stanis semejante. Sin embargo, como sefaléramos oportunamente, esto debe verse vinculado con cultos ancestrales haticos y hurreos que perviven en la sociedad sometida por los Ap. Fuentes teas, N®6 y 7, Instiwro de Historia Antigus Orienl, Faculad de Fdosofiay Letras (Univ. de Buenos ‘Aires, 1976, (Publiaciones para ts Citedra de Hisoria Antigual (Orien- 06 % MURPHY, Susana B.y GIL LOZANO, Femands: Hecbiceras, serientes Dryas: un ands Bindnice compe. ration, Cotoqtie nrmserisano 0€ sevwiet ut couse, Centro de Esrudios ‘Avanzades de ls UBA, Buenos Ales, 1983, ls pag Gf GODELIER, Mavticerto idealy lo material Pensamiento,economias, sociedades, Madrid, Taurss, 1989, ig 186 » ibid, pigs 2829 po heteos, quienes comointeligentes dominadores fueron muy recep- tivos a la incorporacién de Jos panteones locales de los distintos grupos étnicos subyugados; de ello es buena prueba el hecho de ‘que los escribas hicieran listas de las deidades locales, 2 cuyas honras y celebraciones segura- mente adherisian las méximas jerarquias del estado heteo, cone! estratégico propbsito de asegurar- se lealtades y solidaridades ”. En relacin con lo expuesto es interesante destacar que, comparados los poemas hurteos conocidos como Hedarnmu™y El carito de Ulkkeumms con el mito anatolio de La lucha contra el dragén, seobservaque compasten el tema central: la lucha entre poderes femeninos y masculinos rmanifiesta en Ia aparicién de vn monstruo que se Cafacteriza por una voracidad destructiva, y la intervencién de una diosa cuya funeién es neutralizar el poder del monstruo sacindolo de su medio natural ®. Es evidente que se pari de un mismo nédeo mitico original, vertido luego'en formas literarias diferentes, y que adquiere explicaci6n en vincula- ‘ci6n con la historia de los hurreos y la poblaci6n indoeuropea que se instala y domina la regi6n. La concepcién del mundo -basada en el pasado ancestral, conocido a través del mito trans mitido por tradicién oral y escrita, ¥y reptoducida en el presente @ través del rito- es el fundamento de Ja idea étnica del espacio. Es esta idea imaginaria la que nos permite comprender la organi- zacién conceptual dela estructura ‘espacial en Ja cual las comuni- dades viven.su ‘historia. Este Fenémeno esté presente en todas las sociedades complejas cuyas estracturas ‘espaciales Cuniverso, ¥ .BERNABE, Alberto (ed: Textos iterarios betitas, Edicion prepara por. LMadsid, Edtora Nacloal, 1979, pigs. Con respects al poema de Hedamenu sabemos que er una composilén ‘extents y concordance en su esruetura y composicién con el Canto de Uliamins,perteneciente ata serie de poemas hurreos que conforan el elo de Kumar, dentro del cual se encuentra también el Reinado de los Cieloso Teogonis. Uno delos motives mds interesantes presentes en este tltino es el nacimiento de los dioses de las entrahas de Kumarbi, una divinidad hortea maseulina; sin ‘embargo, la dlvcidacin del rlato es compleja tanto por el estado feagmentario del texto como por Ik eifevtad de identifeat los lugares del ‘verpa que se proponen como silids para el nacimiento. Precisamente nos Inieresa dexacxr el Bamade “buen ugg ogee, que probablemente aluds al falo st acendemasa dos razones: en exo se entiende que cada lugar de nacimiento provoca un dafio sabre el recién nacido y, al hablar del “oven ugar’ se menciona que “toda mujer (2 por mf, fase que acaso deba completa “toda mujersond danada por mf, en alusién al dai producido por la deformacién del falo; en segundo lugar, porque el falo es el rgano conespondiente 2 la vagina emenins y de abt que sea el lugar ‘rormal, el bueno", para servi de vi slnacinionte Estos relatos de caricter Ierario y religioso fueron asilados € incorporados por los vencedores heteos, lo quenos utara sospechar aque tal vez los heteos hayan refor- mulado estos textos con el fin de afanaar y legtinar stuaciones de conflico en las relciones de poder smaseuinas y femeninas como las que vvenimos snalzands en este tabaj. ® Cuando Hedamimu salis del agua Bear legs junto al mar (..)