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REFERENTES PARA ABORDAR LA HERRAMIENTA PARA LA VIDA APRENDER A LEER,

ESCRIBIR Y HABLAR CORRECTAMENTE PARA COMPRENDER EL MUNDO EN EL MARCO DE


LA REORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA POR CICLOS

Documento de trabajo1
Elaborado por: Flor Alba Patarroyo2

El propósito de este documento de trabajo es presentar unas líneas de referencia conceptual para la reflexión y
construcción de una propuesta de desarrollo de la herramienta para la vida Aprender a leer, escribir y hablar
correctamente para comprender el mundo, en el marco de la reorganización curricular para la enseñanza por
ciclos, con la intención de generar discusiones entre los maestros que permitan su participación y autonomía en
la elaboración del proyecto curricular integrado con una perspectiva interdisciplinaria y transversal.

En su primera parte se hace una contextualización de esta herramienta y su propósito en el marco de la política
educativa de la Secretaría de Educación del Distrito expresada en el Plan Sectorial. Una segunda parte tiene
que ver con los conceptos de herramienta para la vida y base común de aprendizajes y sus interacciones para
definir su sentido, las estrategias pedagógicas para su desarrollo, y sus conexiones con los proyectos
transversales y con los conocimientos disciplinares. En la última parte de este documento se abordan
elementos conceptuales propios de la herramienta, como son concepciones de lenguaje, lectura, escritura y
oralidad.

Dentro del conjunto de acciones que propone la Secretaría de Educación en el Plan Sectorial con el propósito
de asegurar el derecho a una educación pública caracterizada por la calidad de los aprendizajes de los
estudiantes, se proponen una serie de transformaciones pedagógicas para elevar la calidad, acordes con las
necesidades formativas propias del desarrollo infantil y juvenil, así como para atender los problemas propios de
la desarticulación entre los niveles de educación inicial, primaria, secundaria y media.

Estas transformaciones pedagógicas comprenden dos elementos: condiciones y recursos materiales y las
condiciones pedagógicas; estas últimas se relacionan con los contenidos, métodos de enseñanza, estrategias
pedagógicas, organización escolar, espacios y tiempos escolares, ambientes de aprendizaje y enseñanza, entre
otros. Dentro de las acciones que se desarrollan para llevar a cabo estos propósitos están incluidas la
reorganización de la enseñanza por ciclos y las herramientas para la vida. En la presente reflexión nos
centraremos en la herramienta para la vida Aprender a leer, escribir y hablar correctamente para comprender el
mundo.

Esta herramienta permite desarrollar procesos lecto-escritores en la escuela que facilitan leer y producir textos,
leer imágenes, apoyar y desarrollar la oralidad como fuente de conocimiento así como valorar las tradiciones
culturales y construir valores. La lectura y la escritura son aprendizajes esenciales para acceder a contextos
culturales y para la apropiación social del conocimiento, existe una relación recíproca entre el desarrollo de
capacidades para leer y escribir y el desarrollo del conocimiento de manera significativa, por ello es importante
el abordar estos procesos en todos los ciclos y en todas las áreas.

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Documento elaborado para el desarrollo de Grupos Focales de Lectura, Escritura y Oralidad – Equipo de Calidad
Localidad 4 San Cristóbal
2
Especialista en educación ambiental y en Educación y Desarrollo Social. Docente Investigadora con experiencia en
Educación Rural y Licenciada en Lingüística y Literatura de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Docente
Equipo de Calidad Zona 4.
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Pero, ¿qué son las herramientas para la vida? Son las capacidades, habilidades y actitudes que todos los
seres humanos debemos desarrollar y usar para seguir aprendiendo, para vivir, para saber, saber hacer y saber
ser. Su dominio depende de unos aprendizajes que potencializan su desarrollo; éstos están expresados en la
base común de aprendizajes, entendida como la interacción entre los conocimientos, dominios, habilidades y
valores que los estudiantes de cada ciclo deben desarrollar para continuar con su aprendizaje3. La construcción
de esta base se hace a partir de la caracterización de los estudiantes y del contexto, que permite la
identificación de sus intereses y necesidades de aprendizaje, y de la impronta, expresión de la intencionalidad
pedagógica que proporciona identidad al ciclo; todo ello articulando los conocimientos específicos de las áreas
y los lineamientos curriculares.

