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Capitulo II La sociologia de la educaci6n Acabamos de ver en el capitulo anterior que la sociologia, desde sus « ;, tuvo ala educacién como tema de reflexion privilegiado. La obra de los clasicos muestra esto de manera muy clara. Cualquiera sea la ver- ‘tiente del pensamiento social que se tome en cuenta, todas atribuyen a la ‘educaci6n un papel decisivo, tanto en la trasmisi6n de la herencia cultural de una sociedad, como en los procesos de poder y de control sociales vi- gentes en ella. No cabe duda de que la sociologfa de la educacién aparece ‘nel mismo contexto y momento hist6rico que la sociologia. Como Ia pro- pia sociologia, su aparicion responde a las necesidades de ese contexto, y es, en su primera orientacion, positiva (Lerena, 1985). Sin embargo, y a pesar de este lugar de privilegio que la educacién ocupé en el pensa- miento social primero, y en el sociolégico después, s6lo podemos hablar de la sociologia de la educacién como disciplina cientifica en sentido es- tricto recién a mediados del siglo XX. zCuAl es la raz6n que justifica la existencia de una sociologfa de la educaci6n? La razon de ser de esta disciplina radica, en definitiva, en que educacion es un fendmeno social. Gran parte del trabajo de Durkheim es- tuvo dirigido a demostrar este hecho, y a estudiar en profundidad dicho fenémeno. Desde su punto de vista, dado que la sociologia es la unica ciencia que puede estudiar los hechos sociales, la verdadera ciencia de la educa- cién no es la pedagogia, como se sostenia hasta ese momento, sino Ja socio- logia, y se propuso crear esa disciplina nueva que él denominé ‘Ciencia de Ja Educacion’, como vimos en un capitulo anterior. Su cometido era estu- diar a la educaci6n desde la perspectiva sociolégica, es decir, como fend- meno y como proceso social, Gracias a esto, muchos atribuyen a Durkheim Ja paternidad de la sociologia de la educacion, aun cuando él nunca utiliz6 este término. ‘Antes de intentar definir qué es la sociologia de la educacién, vea- M™Os porqué la educacién puede ser considerada un fendédmeno social 0, en términos de Durkheim, un ‘verdadero hecho social’. Para esto, nada mejor que recurrir a su obra Educacién y sociologia, donde, con la claridad que lo caracteriza, y sobre la base de su concepcién sociologica general, define a _laeducaci6n coma hecho social’. tuna exposicién detallada sobre los hechos sociales y la forma en que deben ser sclentificamente en Durkheim (1985). 37 Ja definicion que da Kant, para q P e en desarrollar en cada individuo toda la tible. Durkheim considera que esta defir r por perfeccién. Toma también la de Stuart Mill, segin la ion comprende todo lo que hacemos por nosotros mismos y t demas hacen por nosotros con el fin de aproximarnos a ja de nuestra naturaleza. En su mas amplia acepcion, esta de prende incluso los efectos indirectos que producen sobre el ca obre las facultades del hombre cosas cuyo fin es muy otro: las leyes rmas de gobierno, las artes industriale: icion social. Para Durkheim, esta definicién es inaceptable pues co ei vende hechos totalmente diferentes que no pueden ser reunidos en un " mo vocablo sin crear confusiones. Por ultimo, toma la definicién pragma de James Mii 1s semejantes. Seguin D esto también es inaceptable pues la felicidad es una cosa esencialmente _ jetiva que cada uno aprecia a su manera; por lo tanto, la definicion deja ir ido el objetivo de la educacién, y de hecho, la educacién misma. Luego de este examen, Durkheim concluye que las definiciones pre= it arten del supuesto de que hay una educé ci6n ideal, perfecta, que vale indistintamente para todos los hombres todas las épocas. Este supuesto le parece inadmisible y entiende que ha do refutado por la historia. Esta demuestra algo indiscutible: la educa c Aha variado infinitamente seguin las épocas, segtin los paises ¥ los grupos sociales. Para justificar su postura, Durkheim s ciudades griegas y latinas la educacién formaba al individuo par uubordinara ciegamente a la colectividad, para que se convirtiera) Ja sociedad. Hoy se esfuerza para hacer de él una pers0 En Atenas se trataba de formar espiritus delicados, alertas dos de la mesura y de la armonia, capaces de gustar! is