Вы находитесь на странице: 1из 130
to de la comprensién que tiene lugar en-las ciencias del espiritu vale Ja idea de que la estructura del estat ahi es proyecto atto- —jado,-y- que. ¢l-estar-ah{-es,-en-la_realizaci6n. de-su-propio-ser,- comprender. La estructura general de la comptensién alcanza su concrecién en la comprensién histérica en cuanto que en la comprensién misma son operantes Jas -vineulaciones conctetas de costumbre y tradicién. y las correspondientes posibilidades del propio futuro, E] estar ahi que se proyecta hacia su poder - ser es ya siempre «sido», Este es el sentido del factum existen- cial del arrojamiento. El que todo comportarse libremente tes- pecto a su ser carezca de la posibilidad de retroceder por detr4s de la facticidad de este set, tal es el quid de fa hermenéutica de Ja facticidad y de su oposicién a Ja investigacién trascendental de la constitucién en Ja fenomenologia de Husserl. El estar ahi encuentra como un presupuesto itrebasable todo lo que al mismo tiempo hace posible y limita su proyectar, Esta estruc- tura existencial del estar ahi tiene que hallat su exptesién tam- bién en la comprensiéa de la tradicién histética, y pot eso se~ guiremos en primer lugat a Heidegger *. ay go A OT GERS 43, CE, infra, Bxeusso Il, 330 _U, FUNDAMENTOS PARA UNA TEORIA DE LA __EXPERIENCIA HERMENEUTICA 9 La historicidad de la comprensién como principio hermenéutico 1. El cicculo hermenéutico y el problema de los prejuicios a) El descubrimiento de la preestructura de la comprensién por Fleidegger Heidegger sélo entra en ta.problemitica de la hermenéutica y_crlticas histér’ on_el fin de desarrollar a partir de ellas, desde el punto de vista ontoldgico, ia | preestructut Ja rensién +, Nosotros, por el contrario, i tidn de cémo, una vez boerada de las inhibiciones ontoldgicas del concepto cientifico de la verdad, la hermenéutica puede hacer justicia a la historicidad de Ja comprensién. La autocompren- sién tradicional de la hetmenéutica reposaba sobre su caracter de preceptiva®. Esto vale incluso para Ja extensién diltheyana 1. M, Heldegger, Som wud Zeit, p. 312 s. 2. CE. Fr, Schleiermacher, Flermeneutié: Abbandiungen der Hei- delbecger Akademie 2 (1959), que confiesa expresamente su adhesion al viejo ideal de Ja teoria del arte. CF. p. 127, nota: «...detesto el que la teo- ria se quede simplemente en Ja naturaleza y en los fundamentos del arte del que ella es objeto, 331 J de !a hermenéutica como orgaton de las ciencias del-espiritu. Puede parecer dudoso que exista siquieta tal preceptiva de la comprensién; sobte esto volveremos mds tarde. Bn_todo caso cabe prepuntarse qué consecuencias tiene para la hermenéuticg espu cle je Heidegger derive la estructura circular de. "14 Comp: a partir de la” temporalidad del estarabl. Estas consecuencias no necesitan ser tales que una nueva teorla sea aplicada a la praxis y ésta se eyerza por fin de una manera distinta, adecuada a su arte. Podrian también consistir en que la autocomprension de la comprensién gercida normalmente sea corre- gida y depurada de adaptaciones inadecuadas: un proceso que sdlo indirectamente beneficiaria af arte del comprender. Pot ello volveremos ahora a Ja descripcién de ‘Heidegger del cizculo hermenéutico, con el fin de hacer fecundo para nuestro ropdsito el nuevo y fundamental significado que gana aqui la estructura circular, Heidegger escribe: El clreulo no debe ser degradado a circulo vicioso, ni siquiera a uno permisible. En é! yace una posibilidad positiva del conoci~ miento més otiginario, que por supuesto sdlo se comprende teal- mente cuando la-interpretacién ha comprendido que su tarea pri- mera, ultima y constante consiste en no dejarse imponer nunca por ocurtencias propias © bot conceptos populares ni la posicién, ni le previsi6n ni la anticipacidn 3, sino en asegurar Ia elaboracién del tema cientifico desde la cosa misma. Lo que dice aqui Heidegger