La comprensión de estos elementos permite contextualizar e integrar esta herramienta a la propuesta curricular
de las instituciones educativas a partir de la caracterización de los estudiantes y de la impronta de cada ciclo,
buscando su interdisciplinariedad y transversalidad con las demás áreas del conocimiento y con los proyectos
que se desarrollan en los colegios. Esta tarea implica definir el sentido y la base común de aprendizajes de la
herramienta para la vida Aprender a leer, escribir y hablar correctamente para comprender el mundo en cada
uno de los ciclos, incluyendo los presupuestos propios del área de lenguaje planteados en los Lineamientos
Curriculares, así como la revisión y análisis de conceptos y perspectivas que la soportan como fuente de
conocimiento, de valoración cultural y de construcción de valores, ya que la lectura y la escritura son
aprendizajes esenciales para acceder a los diversos contextos culturales y para la apropiación social del
conocimiento.

El desarrollo concreto de esta herramienta en la vida escolar debe estar orientada al logro de propósitos como:

 Reconocer el valor cultural y social de la lengua para interactuar y construir conocimientos.


 Utilizar diversos lenguajes para participar en diferentes contextos culturales.
 Fortalecer la capacidad crítica frente a los medios de comunicación.
 Alimentar el sentido estético y la sensibilidad por el lenguaje artístico.

Lenguaje y cultura

El lenguaje es una dimensión de lo humano, está ligado a la vida y a la acción social de las personas, es el
lugar de intersección de elementos sociológicos, sicológicos e ideológicos; es una manifestación cultural
diferenciadora de las particularidades de las condiciones históricas y sociales en una ápoca determinada.

Para Vygotsky, el lenguaje es una manera de ordenar nuestros propios pensamientos sobre las cosas y el
pensamiento, es una forma de organizar la percepción y la acción (el pensamiento y el lenguaje fluyen juntos),
el lenguaje interior es un proceso regulador, es un productor de conciencia, es una herramienta y tiene unas
reglas de uso.

El lenguaje es el punto de referencia. Actuamos en contextos compartidos con otros hablantes, muchos de los
enunciados, palabras y expresiones que utilizamos adquieren significado en estos contextos particulares, las

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Documento de trabajo HERRAMIENTAS PARA LA VIDA Y BASE COMÚN DE APRENDIZAJE EN EL MARCO DEL
REDISEÑO CURRICULAR PARA LA ORGANIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA POR CICLOS Ana Virginia Triviño R.
Coordinadora equipo calidad Zona 4.

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palabras por tanto están sujetas a la polisemia, adquieren sentido y significado en situaciones concretas de uso
y permiten crear realidades propias, generar y trasmitir cultura. El significado se construye como un hecho
público; por ello las pautas culturales determinan las acciones, las prácticas cotidianas de las personas. Es en
esa actuación donde se manifiestan quiénes son y su manera de comprender las acciones de los otros. Cuando
aprendemos a usar el lenguaje estamos aprendiendo nuestra cultura y cómo expresar nuestras intenciones de
acuerdo con ella.

La enseñanza del lenguaje se ha centrado en los conocimientos y habilidades para aprender a leer y a escribir y
es instrumento fundamental para acceder al conocimiento y a la cultura; ese aprendizaje se desarrolla
fundamentalmente en la Escuela como imperativo y como un derecho. El proceso de lecto-escritura requiere de
procesos y mecanismos culturales, que tienen una función y además es adquirido. La sociedad históricamente
lo ha valorado en alto grado porque se constituye en referente social (sociedades letradas igual progreso).
Aprender a leer y a escribir se da en dos ámbitos: en la Escuela (procesos cognitivos para construir significado)
y en la cultura cotidiana (construcción de valores, selección de contenidos para construcción de sentido y
referentes compartidos que consolidan la identidad de un conglomerado); no obstante en las dos últimas
décadas se han dedicado esfuerzos considerables al análisis de la enseñanza del lenguaje en estos ámbitos y
la conclusión es que, en lugar de converger, se han distanciado notablemente.

