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a LOTROLADO

nÚMERO tRES
DELESPEJO
eL cOMBATE dEL sIGLO

REVISTA DE RELATOS, CUENTOS Y OTRAS HIERBAS


h.p. LOVECRAFT
aNTONIO cRESPO MASSIEU
eVA mONZÓN
fERNANDO aRAMBURU
cARLOS mANZANO
aLFONSO xEN rABANAL
LEONARDO oYOLA
iÑAKI eCHARTE
gUILLERMO oRTIZ
LUIS mIGUEL rABANAL
c/ San Vicente Ferrer 34 - 28004 Madrid
RE OBANDO PALABRAS
l cuento necesita un espacio para
e DITORIAL
dEL vALLE-iNCLÁN (1866-1936)
poder respirar. Un espacio no muy
“Son las palabras espejos mágicos donde se evocan todas las imágenes

Alfonso Xen Rabanal abandona


grande, pero suficiente para que por un momento su niebla
para ofrecernos un
su vaho no empañe el espejo que lo refleja. A ve- relato pleno
de reflexiones sobre lo que la vida
ces es nece sari o no vers e most rado en él para es. El abismo,
siempre presente en sus propuestas
alcanzar a comprender el secreto que encierra
. A literarias, ofrece una luz difuminada que
veces son palabras sueltas, apenas insinuad
as, otorga la sabiduría.
las que nos ofrecen la clave, las que hace
n
saltar el resorte para que admiremos el poderío Iñaki Echarte nos cuenta una historia
que encierran. personal, como las incluidas en su Blues, que
parte de la niñez y vuelve a ella a través del
Cristina Fernández Cubas y Ana María espejo de la felicida
d. “Elvis” es el nombre.
Shua abren este tercer número con un comb ate
figurado en el que se ponen de relieve sus Y tamb ién del reco rrid o de la vida
La lámpara maravillosa, rAMÓN mARÍA

encantos. La catalana y la argentina muestran versa el rela


to corto de Luis Miguel Rabanal.
cada una sus armas, el dominio de las palabras “La casa de Luci
o” encierra un secreto que sólo
que las caracteriza. los amigos conocen y al que volverán mucho tiem
po
después.
El maestro H.P. Lovecraft nos rondará
con su misterio. “La maldición de Ulthar” que, Y una secreta nostalgia, un añorar con
aún hoy, pervive en nuestras mentes sembran- dolor de cora
zón, contiene el relato de Guillermo
do inquietud. Ortiz.

El cuentista de este número, Antonio Y si provocar sensaciones es el objetivo del


Cres po Mass ieu, no lo es por su escr itur cuen to, Carl os Manzano, compañero en la apuesta
a
calmosa de artesano, ni por la delicada defensa por el cuento
desde su Narrativas, nos intriga a
de los oprimidos que puede beberse en cada una la espera de
algo desconocido.
de sus propuestas literarias. Lo es por un libr
del mundo”.

o
mágico, del que apostamos aquí se tornará en
un Para finalizar, Eva Monzón nos estremece
clásico de la literatura. Un libro excepcion
al con su prop uest a lite rari a: ese no quer er ver
de cuentos que llega a las estanterías después la realidad,
ese querer seguir con las cosas tal
de años de escritura: El peluquero de Dios. Nada como están aunq
ue las cosas ya no sean las mismas.
mejor que adentrarse en su distancia, en
la
melancolía que lo envuelve para visionar
la Robando palabras, robando realidades a
barbaridad humana. la ficción, contando historias con esencias personal
es
que alguna vez fueron verdad.
Lo mismo puede decirse de Fernando
Aramburu, de Los peces de la amargura, delicios
a J. Jorge Sánchez, es el protagonista de
colección de relatos que afronta en problema Leng ua2, catalán y castellano unidos por el
de
la convivencia en el País Vasco con una ternura alma de la filo
sofía.
estremecedora. A Fernando Aramburu le pedimos
un cuento en concreto de este libro: “Enemigo Junto a ellos, el fabuloso debut en prosa
del pueblo”. Y le pedimos este cuento porq
ue de un puñado de soñadores del cuento. Historias
es la perfecta definición de cómo escribir
un mínimas que duran los cinco minutos del paso de
cuento al revés. una a otra estación de tren, pero que jamás dejar
án
de vivir en la mente del lector. Ojalá alguno
Leonardo Oyola nos habla también de ellos vuelva con un de
libro debajo del brazo y la
violencia y ternura. De su primera muerte y
de sonrisa del conquistador.
la metáfora de despertar a la vida dejando
la
camisa infantil frente al cuerpo de papá.

aL O
Nada más, amigos de lo breve. Si acaso,
felicitarnos porque ha regresado el hermano

T RO L pródigo, y Vinalia Trippers vuelve a pisar


la

ADO
Tierra con sus botas negras y hebilladas. Sus

DEL
pasos, ya sabemos, harán temblar lo cotidiano.


ESP 3
EJO
Vale.
aL OTRO LADO DEL ESPEJO

(al otro lado están)


OJEPSE LED ODAL ORTO La Año 1. Número 3.
Revista multidisciplinar y estacional
orientada al cuento y la ilustración.

Edita:
Asociación Cultural LA VIDA RIMA.
Nº nacional de asociación: 590513
C.I.F. G-85383537
Madrid

e-mail:
revista.alotroladodelespejo@gmail.com

Arte y Diseño:
Luis Morales
José Naveiras
Daniel Orviz

Equipo lector:
Reyes Monje
Rosa Naveiras
Mª Jesús Silva

Asesores literarios:
Esteban Gutiérrez Gómez
Miguel Ángel Martín

Coordinador:
Gsús Bonilla

Todos los textos y obras publicadas son


propiedad de los autores.

aL OTRO LADO DEL ESPEJO y LA VIDA RIMA


no tienen por qué hacerse responsables
de ninguna de las opiniones publicadas, ni
identificarse con ellas.

aL OTRO LADO DEL ESPEJO y LA VIDA RIMA


no se hacen responsables de ninguna
suplantación de identidad o autoría
de las obras publicadas.

Impreso en INFOPRINT

Ilustración de portada:
mARINA tAPIA
http://marinartista.blogspot.com/

4
(índice)
tEORÍA DEL CUENTO

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


(por mIGUEL áNGEL mARTÍN)
EL COMBATE DEL SIGLO
CRISTINA FERNÁNDEZ VS. ANA MARÍA SHUA 6

mAESTROS
LOS GATOS DE ULTHAR (h. p. LOVECRAFT) 8

eSTE TIPO ES UN CUENTISTA


(por eSTEBAN gUTIÉRREZ gÓMEZ)
aNTONIO cRESPO mASSIEU 11

rELATOS
IDENTIFICACIÓN (eVA mONZÓN) 20
ENEMIGO DEL PUEBLO (fERNANDO aRAMBURU) 22
ESTACIÓN DE SANTS (aNTONIO dÍEZ) 30
LAS DOS CARAS DEL MIEDO (cARLOS mANZANO) 32
EL TIEMPO DEL HOMBRE MUERTO (aLFONSO xEN rABANAL) 34
JOSÉ VÉLEZ (LEONARDO oYOLA) 37
SON AMORES DISTINTOS (vIOLETA cASTAÑO) 39
ELVIS (iÑAKI eCHARTE vIDARTE) 41
EL NORTEAMERICANO (dAVID mARDARAS) 44

LENGUA2 (TEXTO A DOS LENGUAS)


(j. jORGE sÁNCHEZ) 46
LA ARENGA DE ARAGORN (Y LA DE JORDAN) (CAST.) 46
L’ARENGA D’ARAGORN (I LA DE JORDAN) (CATALÀ) 47

iMAGOCUENTO (UN RELATO GRÁFICO)


(cERDAKA) 48
(SIN TÍTULO) (Relato gráfico a 2 páginas) 49

mICROS
MISSISSIPPI (eLIA mAQUEDA) 51
NO ERES TÚ, SOY YO (gUILLERMO oRTIZ) 52
EL DESDÉN DE LA LUNA (eL kEBRAN) 53
LA CASA DE LUCIO (LUIS mIGUEL rABANAL) 54
BALADA PARA UN GAS NOBLE (sONIA fIDES) 55
MEDIANOCHE (aDOLFO gILABERTE) 56
LA ORGANIZACIÓN (aNTONIO rOMERO) 57
NO TE CREAS QUE YA NO TE QUIERO (LILI nAVEIRAS) 58
EL NÁUFRAGO (vÍCTOR LORENZO) 59
PELEA CONSTANTE (dANIEL gARCÍA rODRÍGUEZ) 60
GOLPES DE CALOR (jAVIER sERRANO) 61

hEMOS LEÍDO (RESEÑAS)


(por mª jESÚS sILVA y rOSA nAVEIRAS) 62
eN eL aIRE
ESPACIOS RADIOFÓNICOS QUE CUENTAN CON EL CUENTO 63

LOS iLUSIONISTAS
ILUSTRAN ESTE NÚMERO 64

5
eL cOMBATE
(teoría del cuento)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

dEL sIGLO
cRISTINA fERNÁNDEZ cUBAS VS aNA mARÍA sHUA
POR mIGUEL áNGEL mARTÍN

vILLARÁN, eL cANGREJO pISTOLERO)


(ilustración de aNTONIO g.

6
E
(teoría del cuento)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


stamos ante el combate del siglo. Las víctimas como una mosca cojonera y uno pierde
gradas bullen de lectores ansiosos y cada el norte de tanto leer sus microrelatos, de tanto
cual hace su apuesta. Impera el calor y aún emborracharse con sus mundos paralelos y sus
antes de comenzar la pelea, una densa nube de cambios de ritmo. Es una boxeadora intuitiva,
sudor diluye todos los detalles. nunca la misma en cada combate, imprevisible.
A pesar de todo, vemos en el rincón Lanza los puños con la misma agilidad con que
de la derecha con calzón rojo y el peso límite te suelta un relato. Acumula puntos y golpea
para la categoría pluma, a Cristina Fernández en zonas vitales. Huye del cuerpo a cuerpo
Cubas. Está cubierta por una fina capa negra y desespera a los rivales furiosos, inexpertos,
que lanza destellos a sus admiradores con cada inútiles, como si fueran malos lectores.
movimiento de sus manos. Hay lectores y púgiles que consideran a
En el rincón de la izquierda, dando Ana María Shua un saltimbanqui, un juguete de
saltos, algo más ligera de carnes y con calzón moda pero a medida que avanza el combate que
blanquiazul está Ana María Shua. Aún antes de uno va cayendo en sus páginas, se dan cuenta
empezar el combate se la ve inquieta, rápida, de su error de la enorme originalidad que Shua
lanzando vistazos al público que puede, en un atesora. El desgaste por goteo lleva a muchos a
instante, convertirse en personaje suyo. caer noqueados aún antes del tercer asalto.
Las dos púgiles llegan hasta aquí Son pues dos estilos en juego, dos mundos
con una carrera intachable. Cero derrotas, del relato que suspiran por distintos sueños
múltiples ediciones y traducidas a lenguas dentro de un mismo cuadrilátero. Cristina
extrañas. Las dos escritoras han publicado en el Fernández acercándose a la novela, Ana M ª
2.009 sus obras completas, las dos son cuentistas Shua a la poesía. La española conformando una
en castellano y mujeres, aunque eso resulte una construcción hermosa bien cimentada llena de
obviedad. detalles, tono trabajado, ambiente. La argentina,
Sin embargo, se enfrentan dos escue- por debajo de la página completa siempre,
las distintas, dos estilos incomparables. Cristi- directa, sorprendente y rodeada de magia y
na Fernández Cubas es una boxeadora clásica profundidad sicológica.
de técnica depurada. Condensa en cada golpe, El público se impacienta, agita ambos
en cada movimiento, las enseñanzas de siglos. volúmenes como si fueran banderas. Los
No improvisa, no da golpes al aire y sabe que seguidores de Cristina de negro-tusquet riguroso,
los combates son largos e intensos. En cada como si formaran parte de un coro clásico
cuento exprime una novela completa. Crea un cantando maitines, los seguidores de Shua cada
mundo agobiante, único, sabe que cada pelea es cual a su bola, multicolores, arcoíris.
distinta, distinto el lector y el contrincante. Se Comienza el combate y los insultos. En
toma su carrera muy en serio. Sin prisas, los el primer asalto, las combatientes se reconocen,
combates son espaciados, entrena a conciencia. se tantean, amagan y esperan porque saben que
Cada libro suyo es un acontecimiento literario, aún es pronto. Los forofos de ambos lados
un puñado de buenos golpes y excelentes relatos. comienzan con sus cánticos, los de Shua escupen,
Llevados al límite en torno a las treinta páginas, lanzan puyas y se carcajean compiten entre
nos obliga a seguirla más allá del metro o de los ellos para ver quién es más ocurrente, quién
veinte minutos que teníamos preparados para más gracioso y dañino. Los seguidores de
leer su relato. Nos envuelve, nos atonta, y Cubas responden con estrofas ensayadas,
entonces… golpea. lindos coros que tienen la fuerza de l a
La mayoría de sus victorias han llegado multiplicación de los peces y las voces.
en los asaltos finales, cuando el rival está La temperatura sigue subiendo, el calor es
cansado, lento, y comete un error. Entonces insoportable, las voces se confunden y la nube
siente la colección de golpes que ha recibido, la de vaho se condensa, se hace esponja y luego
queja de los órganos, el fallo en los pulmones. silicona, casi imposible contemplar a quien está
Por el contrario la argentina Ana sentado a tu lado, y al fondo en mitad del ring
María Shua improvisa, maneja un juego hay dos figuras que parecen bailar como diosas
de piernas invisible, zumba alrededor de sus en un monte perdido.
7
LOVECRAFT
(maestros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

h.p.

O S
O SgA
T
T
H A R
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L
dE
8
(maestros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


S
e dice que en Ulthar, que se encuentra más que pasaban por la ciudad dos veces al año. En
allá del río Skai, ningún hombre puede matar el mercado vieron la fortuna a cambio de plata, y
a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras compraron alegrescuentas a los mercaderes. Cuál
contemplo a aquel que descansa ronroneando era la tierra de estos peregrinos, nadie podía decirlo;
frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano pero se les vio entregados a extrañas oraciones, y
a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede que habían pintado en los costados de sus carros
ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de extrañas figuras, de cuerpos humanos con cabezas
historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. de gatos, águilas, carneros y leones. Y el líder de la
Es pariente de los señores de la selva, y heredero caravana llevaba un tocado con dos cuernos, y un
de los secretos de la remota y siniestra África. La curioso disco entre los cuernos.
Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es
más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que En esta singular caravana había un niño
ella ha olvidado. pequeño sin padre ni madre, sino con sólo un
gatito negro a quien cuidar. La plaga no había sido
En Ulthar, antes de que los ciudadanos generosa con él, mas le había dejado esta pequeña
prohibieran la matanza de los gatos, vivía un y peluda cosa para mitigar su dolor; y cuando uno
viejo campesino y su esposa, quienes se deleitaban es muy joven, uno puede encontrar un gran alivio
en atrapar y asesinar a los gatos de los vecinos. Por en las vivaces travesuras de un gatito negro. De esta
qué lo hacían, no lo sé; excepto que muchos odian forma, el niño, al que la gente oscura llamaba
la voz del gato en la noche, y les parece mal que Menes, sonreía más frecuentemente de lo que
los gatos corran furtivamente por patios y jardines lloraba mientras se sentaba jugando con su gracioso
al atardecer. Pero cualquiera fuera la razón, este gatito en los escalones de un carro pintado de
viejo y su mujer se deleitaban atrapando y matando manera extraña.
a cada gato que se acercara a su cabaña; y, a partir de
los ruidos que se escuchaban después de anoche- Durante la tercera mañana de estadía de los
cer, varios lugareños imaginaban que la manera de peregrinos en Ulthar, Menes no pudo encontrar
asesinarlos era extremadamente peculiar. Pero los a su gatito; y mientras sollozaba en voz alta en el
aldeanos no discutían estas cosas con el viejo y su mercado, ciertos aldeanos le contaron del viejo y
mujer; debido a la expresión habitual de sus marchi- su mujer, y de los ruidos escuchados por la noche.
tos rostros, y porque su cabaña era tan pequeña y Y al escuchar esto, sus sollozos dieron paso
estaba tan oscuramente escondida bajo unos des- a la reflexión, y finalmente a la oración. Estiró sus
parramados robles en un descuidado patio trasero. brazos hacia el sol y rezó en un idioma que ningún
La verdad era, que por más que los dueños de aldeano pudo entender; aunque no se esforzaron
los gatos odiaran a estas extrañas personas, les te- mucho en hacerlo, pues su atención fue absorbida
mían más; y, en vez de confrontarlos como asesinos por el cielo y por las formas extrañas que las
brutales, solamente tenían cuidado de que ninguna nubes estaban asumiendo. Esto era muy peculiar,
mascota o ratonero apreciado, fuera a desviarse pues mientras el pequeño niño pronunciaba su
hacia la remota cabaña, bajo los oscuros árboles. petición, parecían formarse arriba las figuras
Cuando por algún inevitable descuido algún sombrías y nebulosas de cosas exóticas; de criaturas
gato era perdido de vista, y se escuchaban ruidos híbridas coronadas con discos de costados astados.
después del anochecer, el perdedor se lamentaría La naturaleza está llena de ilusiones como esa para
impotente; o se consolaría agradeciendo al Destino impresionar al imaginativo.
que no era uno de sus hijos el que de esa manera
había desaparecido. Pues la gente de Ulthar era Aquella noche los errantes dejaron Ulthar,
simple, y no sabía de dónde vinieron todos los gatos. y no fueron vistos nunca más. Y los dueños de casa
se preocuparon al darse cuenta de que en toda la
Un día, una caravana de extraños peregrinos villa no había ningún gato. De cada hogar el gato
procedentes del Sur entró a las estrechas y familiar había desaparecido; los gatos pequeños
empedradas calles de Ulthar. Oscuros eran aquellos y los grandes, negros, grises, rayados, amarillos
peregrinos, y diferentes a los otros vagabundos y blancos. Kranon el Anciano, el burgomaestre,

9
(maestros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La juró que la gente siniestra se había llevado a los herrero, y a Thul, el cortador de piedras. Y cuando
gatos como venganza por la muerte del gatito de hubieron echado abajo la frágil puerta sólo
Menes, y maldijo a la caravana y al pequeño niño. encontraron lo siguiente: dos esqueletos humanos
Pero Nith, el enjuto notario, declaró que el viejo limpiamente descarnados sobre el suelo de tierra,
campesino y su esposa eran probablemente los más y una variedad de singulares insectos arrastrándose
sospechosos; pues su odio por los gatos era notorio por las esquinas sombrías.
y, con creces, descarado. Pese a esto, nadie osó
quejarse ante la dupla siniestra, a pesar de que Atal, Posteriormente hubo mucho que comentar
el hijo del posadero, juró que había visto a todos entre los ciudadanos de Ulthar. Zath, el forense,
los gatos de Ulthar al atardecer en aquel discutió largamente con Nith, el enjuto notario;
patio maldito bajo los árboles. Caminaban y Kranon y Shang y Thul fueron abrumados con
en círculos lenta y solemnemente alrededor de preguntas. Incluso el pequeño Atal, el hijo del
la cabaña, dos en una línea, como realizando posadero, fue detenidamente interrogado y, como
algún rito de las bestias, del que nada se ha oído. recompensa, le dieron una fruta confitada. Hablaron
Los aldeanos no supieron cuánto creer de un niño del viejo campesino y su esposa, de la caravana de
tan pequeño; y aunque temían que el malvado par siniestros peregrinos, del pequeño Menes y de su
había hechizado a los gatos hacia su muerte, gatito negro, de la oración de Menes y del cielo
preferían no confrontar al viejo campesino hasta durante aquella plegaria, de los actos de los gatos la
encontrárselo afuera de su oscuro y repelente noche en que se fue la caravana, o de lo que luego
patio. se encontró en la cabaña bajo los árboles, en aquel
repugnante patio.
De este modo Ulthar se durmió en un
infructuoso enfado; y cuando la gente despertó al Y, finalmente, los ciudadanos aprobaron
amanecer ¡he aquí que cada gato estaba de vuelta aquella extraordinaria ley, la que es referida por los
en su acostumbrado fogón! Grandes y pequeños, mercaderes en Hatheg y discutida por los viajeros
negros, grises, rayados, amarillos y blancos, ninguno en Nir, a saber, que en Ulthar ningún hombre
faltaba. Aparecieron muy brillantes y gordos, y puede matar a un gato.
sonoros con ronroneante satisfacción. Los
ciudadanos comentaban unos con otros sobre el © h.p. LOVECRAFT
suceso, y se maravillaban no poco. Kranon el
Anciano nuevamente insistió en que era la gente
siniestra quien se los había llevado, puesto que los
RAFT PUBLICÓ
gatos no volvían con vida de la cabaña del viejo y hOWARD pHILLIPS LOVEC
EN NOVIEMBRE
“LOS GATOS DE ULTHAR”
su mujer.Pero todos estuvieron de acuerdo en una
“THE TRY OUT”.
DE 1920 PARA LA REVISTA
cosa: que la negativa de todos los gatos a comer
sus porciones de carne o a beber de sus platillos
de leche era extremadamente curiosa. Y durante
dos días enteros los gatos de Ulthar, brillantes
SE LE CONSIDERA EL GRAN
y lánguidos, no tocaron su comida, sino que RENOVADOR
DEL CUENTO DE TERROR, AL
solamente dormitaron ante el fuego o bajo el sol. QUE APORTÓ
UNA MITOLOGÍA PROPIA, DE
SARROLLADA
Pasó una semana entera antes de que los EN COLABORACIÓN
CON OTROS AUTORES
aldeanos notaran que, en la cabaña bajo los árboles, Y AÚN VI
GENTE: LOS MITOS DE CTHU
no se prendían luces al atardecer. Luego, el enjuto LHU.
Nith recalcó que nadie había visto al viejo y a su
mujer desde la noche en que los gatos estuvieron
fuera. La semana siguiente, el burgomaestre decidió PAR
A SABER M
vencer sus miedos y llamar a la silenciosa morada, ÁS:
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como un asunto del deber, aunque fue cuidadoso
w w .h p lo v e c raft.es/default
de llevar consigo, como testigos, a Shang, el http://w

10
(este tipo es un cuentista)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


aNTONIO

cRESPO
mASSIEU 11
S
(este tipo es un cuentista)

OJEPSE LED ODAL ORTO La on casi las cuatro y media de la tarde y el sol se oculta tras las pocas hojas que
el invierno ha dejado en los plátanos de sombra de La Castellana. Acabamos
de comer en un bar cercano. Menú del día. La tertulia que ha acompañado
nuestros bocados ha sido agradable: literatura y vida.
Buscamos un sitio a refugio de ruidos para hacer esta entrevista. Como
en todas las que elaboro para “Al Otro Lado del Espejo”, nos centraremos en un
libro de relatos del autor. En el caso de Antonio Crespo Massieu, hablaremos de
su primer y único libro de cuentos, El peluquero de Dios. A pesar de ser la primera
incursión en la narrativa de Antonio Crespo Massieu, como veremos ha sido meditada
durante mucho tiempo. Los relatos que contiene El peluquero de Dios desprenden un
poso de buen hacer que ha hecho que para muchos sea ya un libro de culto.
El recuerdo está presente en todos los relatos de El primer párrafo del último cuento del libro, “El
este libro. En todos ellos los personajes evocan su regreso”, dice así: “A veces hay que regresar. Irse,
pasado, ¿es el recuerdo el alimento de tu escritura? tomar distancia, luego volver. Mirar entonces con
otra mirada. Descubrir este paisaje, el de la infancia,
Yo creo que sí, que es inevitable. Los recuerdos son el de tantos años, y verlo como recién aparecido.
la materia fundamental para la escritura pero bien es Tan diferente, tan extraño, tan reconocible y ya
cierto que se hace más visible en estos relatos. En tan ajeno”. Para mí en este párrafo está la clave, no
ellos está muy presente la huella del paso del tiempo y la sólo del libro, sino de cómo está escrito este libro
memoria, la recuperación de esos instantes del pasado de cuentos, y hablo del tono narrativo conseguido,
que siguen viviendo en nosotros y que afloran en de la distancia con la que se narran los cuentos,
el presente de los personajes. de la melancolía que emanan al asumir un pasado
dificultoso. ¿Cómo llegas a encontrar ese punto ideal
Esos recuerdos, que evocan los personajes de cada para narrar estas historias?
uno de los relatos, en la mayoría de los casos proceden
de un pasado marcado por un hecho bélico o por No sé si lo encontré yo o me encontró él o es una
una situación de tiranía inhumana, eso hila los relatos. mezcla de las dos cosas, porque ese tono es el que
Háblanos de ello. surge de mi propia escritura, es mi habitual tono
narrativo. Lo que sí es cierto es que los cuentos
Es cierto que la guerra está presente. Es lógico. Yo fueron escritos con mucha diferencia de tiempo,
me siento un ciudadano del siglo XX, aunque estemos años incluso, y todos mantienen el tono narrativo
en el siglo XXI, y por tanto, de una época muy del que hablas. El tono se me impone y luego está
marcada por conflictos como nuestra guerra civil o la mirada, el mirar hacia atrás desde el presente, que
la segunda guerra mundial, y guerras posteriores que hace que se traspasen fronteras de un modo tenue,
hemos vivido o todavía estamos viviendo. De sutil, y eso es algo característico de mi escritura.
alguna manera la propia memoria personal se
articula con una memoria colectiva que tiene presente Pero es que además todos los relatos necesitan esa
estos acontecimientos. Pertenezco a una generación distancia, ese poso de tiempo, para transmitir esa
que se ha alimentado del recuerdo de la guerra civil: mis melancolía que desprenden. Yo creo que estas
padres la vivieron, mi padre participó en ella y yo me veo historias, para ser eficaces, sólo se podían haber
a mí mismo, cuando era pequeño, escuchando sus escrito con ese tono narrativo.
recuerdos. Mi generación tuvo que elegir políticamente
en qué bando se situaba tras esa guerra civil perdida, Pero eso es precisamente la condición que
y algunos elegimos el bando de los derrotados. Pero s e e x i g e a l a b u e n a l i t e r a t u r a , a l a g r a n
que muchos cuentos se sitúen en esa tesitura ayuda literatura. Cuando un texto logra trasmitir
a afrontar el problema de las “decisiones morales”. e s a s s e n s a c i o n e s a l l e c t o r t e n d e m o s a
En un momento dado de su vida, los personajes pensar que sólo podría haberse escrito así
tienen que optar, que elegir. Las situaciones para lograr ese efecto. Eso si estuviésemos en ese
extremas condicionan o marcan esa elección moral. caso.
12
(este tipo es un cuentista)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