/seasusts ‘ysubs6 al eielo/ycomenzi.adeciriea su fuer interned - Me dan miedo las ampientes.. El fragmento 11 relax lt cenirada en acelin de Ista y dce:(..) tar entrSen la Casa de Baks /(.) fue a lavarse y se avs se Knpié, se ungid con perfumes, se engaland y los ‘encantae corrian como perros trasella CoM Cuando Hedammu oy6 su canetén (x) sacé la cabeza sobre olegje/ Itar lo U6 @ Itar frente a Hedammu levant6 sus miombros desnudos (..) Hedamnnu la 16 y st irlidad se exci / Su virlidad fray dentro deol yladejéembarazada. & Ja imporancia y Ia presencia de lo femenino manifiesas en el texto, ba de afadise también el tema de la sexualdad, queserétema de un furaso trabajo. Cl BERNABE, A. ed, Textos Literarios Hetltas, Madrid, Faitor. Nacional, 1975, pigs. 166-169. tt ‘| aL | | | | i } | i | i territorio, pueblo, etc.) no pueden escindirse, -y estas sociedades deben estar en condiciones de twaducirla idea imaginaria en idea _—-concreta y-viceversa ®. El panteén estatal heteo estaba integrado por una gran variedad de deidades tutelares, las que seguramente sonde oxigen. hitico, hurreo y en algunos casos indoeuropeo (asi, las mencio- nadas como Indra, Mitray Varuna). Por lo general, las-divinidades hticas aparecen mencionadas en osrituales heteos, enlos festivales ¥en las plegarias, por ejemplo la diosa del sol Estan *; las deidades tutelares aparecen normalmente agrupadas, lo quees dable obser var en los juramentos que se establecen en los tratados con los pueblos que dominan 0 con los cuales mantienen relaciones recfprocas ®. ‘Apartirdela documentacion analizada inferimos.que en io divine también se verifica la contribucién de lo femenino, concretamente a través del poder de la diosa solar de la ciudad de Asinna, pues en el caso analizado vemos cémo Hatrushil I, a partic del desplazamiento de ka Tawa- nanna, esicecha atin més sus vinculos con Ia diosa; ejemplo de ello €s la ofrenda de hermosos presentes en-eltemplodela diosa—: coneldoble objetivode asegurarse la victoria y de reforzar a un tempo su posicién contandocon el favorde la divinidad fermenina frentealos otros grips le poder, Jo que se resunie en'un sugestivo fragmento documental: Cuando ti no enctondas it fuego sobre mi corazén entonces ‘sucederd (eso) que la serpiente se enroscaré entomoalaciudadde Hattushas ®, La idea del poder femenino en Io real y en lo imaginario se resignifica en la etapa “imperial”, enlacualserecuperan tradiciones y costumbres anteriores; 12 Tawananna vuelve a ser men- cionada como reina, y la diosa so- laradquiere-o tal vez readquiere- el atributo de "Senora y duena de latiea de Hatt”, comoloatestigua el documento de la Plegaria dela Tawananna Pudubepa.* a la diosa solar de Arinna: (1 yDiosa solar de Arinina, reinade todos lospatses!en elpais de Haiti llevas el nombre de diosa solar de rinna;- pero-en-el-pats——~ ‘que ti biciste el pats cedro, Hevas el nonibre de Hebiat Yo, Pudubepia,” soy sierva desde antiguo; una riovilla de tu establo, tu basamento, -Ti mi seriora, ecuidasde'mi y Hattushil 5 (.1 Como tas reyes de antario Johan desatendido, es cosaquetis conoces, diosa solar de Arinna, mi sefiora. Los reyes de antafio ‘agjaronquesearuinaran incluso las regiones que ti, diosa solar de Arinna, mi sertora, les diste.. ¥. El documento es'lo sufi- cientemente significativo ‘con respecto al poder femenino y al masculino, mediado este dltimoa través de la divinidad femenina de Arinna, que antiguamente y de acuerdo a la fuente, tenfa entre Jos hurreos el nombre de Hebato Hepat. Recordemos. que los hurreos constitufaneleslabén que ‘unia el imperio heteo con otras culuras del Cercano Oriente (CARMAGNAM, Marcelo: El regreso. delos dioses, El proceso de recons- timefén de ba identidad étnica en ‘Oaxaca. Siglos XVI y XVI, Fondo de Cultura Eeonémles, Mésico, 1988, ps2 LERNER, Gerda: La ereacién del patriarcado, Barcelona, Crea, 1990 g.238. CLMACMAHON, Gregory The Hite ‘State Cult of the Tutelary Deities, ‘The Oriental Instinte ofthe University fof Chicago, Chicago, tlinos, 1991 (Assyrological Sudies, N25), pigs 4 ¥ 5. Es importante sefalar que la Tengos hetea emplea = menudo un género comin para femenino ¥ raseulino, por lo que con frecuencia fs imposible determinar el sexo una particular deidad wel, No cobstante, y en relacién 2 nuestro trabajo, se sabe que Inara, diosa hitch cuyo nombre 2 menudo se escribe on lsigno ZAMMA, es femenino, La coestion del género de algunas dvinidades pemanece en muchos casos incerta, y su determinaciin dependers del contexto-o del parlelisme que pueda esablecese con otros documentos. Lo mismo sucede con Ia diss So 3 BINAUN, Shoshana: op.ett, p4g.106 yes Prdubepacsnombce deorigenhureo, de paca del “Impero” heteo. 2 se efiere al einado de Haus % BERNABE, Albero (e6.): Textos Iterarios hetias, opt, pig 299. 119 Astitico, y es notable la influencia hurrea en. los textos literarios a heteos, principalmente el cono- y : ; cido ciclo de Kumarbi ®. ~p ee No-compartimos ta idea-de— que en la etapa imperial se haya producido un desiizamiento dela influencia ostensiblemente matr- lineal.a una relaci6n puramente patriarcal, tesis sostenida por las, historiadoras Gerda Lemet * ola SA : ‘misma Shoshana Bin-Nun. En un fe trabajo ya mencionado. hemos -titulado Himmno Canital (din.V), _ faraonesdeluniverso social puesto ‘demostrado que, en realidad, la _serefiere al poder divino de Unis, bajo ellos, -mostrando que su descendencia es cognaticia,omas que es 0 ha sido rey, es- decir, poder abarca: y ‘comprende lo especificamente' de ‘transmisién humano®.Larelecturadelafuente masculino y a lo femenino. divérgente”, segin la denomi- nos proporciona una interesante tra imagen’la obtenemos naci6n de Jack Goody @. En ver _ referencia a las poderes masculi- ena misma épocaenei cuento de dad, la posicién de, ambas nos y femeninos desde-lo ideo- El rey Kbeops y los magos,en cl tanya istoriadoras s6lo puede enter. légico: quesealudeauncambiodinistico derse a partir de una implicita yalascenso de la élite sacerdotal =| necesidad de destacar e! dominio (.]lagloriade Unisestdenel de HeliGpolis. Lo sugerente esa Pattiarcal; pero como sensate- cielo, supoderestdenelborizonte, forma de legitimacién que se mente lo sefial6 Arlette Farge; la Como Atum su padre, su revela en un didlogo entre el rey dialéctica’de la dominacién y la engendrador, aunque su engen- Kheops y el mago Dyed { ‘opresi6n es insuficiente si'no se dradoes mds fuerte que él. intenta establecer mediante qué Los poderes masculinos Dijo entonces Su Majestad: mediaciones especificas, en el . (esbu)deUnisestin detrasdeél; ‘ Donde es eso, pues?” Dijo este tiempo y en el-.espacio, esa sus poderes femeninos-(@mswt)- , Dyedi:. “Hay un cofrecillo de dominacion es ejercida *, cesidn bajo sus pies ®. ‘pedernal alli en'una camara | En el marco del anilisis amada de la probacién, en ‘comparativo que proponemos, en Entendemosquelaideologia’ “Helidpolis (Mira), es en ese | el caso egipcio, en la’ etapa es clara y se'corresporide