Se han pasado por una gran variedad de enfoques: de destrezas, cognitivo, histórico-cultural; la perspectiva
histórico-cultural apunta hacia la adquisición de diversos sistemas simbólicos y el uso de determinadas
herramientas culturales tienen efectos en las competencias y en los modos de pensamiento y funcionamiento
psicológico. En este marco McLaren propone tres elementos para considerar a un sujeto letrado: el funcional, el
cultural y el crítico. El funcional porque se ocupa de los procesos cognitivos para conocer el propio sistema
simbólico; el cultural se ha preocupado por los contenidos y tradiciones en los que el lenguaje adquiere sentido
y el crítico tiene que ver con el análisis ideológico de las formas de mediación que la cultura utiliza para formar
ciudadanos, utilizando los medios de comunicación para reforzar este propósito. Estos elementos permiten un
trabajo más centrado en la cultura y en los factores externos de la Escuela y más cercanos también a las
necesidades e intereses tanto de estudiantes como de maestros

En este sentido es importante comprender y analizar los diferentes lenguajes y culturas de hoy y sus efectos en
la formación de los estudiantes; mientras la Escuela prepara para ciertos contenidos y lenguajes, la cultura de
masas le ofrece a los sujetos otras posibilidades de sistemas de significado (lenguaje) y de sentido (cultura),
donde predomina el plano viso-motor sobre el de la presentación-representación. Podríamos decir que el
discurso de las actuales generaciones es viso-situacional-verbal y no lecto-verbal. El currículo se basa en la
adquisición de códigos (disciplinas) con sentido acumulativo, la escuela dice cosas que los estudiantes
consideran ciertas, pero que no son reales, no tienen significado para la vida, los medios masivos muestran
cosas reales, aunque no sean ciertas. Esta paradoja es aceptada por la Escuela, es decir, se da por sentada
esta división del trabajo; por una lado la Escuela se especializa en una especie de tecnología cognitivo-verbal
(el saber simbólico y la construcción de significado) y, por el otro, acepta que la cultura extraescolar a través de
los medios de comunicación se encarga de la construcción de sistemas simbólicos y de sentido. Pero ¿qué
implicaciones tiene esto? La Escuela no aporta sentido (cultura) y la calle no aporta significado (lenguaje). Hay
un distanciamiento; la una no quiere tener nada que ver con la otra. Esta situación exige búsqueda de
alternativas que permitan integrar estos dos componentes, con la intención de preparar a los estudiantes para
usar y dominar los nuevos formatos y sistemas simbólicos hechos con estructuras multicódigos y multilenguas,
con el propósito de integrar la cultura real con la cultura formal (o científica) en el contexto del currículo. Por
estas razones adquiere especial sentido desarrollar la herramienta Aprender a leer, escribir y hablar
correctamente para comprender el mundo, dado que los estudiantes requieren interactuar socialmente en

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distintos contextos escolares, familiares, laborales, sociales, culturales, etc., y con ello la Escuela responde a
una necesidad apremiante del momento actual.

La oralidad

Antes de acceder la comunicación lingüística el niño es capaz de conocer aspectos de su entorno tanto físico
como social y se puede comunicar con quienes le rodean a través de los gestos. Aprender a hablar es aprender
a utilizar la lengua para lograr resultados sobre las personas y el mundo que lo rodea.

La comunicación humana fue primero oral y, muchos miles de años después, surgió la escritura; el diálogo es
su manifestación más original, ello implica la presencia física del emisor y del receptor, ubicados en un tiempo y
en un espacio, en el que los interlocutores, alternadamente, desempeñan los dos papeles. En este discurso oral
no sólo intervienen enunciados lingüísticos, sino que van acompañados de cargas emotivas y afectivas del
emisor, las pausas, los ritmos, las modulaciones de la voz, lapsus, interrupciones, silencios, movimientos de los
ojos y del cuerpo, todo ello aporta significado que puede ser complementario o contradictorio a lo que se habla.
A diferencia del discurso escrito, en el oral su recepción es simultánea con la emisión, en un contexto de
presencia física de ambos interlocutores. Pero se da el discurso oral también sin la presencia física de sus
protagonistas, en una conversación telefónica, en los medios de comunicación, lo cual cambia las
circunstancias de la comunicación.