Elige uno de los relatos del libro y háblanos sobre ¿Cómo afronta un poeta llegar a la prosa, al cuento?
él, ¿cómo surge, cómo lo visualizas?
No es un proceso consciente. Yo llevo muchos años
“La última clase” es significativo por varias razones. escribiendo prosa y poesía sin publicar. Es verdad
Por un lado es un cuento que empieza y termina que yo me siento poeta, pero la prosa ha estado
en tercera persona y todo el relato se desarrolla en presente siempre en mi escritura, lo que ocurre es
primera. Me surgió así, yo lo veía así. También está que hasta ahora no había publicado nada. Algunos
presente el recuerdo y también lo que he denominado de los cuentos llevan mucho tiempo escritos y escribí
antes como las “decisiones morales”, la una novela que tampoco se llegó a publicar.
responsabilidad ante la historia de cada uno de
nosotros y como cada día adoptamos decisiones que ¿Qué busca Antonio Crespo Massieu en un cuento?
nos definen. En este caso se refleja la miseria moral ¿Qué quiere trasmitir a los lectores?
de los años del franquismo, en la que decisiones
aparentemente poco graves marcan a la persona Es complicado. Seguramente me gustaría trasmitir
para siempre, y este cuento es un ejemplo perfecto una emoción, un mundo propio de ficción que el
de ello. El personaje esta lleno de una conciencia lector pueda hacer vivir dentro de él. Tanto en mi
de culpa que sólo tienen las víctimas nunca los prosa como en mi poesía siempre está presente el
verdugos, como se ve también en el cuento “El mirar el mundo con la mirada de las víctimas, de los
peluquero de Dios”. que no pueden normalmente expresarse o no tienen
voz. El cuento me permite contar estas historias.
Sobre el proceso de creación de los cuentos,
y en referencia a “El peluquero de Dios”, te diré que A la hora de escribir relato, ¿cuales han sido las lec-
hace mucho tiempo se emitió en La 2 de Televisión turas que te han influido?
Española la película Shoah de Claude Lanzmann,
son nueve horas de testimonio impresionante de los Cuando se es ya mayor es una pregunta complicada.
campos de concentración. Mis amores adolescentes, a los que sigo fiel, fueron
los narradores del boom latinoamericano, grandes
Me sobrecogió una escena de un personaje, escritores como Alejo Carpentier, Julio Cortázar,
Abraham Bomba, que era peluquero en Tel Aviv y –al que sigo leyendo y seguiré leyendo toda mi vida
daba testimonio de que había estado en Treblinka porque cada vez que lo hago me sigo maravillando con
cortando el pelo a los judíos justo antes de que su escritura–, Mario Vargas Llosa, del que acabo
entraran en la cámara de gas. Del impacto de esas de releer Conversación en La Catedral, y me admiro
imágenes escribí una página. Mucho tiempo de su audacia estilística y expresiva en aquellos
después escribí este cuento basado en las pocas momentos frente a la escritura tan pacata y prudente
notas que tomé, sin volver a ver la película ni leer el de la narrativa española actual. También Albert
guión, y me inventé el personaje, entre otras cosas Camus y, por supuesto, Joyce, que descubrí tarde y
porque él no quería contar su testimonio y eso me maravilló también.
también me impresionó. El párrafo final, que
pretende hacer real lo contado es también ficción ¿Esperaremos quince o veinte años para disfrutar
porque el personaje, como ya he desvelado, no se de tus nuevos relatos?
llama así. El cuento tiene una base histórica real pero
sobre ella he creado una ficción. Así que el cuento Dentro de no mucho tiempo debe de publicarse un
surgió mucho antes de que lo escribiese porque ese libro de poesía y empiezo a trabajar algo de prosa, pero
poso estaba en mí desde que vi la película. todavía es una idea. En cualquier caso, esperemos que
no pasen esos quince años.

13
(este tipo es un cuentista) E
ESEÑA D
OJEPSE LED ODAL ORTO La S TA Y R
ENTREVI TIÉRREZ gÓMEZ
N gU
eSTEBA

SO
IETE
BRAS

DA
“El peluquero de Dios”, relato que da título
E al libro, es una historia bárbara pero entrañable
RTE que no voy a desvelar al lector. La vida de
Samuel Lipstein se quebró aquél día que dio

E
un paso al frente y decidió vivir. Juzguen
l valor de los recuerdos, ustedes mismos.
el poder de evocarlos
en una fotografía, en un “Una fotografía”, al igual que el siguien-
cuadro; volver allí donde nunca te relato, “Pequeño paisaje con mirada”,
deberíamos volver, el momento nos muestra el poder telúrico de
en que todo se perdió. las descripciones de Antonio Crespo
Massieu, su capacidad para envolver al
Antonio Crespo Massieu con lector y situarlo lejos en el tiempo para
estos siete relatos nos presenta a vivir uno de los momentos de quiebros
personajes que vuelven su mirada al al destino. La única diferencia es que
pasado para encontrar aquél suceso en el segundo de los relatos el autor
que marcó su destino para siempre. madrileño se reserva la única excep-
Todas las historias marcadas a fuego ción al realismo que domina el libro, y lo hace tam-
en la mente, todas con olor a guerra. bién de manera silenciosa, natural, perfectamente lógica,
Sucesos gravísimos que han madurado en el tiempo y se como ocurrió con los peces aquellos de Cortázar.
divisan lejanos y asumidos.
“Madrid en otoño” es una bellísima historia de amor
Para ello se ayuda de profusas descripciones y un tono truncado por la dictadura argentina, que invita a la
nar rativo tierno y melancólico que nos sitúan relectura por el placer de volver a disfrutar de ella.
inmediatamente en la vivencia personal del personaje,
que nos hacen vivir con él cada una de las historias, El último de los relatos, “El regreso”, muestra una trama
vivir personalmente cada uno de los sentimientos que más complicada, también relacionada con los horrores
ellos parecen sentir. de la guerra y de las dictaduras, y contiene a mi modo de
ver la clave para comprender la profundidad del libro: “A
Ese tono narrativo será el que seguramente (y sin veces hay que regresar. Irse, tomar distancia, luego volver. Mirar
comparación porque en todo caso sería un logro del entonces con otra mirada. Descubrir este paisaje [...] y verlo como
autor) recuerde al lector aquellos Girasoles ciegos de Alberto recién aparecido. Tan diferente, tan extraño, tan reconocible y ya
Méndez. A ello ayuda utilizarlo también en sucesos extremos, tan ajeno”.
relacionados con todo tipo de guerras.
Este es, en definitiva, un libro de relatos muy valioso,
Los siete relatos son obras de arte. imprescindible diría yo, que gustará a los lectores a los
que encantó aquella única y asombrosa propuesta literaria de
“Un olor a verbena”, el primero de ellos, llena de Alberto Méndez, y al que deseo su misma suerte porque
esperanza los corazones en una situación crítica, habrá muchos lectores, como yo, que estaban deseando
seguramente la más espantosa que un ser humano puede volver a posar sus ojos en relatos como aquellos, que
vivir, y da la pauta para lo que el lector se va a encontrar narraban la barbaridad del mundo desde la melancolía
en el libro: buscar la fuerza para seguir adelante en los del perdedor pero no vencido.
recuerdos, porque el pasado que no nos ha matado nos
hará más fuertes. Y que nadie busque polémicas en el parecido de ese
peculiar tono narrativo tan difícil de lograr. Antonio
Don Alberto, el viejo profesor que se jubila, y que de Crespo Massieu, más poeta que narrador, define los
todos los recuerdos imborrables que llegan en ese objetivos de su poesía de esta manera: “Mirar el mundo
momento a su mente, el único que quisiera olvidar es con los ojos de las víctimas, los olvidados, los excluidos
el que cada día le atormenta, el fantasma de ese alumno de la historia. La poesía es esta mirada, esta voz herida”.
al que defraudó, es el personaje del segundo relato: “La
última clase”. No cabe entonces ninguna duda.

14
EL
(este tipo es un cuentista)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


PELUQUERO
DE
DIOS
aNTONIO
de
cRESPO
mASSIEU
H
e renunciado a la palabra. Tampoco les que he perdido la razón pero no estoy loco, desearía
escucho. Sé que hablan de mí, noto sus tanto no pensar, no recordar, no distinguir. Pero me
miradas queriendo taladrar mi silencio. Luego paso el día pensando y por la noche apenas duermo
me olvidan. Yo soy el que no puede olvidar. Mudo porque pienso y recuerdo todo lo pensado. En este
y casi sordo, alguna palabra me alcanza y la rincón, mudo pero sin olvido. Atado para siempre a
reconozco pero al instante la dejo caer en las baldosas mi memoria. Mis recuerdos son un gesto repetido:
del suelo: entre restos de ceniza, mechones de pelo abrir lentamente los dedos, la mano derecha en el aire
y polvo. Nada significan para mí sus palabras. Ni cerca de mi cara, luego cerrarlos con brusquedad.
sus gestos de piedad: esa repetida inclinación de El chasquido de las tijeras frente a mis ojos,
la cabeza al mirarme o ese leve saludo con una cortando el vacío, ruido metálico, silencio, abrir y
sonrisa triste y mínima. Mi mirada se pierde siempre cerrar. Una y otra vez, cada tres segundos, es tan
en la lejanía, más allá de sus sombras, o se fija en la importante la rapidez, por eso cuento los segundos.
lámpara que cuelga del techo, esa luz cegadora, la A veces, cuando cae la tarde y estoy ya muy cansado,
bombilla entre los hierros, mis ojos atravesados por cuando poco la cuenta, me hago trampa y entre el
una blancura que hiere y atormenta. Mudo y sordo, dos y el tres se me escapa el tiempo pero nunca llego
confinado en este rincón, sentado en la esquina del al cuatro y me felicito por mi astucia con una sonrisa
largo banco de madera, junto a la pared. Ellos creen invisible.

15
(este tipo es un cuentista)

OJEPSE LED ODAL ORTO La


Y cuando los dedos se cansan y es imposible un ojo a alguien que espera su turno. Sus dedos
continuar las tijeras permanecen en el aire, quietas y ágiles siguen con su trabajo sin equivocarse nunca
silenciosas, el chasquido cesa por unos instantes. Y y Samuel los mira y se pregunta cómo podrá estar a
entonces la mano izquierda, que siempre está sobre la vez en tantos sitios, cómo es posible que llene el
mi muslo, cerrada, apretada con fuerza, con tanta espacio con su voz y sus gestos y todo, el salón de
fuerza que me clavo las uñas y una vena se tensa la peluquería y su pequeño mundo de Varsovia (que
entre mis nudillos que parecen aristas despojadas de a él le parece tan grande y definitivo), gire en torno
carne, descansa también. Pues mi mano izquierda a él. El padre como un gigante y el niño, tan
nunca se abre, por eso apenas duermo (tengo tanto minúsculo, sentado en el banco. Pero sus ojos son
miedo a que me descubran). Pero en esos instantes grandes y todo lo miran. Los espejos relucientes,
en que el cansancio me vence dejo de apretar y mis los dos sillones giratorios de metal siempre brillante
dedos se deslizan sobre la palma de mi mano con el asiento de mimbre, la sillita de madera que
cerrada. Y acarician entonces, con una suavidad se coloca encima y donde se sienta a los niños (que
infinita, tan despacio, el mechón de pelo que siempre rebullen y hay que entretener), el banco de madera
me acompaña, sintiendo el tacto sedoso y áspero, pegado a la pared frente a los sillones y encima el
con una ternura que parece no terminar nunca. El largo perchero lleno de sombreros. Y debajo de los
mechón que escondo en mi mano izquierda a lo espejos, ordenados minuciosamente en la repisa de
largo del día y de la noche interminable en que apenas cristal, los frascos de colores llenos de loción o de
duermo. Y que solo, tendido en la cama, en la colonia y las tijeras, la maquinilla, la navaja. Y en
oscuridad, cuando nadie puede verme cojo con la el centro del cuarto, presidiendo el espacio,
otra mano y pongo ante mis ojos que nada pueden el reloj ovalado de caoba que vino desde Londres
distinguir. Y entonces todo lo veo. Las imágenes y que el padre abre y da cuerda todas las noches y
son tan claras. luego mira en silencio mientras cierra orgulloso la
tapa. Samuel acaricia la goma negra que sujeta sus
Y Samuel se ve a sí mismo pequeño, casi libros y pierde las horas entre el olor a tabaco y a
diminuto, corriendo con pantalón corto y gorra colonia, conversaciones que no siempre entiende y
con visera por las calles empedradas de Varsovia. el ruido de las tijeras o el mandil venteado en el aire
Subiendo al tranvía, comiendo una manzana en la de la habitación.
plataforma mientras mira las avenidas hermosas de
la ciudad de su infancia. Y entra, a la vuelta de la Veo las imágenes y pienso en ellas, en la
escuela, en la peluquería del padre y se sienta en el oscuridad y el silencio de mi cuarto, con un mechón
largo banco de madera donde esperan los clientes de pelo frente a mis ojos o mientras abro y cierro las
y le ve trabajar, agitar en el aire las tijeras, afilar tijeras sentado en mi banco en esta peluquería que
la navaja (el metal reluciente contra el cuero negro, sé que no es la misma, a veces lo parece y yo mismo
frotado una y otra vez, el leve ruido) y luego me equivoco pero nada brilla aquí, no está mi padre
deslizarla con una suavidad exquisita sobre la espuma y yo ya no tengo libros, sólo tengo un poco de pelo
o las patillas, aplicar con unas palmadas en la cara la y unas tijeras. Y cuento todo el día, un, dos, tres, oigo
loción o hundir sus dedos con movimiento rápido el chasquido metálico, aprieto con fuerza la mano
y preciso en el pelo (entonces es casi un masaje izquierda, un, dos, tres, y pienso mientras cuento.
y el cliente entorna los ojos), peinar por última Es tan difícil no equivocarse y no perder la cuenta
vez (ya echada la colonia) y con esmero trazar con o el pensamiento. Yo soy capaz. Miro el vacío, la
el peine la raya exacta. Luego mirar complacido su luz cegadora del techo, atravieso las sombras que
obra de arte, girar con un rápido movimiento el hablan y veo.
sillón, retirar del cuello el blanco mandil que agita
en el aire y despedir con una broma al cliente. Hay Los días grises, hacinados en las callejas
algo mágico en todos sus gestos. Los ojos infantiles estrechas, el muro y los guardias, la estrella amarilla,
de Samuel admiran su precisión, la increíble suavidad los ojos resignados de la madre (grandes como
de sus manos grandes, la meticulosa exactitud que nunca de tanto llorar), la determinación del padre
nunca le abandona. Y sin parar de hablar, con su (“Saldremos adelante, Samuel, todo pasará y volverá
voz fuerte que retumba y se impone a las demás, a ser como antes”) mientras maneja las tijeras en la
entre risotadas, saludando al que entra o guiñando calle, corta el pelo a un hombre sentado en una
16
(este tipo es un cuentista)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


banqueta, en la pared hay clavado un pequeño espejo cubriendo los pies del hombre. Él sólo ve la nuca,
y el niño, que es casi un hombre y ya ha celebrado su sube y baja la maquinilla y con la mano izquierda
Bar-Mizvah, le ayuda (“Algún día te ganarás la vida sujeta la frente de la mujer inmovilizada frente a la
con este oficio”) y, mientras mira la cara del cliente pared. Primero hay gemidos, llantos, leves hipidos,
desdibujada en el espejo que cuelga de la pared, luego las mujeres callan y sólo hay un extraño
piensa con nostalgia en la reluciente barbería de su zumbido, el sordo latido de las maquinillas trabajando.
infancia. Y luego el largo viaje, el ruido de las Todo termina. Apenas unos minutos confusos y un
puertas al cerrarse, los quejidos, oraciones y blasfemias, instante detenido en la hiriente blancura de aquel
la sed, la sed quemando la garganta, arrimarse al cuarto en el que todo es desnudez. Luego, puestas
ventanuco y respirar un poco atisbando la noche en en pie, silenciosas, avanzan hacia el fondo. Allí,
la lejanía, el olor, el irrespirable olor a orina, a mierda donde terminan los bancos, hay una gran puerta
y a muerte. La llegada al campo, el hambre, la espera. metálica, encima una bombilla blanca y cegadora.
Saber que la muerte nos aguarda como una rutina Van entrando. Sus espaldas, su carne dividida, alguna
y no hay escapatoria ni salvación. Y querer vivir, vuelve la cabeza, acaso busca una mirada, pero los
seguir viviendo con toda la fuerza absurda y loca peluqueros bajan los ojos y sólo encuentran matas
de los quince años y como un lobo hambriento de pelo para siempre confundidas en el suelo, rubio,
ventear la vida entre cadáveres y cada día decirse castaño, moreno, entre sus pies, tapando las baldosas.
que sólo importa este día, resistir, llegar hasta Órdenes secas de los guardianes, algún empujón,
la noche porque aquí el futuro no tiene nombre. algún grito. Luego la puerta se cierra. Las mujeres
Como aquella mañana en que alineados en la están ya en las duchas. Los peluqueros barren el
explanada los guardianes pidieron peluqueros, gritaron suelo en silencio. Al atardecer, ya en el campo, junto
la orden de que todo aquel que lo fuera diera un a su barracón, Samuel mira el cielo y la densa
paso al frente. Y él, que casi no lo era, que apenas humareda que asciende del crematorio. Esa columna
había aprendido lo más elemental, recordó a su espesa y gris que ahuyenta a los pájaros y que asciende,
padre y las palabras que un día le dijo (“Te ganarás la que no se disuelve, que permanece como un grito
vida con este oficio”) y dio un paso al frente porque sin voz, como una pregunta sin respuesta.
supo que la vida estaba en ese gesto, en salir de la
fila y responder a la llamada. Así, aquella mañana, Mis ojos. Mis ojos reconocen siempre, no
se formó una pequeña fila de barberos judíos en el olvidan. Quisiera pensar que la muerte no tiene
campo de Treblinka y Samuel estaba entre ellos. Había rostro, que es gigantesca pero informe. Inmensas
elegido su oficio y su destino. masas de pelo acumulado, tanto pelo que nadie
puede barrer, años, siglos, barriendo hebras, mechones,
Fueron llevados a los pabellones donde estaban hilos, limpiando un suelo que nadie puede limpiar.
las cámaras de gas. Era una habitación grande, Espaldas divididas por huesos como espadas, nucas
alargada, rectangular, con las paredes de una cal siempre repetidas, carnes escuálidas, fláccidas, pasos
basta e hiriente, con una hilera de cegadoras bombillas vacilantes, manos que se cubren el sexo, silencios y
protegidas por alambre en el techo. Había bancos gritos. Pero sin rostro, mirando una blanca pared,
a ambos lados, dos largas, interminables, hileras de de espaldas. No quiero reconocer. “Dios, condena a
bancos de madera. Las mujeres tenían que mi pueblo pero no me enseñes la mirada y el
desnudarse a la entrada. Los peluqueros esperaban nombre de la muerte”. Pero sus ojos están siempre
su llegada de pie, detrás de los bancos, diez o doce allí, bajo la luz cegadora, avanzando desnuda por el
a cada lado de la habitación, mirando la pared con largo pasillo hasta llegar justo ante mí y mirarme
aristas, blanca y desnuda. Luego las mujeres, y reconocernos y luego sentarse tan pequeña en el
avergonzadas, intentando cubrir su desnudez, banco de madera. “Perdida Ruth de las calles de
temblando, se sentaban en los bancos. Apenas una Varsovia, por qué me encontraste, quién echó la
mirada fugaz. Sólo su espalda, los hombros caídos y suerte, quién hizo que fuera yo quien mirase tu
apretados, los huesos de la columna dividiendo una espalda de terciopelo y acariciase tu nuca
carne estremecida. Y su nuca. Rápidos movimientos y sostuviera tu frente casi infantil”. Un instante tus
de la maquinilla ascendiendo metódica, la cabeza ojos encendidos por el reencuentro. Y yo tiemblo
poco a poco también desnuda, mechones de pelo y no te veo desnuda ante mí. Te veo corriendo
descendiendo por la espalda, cayendo al suelo, luminosa, siempre riendo, con tu falda al viento por
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(este tipo es un cuentista)

OJEPSE LED ODAL ORTO La


las calles del gueto. Y tu pelo largo, hoy sin trenzas en mi mano izquierda, hasta que mis uñas se clavan
porque es día de fiesta, te llega hasta los hombros, en la carne y me hacen sangrar. Yo lo he visto. Y
llevas una túnica rosa que te cuelga hasta los pies y sé su nombre. Y nunca puede abandonarme por-
en la cabeza una corona de cartón. Es Purim en el que está escrito en Ketuvim: “Ruth respondió:
gueto y tu torpe disfraz es más lujoso que nunca. No insistas en que te abandone y me separe de
Pareces una reina, pareces la misma reina Esther. ti, porque donde tú vayas, yo iré, donde tú mueras
Tus ojos brillan con la luz de los nueve años y tu moriré y allí seré enterrada”. Y por eso acaricio un
sonrisa ha vencido a las sombras. Esther con su mechón del pelo de Dios y espero mi muerte y la
corona de cartón ha salvado a su pueblo. Tú eres niña fiel nunca me abandona y cuento, un, dos, tres,
el río, la pequeña fuente convertida en río, la luz, el mientras abro y cierro las tijeras y sueño con la reina
sol, el agua abundante y Amán ha sido para siempre que es la fuente, el río, la luz y el sol que salvará a
exterminado. “Eres la reina Esther, eres la reina”. su pueblo con una corona de cartón y una sonrisa.
Y tu sonrisa coronada de cartón lo niega entre Cualquiera hubiera enloquecido. Cualquiera que
risas: “No, yo soy Ruth, la nuera de Noemí, la que tuviera entre sus manos un pelo de Dios y supiera su
nunca la abandonó”. Ahora tiemblas sin corona nombre y le hubiera mirado a los ojos. Yo, Samuel
y yo r e c o r r o d e s p a c i o t u nu c a y t o d a t u el joven peluquero de Treblinka, el taciturno
cabeza, quisiera que la maquinilla fuera una caricia, peluquero de Tel Aviv, Samuel el viejo loco de
y mi mano izquierda sujeta tu frente. El pelo cae Israel, no me he vuelto loco. Qué loco hubiera
y se pierde en el suelo, se confunde, pero yo podido inventar un Kadish tan hermoso como el
quiero salvarlo, quiero guardar tu corona intacta, mío. Lo recito muy bajo, casi un susurro para que
quiero rescatar tu victoria del olvido. La mano nadie lo oiga, mientras cierro y abro las tijeras y
izquierda acaricia la frente, tan despacio, tan leve acaricio el pelo de Dios. El viejo loco Samuel tiene
el movimiento que nadie puede percibirlo pero ella su Kadish y espera la muerte y tan bajo, como si mi
sí. Y al volverse, al levantarse para cruzar el banco voz fuera el susurro de una niña, o el lamento del
y caminar hacia la puerta, me mira y así, desnuda humo al perderse en el cielo, o un pelo al caer, tan
y rapada, mínima pero fuerte, sin una lágrima, suave, tan lento, desde la nuca, rozando la espalda,
esboza una sonrisa. Y camina despacio y sus pasos hasta el suelo. Una oración que sube como el humo
son los de una reina que venciera a la muerte. o baja como el pelo que se pierde en el suelo. Muy
“Regresa, Esther, salva a tu pueblo”. Inmóvil bajo, muy despacio, casi sin mover los labios, repito
junto al banco mis ojos la siguen. Necesito ir tras incesante mientras acaricio a Dios en mi mano:
ella, darle la mano, hablar. Pero permanezco en
silencio y sólo mis ojos la acompañan mientras mi Un, dos, tres,
mano izquierda aprieta con fuerza un mechón de el peluquero Samuel.
su pelo. Y un segundo la niña vuelve la vista. La Un, dos, tres,
puerta se cierra y sólo miro la cegadora claridad, la las tijeras de Ruth.
bombilla que permanece. Ella se ha perdido. Pero Un, dos, tres,
yo la veo siempre. En mi silencio, mientras cuento, el pelo de Esther.
un, dos, tres, y abro y cierro las tijeras, la veo con su
corona de cartón, desnuda, sin pelo, salvando a su Al caer la tarde León despide a los últimos
pueblo, pequeña fuente convertida en río. Y sé muy parroquianos, echa los pesados cierres metálicos,
bien, ahora que callo y cuento, un, dos, tres, ahora ordena los estantes y barre el suelo mientras
que piensan que estoy loco, que lo que vi no era el contempla, con una tristeza que ya es casi una
rostro de la muerte. La mirada de Ruth era la mirada costumbre, a su cuñado murmurando extrañas palabras
de Dios y su nombre es el nombre de Dios. y agitando las tijeras. Entonces su nieta Esther
Y nadie puede ver cara a cara a Dios y seguir viviendo entra en la peluquería y se sienta, muy despacio, sin
y sé muy bien que su nombre es impronunciable. hacer apenas ruido junto a Samuel. La niña le
Por eso ahora soy sólo un vacío como este Dios que acaricia la mano izquierda y permanece así, todas
yosólo puedo ver y nombrar. Un Dios condenado, las tardes, unos minutos, los dos silenciosos, sin
hecho silencio, blancura cegadora, humo que mirarse. Luego con un movimiento suave y delicado
asciende, ausencia. Por eso acaricio este mechón de le abre la mano derecha, le quita las tijeras y las deja
pelo que escondo en el pantalón o aprieto con fuerza en un extremo del banco. Se levanta, coge la mano
18
eS
(este tipo es un cuentista)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