no es realmente una exigencta a Ja praxis de la comprensién, sino que més bien describe la forma de realizar la misma interpretaci6n comprensiva. La te- flexién hermenéutica de Heidegger culmina menos en demostrat que aqui esté contenido un circulo que en hacer ver que este citculo tiene un sentido ontolégico positive, La descripcién como tal sera evidente para cualquier mtérprete que sepa lo que hace *\ Toda interpretacién correcta tiene que protegerse ee 3. Vorbabe, Vorsicht und Vorgriff, Viteralmente «lo que se tiene pre- viamente como dato y proyecto, lo que se prevé, y el modo como se pro- ‘yecta encarar el tema o Jos conceptos desde los que se pretende acercarse a él». Bl original, en atas del juego de palabras planteado por la teiteraci6n del prefijo vor—, «pre—», presenta una cierta indeterminacién del sentido concreto en que deben tomarse estos términos. Nuestra traduccién no ha podido cvitar alguna patcialidad al conservat siquiera una resonancia de Ja literalidad de la expresion (N. del T.). 4, CE. por ejemplo la desctipcién de B, Staiger, en Die Kunst \der Interpretation, 11 8, que concuerda con esto. Sin embargo no podria estar de acuerdo con su formulacién de que el trabajo de 1a ciencia de 1a Htetg- tusa edlo comienza «cuando estamos ya dezplazados a la situacién de un 332 contra la arbitrari jas_y itacion detos-hi imperceptibles del’ pensar, y orientar su. mitada «a la-cosa~mismay (que en, logo son textos COM séiitido, que tratan a su vez de cosas J Este dejarse determinar asi por la cosa misma no es evidentemente para el intérprete una «buena» decisién inicial, sino verdaderamente «la tarea primera, cons- tante y ultima». Pues lo que importa es mantener fa mirada inten en atenta a la cosa alin @ través de todas tasdesviaciom ie SE ve consta: ido ‘el “intérprete en. sus propias ocutrencias, ET que quiere comprender un texto tes- lies stains um peoecnii. “Tan pronte-como aparece-cn el texto 4s primer sentido, el intérprete- prosects enscenid _un sentido * dei todo. Naturalmente que el sentido sélo se manifiesta por- que ya tino lee el texto Tesde determinadas expectattvas rela- cionadas a su vez con algun sentido determinado. La compren- Siép_de_lo- que-pone-cf_el tento-consiste precisamente-cn. la elaboracign de este proyecto previo, que pot supuesto tiene que \ ir siendo_constantement risado én base. Re te- sultando_conforme Se. | penetracion. ido. Esta desctipcion es, desde lego, una abreviacién simplista. Pues toda tevisién del ptimer proyecto estriba en Je posibilidad de-anrticipat-~un.-auexo proyecto des 0; 6s muy posible que diversos proyectos de elaboracién fivalicen unos con otros hasta que pueda establecerse unfvocamente la unidad del sen~ tido; 1a~interpretacién-empieza_siempre..con.conceptos-previos que. ‘tendris.-sne.set_sustituidos Ptogresivamente por otros més adecuados. Y es todo este -Conistatite teptoyectar, en el cual consiste el movimiento de sentido dei comprender e inter- pretars ‘lo que constituye el proecso que desctibe Heidegger. que.intenta-comprender esta expuesto,a-los-crrores-de-opt- - niones_previas que_n0. se_c Elaborar | tividad que ja mn que obtienen las opi- nuones previas a lo largo de su elaboracién. Pues gqué otra cosa es la arbitratiedad de las opiniones previas inadecuadas sino que en el proceso de su aplicacién acaban aniquil4ndose? La-cosh- prensidn.sdlo alcanza sus verdaderas posibilidades cuando las) Opiniones pr Coit las-que"se"inicia-no-soni atbitrarias. Por ¢ - ~ — lector contemporaneo». Esto no lo estatemos nunca, y sin embargo dremos siempre entender aunque no realicemos jam4s una ¢asimilacl6n petsonal o temporal» firme. Cf. también infra, Excurso IV. 333 : eso es importante que el intérprete no se dirija hacia los textos directamente, desde Jas opiniones previas que le subyacen, sino-que examine: tales-opiniOnes:en-cuanto~a-su-lepitimacién, esto es, ef cuanto a su origen