con'la _cofrecillo”. (Dijo Su Majestad:"Ve conocida como Reino Antiguo (a realidad, dadas las caracteristicas y traémelo). Dijo Dyedi: "Ob paris del a. 2778 a.C.), encon- — peculiares de la historia egipcia Sobenario-queviva, prospereyesté wamosdocumentaciéntemprana, con'un dios-rey que rige los — sano- sefior mio. Mira, no soy yo conccida como Los Textos de las destinos de esa sociedad, Hay elquetelotraerd’..Eslamujerde Pirdmides, uno ce los cuales, ¢] una intencién de distinguir a los un sacerdote[w'b significa puro) } © ibid pag. 135 y se entende aquella segin ln eval la. Facultad de Filosofia Letras i 8 LERNER, Gerda: opi, vs. n27 Jegitimidad sucesoria recae sobre [Wniversidad de Bueno Aires), pig 31. 5 Psa. mujeres y hombres, © ROSENVASSER, Abraham: Mroduc- : ‘* GOODY, Jack: La evoluciéa dela" FARGE, Artec: loc.it. pig. 271 tna ta leeratura cgipca. Las formas i familia y del matrimonio en FUND PATRON DE SMITH, Ana: IMeraras,RIHAO, 3 (1976) [Facutad Europa, Barcelona, Herder, 1966, Hitonia ¢ fdeologia det pader en ef de Fotolia Letras, Universidad de PAB3IS. For jansmisiin civergente Oriente Antiguo, RIHAO (1991). 7-8, Buenos Aires, pig 47 120 de Ra, ..que estd encinta de tres bijos de Ra... 4. La legitimaci6n en este caso proviene de la relaci6n entre una ‘mujer carmaly el dios solar Ra. Ast, y contrariamente a lo que hemos setalado para el mundo heteo, la. preeminencia esté marcada por el poder masculino, de origen diving, entantoel poder femenino sehace manifiesto 2 través de una mujer real que cumple la intransferible funcién femenina de la reproduccién. El poder faraénico sigue siendo un Privilegio masculino porque hay disociacign entre la funcién real, de la cual la mujer esté exchiida (salvo excepciones aisladas), y la sangre real que la mujer posee y transmite ©, La evidencia comentada contribuye a establecer fuera de duda quela sociedad egipcia iene un. cardcter eminentemente patrilineal. Corresponde que analicemos shora qué sucede en el caso de que sea una mujer quien accede al gobierno de Egipto. Esto sucedié durante el Inaperio Nuevo (1550-1314 a.C.), en el transcurso de la dinastia XVI, cuando asumi6 el poder la reina Hatshepsut. Téngase presente que en Egipto son frecuentes las alianzas endogs- micas en el drabito de la realeza. ‘Los casamientos enue hermano y hermana sefialan una continuidad reconocida a todo lo laigo det valle del Nilo, préctica compren- sible si se tiene en cuenta que el ‘que gobiema es un dios. A parti de ello adguiere significacion particular la alianza matrimonial de los hermanos Hatshepsut y ‘Tuunosis Hl, hijos de Tutmosis 1 pero de distinta madre (de Ahmosis,’ esposa principal, la primera, y de una concubina el segundo). A la muente de Tutmosis Hatshepsut quedé como reina- regente del futuro Tutmosis Ul Gradualmente la figura de este faraén se fue eclipsando. En el ao Vildelreinado de Tutmosis la seina-regente da el paso definitive haciéndose coronar, adoptando el protocolo real con toda sv tirulatura y haciendo remontar el comienzo de su propio reinado personala la fecha de Tutmosis I Pero lo realmente curioso es que escribe sus nombres y titulos en género masculino y se hace representar vestida de hombre, con cuerpo de hombre e incluso, con barba postiza. Obsérvese el testimonio de la fuente conocida como Inscripcin de Hatshepsut: «No be dormitado olvida- dizo, sino que be restaurado lo ‘queestabaen ruinas. He levantado lo que estaba desbecho (en pedazos).antes, desde que los asidticos se instalaran Egipto del Norte, on Avaris.