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Maria J. Rodriguez-Shadow LA MUJER AZTECA weg Nw ow ew we Pw oe awry LA MUJER - AZTECA Maria J. Rodriguez S.as 6 Mujer y sexualidad. Las conductas sexuales humanas se hallan codi- ficadas en toda sociedad, a los miembros de la comunidad se les imponen limites y restricciones segun el sitio y la época. La sociedad mexica no fue, por supuesto, la excepcién. Entre los antiguos nahuas se desaconsejaban las practicas sexuales que estaban encaminadas sdlo a la obtencién de satisfacci6n erdtica; se consideraba que el coito era una actividad que debia efectuarse tinicamente “para hacer siembra de gentes"! o que debia efec- tuarse sdlo como “un respiro a la normal y natural condicién de la existencia humana... [pues aunque el] goce era permitido, su abuso causaba la ira de los dioses"2. Aunque se crefa que la .actividad sexual temprana producia disminucién del crecimiento y mermaba la inteligencia de los adolescentes se permitia que los muchachos mantuvieran relaciones sexuales con cierta liberalidad, lo cual se concedia como gratificacién a los mancebos tributarios que habian logrado distinguirse en sus tempranas idas al campo de batalla3, esto sugiere que el sexo era negado u otorgado conforme a las necesidades sociales de fomentar conductas guerreras entre los varones. 1 Leon-Portitla (1977b:151) 2 Lopez Austin (1 1980:279), 3 (op. cit. 347). 185, La conducta sexual de la mujer. La mujer mexica fue educada bajo el signo de un doble patrén de moralidad: uno, masculino, flexible y laxo y otro, aplicable a ellas, severo y estricto. En contraste con la liberalidad con la que se aceptaba el ejercicio de la sexualidad masculina, en ellas se reprimid vigorosamente toda conducta que tuviera tintes erdticos. Las mujeres desde la pubertad fueron educadas en la mas estricta conducta sexual; los padres fueron los encargados de realizar las recomendaciones y las advertencias pertinentes "Por donde vayas hija, ve con mesura y honestidad, no apresurada ni riéndote, ni mirando de lado..., no mires a los que vienen de frente ni a otro alguno en la cara, sino iras tu camino derecho, mayormente en presencia de otros. De esta manera cobraras estimacion y buena fama... si encuentras a alguien en el camino y si se rie contigo, tu no rias, mas pasa callando, no haciendo caso de lo que te diga, ni pienses, ni tengas en algo sus deshonestas palabras. No tengas trato poco honesto con los hombres, no sigas los malos deseos de tu corazon... no entres sin justa causa en casa alguna, para que no te levanten alguna calumnia y lo padezca tu honor. tee En Tenochtitlan existieron numerosas sanciones y castigos para las jovenes que "siguiendo su corazén" sostenian relaciones sexuales antes del matrimonio: les decian que !os ses les castigarian pudriéndoles sus Organos sexuales, que las ahorcarian o que morirfan apedreadas 0 ahogadas. La expresion de la sexualidad femenina, pues, era 4 Sahagtin (1979:205-206). 186 reprobada tanto por los hombres como por los dioses. Esas sanciones sirvieron para reforzar el matrimonio, para controlar su sexualidad individual e impedir la cohabitacién 0 e! apego emocional de las mujeres fuera de los limites institucionales. En efecto, a la mujer se le reprimié toda iniciativa sexual, se le conminé a la mas absoluta pasividad en esta materia y fue educada para que aceptara a cualquiera que la solicitara en matrimonio, ella no podia escoger al que le pareciera mejor, sino sélo aceptario, sin importar si era "mal dispuesto", "feo" o pobre, pues tal era el que dios habia destinado para ella. En 0 de que se rehusara se exponia a que el varén despreciado la violara y la acusara de mujerzuela5. Estas recomendaciones paternas evidencian que el dominio masculino era un meca- nismo mediante el cual se mantuvo un estrecho control sobre las mujeres, y que ése era un dispositivo que sobrepasaba los marcos de la diferenciacién clasista. A pesar de las evidentes restricciones sociales que existian entre las clases, aquellas se disolvian cuando se trataba de subordinar a las mujeres. Se le recomendaba que sus vestidos fueran “honestos y como conviene"; se le aconsejaba no ataviarse llamativamente por ser ello signo de “fantasia, poco seso y locura". Se le exhortaba repetidamente a que fuera casta y honesta en la forma en que caminaba y habiaba. Se ie imponia, en jin, jievar una vida intiexipiemente adusta, en el recato, la mesura y el recogimiento. Los padres de la joven noble le decian: "...no te des al deleite carnal... no te arrojes sobre el estiércol y hediondez de la lujuria; y si has de venir a esto, mas valdria que te Sfop. cit 348) 187 murieses luego... no escojas entre los hombres el que mejor te parezca... recibe al que te demanda y mira que no hagas como se hace cuando se crian las mazorcas verdes... que se buscan las mejores y mas sabrosas; mira que no desees algun hombre por ser mejor dispuesto... si fuere bien dispuesto el que demandare, recibele, y si fuera mal dispuesto y feo no le deseches; toma aquél porque lo envia dios... no te juntes con otro, sino sdlo con aquél que te demands, persevera con él hasta que muera, no le de! aunque él te quiera dejar, aunque sea pobre labrador u oficial o algin hombre comun de bajo linaje; aunque no tenga para comer no le menosprecies, no le dejes. Control social de la sexualidad. Dado que los seres humanos, a diferencia de los animales no establecen sus relaciones sexuales en un contexto sélo natural sino eminentemente social el erotismo y las expresiones genésicas estan controladas por la sociedad, ésta define las reglas y decreta las condiciones bajo las cuales se podran crear los vinculos matrimoniales y las formas permiti- das de expresién sexual. Estoy de acuerdo con Lopez Austin cuando dice que “los impulsos sexuales del individuo son producto de la confluen- disoluble de la naturaleza y sociedad"7. En efecto, la sexualidad es €! conjunio de repr taciones, creencias, practicas, valores y relaciones sociales, esto es, e! conjunto de procesos sociales vinculados en forma directa o indirecta a las funciones fisiolégicas y reproductivas de la espe- ci 6 loc. cit). 188 cies Asi, la sexualidad no incluye sdlo el erotismo y la reproduccién bioldgica, sino ademas la divisién sexual del trabajo y la asimetria en las relaciones de poder que existen en el interior de la familia y en el contexto social; de esta manera, la posicion de inferioridad de la mujer es, finalmente, una expre- sidn de la sexualidad aunque no Ileve implicitos placer, pasidn ni atraccién de los sexos9. En la sociedad mexica, como en toda sociedad dividida en clases, existia un nicleo dominante dé principios y valores que conformaban una especie de columna vertebral ideoldgica a la cual se articulaban otros valores y principios, aunque fueran opuestos, en ese caso el grupo dominante se convertia inconscientemente en el productor de la ideologia, generando de ese modo una actitud diferente ante la sexualidad segun la clase o estrato social’. Parte de esos principios y valores se pueden resumir en los siguientes puntos: 1.- Exigencia a la gente del pueblo de constituir familias mondgamas estables y a los nobles de mantener familias poliginicas. 2.- Tanto los jovenes solteros que pertenecian al grupo tributario como los que conformaban la élite fueron constrefidos a adoptar conductas sexuales diferentes: mientras que los primeros tenian la libertad de tener amantes y llevar una vida disipada, dos debian permanecer en absiinencia canal absviuia, io cuai, segun ia ideologia dominante, les proporcionaba una fuerza mayor que les permitia gobernar y tener una incontrovertible los seg § (ibid. p. 142-143). 40 (ibid, p. 149-151). 189 autoridad moral sobre los plebeyos, asi, el control del sexo no era sélo un instrumento de dominacién, era también afirmacién de la superioridad y hegemonia de un grupo. 3.- Las doncellas nobles debian necesariamente guardar castidad bajo pena de muerte, en cambio las tributarias tenian cierta “libertad”: eran destinadas al concubinato, a la prostitucion y en el mejor de los casos al matrimonio 4.