y validez. Esta exigencia fundamental debe pensarse como Ja tadica- lizacién de un procedimiento que en realidad siempre estatios desarrollando cuando,comprendemos algo. Frente a todo texto nuestra tarea es no introducir directa y acriticamente nuestros propios hébitos lingiiisticos —o en el caso de las lenguas ex- tranjeras aquél que se nos haya hecho familiar a través de auto res 0 de un ejercicio m4s o menos cotidiano—. Por el contrario, ~teconocemos-eome.tatea-nuestia-el at_-la-comprensigo_cel texto sdlo -el h4bito-lingiiistico de su tiempo o de su autor. faturalmente, el problema es cémo puede satistackrse esta exi- gencia general. Concretamente en.el Ambito de Ja teorla del significado hay que contar com6.factor de resistencia con el cardcter inconsciente de los propios hdbitos lingiifsticos. «Cémo es posible hacerse cargo de jas diferencias entre el uso lingiils- tico acostumbrado del texto? En general podrdé decirse que ya la experiencia del choque con um texto —bien porque en principio no da sentido, bien porque su sentido no concietda con nuestras propias expec- tativas— es lo que nos hace deteriernos y atender a la posi- bilidad de una diferencia en el uso del Jenguaye. Es una presu- . posicién-general-que-todo el que habla Jami lengua emplea ~tes-palabras_en_el_senti e.2_uaal iliar; esta présu- posicién sdélo se vuelve dudosa en determinados casos concretos. lo mismo ocurre en el:caso de las lenguas exttanjeras: en ge* feral uno supone que las conoce en su uso més O menos gene- talizado, y tiende a presuponer la constancia de este uso cuando se acetca a un texto cualquiera, Y. to. que afirmamos ecto a las opiniones previas .con- tenidas en el hdbito lingii{stico vale también para las opiniones de contenido con las que nos acetcamos a los textos y que cons- tituyen nuestra precomprensién de los mismos. También aqui se plantea el problema de cémo hallar Ja salida del citculo de las ptopias posiciones preconcebidas. No se puede en modo al- guno presuponer como dato general que lo que se nos dice - desde un texto tiene que poder integratse sin problemas en las propias opiniones y expectativas. Por el contratio, lo que nos icho_por 334 NN. atoca. Sat¢su no nkbte er o NP heater onbp nae oh 6D st no mY ton misma pero no necesariamente de que la comparta. Sin embar- O esta presuposicidn ho representa una -condiciéi que faci- ite 1a-comprensién, sino—mds=bien-una-nucva-dificultad,- ya- ue las opiniones previas que determinan mi comprensién pue- den continuar completamente inadvertidas. Y si motivan malen- tendidos, gcémo setia’ posible llegar siquiera a percibir éstos en relacién con un texto que no estd capacitado para responder ni objetar? ¢Cémo puede protegetse a un texto previamente res- pecto a los malentendidos? Sin embargo, examindndoto mds de cerca, tampoco las opi- ajones pueden ser entendies de na man enteamnene bitearia, Tgbal que no es posible mantener mucho tiempo una cOmiprensién incorrecta de un hébito lingiiistico sin que se desttuya el sentido det conjunto, tampoco se pueden mante- ner a ciegaé las propias opiniones previas sobre las cosas cuan- do se comprende Ja opinién de’otro. Cuando se oye a alguien _ © cuando se emptende una lectura no es que haya que olvidar todas las ‘opiniones previas sobre su contenido, o todas Jas posiciones propias ue se exige es si abjer- toa la opinién del otro oa la del texto Pero esta apertura implica siempre que se pone la 6 del otto en ‘alguna clase de relaci6n con el conjunto de las opiniones propias, 0 gue uno se pone en cierta relacién con Jas del otro. Claro que jas opiniones son posibilidades variadas y cambiantes (en com- paracién con Ja univocidad de un lenguaje o de un vocabula- tio), pero dentro de esta multiplicidad de lo opinable,_esto es, de acbals a 4 Ne uefle encontrar sentido yque-en ncia puede esy rar, no todo es osible, el que pasa intone Tedlitente eamspe de largo