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hasta una altura vertiginosa, para que el fango de aquel pantano portatil no la manche, En la calle la Iluvia cae conforme a las eter- ns del sistema antiguo: de, arrbe. par. abajo. Mas. en, ol 1g6n hay luvia ascendente y Iluvia descendente./Se esta, con toda verdad, entre dos aguas. Yo, sin embargo, paso las horas agradablemente encajonado en esa miniaturesca arca de Noé, sacando la cabeza por el ventanillo: no en espera de Ia paloma que ha de traer en el pico un ramo de oliva, sino para observar el delicioso cuadro que la ciudad presenta en ese instante, El vagén, ademis, mic Heva’ a mundos desconocidos y a regiones virgenes. No, la ciudad de México no empieza en el Palacio Nacional, ni acaba en la calzada de la Reforma. (Yo doy a ustedes mi palabra de que Ia ciudad es mucho mayor.) Es una gran tortuga que extiende hacia los cuatro puntos cardinales sus patas dis- Jocadas. Esas patas son sucias y velludas. Los Ayuntamientos, con 09 a rr aera Mia hay Soke ccapES DR cate arcs ectbics son cence, os, Hay hombres muy hhonrados que viven en le plerule deh Y,sefioras de invencible virtud cuya casa’ eat situ aes Sn de Salsipuedes. No es verdad que los indios basta fstén_acampados en esas calles exéticas, nies esos Sisean frocsienies evocNitnics us} Plarucla 30 Re gan ‘mano providente de la Policia ha colocado un gendarme en Quer e Las casas - es08 barrios no estin hechas an de: lodo ode pieles sin curtir. Son casas habitalt eon evcalera'y todo, En ella viven muy dscrtae eaballeroy yoo ‘fioraes sefritae muy lindts, Estas seftorite se. Ten’ tener! novios, como Yas que’ tienen halen y cara a te ent dele cided" ve Ti do exacninar ligament las toreidas lineas y la cade de montafias del nuevo mundo por que atravesaba, valvi los ojee Ht del vagén. Un viejo de evaavenlor de almendra meditaba Soe epee “ne €l po desu paraguss. No s habs raed, Lab Ep paisomttncceienre wreulaes Prekn, ; Se ale no era prematura, a menos que admitamos la teo- poeta, autor de ciertos versos cuya dedicatoria e« e a leome'ds ‘mi yecino era ya muy mayor. En cuanto al paraguas, Se no entremos ere bjs Pparaguas, expuesto a la “debia. asemejarse mucho a las banderas que los inde- Ve ee Era un paraguas ca- para mojarse con’ decenicia ‘Abie tate Biden res: ‘seria mi vecino? ‘De’ seguro era casado, y con hijas as? La “ desventuradas criaturas me : levita ealva, por la es end oe aquel hermow pantln ‘con st la ‘para convencerse de que age tein! eae ‘Nada mas las mujeres, y las mujeres rf quince afios de esa manera, Las sefioras asadas ‘ya no se cuidan, Peano une desgracia, de esas delicadezas “10 hambre. No habra en la casa nada que empefiar. {Como los q chan subido Tal q : ian tanto! ‘ez no tuvieron con. qué pagar la casa, y el propietario les embarg6 {Mala alma! Si estos propietarios son peores que Cain! > que conaiguen, = neta faenn!y trabajo, es ropa asan el dia echando los pulmones por la boca. Y luego como se alimentan mal y tienen muchas penas, andan algo enfermitas, y el doctor asegura que, si Dios no lo remedia, se van @ Ia caida de las hojas. Necesitan came, vino, pildoras de fierro y aceite de haca- lao. Pero, gon qué se compra todo esto? El buen sein so queds po- anite ‘que cayé el Imperio, y el iinico hijo que id erst apy ene rt as do peas. No ay tabu muy caro, y los amigos legan a cansarse de ayudar al de THdo. 181 as ries ve casctaal: Probablemeats"ab'eate smiradonest Pero ooine las pobrecits von nruy decentes boetoe:paBalas} nit puederprendaree de loa’ panapaeaai pollos de’ plazuela. (Eatin enamoradas sin saber de quién Je venida'del Mesias. 1Si yo me casara con alguna de Por'qué no? Después: de’ todo, en ese clase suclen fas mujeres que dan la felicidad, Respecto a las otras, 4 g06 Uteieroe? (Me han cowtade tentod Gloguinial ts buscar ‘nade esas chiguilles’ pobtes y ‘eostumbradas a tener palco en ol teatro, nt earruajes,n ta en la Sorpresa, $i en joven, yo la educaré a mm tan tteatio’ de us ss eat amor, tar Poreito to @lad ¥ wn Poquitg de dinero: dino podemos ménteremnos ella'y yo, y hasta el angel ere rlande, Nos'‘amaremos mucho, y tomo la voy a auld regi nico, se pondra en poco’ tiempo més’ fesea Heer Por le mating, un pajeo a pie en el Bosque: T ‘coche de @ cuatro reales hora, o en los trenes, Después, en Ge iucha came, mucho vino y mucho fierro, Con eso y con ella se vista de blanco, de azul Uibros, ls macetas y lo panos, eiendo para nis adentros— Io sega, La verdad tancia, tiene un ie Bede Toad tea te Het sigan, cond, sera de 2? totbrero alto parece “io. {Pobre hombre!’ yPor qué no le inspiraria confianza? Sime hubiera Fete aleo, yo le habria dado con fi Persona decente. ;Habrin | En el asiento antes ocuj el cesante, descansa ahore aon Matrona de treinta: afos No tne neh pave Ercan ae atin wine es Peep ee sede su ningin ay ». Tic la eae saved, porate ac i arate elo negro, latex morene’y toad a I is es falsa. La sefiora de treinta afios no tiene madre, La ipleaie de Loses an es una casa particular ni tm hospital Ali no viven ni los saeristanes. Tenemos, pues, que re- Currir a otras hipétesis. Es un hecho constante, confirmedo por la jue a Ia puerta del templo, siempre que la, sefora espera un coche./Si el coche fuera de ella, ven- sde su casa. Esto no tiene vuel or consiguiente, a otra persona. Ahora Bien cledad de seguros contra la Muvia 0 cosa paguen coche a la puerta de todas la: no se mojen? Claro es que n en tranvia y de estos rezos Amante. 2 Quién sera el marido? ~ Debe de ser un hombre acaudalado, La sefiora viste bien, y si no sale en carruaje para este género de’ entrevistas es por nd Yar en qué decir. ‘Sin embargo, yo no me atreveria a prestarle cinonenta pesos bajo su palabra. Bien puede ser que gaste mis de lo tak Gate £8 como cierto amigo mio, personaje muy quieto y muy tranquilo, que me decia hace pocas noches: i Mi mujer tiene para el juego una forturia prodigios ‘mes saca de la loteria quinientos pesos, 1 Yo quise referirle al i muy conocido de cie dijo a los empleados: ~-Sefiores: aqui se prohibe Banar a Ta loteria. ,AU pri se Ja saque To, echo « puntapiés! tri esta sefiora a la loteria? Si su marido es. icho que esos pendientes que ahora Il Pobre sefior no sera joyero. En materia de alhajas, su mujer, que es una buena alhaja, Por do, jDesgraciado! qué tran ilo extra en au « lebo de conocerle... | sil. tee de ser; la esposa de ese caballero murié cuande iEs el otro! ;Tampoco! Pero, za mi q 2 La seguiré? siempre conviene poseer un secreto remos, si es posible, al incégnito amante, eTendré jer? Parece que si. jInfame! Mafiana se avergonzariy ver la niegue. Ese ae horrible crimen, ae justo, Bien esta; que mancille, que pise, que ec ‘ ese desgraciado ‘que probablemente la adeta oP Es una traicién, es une villania, Pero al fin, ese hombre puede ni le condene. ay eas ‘eres te, jandona para ir a traerles su. porciéi . sdeshonra, Los vende por un puriado de placeres, como Judas a Cric %to por un pufiado de inonedas. Ahora duermen, sonrien, toda ly i moran; estin abandonados.a manos mercenarias; van empezands , -desamorarse de la madre, que no los ve, ni los educa, ni los mica €s08 chicuelos seran hombies, y esas nifias, mujeres, Elice que su madre fue una aventuiera, y sentiran vergiiense rin amar y ser amadas; pero los hombres, que ereen icién del pecado.y en.el heredismio, las buscaran para: pen y no querrin darles su nombre, por miedo,de que lo prea. tuyzn y lo ‘ todo eso seré obra tuya. Estoy tentado de ir en busca de ‘su esposo y traerle a este sitio. Ya adivino cémo es la aleoha en que ie aguarda, Pequefia, cubierta toda de tapices, con cuatro grandes ie, ide alabastro sosteniendo ricas plantas exaticas. Antes habia Enis, Tinas en Tos muros; pero tu amante, més delicado que BW eget ce sn jee 7. es um teatig, La mojec Gun recbo «sa ss i aii esa ‘alcoba_y tu amante caliente con sus manos tus pees, entumecidas por la humedad, tu esposo, yo entraremos sigilosamente, y im. brusco golpe te echari srra, mientras detengo yo la mano de tu cone lice, Hay besos que se empiezan en la tierra y se acaban en el infierno, Un sider fio baiiaba mi rostro. Afortunadaménte habiamos lle- ela. de Loreto, y mi, yecina se aped del vagén. Yo vi sgado a la OE TREE ape i ree z de to te importa que ésta sefiora sé la pegue a xsu_marido: fees Ainigo ‘acaso? Ella si que es una real moza:] -A fuerza de encontrarnos somos cast amigos. Ya la saludo, lg ata ile, Wee Banfi debe Ho. sigo en el vapin, jParece que todos vamos tan_ [De Guentos fragites, 1883)

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