- Dado que existia un cddigo moral sexual diferente para las mujeres y otro para los hombres y que jos valores que se exaltaban eran los masculinos encontramos que se exigia una conducta sexual distinta siendo ésta en extremo rigurosa para las mujeres, de tal forma que los varones podian no llegar intactos al rito nupcial, pero para las doncella la falta de virginidad era causa de repudio de la novia y de publica verguenza doe sus padres"'1, Gran parte del control social sobre las pri erdticas se ejercid en e| campo de los temores hacia lo sobrenatural o atribuyendo consecuencias pato- genas a la conducta sexual no permitida; de modo que los dioses, al ser creadores del acto genésico y de las apetencias sexuales aparecian como respon- sables asimismo del perdén de las trasgresiones de esta indole Existian varias creencias relacionadas con la sexualidad femenina 1. Se creia que ids mujeres que io ayunaban durante las festividades religiosas padecerian enfermedades venéreas. 2.-Se suponia que cuando una mujer enganaba a su marido los ratones agujeraban los articulos de cesteria para evidenciar el adulterio y los dioses la 1) Lépez Austin (1982161) 190 castigarian mandandole padecimientos degenerati- vos. Existia la misma creencia sobre la sacerdotiza que, estando en el templo, rompia sus votos de castidad: los ratones rasgaban los mantos para denunciar su falta. 3.- Se pretendia que las relaciones sexuales lésbi- cas perjudicaban a las mujeres que participaban en ellas 4.- Se consideraba que las mujeres recién paridas y fas adtilteras despedian emanaciones daflinas que enfermaban a quienes convivian con ellas. 5.- Se juzgaba que una mujer menstruante era impura. 6.- Se creia que la mujer infértil sufriria penalidades en el otro mundo, pues no estaba cumpliendo con su finaliciad primordial en la tierra. La represién de la sexualidad femenina fue muy intensa pues mientras los varones tributarios podian asumir su sexualidad juvenil’? las doncellas debe- rian esperar a casarse; sus padres les aconsejaban que permanecieran castas, les decian: "no entre- gues en vano tu cuerpo... no te entregues a cual- quiera, porque si nada mas asi dejas de ser virgen, site haces mujer, te pierdes, porque ya nunca ras bajo el amparo de alguien que de verdad te quiera"13. La madre insistia a sus hijas. que la virginidad era el don mas precioso que posefa una mujer, ue el vaior de su persona residia en et hir comparapan 1a integridad ae aicna membrana a una joyal5, El ma absoluto rer 12 Soustelle (1974:176) 13 Sahagtn (1979:351). 14 Mendieta (1980:1 18), 15 Lépez Austin (1 1980:345} Fig, 98. Esta figurilla cerdmica que pertenece al Horizonte Preclisico es una de las pocas representaciones del erotisme mesoamericano cial le esperaban a la mujer que no llegaba virgen al matrimonio. El dia de la boda el! “marido burlado” con "sefiales y palabras afrentosas lo daba a entender con muy grande confusion y verguenza de los padres y parientes porque no miraron bien por ella"!®, y para que se supiera su mal recato horadaba los cestillos y rompia los platos en los que se servia el banquete de fa boda. La castidad femenina entonces, no fue sdlo pro- movida mediante la educacién o la persuacién, sino que fue impuesta brutalmente con métodos coer- citivos 0 por medio del terror psicoldgico. La virtud femenina fue reiteradamente exigida y su ausencia se castigaba con rigor, se creia que los dioses castigaban a las incontinentes con enfermedades fisicas y la sociedad penaba esas infracciones con el repudio, la reclusién absoluta o la muerte17. La aparente aceptacidn de la obligatoriedad de la virginidad por parte del sector femenino de la poblacioén mexica proporciona un indicio del alto grado de dominacidn ideoldgica que se daba a partir de las instituciones sociales, sefialando de paso que el bien que se protegia era la paternidad del futuro marido. La virginidad fue tan valorada precisamente porque certificaba la legitimidad de los hijos nacidos en el matrimonio, ademas claro, de garantizar que la mujer habia sido convenientemente educada de acuerdo a las reglas sancionadas por la sociedad. Debido a la relacién existente entre el sexo y la raproduccién se intentd i aquel a los vinculos aprobados socialmente. A continuacién me referiré a las instituciones que normaron y en jas que se desenvolvieron las 15 Acosta (1979:266) 17 Duran (1 1967:57); Zorita (1963:56); Lopez Austin (1980:345) ly, manifestaciones sexuales: el matrimonio, el divorcio y la poliginia. La institucién del matrimonio. El matrimonio esta basado mas en un vinculo politico establecido entre los dos grupos sociales involucrados que en la unidn producida por el apego afectivo entre un hombre y una mujer, en cuyo establecimiento no es necesario ni la decision ni el consentimiento de los contrayentes!® Asi, el matrimonio consiste en un intercambio de agentes entre dos unidades sociales, que aparece como un lazo legal entre un hombre y una mujer el cual es sancionado por e! grupo. Uno de los rasgos universales de la institucion matrimonial es que es un nexo que no se origina en los individuos sino en los grupos interesados y que une a éstos antes y por encima de los individuos!9, el matrimonio entonces, no alude tanto a vinculos individuales como a contratos establecidos entre los grupos interesados. No es una union personal para la satisfaccién de exigencias psicolégicas o fisioldgicas, sino un mecanismo institucional para asegurar la continuidad de la familia y la salva- guarda de las propiedades29, Entre los antiguos nahuas el matrimonio constitufla uno de los nucleos basicos para la reproduccién tanto biolégica como de las relaciones sociales. El contrato nupcial reconocido y aceplado. por ei estado mexica y bendecido por ios sacerdotes de la religion dominante constituia la forma mediante la cual se vinculaban dos individuos y a través de ellos sus respectivas familias y cumplid, en mi 18 Engels (1971:222) 19 Lévi-Strauss (1982:22) 20 Stone citado por Cerroni (1975:29) 194 opinion, varias funciones: 1.- El poder establecer con certidumbre el padre de fos hijos de una mujer. 2.-Proporcionaba al marido el derecho al control de su mujer adjudicdndose la exclusividad sexual de ésta?! 3.- Daba al esposo el control absoluto de fa fuerza de trabajo femenina. 4.- Otorgaba al marido los derechos sobre las propiedades de su mujer. 5.- Coadyuvaba al mantenimiento de los indices poblacionales bajo contro! y supervisidn estatal. 6.-Sefalaba la entrada del varén mexica a la sociedad de los adultos®2; la celebracién del rito nupcial daba a la gente del pueblo el derecho de poseer una parcela del barrio. 7.-Después del matrimonio tanto el hombre como la mujer del pueblo estaban obligados a pagar tributo: 6! en los trabajos que se le requirieran, ella en las labores domésticas en las residencias sefiriales. En la sociedad mexica el contrato matrimonial se realizaba bajo circunstancia especificas y acorde a prescripciones rigurosas: "los matrimonios tenian. sus leyes y prohibiciones para no casar[se] en ciertos casos. No tenian por licito y honesto que de la parte de la mujer se tratase casamiento sino de la parte de varén"23. En efecto, la familia del novio solfa hacer la eleccién de la esposa basandose en des tales como ia modestia, ia sumision, ei recogimiento, la habilidad temenina en el iejido y la administracién doméstica. “La mujer ya lograda en la que se ponen tos ojos [para ser elegida como esposa] es digna, no es objeto de diversion, la femi- 21 | 6pez Austin (1982:160) 22 Soustelle (1974:188) 9 Zorita (1963.5! 9), 195. Fig. 40, El permiso que los padres solicitaban a los maestros para que sus hijos sv casaran se sealizaba en una fiesta que se les ofrecia (Cédice Mendoza). esta en su rostro; trabaja, no esta ociosa, nde cosas, tiene animo"@4. Sin embargo, es necesario apuntar que sobre estas “virtudes” femeni nas, se tomaron en cugnta, cuando menos entre los nobles, razones de tipo econumico®® o politico®® Resulta claro entonces, que los vinculos nupciales entre la gente del grupo dominante se produjeron con la finalidad de proteger los intereses sociales, econdmicos o para justificar y legitimar posiciones ventajosas de acceso al poder. Dada esa situacién los contrayentes casi nunca lograban comunicarse entre si y muchas veces ni.se conocian antes de la ceremonia. Fl proceso de conclusion de la alianza nupcial los ignoraba y facilitaba la participacién de muchos de los miembros de las dos familias?” 24 Cédice Matritense cilado por Ledn-Portitla (1980:306). 