(...) Gobernaton sina, yél(Ra) no obré por orden diving hasta (el reino de ) mi Majestad, yyo be sido establecido (bora) firme cual tréno de Ra La feina-tey era absoluta- mente consciente del poder de la wadicion, y para que no quedaran, dudas sobre su legitimidad para gobemar, creé junto con el sacerdocio de Amén el mito de la teogamia. Segin este relato, las reinas esposas de Amén-Ra son depositarias legitimas de la monarquia, En los relieves del templofuneratiode Deir el Bahari se representa el mito: Amon ‘encama a Tutmosis I uniéndose a Ahmosis, y se destaca el ROSENVASSER, Abraham: op.ctt pagss1-92. © BURGUTERE, Andeé et all, Historia, de Ia familia, Mundos Jejanos, smundos antiguos, Madrid, Alianza, 1988, vol’, pég. 48. “© Amén es Is divinidad principal det imperio", razén por la cual su sscerdecio gozzba de importantes priviegos y beneficios. gaz nacimiento'de Hatshepsut, fruto de-esta uni6n del dios con la rei- ma ®, Respecto de la posici6n det padre divino y la mujer camal ‘encontramos similitudes. con la fuente del Cuento de Kheops ylos Mages, a la que ya hemos hecho alusi6n, Nos hace pensar que los sacerdoies de Amén tuvieron en cuenta esa documentacién para Taelaboracién de esa construccin intelectual que fue el mito de la teogamia. De acuerdo a estudios actua- lizados, hoy se sabe que durante el reinado dé Ramsés 1, aunque ‘en parte ya se habia iniciado con el advenimiento al poder de Tutmosis Ill, se desarrollé una accion destructora detodoaquello que recordara la figura de Hatshepsut: se borré su nombre de los monumentos, € incluso fueron destruidés aquellos lugares donde su figura se hallaba tepresentada; se eliminé en especial todo aquello que se vinculara con el famoso ‘cisma amarniense instaurado por ‘Amenofis IV, conocido como Akhenat6n ®, durante la dinastia XV. ‘Avvavés del presente trabajo entendemos shaber.establecido semejanzas y diferencias entre el mundo heteo y el egipcio en el segundo periodo de civilizacién. Son evidentes, en primer lugar, las similitudes que se presentan ante los arduos problemas de la sucesi6n real, en tanto se procura encontrit elementos -ideales y reales para legitimar a quien comresponda, y ello siempredentro de los-marcos de las diferentes estructuras de parentesco. Eneltitulode nuestro trabajo aludimos 2 la memoria del nombre, y en los dos casos planteados advertimos idéntica necesidad de borrar y negar el pasado para beneficiar a una u otra faccién de poder. Habri de surgir luego la_necesidad consecuente:de resignificar ese pasado que se intent6 olvidar w ocultar En el murido hetéo sefiala- mos la bisqueda de legitimacién enloconcretosalvoexcepciones, y en lo simbélico en los poderes Femeninos. EnFgipto, encambio, la situacién fue de indole diferente: existi6 una necesidad ostensible de reforzarlos divinos poderes masculinos. Y asi, en tanto la peculiar historia egipcia explica que el faraén sea un dios- rey, entre los heteos el rey no es sino un intermediatio entre las divinidades y la comunidad, Entendemos haber cumplido ‘conel propésito inicial de nuestro trabajo, es decir, mostrar como se manifiestaron complementaria- mente los poderes masculinos y femeninos en la manipulacién politica eideolégicade la sucesién, ¥ destacar el papel que a las ‘mujeres les cupo en esa historia. © PADRO Jotep: La mujoronetantguo ‘eipio en Actas de ls VJornadas de avestigacinInterdisciptinaria “La mujer en ef mundo antiguo", Seminatio de Esudios de lx Mj 1228 Universidad Auténoma, Madtid, 1986, ples 72 y 73, Como es tsbido el rey Akbenstéa dnabia impuesto una Unica divinidad solar, Arn, en reemplazo de todas as aivinidades egipeiss, y habia construide Is ciudad de Akhetawin (Luger de la Verdad"), imponiéndole como expel del “Imperi’

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