por lo que-élstto esta "di >_fealmente tampoco podxArent iilfimo. extremo_1niéarar pot enter lo que entendis * mal en sus_propias y.yatiadas expectativas.de.sentido. Por eso también operan unos ciertos patrones| La area hermenéutica se convierde. wi. hartearnie H00, 2 Siempre: determinada en patte por ‘Are Con ello la SET heme tica gana un suelo firme bajo sus pies. El que quiere compren- der no puede entregarse desde el principio al azar de sus pro- pias opiniones previas e ignorar lo mds obstinada y conse~ cuentemente posible la opinién del texto... hasta que éste final- mente ya no pueda ser ignorado y dé al traste con su supuesta maprensién. El que quiere comprender un texto tiene ape ‘estar en principio dispuesto a dejarse decir algo por élQl concienci: menéuticamente tiene que-mestrarse te- ceptiva desde el principio para la alteri texto] Pero esta teceptividad no presupone ni «neutralidad» frente a las cosas 335 ni tampoco autocancelacién, sino que incluye una i ar » \cotpotacién_de_las_propias opiniones previas_y- preinicios. Lo, ae importa es hacerse catgo de las propias anticipaciones, con fin de que el texto mismo pueda presentdtse en su alteridad y obtenga asi la posibilidad de conftontar su verdad objetiva con las propias opiniones previas. pos Heidegger oftece una descripcidn fenomenolégica comple- tamente cortecta cuando descubte en el presunto «leet lo que pone» la preestructura de la comprensién. Oftece también un ejemplo para el hecho de que de ello se sigue una tarea. En Sor y tie#fo concteta la proposicién universal, que él convierte en problema hermenéutico, trasportandola al problema del set 5, —Con-el-fin-de-explicitar_ia situaci6n hermenéutica del problema -el_set-segin~pesicidn, prevision y_anticipacién, examina la .cuestion que él plantea a la metaflsica -copttpatindola. critica mefité_con-hitos~esenciales~de-la_historia~de-la-metafisica, Con ello no hace en el fondo sino lo que requiere la conciencia histérico-hermenéutica en cualquier colt Ina.comprensién le- vada _a cabo desde una conciencle metédica intentard siempre no llevar_a_término directamente_sus_anticipaciones sino mas JBién_hacerlas_conscientes pata poder controlarlas ar_ast _Uns_somprension~cost : is_cosas_mismas] Esto es lo que Heidegger quiere decir cuando requiere que el tema cien- tifico se «asegure» en las cosas mismas mediante ia elaboracién. de posicién, ptevisién y anticipacién. En consecuencia no se trata en modo alguno de asegurarse a si mismo contra la tradicién que hace oir su voz desde el texto, sino, por el contrario, de mantener alejado todo lo que pueda dificultar el comprenderia desde Ia cosa misma. Son_les ptejuicios~no "péetcibides—los-que-con-su..dominio nos vuelven sordos-hacta~lacosa-de_que nos habla la tradicién. El razona- miento de Heidegger, segiin el cual en el concepto de fa con: ciencia de Descartes y en el del espititu de Heget sigue domi- nando la ontologia griega de Ja sustancia, que interpreta el ser como ser actual y presente, va desde luego mis all4 de la auto- comprension de la metaf{sica moderna, pero no atbitrariamen- te, sino desde una «posicidn» que en realidad hace compren- sible esta tradicién poraue descubte las premisas ontoldégicas del concepto de subjetividad. Y a la inversa Heidegger des- cubte en la ctitica kantiana a la metafisica «dogmatica» la idea de una metaffsica de la finitud en la que debe convalidatse su ptopio ptoyecto ontolégico. De este modo «asegura» el tema 1, Sein und Zeit, 312 5. ciéntifico introduciéndolo_y poniéndolo en juego en la com-— prensién de ta tradicién, En esto consiste la conctecién de ia conciencia histérica de la que sé trata en ei comprender. ~"Sélo-este-zeconocimniesto del. eatdetet esenealmen ¢. pte- pion de ode compreniga confer a Siblens heme tica toda Ip agad imensién. Medido_por este patrén Se-yuclve clato-que. ef historicitia, ese a toda crftica al vacionalis- i