25 Castillo Farreras (1972:41-42) 26 vaillant (1980:99). 196 exceptuando claro esta a los contrayentes mismos. Debido a la composicién social y a la estrati- ficacién se encuentran variaciones en las ceremo- nias nupciales, en las funciones que cumplian éstas, diferencias en la asignacién de papeles, jerarquias, la presencia de la poliginia, el concubinaje, la monogamia, etcétera El rito nupcial tal y como se desarrollaba entre la élite incluia rigidos protocolos preestablecidos y se desenvolvia de acuerdo a determinadas normas y bajo condiciones especificas. Cuando los padres de un mancebo consideraban que ya era necesario casarlo, mas © menos como a los veinte afos, le anunciaban que invitara a sus maestros a un convite en el que los festejaban con tamales, mole y cafias de humo*8, Delante de su hijo los padres les comu- nicaban que deseaban casar al mancebo y que se apartaria de ellos y de los demas jévenes del templo, a lo cual los maestros debian contestar: omo han determinado en casarle... hdgase como ustedes mandan"?9, Después de esto los parientes se juntaban y deliberaban sobre la familia con que seria conve- niente emparentar y la moza que reuniria los requi- silos deseados. También recurrian al tonaipouhque, para que indagara mediante sus ritos y ceremonias si la joven elegida seria, segtin su signo, "mala o bien casada" o si los signos de cada uno eran compalibles 0 desiavorabies para el enlace. Eran ios varones de la familia los que se encargaban de iniciar los tramites de peticién de mano de la novia, para ello, eleqian a unas mujeres muy aricianas que al otro dia muy temprano iban a la 27 Gruzinski (1980:25). (1979:363). 197 ae casa de la joven escogida y de manera muy elegante solicitaban su mano. Cuando los parientes habian escuchado el mensaje de las casamenteras, siguiendo la costumbre, se disculpaban de que su hija era muy pequefia o de que no era digna de tal mancebo o de que era muy perezosa. Cuando las ancianas acababan su platica se despedian dejando presentes, pedian a los padres que reconsideraran su respuesta y anunciaban que volverian al dia siguiente por una contestacion afirmativa. Al otro dia los padres recibian nuevamente la visita de las ancianas quienes les rogaban que concedieran su permiso para llevar a cabo el enlace, también insistian en que “les digan lo que tiene la moza [de propiedades) y elas. 1e_el declaran lo que el ien ie sus padres mas | ier "30, Cuando los padres de la muchacha aceptaban finalmente las proposiciones de las ancianas y concertaban el dia de la boda, todos los parientes del novio ofrecian regalos para el ajuar, cada uno le obsequiaba algo a la novia: joyas de oro o plata, esclavos y esclavas, hilo de algod6n, cacao, cofres, de madera, esteras y otros enseres domésticos. Los familiares de la novia regalaban al futuro marido mantas, esclavos y mucha plumeria3!. La doncella podia llevar tierra como dote de casamiento, lo cual formaba parte de la alianza, no unicamente matrimonial sino también politica y econdmica entre los sefiorios32. Cuando solicitaban la mano de la doncella33 y 30 Motolinia (1971:317, SM). 34 Munoz Camargo (1982:148) 32 Carrasco (1980a:26). 33 Acostumbraban casar a las jovenes a los 16 afios. 198 los progenitores otorgaban el permiso para que su hija tomara nuevo estado le exhortaban a continuar con la practica de la virtud, la perseverancia, el cumplimiento de las obligaciones, el mantenimiento de la honestidad y el recogimiento34. Se le reco- mendaba que fuera buena y supiera servir y agradar a su marido “mira que si no fueres como debées [de set] tu marido te dejara y tomard otra’35. Poco después se iniciaban los preparativos para la fiesta: se disponian el maiz, el cacao, las flores, cafias de humo, platos, vasos, se cocinaban los tamales, el mole y se invitaba a lo mas granado de la sociedad, esto es, sdlo a la “gente honrada y noble"96 para que asistiera a la boda. Cuando preparaban a la novia para la ceremonia le lavaban los cabellos, le adornaban los brazos con plumas coloradas y le pintaban el rostro con unos polvos amarillos. Cuando estaba ya completamente ataviada la colocaba en una estera. Alli los ancianos se le acercaban y le recordaban nuevamente cual era el comportamiento que se esperaba de ellad7. Después que los viejos habian terminado sus discursos la novia era conducida a la casa de su futuro marido y “si era sefiora {de alto linaje) y habla de ir lejos ta lNevaban en una litera"38. Al pasar por las calles la gente comentaba: “Esta moza que... se casa con esta honra, ... parece que es bien criada y bien adoctrinada y tom6 bien los conseios y doctrinas de sus padres y madres; honrando a sus padres, no los desobedecié, mas los ha honrado como 34 Clavijero (1971:207). 35 Motolinia (1971:317). 36 Sahaguin (1979:364), 37 (loc. cit). 38 Motolinfa (1971:317). 199 parece ahora"39, Al llegar la prometida a casa del novio, él la recibia y tomados de la mano caminaban al apo- sento, se sentaban en una estera delante del fuego y alli un sacerdote de Ia religién oficial les ataba las mantas40 y se prodigaban regalos mutuamente. En la fiesta todos se emborrachaban, excepto los recién casados, quienes debian ayunar durante cuatro dias con la finalidad de tener un buen matrimonio y procrear muchos hijos‘'. Durante esos dias la joven pareja se sometia a otros ritos de penitencia y mortificaciones corpo- tales cuya descripcién se encuentra en Mendieta‘2. Después las casamenteras los introducian a una camara donde los encerraban y los dejaban solos43. De acuerdo con Gruzinzki44 el rito matrimonial servia para atenuar el choque social afectivo y cultural puesto que mujer no era mas que “el objeto de transacci6n”, la ceremonia funcionaba como un resguardo para prevenir cualquier resistencia de la novia y para propiciar la aceptacién pasiva de las imposiciones sociales. Antes de que los padres de la muchacha se retiraran del domicilio conyugal la sometian a mas alocu- ciones: "Esfuerzate hija, no te allijas por la carga del casamiento que tomas acuestas, y aunque es 39 Sahagun (1979:365). 40 Duran (1967:56-57); Acosta (1979:266). 41 Motolinia (1971:317-318). 42 (4980:126-128). 43 Sahagin (1979:665) 44 (1980:30). 2uu ee ne eens pesada, con ayuda de nuestro sefior la lleva- tas... placera a nuestro sefior que vivas mu- chos dias y subas la cuesta de los trabajos... sin ningdn impedimento ni fatiga"4®. FLERE RRC RRREREGF ZG PRS ¢< So. Ky ps SR Le obhcad Fig. 41, El rito matrimonial entre la nobleza mexica era muy complejo y funcionaba como un mecanismo para debilitar fa oposicién femenina a las exigencias del grupo social (Cédice Mendoza). Le indicaban aue tenia la obligacién de ir cotidia- namente al mercado a comprar viveres para cocinar, pues esa era la costumbre ancestral: “trabaja le advertian- haz tu trabajo muje: 1 ha de ayudar"46, 45 Sahagun (1979:366). 4B (loc. cit), Le encargaban ademas que conservara su hones- tidad, sirviendo siempre a su marido47, Tanto las mujeres como los varones solo podian celebrar la ceremonia de la boda una sola vez en su vida, pero el marido tenia derecho de tener tantas “esposas secundarias” como le conviniera 0 desea- ra. Por ello, el sistema matrimonial entre los mexica era una especie de transaccién entre la monogamia y la poliginia; sdlo existia una “mujer legitima", pero los varones (los nobles y algunos guerreros distin- guidos) podian, como se vera después, tener un nd- mero indefinido de concubinas48. Entre los nobles era una costumbre aceptable que el mancebo, una vez que rebasaba los veinte afios, podia establecer relaciones de convivencia con una joven antes de instituir un hogar definitivo. La doncella que mantenia un vinculo de este tipo era entregada por sus padres al noble que la solicitara con el fin de que ambos vivieran juntos y procrearan un hijo, cuando nacia el primer vastago los padres de la muchacha exigian al varén que se casara con ella 0 que la abandonara‘9, asi ellos podrian casar- la con otro que la requiriera. También era comin que el joven noble gozara de la posibilidad de entablar relaciones sexuales con concubinas antes de formalizar una relacion mediante el rito arriba descrito. Entre la nobleza mexica no existid el matrimonio monogamico propiamente dicho, debido a ia presen- cia del concubinaje, pero ese vinculo si tue “mono- gamico” para las mujeres, pues ellas debian perma- necer en la m4&s absoluta castidad prenuncial, mantener una fidelidad marital incondicional -bajo 47 Zorita (1963:73-77). 