adolescencia resulta insoslayable: es que los trabaos psiquocos que se atraviesan en esta etapa no son menores en mportancia que los encuentros con los padres, quienes 111trodU)eron desde el ll'llCIO marcas 1mbomlbles. La pubertad remodela las estrutturas psquicas previamente consoltdadas en el seno de la fam1ba, y eDo abre un gran campo de pos1b1hdades para producir una reestructuracln de la subJet1vidad, que puede as no quedar entrampada en los mandatos familiares. Esta suerte de oportunidad supone un desafo no slo para los adolescentes -<1uienes atraviesan, expresa o silenciosamente, una etapa 'turbulenta. plena de incertidumbres, radicalizac1ones, decepciones, fobias-, sino tambin para el trabao teraputico, al que le plantea una doble tarea: la de indagar en los procesos psquicos que se ponen en uego ~a comJ)le11dad de los contenidos 111Conscientes, las eX1genc1as del supery, los modelos tdenbficatonos y los ideales del yo, entre otras variables-, asi como la de comprender las nuevas subjetividades que se modelan hoy a la luz de las aceleradas translormaclOlles en los valores, los ideales, las modas y los cdigos. Ambas tareas exigen del psieoanahsta una permanente actuahzac1n, y tal vez sea ello lo que torna la expertenc1a teraputica tan apasionante. Este libro no supone un lector univoco. Adems de los psicoanalistas, tambin los padres, los educadores, los agentes de salud mental, entre otros, se enfrentan a la tarea de comprender, dar cauce y generar condiciones de creatividad all donde los adolescentes ven abnrse un abismo Y de lo que estos adultos comprendan y hagan tambin depender que el camino que los venes benen por delante se resuelva sabsfactonamente. es decir, devenga crecmoento, reelaboracin producbva, surgimiento de pos1bdtdades.