de Ia especulacién pura; en Roma se queria ante! irtieran en hombres de accién, apasionados P te que concierne a las letras y a las a por sobre todo, cristiana; en el Rena cativo no tiene nada de real por si mismo. Sélo se ve en él un Practicas y de instituciones que se han organizado lentamen- c er del tiempo, que son solidarias de todas las demas institu- ‘ociales, que las expresan, y que, en consecuencia, como la propia a de la sociedad, no pueden ser cambiadas a voluntad, sino que ser un puro sistema de conceptos realizados; en ese sentido, el : © parece derivar tinicamente de la légica. [...] Pero, de hecho, cada sociedad considerada en un momento determinado de su desarrollo, tiene un sistema de educacién que se impone a los individuos con una fuerza generalmente irresistible. Es vano creer que podemos educar a nuestros hijos como queremos. Hay costumbres que estamos obligados a aceptar; si nos apartamos de ellas, se vengan en nuestros hijos. [...] Hay, pues, encada momento hist6rico, un tipo regulador de educaci6n del que no podemos apartarnos sin chocar con vivas resistencias que sirven para contener las veleidades de disidencia”*. Durkheim concluye su argumentaci6n tratando de demostrar que la educacién es un hecho social, y lo es porque comparte con ellos ciertas ca- Tacteristicas que permiten diferenciarlos de otro tipo de fenémenos: es supraindividual y es coactiva. Veamos en qué consisten estas caracteristicas. En primer lugar, la educacién, como todos los fenémenos sociales, es supraindividual, existe fuera de las conciencias individuales y no pertene- ce a ninguna de ellas en particular, sino que pertenece a la sociedad. Toda sociedad, dice Durkheim, produce fenémenos nuevos, diferentes de los que se engendran en las conciencias individuales. Los hechos sociales resi- den en la misma sociedad que los produce y no en sus partes; son, en este sentido, exteriores a las conciencias individuales. Son cosas que tienen su existencia propia. El individuo las encuentra completamente formadas, y no puede hacer que no sean, o que sean de otra manera de lo que son; esta arlas porque, en grados diversos, participan de la supremacia y moral que la sociedad tiene sobre sus miembros. Claro esta que interviene en su génesis, pero para que exista un hecho social, int chos hayan, por lo menos, combinado su accion, y que ion se haya engendrado algtin producto nuevo. Y como aliza fuera de nosotros, pues entran en ella una plurali- ariamente por efecto el fijar, el instituir TEMAS Y PeRrspe ito no pr tividuo en particular. “Son el producto de la vide oe Jas necesidades de la misma. Son incluso, en su generaciones anteriores. Todo el pasado de la hu do a hacer ese conjunto de maximas que dirigen a nuestra historia ha dejado alli sus rastros, pueblos que nos han precedido. Del mismo modo que los organismos sn periores llevan en sf como un eco de toda la evolucién biol6gica cuya cul. | minaci6n constituyen. Cuando se estudia hist6ricamente la manera como | se han formado y desarrollado los sistemas de educacién, se ve que ellos dependen de la religion, de la organizacién politica, del grado de desarro. No de las ciencias, del estado de la industria, etc. Si se les separa de todas esas causas histéricas, se vuelven incomprensibles. ;C6mo puede el indi- viduo, por lo tanto, pretender reconstruir, por el solo esfuerzo de su re- flexi6n privada, lo que no es obra del pensamiento individual? No se en- cuentra frente a una tabla rasa sobre la que puede edificar lo que quiere sino a realidades existentes que no puede crear ni destruir ni transformara voluntad. Sdlo puede actuar sobre ellas en la medida en que ha aprendido a conocerlas, en que sabe cuales son su naturaleza y las condiciones de que dependen; y sélo puede llegar a saberlo si entra en su escuela, si comienza por observarlas, como el fisico observa la materia bruta y el bidlogo 105 cuerpos vivos”*. En segundo lugar, la educacién es coactiva. Consiste, segtin Durkheim, en un esfuerzo continuo para imponer a los nifios maneras de ver, de sentir y de obrar, a las cuales ellos no podrian haber llegado espom taneamente. Desde los primeros momentos de su vida les obligamos @ oa mer, a beber, a dormir a determinadas horas; a la