48 Soustelle (1974:181). 49 Zorita (1963:60). 202 amenazas de muerte- e incluso después de la muerte de su marido no se podian volver a casar\, La institucién matrimonial entre el grupo en el poder constituia un explicito convenio econdmico contraido con el objeto de obtener acceso a ciertos recursos 0 articulos necesarios, engendrar herede- tos de noble linaje o afianzar alianzas politicas, Para ellos la preocupacién fundamental era la perpe- tuacion del linaje, el legado de los privilegios o el trono mismo. Resulta obvio que el matrimonio no era fruto del amor sexual individual, sino que estaba basado en imperativos econémicos 0 politicos, que fomentaba la preponderancia masculina en la familia y la sociedad y que enfrentaba a los individuos en una relacion antagénica que se resolvia en la opresién del sexo femenino por el masculino®9, Al parecer el rito nupcial entre los gobernados fue en cierto modo semejante al que se desarrollaba entre la nobleza “salvo que los que no tienen costilla [recursos econdmicos] ni posibilidad no hacen todas las ceremonias.ni llaman a tantos" fa ta fiesta]5'. El matrimonio constituyé, de todos modos, un paso importante en la vida de la gente de! pueblo pues al adoptar ese estado52 eran tomados en cuenta en el registro de dotacidn de tierras del barrio, de tal modo que el mancebo, al contraer matrimonio, tenia dere- cho a una parcela y a las distribuci le viver vestidos que real 053, Seguramente para las mujeres del pueblo debié 50 Engels (1971:222). 51 Motolinia (1971:317-318). 52 Sahaguin (1979:366). 53 Soustelle (1974:188), 203 haber habido menos exigencias respecto a las formas como se iniciaban los vinculos emocionales, porque el matrimonio entre los tributarios comenzd frecuentemente como una “unidn libre” que con el paso del tiempo se formalizaba®4, en ocasiones “despues de concertado el casamiento, toma- ban a su mujer con afecto conyugal y trabajaban algin tiempo y ya que tenian allegado algtin caudal con que hacer el regocijo de la boda, llamaban a sus deudos y gastaban esa pobreza que tenian y hacian ceremonia de pobres"55, Lo que generalmente sucedia es que si un joven y una moza se enamoraban y mantenian relaciones sexuales en secreto, cuando deseaban vivir juntos, el varén pedia a los padres de la joven su perdén y el consentimiento para casarse, En su peticién expresaba: "sé que los he ofendido al haberme casado y tomado a su hija sin haberles dado parte y hemos errado al habernos ayuntado sin su licencia y consentimiento, si ahora estan de acuerdo en que hagamos la ecemniged y ceremonias de casados, lo haremos.. Si los padres otorgaban el permiso los jévenes realizaban la ceremonia nupcial conforme a las posibilidaes econdmicas de sus familias. A veces sdlo comenzaban a vivir juntos y cuando habian procreado a su primer hijo “llamaban a los parientes... de la una y da ta otra parte, y hacian las ceremonias y demostraciones de casamiento y simul 54 Carrasco (1980b:200). 55 Motolinia (1971:319), 56 (op. cit. 319-320). consentimiento, segtin sus posibilidades"57. En general, hay pocos informes sobre el matrimo- nio entre este grupo, que sin duda se vid poco sujeto a restricciones de tipo social, y en el que al parecer, los vinculos pudieron establecerse motivados por impulsos emocionales 0 afectivos. Los contrayentes podian pertenecer al mismo barrio o proceder de uno distinto, aunque, como ya dije, no se juzgaban convenientes las uniones de los jévenes de diferentes pueblos®§, Debido a la escaces de datos no puede precisarse con detalle los imperativos que fueron tomados en cuenta o enumerar los factores que influyeron en el establecimiento de los vinculos matrimoniales o las particularidades del rito nupcial. La disolucién del vinculo matrimonial. A pesar de que se ha dicho que el matrimonio prehispanico tenia caracter de indisolubilidad, oxiste constancia de-la existencia del divorcio, el cual era reconocido legalmente. Cuando la joven noble era llevada a la casa del novio para casarla “ponian por memoria lo que él tenia, asi de joyas como de provisién de casa y tierras, y en otra memoria, lo que ella traia. Las memorias eran guardadas por los padres de los desposados y mandoncillos de los barrios, porque, si por ventura se viniesen a descasar -como era uso y costumbre entre ellos en que dose bien pedir al divarcio- hacian ide bienes, Conjorne a io que cada uno trajo, poniendo a cada uno en libertad, dejando a 41 los hijos, y a ella las hiias con todo el recaudo mujeril de su.casa dandoies licencia de poderse casar con otro, y 6! con 57 (op. cit. 322-323). 58 Sahagun (1979:282). 205 otra, mandandoles estrechamente que no tornase a pena de la vida..."59. Motolinfa6® comunica los resultados de sus indagaciones sobre la existencia y el cardcter del divorcio entre los indigenas. El reconocié la presen- cia de dos mecanismos de disoluci6n: el divorcio y el repudio; el primero se solicitaba ante un juez, se sometia a la consideracién de las autoridades quienes daban el veredicto y podia solicitarse sdlo por las siguientes razones: 1.- Pereza de la mujer. El marido podia demandar a su esposa si é6sta se rehusaba a servitle 0 no efectuaba las tareas domésticas con la diligencia que se requeria®1, 2.- Esterilidad femenina. La esterilidad de una pareja se le imputaba frecuentemente a la mujer. Se consi- deraba que su incapacidad para engendrar hijos era una razon mas que suficiente para que un marido iniciara las gestiones del divorcio®2, 3.- El adulterio fernenino. La infidelidad femenina fue algunas veces esgrimida por los maridos como causal de divorcio, aunque generalmente esa infracci6n motivaba su muerte, ya por mano del propio marido, por fallo de las autoridades judiciales 0 por lapidacién multitudinaria. 4.- Por malos tratos. Si la mujer recibia lesiones fisicas graves de parte de su cényuge podia basar su peticién de divorcio aduciendo que é! "ia heria muchas veces y la trataba mal"63, podia acusarlo 59 Duran (1 1967:57, SM). 80 (1971:328-329). 61 (Ho0. cit). &2 Lopez Austin (1 1980:345). 83 Duran (1 1971: 329). 206 también de irresponsabilidad si no la mantenfa o no velaba por los hijos64. Cuando el marido, después de las averiguaciones resultaba culpable a los ojos de los jueces que debian dar el fallo, la ley decia- taba que los hijos se quedaran con el padre®5 y los bienes se dividieran en partes iguales®®, 5.- Por abandono del hogar, ya del hombre, ya de la esposa§7, Cuando llegaba a las cortes judiciales una solici- tud de divorcio los jueces trataban de reconciliar a los demandantes, pues su divorcio provocaria ver- guienza y deshonra a los padres y parientes®8, Los padres de los que deseaban separarse les prodigaban consejos y platicas intentando reconci- liarlos y disuadirlos para que interrumpieran los tramites. Debido a las trabas y dificultades que habia para entablar el juicio de divorcio o su inconveniencia politica puede suponerse que dicho mecanismo fue usado sdélo en muy pocas ocasiones®9, los informes dados por los cronistas sugieren que se acudié mas al repudio. Y debido a la inferioridad social y juridica de la mujer éste debid haber sido el recurso mas socorrido para desembarazarse de una esposa con poco atractivo72, La_poliginia Que fa ool Que fa pot 64 (loc. cit). 65 Esto resulta insolit divorcio por krespo 66 ixtlilxéchitl (| 1975:386). 67 Vaillant (1960:99); Soustelle (1974:188). 68 Gruzinski (1980:41). 69 Zorita (1963:51) 70 Véase Torquemada (1 1975:244). 