qaNUTOINIÉONcRESPO mASSIEU (Madrid, 1951)
del viejo y camina con él hacia la puerta del fondo
que comunica con la casa. Los dos caminan hacia la
gía
sofía y Letras (Filolo
puerta. Samuel acaricia el pelo de la niña y avanza
es licenciado en Filo se
iversidad Compluten
con ella. Nunca le ha abandonado, ahora él tampoco
Hi sp án ic a) po r la Un
la abandona. Ruth siempre fiel, atada para siempre r la
dios Portugueses po
al viejo Samuel. La puerta al fondo, un, dos, tres, la y Diplomado en Estu
oa.
Universidad de Lisb ñanza
ura española en Ense
corona de cartón, donde tú vayas yo iré, donde tú
mueras moriré, tú eres el río, tú eres la fuente, Profesor de literat
luminosa Esther, amada entre todas por el rey Asuero. Secundaria. Una
Ha pu bl ic ad o la an tología comentada

emas para construir
Y llegamos tan pronto. La puerta se abre, reina
victoriosa, pequeña fuente que niega las sombras. mano tomó la otra. Po
de Madrid, 2002), en
sueños (Comunidad o
Hilario, Roberto Brav
Camino con Dios, de la mano de Dios, con el pelo
de Dios, diciendo el nombre de Dios. Y juntos coautoría con Pedro
es. Desde 1997 es
traspasamos el umbral. Al fin, yo, Samuel, el pelu- y Fernando Cañamar la
sp on sa bl e de la s páginas literarias de
quero de Dios, voy a descansar en su silencio. re forma
, de cuya redacción
revista “Viento Sur”
parte. lación,
emarios: Acaso reve
Samuel Lipstein se instaló en Tel Aviv en
Ha escrito los po - San
ción Kutxa, Donostia
1951, poco después de la creación del Estado de
Israel. Trajo consigo a su hermana Sara, eran los En este lugar (Funda “Premio
ba st iá n, 20 04 ) qu e obtuvo en 2004 el
únicos supervivientes de la numerosa familia de Se XV
ad de Irún” en su XX
de Poesía Kutxa. Ciud ia,
po (Germania, Valenc
Varsovia. Sara casó con León y de ellos nació
ió n, Or ill a de l tie m
Raquel, que a su vez tuvo una hija a la que llamaron edic
rtbou.
2005) y Elegía en Po n
ajos de investigació
Esther. Samuel regentó durante muchos años una
peluquería. Hombre de pocas palabras, ensimismado Ha publicado trab
ia en revistas como
y solitario, era estimado por sus parroquianos y de creación literar Letras-
ta da Faculdade de
“Anthropos”, “Revis a”,
“Asparkía”, “La ortig
y vecinos. En 1987 ofreció su testimonio sobre la
si da de de Li sb oa ”,
Shoah en un programa de France-3. Poco tiempo Univer ua”,
s”, “Diálogo de la leng
después su carácter taciturno se fue acentuando “Dossiers feministe nto
ca”, “Riff-Raff” y “Vie
hasta aislarse por completo del mundo. Pasaba “El cielo de Salaman
Sur”.
do incluidos en las
las horas sentado en una esquina de la peluquería,
siempre con una tijera en las manos y murmurando Poemas suyos han si
: La paz y la palabra,
antologías poéticas l
ra (edición de Manue
extrañas letanías en yiddish que nadie entendía. Su
cuñado se hizo cargo del negocio. Samuel murió en Letras contra la guer ,
isea Editorial, Madrid
Francisco Reina, Od la
cia la poesía españo
1992. Con gran esfuerzo consiguieron abrir su mano
20 03 ), Un a m ira da ha
izquierda, en ella conservaba un mechón de pelo 2003),
a Nueva”, Colombia,
que al parecer siempre le había acompañado. actual (Revista “Lun
Poesía y Realidad
Nadie supo qué podía significar. La niña Esther, que Voces del extremo V. r,
món Jiménez, Mogue
(Fundación Juan Ra
y memoria (Slovento,
entonces tenía nueve años, lo puso en un pequeño
marco ovalado de plata. Desde entonces está en su 2003), Agua. Símbolo
de perros (Editorial
mesilla de noche, junto a la cama. Madrid, 2006), Vida la
2007), Calendario de
Buscarini. Logroño,
a poética (Alambra
Descanse en paz el peluquero Samuel,
es pa ño la . An to lo gí
nacido en Varsovia y muerto en Tel Aviv. poesía ndario
Belgium, 2007), Cale
Publishing, Bertem, a
ñol. Antología poétic
“El peluquero de Dios” de la poesía en espa 08),
m br a Pu bl is hi ng , Bertem, Belgium, 20
(Ala mo
-X . Poesía y capitalis
es un relato de
Antonio Crespo Massieu, Voces del extremo IX r,
món Jiménez, Mogue
incluido en el libro (Fundación Juan Ra a
de la calle. Antologí
al que da nombre: 2008) y Los centros
, Valencia, 2008) .
pequeña (Germania
El peluquero de Dios EN LA RED om
electivas.blogspot.c
(Narrativa Bartleby, 2009) http://lasafinidades
19
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

IDENTIFICACIÓN de
eVA

mONZÓN -Pase. Es por aquí. Espere un


momento.

El policía que la había llamado haciendo


añicos, no sólo la tarde tranquila del domingo, sino
quizá, la vida, le pidió que aguardase. Asintió con
un gesto y esperó; si tuviese razón…, pero, no, no
podía ser de ninguna manera, la gente se equivoca,
es más, por eso la necesitaban, para que confirmara
lo impensable.
-Entre.
Fueron a buscarla a casa dos hombres,
además del policía, uno muy bien trajeado, que no
paraba de hablarla, de darle indicaciones, de
añadir confusión al caos en el que la llamada la
había sumido. “Todo irá bien. Es cuestión de unos
momentos. No hay nada seguro”. Y a esa frase se
agarraba, desesperada, pensando sin saber que
pensaba, que recordaba, que intentaba reorganizar una
vida que aún no se había confirmada rota, pero que
amenazaba derrumbarse si las sospechas de
ambos hombres fueran verdad. Y era ella,
nadie más, quien tenía que dar el paso; ese antes
y después. Ella solamente en contra de sí misma,
era la única que cambiaría su vida con un “sí” o
un “no”. Una mirada breve, un instante angustioso
y todo podría abrirse bajo sus pies o bien nada,
quedarse igual, con una anécdota macabra para
contar, que se iría diluyendo, desmenuzando,
olvidando. Pero ahora, es imposible recordar cómo
se vive sin esta angustia, sin este miedo que paraliza,
que aleja hasta lo inverosímil lo que hasta hace nada
era real: ahora sus pensamientos están atrapados
entre un humo denso, tupido, son lentos, ajenos, no
aciertan a ser coherentes, firmes: no quieren pensar
en qué pasaría si, efectivamente, fuese él.

20
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


-Pase, señora.
El cuerpo obedeció la orden. Apretó los
puños, se encogió por dentro y entró en esa sala
que la esperaba desde la llamada. Qué extraño lugar,
de un frío metálico, de un blanco sucio a pesar de lo
inmaculado. Unas manos la sujetaron con firmeza
y la condujeron a una mesa. Un bulto tapado por

e S
una sábana era lo que había venido a ver. Ahora
le descubrirían el rostro, y si era él, el vértigo de lo
imposible se la tragaría, se abriría la vida bajo sus q U I É N
pies. Y era ella la única que podía evitarlo: si no eVA mONZÓN
le reconocía, si bajo esa tela blanca no estaban sus Nacida en Santander, pasó la
ojos verdes, su pelo castaño, su nariz recta. Si no lo infancia en Palma de Mallorca y
identificaba, no sería él. Podría irse a casa, a actualmente vive en Valencia.
esperarlo, a preparar juntos la cena, a dar marcha Estudió música, idiomas, y
atrás al reloj, y deshacer lo hecho, a borrar ese psicología. Trabajó como profesora
instante en el que todo se vino abajo, a enmendar lo de inglés durante varios años. Ahora
imposible. Sólo tenía que no ser él, no reconociéndolo. ejerce en un gabinete privado como
Todo volvería a ser como antes de la llamada, como psicóloga clínica.
antes incluso, de la pesadilla de ayer. Si olvidase Ha publicado relatos cortos –con
lo que sucedió, si no fuese él, si no hubiese ella… Bartleby y Acumán-- y poesía en
-¿Es su marido, señora? diversas revistas. Y fue coguionista
Las manos la sujetaron con más fuerza, la en un programa de radio durante dos
sábana a punto de deslizarse, su corazón al límite, años. Su novela corta Tiempo Muerto
su mente paralizada, su vida en suspenso. la editó Bartleby en 2001.
-¿Es él, señora? La novela Entreactos, ganadora del
El rostro que vio no era el de él: no certamen de Alfonso el Magnánimo
podía serlo y no lo fue. Ahora sólo quería ir a casa de la ciudad de Valencia en su
para esperarle a preparar la cena juntos, a olvidarlo modalidad de narrativa en
todo, a reírse de lo sucedido. A intentar vivir como castellano del 2006, fue publicada
si nunca hubiese habido una llamada, como si no por Algar.
fuera él a quien había ido a ver. Tradujo el diario, inédito en España,
que llevó el premio Nobel de
literatura, J. Steinbeck, durante el
proceso de creación de Al Este del
Edén, para Bartleby Editores, y que
acaba de ser publicado: Diario de
una novela: Las cartas de “Al Este del
Edén”.
Actualmente está escribiendo su
cuarta novela, El día a día, un guión
cinematográfico, publica
mensualmente en la revista digital
“Letras”, lleva un blog, “Fragmentos”
y está a la espera de editar Errantes.

s)
EN LA RED g s p o t. c o m / (Fragmento
onzonj.blo
http://evam

21
ENEMIGO
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

DEL
PUEBLO
fERNANDO
de
aRAMBURU
S
e abrió un poco la puerta; lo justo para que,
cerca de la abertura, una ráfaga de domingo
lluvioso removiese la humareda azulada. Era
por la tarde, entre las tres y las cuatro. Zubillaga aso-
mó aquella expresión de animal acorralado que no
se le borraba de la cara desde hacía doce días. Sólo
introdujo la cabeza. El resto de su delgado cuerpo
permaneció a la intemperie. Sin dirigirse a ninguna
persona determinada, se soltó a despotricar.
Dentro de la taberna, los quince o veinte
parroquianos de costumbre, el cura entre ellos, se
repartían en torno a las mesas, cada una con su ta-
pete salpicado de quemaduras negras y su rueda de
jugadores. Nada más reconocer al que vociferaba,
volvieron con calma los ojos a los naipes. Las copas,
los puros y los cigarrillos iban despacio a las bocas.
Se sucedían las bazas, se contaban los tantos, mien-
tras Zubillaga desfogaba con voz de pito su amargu-
ra desde el umbral. Ninguno de los presentes parecía
más impresionado que si estuviera oyendo los ladri-
dos distantes de un cachorro. La pronunciación de
Zubillaga era además deficiente, a causa tal vez de
la exaltación que lo embargaba. Las malas condicio-
nes acústicas del local reducían la chorretada de sus
gritos a un guau-guau confuso y estridente. Habría
hecho falta colocarse a un lado para entender lo que
decía, si es que algo decía.

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aL OTRO LADO DEL ESPEJO


Corpulento, flemático, el tabernero secaba esparcidas por las aceras. La gente las esquivaba
cucharillas detrás del mostrador. Las cejas del como si fueran excrementos. Delante de la tienda
eclesiástico se arquearon impacientes en el costado de chucherías, la curiosidad de una niña de seis o
de una mesa pidiéndole que atajara el incordio. El siete años, que se agachó a recoger uno de aquellos
tabernero se apresuró a mandar a Zubillaga que se papeles volanderos, fue castigada por su madre con
marchase. Zubillaga, la mirada grande, el gesto alelado, un rápido paraguazo en el dorso de la mano. Durante
se calló. ¿Era eso todo lo que deseaba, la simple cer- el reparto ningún viandante enfrentó la mirada de
teza de que aquellos hombres no habían tenido más Zubillaga. A su paso, una tras otra las caras se
remedio que escucharlo durante algo más de medio volvían hacia el lado contrario; las bocas, de repente
minuto? Ya nunca se sabrá. severas, le negaban el saludo. Junto a la puerta de
Cerró la puerta con cuidado, como la taberna se alzó una escoba amenazante. El tabernero
temeroso de que el rechino de los goznes irritase dijo que no quería propaganda. Zubillaga,
a quienes acababan de recibir su descarga de visiblemente acobardado, bajó a la calzada y unos
improperios. Desde el interior lo vieron parado al pasos más allá volvió a la acera.
otro lado de la puerta en actitud pensativa, con la Al fin del reparto, se encaminó a la plaza
cabeza gacha. Estuvo así varios segundos antes que de la iglesia, en cuyo centro colocó la silla. Desde
su figura enteca se esfumara para siempre del vidrio la penumbra de los soportales lo vieron sentarse,
esmerilado. primero de espaldas a la iglesia, enseguida de frente;
Unos chavales fueron los últimos que lo él sabría por qué. Sobre sus hombros colgaba la
vieron. Se habían refugiado de la lluvia dentro de bandolera a modo de capa. Silencioso y en una
la cabina de un camión roñoso, abandonado junto postura como de condenado a la vergüenza, se
a la tapia de una chatarrería. Por los huecos de expuso a las miradas de la gente. Ya corría por todo
las ventanillas sin cristales siguieron los pasos el pueblo el rumor de su chaladura.
tambaleantes de Zubillaga. Cundió en la pandilla Al cabo de un rato llegaron cinco niños de
la sospecha de que iba borracho. Esperaron a que corta edad con un balón. Se paró el que iba delante
alcanzara el final de la cuesta para mofarse de él a no bien hubo reconocido al hombre sentado en la
coro. Uno de ellos salió del camión a tirarle piedras silla. Se pararon los otros tras él, formando
que se quedaron a medio camino. un pequeño grupo de asombro. Luego de un
Subió al pretil, Zubillaga les dedicó un corte intercambio de cuchicheos, optaron por improvisar
de mangas. Después se dio la vuelta y se arrojó al una portería de fútbol a cierta distancia. Hechos los
vacío. Los chavales echaron a correr hacia el puente equipos, comenzó el partido: dos contra dos y el
haciendo gestos de alborozo. Llegaron a tiempo de portero contra todos, atento, entre dos marcas de
ver a Zubillaga tendido en el asfalto, con el brazo tiza trazadas en el suelo, a los botes del balón y a
extrañamente doblado sobre la espalda. Un círculo las idas y venidas de sus compañeros. De vez en cuando
de personas alarmadas rodeaba el cuerpo inerte. El el balón salía despedido hacia Zubillaga. Fuera por
conductor de una furgoneta parada en medio de evitar discordias o porque los niños, perdido
la carretera lo tapó con una manta de cuadros. La cualquier asomo de temor, se regocijaban tirando a
manta, demasiado corta, dejaba los dos pies al aire, dar, el caso es que Zubillaga se trasladó a un rellano
sin zapatos. Uno de los calcetines tenía un agujero. de las escalinatas que conducen al pórtico de la iglesia.
No había parado de llover desde la víspera. El aguacero que se desató a continuación
Los nubarrones ocultaron los últimos claros de la ahuyentó a los niños. En la plaza sólo quedó el
mañana del sábado. Más o menos por entonces murmullo del agua que se rompía contra los
Zubillaga salió del portal de su casa con una silla adoquines. El viento metía ráfagas de lluvia dentro
de cocina, una bandera vasca arrollada al brazo y de los soportales. A mediodía el cielo estaba tan
un fajo de unas doscientas hojas sueltas de bloc, encapotado que los tenderos tuvieron que encender
cuadriculadas. Todo el que quiso pudo leer en ellas, las lámparas de sus comercios. Para entonces,
redactado a mano con letras mayúsculas, que él no Zubillaga había vuelto con su silla de cocina y su
había hecho aquello que decían. bandera al lugar inicial. Ya no se movió de allí hasta
El viento del noroeste, que ya soplaba con la noche. En el transcurso de aquellas largas horas,
fuerza desde el amanecer, arrancaba las hojas de tres personas sueltas se le acercaron con distintas
los sitios donde él las ponía. Casi todas acabaron intenciones. Una señora que iba a misa fue la primera.

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OJEPSE LED ODAL ORTO La


Faltaba poco para las seis. Desde el campanario se se avergonzaba de tener un padre como el suyo. El
desperdigaba un repique chillón; traído y llevado muchacho caminaba con la vista baja y el paraguas
por el viento, tan pronto subía de intensidad como cerrado a pesar del chaparrón. Se encogió de hombros;
se perdía en débiles tintineos sobre los tejados, en pero como el otro insistiese, respondió que sí. Que
dirección al monte. sí qué. Que sí se avergonzaba.
Nada más entrar en la plaza, la señora se Le dijeron detrás de una columna de
apartó de sus acompañantes, que prosiguieron su los soportales lo que tenía que hacer. El hijo de
camino al amparo de los soportales. La quisieron Zubillaga asistió amilanado. Había una pintada con
disuadir, pero ella no hizo caso. Enderezó a través tinta roja en la piedra: ETA MÁTALOS. Él la
del aguacero, altiva la barbilla, enfadados los tacones. miraba y los otros, se conoce que como premio a
Llevaba el paraguas cerrado por precaución de que su docilidad, se pusieron a hablarle en euskera. Si
no se lo desbaratase el viento, y más que llevarlo lo quería que le guardaran mientras tanto la carpeta y
empuñaba como si fuera un garrote. Se paró a el paraguas. Bueno.
cinco metros por detrás de Zubillaga. Éste aguantó Allá fue, solo bajo la lluvia, con pasos
los insultos sin volverse. vivos de recadista. Dirigió la palabra a su padre sin
La señora subió al pórtico. La rodearon acercarse del todo a su lado y su padre no se volvió.
ocho o nueve bisbiseando la misma pregunta. Estuvieron así un buen rato. Algo se dirían, el padre
Resumió: Es un payaso. Al decirlo se volvieron algunos en la silla y el hijo a su espalda, distantes varios
a mirar por entre los barrotes de la verja a Zubillaga, metros el uno del otro. Luego el muchacho le tomó
cabizbajo en su silla, tan quieto que parecía dormido la bandera y ni siquiera entonces su padre cambió de
en el centro de un charco que no cesaba de crecer a postura.
su alrededor. Que qué le habían dicho. Aún le salían Les llevó el hijo de Zubillaga a los
a la señora las erres arrastradas por la rabia. Que chicarrones la bandera empapada. Ellos le
qué le iba a decir, pues. Que estaba deshonrando la devolvieron sus pertenencias. Doblaba el de la barba
ikurriña. Que ya iba ella a mandar a alguno a que se de cacto con cuidado el paño patrio y el muchacho
la quitara. Que el pueblo no perdona. Que era un no podía apartar los ojos de aquellas manos gruesas
sinvergüenza, un traidor y que de vasco, nada. Bien de dorsos pilosos. Advirtió que los chicarrones se
dicho, la secundaron. Y después se metieron todos miraban entre sí y que no le hacían caso, y, susurrando
en la iglesia a cumplir con el precepto. un tímido agur, se marchó a su casa con las cejas
El siguiente que se acercó aquella tarde a tristes.
Zubillaga fue el menor de sus hijos. Al muchacho, Aún estuvo Zubillaga sentado en la plaza de
bozo y acné, lo abordaron de atardecida, cuando la iglesia más de una hora. Ya había oscurecido y
llegaba al portal de su casa, dos chicarrones de la apenas andaba gente por la calle cuando recibió la
edad de su hermano, allá por los veintitantos. Al tercera visita, precedida de una esgrima de
punto los conoció. El uno había vivido de niño en cuchicheos en una zona poco iluminada de los
el edificio frontero al suyo; el otro era de un caserío soportales. Que sí, que no. Había desacuerdo en
de al lado de la fábrica de leche. Este último, con el matrimonio sobre el empeño del marido de
barba de cacto, había salido a principios de año de mostrarle un gesto de solidaridad al pobre hombre.
la cárcel. Haría cosa de un mes que había recibido De pobre, nada, según la mujer. Que algo habría
su bienvenida y homenaje en el balcón del de verdad en lo que de él se decía para que
ayuntamiento. lo despreciase todo el pueblo. Que si sería vasco o
Volvía el muchacho, pasadas las ocho de tendría necesidad de probarlo y menos de aquella
la tarde, de una clase de inglés en la academia de manera que debía de ser el bochorno de su familia.
idiomas, con su carpeta bajo el brazo, su paraguas y Era un matrimonio mayor, los dos flacos,
sus cejas tristes; lo rodearon y ven con nosotros. No los dos pequeños. Llevaba él un jersey azul marino
hubo necesidad de señalarle el camino. Ya su madre sobre los hombros; ella, un bastón cuya contera de
le había suplicado a primera hora de la tarde que no metal producía un ruido sordo contra las losas.
pasara por la plaza de la iglesia. Chico obediente, Iban agarrados del brazo, pero con el acaloro de la
se había llegado a la academia dando un rodeo. disputa se soltaron. El marido aducía por lo bajo
Ahora lo flanqueaban los dos jóvenes fornidos por que, cuando en el 37 cayó prisionero en la muga
la calle abajo. En esto, uno de ellos le preguntó si no de Santander, a punto estuvo de acabar delante del

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paredón, tú bien lo sabes. Entonces habló en su quedar con ella. La muchacha sacó a media tarde del
favor una persona que no se quiso dar a conocer, jueves, por el borde inferior de la persiana, la mano
a lo mejor por ser alguno del pueblo que se había con la regadera y al momento le silbaron desde la
pasado al otro bando. Total, que en lugar de fusilarlo calle una parodia del himno nacional de España. Ya
como a tantos gudaris de su quinta lo destinaron no quiso regar más.
a un batallón de trabajadores. Salí vivo y me pude De un simple vistazo podía reconocer las
casar contigo, no lo olvides. ¿A qué vienen esas cartas de amenaza. Allí mismo, en el portal, las
historias? Mujer, imagina que fue un pariente suyo rompía sin abrirlas, junto con las notas insultantes que
el que me salvó. Pues si vas yo no te hago la cena, por el mismo conducto recibía su padre a diario.
¿qué dirán los vecinos? Voy y vengo, en un minuto. Ella tiraba los cachos de papel a las papeleras de la
Entonces que te haga la cena ése. Pues no ceno, ahí calle, diseminándolos de modo que nadie los pudiera
va Dios. reunir, y a casa subía sólo las facturas y los sobres
Se adentró en la lluvia, pero a los pocos pasos con remitente conocido.
parece que le flaqueó la voluntad. Entonces buscó a El miércoles por la mañana encontró
la mujer con la mirada. La mujer le puso mala cara. dentro del buzón un pájaro muerto. El animal no
Con un meneo furioso de bastón le mandó volver. presentaba señales de violencia. Los ojos cerrados
Durante un instante el marido vaciló. Ella le susurró le comunicaban un aire de serenidad, como
en tono de reniego que iba a pillar una pulmonía. si hubiera tenido una muerte plácida. Las plumas
Recuerda lo del 37, replicó él con apenas un hilo de sucias y desordenadas inducían a pensar que había
voz, temeroso tal vez de que sus palabras pudieran permanecido largo tiempo tirado en un suelo
llegar a oídos de extraños. Acto seguido, moviendo polvoriento antes que alguien lo hubiera recogido
los labios al modo de quien conversa a solas, se para ofender o asustar a Zubillaga. La muchacha lo
encaminó resueltamente a Zubillaga. La mujer lo sacó agarrándolo con una hoja de papel en la que
esperó escondida detrás de una columna. Él no la mano anónima había formado unas cuantas
tardó en volver. A mí el pobre hombre me da pena. frases injuriosas con letras recortadas del periódico.
Le prohibió ella que le contara lo que habían hablado, Después de tirar el pájaro a la papelera más cercana,
ya que por nada del mundo lo quería saber, y como enderezó sus pasos hacia una carnicería que había
se te escape una palabra te acuerdas. El marido al final de la calle. Llevaba una bolsa de mala y una
dulcificó los gestos y las palabras para reconciliarse lista son todo lo que su madre le había pedido que
con ella, pero ya vio que no estaba el horno para comprase.
bollos, así que malquistados y en silencio salieron Cubría la entrada del establecimiento una
los dos de la plaza. cortina de colgantes destinada a impedir el paso
Hacía varios días que la mujer de Zubillaga de los insectos. Desde la acera se oía un murmullo
no bajaba a la calle. De pura vergüenza ni siquiera de voces risueñas procedentes del interior. En
se atrevía a asomarse a la ventana, mucho menos a el momento en que la hija de Zubillaga estiró la
salir al balcón. Y desde que el martes por la noche mano para apartar la cortina, la carnicera soltó una
se estrellaron contra los vidrios de la sala cinco o de sus carcajadas inconfundibles, carcajada de
seis bolsas de plástico con pintura roja y amarilla, mujer ancha, alta, provista de un papo poderoso.
ventilaba los cuartos con las persianas bajadas. Nada más darse cuenta de quién llegaba, las cuatro
Un pariente afincado en el pueblo le mujeres que en aquél instante se encontraban en la
aconsejó por teléfono a la mujer de Zubillaga que carnicería enmudecieron. La muchacha saludó sin
permaneciese recluida en casa hasta tanto se inmutarse. No hubo respuesta.
hubiese aclarado lo de su marido. Pero si sales y nos Un silencio tenso quedó flotando en el aire
vemos, haz el favor de no saludarme. Si me tienes donde hasta poco antes había habido un revuelo de
que decir algo me llamas. Por la calle ni se te ocurra, risas y voces de señoras que hablaban todas al mismo
compréndelo. tiempo. La que tenía la vez hizo sus pedidos en tono
De hacer la compra se encargaba ahora la cortante. La sueña partió con entrecejo fruncido
hija; de regar las macetas, primero la hija y después varios trozos de una caña de vaca que reposaba
la lluvia. La hija tenía diecinueve años y un novio sobre la tabla de cortar. Había una rotundidad de
empleado en la fábrica de leche que decía estar enfado en los hachazos. La hija de Zubillaga esperó
muy atareado últimamente y que por eso no podía su turno junto a un extremo del mostrador. Llegaron