encuentra) misma vabre el oderna—Llustracitny -somparke iapensadamentesus pre juicios. Pues existe realmente un prejuicio de Ja Ilustracién, que es el que soporta y determina su esencia: -este_prejuici - sico.de_Je-Hustraciéa-es-el_prejuicio.contra_tado prejuicio. con ello Ja desvirtuacién_de Ja_tradicién. T'Un andlisis de Ja historia del concepto muestra que sdlo en i6n-adquiere ef concebio del preyuicto el matiz negatia prejuicion quiere decir un juicio que ahora-tienc. que se forms #ites-deta convali definitive de. todosJos Iofeaine qi son-objeevaimente. dtcmumae) Eo el pro- cedimiento jurisprudencial un prejuicio es una predecisién ju- ridica antes del fallo de una sentencia definitiva, Para el que participa en el proceso judicial un prejuicio de este tipo re- presenta evidentemente una reduccidén de sus posibilidades, Por eso en francés «préjudicer, igual que «praejudicium, significa también simplemente perjuicio, desventaja, dafio. Sin embargo esta negativa es sdlo secundaria, es la consecuencia negativa de una valitez positiva, el valor prejudicial de una predeci- sién, igual que él de cualquier precedente. «Prejuicion no significa pues en modo alguno juicio falso, sino que esté en su concepto el que pueda ‘ser valorado posi- tivamente o negativamente, La vecindad con el «praejudicium» Jatino es suficientemente operante como patip que pueda haber en la palabta, junto al matiz negativo, también un matiz posi- tivo. Existen «préjugés légitimes». Hsto est4 ahora muy le- jos de nuestro actual sentimiento lingiilstico. La palabra ale- mana pata ptejuicio, (Vorurteil), —igual que el francés prdjuge, pero quit atin mas pregnantemente— parece haberse restrin- gido desde Ja Ilustracién y su critica religiosa al significado de «juicio no fundamentado» ° Sélotafusadamentacion, Ja _garan- ~tia_de|_método_(y nn_cl_acierta objetivo com: > tal) condone al 6. CE. L. Strauss, Die Religunskritik Spinogas, 163: «El término *projuicio” es la expresio mas adecuada pata la gran voluntad de la Mustracién, 1a voluntad de un examen libre y sin constricclones. Prejuicio es el correlato polémico inequivoco de ese término tan excesivamente equivoco que es “libertad”». 337 lignidad. A los ojos de Ja Ilustracién ja ‘fundamentacién no “deja espacio a otros middos dé “que significa qu iets to Hehe unt fidamenita a que.es «uit jiicio-sin- Amento». Esta €s titid conclusion ti- Pi lets racionalismo. Sobre él reposa el desceé- dito de los ‘prejuicios en general y la pretensién del -conoci. miento vientifico. de exchuitlos totalmente. _.: votes La_ciencia_modetna, que hace suyo este lema, sigue asf el pincpio de ll eens no-one ot certo nada Sobte lo que queps alguna duda, y Ja cencepcién del metodo que, _tiene ef cuenta esta exigencia. Ya en nuestras consideraciones iniciales hablamos apufitado a lo dificil see es poher en conso- namicia con este ideal el conocimiento histérico que conforma a ouestta conciencia histotica, y lo dificil que es en consectich- cia comptendet su verdadera esencia desde el moderno con- cepto del método. Hste es finalinente el momento de volver positivas aquellas consideraciones negativas. Kl concepto de ptejuicio nos:oftece ua buen punto de partida para ello. b) La depreciacién dot prejuicio en la Unstracién Sigusendo a Ja tetoria ilustrada de los prejuicios puede ha- Iarse la siguiente division basica de los mismos: hay_que dis- ingui ‘ptejuicios-por-respeto-humano-de los prejuicios por precipitacién ?. Esta divisién tiene su fundamento en el origen de los ptejuicios tespecto a las personas que los concitan. Lo, que.nos inducea error es bien ¢l respeto a otros, su autoridad, 0 bien Ja precipitacién sita.cning,mismo, ET que la autoridad sea una fuente de prejuicios coincide “el conocido postulado de Ja Tlustracién tal como Jo formula todavia Kant: ten el va- lor de servirte de tu propio entendimiento *. Aunque Ja citada divisién no se refiera’ sdlo al papel que desempefian los prejui- cios en la comprensién de los textos, sin embargo encuentra en el Ambito' hermenéutico su campo de aplicacién preferente. Pues la critica de la Iusttacién se ditige en primer ugar con- tra Ja ttadicién religiosa del cristianismo, 1a sagrada Escritura. 