207 ue un piivilegio que se reservé da vez que la mujer solicitaba el! a paterna s6lo a la clase dominante es una creencia muy difundida entre los investigadores de la sociedad prehispanica, sin embargo, aqui sostengo que la poliginia no constituy6 sdlo un privilegio del esta- mento dominante, sino que las mujeres eran otorga- das como trofeos sexuales (y econdmicos) a los hombres del pueblo que se distinguian en la guerra. Ademés, existen numerosas menciones de que por el sdlo hecho de ser varén, de haber ingresado al templo-escuela para tributarios y de tener cierta habilidad para la seduccién femenina un mancebo podia disfrutar con relaciones sexuales con dos o més jovenes de su misma condicidn social. Se dice que desde su ingreso al templo “mientras permanecian solteros, llevaban una vida colectiva que alegraba la danza y el canto, asi como fa compafifa de mujeres jévenes’1, A ellos “antes que viniesen a ser hombres del pueblo [es. decir casados] y tener casa como vecino particular, se les permitia... tener mancebas"?2, Los jévenes “tenian sus amigas, cada dos 0 tres, una la tenian en su casa y otras estaban en su casa" [la de ellas}’3. Se menciona también con insistencia que si ellos querian podian dormir en el templo, pero los “aman- cebados se [ban a dormir a casa con sus ami- gas"74, Dicha situacién entre los guerreros j6venes era bastante comtin y era no sdlo tolerada, sino hasta aceptada socialmente. Los gusireios pardos, aunque eran nacidos de genie pobre por su vaientia en ia guerra se tes permitia tener dos o tres mancebas?5; los guerreros 7! Soustelle (1974:175), 72 Motolinia (1971:322). 73 Sahagun (1979:211). 74 (loc. cit). 206 del sol tenian asimismo permiso de "tener muchas mancebas, todas las que pudieran mantener"76, También los guerreros tequihuaque,que eran estimados por su valor en las contiendas estaban autorizados a tener muchas concubinas y a cortejar publicamente a las prostitutas. Durante su asistencia a los rituales del Templo Mayor "viendo que alguna de aquellas prostitutas los miraba en particular, la liamaban y, tomandola de la mano, bailaban con ella en aquella danza y asi acontecia andar toda Ia tarde con aquella mujer". Para alagarla le compraban color para las mejillas y los labios, plumas para el pelo y joyas para el cuello, cada uno festejaba "lo mejor que podia a aquella mujer que alli se le aficionaba"?’. Las concubinas reales eran reclutadas princi- palmente de entre las mujeres mas bellas del sector humilde, éstas eran trecuentemente hijas de tributarios, quienes debieron sentirse honrados de que sus hijas fueran admitidas entre las concubinas de algun noble?8. Habia dos tipos de concubinas: las mujeres que los varones solicitaban a los padres para vivir con ellas sin casarse y aquellas que se tomaban sin pedirlas, las cuales “aunque ilicitas y por tales juzgadas, se permitian’79, Debido a que entre la nobleza el rango y los privilegios de los hijos dependian del lugar de origen y de la clase social de la madre, los descendienies de ias concubinas de cuna humiide, tenian escasas posibilidades de obtener puestos prestigiosos en el gobierno 80. Los retofios de las 75 Duran (1 1967:115). 76 (loc. cit.). 77 (ibid. 195-196). 78 Krickeberg (1982:70). 79 Motolinia (1971:322) 209 mancebas se consideraban ilegitimos y por lo tanto eran juzgados como bastardos y menos respetados que.los hijos de la primera esposa81, La subordinacién de las concubinas respecto a la mujer principal resulta evidente si recordamos que ésta mandaba a aquellas “como criadas". Pese a ello, la esposa legitima tenia la obligacién de poner en practica las Ordenes de su sefior y de ataviar lujosamente a la joven sefialada por su esposo para que durmiera con él, de tal modo que si éste apetecia a alguna de ellas le decia a su mujer “deseo que fulana duerma conmigo o es mi voluntad que vaya fulana a tal recreacién conmigo"82. Asi, podia tener relaciones sexuales con ellas cuando queria y con la que le parecia mejor83. El gobernante podia tener cuantas mujeres quisiera se dice que si “alguna le parecia bien,... luego enviaba por ella, y sin réplica se la enviaban, si no era’ casada, porque en tal caso, no la pedia ni quitaba a su duefio por bien que le pareciese. Tenia gran cuenta si venia a su poder doncella, porque le parecia cosa vergonzosa para su grandeza tomar mujeres estrupadas" (sic)®4, Algunas concubinas fueron escogidas dentro de la misma nobleza y legitimadas como esposas secundarias precisamente gracias a su linaje. El dirigente podia tener mujeres de alto y bajo rango; 80 Cartasco (1980b:196-197). 81 Mendieta (1980:150). 82 Mufioz Camargo (1982:137) 83 Pomar (1941:28). 84 ( op. cit. 35). 210 en ocasiones ilego a tener hasta veinte mujeres de noble linaje, aunque sdlo una de ellas era la principals5, Las concubinas del gobernante eran alojadas en diferentes casas dentro de la ciudad y fuera de ésta en instalaciones campestres donde criaban a sus hijos con gran lujo y numerosa servidumbre86. A pesar de esto su vida trascurria literalmente en una jaula de oro, pues eran mantenidas bajo custodia y practicamente cautivas para que no incurrieran en algun desliz. Las concubinas podian salir de sus casas para pasear por las calles y visitar lugares de recreacion solo durante una fiesta que se celebraba en el séptimo mes del afio. Ellas asistian a esos sitios ataviadas elegantemente con camisas de muchas labores llevando, a “sus ayos y amas que miraban por ellas con toda la diligencia del mundo..."87. Después de que terminaban esos cantos y bailes, cada una debia regresar al palacio “donde estaban sujetas"88, Su situacién debid haber sido muy inestable, pues los sefores podian abandonarlas o repudiarlas facilmente89. Su precaria situacién debié haberse agudizado con la muerte del marido, pues el heredero podia tomar por mujer a todas las concubinas 0 sdlo a las que le parecian bien. El resto debian permanecer ene eastidad y s de! seficr no por ian volverse a casar pues se consideraba un 84 op. cit. 35). 85 Motolinia (1971:8). 86 Pomar (1941:28-29). 87 Duran (1 1967:264). 88 (loc. cit.). 89 Gruzingki (1980:31) 2i1 atrevimiento y desacato a la dignidad del gobernante muerto9, En el plano erético las concubinas eran mujeres permanentemente insatistechas pues se sabe que “\ula flor “adulterina” o tetlaxincaxéchitl [flor de adulterio] llamada asi por su forma falica: esta hierba grande... las concubinas de Moctezuma... que eran innumerables, usaban su flor a manera de miembro viril para procurarse el placer sexual... por falta de varon"91, Vaillant sostuvo que la poliginia fue adoptada en esta sociedad militarista debido a que la continua merma de los efectivos masculinos traeria graves consecuencias sociales. Este autor afirma que la poliginia funcionaba como un mecanismo para mantener estable el indice poblacional. Soustelle, por su parte, mantiene una posicion semejante. Lopez Austin®2? opina que la actividad erdtica que va implicita al concubi naje y que desarrollaba un gobernante no constituia un derecho, sino sobre todo, una obligacién debida a su papel de productor y conductor del bienestar del pueblo, de la productividad de las tierra, la constancia de las lluvias y los triunfos bélicos, Entre los mexicas la poliginia, en lugar de ser una practica ilicita como lo sugiere Motolinia, se consideraba como una demostracién de un alto grado de desarrollo Cultural i t dad de la clase di Monogamia se estimaba como un rasgo caracte- tistico del grupo socialmente subordinado93, La 90 Pomar (1941:25). $1 Hernandez citado por Heyden (1983:108). 92 (1 1980:343) 2l2 cin poliginia ademas, constituia un derecho de la nobleza de la que obtenia grandes beneficios, ya que al solicitar como esposas secundarias a las mujeres de los sefiorios vecinos, aquellas le proporcionaban ventajas econémicas o politicas, pues se les encomendaba la confeccién de gran cantidad de mantos suntuosos, que eran articulos de lujo consumidos por la nobleza y muy estimados en el intercambio. Monz6n% agrega que las mujeres nobles que eran solicitadas como esposas, invariablemente llevaban consigo otras criadas y entre todas producian mucha granjeria, porque las hacian tejer, elaborar mantas y ejercer otros oficios. Es indudable que la nobleza obtuvo de la poliginia no sdlo beneficios de tipo social, politico o de cardcter sexual, sino sobre todo econémicos, como lo muestran los comentarios de Lopez de Gémara, este cronista sostiene que existian cuatro razones por las que los mexicas tenian tantas mujeres “la primera es el vicio de la carne en que mucho se deleitan; la segunda es por tener muchos hijos; la tercera es por reputacion y servicio; la cuarta es por granjeria; y esta postrera usan mas que otras los hombres de guerra, los de patlacio, los holgazanes y tahures, las hacian trabajar como esclavas hilando y tejiendo mantas para bliss {con las que ellos} se mantengan S Parece indudable el caracter de explotacién que adoptaron estos “vinculos matrimoniales”, incluso Lépez Escobar9® que creia que alli la mujer disfru- 93 Gruzinzki (198031). 