El niño adquiere primero el lenguaje oral y produce también discursos únicamente orales; el contexto familiar es
el lugar de dicho aprendizaje, no sucede lo mismo con el aprendizaje de la lectura y la escritura, cuya
responsabilidad social se le asigna a la Escuela.

Por esta razón la Escuela da poca importancia a la oralidad y centra su acción en la lectura y la escritura,
argumentando el poco dominio que tiene el niño de estas habilidades; es más, debe aprender a hablar igual que
como escribe. Son pocos los espacios comunicativos que ofrece la escuela para construir y escuchar la voz de
los estudiantes, por tanto esta habilidad no se evalúa. También existe un constante rechazo de los códigos
utilizados por los estudiantes, pero es a partir de su reconocimiento que se da el conocimiento de la lengua
estándar. Es tarea de todos los docentes y áreas facilitar los espacios de los actos de habla, para construir y
desarrollar la oralidad.

Un acto de habla es un tipo de acción que implica el uso de reglas de la lengua materna y el compromiso con el
entorno. Un acto de habla puede ser solicitar información, ofrecer, disculparse, expresar indiferencia, expresar
agrado o desagrado, amenazar, invitar, rogar, etc.

El acto de habla consta de tres factores elementales:

 Acto locutivo: es la idea o el concepto de la frase, es decir, aquello que se dice.


 Acto ilocutivo: es la intención o finalidad concreta del acto de habla.
 Acto perlocutivo: es el (o los) efecto(s) que el enunciado produce en el receptor en una determinada
circunstancia.

Los actos de habla ilocutivos pueden ser clasificados según su intención o finalidad, así:
 Actos asertivos o expositivos: el hablante niega, asevera o corrige algo, con diferente nivel de certeza
 Actos directivos: el hablante intenta obligar al oyente a ejecutar una acción.
 Actos compromisorios: el hablante asume un compromiso, una obligación o un propósito.
 Actos declarativos: el hablante pretende cambiar el estado en que se encuentra alguna cosa.
 Actos expresivos: el hablante expresa su estado anímico.
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El desarrollo de esta habilidad implica crear espacios en la escuela con el fin de garantizar el uso de la oralidad
como la posibilidad para que los estudiantes interactúen en distintos contextos, dentro y fuera de la escuela,
para resolver conflictos dentro del respeto y la diferencia, para permitirles la participación, la autonomía y la
capacidad de concertar.

La escritura

Las Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC) ofrecen nuevos espacios para desarrollar la
habilidad de la escritura, son las nuevas herramientas que posibilitan a los estudiantes la construcción de
textos; por ejemplo el “Chat” ofrece un contexto comunicativo que requiere del uso de la escritura, del manejo
de las reglas de la lengua materna, pero también obliga al reconocimiento y utilización de otros códigos, del
lenguaje icónico; este lugar los motiva a escribir, de hecho los estudiantes escriben más a través de este medio,
que en las clases donde los recursos son el cuaderno y el lápiz.

El uso de esta herramienta les facilita la búsqueda de información, la argumentación de sus opiniones, la
socialización, la discusión, todo esto requiere del uso de la escritura como elemento fundamental para
comunicarse. Este contexto nos permite entender por que la escritura es un acto individual, ya que el sujeto
pone de manifiesto sus conocimientos, capacidades, intenciones e intereses para producir significados; pero
también es un acto de carácter social en tanto que, por un lado, se escribe para alguien y por otro, el entorno
socio-cultural influye en esos propósitos comunicativos.

Abordar la escritura hoy tiene que ver con la prioridad de enseñar a producir textos, unidades significativas con
una estructura de acuerdo con su tipología. Ello implica algunas condiciones, a saber:

 Representar una situación comunicativa y el tipo de texto que se va a producir.