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mientras tanto dos señoras. Una de ellas preguntó que algo grave ocurría. Se apresuró a arrebatarle
quién estaba la última. La muchacha respondió con el auricular y quién es. El concejal se presentó con
forzada naturalidad. La otra hizo como que no se su nombre y apellidos. Y dijo: La carpintería. ¿Qué
enteraba. pasa con la carpintería? Ya le he dicho a su marido
Cuando llegó el turno a la hija de Zubillaga, que está ardiendo. Desde las ventanas de mi casa se
la carnicera dirigió la palabra a una de las señoras ve el humo.
que había venido más tarde que la muchacha. Ésta La carpintería de Zubillaga ocupaba un
dijo con suavidad que le tocaba a ella. La carnicera local de alquiler ni grande ni pequeño, en la planta
siguió hablando con la otra. ¿Qué te pongo? La baja de un inmueble situado junto a la orilla del
hija de Zubillaga se arrimó sin titubeos al centro del río. Se cerraba con una puerta levadiza de metal
mostrador. Doscientos gramos de jamón serrano. Lo sobre la que se extendía un dintel fijo con cuatro
tuvo que repetir. No me queda, respondió con respiraderos. Estos respiraderos, dispuestos en fila,
sequedad la carnicera. La hija de Zubillaga señaló eran de tamaño inferior al de una cabeza humana.
con el dedo la pieza de jamón colocada sobre Tenía cada uno un vidrio movible. Durante el día,
la re pisa de már mol cuajada de fiambres. las telarañas y la mugre acumuladas en ellos apenas
Doscientos gramos de ése, por favor. La carnicera se consentían el paso de unas hilachas de claridad.
dignó mirarla a la cara por vez primera. Una Zubillaga acostumbraba dejarlos entreabiertos en el
mueca de desprecio torcía su boca cuando dijo: Yo curso de su jornada laboral; a veces también por las
no vendo a los enemigos de Euskal Herria. noches y durante los fines de semana, ya que con
La muchacha volvió a su casa con los frecuencia utilizaba para su trabajo barnices, colas
dientes apretados, mirando fijamente a los ojos de y otros productos químicos que despedían un olor
los viandantes. No bien hubo entrado en el portal penetrante.
se le escapó un sollozo. Dejándose entonces caer En pleno día no se sabe quién había
sin fuerza sobre un escalón, estuvo llorando en las aprovechado aquella circunstancia para arrojar al
cuencas de sus manos hasta que, transcurridos no interior del taller unas cuantas botellas incendiarias.
menos de veinte minutos, oyó que una puerta se Cabe también la posibilidad de que el autor o los
abría en lo alto del edificio. Al instante se puso de autores del ataque rompieran algún vidrio. Nadie los
pie, se enjugó las lágrimas con la manga de la blusa vio nadie los oyó, como nadie vio ni oyó de víspera
y a toda prisa subió a su vivienda, que estaba situada a quien después de escribir con pintura de espray, en
en el piso primero. le puerta metálica, el nombre del carpintero, había
Acordó con su madre ocultarle a Zubillaga trazado sobre él un círculo y una cr uz en
el incidente de la carnicería. Iba para unos cuantos representación de una diana de tiro.
días que no le contaban nada que le pudiera agravar El fuego de las botellas debió de prender con
su decaimiento. Tampoco él salía del cuarto, donde rapidez en el cajón de las virutas, en los sacos
pasaba largas horas sentado a oscuras, para preguntar si de serrín, en las tablas, en el banco. El humo que
todavía lo amenazaban con cartas anónimas y pintadas salía por los respiraderos alertó a los vecinos, que,
en las paredes. Desde el domingo anterior, el teléfono percatándose del peligro que corrían sus viviendas,
permanecía descolgado por las noches para evitar tomaron la iniciativa de apagar el incendio por sus
que sonase a horas intempestivas. Durante el día, en medios, sin esperar la llegada de los bomberos.
cambio, tanto por la mañana como por la tarde, el Delante de la carpintería se congregó un nutrido
aparato repicaba con frecuencia. Es probable que grupo de personas. Varios hombres de la vecindad
desde el otro lado del tabique, Zubillaga, por el diga trataron en vano de forzar la puerta. Tuvieron que
de su mujer o de su hija, seguido del seco topetazo conformarse con arrimar una escalera de mano y
del auricular contra el receptáculo, adivinase que lo verter el agua de los baldes por los respiraderos. El
habían vuelto a llamar con malas intenciones. procedimiento resultaba tan penoso como ineficaz.
Quién si se identificó al aparato el domingo Pronto el calor obligó a retroceder a los más tenaces,
a media tarde fue el único concejal socialista de la mientras el incendio se propagaba a sus anchas en el
localidad. Zubillaga atendió a la llamada, cosa que interior de local, donde de rato en rato se producían
ya no volvería a hacer durante los siete días restantes extraños estallidos. Ahora el humo salía también
de su vida. Por la mueca de pasmo que se le puso, por las rendijas de la puerta: un humo blanco,
la mujer comprendió, parada en el umbral de la sala, espeso y violento que, al ascender pegado a la

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fachada, ocultaba por completo el balcón del que lo acompañara el hijo menor, pero contestó
primer piso. que no, que iba él solo.
En el balcón se oían los aullidos lastimeros Su mujer le vio desde la ventana alejarse por
de un foxterrier. A veces la humareda cambiaba la calle. Caminaba despacio, con las manos en los
de intensidad y se desplazaba ligeramente hacia un bolsillos, como si fuera de paseo, la boina inclinada
lado. Los de la calle podían ver entonces, más que de costumbre sobre la nuca y una falda de
durante dos o tres segundos, al animal que iba y venía la camisa por fuera de los pantalones.
lleno de angustia por el reducido espacio en que Después que Zubillaga hubiese doblado la
estaba atrapado, o que se afanaba por meterse en esquina, su mujer permaneció junto a la ventana
la vivienda estregando la persiana con las patas. Un mirando el humo ascendente. No pasaban cinco
señor pidió indignado que sacasen de allí al txacurra. minutos sin que él teléfono la sacara de su quietud.
No lejos de él, el vecino del primero, que era de Amá no cojas. Así y todo, la mujer de Zubillaga se
los que habían intentado desencajar la puerta de la acercaba al aparato, ponía la mano sobre el auricular
carpintería a golpes de escoplo y con una palanca de y dudaba. Atendió a seis o siete llamadas. Dos
hierro, protestó diciendo que claro, para que se meta fueron de personas que, sin darse a conocer, le
el humo en el comedor y me joda los muebles y me trasmitieron palabras de consuelo; una de un
deje la casa hecha un Cristo. pariente indignado, y el resto, de acoso y escarnio y
A todo esto, una vecina divisó a Zubillaga la próxima vez será peor, asquerosos amigos de los
parado al principio de la calle en cuesta. Permanecía fascistas, no vamos a parar de daros caña hasta que
quieto como si no se atreviera a recorrer los últimos os larguéis.
metros que lo separaban de su taller. La vecina dijo Tres días antes, el hijo mayor se había
con rencor ostensible: ahí está el verdadero txacurra. marchado a vivir al caserío de un amigo, ya en los
Y una que estaba a su lado añadió en tono similar límites de la comarca, después de una agria disputa
que por su culpa va a arder el barrio entero y que durante la cena. Cegado por la cólera, estuvo a punto
con más razón se tenía que quemar él por traer de golpear a su padre. Pégame si te atreves. No lo
problemas que no el pobre Txiki, que así era como hizo.
se llamaba el foxterrier. De ahí a poco se vio A cambio, derribó de un manotazo la
entre el humo que la persiana del balcón se botella de sidra, soltó una ristra de juramentos y se
levantaba hasta formar por abajo una estrecha fue.
abertura. Por ella surgió una mano rápida que, La madre lo siguió profiriendo súplicas
agarrando sin contemplaciones al animal, lo metió con voz doliente por las escaleras. No le había
de un tirón en la vivienda. dado tiempo a la mujer de quitarse el delantal. Se le
Más tarde una voz de tantas propuso quebraba la voz, se le atoraba el aire en la garganta,
tender una soga entre el picaporte de la puerta de la pero el hijo se iba. El hijo se iba y ella, varios metros
carpintería y un coche o una furgoneta, con el fin de por detrás, estiraba los brazos para agarrarlo. En el
arrancar aquella poniendo el vehículo en marcha. Coche, descansillo del bajo, clic, sonó el chasquido curioso
cuerda, arrancar: no había manera de entenderse en de una mirilla. La mujer se calló al instante. En si-
medio de la gritería, y cuando por fin uno de los lencio vio al hijo salir del portal. Al hijo. Demasiado
presentes anunció que iba en busca de una cuerda rápido para poderlo alcanzar. Su espalda ancha, sus
así de gorda que tenía, según dijo, en la chabola de hombros, su melena recogida en una coleta y luego,
su huerta, sonaron cerca del puente de acceso a la nada. Llevaba el joven en sus zancadas una determinación
localidad las sirenas de los bomberos. furiosa que aún debía de durarle cuando el cabo de
Oculta tras los visillos del dormitorio trece días enterraron a Zubillaga, ya que no acudió
matrimonial, la mujer de Zubillaga observaba la al cementerio.
columna de humo que se levantaba sobre los tejados Se conoce que por la mañana algunas
del fondo, en el cielo azul de la tarde. Su marido personas del pueblo le habían negado el saludo por
acababa de salir de casa. Al principio se había la calle; a él, que era más patriota que Dios, según dijo
resistido. Para qué voy a ir si ya no hay remedio. La al llegar a casa a mediodía. Aquello le había puesto
familia insistió. Sobre todo la hija: Aitá, es mejor de muy mala leche y con muchas ganas de aclarar
que vayas, salva por lo menos el local, salva la puerta el asunto y a ver qué hostias pasa aquí, si es verdad
antes que te la tumben los bomberos. Le sugirieron que ése, señaló a su padre con un golpe airado de

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barbilla, ha hecho lo que dicen que ha hecho. Por es que el martes los viajeros del autobús traían en
la tarde faltó a la carpintería, en la que aprendía el la boca su nombre con muchas ganas del escupirlo
oficio con su padre, y se dedicó a recorrer el pueblo por las calles del pueblo.
preguntando aquí y allá. Adonde quiera que fue Cuando llegaron del largo viaje, Zubillaga,
encontró conformidad en las respuestas. Un gesto estaba en la taberna echando una partida de mus
de inquina, de rechazo, incluso de asco, se repetía en con los amigos. Formaban la rueda los cuatro de
las caras. A veces también, se repetían las palabras. costumbre. Hasta la hora de irse se jugaban uno o
No tengo nada en contra tuya, pero... dos porrones a las cartas. Iba para varios meses que
En la herriko taberna, donde había servido Zubillaga no fumaba cigarrillos; en cambio, gustaba
bebidas en no pocas ocasiones y donde no hacía un de reservarse para las partidas en la taberna un puro
año que había ayudado a dar una mano de pintura habano que traía de casa. Solía encenderlo a eso de
al techo y las paredes, le dijeron que de momento las nueve o nueve y cuarto, y lo saboreaba con una
es mejor que no vengas por aquí hasta a ver cómo calma de sibarita que provocaba frecuentes chirigotas
sigue la cosa. entre sus amigos. Consumido el puro, Zubillaga, no
Entrando la noche llegó a su casa convencido tardaba en marcharse a cenar.
de que el cura, que fue el él último con quien había Aquél martes acababa de encenderlo cuando
hablado, tenía razón. ¿Cómo un pueblo entero se se asomaron por la taberna las cejas tristes del hijo
va a equivocar? ¿A ti te parece posible que tantas y menor. El muchacho se acercó a él con rapidez y,
tan distintas personas se hayan puesto de acuerdo durante unos cuantos segundos, le estuvo hablando
en una falsedad? Imposible, hijo mío. Y le aconse- al oído. A Zubillaga se le atirantó el semblante.
jó en el momento de despedirse, mostrándole las Dile a tu madre que enseguida voy. Eso lo oyeron
carnosas y pálidas palmas de sus manos: Intenta todos. Siguió jugando un par de manos, pero ya sin
convencer al aitá para que... ya me entiendes. No lo concentrarse y con el entrecejo preocupado,
entiendo, Juana. Pues para que abandone el pueblo hasta que en medio de una partida aplastó la brasa
antes que ocurra lo que Dios quiera que ocurra. del puro contra el fondo del cenicero y anunció que
Eso el jueves. El martes, de anochecida, se iba. Pero si tú te vas, dijo su pareja de juego, yo
paró en la plaza del ayuntamiento el autobús con los también.
que volvían de visitar a los presos, entre los ellos a El tabernero les dedicó a modo de despedida una
los dos chavales detenidos la semana anterior en un de sus bromas habituales. Fuera era ya noche oscura.
imprenta contigua a la carpintería de Zubillaga. Era la La gente se había recogido y, salvo algún que
primera vez que sus familiares habían podido verlos otro vehículo de paso, no se veía un alma por la calle.
desde la tarde en que agentes de la Guardia Civil ¿Ocurre algo? La mujer, que no sé qué quiere.
hicieron saltar por los aires la puerta del local y los Caminando sin hablar, los dos amigos llegaron ante
pillaron dentro de un polvorín que los dos jóvenes el portal de Zubillaga. En la fachada del edificio,
tenían montado en un pequeño sótano cuya entrada fresca todavía la pintura, podía leerse: ZUBILLAGA
estaba disimulada debajo de una máquina impresora. TXIBATO, con la consabida diana encima del
Se conoce que había un truco para desplazar la nombre. El amigo apretó el paso como espoleado
máquina y que la trampilla por la que se accedía al por una prisa repentina. A los pocos metros se volvió
sótano se abría por medio de un ingenioso mecanismo y, con la cara demudada y ademanes nerviosos, le
escondido en la pared. Los agentes venían avisados, susurró a Zubillaga: Bórralo antes que lo vean tus
¿por quién?, de modo que sorprendieron a los dos vecinos. Bórralo, rediós, que con esas cosas no se juega.
chavales atareados dentro del sótano, los atraparon
en cuestión de un minuto y se los llevaron esposados
a Madrid.
Zubillaga, que se encontraba solo en la
carpintería, salió atraído seguramente por el estrépito
de la explosión. Vio de cerca cómo metían a los
detenidos en un vehículo estacionado justo delante [“Enemigo del pueblo”
de su taller. En aquel momento, algo dijo a los guardias pertenece al libro de relatos
civiles o uno de los guardias civiles le dijo algo a él, al Los peces de la amargura,
parecer de broma o como mostrando alegría. El caso Barcelona, Tusquets, 2006]

28
)
(San Sebastián, 1959 (relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


fE RN AN DO aR AM BU RU
ñol.
or y ensayista espa
es un poeta, narrad án ic a, nació en el seno de
una
lo lo gí a Hi sp
Licenciado en Fi para pagarse sus es
tudios y
es ta . Hi zo de to do hijos
familia mod ia da nd o clases de español a
Al em an
desde 1985 vive en t y Ge seke, al norte de Re
nania del
Li pp st ad
de inmigrantes en
nz os de la dé ca da de 1980 fue creador
m ie
Norte-Westfalia. A co at ur a “Cloc” en San Sebast
ián.
up o de lit er
y promotor del gr as la publicación de Fu
egos con
ltó a la fa m a tr vacíos
Aramburu sa bl ic ad o las novelas Los ojos
ué s ha pu
limón (1996). Desp op ía (2003, adaptada al ci
ne por
pe tis ta de l Ut
(2000); El trom de Bajo las estrella
s); Vida de un
ar re t co n el tít ul o
Félix Visc mbra (2005).
o lla m ad o M at ía s (2004) y Bami sin so la amargura
pioj cu entos Los peces de
bl ic ó el lib ro de
En 2006 pu víctimas del
ro de re la tos centrado en las
lib de Narrativa
qUIÉN eS

(2006) . Es un
ET A. Es te lib ro ga nó el Dulce Chacón
terrorismo de al Academia Españo
la 2008.
20 07 y el Pr em io Re
Española .
(ilustración de mAYTE sÁNCHEZ sEMPERE)

29
ESTACIÓN
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

DE
SANTS de
aNTONIO
dÍEZ
A
l mes siguiente cumplía treinta y tres años. Y Era domingo. Normalmente los domingos
allí estaba, en la puerta de la estación de Sants, voy a casa de mis padres a comer paella. El día
a las cinco de la tarde de un domingo caluroso familiar. Y, para ser sincero contigo, ahora ni me
y con aquella tía con la que había pasado la noche acordaba de ellos. Ahora, en la puerta de la estación
anterior. Ya me entiendes. de Sants, con el sol dándome en la cara, notaba una
ligera resaca, el calor pegajoso del verano
Todavía quedaban una o dos horas para mediterráneo, el cansancio por no haber dormido
que saliera mi tren, sólo un rato para que saliera más de dos horas, y el humo, rascándome ligeramente
el suyo. Y allí los dos, fumando, hablando en inglés, la garganta al chupar el cigarrillo. Me gustaba todo
nuestra lengua en común. De vez en cuando iba y aquello.
le plantaba un beso en los morros, intentando
aprovechar los últimos minutos junto a ella. Entonces sonó su móvil.

Era el primer día de verano, aunque yo aún Y era su hijo, que le llamaba, imagínate,
no estaba de vacaciones y tenía bastantes asuntos de con dos añitos. No sé qué le diría. Supongo que lo
trabajo pendientes, además de otros muchos temas lógico, mamá dónde estás, cuándo vuelves.
de todo tipo a medias y sin resolver. Mi vida era
un descontrol. Y me daba igual. Ese fin de semana Y es que llevábamos juntos dos días ya.
había dejado todo colgado por venir a verla. Y por Mientras su hijito le hablaba desde el otro lado
eso ahora estábamos allí los dos, charlando en del teléfono, ella sonreía. Yo me imaginaba la voz
inglés, a punto de despedirnos, despeinados, sudados, infantil del chiquillo al otro lado, mamá dónde estás,
sucios. Hacía tiempo que no estaba con una tía así, cuándo vuelves... Y ella le respondía como lo que
como ella, y el resto del mundo, como te digo, me era, como una madre que habla con su hijo de dos
daba igual. años, ya sabes cómo es. Hasta entonces no me había

30
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


parado a pensarlo mucho. Yo lo sabía, sí, me lo había
contado, claro, pero ahora lo veía con mis propios
ojos: ella, hablando en alemán con aquel niño y con
ese tono infantil que ponen las madres cuando hablan
con sus hijos. Como de repente recordé entonces
que hablaba mi madre conmigo, mucho tiempo atrás
ya…

Me gire y miré hacia otro lado, por pudor,


no sé, por no cortarle el rollo, y seguí fumando.
Vi entonces que estaba rodeado de desconocidos,
todos fumando o hablando por el móvil, una masa
anónima de vidas desconocidas que la casualidad
reunía cada día en la puerta de la estación de Sants,
como a nosotros dos hoy. No sabía ni hacia
dónde mirar ni qué hacer aparte de fumar, nada me
interesaba a mi alrededor, sólo ella, que continuaba
hablando por el móvil. Ella, que tenía que tomar un
tren y volver ya a su apartamento de verano, con su
hijo, y regresar después a Alemania, a seguir con su
trabajo, con su marido, con su vida. Y olvidarse luego
de este rollo veraniego. Y de mí.

Y yo, habiendo dejado mi trabajo y otras mil


historias por venir a verla, sin saber qué iba a pasar,
sin pareja fija desde hacía años, metiéndome cada
poco en aventuras como ésta que no me conducían a
nada, y con resaca, y calor, fumando allí, en la puerta
de la estación de Sants, esperando un tren a Madrid
que me llevara a mi piso compartido, a mi habitación
de alquiler, a la incertidumbre de un verano sin
planes, sin nadie con quien compartirlo. Nadie en el
horizonte. Nadie me llamaba al móvil.

Al mes siguiente cumplía treinta y tres años.


qUIÉN eS

, 1976)
aNTONIO dÍEZ (Madrid pecialista
ación secundaria es
Es profesor de educ públicos
na y Li teratura en centros
en Leng ua Ca st el la ado dos libros:
ad de M ad rid y ha sta ahora ha public oya (2004) y,
de la Comunid
le s. Ca rt as de sd e España, ed. Muñoz M l Sol
na yendas, ed. Baile de
Brigadas Internacio ez , Ha bl an do de Le
vid Gonzál
junto a Jim Jump y Da
ica
(2009).
n la re vi st a es co la r de memoria histór es
Colabora a su vez co la br ad a, lo ca lid ad madrileña de donde
“Entresiglos 20-21”
de Fuen al castellano
ad tr ab aj a en tr ad ucciones literarias os de
al id otros poemas y text
oriundo, y en la actu on es , ad em ás de en
anglosaj
de diversos autores re la to qu e ap ar ece en estas página
s.
com o el
composición propia

31
LAS DOS
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

CARASDEL
MIEDOdecARLOS
mANZANO
L
levo casi dos horas dentro del coche, esperando. del mundo: es tu última oportunidad, ¿comprendes?
Una hora y cuarenta minutos exactamente. Y ya No me la juegues más veces, no me jodas más, ¿me
se sabe que las horas se alargan interminablemente oyes?, que sea la última vez que me lo haces, porque
cuando no se tiene nada que hacer, cuando no se te aseguro que no habrá una segunda oportunidad.
hace otra cosa más que esperar, dejar pasar el tiempo. Y lo En todo el rato que llevo esperando,
peor de todo es que no estoy pendiente de que ocurra muchas cosas han pasado ya por mi mente. Y todas
algo; tampoco espero a nadie, ni siquiera aguardo relacionadas con el miedo. Con mis miedos, quiero
una señal o una llamada. Espero únicamente porque decir. Me he acordado, por ejemplo, de las tardes
tengo miedo a salir del coche. No, miedo a salir del en que, de niño, me entretenía espiando a
coche no; me estoy expresando mal. Tengo miedo mi vecina de enfrente, una mujer algo entrada
a salir del coche y hacer lo que he venido a hacer. en años y bastante gorda cuyo dormitorio quedaba
Y tampoco dispongo de todo el tiempo del mun- frente a mi ventana. Era la primera mujer que veía
do. Una hora más y ya será demasiado tarde. Pero desnuda en mi vida. Me he acordado precisamente
esto del miedo no es nuevo, no lo es en absoluto. del día en que me pilló espiándola y de cómo corrí
De hecho, siempre he sido un cobarde, un de inmediato las cortinas asustado porque le fuese
idiota incapaz de tomar las decisiones adecuadas, con el cuento a mi madre. Y de cómo un par de
de afrontar la vida cara a cara, de plantarse ante el días después, cuando salía a la calle, me la encuentro
mundo sin amedrentarse como un niño. Por miedo en la puerta de su casa, que lindaba con la mía,
acepté este encargo y por miedo estoy a punto de y entonces, en vez de regañarme por mi conducta,
fallar. Y si fracaso será todavía peor. No tengo por espiarla como un pervertido, me invita a pasar a
alternativa: he aceptado vivir al borde de la muerte. su casa y con voz suave, lánguida, tremendamente
O mato o me matan. No hay más elección. dulce, me dice: ven, anda, entra si quieres, tengo
En contra de lo que pudiera pensarse, no es cosas para ti, ¿las quieres?, es mejor ver la vida
la primera vez que lo hago, que tengo que hacer algo de cerca, te lo aseguro, y yo, presa de un terror
así. Y tampoco sería la primera en que el miedo me sobrenatural que me sobreviene un segundo
paraliza y las manos se me ponen a temblar como después, echo a correr escaleras abajo como si la
a un enfermo. Ya he fallado antes. Por eso, antes de oronda vecina se hubiese transformado en la viva
enviarme aquí, Núñez me lo dijo con toda la claridad representación de Satán.

