El documento resume el diálogo platónico Crátilo. En él, Sócrates debate con Crátilo y Hermógenes sobre el origen de los nombres. Crátilo cree que los nombres reflejan la esencia de las cosas, mientras que Hermógenes sostiene que son meramente convencionales. Sócrates mantiene una postura equilibrada, señalando que los nombres pueden reflejar las cosas de manera errónea o acertada, dependiendo del legislador. El diálogo deja la cuestión sin resolver pero mot
El documento resume el diálogo platónico Crátilo. En él, Sócrates debate con Crátilo y Hermógenes sobre el origen de los nombres. Crátilo cree que los nombres reflejan la esencia de las cosas, mientras que Hermógenes sostiene que son meramente convencionales. Sócrates mantiene una postura equilibrada, señalando que los nombres pueden reflejar las cosas de manera errónea o acertada, dependiendo del legislador. El diálogo deja la cuestión sin resolver pero mot
El documento resume el diálogo platónico Crátilo. En él, Sócrates debate con Crátilo y Hermógenes sobre el origen de los nombres. Crátilo cree que los nombres reflejan la esencia de las cosas, mientras que Hermógenes sostiene que son meramente convencionales. Sócrates mantiene una postura equilibrada, señalando que los nombres pueden reflejar las cosas de manera errónea o acertada, dependiendo del legislador. El diálogo deja la cuestión sin resolver pero mot
El Crtilo nace en la obra platnica transcrita de su maestro Scrates y
que se encuentra dentro del periodo (agrupacin) de los dilogos de transicin (de los 38 a los 41 aos) (389-385) entre los de la juventud y los de la madurez. Periodo en el cual al parecer Platn empieza a colorear con sus propios matices la obra socrtica, y donde surgen los primeros brotes de la futura teora que emanar todo su esplendor. El Crtilo va acompaado de algunos otros dilogos los cuales son: el Gorgias que nos plantea temas retricos y polticos; el Hipias mayor y el menor que convoca a la temtica de la belleza el primero y a la verdad el segundo; el Eutidemo que habla sobre las disputas sofisticas; el Menn, el cual habla sobre la posibilidad de enseanza de la virtud, y finalmente el Meneceno que gira en torno a las oraciones fnebres.
Como vemos platn en este contexto dialgico se focaliza en temticas
locales, temas concretos para conceptualizar, cuestiones preponderantes de la sociedad de ese entonces. El Crtilo toma de lleno todos estos elementos mencionados antes, al encontrar su eje fundamental en algo tan cotidiano como el lenguaje, tratando de concentrar sus reflexiones en el origen del mismo.
El Crtilo platnico es uno de los elementos inauguradores de la
tradicin filosfica lingstica dentro de la cultura filosfica occidental. El dilogo va direccionado hacia la genealoga de las nominaciones. Se debate entre dos posturas las cuales son defendidas por el sofista Crtilo y su discpulo Hermgenes, el primero defiende la naturaleza de los nombres, y los asocia a la esencia del objeto nombrado, el segundo solamente se fija en lo convencional del lenguaje, y dejando a la suerte el manejo del mismo, amparado en subjetividades que segn el interventor imposibilitaran el conocimiento, mencionado el interventor procedemos a nombrarlo como Scrates, el cual se ve inmiscuido a solicitud de los debatientes, particularmente a solicitud de Hermogenes. Hallndose los tres personajes (Scrates, Hermgenes y Crtilo) relacionados en tiempo, espacio, y punto de atencin, se procede a la apertura del dilogo: el intrpido y acelerado Hermogenes se dispone a entregar su hiptesis la cual en un dos por tres se ve desvinculada y desechada, la adquisicin de nombres por convencin es anulada, y el motivo es gracias a que si nos dejamos gobernar por esta aparente realidad no podramos llegar a acceder al conocimiento del objeto, esto lo ejemplifica el maestro interventor mediante el juego del los nombres, la etimologa de las palabras. El joven discpulo acepta y acata la postura del interventor y despus de una larga y entretenida investigacin pasan a dar cabida a la postura terica de Crtilo.
Crtilo plantea la naturaleza de las nominaciones, pero la confunde con
la esencia del objeto y no acepta una posible ruptura entre estos (escancia y objeto), pues la categoriza como fielmente sometida o sujetada a esta esencia; Scrates hace caer en cuenta, la posibilidad errtica del legislador de nombres, ya que en medida de que las cosas son y se dan a conocer, el que las conoce emplea nombres para describirlas y entregarlas a los dems; estos nombres pueden ser fcilmente errticos o acertados, por eso es preciso conducirse por un buen legislador y no sujetarse en la fidelidad intachable de los nombres con respecto a la cosa. Aqu prevalece el equilibrio del dialogo, ya que no se nos deja sostenernos en el dicho de Protgoras: el hombre como medida de todas las cosas (dicho sostenido por Hermogenes). Ni en la postura ontolgica de Crtilo que sostiene que nombre es lo idntico a la cosa.
Scrates pone en neutro el dialogo que posteriormente queda con sabor
amargo, por su aparente inconclusin; l, mediante su mayutica, evita la dispersin de los postulados y los concentra en lo fctico, el lenguaje como el arte de poner nombres adquiere gracias a dilogos como estos, la preponderancia tradicional y el podio dentro de nuestra contemporaneidad; hoy ahora en la tradicin filosfica, la filosofa del lenguaje a adquirido un lugar primordial, se ha hecho de mundo y a convertido al mundo en letra, y trata de entenderlo como letra.
El Crtilo, a manera de instructivo, nos lleva a cuestionarnos an, ahora,
los orgenes de las palabras que empleamos, y que nos motivan a seguir cuestionndolos, ventaja que nos otorgan los dilogos inconclusos en los que se nos hace participar como cuarto interventor.
Bibliografa:
PLATN. Crtilo, en Dilogos. Obra completa en 9 volmenes. Volumen II:
Gorgias. Menxeno. Eutidemo. Menn. Crtilo. Traduccin e introduccin de J. L. Calvo. Madrid: Editorial Gredos, 2003, p. 358-455.
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