 Recurrir a los conocimientos lingüísticos y culturales que nos proporcionan información.
 Elaborar un plan de escritura (objetivos, qué quiere decir).
 Redactar.
 Revisar y corregir. Cohesión: manejo de signos de puntuación, uso de conectores, léxico; coherencia:
estructura textual, información, argumentación, recursos (citas, estadísticas, orden espacial, temporal);
adecuación: manejo de ortografía y manejo de las normas de funcionamiento del idioma.
 Proceso de evaluación: de acuerdo con las diferentes edades y desarrollo de las capacidades de los
estudiantes, tener en cuenta la finalidad del texto y el estilo utilizado.

La lectura

La lectura es un proceso muy complejo que requiere el conocimiento de la lengua, la cultura y el mundo. Como
práctica socio-cultural permite a los estudiantes interpretar y comprender significados, así como establecer una
relación comunicativa entre un lector que posee saberes, experiencias y un texto como unidad significativa. Ese
diálogo facilita interrogar el texto para poder develar las intencionalidades, identificar las características del texto
de acuerdo con su tipología, con su contexto, reconocer su estructura, relacionarlo con otros textos y con los
saberes previos, tomar posición crítica frente a lo leído.

Durante este proceso algunos procesos mentales son necesarios por ejemplo: analizar, relacionar, comparar,
sintetizar, predecir, anticipar y verificar información.

La lectura de un texto implica varias etapas:

 Percepción de signos gráficos.


 Decodificación
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 Comprensión. (Inferencias)
 Retención.
 Evocación.

¿Qué leer?

Literatura

Una tarea fundamental en el aula es propiciar espacios para que los estudiantes, de acuerdo con sus edades,
desarrollen gusto y amor por la lectura a través de la literatura, porque ésta representa la sensibilidad, la
estética, facilita la creación de mundos posibles y permite el acceso a los terrenos de la ensoñación; es un viaje
a través de los tiempos, de las culturas, de geografías, que permiten a los estudiantes soñar y establecer
diálogos con el mundo y con las cosas.

Un factor para motivar a los estudiantes a adentrarse en el mundo de la lectura es poder escuchar a sus
maestros leer en voz alta. El tono de voz, la entonación, la pasión con que se lee, desarrolla el gusto por la
lectura; ofrecer diversos tipos de textos, propiciar momentos y diversidad de libros, utilizar la biblioteca, son
algunas estrategias que nos ayudan para formar estudiantes lectores.

La realidad

También podemos leer la realidad; este es un ejercicio para aprender del mundo, para desarrollar la capacidad
crítica, para fomentar la necesidad de actuar y de comprometernos en diferentes realidades.

Los medios de comunicación

Igualmente podemos leer los medios de comunicación, los discursos que fluyen a través de éstos, deben ser
objeto de estudio, análisis y discusión en las clases; los modelos de vida y de sociedad, los valores y principios
que comunican los medios tienen efectos en la formación y en la manera de pensar de la gente. Es importante
realizar una reflexión sobre cómo utilizan los medios de comunicación la información para influir en nuestra
formación y maneras de pensar y actuar con el fin de proporcionar elementos que ayuden a la formación de la
capacidad crítica de los estudiantes.

A manera de conclusión, los referentes para desarrollar la herramienta que tiene que ver con la lectura, la
escritura y la oralidad para la comunicación y apropiación de la cultura, la interacción social, el manejo de la
información, los valores para convivir y participar, están dados en los diferentes niveles de la lengua: la
lingüística, la literatura y la comunicación, desarrollados a través de las habilidades comunicativas (leer, escribir,
hablar y escuchar). Estos elementos, la caracterización de los estudiantes y la impronta de cada ciclo son el
marco para la construcción de la base común de aprendizajes para cada uno de los ciclos, la cual a su vez se
convierte en la plataforma para la construcción de los logros e indicadores con los cuales se realiza el proceso
de evaluación.

BIBLIOGRAFÍA

Lozano, Jorge Et Al (1999). Análisis del discurso. Madrid, Cátedra, 6 ed.

Bruner, Jerome (1994). Realidad Mental y mundos posibles. Barcelona, Gedisa, 2 ed.

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