94 (1949:25) 95 Lépez de Gémara (I 1943:239-240, SM). 213 taba de una alta consideracién afirma: “la presencia de estas mujeres no obedecié unicamente a razones ’ de tipo marital, [ellas] tuvieron tareas de servicio y funciones especificas dentro de palacio”. El estatus tan deplorable de las concubinas no escapé a las observaciones de Durdn97, quien menciona que “entre la gente muy principal de sefiores y capitanes y hombres de valor y estima" lo que apostaban en el juego de pelota “eran joyas, esclavos, piedras ricas, mantas galanas, aderezos de guerra, ropas y aderezos de mujer. Otros [se] "j inal n "98. Esto evidencia no sdlo el valor crematistico de las concubinas, sino que ademas muestra el cardcter econdmico de la poliginia y que, a pesar de lo que se ha supuesto no Fig. 42. Las prostitutas participaron en algunas fiestas retigiosas como acompajiantes de los jovenes guerreros que regresaban victoriosos de la guerra (Cédice Fiorentino), 96 (1963:41). 97 (1 1967:208). 98 (ibid, SM). 21 Fig, 43. El varon adltero era castigado con ta pena de muerte solo si cohabitaba con una mujer casada, a ellas se les castigaba de igual mane ra cualquiera que fuese el estado civil de su amante; la, mujer adultera estd representada en la parte superior (Codice Mendoza). Fig. 44, El ahoreamiento fue uno de tos castigos que se aplicaron a las mujeres infieles (Cédice Telteriano-Remensis). 215 se basaba en el incontrolable apetito y la gran potencia sexual de la clase dirigente, sino que dicha institucion se hallaba soportada en prosaicos moti- vos de naturaleza econémica. La violacién sexual. Los estudios que se han efectuado sobre la violencia sexual no tocan nada de lo relacionado con la época prehispanica, éste es un vacio que no pretendo llenar con la breve mencién que hago aqui. Los marxistas que elaboraron la teoria de la opresion de clases y explicaron el mecanismo de la explotacién, no insertaron el fendmeno de la violacién en sus esquemas, existe sin embargo, una corta alusién a ella en la obra de August Bebel99, Cuando habla de tas luchas tribales que se pro- dujeron en la comunidad primitiva, explica que esos conflictos condujeron a la violacién de las mujeres. A pesar del silencio. que se cierne sobre este fendmeno, es incuestionable su presencia ya desde los albores del género humano. En lo que respecta a la época prehispanica he encontrado en las crénicas numerosas referencias, veladas a veces, claras y patentes otras, sobre la agresion sexual a la que se veian sometidas las mujeres; en dichos relatos se hace manifiesta la existencia de una ideologia masculina de la wiolacion, pues las sociedades antiguas estaban ente orientadas a valorar lo masculino, lo La sociedad mexica, que tendia a desvalorizar y cosificar a la mujer, no sdlo la sometiéd a la humillante explotacion sexual que signilicaba la prostitucién, sino incluso Je impuso la actividad sexual mediante la agresién violenta como una 99 (1980). 216 forma mas de sojusgamiento. La violacién ha sido definida como el abuso sexual que ejerce uno o varios hombres sobre la mujer mediante la fuerza fisica, psicolégica o la intimidacién'00, Existen varios casos documentados sobre este tipo de ataques que ocurrieron durante la atapa anterior a la independencia de Tenochtitlan. En esa 6poca las mujeres mexicas eran entregadas, no sélo a la violencia sexual de propios, sino que estuvieron constantemente expuestas a la agresién de los varones de los pueblos mas poderosos de los cuales los mexicas eran tributarios: Culhuacan y Azcapotzalco. Fig, 45, Cuando ios mexicas estaban sentados en Chapultepec, antes de su establecimiento det 0 en Tenochtitlan, las mujeres en masa fue- von agredidas sexualmente par tepanecas (Cédice Vaticano). 100 Sau (196 1:233). 217 En los Anales de Cuauhtitlan se menciona que los tepanecas fingieron atacar a los mexicas con la sola intencién de violar a las mujeres de éstos, de tal modo que, cuando los varones tenochcas salieron al campo de batalla, los tepanecas asaltaron el poblado donde se hallaban las mujeres y, “se aduefiaron de cuanto ellas poseian y luego... hicieron burla de ellas"!°1, También Chimalpahin102 relata que los tepanecas exigian como pago de tributo a los mexicas una chinampa en la que vinieran “echadas un pato, un cuachili, una serpiente, recubierto todo de cempaxtichiles... y sobre todo [lo anterior] deberd estar posada una garza y traigan a sus mujeres para juntarnos con ellas’ Cuando Maxtla, el hijo del gobernante tepaneca, se enteré que Chimalpopoca'?3 tenia entre sus concubinas una muy hermosa, envid a unas mujeres para que la sacaran con engafios de Tenochtitlan y la llevaran ante su presencia, asi aquellas “la pusieron y entregaron en las manos y poder de Maxtla y sin poderio resistir la reina, Maxtla se aproveché de ella y la despidio. La teina... forzada y afrentada... se regresd confusa a su ciudad y conté a su marido Chimalpopoca lo que le habia pasado y sucedido. Y como el caso honra lo oyé con la mayor paciencia que pudo"104, Se sabe también que Tezozdmoc, el gobernante ade por Ledn-Portiia (1980:77). 102 (1965:92, SM). 103 Que tue el tercer dirigente mexica. 104 Torquemada (I 1977:173, SM). 216 pasate meatnaehietntetenan assent de Atzcapotzalco, "quizo forzar y afrentar a la reina | mujer legitima del rey Itzcoatzin, menospreciando y i vituperando a todos los mexicanos"195, En otras crénicas se menciona que las vendedoras mexicas | que iban a exponer sus productos al mercado de Coyoacén fueron robadas, maltratadas y ultrajadas por los tepanecas106, En la época prehispanica la violacién durante la guerra fue un comportamiento aceptado dentro de las reglas de los grupos beligerantes; el ataque sexual a las mujeres era una actitud emprendida y esperada por los grupos involucrados en la contienda. La violacion sexual masiva que ocurria concomitante a la ocupacién y arrazamiento de la poblacién civil de una comunidad, fueron sin duda, el pan de cada dia entre los guerreros mexicas y sirvié como un instrumento de intimidacién constante y cotidiano. La violencia sexual que se emprendié contra las mujeres de todas las clases pertenecientes a los grupos étnicos que fueron sometidos por las armas, constituyO un privilegio adicional de los varones mexicas del periodo culminante de expansionismo, tanto los guerreros nobles como los tributarios se beneficiaron por igual de este “servicio sexual gratuito”. Recordemos que después de la victoria de México sobre Chalco los mexicas se regocij mucho, pues independieniemenie de ios beneficios | economices que ei iriunio traia consigo, ics chaicas “les ofrecieron muy hermosas doncellas para que se sirvieran de ellas"107, Bosch108 men, 105 (xtlitxéchill (11 1977:77). 108 Cédice Ramirez (1979:67); Duran (Il 1967:87). 107 Duran (11 1967:168). 108 (1944:60). na que 2 los 219 ayer pueblos sometidos, los mexicas "los hacian objeto de un trato abusivo, les robaban cuanto tenian, les forzaban las mujeres y les violaban a sus hijas. Durdn109 agrega que: "Lo mismo hicieron los soldados valerosos de todas las provincias... ninguno vino sin presa de hombres o mujeres, porque entrando por la ciudad quemaron el templo, y !a robaron y saquearon, matando viejos y viejas, mozos y mozas, tomando a merced a todos los que la pedian, y ésto con tanta crueldad y deter- minacién de destruir aquella nacién y no dejar memoria de ella... robaban y saqueaban los pueblos y desnudaban a cuantos en aquel pueblo topaban, los aporreban y les quitaban cuanto tenian, deshonrandolos, les destruian las sementeras, les hacian mil injurias y dafios". Duran describe con lujo de detalles el mal trato que recibian los pueblos que se resistian a la dominacién o que se negaban a pagar tributo, menciona que “era tanto el contento que de ir a la guerra tenian, que ya no se hallaban los soldados en las ciudades, deseando ir a la guerra con gran voluntad, por lo bien que en ellas les iba"!10. Dado que la rapifia y ta violacién constituyeron los objetos favoritos de los guerreros mexicas y que esto era priv atientes, pusde suponerse que tas mujeres de fos pueblos sojuzgados eran sistematicamente violadas, humilla- das, vejadas y sometidas no sélo a la opresién ejercida por ios varones de su mismo grupo, sino también a la de los conquistadores tenochcas. 109 (ioc. cit). 