32
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


Fue el miedo también lo que me impulsó a
destrozarle la cara al imbécil ese que la había tomado
conmigo en aquel bar, y también fue por miedo por lo
que minutos después acepté la temeraria proposición
de Núñez –el cual había sido testigo de mi desmedida
y salvaje reacción–, aunque en este caso se tratara de
un miedo cerval y atávico al más fuerte, al realmente
poderoso, al macho dominante, miedo a caerle mal,
a no resultar simpático, a no agradar –y también, no
puedo negarlo, por ambición de los enjundiosos
honorarios que me prometía.
Dinero a manos llenas y trabajo fácil: lo que
cualquier individuo sensato y razonable soñaría. Que
nadie lo dude: matar es sencillo, basta con sacar un
arma y apretar el gatillo. El problema viene cuando el
tipo al que debes retirar va con guardaespaldas. Eso
complica mucho las cosas. Si cometes el más mínimo
error, puedes darte por muerto. Y yo, como ya he
dicho antes, soy un cobarde. Tengo miedo de que me
maten.
Lo tengo todo muy bien pensado, las
instrucciones de Núñez fueron precisas y el plan está
perfectamente trazado. He repetido en mi mente los pasos
a seguir cientos de veces. Solo tengo que llevarlos a cabo
con exactitud, ejecutar meticulosamente cada acción.
Además, me digo, no hay alternativas. Tengo que
matar a ese tipo, a él y a su guardaespaldas. No es tan
complicado, y el factor sorpresa juega a mi favor. En
realidad, se trata de una tarea que apenas me llevará
unos segundos.
En este instante, alguien golpea el cristal de
mi coche. Sumergido como estoy en mis pensamientos, el
ruido me sobresalta y sin darme cuenta echo mano al qUIÉN eS
bolsillo para agarrar con fuerza mi pistola. El tipo que cARLOS mANZANO
1965.
reclama mi atención va de uniforme, es un policía, me Nació en Zaragoza (España) en
os en manos
han pillado, pienso, aquí se acaba todo, pero entonces Ha publicado las novelas Fósfor
suenan dos tiros, el cristal de la ventanilla de unos niños (Septem, 2005),
Vivir para nada
de lo
se resquebraja y el tipo de uniforme cae al suelo. He (Mira Editores, 2007) y Sombras
).
vuelto a hacerlo, el miedo ha hecho que actuara sin cotidiano (Mira Editores, 2008
ctiva Relatos
darme cuenta. La he cagado, la he vuelto a cagar otra Ha participado en la obra cole
res, 2008) con
vez: me he cargado a un policía. Así que sin mayor para el número 100 (Mira Edito
dilación pongo el coche en marcha y arranco a toda el relato “Auxilio en carretera”.
edó finalista
pastilla. Hay tipos con suerte, pero no es mi caso. Su obra Las fuentes del Nilo qu
Novela Corta en el año
Probablemente, el empresario al que debía matar nunca del I Premio Letras de
sabrá que acaba de salvar la vida, que un golpe de fortuna le 2003.
ectrónica de
va a permitir seguir con sus trapicheos al menos por unos Es editor de la revista el
días más. Los problemas van a ser para mí, a ver cómo literatura “Narrativas”
.com), ISSN 1886-2519.
se lo explico ahora a Núñez. Por cierto, ésta es la última (www.revistanarrativas
vez que aparco bajo una señal de estacionamiento
prohibido. Sobre todo, si pienso tirarme dos horas allí EN LA RED: t
parado sin salir del coche. ¡Seré gilipollas…! www.carlosmanzano.ne

33
EL TIEMPO
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

DEL HOMBRE
MUERTO de
aLFONSO xEN
rABANAL
Hoy Narciso es,

es uno de los últimos adictos, pondrán su esqueleto
al lado del Triceratops. Supongo que por eso se niega
a que le retiren. Toda la vida dedicada al trabajo.
-23:00. Ronda completa. Siguen sin Aunque no me extraña, pues no existe dios que tenga
funcionar los puntos de fichaje. El Director continúa redaños para aguantar a su mujer, menos mal que
en su despacho. Sin más novedad. por aquí ya pasa poco, alguna vez que se confunde
y, en vez de ir al Corte Inglés, deja aquí su mala bilis.
(...) el símbolo de nuestro tiempo. (...) Aparece un nuevo Es como una exposición itinerante que amarga la
estadio del individualismo: el narcisismo designa el surgimiento de existencia de todos... hasta la de los fósiles.
un perfil inédito del individuo en sus relaciones con él mismo Nadie diría que ha triunfado. Tiene a su cargo
y su cuerpo, con los demás, el mundo y el tiempo, en el el Museo que posee los mejores fondos, los profesionales
momento en que el “capitalismo” autoritario cede el paso a más afamados, el mayor presupuesto. Pero no es feliz.
un capitalismo hedonista y permisivo, acaba la edad de oro Y no es mal tipo. Es astuto y bonachón, y en su
del individualismo competitivo a nivel económico, sentimental mirada queda un rescoldo de vida, unas gotas de
a nivel doméstico (E. Shorter), revolucionario a nivel político lascivia y socarronería, unas cataratas de humanidad.
y artístico, y se extiende un individualismo puro, desprovisto Supongo que antes este tío era ágil e inteligente, uno
de los últimos valores sociales y morales que coexistían aún de esos que no necesitan talar todo el bosque a su
con el reino glorioso del homo economicus, de la familia, de alrededor para destacar. Pero ahora...
la revolución y del arte; emancipada de cualquier marco
trascendental, la propia esfera privada cambia de sentido, - Buenas noches, Teo. Ya veo que te toca otra vez la
expuesta como está únicamente a los deseos cambiantes de los semana larga... Bueno, paciencia. Buen servicio.
individuos. - Gracias, don Niceto. Buen fin de semana.

Ya forma parte de la colección del Museo. ... anda con pena, arrastrando un cuerpo que
Toda la vida aquí. Dicen que empezó de currito se desborda, sin que los diques de un traje casi raído
en los depósitos. No creo que tenga ningún título. puedan hacer nada. A veces parece que ha estado
Sólo trabajo y trabajo, eso es imposible hoy... uffff... llorando. Hoy lo parece.
34
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


Este fin de semana vienen sus hijas, quizá ... según Christopher Lasch, los individuos aspiran cada
por eso se va a estas horas... vez más a un desapego emocional, en razón de los riesgos
de inestabilidad que sufren en la actualidad las relaciones
-23:30. Salida del señor Director. Comienzo personales. Tener relaciones interindividuales sin un
ronda de cierre interno. compromiso profundo, no sentirse vulnerable, desarrollar la
-00:15. Fin ronda. Apago luces. Conecto propia independencia afectiva, vivir solo, ese sería el perfil
alarmas. El acuario de los peces pulmonados gotea. de Narciso. El miedo a la decepción, el miedo a las pasiones
Informe para mantenimiento. Coloco cubo de fre- descontroladas traducen a nivel subjetivo lo que Lasch llama
gar. Sin más novedad. “La huida ante el sentimiento”...

No me ha preguntado por Narciso. Y eso Y aquí se quedó. No tardó en tirarse a la


que hoy ha salido en Telecinco, orgulloso de su Gerente. Y le nombraron Jefe de Seguridad. Ella se
operación, del reportaje. Ya es una de esas cutrestrellas divorció. Pero él empezó a liarse con las taquilleras,
de la basura. Llevamos meses riéndonos hasta todas recién licenciadas en Arte. La gerente cayó en
hartarnos... Pero hoy, cuidado, todos han empezado una depresión y acabó pidiendo un traslado.
a criticarle, la norma ha variado, los árboles que Las licenciadas decían que su culo era arte. Parece
cercenó cuando fue jefe de equipo parece que rebrotan, ser que en esa época sus perspectivas del asunto
envidiosos y vengativos, siempre a su sombra que dieron un giro de 180º.
les engancha. Sin embargo, algo dentro de mí
siente pena, no remordimiento, no... ahora simula ser - 01:30. Ronda por instalaciones y almacenes.
feliz, está triunfando, es un generador de opiniones, Al no funcionar los puntos de fichaje, ha vuelto a
ya no puede volver atrás... Y no puedo sentir saltar en el ordenador el modo de Hombre muerto. A
remordimiento por haberle animado a perseguirse, mi paso se han activado todas las alarmas y colapsado
yo no era su sicólogo, ya sólo quería quitármelo la centralita. Ha llamado la policía. Cansa el tema, a
de encima, joder, noches y noches escuchando sus ellos y a mí. Quedan todas las alarmas conectadas,
movidas, sus insatisfacciones, todo giraba alrededor no puedo hacer más rondas hasta que no lo arreglen.
suyo, si le contabas algún problema tuyo, lo soslayaba Sin más novedad.
y seguía con su diarrea vacua... Al final conseguí
que se pasase las noches subiendo escaleras. Venía Cuando te quedas quieto, mueres. Así está
a currar patinando y salía disparado hacia el gimnasio. diseñado esto. Y él lo entendió a la primera.
Ahorró para hacerse la depilación láser integral. Simulaba ser listo. No se plegaba ante ninguna mujer.
Empezó por librarse en el cuadrante todos los fines Quizá por eso, por contraste o venganza indirecta,
de semana. Exhibiciones en discotecas. Hasta que se llevaba bien con el Director. Por él supe que
fue elegido mister culo y dejó las guardias... Después sus hijas le trataban como a un criado... que, por
supimos que se tatuó el logo de una conocida ejemplo, pese a ganar una pasta gansa, tenían
discoteca en sus nalgas, y por eso y lucirse en saraos duplicados de sus tarjetas, y le cargaban todos los
pijos sacó un pastón... Y hasta esto... gastos de gasolina, peluquerías y caprichos. Fue por
esa época cuando debió meter la gamba con, más
No, no es remordimiento, aunque la noche bien en alguna de las tres, y le hizo autoexiliarse en
es muy larga y ambigua, y todo oscila. A veces, ni la lec- la noche. Creo que se sintió pillado por algún motivo
tura desenreda tu cabeza. Quizá por eso acabé aquí... que se me escapa. Lo único cierto es que me hizo
también soy una especie de fósil, o uno de esos que pasar los peores meses de mi vida. Aunque intenté
viven en un ecoespacio vacío, ese terreno de nadie aprender algo de él, no sé, por lo menos se movía.
en el que coinciden los que se van y los que quieren Los demás no teníamos ninguna aspiración, aun a
llegar... Allí apareció, como refuerzo de seguridad, sabiendas que la noche en la que nos resguardamos
cuando el Rey inauguró la exposición más importante nos acabará pudriendo... Esto es un terreno de
sobre fósiles del periodo de extinción de los nadie. Vivimos una época donde todo está mezclado.
dinosaurios y advenimiento de los mamíferos... Así Pero es una mezcla superficial, no sé, como la del
se titulaba: La vida en un ecoespacio vacío, el que nos aceite batido en el agua. En todo caso, existe una
queda, así lo dice Gilles Lipovestky en su libro La confusión a todos los niveles. Él decía buscar algo
era del vacío que estoy leyendo. en su interior, que ya no sentía nada, que todo se
35
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La


le licuaba... quizá por eso acabó ganándose la vida
con su culo, la única puerta abierta a sus entrañas,
Hasta que vimos sus fotos en el Interviú. La
operación estética del ojete simulando una pequeña
una vez que dejó en mí toda su diarrea. Pero me vagina, el implante de pelo, tipo tira brasileña. Joder,
enseñó que el que se queda quieto, el que no simula casi vomito, de verdad. El pastón obtenido por el
movimiento y ficha en alguna parte, a ese el sistema patrocinio de esa corporación, no justifica ciertas
no le reconoce, perdido en una especie de niebla, cosas... o sí, para él... ahí está el límite... más allá sólo
anclado entre dos eras, en ningún sitio, donde vive existe la telebasura, el estrellato de hoy: el triunfo
en el tiempo del hombre muerto... Aún así, no había social.
por dónde cogerle, o sí, a lo mejor fue por eso...
porque encontró en ellas una horma, no lo sé. En -06:00. Fin del servicio sin más novedades
todo caso, cuando por fin marchó, fue la última vez que las reseñadas.
que vimos su culo enfundado en unos pantalones...
y todos respiramos mejor. (Hoy ha sido mi última noche aquí. Pido la cuenta.
Estoy hasta los cojones de ser un hombre muerto.
En todas partes encontramos soledad, el vacío, la dificultad de En alguna parte tiene que existir un lugar para que
sentir, de ser transportado fuera de sí, de ahí la huida hacia salga de mi encierro. Suerte.)
delante en las ‘experiencias’ que no hace más que traducir la
búsqueda de una ‘experiencia’ emocional fuerte ¿por qué no puedo ‘¡Si al menos pudiera sentir algo!’: esta es la fórmula que
yo amar y vibrar? Desolación de narciso, demasiado bien traduce la ‘nueva’ desesperación que afecta a un numero cada
programado en absorción en sí mismo para que pueda afectarle vez mayor de personas.
el Otro, para salir de sí mismo, y sin embargo, insuficientemente
programado ya que todavía desea una relación afectiva.

(fotografía de áNGEL m. rODRÍGUEZ)

aLFONSO xEN
rABANAL
Nacido en un
qUIÉN eS
reducto inte
Miembro fun rnacional en
dador del ‘zin 1967.
tiempo en ha e Vinalia Trip
cer un estud pers. Ocupa s
Sigue en ello io antropoló u
, pues se trata g ico de la soc
en el tiempo de un anális ie dad.
, hay muchos is longitudin
ha publicado bares. Recie al
sus primera ntemente
resaca, en un s impresione
a novela: La c s, desde la
por Eclipsad ámara de Nie
os. bla, editada
Se le puede
encontrar en
un vacío (elb Crónicas para
luesdeluzazu decorar
Generación.n l.blogspot.co
et. Si lo quie m) o en
olvides que e res contrata
s un escritor. r, nunca
..

36
JOSÉ VÉLEZ
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


de
EONARDO L
oYOLA
E
staba a unas semanas de cumplir nueve años no hacían lo suyo ni en Manzanares ni en Los Pinos
cuando aprendí lo que de verdad era el miedo. porque tenían códigos y al barrio lo respetaban. Se
O mejor dicho a qué se le tenía que tener miedo. decía que iban a trabajar para el lado de González
No era al Drácula de Jack Palance. Tampoco a los Catán y Virrey del Pino. Eso era lo que se decía.
Frankesteins de Peter Cushing y Christopher Lee. Pero no había ninguna certeza de que en verdad
O a las historias de terror que me contaban mis anduvieran armados. Hasta ese domingo cuando
parientes cuando iba al campo. Mi vieja incluida. terminó el partido.
Esas protagonizadas por Pomberos, Solapas,
Familiares o Negros del agua. Estaba a unas semanas El Bigote de los Rojas se fue para donde
de cumplir nueve años cuando por primera vez vi a estaban los hermanos y le hizo una seña al más
un tipo dispararle a otro. chico que levantó un bolso de cuero negro marca
Atletha. El Tornillo de los Rojas le salió al cruce y
Era un domingo a la siesta. Era invierno y el Bigote, hecho una furia, con el brazo izquiero lo
hacía mucho frío. El mundial de España ya no le barrió a un costado. El más chico de los Rojas abrió
interesaba a nadie después de que nos quedamos el cierre del bolso. El Bigote metió la mano adentro
afuera y por eso se había organizado un campeonato y sacó una pistola. Después giró, apuntó y disparó.
relámpago de fútbol en la cancha más linda de La
Chanchería; un descampado de casi nueve cuadras Era un domingo a la siesta. Era invierno y
que todavía hoy no se terminó de poblar del todo. hacía mucho frío. Como yo no tenía guantes había
prácticamente enterrado las manos en los bolsillos
Estaban jugando de once el que vendría de mi pantalón de corderoy. Cuando sonó el
a ser el clásico del barrio: Los Pinos contra Los disparo las quise sacar por reflejo pero me quedaron
Manzanares, estos últimos venían de visitantes. Lo enganchadas. Lo que si me salió del pecho fue el
ganamos sobre la hora, y pasamos a la final, con un corazón. Alcancé a levantar los hombros y me
gol de cabeza del Miqui Olleta. quedé sordo y duro. Congelado. Todos corrían
alejándose del Bigote de los Rojas. Todos corrían.
El arquero de Los Manzanares, el Bigote de Principalmente el Patán Leguizamón que, herido y
los Rojas, le protestó al árbitro que en el corner lo todo, como pudo se mandó por un pasillo de la villa
habían agarrado del buzo. Había sido el Patán para esconderse. Todos corrían. Menos yo.
Leguizamón, un vecino que vivía enfrente de mi
casa. Un atorrante de esos que se quieren sí o sí, sin Me atropelló sin piedad la familia de la Thelma. Se
importar la que se mandara. El referí dijo que no lo bailaron un malambo sobre mi cuerpo. Me di cuenta desde
había visto y cobró el gol. Después de que sacaron el piso cuando vi las espaldas de la mamá y el papá
del medio de la cancha no habrán pasado dos que reconocí porque la cargaba a ella en brazos. Creo
minutos hasta que el árbitro hizo sonar el silbato que la Thelma pronunció mi nombre. Mas bien mi
para indicar que el partido había terminado. apodo. Lloraba. Estaba asustada. Ella lloraba y yo
no reaccionaba. Me quedé acostado en el pasto. Y
Todos en Casanova sabíamos que Los eso que hubo más tiros. No sé si era solo el Bigote
Rojas eran unos ladrones de temer. Bravos. Eso sí: de los Rojas o si eran todos los Rojas armando alboroto.

37
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La


De repente empecé a volar. Parecía. Don Mi viejo tragó saliva, se tapó con las dos
Enrique, un colectivero del dos cuarenta y dos que manos sus partes y después me ladró:
también era vecino, me había visto y levantado a la
carrera. Casi a la media cuadra me revoleó al Jardín -¡Contestame lo que te pregunté, carajo!
de doña Pocha y como pudo él también saltó las
rejas y se escondió detrás de la tapia que compartían Suspiré hondo y le dije:
con don Ubence. La cara de doña Pocha apareció
por una ventana, semicubierta detrás de la cortina -En la cancha… le ganamos a los
preguntando que era lo que estaba pasando. Don Manzanares… el Bigote de los Rojas… el Patán
Enrique le dijo que uno de los Rojas había pelado L e g u i z a m ó n … hubo un tiroteo…
un chumbo y que andaba a los cuetazos limpios.
Doña Pocha se hizo la señal de la cruz y después Y así como lo terminé de decir di marcha
abrió la puerta para dejarnos entrar. atrás y me fui para la cocina. Salí al patio. Salté la
tapia. Volví a pasar por la parra de don Nuñez y el
Me preguntaron si estaba bien. Yo no decía patio de don Barla para llegar a lo de doña Pocha.
nada. Estaba más bobo de lo habitual. Cuando iba a Ella me preguntó porque había vuelto y yo le dije
poner agua para prepararme un té, le pedí permiso que ahora me habían dado ganas de tomar el té que
a doña Pocha para pasarme por la otra tapia para me había ofrecido.
poder irme. Tenía miedo de salir a la calle y ella dejó
que me trepara. Crucé por lo de don Barla, después Estaba a unas semanas de cumplir
por las parras de don Nuñez y así llegué al patio de nueve años cuando aprendí lo que de verdad era el
mi casa. Entré por la cocina. Por la puerta de atrás. miedo… y algunas cosas más de la vida. Cosas que,
En el tocadisco estaba sonando a un volumen alto como cantaba José Vélez, procuro olvidar siguiendo la ruta
una de esas canciones acarameladas de José Vélez. de un pájaro herido. Imágenes, como las de mi papá
desnudo, de las que procuré alejarme haciendo en el
Era un domingo a la siesta. Era invierno y día mil cosas distintas… Un domingo a la siesta y un
hacía mucho frío. Cuando llegué al comedor me frío invierno que procuro olvidarme pasando y contando
encontré con mi papá de espaldas y en pelotas mil hojas caídas.
mirando por las ranuras de la persiana. El culo de
mi viejo era muy peludo. La voz de mi mamá, que
venía desde la pieza de ellos, quería saber por qué
se sentían tantas persecuciones. Mi papá le dijo que
parecía que algo había pasado en la cancha.

Mi mamá, acongojada, pronunció el nombre de mi


papá, más bien el apodo; y después pronunció el

qUIÉN e
mío, más bien mi apodo. Mi viejo le dijo que ya se

S
vestía y que ya mismo se iba a ir a buscar al
changuito. Es decir a mí. Y cuando se dio vuelta
y me vio se quedó tan duro como yo cuando
LEONARDO oYOL A (B
escuché el disparo. De hecho, hasta hizo el mismo uenos Aires, 1973)
movimiento con las manos y los hombros. De En España tiene public
adas las novelas
hecho, yo también volví a repetir ese movimiento Gólgota y Chamamé (P
remio Dashiell Hamm
con las manos y los hombros. en la Semana Negra de ett
Gijón 2008).
Además participó de la
antología Un nudo en
-¡Pini! la garganta: quince cu
entos canallas.
-Papá… En la Argentina public
ó cuentos en diversas
-… -¿Qué pasó? ¿Por dónde antologías y medios gr
áficos y tiene editada
entraste?¿Por qué estás las novelas Siete & el Tigre Harapien s
Santería, Hacé que la no to ,
desnudo? che venga y Bolonqui.

38
SONAMORES
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


DISTINTOS
vIOLETA
de
cASTAÑO
A
yer volvió mi amiga a comer en casa. Un día A la vez dice que está enamorada de otro
voy a tener que confesarle que grabo en mi tipo, porque el guía espiritual mucho sexo tántrico
mente como si fuese un radiocassete cada historia pero que eso a la larga... pues nada, “te deja igual,
que me cuenta, mientras se toma su té pakistaní, con todo el picorcito”, dicho textualmente por ella.
humeante, en la taza que le sirvo, que es de algún Este otro chico se llama Estoy Mateo. La tía se
regalo de la Nocilla o el Mistol o algo. partía de risa explicándome el nombre. Dice que es
Aún retumba en mi cabeza la historia del un yanki que conoció en un viaje reciente a Almería,
argentino al que encandiló con un tomate. Para que el yanki vive ya allí, ha dejado su Yankilandia natal
luego se diga que el amor no es algo sencillo y natural. por la buena vida. Me cuenta mi amiga que cuando
Al final, al argentino se lo tragó la tierra; bueno, más el tipo se presentó en vez de decir “soy Mateo”, dijo
bien es que mi amiga le amenazó con denunciarle a “estoy Mateo” golpeándose enérgicamente el pecho
la policía si no dejaba de llamarla tres veces al día, con la mano derecha y con una enorme sonrisa de
con la misma frase repetitiva: “te necesito”, “linda, satisfacción por su amplio conocimiento del idioma
quiero verte”. Mi amiga me decía: “ a ver, si yo patrio. Esto que tienen de confundir el “ser” y el
entiendo mi sexappeal, pero hija, me escama un poco “estar”. Con lo distintos que son. Uf. Pero vamos,
tanta devoción, y sin conocerme apenas”. Bueno, que mi amiga decidió no explicarle la diferencia y
es que tú eres muy de quererte. Le decía yo. seguir tronchada de risa cada vez que el tipo decía
Total, que el argentino ha pasado a mejor “estar en Mateo”. Y a partir de entonces es Estoy de
vida. Metafóricamente, espero. Ahora está medio nombre y Mateo de apellido, o de segundo nombre.
enamorada de un guía espiritual que conoció en una Me extraña esta elección de mi amiga, ella que es
tienda esotérica del centro de Madrid a la que fue a un poco hippie y tal, no sé... le pregunto si el Estoy
comprar almizcle, y salió con el almizcle (15 euros), es “yanki de los de libro”, y me dice que sí, de los
un collar de cuentas que podía habérselo hecho yo de MacDonalds y estas cosas. Yo sigo viéndola más
pero que a ella le costó 22 pempins porque “iba a con el esotérico y con el almizcle, pero entiendo que
protegerle de los malos augurios” (...) y bueno, con el sexo tántrico da para lo que da. Aunque no quiero
una invitación al Tíbet para practicar meditación y pensar en cómo puede ser con el yanki, con el
no se qué. Yo le pregunté que cómo iba a financiar Roland Macdonald incluido en el trío...
el viaje al Tíbet y dónde iba a vivir allí. Ella dio por Al final conocí a los dos personajes, porque
supuesto que era con “todos los gastos pagados”, mi amiga quería decidirse por uno y quería saber mi
tipo viaje con pulserita al Caribe. Yo la dejé flotar opinión. Chica… yo es que ya sabes que soy poco
en su inconsciencia, incapaz de buscar una pizca drástica en decisiones. Intenté escabullirme. Pero
de cordura que la hiciera entrar en razón en ese nada, al día siguiente estábamos en la tienda
proceloso mar de tantras y amor cuasi religioso. esotérica para conocer al primer personaje en

39
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La


discordia. Me tendió la mano ceremoniosamente y el padre de mis hijos. Tragué saliva, que cayó
yo sólo pude fijarme en su pelo largo, oxigenado y esófago abajo como un trozo de cemento armado.
zarrapastroso, como de quitar el requemao de las Sólo te puedo decir que son amores distintos,
cacerolas. En aquel lugar olía a todo tipo de inciensos, amiga. Voy al baño... Y me levanté de la mesa del
sonaba de fondo una música creo que con intenciones local donde estábamos sentadas. Tras ir al baño,
relajantes, pero que me provocó un escalofrío de que no fue más que una estrategia para poder seguir
terror por todo el cuerpo. Al margen del pelo respirando, conseguí despistarla y salí del bar sin que
rubio... yo creo que el tipo era gay, pero bueno, no ella se diera cuenta. No sé por qué lo hice, pero
quise precipitarme y además pues... como para me sentí terriblemente agobiada y no sabía cómo
comentárselo a mi amiga, que miraba embobada salir de aquella encerrona.
a su amante-guía espiritual, mientras éste movía Han pasado dos días, y unos 25 mensajes,
sus manos huesudas llenas de anillos con piedrolos, y unas 10 llamadas de mi amiga. Ahora mismo
cada uno con un significado distinto. Qué te estoy escribiéndole el mensaje al móvil con la excusa
ha parecido. Me preguntó ilusionadísima al salir. más rocambolesca y absurda que se me ha ocurrido,
Bien... este... se os ve muy compenetrados. pero he pensado que, ya total, esto no puede acabar
Absolutamente. Sonrió. de una manera estándar. “Amiga del alma, siento mi
Al cabo de dos fines de semana conocí al huida de hace dos días. Llevo una temporada fatal,
yanki, al Estoy, que vino a ver a mi amiga a Madrid. desde que conocí a tus dos amores. No me extraña
Quedé con ellos en una plaza del Centro y los vi que dudes. Estoy profundamente enamorada de los
acercarse haciéndose arrumacos. La verdad es que dos, no puedo ayudarte en tu decisión, seguro que
la imagen me impactó. Ella tan menuda, con un lo entiendes. Tú sigue tu vida, yo voy a necesitar un
pantalón vaporoso, y él enorme, vestido como de tiempo para recuperarme. Sé que lo vas a entender,
rapero con una camiseta de baloncesto siete tallas porque eres una tía increíble, una persona íntegra
más grande que la suya (o sea, imaginaros) el pelo con un karma (pensé que era fundamental incluir
a lo afro y una gorra como “dejada caer” sobre la este término en esta circunstancia) acojonante, yeah
masa impenetrable de su cabellera. Nada más (va por ti, Estoy!). Siento mucho todo. Y no te
verme me chocó la mano rollo “Hey, man!!” y yo preocupes, que estoy bien. Eres una afortunada con
es que en ese dialecto no estoy muy puesta, y dos hombres así a tu lado.
acabé por darle una palmadita en su hombro Sé que cuando la vuelva a ver voy a tener
d es nu d o, bastante peludo, por cierto. Ella que seguir un poco con el numerito este, pero creo
le miraba también atontolinada, cogiéndole con que con el tiempo se acabará olvidando.
cariño su michelín de la tripa. “Hola... Estoy, digo...” Acaba de sonar la alarma de mensaje de mi
No sé, a mí me superaba esa situación. móvil. Voy a leerlo: “Querida amiga. No te preocupes
De verdad que me dan un juego tremendo en absoluto. Decirte que yo ya había notado todo lo
estas amistades, pero... ¿compensa tanto estrés que me cuentas, y que te entiendo a la perfección.
emocional...? Ahora sabes la dificultad de mi decisión, pero debo
Una semana más tarde mi amiga me citó entregarme sólo a uno de ellos. Tú tranquila, sé que
para que le diera mi opinión. Me dejó una semana estas cosas necesitan su tiempo. Podemos hacer una
para pensar mi veredicto porque, según ella, entendía cosa, si quieres, puedes quedarte con el que yo
que era una decisión muy difícil y que me iba a finalmente... digamos, “””rechace”””. Espero saber
costar dada “la calidad humana“ de los dos. Yo me pronto de ti”.
sentí como un médico que tiene que explicar un Pues mira, ya puestos... prefiero el Estoy,
diagnóstico a un paciente (salvando las distancias que para conocer a su familia habrá que marcarse un
of course). No dormí en esa semana. El esotérico viaje a las tierras yankis. Y casa gratis, por lo menos,
y Estoy se me aparecían en sueños cambiados sus tendría. Con las ganas que tengo.