limpieza, al sosiego 4 obediencia; mas tarde les hacemos fuerza para que tengan en uta demas, para que respeten los usos y las convenciones; los conceal a Para que trabajen, etc. Si con el tiempo dejan de sentir esta coneet Te, porque poco a poco han desarrollado habitos y tendencias ina a — _ hacen inutil, pero que solo la reemplazan porque derivan de él a ae ‘si6n permanente que sufre el nifio es la presion misma del meet og tiende a moldearlo a su imagen y del cual los padres y los ma 4 mayor manidad ha Zen la educacion de e incluso la historia de mas que los representantes y los intermediarios. Be Finalmente, Durkheim propone su propia definicion de a una perspec sa toda su argumentaci6n anterior y expresa 1 Ee sociologica sobre ella: “la educacion es la accion BE: : adultas sobre las que no estan aun med oa y objeto suscitar y desarrollar en el nino de > una generaci6n joven, y la finalidad de ' formaci6n del ‘ser social’. Por ser social Durkheim entien- a de ideas, de sentimientos y de habitos que expresan en no- nuestra personalidad, sino el grupo o los grupos diferentes de os parte; tales son las creencias religiosas, las creencias y las as morales, las tradiciones nacionales o profesionales, las opiniones tivas de toda clase”®. Si bien la razon de ser de la sociologfa de la educacion reside en que la educacién es un fenémeno social, como acabamos de demostrar siguiendo a Durkheim, se pueden esgrimir algunas otras razones por las cuales la educaci6én es un objeto de estudio privilegiado de la sociologia y se ubica en el centro del debate social. Primero, el contenido de la educaci6n, es decir, lo que se trasmite de una generacién a otra, esta constituido por los aspectos centrales de la cultura de una sociedad. Segundo, y muy ligado a lo anterior, las instituciones educativas son el Ambito y el medio funda- mental de la trasmisi6n de esa cultura. Por ultimo, esa trasmisi6n implica una relacién entre generaciones, una generaci6n joven, todavia inmadura para la vida social, y una generaci6n adulta que ejerce una accion sobre la primera. En estas relaciones se condensan las tensiones del cambio social, aspecto fundamental de las relaciones entre educaci6n y sociedad. En suma, Ta educaci6n, ademas de ser un factor clave para el desarrollo de la vida social, juega un papel central en el proceso de control social y en la estruc- tura de poder de una sociedad, temas que no pueden resultar indiferentes en ningtin andlisis de la sociedad, cualquiera sea la postura ideol6gica que se adopte. {Qué es la sociologia de la educacion? Tanto los planteos de Durkheim sobre la educacién, como los desa- lusién en el capitulo anterior, son la expresién de un cierto gismo que condicion6, en cierta medida, la consolidacién de la so- Ja educacién como disciplina cientifica. Por sociologismo en- ‘una postura que, desde la sociologfa, quiere dar cuenta de d; en su version extrema, implica una consideracion o educativo a una sola de sus dimensiones, ro de la propia soc ucen en el campo de la edu ‘ese reduccionismo y despej; de la sociologia de la educacion como di ne respecta a la sociologia, en esa época ésta acent ‘metodologicas, siguiendo en gran parte el mo y se aleja de las cuestiones aplicadas a las n parte, la ‘sociologia educativa’. En lo que hace al ca Mos pedagogos comienzan a desilusionarse de los apor Esta sociologia porque no se cumplieron las esperanzas @ estaba lejos de lograr la perfeccion social por la que aque- 4 jaba y tampoco proporcionaba soluciones a los problemas g cconcretos. Las nuevas orientaciones de la sociologia eran con- , por los pedagogos como un saber elitista, metodolégicamente ado 3 lo en teorias inaplicables (Alonso Hinojal,1980). Jos cambios que acabamos de sefialar no son el tinico factor que @ la institucionalizacion de la sociologia de la educacién como especial de la sociologia. Esta institucionalizacion se produce en texto y una sociedad concretos, los EEUU de la posguerra. El pais Se encontraba sumido en una lucha competitiva por el logro de monfa politica y militar a nivel mundial. Tener en cuenta este hecho ‘entender porqué esta disciplina se desarrolla fundamentalmente pais, y dentro de la orientacion funcionalista predominante en la norteamericana. Ese