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A propósito del obituario de Octavio Paz escrito por Carlos Monsiváis, el filósofo Bruno Bosteels reconstruye la intención de Paz para conectar, vía el joven Marx, los acontecimientos de 1968 con la propuesta de una política en subjetividad, más allá de las restricciones del Estado.
A propósito del obituario de Octavio Paz escrito por Carlos Monsiváis, el filósofo Bruno Bosteels reconstruye la intención de Paz para conectar, vía el joven Marx, los acontecimientos de 1968 con la propuesta de una política en subjetividad, más allá de las restricciones del Estado.
A propósito del obituario de Octavio Paz escrito por Carlos Monsiváis, el filósofo Bruno Bosteels reconstruye la intención de Paz para conectar, vía el joven Marx, los acontecimientos de 1968 con la propuesta de una política en subjetividad, más allá de las restricciones del Estado.
En el ltimo nmero de Letras Libres (abril de 1999), en la seccin especial
dedicada a Octavio Paz, Carlos Monsivis intenta reabrir el dilogo de este poeta con la izquierda. Incluso tratndose de un lector tan asiduo como ste, no deja de sorprenderme una extraa omisin, la cual resulta ya tan comn en los comentarios sobre el compromiso poltico del poeta como para dar lugar a un verdadero malentendido. Me refiero al poema escrito por Paz en ocasin de la matanza en Tlatelolco y enviado, inmediatamente despus del 2 de octubre 1968, a la redaccin de La Cultura en Mxico desde la India. Que yo sepa, hasta hoy nadie ha llamado la atencin sobre el hecho de que la verdadera parte rescatable de este poema desde la izquierda no es una contribucin original de Paz sino una cita directa de Marx. En 1843, anticipando las grandes conmociones que cinco aos despus sacudieran a toda Europa, Marx intercambia una serie de cartas con Ruge en una correspondencia en la que luego participara tambin Bakunin. En estos aos el futuro autor del Manifiesto del Partido Comunista est viviendo fuera de su pas, pero an as siente vergenza nacional por el estado en que se encuentra Alemania. Lo que observa Marx desde Holanda, en este sentido, es perfectamente aplicable a la situacin en Mxico que vive Paz, en 1968, desde la distancia en la India (cito la traduccin de Wenceslao Roces en el volumen Escritos de juventud de Marx editado por el FCE):
Ha cado el ostentoso manto del liberalismo y el ms odioso de los despotismos
se ha desnudado ante los ojos del mundo. Es tambin una revelacin, aunque invertida. Es una verdad que, por lo menos, nos ensea a conocer la vaciedad de nuestro patriotismo y el carcter antinatural de nuestro Estado y a encubrir nuestro rostro. Me mirar usted sonriendo, y me preguntar: Y qu salimos ganando con ello? Con la vergenza solamente no se hace ninguna revolucin. A lo que respondo: la vergenza es ya una revolucin; fue realmente el triunfo de la Revolucin Francesa sobre el patriotismo alemn, que la derrot en 1813. La vergenza es una especie de clera replegada sobre s misma. Y si realmente se avergonzara una nacin entera, sera como el len que se dispone a dar el salto. En "Intermitencias del Oeste (3)", poema recogido en el libro Ladera este, Paz traduce las ltimas dos frases de este fragmento, indicando claramente su carcter de cita al ponerlas en letras cursivas. Monsivis simplemente omite esta indicacin tipogrfica para luego atribuir la cita al poeta mexicano: Paz, embajador de la India, renuncia ese da al cargo y escribe un poema: "La vergenza es ira/ Vuelta contra uno mismo:/ si/ una nacin entera se avergenza/ es len que se agazapa/ para saltar".
Hoy da sera un ejercicio interesante, adems de provocador, volver a leer
toda esta extraordinaria correspondencia de Marx. Estas cartas deben haber sido lectura predilecta no slo de Paz, sino tambin de figuras como Jos Revueltas o Jacques Lacan. En cuanto a este ltimo, pienso sobre todo en lo que dice sobre el papel de la vergenza en un contexto revolucionario, en el seminario de 1969-1970, El reverso del psicoanlisis (Paids, 1992). Revueltas, por ejemplo, usa otra imagen de las cartas de Marx, la de la matanza de los locos, por ejemplo, en varios fragmentos de la reciente reedicin Jos Revueltas y el 68 (UNAM, 1998). La revelacin tanto de las cartas originales como de sus reelaboraciones posteriores consiste, sin duda, en el intento de acercarse en interioridad a la poltica como un ejercicio del pensamiento con caracteres propios, irreductibles a los aparatos del Estado. Paz, al igual que Lacan o Revueltas, debe haber captado en esta correspondencia el pulso de una poltica vivida desde la subjetividad, con vergenza o con tenacidad pero tambin, como en el caso del poeta mexicano cuya muerte acaba de conmemorarse, con la negra bilis de la melancola. No deja de ser curioso que Paz, justo cuando reafirma su afn de libertad en contra de cualquier dogmatismo autoritario, incluyendo los presuntos excesos de la izquierda en aquellos aos, encuentre una de sus imgenes ms memorables entre los escritos del joven Marx. -