IÉN eS
roles, Estoy de esotérico rapero y el esotérico con No hay mal que por bien no venga.
la gorra sobre su pelo ese amarillento... Pues mira,
mujer, no vas a decidir basándote en mis opiniones,
Hey, man.
q U
vIOLETA cASTAÑO rUIZ Nací en Madrid en el año 80. Llevo años
no? con el mal gusto que tengo yo... Sabes lo que me escribiendo, sobre todo poesía; he recibido algún premio y
importas y quiero que participes en la decisión más he publicado alguna cosa, pero a veces también escribo cuentos
importante de mi vida. Algún día uno de ellos será o relatos cortos. Quedé finalista de algún premio de narrativa.

40
Al igual que la poesía, la narrativa me sirve para ordenar
sentimientos y sobre todo experiencias. Ahora que lo pienso, no
t.com/
lorsonlasvioletas.blogspo sé por qué, pero en la prosa suelo usar un tono más humorístico,
h ttp://dequeco y en la poesía más serio. En fin, lo bueno es que estén ahí para
complementarse. Al fin y al cabo, todo se trata de palabras.
ELVIS
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


de
iÑAKI
eCHARTE
vIDARTE
P
or aquel entonces los dos éramos los raros Todo salió como esperaba. El chico Elvis
del colegio. A él le gustaba Elvis y a mi no me invitó a su cumpleaños y mi mejor amigo dejó
me gustaba hablar con nadie en particular. En de serlo; los efectos negativos de los cambios.
los recreos sólo hablaba con mi mejor amigo, que Su cumpleaños fue totalmente diferente
pronto dejó de serlo. al mío. Allí estaban los chicos malos del colegio y
La madre del chico al que le gustaba Elvis lo peor del barrio. Después de comer gusanitos
era amiga de mi madre; iban juntas al costurero. y sándwiches con Nocilla, pasamos un buen rato
Como vivíamos cerca el uno del otro, a veces su diciendo obscenidades y riéndonos debajo de unas
madre me llevaba en coche. Con el chico Elvis, mi escaleras, en el parque que estaba al lado de su casa.
mejor amigo y un par de niños más. Todos en Después nos colamos en el patio del instituto y
Citröen CX. salimos corriendo delante del conserje como si
Cuando cumplí catorce años me empeñé fuera el encierro de sanfermin. Encajé bien en
en celebrar mi cumpleaños. Si no lo celebrabas, no ese grupo. Algunos de sus amigos me invitaron a
te invitaban a los del resto. Eras un aislado social. sus cumpleaños. Y básicamente en todos se hacía lo
Y yo quería dejar de serlo. Convencí a mi madre. mismo.
Invité a mi mejor amigo, al chico Elvis y a seis o siete Además entre semana comencé a ir con el
chicos más, muchos de cuyos rostros se han borrado chico Elvis y sus amigos. Nos sentábamos en un
en mi memoria. Si recuerdo los criterios que utilicé banco y pasábamos el rato viendo su actuación. Mi
para invitarlos. A mi mejor amigo porque no amigo imitaba a Elvis muy bien. Colocaba la pierna
había más remedio, al chico Elvis por que quería ser en un ángulo extraño, con la puntera apoyada en
su amigo y que me invitará a su cumpleaños, a los el suelo y giraba la pierna, al tiempo que movía las
chicos más altos por que no quería sentirme fuera caderas. Además tenía la misma sonrisa torcida, los
de lugar y a un par de chicos que eran alegres y no mismos dientes, los mismos ojos verdes. A pesar de
paraban de reír. Viéndolo desde la distancia me da la su aspecto afeminado, mis nuevos amigos atendían
impresión de que estaba intentando construir un a su actuación con autentica devoción. E incluso
hombre perfecto: alguien que me hiciera caso, que aplaudían cuando terminaba de cantar la única canción
me produjera risas, sonrisas y carcajadas, que pudiera que tenía en el repertorio: That’s all right, mama.
mirarme a los ojos sin inclinaciones imposibles de Recuerdo que le acompañaba a las pocas
cabeza y que fuera bello. tiendas de discos de segunda mano que había en la
Lo que más recuerdo de ese cumpleaños ciudad en busca de los vinilos que le faltaban para tener
fue que mi hermano me regaló una cinta del la colección completa de Elvis. Él se sentía muy
humorista Eugenio y que el fin de fiesta consistió en orgullos de esos discos, y me los enseñaba como
la destrucción de los barcos que habíamos construido si fueran un tesoro. Mientras otros coleccionábamos
con el Tente. Para mi fue lo más. Mi primer y hasta cromos, él se gastaba la paga semanal en discos de Elvis.
el momento único cumpleaños celebrado. Creo que me gustaba por eso, por su diferencia.

41
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La


El parecido con Elvis era creciente conforme Volví a sentirme solo, a tumbarme sobre la
cumplíamos años. En un momento dado mi amigo hierba para escuchar los sonidos a ras de suelo, a
empezó a decir que era Elvis. Y sus tesis eran evitar a la gente, escondiéndome en habitaciones
bastante fuertes. Contaba que había nacido el vacías durante las celebraciones familiares. Volví a
mismo día, y el mismo año, que aquel murió, y que estar solo.
por lo tanto no podía más que ser su reencarnación. Después de todo aquello sólo lo vi tres
Su nombre era Aaron, igual que el segundo veces. La primera fue en la televisión. Era un
nombre de Elvis. Su parecido físico era, ciertamente, domingo. En un programa de estrellas infantiles.
asombroso; sus ojos, sus labios redondos, su sonrisa Le habían puesto un traje que no encajaba
torcida, su piel morena, su cara redonda. Además, al demasiado con él. Con bordados brillantes, pantalones
igual que Elvis, cantaba como un negro. de campana y una capa espantosa. El tupé había
Con diecisiete años, empezó a vestirse como desaparecido, pero sus patillas eran tan grandes que
su ídolo. Le gustaba poner un video con una ocultaban sus mejillas. No movía las caderas. Estaba
actuación de Elvis e imitarlo. Era asombroso. Si no un poco más gordo. Cantaba Always in my mind. Su
fuera porque él estaba en el salón y Elvis en la voz seguía siendo igual de potente. Cerré los ojos e
televisión, a p e n a s p o d r í a s e n c o n t r a r l a s imaginé que me la cantaba a mí. Sólo para mí. Pero
diferencias. Todos los gestos, desde las sonrisas tenía los ojos vacíos. A la gente continuaba
tímidas hasta los movimientos de caderas, gustándole igual. Le gritaban como si fuera el
pasando por la mano derecha colgando en el verdadero Elvis. A mí me dio una tristeza que
aire o las arrugas que se formaban al entrecerrar nunca antes había sentido. Como si me arrancaran
los ojos, eran iguales. las tripas y me las sacaran por la boca. Tuve que
A mi lo que más me gustaba, de ambos, era irme a llorar a mi habitación.
el pelo. Primero se hacia tupes. Como los que La segunda vez me lo encontré en la puerta
llevaba Elvis en su primera época. De esos que se de su casa. Con unas ojeras profundas y sin ningún
mantenían aunque hubiera un huracán. signo de belleza. Con los ojos vacíos. No me
El momento más glorioso fue su época del recordaba. Tuve que explicarle quién era. Y, a pesar
‘68. Aaron ya tenía 18 años. Su cuerpo era como de todo, no parecía estar seguro. Apenas habían
una vela inflada por el viento. No sé como consiguió pasado seis meses y su mundo había cambiado tanto
un traje de cuero exactamente igual al que llevaba que yo me había convertido en un recuerdo olvidado.
Elvis en los conciertos de aquel año. Él siempre me A regañadientes, aceptó dar una vuelta
dijo que se lo había regalado un amigo de su padre, conmigo. Debajo de las mismas escaleras en las que
un millonario que había comprado el traje en una se forjó nuestra amistad, me contó como era su
subasta en Estados Unidos. Y que antes de la suya nueva vida. Me dijo que se había escapado, pero que
había cubierto la piel de Elvis. Lo único cierto es no se atrevía a volver a su casa. Que no le gustaba
que el traje le encajaba a la perfección. Siempre lo la vida que le hacían llevar. Que quería dejar de ser
dudé. Elvis. Lo entendí. Ambos sabíamos que, dijera lo
Cuando actuaba para nosotros podía ver en que dijera, sus padres le obligarían a actuar.
los ojos de los demás, reflejo a su vez de los míos, Anocheció y todavía estábamos allí. Aaron
el mismo brillo que tenían las chicas sentadas en su se había abrazado a mi cintura y dor mía
concierto Comeback special del ’68. profundamente. Se me había dormido la pierna
Pero a mí me gustaba espiarle por el derecha, pero apenas me moví. No quería molestar-
rabillo del ojo, rozarme con él, como si fuera lo. Respiraba con tranquilidad, y esa sonrisa juvenil
accidentalmente, en acciones cotidianas, caminar a que parecía haber perdido comenzó a asomarse por
su lado oliendo su perfume apoyar mi cabeza en su las comisuras de sus labios. Aún era una sombra,
pecho para escuchar su respiración. Me gustaba el pero estaba allí.
quiebro de su cintura. Sobre todo me gustaba eso. De madrugada le obligué a venir a mi
No sé que pasó después. Cada vez nos habitación. Había planeado sacarlo antes de que mis
veíamos menos. Abandonó su traje de cuero. Se padres se despertaran. Le desnudé y lo acosté en mi
separó de mí y de sus amigos. Estos, sin Aaron, no cama. Quise darle un beso de buenas noches. Pero
me interesaban. Empecé a deambular por las calles no lo hice. Me acurruqué sobre la alfombra. Soñé
de mi ciudad. que mis padres entraban a la habitación, veían a

42
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


Aaron, avisaban a sus padres y estos venían a
qUIÉ
buscarlo.
Cuando me desperté los padres de iÑAKI eCHARTE vIDART
E
N eS
Aaron entraban en mi habitación, pasaban sobre Nace en 1977 en Pampl
ona-Iruña.
mí y arrastraban a Aaron por el pasillo, mientras Diplomado en Literatur
a Creativa,
mis padres me sujetaban y yo me rompía las uñas especialidad Guión de
Cine y TV en la
al agarrarme al marco de la puerta. Escuela Superior de Ar
te y Espectáculos
Aaron no opuso resistencia. Los ojos se le TAI (Madrid).
volvieron a quedar vacíos. La tristeza volvió a su Ha publicado Blues y ot
ros cuentos
boca. Y dos palabras seguidas de mi nombre se me (Ediciones de Baile de
l sol, 2009) y
quedaron clavadas en las puntas de mis dedos. “Estoy Huérfanos de cernuda.
desestructuración
bien, David”. cuer(po)ética, un libro
a cuatro manos
Pero no estaba bien. editado por O grelo (2
009) junto con
La tercera vez que le vi no pude evitarlo. Francisco Brives.
Escapé de los brazos de mi padre, fuertes como Aparece en libros cole
ctivos: 2000 mgs,
unas tenazas, lo abracé con todas mis fuerzas y le di Editorial delsatelite, Ma
drid, 2010; Elefante
un beso de esos, el beso que nunca antes me había Rosa, Alea Blanca, Gran
ada, 2009; Versus.
atrevido a darle. Todos se quedaron mirándonos. 12 rounds, Editorial de
lsatelite, Madrid,
Nadie se movió, nadie me lo impidió. Por primera 2008; Más allá del BOOM
(nueva narrativa
vez me dejaron hacer lo que quería, lo que sentía. hispanoamericana), Lo
rd Byron Editorial,
Desde entonces, aún hoy, la gente me mira Madrid, 2007 y El jueg
o de hacer versos,
por la calle, desde lejos, y murmura. “Ese es el chico el juego de hacer cuen
tos (Antología
que besó a Elvis”. A mí me da igual. Mis padres me conmemorativa del 10
º aniversario del
enseñaron que no dudara en hacer lo que sentía. Aula de Literatura), Pam
plona, 2002; en
Sabía que nunca más iba a ver a Aaron, que era mi prestigiosas publicac
iones: “Cuadernos
última oportunidad, y que, de alguna forma, con del matemático”, “Arq
uitrave”, “Rio Arga”,
ese beso, no correspondido, en sus labios helados, “Cuarto Creciente”, “L
a hamaca de lona”; en
una parte de mí viajaría con él para siempre. diferentes revistas: “E
l planeta de nuestra
generación”, “Una vez
en Pamplona /
Iruñean behin”, “El de
sembarco”;
en publicaciones digi
tales: “DosDoce”,
“alex_lootz”, “Afinidad
es electivas”.
Entre 2005 y 2010 coor
dina la revista
literaria “alex_lootz”,
y una página web de
reseñas de novedade
s editoriales. En 2009
organiza el ciclo de po
esía Doña Antonia
escucha a....
Ha colaborado en las
páginas de cultura
de la revista de tenden
cias “Moxow” y
escribió la columna qu
incenal “Mi vida en
Heterolandia” en dosm
anzanas.com desde
diciembre de 2007 ha
sta agosto de 2008.
Se puede encontrar un
a recopilación de sus
textos en echartevidar
te.blogspot.com.
Maneja el blog Un extra
ño en md desde
agosto del 2006.
Continúa mirando a su
alrededor,
espantándose con lo
que ve y escribiendo.

43
EL NORTE
(relatos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

AMERICANO
de
dAVID
mARDARAS (ilustración de j. LLORENTE)

U
na multitud de cerdos con fracs y sombreros Pero entre los individuos que explotan
de copa transita la Gran Vía de la ciudad. estos pequeños negocios ambulantes, entre los
Cerdos y cerdas que pasean solos o emparejados y músicos callejeros o entre la policía, no sólo hay
llevan de la mano a sus pequeños cerditos y cerditas cerdos. Aunque estos son mayoría, también
con lazos, coletitas, pantalones cortos y pequeñas destaca un segundo tipo de ciudadanos. Este
gorras de béisbol. segundo grupo -menos numeroso en la ciudad, pero
tan notorio como el de los cerdos- es el de los
Escucho chundaratas, musiquillas callejeras, caseros campestres.
flautas que chirrían, dulzainas y sirenas de tiovivo:
más que a una gran vía europea, este ambiente sonoro Muchos de estos ciudadanos llevan calzas y
me recuerda a una especie de campamento de boina, barba de tres días, patillas largas, gruesas y
titiriteros. descuidadas y tienen la llamativa peculiaridad de que
parecen poseer una extraña conjunción de potencia
Los cerdos entran en los comercios dando física y temperamento bilioso. Se diría que, a falta de
resoplidos y poniendo los ojos como platos; sacan hachas, se miran las uñas constantemente.
entonces sus pañuelos blancos y secan las gotas de
su frente. Las cerdas se lanzan con embeleso hacia En fin, creo que cualquiera que contemplase
los abalorios y prendas de moda, mientras ellos este cuadro detenidamente, pensaría que esta ciudad
miran el reloj, se palpan la cartera y resoplan. ni siquiera tendrá ocasión de celebrar el próximo
San Martín.
En la calle, los vendedores de palomitas
echan más maíz al fuego y hacen girar las manivelas Haciéndome el distraído mientras compro
de sus carritos. Abunda la venta de madejas de un pirulí de caramelo en un puesto ambulante, dejo
algodón de azúcar, manzanas cubiertas de caramelo, caer estas apreciaciones, como meras palabras de
almendras garrapiñadas y sugus. ocasión, junto a un cerdo de aspecto maduro y serio.

44
(relatos)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


Tras resoplar y secarse la
frente con un pañuelo, el cerdo
me mira a los ojos y me dice que
los norteamericanos no tenemos ni
idea de cómo funcionan las cosas
aquí, que no entendemos nada,
que tenemos una visión distorsionada de las
sociedades de cada lugar; incluso insinúa que
qUIÉN
tomamos demasiado ácido en los sesenta.
eS
dAVID mARDARAS, il,
Yo estoy convencido de que esos caseros e Representatives of Ev
aka David Murders & th
campestres acabarán celebrando una matanza del (Eclipsados, 2009).
ha publicado Terrorizer
demonio en la ciudad. Pero no hay nada que hacer. ás en las antologías de
Se le puede leer adem
Antes de reanudar mi viaje, sacaré unas cuantas as aventuras de Vinalia
prosa Tripulantes, nuev
fotos. 06) y Resaca / Hank
Trippers (Eclipsados, 20
arles Bukowski (Caballo
Over, un homenaje a Ch os
Después, volveré a Norteamérica y las de poesía Heterogéne
de Troya, 2008), y en la en sa),
revelaré al mundo entero. Será en National Geographic. Escalera, 2010, en pr
(1970-1987) (Ediciones
entre otras.
ro de poesía dedo d
Es también autor del lib
(autoedición, 1998). m
murders.wordpress.co
Su blog es http://david

45
LA ARENGA
(lengua2)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

DE ARAGORN
(y la de jORDAN)
j. jORGE
S sÁNCHEZ
entado en el sofá mi hijo se emociona. En la pantalla,
Aragorn, hijo de Arathorn, arenga a los Hombres
ante la Puerta Negra:
“Hijos de Gondor y de Rohan, mis hermanos, veo
en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio -Bueno, en realidad el más grande de la historia ha
corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres sido Michael Jordan. Ni Magic, ni Jabbar. Jordan.
decayera, en el que olvidáramos a nuestros compañeros y Y entonces recordé una famosa arenga de Jordan
se rompieran los lazos de nuestra comunidad. Pero hoy que me relató hace años el mismo Robert cuando los
no es ese día. En que una horda de lobos y escudos rotos Bulls se estaban enfrentando a los Jazz en las finales de
rubricaran la consumación de la edad de los hombres. la NBA. Le llamé para pedírsela y me la hizo llegar.
Pero hoy no es ese día. En este día lucharemos. Por todo Traduzco al castellano:
aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra, “Es un hecho conocido que Michael Jordan,
os llamo a luchar, hombres del Oeste”. uno de los mejores -sino el mejor- jugador de
Las palabras parecen plenas de significado, baloncesto de la historia, tenía pocos problemas para
capaces por sí solas de sustentar el mundo y el crío decir a sus compañeros lo que pensaba exactamente de
parece intuirlo. lo que hacían durante un partido. No dudaba en calificar de
No es el momento de romper el hechizo y inútiles, cobardes -y cosas peores- a los otros miembros
explicarle que la arenga no aparece en ningún lugar de del equipo. Y eso después de que los Bulls de Chicago
The Lord of the Rings, ni que es una burda imitación hubieran construido finalmente un equipo que les per-
de la del Henry V de Shakespeare, ni que el efecto mitió ganar seis veces el anillo de campeón de la NBA.
cinematográfico buscado ha sido minuciosamente Una de sus frases más “celebradas” es la que,
construido y se ampara en trucos fraudulentos. según se cuenta, lanzó a todo el equipo durante un
Mas, sobre todo, no es el tiempo, todavía, de tiempo muerto al final de un partido con el marcador
contarle que el día en que los lazos de nuestra comuni- muy igualado en los play-off finales de Conferencia de
dad se rompieron y olvidamos a nuestros hermanos ya 1993. La versión más aceptada y más suave de la frase es:
llegó y que la edad del Hombre tal vez esté presta para su ‘If you pass the ball [to Bill Cartwright], you’ll never get the ball
consumación aunque no aúllen los lobos y los escudos no from me.’ Es decir, ‘si le pasáis la pelota [a Bill Cartwright]
hayan sido todavía quebrados. nunca más os la pasaré’. Hay quien dice que la amenaza
Pronto lo será pero, mientras, descansaremos en fue bastante más explícita, algo parecido a ‘si le pasáis os
compañía de Aragorn y los Hombres del Oeste. mato’ o ‘os despido’”.). 964) licat
arcelona
,1 ub
ats. Ha p
ÁNCHEZ (B en Huma
nit ratura i
(...y la de jORDAN j. jORGE sen Filosofia i Doctor ofia, Teoria de la Litegs a obres
nciat Filos pròle
Post Scriptum: Mi amigo Robert Veciana -que se prestó a Llice sos articles sobre litzades, així com
b r o e c ia
traducir La arenga de Aragorn al catalán- me envió unas nom ca en revistes esp upassant. r (Ed. La
o al pode rcer
P olíti u y d e M a s e n to r n e
horas después un contrapunto en el que pensé tras la ondon i G eflexione ha publicat Del T 8)
de Jack L nas en la playa: r p o e s ia e b y, 2 00
última reescritura del texto anterior. Atravesaba en
Editor de
Du te r r e n y de la in u c ia (Bartl
ne l M tras
bicicleta la Diagonal con mi hijo cuando, hablando de , 1996), e sofía de la az y la palabra. Le
Catarata ania, 2002) i Filo La p ido
Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson y los Lakers de Reich (Germ m s c o l•lectius a s c o n tra el olv
ls vo lu : Poe m
los ochenta, hube de responder a la pregunta de siempre. i participat en e disea, 2003), 11-M XII: poesía y magia cció
guer r a (O o I-
X col•le
Parados ante un semáforo, le dije:
I é S
contra la ), Voces d
el Extrem 9) així com en la at poemes

qU (Fundación Jua ntes (Eclipsados, 2 a”, “Es hora de emb ndia”).


, 2004 z, 20 0 ubli c
46 (Bartleby n R a m ó n Jiméne 006). També ha p riagarse

Tripula de arañ enla


de relats revistes (“Hilos p o e s ías”, “Gro ot.com/
d if e r e n ts p o e s ía ” , “Mar d e
e s a n c h ez.blogsp
en con jjorg
A: http://
A LA XARX
L’ARENGA
(llenguados)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


D’ARAGORN
(i la de jORDAN)
j. jORGE
A sÁNCHEZ
ssegut al sofà el meu fill s’emociona. A la pantalla,
Aragorn, fill d’Arathorn, arenga els Homes davant
de la Porta Negra:
“Fills de Gondor i de Rohan, germans meus,
veig en els vostres ulls la mateixa por que encongiria el Michael Jordan. Ni Magic, ni Jabbar. Jordan.
meu propi cor. Podria arribar el dia que el valor dels homes I aleshores vaig recordar una famosa arenga
decaigués, en el que oblidéssim els nostres companys i es de Jordan que el mateix Robert em va explicar fa uns
trenquessin els lligams de la nostra comunitat. Però avui anys quan els Bulls s’enfrontaven als Jazz en las finals de
no és aquell dia. En el qual que una horda de llops i l’NBA. El vaig trucar per demanar-li i me la va fer arri-
escuts trencats rubriquessin la consumació de l’edat dels bar. Tradueixo al castellà:
homes. Però avui no és aquell dia. En aquest dia lluita- “És un fet conegut que Michael Jordan, un dels
rem. Per tot allò que el vostre cor estima d’aquesta bona millors –sinó el millor- jugador de bàsquet de la història,
terra, us crido a lluitar, homes de l’Oest.” tenia pocs problemes en dir al seus companys exacta-
Les paraules semblen plenes de significat, capaces ment el que pensava d’allò que estaven fent durant un
elles soles de sostenir el món i el nen sembla intuir-ho. partit. No dubtava en qualificar d’inútils, covards i coses
No és el moment de trencar l’encís i explicar-li pitjors els altres membres de l’equip. I això després de
que l’arenga no apareix enlloc de The Lord of the Rings, que els Bulls de Chicago haguessin finalment construït
ni que és una barroera imitació de la de Henry V de un equip que els va permetre guanyar sis cops l’anell de
Shakespeare, ni que l’efecte cinematogràfic buscat ha campió de l’NBA.
estat minuciosament construït i s’empara en trucs frau- Una de les seves frases més ‘celebrades’ és la
dulents. que, segons es diu, va etzibar a tot l’equip en un temps
Tanmateix, no és el temps, encara, d’explicar-li mort al final d’un partit amb el marcador molt ajustat en
que aquell dia en el qual els lligams de la nostra comu- els play-off finals de conferència del 1993. La versió més
nitat es trencaren i vam oblidar els nostres germans ja acceptada i més suau de la frase és: ‘If you pass the ball [to
arribà i que l’edat de l’Home estigui tal vegada a punt per Bill Cartwright], you’ll never get the ball from me’. És a dir ‘si li
a la seva consumació, tot i que els llops no udolin i els passeu la pilota [a Bill Cartwright], mai més us la passaré’.
escuts no hagin estat encara trencats. Hi ha qui diu que l’amenaça va ser força més explícita,
Ho serà aviat però, mentrestant, descansarem quelcom semblant a ‘si li passeu us mato’ o ‘’’us despa-
na,1964) licado
s. Ha pub
en companyia d’Aragorn i els Homes de l’Oest. txo’”.).
rcelo ade lític a
R G E sÁ NCHEZ (Ba y Doctor en Humanidde la Literatura y Poondon
(...i la de jORDAN j. jO ilosofía a, Teoría e Jack L
do en F ilosofí obras d
Licencia
a r tí c u lo s sobre F omo prólogos a
Post Scriptum: El meu amic Robert Veciana -que es va os c
numeros adas, así r (Ed. La
prestar a traduir La arenga de Aragorn al catalá- em va v is ta s e specializ n o al pode Tercer Reich
en re a n t. s e n to r l
enviar unes hores després un contrapunt al qual hi vaig Maupass playa: reflexione ha publicado De
y Guy de a s e n la p o e s ía 0 0 8 )
Dun mpo de la artleby, 2 labra.
pensar després de la darrera reescriptura del text anterior. Editor de 6 ), en el ca a de la Minucia (B os La paz y la pa
ta , 1 9 9 v
Creuava en bicicleta la Diagonal amb el meu fill quan, Catara y Filosofí lúmenes colecti s contra el olvido
ia, 2002) n los vo Poema
tot parlant de Kareem Abdul-Jabbar, Magic Johnson i els (German ti cipado e isea, 2003), 11-M: ía y magia (Funda
ción
m o p a r
Lakers dels vuitant, vaig haver de respondre a la pregunta a s í c o rr a (O d II: p o e s ula s
n te
tr a s c o n tra la gue del Extremo XI-X n de relatos Trip evistas
de sempre. Aturats davant d’un semàfor, li vaig dir: Le oce s cc ió sas r
a r tl e b y, 2004), V 2009) y en la cole poemas en diver
-Bé, de fet, el més gran de la història ha estat (B ez, do
ón Jimén a publica esía”,
Juan Ram 2006). También h riagarse con po

qUIÉN eS
o s ,
(Eclipsad aña”, “Es hora de
(“Hilos d
e ar
e m b
“Mar de p
o e s ía s ” , “Groenla
ot.com/
47
ndia”).