desarrollo implicé una fenomenal produc ‘conocimientos cientificos, como resultado de la gran cantidad de ique se destinaban a la investigacién en este campo. Se podria afi figura de T. Parsons ocupa el lugar mas destacado en esta etapa, Icion de Ia sociologia de la educacién. Como vimos en el capitulo todos los desarrollos posteriores lo han tenido como punto de ya sea para seguir su orientaci6n te6rica, o para fundar un nue ue a partir de las criticas a sus planteos. que sigue vamos a tratar de precisar el objeto de la sociologia n tal como se la entiende hoy, es decir, como una sociologia implica considerarla como una disciplina empirica, cuyo es el conocimiento de la realidad educativa desde unt ar, la sociolégica. Por tratarse de una disciplina eM Be er de ella soluciones a los problemas practicos ‘una ciencia aplicada) y tampoco podemos © los fines de la educaci6n (porque no es una v e que la sociologia de la educacion se que ignore la cuesti6n politica |. Pero supone también, ent 1s decir sobre el objeto de la sociologia de la educacion? esta pregunta hay que aclarar primero qué es la educa- jologia. El pensamiento de los clasicos desarrollados en el 2 or, y particularmente las ideas de Durkheim expuestas en s precedentes, nos dan la clave para hacer dicha aclaracion. Para. educaci6n quiere decir formaci6n de habitos, de disposicio- asicas, que determinan la forma en que cada uno de nosotros piensa, ¥ acttia. Este proceso de formacién de habitos y disposiciones se Puede llevar a cabo de dos maneras: una intencional, consciente 0 explici- ta, y otra tacita, latente, no intencional, no consciente. Algunos autores, como Aguila (1969) designan con el concepto de ‘educacién’ a la primera y con el-de ‘socializaci6r’ a la segunda. Pero los socidlogos, con Durkheim a Ta cabeza, no hacen esta distincién, utilizan indistintamente uno u otro término. La educaci6n que mis le interesa a la sociologia es esta tiltima, es decir, la socializaci6n en términos de Durkheim. Mas adelante volveremos sobre estos conceptos y precisaremos mejor las diferencias entre las dos maneras de ‘educar’ que acabamos de sefialar. Por ahora, el siguiente ejem- plo puede servir para ilustrar esa diferencia: “... quienes estudian para in- genieros de caminos, canales y puertos en las instituciones correspondientes -de Jas que las aulas constituyen uno solo de los espacios significativos-, aprenden cosas mucho mas decisivas que a hacer caminos, canales y puer- tos, y ello en virtud de sutiles procesos, los cuales, desde luego, que no aparecen reflejados en el plan de estudios, porque estan situados en la fron- tera de la conciencia de quienes intervienen en esos procesos”?. Desde el punto de vista de Agulla’, el punto de partida para la deli mitaci6n del ambito de la sociologia de la educaci6n no esta dado por el contexto sobre el cual se desarrolla la investigacion, como afirman algunos autores, sino por el tipo de problemas que analiza y la perspectiva desde la _ cual los analiza. Como toda disciplina cientifica, la sociologia de la educa- i6n no estudia relaciones reales entre cosas, sino relaciones te6ricas entre eptos, que son los que definen la perspectiva de andlisis. Por lo tanto, disciplina puede aplicar su perspectiva al estudio de la educacion, > y como proceso social, cualquiera sea el ambito en donde a lugar: la escuela, la familia, la iglesia, el grupo de pares, etc. Esto alaeducaci6n como un tipo particular de relacion social, orien- de un habitus’, es decir, a la adquisicion de ese conjunto est4n en el original). ociologia de la educacién en la Argentina. En 1969 publicé una “¢ la problematica de esta disciplina, Sociologia de la perante por ese tiempo en la le una actividad, un tipo de practi uede ser Ilevada a cabo por d .cerdotes, amigos, etc.). Cuando esta actiy u un caracter formal y se le asigna un ¢ rbje 6n sistematica, continua y duradera, en todo, os fundamentales de la cultura de una sociedad. Es ° lo de los sistemas educativos. Para la sociolo-_ el instrumento esencial para la conservacién y la cultura, y a partir de esto, para la legitimacién dei or _ ite en una determinada sociedad. de partida propuesto por Agulla para definir el objeto dela a educacién “presenta