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Nota que Jess no reprendi a Pedro por ser egosta ni nada parecido. Le dio
primero una respuesta muy directa y, despus, cont la parbola de los obreros
y su salario. Aunque durante siglos se ha discutido el significado de esta
parbola, el punto bsico es claro: recibirs de Jess lo que l ha prometido.
Si alguien te preguntara: Qu obtendrs por servir a Jess?, qu
responderas?
PODEMOS
Para apreciar realmente la historia de hoy acerca de Santiago y Juan (y la
madre de ellos) en Mateo 20:20 al 27, primero lee Lucas 9:51 al 56. Este
evento ocurri cuando Jess y sus discpulos fueron primero a Jerusaln, pocos
das antes de que Santiago y Juan preguntaran si podan sentarse a la derecha
y a la izquierda de Jess en el Reino.
Lee Mateo 20:20 al 27. Qu nos dice Lucas 9:51 al 56 acerca de cun
listos estaban Santiago y Juan para sentarse a la derecha y a la
izquierda de Jess?
Santiago y Juan, los Hijos del Trueno, todava estaban ms preocupados por su
propio futuro que por la salvacin de los que los rodeaban, aun despus de
haber sido enviados a evangelizar a las regiones circundantes. En cierto modo,
esta historia es parecida a lo que consideramos ayer, con la pregunta de Pedro
acerca de lo que obtendran por seguir a Jess.
Considera la respuesta que dio Jess: No sabis lo que peds. Podis beber
del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado? (Mat. 20:22). En otras palabras, identificarse con la futura gloria de
Jess significaba, primero, identificarse con sus sufrimientos y su muerte, algo
que ellos no haban previsto ni estaban listos para hacer. El hecho de que
respondieron inmediatamente: Podemos (Mat. 20:22) muestra que no saban
de qu les estaba advirtiendo Jess. Finalmente aprenderan.
Se presenta aqu un contraste interesante en el que debemos pensar nosotros
mismos. Como vimos, se nos prometen cosas maravillosas, incluso la vida
eterna (Mat. 19:29), si seguimos a Jess. La Biblia tambin deja en claro que,
en este mundo, seguir a Jess tiene un costo, a veces muy grande. Jess ms
tarde le dijo a Pedro que l morira como mrtir (ver Juan 21:18, 19). Muchos
creyentes a lo largo de la historia, y an hoy, han pagado un precio elevado por
seguir a Jess. De hecho, sera sabio preguntarnos qu algo anda mal en
nuestra vida si no hemos pagado un precio alto por seguir al Seor. No
obstante, cualquiera que sea el precio, es realmente bajo.
Qu te ha costado seguir a Cristo? Piensa con cuidado en las
implicaciones de tu respuesta