e s a n c h ez.blogsp
org
: http://jj
EN LA RED

(imagocuento)

OJEPSE LED ODAL ORTO La CLIC


CERDAKA
EN LAS PEQUEÑAS
PERCEPCIONES.
CERDAKA UNA HISTORIA DET
EN LO S G ES TOS.
RÁS DE LO QUE FA
LTA.
SÓLO UNA COSA Y
TODOCAMBIA.
YA:
LUZ , MÁS LUZ, MÁS
INSTANTE ,
+ LAPSO TEMPOR
AL + INCORPÓREO
CLIC, UN PARPADEO
cERDAKA
Y

HA PREPARADO EL
DE PRECISIÓN AN OJO Y SU MECANISM
TE EL RETO PROPU
ESTO POR O
“AL OTRO LADO D
TAMBIÉN NOS CU
ENTA UN CUENTO
EL ESPEJO” :
7 CAMINOS SIETE, EN IMÁGENES.
SEVEN SHOOTS PA
RA

www.flickr.com/madameseverine
www.flickr.com/cerdaka UN RELATO

SIN TÍTULO.
GRÁFICO
cERDAKA ÍA EN EL AÑO 2005 EN

TOGRAF
EMPECÉ A ESTUDIAR FO
ELA. MI PRIMERA
SANTIAGO DE CAMPOST ZADA
EX ANALÓGICA DE AVAN
CÁMARA ERA UNA REFL
eS
Y.
CONSERVO A DÍA DE HO
qUIÉN
EDAD, LA CUAL AMO Y TE A LA
I PR IM ER AÑ O M E DE DIQUÉ EXCLUSIVAMEN
M
A Y TODO EL TRABAJO
FOTOGRAFÍA ANALÓGIC ENTE
UE LL A ÉP OC A DE SA PA RECIÓ SOSPECHOSAM
DE AQ MATEO,
S Y OFICIOS MAESTRO
EN LA ESCUELA DE ARTE IENTE
POSTELA. AL AÑO SIGU
EN SANTIAGO DE COM EGÓ A
CI DE NT AL M EN TE (T UVE UN ACCIDENTE) LL
AC LA CUAL
SUMA DE DINERO CON
MIS MANOS UNA GRAN GUE
CO M PR AR UN A RE FL EX DIGITAL, LA CUAL SI
PUDE
DE FIESTAS.
SIENDO MI COMPAÑERA RO
TI DO A TA LL ER ES FO TOGRÁFICOS DEL CENT
HE ASIS MO ILAN
DA LU Z DE LA FO TO GR AFÍA CON AUTORES CO
AN
S.
WOLF O RAMON MASAT
ROS DE POESÍA COMO
HE COLABORADO EN LIB
NIO SORIA ESTEVAN O
MIRADAS DE JOSÉ ANTO A.
O RUIZ LÓPEZ DE LERM
21 DE MAYO DE ANTONI
COLABORANDO COMO
AHORA MISMO ESTOY
PRODUCTORA DE CINE
FOTÓGRAFA CON UNA NES
RN OG RÁ FI CO , CO N LA CUAL VIAJO A SALO
PO EB.
PORTAJES PARA SU W
ERÓTICOS HACIENDO RE
BUSCO TRABAJO.

48
MISSISSIPPI
(micros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


deeLIA
mAQUEDA
L
a casa está en el centro del páramo. Es el único el trueno. Era un ruido asolador, tremendo. Depen-
punto definido que alcanza a distinguir la vista. diendo de lo lejos que estuviese la tormenta, sonaba
Una construcción de aspecto frágil, sola en antes o después. Los niños de entonces jugaban a
mitad de la explanada gigante. El cielo gris denso contar los segundos que tardaba en sonar el trueno
se pega al suelo de tierra negruzca. No es posible después del relámpago, y esos segundos equivalían
definir la hora. Hay luz pero no es de día, y la a los kilómetros de distancia a los que estaba la
noche nunca parece caer sobre la casa de madera. tormenta. Mississippi uno, Mississippi dos, Mississippi
Los cristales de la cabaña reflejan la gama de co- tres. Al final, descargaba y se ponía a llover a mares.
lores oscuros en derredor. Se vislumbra un fuego Todo eso se lo ha contado una veintena de veces,
a punto de extinguirse y dos sombras inmóviles. pero le encanta escucharlo. Se pregunta cómo será
En el interior no se mueve nada a excepción de una el agua cayendo del cielo, golpeando en los cristales.
desvencijada mecedora, que cruje como un llanto al Al igual que le encantaría meter las manos en la
compás de su balanceo. nieve y sentir el frío congelándole los dedos.

Abuela, cuéntame otra vez la historia de las El fuego está a punto de apagarse por
tormentas. completo. La abuela se levanta con esfuerzo de la
mecedora y se acerca a la chimenea. En realidad, no
El olor a lana quemada que se desprende encienden el fuego por el frío. Ya nunca hace frío.
de los calcetines del niño se desplaza desde la Lo encienden para que les haga compañía. La anciana
chimenea hasta los pies de la mecedora, donde una arroja un poco de leña y aviva las llamas con un
mano surcada de arrugas le acaricia la cabeza. El atizador. La habitación se ilumina momentáneamente
niño levanta la mirada hacia su abuela, que le sonríe. con el resplandor. Al niño se le iluminan los ojos.
Le ha contado la misma historia tantas veces que la Mississippi uno, Mississippi dos…
conoce de memoria.
Un silencio atronador inunda el páramo.
qU

Sabe que cuando ella era pequeña había días s.


eLIA mAQUEDA es zurda. Y tiene los ojos marrone
IÉN

que hacía sol, y otros que llovía. A veces nevaba, del Gran
Nació en Badajoz bajo la atenta mirada
idiomas.
Hermano. Ese año. Es traductora y habla varios
o caían pedazos de agua congelada: el granizo. En
eS

los meses de verano, la temperatura era agradable.


También canta, y es la mitad del proyecto mus ical
Incluso pasaban calor. Para saber el tiempo que iba s las
Medelia. Cree en la literatura por encima de toda
dia
cosas. Ha publicado el poemario Recortables (Ani
a hacer, veían la televisión, donde una mano anónima
señalaba un mapa y describía los días venideros gido en las
Editores, 2008), y sus poemas se han reco
según el satélite que pronosticaba los fenómenos
antologías Bukowski Club. Jam Session de poes
ía 06-08
8 (Poesía
(Ediciones Escalera, 2008) y Poetas en Libertad
atmosféricos. Y sabe que a la abuela le encantaban las
tormentas, aunque a mucha gente le asustaban. Una textos en
eres tú, 2009). También ha participado con sus
taria”,
publicaciones periódicas como “Tribuna Universi
tormenta se generaba por el choque de dos masas
de aire de distinta temperatura. El contraste térmico
“Magazine Siglo XXI” o “Es hora
producía descargas eléctricas que hacían que el cielo
de embriagarse con poesía”.
se iluminara con relámpagos. Poco después, sonaba
Ah. Y no le dan ningún
miedo las tormentas.
51
NO ERES TÚ,
(micros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

SOY YOoRTIZ
de
gUILLERMO
S
igo soñando con Lucía cada noche y me - No estoy tan seguro.
siento como en casa. Eso no es todo, uno - Yo tampoco, sólo estaba mintiendo. Ayuda.
puede soñar con cualquiera, uno puede
dormir con cualquiera incluso, lo importante es que En la habitación, la puerta está cerrada para
sigo pensando en Lucía cuando me levanto por las que no se escapen los recuerdos y en la penumbra
mañanas y ya la sensación no es tan placentera. Algo de la persiana bajada me doy cuenta de que mi torre
así como una cicatriz debajo de las costillas. está amenazando a mi dama, que estoy a punto de
darme jaque mate –sólo unas dos o tres jugadas me
Ni siquiera debería estar diciendo esto, mi separan de mí mismo- y que, aunque la noche pase
psicólogo me prohibió hablar de ella a los demás, y muy deprisa (o muy lenta), la mañana llegará a la
me recomendó que economizara mis pensamientos. misma hora.

qUIÉN
gUILLERMO oRTIZ nació en Madrid en 1977.
Licenciado en filosofía por la Universidad
- Mueve.
Autónoma de Madrid, ha publicado los libros
Pequeños objetivos (Kókoro Libros, 2006) y
He dejado a mi psicólogo y sólo queda

eS
Cuando las cosas dejaron de tener sentido
el recuerdo de Lucía vagando por esta habitación
(Grupobuho, 2007), aparte de colaborar en
como un fantasma.
diversas antologías y ganar varios premios
literarios de relato breve. Como novelista, en
- ¿Por qué te dejó?
la actualidad está terminando La estética del
- No me dejó ella, la dejé yo.
- El otro día dijiste que te dejó ella.
francotirador, el retrato de una generación
de treintañeros que busca el éxito sin acabar
- A veces, miento.
de tener muy claro qué demonios es el éxito.
- Eso está bien. Mentir ayuda mucho. Mueve.
Francotiradores y soñadores. El primer
- Sí, podría haber sido campeón del mundo de las
martes de cada mes, organiza el ciclo
mentiras si no me hubiera tenido que retirar tan
“Fuera de contexto”, recitando poemas y
pronto.
cuentos en la Sala Costello junto a Laura
-¿Todo por Lucía?
López Clemente y dos músicos que van
- Puede ser. Siempre se daba cuenta y me hacía
variando según el mes. Su estilo fílmico de
sentir culpable. No sé si te acuerdas.
escritura le ha llevado a intentar la aventura
- Claro que me acuerdo.
- Dejó de ser divertido.
del cine con un primer corto
- Lo sé. A los dos nos dejó de divertir. llamado Do not disturb
en colaboración con Pedro
Alfil a cuatro peón rey. Rodrigo.
Su blog Pequeños objetivos
- Mueve.
(http://bretguille.blogspot.com)
- Saldremos adelante, de todas maneras. es una referencia en el mundo
de la cultura, con más de
52 400.000 visitas en tan sólo 4
años.
EL DESDÉN
(micros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


DE LA LUNA
eL
de

kEBRAN
La luna
(ilustración de jULIO vEGAS)

despide a Sócrates
Tornillo con desdén,
sin obsequiarle con su
cálido beso.

Los frutos de la noche:


treinta hojas de papel llenas de
palabras, y palabras y más palabras.

Sócrates escribe de luna a luna. El sol le da


miedo (no olvidemos que el miedo es blanco).

Al percibir que la claridad va ganando la partida,


Sócrates deja con mucho cuidado su pluma en el escritorio,
guarda sus hojas llenas de palabras en una carpeta con suma
delicadeza. Se va despojando, de igual modo, de toda su ropa, y,
frente al espejo, se observa en plena desnudez. Agotado. Es hora
de tributar a Morfeo. Enjuga una lágrima.

É N e S
qUI aNDRÉS rAMÓN pÉREZ bLANCO (eL kEBRAN)
Duele, terriblemente, que la luna te ignore.

Escribidor ocasional, y a impulsos, de tristes EN


,
escritos. Preso del tiempo que no deja de devorarle ht LA RED:
Vive tp://
de devorarnos. Traficante de poetas y poemas. elke
bran
por la luna que, en su rinc ón, duer me plác ida tave
abducido rsos
Ya tien e trein ta y tant os
y dulcemente cada noche. .blog
spot
tacos. Y solte rito. .com
to del mun do /
Colaborador activo del fanzine más bara
CREATURA.
Perpetrador de SATÉLITE DE INHÓSPITO PLANETA.
sus
A veces, de manera sorprendente para él, publica
escritos en revistas digitales e impresas com part iend o
53
espacio con escritores de verdad.
LACASADE
(micros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

LUCIO
de
LUIS
mIGUEL
rABANAL
(ilustración de jULIA d. vELÁZQUEZ)

C
qUIÉN e
S
laro que era ridículo tener miedo al adentrarse en aquella vieja
casa de ladrillo, cuando el sol no es ya nadie para prohibirles
el paso, y afanosamente buscar allí dentro la ira obtusa del LUIS mIGUEL rABANAL nace en
anciano y las ratas enormes como perros. Claro que sabían que Riello (León) en 1957.
no estaba aquel hombre, que la muerte lo sorprendió dormido en Su obra poética consta de los
el prado de Arriba hace meses, y en su lugar una sombra habitaba siguientes títulos: Variaciones,
impunemente en el desván, como un guerrero. 1977; Obdulia azul, 1980; Labios de
la locura, 1983 y 1985; Cuaderno
Del temor que los amedrenta mejor no hablar demasiado, de junio, 1984; Rená, a solas con
son niños que lloran de frío, pero también de tristeza, y de la mano nosotros, 1984; Palabras para
recorren pasillos mugrientos y alaban la desazón que les produce Obdulia, 1985; (Técnicas) para
un ruido, una amarillenta revista pisada con desaire, las arañas que abrazar un oscuro nombre, 1985;
mesan sus cabellos y el desbarajuste del palacio transfigurado en La memoria buscando sus
caserón donde hubo, piensan, un crimen cada noche. disfraces, 1986; O podríamos
amarnos sin que nadie se entere,
Son niños muy tenaces y al atravesar el fosco corredor 1989; Libro de citas, 1993; Cáncer
descubren, besándose, a dos muchachos embadurnados de de invierno, 1998; La última vez,
esperma. Miran con asombro sus rostros y ven lo difuso, lo diverso 2000, Mortajas, 2009 y,
que amenaza con perseguir su ensoñación y hacerla más embuste finalmente, Fantasía del cuerpo
aún, satisfecho ritual e insospechado. Regresan a la tarde con dolor postrado, 2010.
de ojos, sin terquedad ninguna. Asimismo es autor de un volumen
de Diarios un tanto singular: Elogio
La casa de la muerte, la casa del amor al cabo. Muchísimo del proxeneta, Ediciones Escalera,
después crecieron y un día, los cuatro juntos, determinaron volver Madrid 2009.
a aquella casa. Tenían el tiempo exacto para contemplarse a sí Casicuentos para
mismos de pie y de nuevo partir. Querrían recordar en vano la acariciar a un niño
ruina y el deseo, y el sol que entontece como una bofetada. que bosteza verá
la luz en el otoño
Fotografía de Amancio Casado
de 2010 gracias a
54 Ediciones Leteo.
Escribe en la bitácora

http://luismiguelrabanal.spaces.live.com/
BALADAPARA
(micros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


UNGASNOBLE
desONIA
Ella circulaba
fIDES
por la autopista en la
dirección correcta.

Le resultó imposible desobedecer


la machacona perorata de su

GPS.
Poco a poco fue descubriendo que las luces
de los faros de los demás coches habían cambiado
de color y que el amarillo dejaba paso a ese día imaginario
que le proporcionaba a la carretera el azul casi histérico

de las luces de xenón.


Sin embargo en cuanto se quedó sola de
nuevo, supo que a pesar de los adelantos
en el sector de la automoción, la oscuridad

siempre encontraría lugares desde los que defender su

S status quo.
IÉN e
sONIA fI
DE
De form S nació el 14 d
qU ac
por pur ión autodidac gosto de 1969
o aburr
imiento
ea
ta, emp
ezó a es en Madrid.
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rir que aquel e o pensó ella e ir durante el ve
En Novie ra su verdader n un primer mo rano de 2005
mbre de o oficio mento,
M i r a 2 0 0 6 . para de
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por E Premio I 007 que Nicolás l X Pre as,
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nuev tros cue (aún sin age”. lés y publ u
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08 55
mer revis
a no ta
vela
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MEDIANOCHE
(micros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

de aDOLFO
gILABERTE

L
a última campanada me da la señal de partida. Justo cuando suena abro los ojos, aunque todo el día lleve
despierta. No duermo, ya no, qué bobada. Ni como ni leo libros ni doy paseos por el parque; eso lo he
cambiado por atravesar paredes y ulular en las cornisas de los tejados (al cine sí, voy dos veces al mes,
entro por la claraboya y me quedo suspendida en medio de la sala, la barbilla sobre la cruz de las manos).
Después me pongo una sábana limpia, y unas cadenas livianas porque es lunes, y los lunes estoy rendida;
los demás dicen que no necesito esa parafernalia, no se lleva, es demodé y muy aparatoso todo; a mí me
encanta. Paso el día aguardando que llegue la medianoche para salir y mezclarme con la gente, me traslado
a sus casas y vuelco los cuadros y las macetas y rompo sus vajillas y les lanzo los calcetines que encuentro
a los pies de su cama. Y qué cara ponen. Los mayores sobre todo, se les contrae el gesto hasta que quedan
irreconocibles; pero los niños no, los niños sonríen al verme llegar, se sientan en la cama y aplauden,
no lloran ni gimotean, no demuestran ningún miedo ante mi presencia. Mejor dicho: mi no presencia. Y
me despiden con la mano cuando me marcho. Pero lo que más me gusta es el viento, sentirlo cuando me
desplazo cada noche de un sitio a otro, y la ciudad es una maqueta luminosa y febril, atravesar el aire con mi
delicado cuerpo mientras la sábana se agita como una mortaja tendida en un balcón. Es en ese momento,
sobrevolando antenas y neones, cuando olvido que soy un fantasma. Un cuerpo transparente atrapado en
tubos y catéteres, agujereado por todos sitios. Y por fin me siento libre, poderosa y muy fuerte, capaz de
alcanzar las estrellas y sentarme en el pico de una de ellas, si es que las estrellas tienen picos, y quedarme
allí, sonriendo, hasta que a la mañana siguiente, con las primeras luces, la enfermera llega para cambiarme
las sábanas.

aDOLFO gILABERTE (Madrid, 1971)


Primer premio del Certamen Literar
io Silverio Lanza- Ciudad de Getafe,
por los relatos: “Enero tras otro”, “Ple 2008,
amar “y “Los peces”.
Alumno de la Escuela de Escritores
de Madrid: Taller de Relato Tutorial,
impartido por Ángel Zapata (2009-201
0).

qUIÉN eS
Profesor del Taller de Escritura Cre
ativa: Iniciación al relato. Delegació
Cultura del Ayuntamiento de Getafe n de
(2008-2010)
Miembro fundador de la Asociación
Literaria Sol de invierno.
Coordinador del Proyecto Cuentos
para Hambrientos (literatura Solida
‘Con un pan bajo el brazo’) ria:
Participante de los Talleres de Relato
del Centro de Poesía José Hierro
(2005-2010).
Alumno del Curso de Novela de la Esc
uela Contemporánea de Humanidad
de Madrid (2001- 2002) es
56 Primer premio de Relato Breve Bloom
sday 98, por el relato: “Soledad”.
LA de
(micros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


—Negativo. De follar ni la puntita.
Tampoco toqueteos. Disponemos de un

aNTONIO
circuito cerrado de televisión con
cámaras en todas las salas de la Residencia
y el seguimiento de los niños por parte de

rOMERO
nuestro equipo de pediatras y psicólogos
es muy estricto.
ORGANIZACIÓN
—¿Y si alguno de sus socios, arrebatado
por la emoción, se excediera?
(ilustración de dANILAC) —Nunca se ha dado el caso. Saben a lo

—Educación que se exponen.


—¿Y a qué se exponen?
privada para el ahijado y hermanos hasta —No estoy autorizado a hablar sobre
niveles universitarios, seguro médico ello. Nuestros socios se limitan a bañar
familiar con las máximas coberturas en a sus ahijados, peinarlos, vestirlos, darles
la aseguradora que se nos indique, vivienda la papilla, intimidades domésticas por el
de alto standing, apartamento en la estilo. Luego, con esas vivencias a flor de
costa y monovolumen. En cuanto al futuro piel, pero sin el niño presente, recalco, se
laboral de los progenitores, estudiamos la pelarán lo que se la tengan que pelar.
cada expediente y llegamos a un acuerdo —¿Seguro?
con ellos en función de sus apetencias, —Seguro, nosotros no somos unos salvajes.
perspectivas vitales, títulos académicos y
capacidades profesionales: una pensión
vitalicia, un pequeño comercio o negocio,
alguna carpeta de inversiones, la gama de
posibilidades es amplia y estamos abiertos
a sugerencias.
—A cambio, y corríjame si lo he entendido
mal, todos los fines de semana durante
cinco años a partir de la firma del contrato,
los padres les entregan a su hijo.
—Afirmativo.
—Para que cualquiera de sus acaudalados
socios se encariñe con el chavalín.
—Afirmativo.
—Lo apadrine temporal o
permanentemente.
—Afirmativo.
—Solicite su traslado a dependencias
privadas.
—Afirmativo.
—Y se lo folle.

qUIÉN eS
aNTONIO rOM
ERO Me nacie
aunque no lo ron en Hosp
recuerdo. Es italet de Llob
he dado tum tudié poco y regat, Barce
bos por basta mal hispánic lona,
Girona, actu ntes sitios, C as y fotogra
almente exis órdoba, Mad fía, y
aburrida qu to en Terras rid, Galicia, A
e le gusta re sa. “Eres una sturias,
Escribo muc ír”, así me de persona mu
ho. Pierdo p finió una ex. y
toda la buen araguas. Me No he public
EN LA RED:
a gente le te
ngo cariño a
medico lo in
l Coyote y al
dispensable
pan con ace
a do nada.
. Y como 57
http://lacan ite.
tidaddelcero
.blogspot.co
m/
NO TE CREAS QUE YA
(micros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

e
NO TE QUIERO LILI
d
nAVEIRAS
C
ésar y Pablo se conocieron a finales de los setenta, independencia necesaria para la nueva pareja. Él seguiría
siendo unos imberbes, en la facultad de farmacia, estudiando, dejó las juergas constantes, empezó a tener
cuando las tunas aún eran las tunas. Juntos horarios y ahora sabía el nombre de la mujer con la que
recorrieron medio mundo cantando, tocando la bandurria, amanecía. Cinco años después, sin demasiado esfuerzo
la guitarra y la pandereta; de juerga en juerga, de cama por su parte, terminó la carrera.
en cama. Clavelitos, clavelitos, clavelitos de mi corazón. En Quito César siguió con el mismo ritmo de vida y
conocieron a Jimena. Fue un flechazo a tres bandas, los estudiando lo imprescindible para que no le echaran de
dos enamoraron de ella, ¿y ella?… ella parece que también la facultad. Se distanciaron mucho. De vez en cuando se
se enamoró de los dos. Lo cierto es que la compartieron. veían. César jamás le preguntó por su hijo. No quería
Luego volvieron a Madrid, a su cotidianeidad, a aplazar saber nada, el recuerdo de Jimena le atormentaba, nunca
exámenes, a la francachela por Argüelles, a calzarse las pensó que no podría olvidarla… ¿no era un ave de paso?
mallas negras, a pedir anulación de convocatorias, a Si algún día clavelitos no lograra poderte traer. Cuatro años
ponerse la capa de cintas de colores; a estudiar lo menos después que Pablo, para alegría de su padre, César también
posible y a cantar en Botín para los turistas… consiguió terminar farmacia. Se marchó al pueblo, allí
El caso es que aquella carrera estaba durando regentaría la farmacia familiar. No pasaron ni tres meses y
demasiado, tan demasiado que habían pasado diez años el ambiente le asfixió. Tomó también una determinación
y ninguno de los dos había pasado del tercer curso. Yo muy de caballero español: casarse con la hija del
te traigo clavelitos, colorados igual que un fresón. El padre de terrateniente del lugar; le permitiría independizarse de
César, le amenazaba con llevárselo al pueblo, a que le su padre, poder volver a Madrid y montar su propia
ayudase en la botica, y cerrar el grifo de la subvención sin botica.
límites. Luego… se perdieron la pista durante años.
Pablo no tenía esos problemas, era el hijo único Hasta aquella tarde, en el Colegio de Médicos. Pablo
de una acomodada viuda que se desvivía por su niño. Vivía presentaba su libro Clavelitos un ensayo novelado de la vida
con su madre y sus tías, en un coquetón chalecito de la de tuno. Excepto, la sonrisa burlona, apenas se vislumbraba al
calle Nervión. Ninguna de las tres mujeres se enteraban de Pablo de antaño… ni el pelo enmarañado, ni la barba de días,
cuándo entraba y cuándo salía de aquella casa; todo eran ni los síntomas de haber bebido en exceso… También
halagos para el niño que nunca crecía, que las divertía estaba Jimena. A César le dio un vuelco el corazón. Jimena
con sus bromas, con sus amigos, con sus amigas, con sus se había convertido en una mujer preciosa, elegante,
fiestas. Pablo era la alegría personificada y por ellas… refinada… nada que ver con su elemental Isabel. Con
como si la carrera le quería durar toda la vida. ellos estaba su hijo. Su viva estampa.
A los cuatro meses de volver ellos de Quito, No te creas que ya no te quiero, es que no te los puede coger.

qUIÉN eS
Jimena se plantó en Madrid y dio señales de vida. Quería
verles, estaba embarazada. César se desentendió de todo. No
quiso saber nada. Sólo le faltaba tener que cargar con la
LILI nAVEIRAS ¿Qué puedo decir de mí? Nací en este
sudaca. Le espantaba asumir esa responsabilidad. Jimena enta. Soy ahora,
Madridemispecados, en la década de los cincu
no había sido más que un ave de paso, un amor perecedero, ser vieja y demasiado vieja
en el siglo XXI, demasiado joven para
algo que no duele, que se pierde en la maraña de amores años más diver tidos de mi vida
para ser joven. Pasé algunos de los
s asfix iadas la llamábamos)
y amoríos. No podía consentir que la flor de unos días en la Escuela de Arte Aplicadas (arte
arme . Desp ués me fui a la
que le jodiese la vida. también estudié y conseguí gradu
iar y diver tirme . No siempre
Pablo se comportó como quien era: un caballero Autónoma, haciendo lo mismo: estud
y a mi aire, conti núo
español. Se casó sin hacer preguntas. Su madre y sus tías en ese orden. Sin ninguna directriz,
pasión.
se ocuparon de todo, de Jimena, del bebé… vivirían todos haciéndolo, porque las bellas artes son mi gran
pre conm igo como lectora. Como
juntos en la casita de el Viso. De tres plantas, ofrecía la El amor a la literatura ha ido siem
He publi cado muy poco , tan poco
escritora, es una vocación tardía.
58 Y aquí sigo, inspi ránd ome en
que no merece la pena reseñarlo.
en la mitol ogía greco rrom ana.
cuadros basados (casi siempre)
olímpico y
Contando historias de hoy sopladas por algún dios
la pintu ra o la escu ltura.
alentada por un gran maestro de
ELNÁUFRAGO
(micros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


devÍCTOR
LORENZO

Como
cada mañana, desde hace ya más de tres años, escribe un mensaje en una hoja
de papel, lo enrolla con mucho cuidado y lo mete en una botella vacía. La sella
con un tapón de corcho y se dirige a la playa para lanzar al mar su dosis diaria de
esperanza. Ha pasado todo este tiempo solo, sin poder hablar con nadie, aislado del mundo, pero hace
ya unos meses que le acompañan en la isla un par de amigos imaginarios, fruto del delirio de su soledad,
con los que puede compartir sus preocupaciones. Al principio no se caían muy bien, pero poco a poco,
prestándose ayuda mutua en los momentos difíciles, han ido fraguando una buena relación de amistad, se
han ido haciendo inseparables.