una serie de ventajas -tanto teoricas jcas~, ya que, por un lado, permite extraer con posterioridad la ea de esta disciplina y, por el otro, evita caer en arbitrariedades Ja delimitacion del ambito de la sociologia de la educacién. [...] iniciones concentradas sobre el fenGmeno educativo como fenéme- ial, por cierto son mas generales pero también mas validas. Por ello s preferido en esta oportunidad apoyarnos en ellas para buscar una sis que pueda ser de utilidad. En conmsecuencia, entendemos por so- Ogia de la educacién la sociologia especial que analiza y explica la socializa- beducacion como fendmenos y como procesos sociales, del mismo modo que ones entre la educacion y la sociedad, tanto en el pasado como en el pre- lo obstante la generalidad de esta definicién, creemos, ella puede far, tanto la teoria sobre la educacién como la investigacién social en lucativo”"®. Podriamos completar esta definicién con la que da baum de Babini (1991), seguin la cual Ja sociolc »gia de la educacion ibjeto el estudio cientifico de la educaci6n como fendmeno y como proceso Sociales de diferente amplitud. Por ultimo, y desde una pers- ente, que acentuia el papel fundamental que cumple la educa- rep! icci6n de la cultura, tenemos la definici6n que da Lerena ien afirma que Ia sociologia de la educacion estudia las relaciones en- 0 de reproduccion de un particular universo cultural, Mevado a cabo ie vo, y el proceso de reproduccién de una sociedad dada. Bs — ar que la idea de sistema educativo que sostiene Lerena — "ma escolar, sino que abarca el conjunto de agencias dé flonan en la sociedad. Desde su punto de vista, él educaci6n situa a esta disciplina en el contexte la sociologia de la cultura. Dicho Partido por los socidlogos que estu alld de esto y 255% ue oe: Pia 82 2 oh vo (0 de socializacién) e incluye, de manera parti- relativa a la compleja relaci6n que se da entre este siedad en su conjunto. Si revisamos la propuesta de e la ‘Ciencia de la Educaci6n’ desarrollada en el capitulo tiremos hasta qué punto lo que hoy entendemos por socio- Ta educaci6n ya estaba presente en aquella propuesta. Sintesis, de lo dicho anteriormente se podria concluir lo siguiente: or tratarse de una sociologia especial, el area de trabajo de la sociolo- de la educaci6n es un drea propia de la sociologia, de manera que sus oblemas se tratan como problemas sociolégicos, y no como problemas dela practica pedagégica, ni como problemas sociales. 2°) El marco te6rico Ee i ia, es decir, el aparato conceptual que fija la perspectiva de ana- __ lisis de esa problematica, es sociologico. Esto implica que quien pretenda hacer investigacion en sociologia de la educaci6n, debe previamente cono- ‘er y manejar adecuadamente ese marco conceptual. 3°) Los métodos y téc- nicas de investigacion que utiliza la sociologia de la educaci6n son los mis- ™os que utiliza la sociologia, y la elecci6n de los mas adecuados para un ‘€as0 concreto depende del marco te6rico adoptado para la investigacién Para cerrar este punto nos parece necesario dejar planteada una cues- tion de orden epistemolégico que no podemos desarrollar aqui, pero es motivo de discusion en el campo de las ciencias de la educacién. Actual- _ Mente se insiste mucho en el trabajo interdisciplinario. Esto debe ser bien- -venido en la medida en que implique un trabajo conjunto en el cual cada uno haga aportes sustanciales desde su propia disciplina. Lo que ocurre frecuencia es que, en lugar de interdisciplina, lo que se produce es una entre disciplinas que se dedican al andlisis del mismo fenéme- pero desde distintos angulos. A nuestro criterio, y a pesar de las difi- ltades que ello implica, es necesario, por no decir imprescindible, que se precisar de manera lo mas clara posible cudl es la perspectiva es- | de cada una de las disciplinas que estudian el fenémeno educa’ esté ligado el futuro de las ciencias de la educacion en su conjun- sociologia de la educacién se refiere, ese futuro depende- ida, de la estrecha colaboracién que se pueda lograr entre la educaci6n y educadores conscientes de la perspectiva so- > vitar las confusiones que ya se registraron en el pasa- total claridad la especificidad del andlisis

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