110 (op, cit. p.188). e2u Que las mujeres formaron parte del botin de guerra es un hecho indiscutible: tanto las mujeres pertenecientes a la clase dominada como las nobles fueron codiciadas sexualmente por igual; se sabe que cuando Moctezuma | salié a conquistar Calix- tlahuaca, donde gobernaba el rey Atonal, "después de la invasion, cuando murié Atonal, luego fue apresada su mujer que era muy alta, y traida a México-Tenochtitlan, el rey Moctezuma quiso estar y tener parte con ella..."111, No existe, como es obvio, ninguna cifra sobre la frecuencia de los ataques sexuales cometidos por los guerreros sobre la poblacién femenina, pero seguramente fue muy alta; asimismo se carecen de datos aproximados siquiera sobre el ntimero real de los abusos perpetrados en contra de las mujeres mexicas por sus mismos paisanos, pero es claro que éstas se hallaban indefensas frente a este tipo de ataques, toda vez que estuvieron sujetas a una intensa socializacién para que asumieran los roles mas pasivos posibles. ‘ La violacién de tas doncellas de Tlatelolco por parte de unos "mancebos traviesos"!12, fue una de las razones que se han dado para explicar la declaracién de guerra de Tlatelolco a sus vecinos de Tenochtitlan, pese a que se conocia el poderio militar de éstos. También se ha argumentado que dicha guerra fue motivada por el trato insultante a que Moquibnix, sefior de Tlateloles, som " esposa Chalchiunenetzin, princesa mexica hermana del poderoso Axayacatl. Se dice que Moquihuix “hacia as maidades a las mujeres" y que a su conyuge “por entre las piernas le metia la tabla del brazo, dei codo a la mufieca, y con la mano le 111 Cédice Chimalpopoca (1975:52). 12 Duran (1! 1967:251) 221 tentaba algo dentro de sus partes"!13; esta crénica menciona también otras humillaciones a las que este noble varén sometia a su mujer y las afrentas que debian soportar sus concubinas. ser raptada y vig: t lada por Tezeatlipoca y convert en la diosa del amor (Cédice Borgia) 118 Cédize Chim Cédice Chimalpopoca (1975:197). 222 Torquemadatt4 refiere que el gobernante tlatelolca “era tan vicioso que... entraba en los recogimientos de las mujeres y a las que mejor le parecian, de las que servian para tejer los ornamentos y vestiduras de la diosa Chanticon, las violaba". Esto muestra que tampoco las mujeres dedicadas al templo se escaparon de las humi- llaciones sexuales. Hay evidencias de que ni siquiera las deidades femeninas escaparon de ser violadas. La diosa Xochiquétzal aunque estaba casada con Tlaloc, moraba en el cielo y estaba tan guardada y encerrada que los hombres no la’podian ver “se la hurlé Tezcatlipoca, se la llevé a los nueve cielos y la convirtié en la diosa del bien querer"!15, (véase fig. 46). La ideologia masculina de la violacién sexual se expresa también en el hecho de que se aceptaba socialmente que un varén tenia derecho de “burlarse” de una doncella si ésta no aceptaba sus reclamos amorosos. Los padres decian a fa joven "y si no le quisieres recibir él [se] burlard de ti, ha de deshonrarte trabajando a ver tu cuerpo por mala via; y después te apregonara por mala mujer"!16; lo que se le expresaba a la doncella es muy sugerente: que pesaba sobre ella la permanente amenaza de violacién. Se le aconsejaba que, sin importar la clase social a la que perteneciera el mancebo que la corteiera, no debia despreciarlo nues podria vengar- se violandola y pregonandolo. Mas aun, entre los tenochcas habia hechiceros que se es; antamientos, brujos que creaban ensalmos que hacian que los 114 (| 1975:246). 415 Mufioz Camargo (1982:154-155). 416 Sanagtin (1979:348) 223 ce hin corazones de las mujeres se inclinaran a ellos. Se creia que estos nigromantes lograban mediante ciertas formulas magicas sumir en la inmobilidad a los habitantes de una casa para robar y violar!17, Algunos magos de este tipo eran los temac- palitotique y los xochihuaque o “poseedores de discursos magicos"118, La amenaza de la violacion de las mujeres de los servidores de palacio que cayeran de la gracia del gobernante supremo, constituy6 otro de los recursos de los que se valid frecuentemente Moctezuma II para producir temor y obtener la obediencia absoluta de sus colaboradores'19. Se decia que a los violadores los ejecutaban dejandoles caer una loza sobre la cabeza'20, sin embargo Pomar121 aclara que esa pena se aplicaba sdlo a los violadores de doncellas y viudas, pero era inaplicable al violador de prostitutas. Ello quiza se debia al hecho de que éstas a diferencia de aquellas, no poseian un “propietario legal” que pudiera protestar por la afensa y por lo tanto las prostitutas permanecieron sin ningtn tipo de proteccién, de manera que estaban expuestas a sufrir agresiones sexuales, sin que el atacante pudiera ser sancionado penalmente. Probablemente la pena de muerte fue un castigo tan severo que sdlo se aplicé sobre un hombre cuando la violacién la cometia j de la alta sociedad s alas virgen dé ta atta sociedad o a fas 117 Soustelle (1974:69). if 1980:349} 119 Durdn (1 1967:14-15); Sahaguin (1979-467). 120 Motolinia (1971:355); Clavijero (4971:219), Mendieta (1980:136). 121 (1941:31). 224 a los dioses que residian en el templo (y eso no siempre, como vimos en el caso de Moquihuix). Solo habia un sector de la poblacién femenina prehispanica mas desprotegido que el de las prosti- tutas: las esclavas. La esclavitud era el castigo que le esperaba a un hombre que consumaba el acto sexual con una esclava menor de edad, pero sdlo cuando ésta moria a causa de las lesiones producidas por el ataque; pero si la agresién no le ocasionaba la muerte, el castigo se limitaba a la paga de la curacién!22, Este evidencia con mas claridad que ningun otro ejemplo, que e! bien que se protegia legalmente no era la. integridad fisica, psicoldgica o sexual de las mujeres, sino que el propdsito de! legislador mexica fue sdlo el de salvaguardar ta posesion de esclavas. Vemos pues, que fa violacién en el México antiguo no fue considerada como una trasgresién contra la integridad sexual de las mujeres, sino que se conceptualiz6 como un abuso o una ofensa que cometia un hombre contra otro o un ataque contra su propiedad. Existen tantos y tan numerosos casos documentados sobre fa violencia sexual perpetrada sobre las mujeres mexicas de todas las clases sociales, que seria ocioso creer que los mencio- nados son sélo casos aislados y ocasionales, extravios patolagicos que no tuvieron ningun significado social. Las conductas femeninas reprobadas. Habia varias conductas femeninas relacionadas con ta sexualidad que eran reprimidas y sancio- nadas: la prostitucion, el adulterio, la homosexua- lidad, el travestismo y el aborto. El castigo que se esgrimid contra estos comportamientos femeninos 122 Historia de los mexicanos... (1941:238). 225 rechazados por la sociedad variaron en el grado de rigidez, aunque generalmente era la muerte. Analicémoslas una a una. La prostitucion. Esta sociedad otorgaba a los hombres de todos los estratos sociales el recurso de la prostitucion. Esta era la institucién que legalizaba la explotacién sexual femenina y garantizaba el abuso y la cosificacisn del cuerpo de las mujeres. La prostitucion se encuentra en toda sociedad sexista que mantiene “libre” a un numero indeterminado de mujeres para que resulten disponibles a cualquier hombre que desee tener acceso sexual a ellas mediante una simple compensacién econdmica. Sobre la existencia de la prostitucion y su significado en el México antiguo existen diversas opiniones. Bosch'23 sostiene que la prostitucion no se basaba en un mero atan de lucro o necesidad de supervivencia de las mujeres que se dedicaban a ella, explica que esa instituci6n debid su existencia al desmedido apetito sexual femenino. Sahagun pensaba de manera muy parecida, Motolinia!24 expres6 una opinion semejante aunque sefiala que algunas la ejercian empujadas por la necesidad, afirma que la prostitucién existia en abe- diencia a “orden politica para evitar mayor mal"t25, as decir, que coadyuvaba a mantener el orden social al disminyir los estuoros, las bestialidades y violaciones. Mendieta!26 por su parte, sostiene que la prostitucién en la época prehispanica debid haber esiado poco difundida gracias al rigor de tos 123 (4944:57). 124 (4971:367). 128 (op. cit., p. 320). 126 (1980:124). 