La Depresión en un trastorno del estado de ánimo, afectivo, caracterizado
por la perdida del interés, baja autoestima es de etiología multifactorial, con consecuencias devastadoras para el paciente, la familia y la sociedad; entre estas consecuencias se encuentran perdidas económicas, legales, maritales, sociales y laborales (Pederson, 2013). La depresión afecta también a todos los órganos así como a todo el cuerpo con consecuencias en la salud del individuo que la padece.
Este un trastorno mental afecta a más de 300 millones de personas en el
mundo, es la primera causa mundial de discapacidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la depresión es la primera causa mundial de discapacidad y puede llevar al suicidio, cada año se suicidan cerca de 800 000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años (OMS, 2017).
Entre sus síntomas se encuentran sentimientos persistentes de tristeza,
ansiedad, o vacío, de desesperanza y/o pesimismo, baja autoestima, culpa, inutilidad, y/o impotencia, Irritabilidad, inquietud; pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes se disfrutaban, incluso las relaciones sexuales. Fatiga y falta de energía; dificultad para concentrarse, recordar detalles, y para tomar decisiones; insomnio, despertar muy temprano, o dormir demasiado, comer excesivamente o pérdida el apetito; pensamientos suicidas o intentos de suicidio, dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, cólicos o problemas digestivos. (Instituto Nacional de la Salud Mental, 2009). Muchas personas con depresión también padecen trastornos de ansiedad, tales como el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la fobia social, y el trastorno de ansiedad generalizada. Las personas que padecen trastorno de estrés postraumático están especialmente predispuestas a tener depresión concurrente (Instituto Nacional de la Salud Mental, 2009).
La depresión puede iniciar en cualquier etapa de la vida, se ha ha asociado a
factores genéticos, factores ambientales y factores fisiológicos. Se presenta con más frecuencia en mujeres que hombres.
Las personas responden diferente a los estímulos ambientales, hay
personas que ante un suceso se pueden deprimir y otras no, que ante la adversidad salen fortalecidos, a esto se conoce como resiliencia. MARÍA DE LOURDES MIRANDA BARRERA. LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA 5° CUATRIMESTRE DEPRESIÓN.
DEPRESIÓN
Existen varios tipos de trastornos depresivos los más comunes son el
trastorno depresivo grave y el trastorno distímico. El trastorno depresivo grave, se caracteriza por una combinación de síntomas que interfieren con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer, y disfrutar de las actividades que antes resultaban placenteras. El trastorno distímico, también llamado distimia, se caracteriza por sus síntomas de larga duración (dos años o más), aunque menos graves, pueden no incapacitar a la persona pero sí impedirle desarrollar una vida normal o sentirse bien. Las personas con distimia también pueden padecer uno o más episodios de depresión grave a lo largo de sus vidas. (Instituto Nacional de la Salud Mental, 2009).
La depresión grave incapacita a la persona y le impide desenvolverse con
normalidad. Un episodio de depresión grave puede ocurrir solo una vez en el curso de vida de una persona, pero mayormente, recurre durante toda su vida.
En la depresión crónica también se han encontrado, alteraciones finas en
ciertas zonas del cerebro, como la corteza prefrontal y el hipocampo. La primera se encarga de funciones como ejecución motora, toma de decisiones, juicio e inclusive influye sobre aspectos morales y éticos; el hipocampo se encarga de la activación y desactivación de redes de neuronas distribuidas por muchas zonas del encéfalo, y se relaciona con los recuerdos.
En la depresión la neurogénesis en el hipocampo se encuentra disminuida,
pero la podemos activar con el ejercicio y la estimulación ambiental. La llamada pseudo demencia del deprimido se explica por el daño que sufre la zona del hipocampo. Estar deprimido es grave, no sólo por el alto riesgo de suicidios que este estado provoca, sino porque a la larga ocurre un deterioro gradual de las funciones mentales (PASCUAL, 2006).
En la depresión se en cuentan disminuidas los neurotransmisores de
monoaminas que son la Norepinefrina (NE), Dopamina (DA) y Serotonina (DA); por lo tanto es importante que las personas con depresión y previa valoración del médico, sean tratadas con antidepresivos. Los antidepresivos llevan a cifras normales estos neurotransmisores, los más comunes son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y entre ellos se encuentran la fluoxetina (Prozac), el citalopram (Celexa), la sertralina (Zoloft), entre otros. MARÍA DE LOURDES MIRANDA BARRERA. LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA 5° CUATRIMESTRE DEPRESIÓN.
CONCLUSIONES
Debido a que la depresión es un problema importante de salud pública, que
afecta a gran parte de la población, además impide un adecuado desarrollo biopsicosocial del individuo que la padece, es importante detectarla debido a que su sintomatología es muy conocida y también puede pasar inadvertida por lo que en algunas ocasiones se determina después de un suicidio.
Es necesario tratar la depresión con terapia psicológica, adecuada a el
paciente, conjunto al tratamiento médico farmacológico, si fuera necesario, ya que como hemos visto se relaciona con alteraciones en el sistema nervioso.
REFERENCIAS
Instituto Nacional de la Salud Mental. (2009). Depresión. Estados Unidos.
OMS. (Febrero de 2017). Organización Mundial de la Salud. Recuperado el 22 de Marzo de 2017,
de www.who.int: www.who.int
PASCUAL, R. J. (Septiembre de 2006). CONACYT. Recuperado el 22 de Marzo de 2017, de Ciencia y