Se acerca a la orilla con la botella en la mano y ve aproximarse una pequeña embarcación a remo,
botada de un barco anclado a lo lejos, con cinco tripulantes que gritan como locos y agitan los brazos en
alto. La botella le resbala de la mano y cae a sus pies. Ya en la arena, se abrazan los seis y el náufrago rompe
a llorar, les da las gracias, besa sus manos, se arrodilla ante ellos y, finalmente, les advierte que no subirá a
la embarcación sin sus dos compañeros de isla. La tripulación, sorprendida, emprende la búsqueda y pese
a rastrear durante horas el lugar, no consigue encontrar a nadie. Aconsejan al náufrago, sospechando ya
de su locura, que los acompañe al barco y se olvide de sus compañeros imaginarios pero él, con firmeza,
insiste en que no son imaginarios, y que de ningún modo subirá sin ellos.

Tras una larga discusión, los cinco tripulantes suben indignados a la embarcación y se dirigen de
nuevo al barco, dejando al náufrago en la orilla, orgulloso de su lealtad y su compañerismo, con una sonrisa
en los labios que sólo se le borra cuando distingue, en la popa del barco que empieza ya a alejarse, a sus dos
amigos imaginarios agitando unos pañuelos en señal de despedida.

qUIÉN eS
vÍCTOR LORENZO (Lleida, España, 1980)
redactor de una revista local. Publica
Licenciado en Filología Hispánica. Es director y
la minificción y en diversas publicaciones
sus microrrelatos en blogs y webs dedicados a
periódicas, tanto digitales como en papel.
l Microcuentista”, revista de microrrelatos
Pertenece al comité editorial de “La Internaciona
recogidos en antologías.
y otras brevedades. Algunos de sus textos han sido
Alimenta las Realidades para Lelos.
Lee, luego escribe
59
PELEA
(micros)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

CONSTANTE
dANIEL
de
gARCÍA
rODRÍGUEZ
(cASTORÍN)
Todos
venimos al mundo para pelear, de una manera u otra, desde que nacemos hasta
que morimos, unos arrojan la toalla de la vida, otros pelean por la superación
diaria, algunos se resisten a dejar la vida, otros se abandonan a su suerte, algunos
se beben la vida, aunque a veces es la vida quien se bebe a ellos, unos pelean por sus derechos, otros pelean
por sueños inalcanzables, el boxeador pelea con la cara hinchada y flaqueza en sus piernas intentado que la
cuenta atrás no llegue a su fin, otros llegan a su fin antes de acabar la cuenta.

La gente pide “la cuenta”, en ocasiones las cuentas te las piden a ti, a veces buscamos la suerte, otras
la suerte nos busca, muchos eligen el camino de su ignorancia, otras veces la ignorancia elige tu camino, yo
de momento resisto, llámenme Señor.

qUIÉN e
dANIEL gARCÍA rODRÍGUEZ (cASTORÍN)
Nací en Vitoria el 9 de marzo de 1983. S
Soy un hombre de 27 años afincado en Vitoria.
Llevo tres años escribiendo relatos, ensayos,
poemas, etc. He sido publicado en un e-book
y en diferentes y diversas revistas literarias.
Mis tipos de escritos narran el realismo
del día a día de la gente normal como
tú y yo. Me gusta contar las cosas
como las veo, como son en realidad.
Actualmente estoy colaborando en
varias webs y blogs, y enfrascado
escribiendo una novela que espero
vea pronto la luz.

EN LA RED: http://chenel-3.blogspot.com/

60
GOLPES
(micros)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


DE
CALOR de
jAVIER sERRANO
N
o sé, pero últimamente a mi alrededor todo es desolación, decadencia. El otro día, pero en el mismo
día, vi dos perros -dos- en silla de ruedas. Si ya es insólito encontrarse con un perro en silla de ruedas,
mucho más inquietante es ver dos perros distintos, en lugares diferentes, pero con idéntico problema.
¿Acaso puede haber algo más desolador? Desde luego, es mucho más desolador que una persona en silla
de ruedas, algo que cae dentro de lo normal. No supe qué pensar, aunque intuí que era algo premonitorio,
lo que no sé es de qué.
Pocos días después me ocurrió un suceso similar: vi a dos ancianas, dos diferentes y en distintos
lugares pero en el mismo día, caerse. La primera lo hizo sobre mi propio coche, en un paso de peatones,
segundos después de que yo le cediera el paso. La pobre mujer, afortunadamente, no llegó a alcanzar el
suelo. Era inmensamente gorda y mayor, muy mayor. Sus piernas eran zambas, como un paréntesis grotesco.
Me dio mucha lástima. La segunda sí que cayó al suelo. Un taxista salió de su coche para ayudarla. No sé
que pensar, tal vez no son más que golpes de calor.
Por último, la otra noche, al regresar a casa, me encontré con un gato negro tumbado en la calzada,
junto a la acera pero en la calzada. Me extrañó que al pasar junto a él no se levantara y huyera. Me pareció
que tenía una marca de neumático atravesándole el cuerpo (eso creí ver). Tenía también los ojos abiertos.
Su mirada era de tristeza, una mirada final. Deduje que estaba muriendo.
Al día siguiente tenía que volver a pasar por el mismo lugar, por la mañana. Como no quería verlo,
decidí dar un rodeo. Dicen que la curiosidad hace mover las cosas, conque de lejos miré hacia el lugar. El
gato ya no estaba. Me acerqué, buscando algún vestigio del suceso. Tan sólo había un minúsculo charco de
sangre seca. Aquel animal, pensé, debía de haber muerto atropellado, reventado por dentro, en silencio, sin
apenas sangre...
.
Ha cursado estudios de turismo, fotografía y cine
jAVIER sERRANO nace en Madrid en mayo del 68.
ios, el cine y los viajes cronopios.
qUIÉN eS

Le gustan el mar, la fotografía, el jazz, los plenilun


Joaquín Lobato” (2007), de Vélez-Málaga;
Ganador del XX Certamen de Relato Corto “Premio
” (2008), de Murcia; finalista del XXXV Concurso
del XIV Premio de Narración Breve “Julio Cortázar 8).
XXXV Concurso de Cuentos Ciudad de Tudela (200
de Cuentos “Hucha de Oro” (2008); ganador del .
amen Literario “San Jorge” de Madrigueras
Ganador en categoría de microrrelato del XIV Cert
de Oro” (2009).
2º Premio en XXXVI Concurso de cuentos “Hucha
OS DE RELA TOS: Libro para salir a la luz del día (publicado en 2005), El Último Parque (inédito).
LIBR
en Internet en http://laciudadfria.blogspot.com)
NOVELAS: La Ciudad Fría (publicada por entregas
y La Jaula (sin publicar).
EN LA RED: http://uninstantedecaos.blogspot.com
/ 61
HEMOS
LEÍDO
(reseñas y otras hierbas)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

tÍTULO: El viudo sensible y otros secretos


aUTOR: Maite Pagazaurtundúa
eDITORIAL: Seix Barral
aÑO: 2005

A
parentemente son relatos que narran una historia con un final.
Lo que nos sorprende es que los relatos tiene su contra historia.
Así, vemos las dos visiones de una vida, lo que hubiera sucedido
si los acontecimientos no se hubieran desarrollado como lo hicieron.
El hilo conductor de los relatos podrían ser los símbolos que aparecen.
En uno, por ejemplo, son los votos electorales, en otro una urna con
cenizas, en otro el amor y la confusión que provoca, en otro es un
olor que le devuelve a la niñez, o el recuerdo al regresar de donde se
marchó hace tanto tiempo.
Sorprende, otra vez, el tono frío y el lenguaje seco, distante,
sin artificios literarios, utilizado, conscientemente y con habilidad, por
la autora para narrar este tipo de historias.

“José y Las Robalizas” (fragmento), cuento incluido en El viudo sensible


y otros secretos.

“Le espío aunque ahora soy su confidente oficial en el hotel Miramar y desde luego
no hay contradicción entre lo que me cuenta y lo que le espío. Cosme, el Neil Young
de Moratalaz, todavía cree en el amor. Tere la mujer de Serafín, no entendía la
llegada de este huésped, un tipo solo que le canta a la luna”.
ÚS sILVA)
(reseña de mª jES
tÍTULO: Cuentos completos
aUTOR: Katherine Anne Porter
eDITORIAL: Ediciones DeBolsillo
aÑO: 2008

R
ecopilación de relatos de esta escritora estadounidense, considerada
por muchos escritores contemporáneos, como Truman Capote,
una de las mejores novelistas del siglo XX. En el 1965 recibió el
National Book Award y en el 69 el Pulitzer por este libro.
Como Faulkner y el pintor Hopper, sus relatos nos transportan a
la América profunda, situando sus historias en los paisajes de México y
Texas. Sus historias son oscuras, violentas y sus personajes sobreviven
como pueden en un mundo donde las diferencias sociales están muy
marcadas. Destacan relatos como “Maria Concepción” o “Violeta
virgen”, que están ambientados en Mexico, o “He” donde una familia,
los Whipple, tienen que lidiar con la pobreza y un hijo retrasado.
Es sin duda, una escritora brillante y elegante que describe a
la perfección un mundo de personajes solitarios, abandonados, con
sed de justicia y rodeados de violencia. Nada que ver con la visión que
tenemosnormalmente de Estados Unidos.
AVEIRAS)
(reseña de rOSA n
62
ENeLAIRE
(en el aire)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


en España
tratan con cariño al cuento
Espacios radiofónicos que
El Planeta De Los Libros
(http://elplanetadeloslibros.com/index.php)
Un programa de literatura que se emite en directo en Radio Círculo
(100.4 FM Madrid) y en la web del Círculo de Bellas Artes
desde enero de 2005, los miércoles a la 1 de la tarde y los
domingos, en diferido, a las 4 de la tarde (Nuevo horario desde
febrero de 2010). En cualquiera de los dos horarios puedes
escucharnos vía internet en: Radio Círculo en directo.
Ha realizado algún programa especial dedicado al
mundo del cuento, del relato y del microrrelato. También organiza
concursos de microcuentos. NIEVES MARTÍN, su directora, busca
con el programa otras salidas a la literatura fuera de los cauces
comerciales que se nos imponen.
En esta web podrá acceder a los archivos sonoros de los
programas emitidos, así como obtener información sobre los
próximos: http://elplanetadeloslibros.com/index.php

Literatura En Breve
(http://rne.literaturaenbreve.com/)
Es el programa de divulgación literaria de RNE 5, dirigido por
JUAN JACINTO MUÑOZ RENGEL.
En un formato de breve duración, dedica una especial
mirada a la literatura contemporánea, a los nuevos autores, a la
narrativa corta y a los géneros más desatendidos por los medios
nacionales de crítica literaria.
Literatura en Breve se emite los Sábados a las 16.30, y de
nuevo a las 22.05, y los Domingos a las 11.05, y de nuevo a las
22.05 horas.
Para conocer las frecuencias de RNE 5 en las distintas
localidades españolas, pulse AQUÍ. Si quiere escuchar RNE
5 en directo a través de Internet y desde cualquier parte del
mundo, puede hacerlo desde AQUÍ.

Rincón Literario
El espacio “Rincón Literario” que se emite todos los jueves a partir
de las 13:30 horas dentro del programa ‘Hoy por Hoy’ que
emite la Cadena SER Madrid Sur por el 94.4 F.M. y que se
puede escuchar en directo por: www.sermadridsur.com.
JOSÉ MANUEL CONTRERAS, su director, también es
escritor, con mucho éxito en el terreno juvenil. Dedica monográficos
de su espacio semanal a cuentistas y cultivadores de lo breve,
con un trato exquisito para con estos autores. En su página
web cuelga cada espacio radiofónico, fotos y lecturas de autores
que han pasado por el programa, así como recomendaciones
de libros hechas por estos autores.

63
LOSILUSIONISTAS
(ilustran este número)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

LÍNEAS, EN LOS TRAZOS,


ARTE PARA LA VISTA, PRESENCIA MÁGICA EN LAS
VUESTROS OJOS Y NOS
LOS DISPAROS. ESTOS RELATOS HAN PASADO POR
LOS DEVOLVÉIS, COMO SIEMPRE, ILUMINADOS.
aL OTRO LADO DEL ESPEJO.
DE NUEVO GRACIAS POR ENRIQUECER VISUALMENTE
POR ESO CONTAREMOS AQUÍ QUIÉNES SOIS.

mARINA tAPIA (EN PORTADA)


Nací en Valparaíso (Chile) en 1975.
Soy hija de padres pintores y escritores.
Desde pequeña realizo diversas actividades artísticas (cómics, pinturas, teatro, poesía...)
Vivo en Madrid desde el año 2000.
En la actualidad imparto clases del manejo y construcción de títeres en diversos centros
culturales y bibliotecas. Realizo exposiciones, encargos pictóricos para restaurantes y preparo
un libro con mis poemas y dibujos.
Administra la bitácora http://marinartista.blogspot.com/

aNTONIO g. vILLARÁN (eL cANGREJO pISTOLERO) (Página 6)


Licenciado en las especialidades de pintura y escultura, y Doctor en Bellas Artes. Ha realizado
más de 60 exposiciones (individuales y colectivas), entre las que destacan las realizadas en
distintas salas de Madrid y en la galería J&C Art Gallery en Nueva York y Los Ángeles. Su
labor artística ha sido reconocida con más de una veintena de premios y selecciones. Destaca
asimismo, su labor como ponente y estudioso del arte. Ha publicado ilustraciones y artículos
en diferentes revistas nacionales e internaciones. Ha publicado tres poemario de manera
individual (Conductor de nubes, primer intento, Sois estúpidos, poesía escénica y Nocaut) y dos libros de
poesía con el grupo Absurdo y Diestro, además de dirigir varias antologías.
Encabeza el proyecto “Cangrejo Pistolero Ediciones” junto a Nuria Mezquita y realiza
recitales de Perfopoesía como “el Cangrejo Pistolero y la Carolain Band” en salas y Festivales
de España. Dirige el ciclo de poesía “Las Noches del Cangrejo” desde hace 4 años y es
director del Festival Internacional de Perfopoesía de Sevilla.

mAYTE sÁNCHEZ sEMPERE (Páginas 22 a 29)


Nací en Madrid en 1969, poco después de que la luna perdiese la virginidad y con ella casi
todo su misterio. Descubrí muy pronto las palabras y empecé a jugar con ellas como si
fueran peonzas bailarinas o muñecas a las que acunar; encontré dormidos dentro de un lápiz
infinitos universos paralelos y me perdí en historias vividas, imaginadas y dibujadas. Mis
poemas han visto la luz en Carnaval (2007), El año al que le faltó un mes (2008) y Últimas puntadas
al sudario de Laertes (2009), todos ellos publicados por Poesía eres tú.
Mi último poemario, (entre paréntesis) puede descargarse gratuitamente desde mi blog:
maytesanchez.blogspot.com.
Actualmente preparo un par de libros para niños con ilustraciones propias y espero que
alguno vea la luz a lo largo de este año.

64
(ilustran este número)

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


áNGEL m. rODRÍGUEZ (vOLTIOS) (Páginas 34 y 36)
Hago instantáneas porque, realmente, si no pudiese hacerlas me faltaría algo, de eso estoy se-
guro. No tengo una temática fija, pero me gusta captar la realidad tal cual se muestra,
arrancar fragmentos de la vida para que por sí solos cobren vida. Y otras veces, muchas, me
gusta darle un buen bofetón al espectador para que espabile y se implique con lo que ve.
Ya he montado tres exposiciones fotográficas a estas alturas, a mis 33 años:
- En el centro cultural Tomas y Valiente de Fuenlabrada en el verano del 2009.
- En la casa de la cultura de El Villar (Puertollano- Ciudad Real) en el verano del 2009.
- En la cafetería la Gata Azul de Fuenlabrada en Febrero del 2010.
Tengo pendientes una exposición con mi colega, también fotógrafo, José Naveiras
en el Aguardiente de Lavapiés, otra en la Cafetería La Invierna de Leganés y algo más que
tengo que terminar de atar.
Todas las fotos que me van gustando o me van diciendo algo las cuelgo en el único blog que
tengo, donde las combino con poesía o textos: “desde las lindes del sur”.
También he prestado mis fotos, altruístamente siempre y pienso seguir haciéndolo (por
supuesto) a revistas y fanzines digitales o en papel como : “La fanzine”, “Deshonoris Causa”,
“Groenlandia”, “Poe+” o “LVR”.
Administra la bitácora http://angelrodriguezpoeta.blogspot.com/

j. LLORENTE (Página 45)


he ilustrado en diversas revistas “bohémicas” y diversos libros; como pintor e ilustrador
mi estilo está cerca de la imagen mnememónica que provoca el objeto en el sujeto donde la
impronta del primer esbozo se desarrolla para encontrar el equilibrio figurativo.
Estudié Historia del Arte en la U. Complutense de Madrid.

jULIO vEGAS (Página 53)


Julio Vegas es un alucinado de los comics que sustituyó su incapacidad para utilizar
programas de dibujo profesional por un estudio milimetrado de las posibilidades de algo
tan simple como un procesador de textos.
De ahí nace su personaje más conocido, “El Fabuloso Hombre Irónico”,
que podéis encontrar todos los meses en el fanzine “Creatura” y en el blog
http://elfabulosohombreironico.blogspot.com/. Y a veces, si alguien se lo pide,
ilustrando relatos como éste del Kebran u otros pasados de David González.

jULIA d. vELÁZQUEZ (Página 54)


Nací en Madrid, me crié en león, estudie Bellas Artes en Salamanca.
Mis raíces no han crecido aun, pero unos pequeños brotes empiezan a salir de mis pies,
estoy agustito en León y desde aquí pinto, ilustro y fotografío la vida.
De “gentetriste” está llena el mundo, adoro ese Don del ser humano que les hace posible
superar ese punto diferente, que los demás creen desgracia y que a ellos los hace especiales
y dignos de admiración.
http://vgentetristev.blogspot.com/

dANILAC (Página 57)


Desarrolló su afición de pintamonas por envidia, al ver que su propio hermano dibujaba
mejor que él. En la universidad continuó dibujando y diseñando carteles para la Agrupación
de Teatro HISTRIÓN de la Facultad de Informática de la UPM, donde le piratearon su pri-
mer Photoshop. Ha publicado ilustraciones en revistas como “Diseñart” y “Pelo New Look”,
y poco a poco se va forjando una sólida reputación como diseñador gráfico en la élite poética
madrileña. Su trabajo como poeta y diseñador se puede disfrutar en
http://danilac.blogsome.com, so pena de tener que aguantar sus frecuentes desvarios.

65
(agradecimientos y recepción de textos)

OJEPSE LED ODAL ORTO La

VECES EL APOYO QUE


ES DE aL OTRO LADO DEL ESPE JO NO PODE MOS HACER OTRA COSA QUE AGRADECER UNA Y MIL
LOS INTEG RANT IAS, MIL GRACIAS A
O, ESTA INICI ATIVA AVEN TURA DA EN POS DEL CUENTO HA RECIBIDO POR PARTE DE TODOS. GRAC
ESTE SUEÑ UE SIN ELLOS NO SERÍAMOS
CEDIDO SUS TEXTOS, FOTOGRAFÍAS Y DISEÑOS, PORQ
LOS ESCRITORES E ILUSTRADORES QUE NOS HAN ESPA CIO Y TIEM PO PARA LLEVAR A CABO
ROS CULTURALES QUE NOS HAN DADO
NADA. GRACIAS TAMBIÉN A LAS LIBRERÍAS Y CENT DIDO NUES TRA EXTRAÑA EXISTENCIA Y A
PRES ENTA CION ES, A LOS MEDI OS, A LOS HOMB RES Y MUJERES QUE HAN DIFUN
NUESTRAS SFORMÁNDOLA EN
DIDO DE ALGÚ N MODO A LA REVISTA HACIÉNDOLA CRECER CADA DÍA Y TRAN

gRACIAS
TODOS AQUE LLOS QUE HAYA N ACCE
MÁS.
ALGO GRANDE. LO REPETIMOS BIEN ALTO. UNA VEZ
HA LLEGADO EL MOMENTO DE OFRECEROS LA OPORTUNIDAD DE HACEROS CON LOS EJEMPLARES IMPRESOS QUE QUERÁIS.
ES TAN SENCILLO COMO MANDAR UN E-MAIL. SI OS INTERESA ALGÚN NÚMERO DE aL OTRO LADO DEL ESPEJO SÓLO TENÉIS
QUE ENVIAR UN CORREO ELECTRÓNICO A revistaoldenvio@gmail.com.
NOS PONDREMOS EN CONTACTO CON VOSOTROS Y EN UN TIEMPO
PRUDENTE TENDRÉIS EN CASA EL PEDIDO.
5€ POR EJEMPLAR + 2€ GASTOS DE ENVÍO (POR EJEMPLAR)*.
ESO SÍ, DE MOMENTO SÓLO PARA LA PENÍNSULA.
ENVÍOS POR CORREO POSTAL ORDINARIO.

aL OTRO LADO DEL ESPEJO


se alimenta de vuestros textos.

Es una ventana abierta para vosotros, cultivadores de lo breve.

Envío de colaboraciones: revista.alotroladodelespejo@gmail.com

Las colaboraciones deberán enviarse por correo electrónico como archivo adjunto y en formato
Word. Los cuentos, microrrelatos y reseñas de libros, que serán originales (de eso se responsabiliza
cada uno), tendrán una extensión máxima de dos DIN A-4 por una sola cara (cuento) y 200 palabras
(microrrelato), escritos a 1,5 espacios en letra Times New Roman de 12 ptos.

Cada autor podrá enviar cuantos cuentos o microrrelatos crea conveniente, aunque su envío no
compromete a esta Redacción a su publicación. No obstante entrarán a formar parte de nuestro
archivo de originales para próximas ediciones, previo consentimiento vuestro.

En su momento, los órganos de selección de la revista decidirán sobre la publicación o no de los


originales recibidos, independientemente de colocarlos en el blog.

Los textos publicados en esta revista


son propiedad de sus autores y están
debidamente protegidos conforme
a la legislación internacional.
No pueden ser reproducidos
sin permiso expreso
por escrito de los autores.

66 jULI
O 201
0
asociación cultural

LA VIDA RIMA
http://lavidarimablog.blogspot.com/
VINALIA TRIPPERS:
PLAN 9 Del Espacio Exterior
No supimos nunca lo que iba a durar.

Pero ahora sabemos que fue el origen de todo.

Cada número una odisea, cada fiesta un desafío,


cada colaboración una trinchera...

Nos aburría lo que nos ofrecían y pretendimos


hacer algo distinto...

Mientras agonizaba el milenio...

Seis años de frenética actividad creativa,


un montón de relatos e ilustraciones, cómics,
conciertos y libros, lecturas, proyecciones
y encuentros...

Y un soplo de aire fresco


en aquel asfixiante tiempo de cambio.

Después, una hibernación de cinco años...

Y a continuación Tripulantes, un colofón


de lujo a aquella aventura, que volvió a reunir
bajo el sello de Vinalia Trippers a muchos pilotos
perdidos.

Así hasta que hace algunos meses H Valdez,


Guardián de la Cripta, nos propuso muy emotivamente
resucitar el fanzine.

Y aquí estamos otra vez, viejos y nuevos amigos,


celebrando este regreso con una bizarra
antología de relatos marcianos y un Poemash en
memoria de nuestro admiradísimo Raúl Núñez, alien y
freak por méritos propios, que bebe y descansa en los
cielos.

Una tripulación sideral de ensueño, un brindis al pulp


y al pop, y un maquievélico Plan del Espacio Exterior es
lo que aquí y ahora, queridos drugos, os ofrecemos.

Bienvenidos al Ciberespacio.

Vicente Muñoz Álvarez

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