226 castigos!?7 que se aplicaban a las practicantes. De acuerdo con los cronistas la prostitucién esta- ba institucionalizada aunque no existian estable- cimientos donde se realizaran esas actividades, sino que las rameras recorrian las calles en busca de los clientes. La sociedad mexica acepté hipdcritamente la explotacién sexual de la mujer empleando el nombre de ahuiani para designarla, despreciarla y sefialarla con horror y no produja, en cambio, una palabra para el comprador varén que, en su calidad de consumidor sexual permanecia conveniente- mente en el anonimato con la anuencia de la sociedad, (ver fig. 42). Aunque se ha dicho que la’ palabra ahuiani significa "la alegradora"!28 su traduccion correcta es “la alegre" y es sefialada como mujer muerta, como sacrificada a los dioses. La prostituta fue vista también como “un ser despreciable y aborrecible1#9, como una persona inmunda que "tomaba el camino de las bestias"!30; ese repudio social se evidenciéd también a nivel linguistico en el significado de la palabra ahuilnemiliztlio sea "vida en vano". El adulterio. A la mujer adiltera se le denominada con la palabra tetzauhcihuatl, que quiere decir “mujer maligna", y era catalogaba como deshonesta, trai- pero a ta noble 128 Pomar (1941:31). 129 Lépez Austin (1 1980:349; 1982:167-169). 130 Sahagun (1979:562). 227 dora, lujuriosa y sin reputacion’31, La mujer infiel producia intenso temor entre la gente debido a que generaba, segun los mexicas, fuerzas nocivas, irradiaba desgracias y constituia un centro de escdndalo y abominacién'32, Debido a que esta sociedad era tan masculinista slo existia castigo para el adulterio femenino, pues no se consideraba delito al hecho de que un hombre casado mantu- viera relaciones sexuales con una mujer soltera y por tanto no se impuso ninguna pena para tal practica. Los padres aconsejaban insistentemente a sus hijas que —fueran fieles a su marido “en ningtin tiempo, ni en ningtn lugar le hagas traicién... no des tu cuerpo a otro... porque si fueres vista en este delito te han de _matar"!35. Le explicaban que si incurrian en el grave pecado de la infidelidad seria echada a la calle "donde seras por justicia machu- cada de la cabeza y arrastrada... perderas tu fama y nobleza"'34, Se les decia que aunque el! marido no se enterara de la infamia que se cometia contra él, los dioses la veian siempre y castigarian su inso- lente conducta tulléndola, produciéndole llagas, pudriéndole el cuerpo y no le permitirian tener “contento ni reposo ni... vida sosegada"135, Existia la creencia de que las dificultades del aumentaban si la mujer habia cometido faltas publicamente y a gritos, asi los dioses las perdonarian. Las autoridades gubernamentales se 131 Sahagun (1979:562). 132 Sahaguin (1979:283); Lopez Austin (| 1980:346). 133 Sahagtin (1979:351-352, SM). 134 (oc. cit.). 135 (ibid). 228 eee er nn tndanncaai gtr encargaban de enjuiciar a las mujeres acusadas de ese delito, invariablemente eran condenadas y ejecutadas; el adulterio era una trasgresiOn que se perseguia de oficio, pues se consideraba no sélo un crimen contra el marido, sino un delito contra el estado y la sociedad. Si se daba el caso que un marido ofendido perdonara la traicién de su mujer ta gente los castigaba a ambos matandolos136, Cuando una mujer adultera era sorprendida in fraganti o sélo por la sospecha del marido, la aprehendian junto con su amante y les pedian que confesaran, “si no admitian su culpa les daban tormento"!37 hasta que reconociesen su delito, después de la confesién los condenaban a muerte. Algunas veces para matarlos los ataban de pies y manos, y los mantenian tendidos en el suelo mientras les machacaban la cabeza hasta deshacérsela; en otras ocasiones los mataban a garrotazos, los ahogaban, los ahorcaban, los quemaban vivos en la hoguera o dejaban que la mu- chedumbre los matara a pedradas138, (véase fig. 43 y 44). “El gobierno insistia a los padres de familia que llevaran a sus hijas jovenes a que presenciaran las ejecusiones de las adulteras con el fin de que &stas supieran cual era el castigo que les esperaba si incurrian en una falta semejante. El repudio ian incisive que se daba hacia ias tuiaciones sexuaies que ia mujer entablaba tuera de los marcos institucionales constituia otra de las formas en las que esta sociedad expresaba la supetioridad del varon sobre la mujer. Esa actitud 136 Historia de los mexicanos por sus pinturas (1941:236). 137 Sahagtin (1979:467, SM) : 138 Mendieta (1980:136-137); Ixtlilxéchitl (I 1975:385; I 1977:180); Clavijero (1971:218); Soustelle (1974:186). 229 ante el adulterio femenino sdlo se observa en las sociedades que son profundamente patriarcales'99 -como la mexica-, en las que se considera que “lo que es para la mujer un crimen de graves consecuencias legales y sociales se considera muy honroso para el hombre o a lo sumo como una ligera mancha moral que se lleva con gusto"!49. Al parecer esta ideologia sexista fue asumida incons- cientemente tanto por hombres como por mujeres. La evidencia del repudio a la libertad sexual femenina se manifesté en la asistencia masiva con morbosa curiosidad a la ejecusién publica de Chichihuenetzin y de todos tos sirvientes implica- dos en el suceso'41; la ideologia expresada en este tipo de conductas y reacciones contiene un fuerte componente misdgino que reforzaba el sometimien- to femenino en todos los sentidos. Travestismo. Aunque durante la época imperial a muchas de las deidades femeninas se les adicionaron ropas y rasgos masculinos, se sabe que estaba instituida la pena de muerte como castigo a las personas que se ataviaran con ropas que pertenecian al sexo opuesto!42, 139 En este trabajo empleo el término patriarcado para reterir al fa autoridad y e! control es ejercido por ef 2 ayoria de los piiestos de aittoridad y de poder politico, en el que existe una ideologia que legitima y justifica tal estado de cosas y lo hace aparecer como “natural”, la Jer es mantent rdiciones de subordinacién en los planos econémico, politico y social. 140 Engels (1971:231). 141 Ver Ixtlixéchill I (1977:164). 142 Ver Klein (1988). 230 Las practicas \ésbicas. La palabra nahuatl para designar a la homosexual femenina era patlache ("la que tiene superficie ancha"). En esta sociedad el tribadismo fue abiertamente repudiado, quienes eran sorpren- didas en practicas lésbicas eran condenadas a muerte!43, La horca o la lapidacién constituyeron formas habituales de eliminarlas'44, Los nahuas tenian la creencia de que la lesbiana era en realidad un hermatrodita’45, El relato de Mu- fioz Camargo'46 respecto a una concubina real que resulté hermafrodita y que prefié a otras mancebas del gobernante supremo sugiere lo mismo. Los mexicas pensaban que la mujer que copulaba con otra enfermaba por ello, ya que se suponia que las enfermedades podian ser producidas por los dioses como castigo a practicas sexuales prohibidas!47. El aborto. En las sociedades donde el aborto provocado no se considera un delito se llega a emplear como una de las formas para mantener bajo control el indice poblacional. En Tenochtitlan, el aborto inducido se consideraba un acto criminal gravisimo debido a la alta valoracién en que se tenia la procreacién, las practicas abortivas se castigaban con pena de muerte, no sdlo para la usuaria, sino también para la curandera que lo provocabai48, 143 Motolinia (1971:357); Mendieta (1980:137-138). 144 Historia de los mexicanos... (1941:235); Clavijero (§97i2 }. 145 Lépez Austin (I 1980:347). 146 (4982:152). 147 | 6pez Austin (1 1980:347). 148 Motolinia (1971355); Mendieta (1980:136). esi El aborto inducido por la ingestién de brebajes constituye un trauma para el organismo femenino que a veces puede producir la muerte si se toman dosis inadecuadas. Pese todo, las mujeres nahuas que rechazaban la dependencia a los imperativos biolégicos o las imposiciones sociales buscaban a las curanderas que daban "hierbas para abortar"149 con el fin de expulsar de su seno al hijo indeseado. Aunque las practicas abortivas estaban prohi- bidas, se toleraban cuando existian factores de tipo politico, como en el caso de las concubinas. del gobernante supremo -que preferian abortar cuando se embarazaban- pues habia dificultades para que sus hijos (ilegitimos) heredaran privilegios!5°, 148 Sahagtin (1979:33). 150 Torquemada (| 1975:316). 232

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