7. Praciudicium auctoritatis of prectpitantiae: Asi ya Christian Thomasius en sus Lectioner de racic (1689-1690) y en sv Sinleitung der Vernun- filebre, cap, 13, § 39-40, CE, el acticulo en Walch, Philosophisches Lescikon, 1726, 2.794 5, ‘ . 8. Al comienzo de su articulo «Beantwortung der Erages Was ist Aufklacung?», 1784 («Respuesta a la pregunta ¢Qué es la Lustracién?y en I, Kant, Filosofia de fa historia, Buenos Aires 1964, 58-68). 338 ct ee OnyPnonnbrbown eR to ot eA ok olalaln a npomse poms oP a et moderna frente a todos_las_ottos.movimientos_ilustrados: en ue tiene que imponerse ea Ja sagrada Bscrituta y su_in- tery recon dogmatica ®. Por eso el problema hermenéutico le es latmente central. Intenta comprenderta.tradicién.co-- -Ltectamente,-este-es;-racionalmente_y feta de tado prejuicio. Pero esto entrafia una dificultad muy especial por el mero hecho de que la fijacién por escrito contiene en si misma-un momento de autoridad gue dene siempre mucho peso~Ne-es - fficil realizar ili ~que_lo_escrito no sea_verdad. Lo escrito tiene la estabilidad de una referencia, es como una pieza de demostracién. Hace falta un esfuerzo critico muy gran- de para liberarse del prsjuicio generalizado a favor de lo es- ctito y distinguir también aqui, como en cualquier afirmacién - otal, lo que es opinién de lo que es verdad 1, Anata Dien, Ja tendancia gene cidn-es_no_dejarvaler autoridad alguna y deciditlo todo desde la cétedta de la razén, Tampoco Ja tradicién escrita, fa de la sagrada Hectitira, COmio la de cual- quier oer ibiliad a historica, puede valer por st onisma, sino ue la posibili le-que-la_tradicién sea verdad depende del ei 1o que le concede la On. La fuente tiltima de la auto- tidad no es ya Ta tradicién sino la razén. Lo que esté esctito no necesita ser verdad. Nosotros podriamos llegar a saberlo mejor. Esta es fa maxima general con Ja que Ja Ilustracién mo- derna se enfrenta a la tradicién y en virtud de Ja cual acaba ella musma convirtiéndose en investigacién histérica4. Convierte a Ja tradici6n en objeto de crftica igual que lo hace la ciencia natural con los testimonios de los sentidos. Esto no tiene por qué significar que el «prejuicio contra los prejuicios» se Hevara = 9. La ilustracién antigua cuyo fruto fue Ja filosoffa griega y cuya manifestaci6n mds extremada fue Ja sofistica fue de un género muy dis- tinto y permitié por eso a un pensador como Platén mediar con mitas filosdficos entre 1a tradicién religiosa y el camino dialéctico del filosofar. Cé. E. Frank, Philosophische Erkenntnis und religines Wahrheit, 31 8, asi como mi recensién en Theologische Rundschau (1950) 260-266, y sobre todo G, Kriiger, Binsicht und Leldenschaft, 1951. . 10, Un buen ejemplo de ello es is lentitud con que se desmontdé la autorldad de ta historlografla antigua en la investigactén histérica modo paulatino como fueron imponiéndose 1a investigacién de archivos y de campo, Cf. por ejemplo R. G, Collingwood, Denken, Hine Autobio- phie, cap, XI, gue traza un paraleto entre el gito hacia la investigacin Se eampo ta revolucién baconiana de Ja investigacion de Ia natusaleza, i. ro lo dicho supra xespecto al Tratado seoldgica-politico de Spinoza, 339 en todo hasta Jas ltimas consecuencias del librepensamiento y. del ateismo, como en Inglaterra y en Francia. La Ilustracién alemana reconocié siempre «dos prejuicios verdadeross dé ‘Feligida-cristiana Puesto_que la tazén_hutnana sexta emasiado débil como pata pasatse sin prejuicios, serla una suerte haber ~Sldo ede a Tas pre juicios verdaderos. — ““Tendria interés investigar hasta qué punto esta modifica- ciédn y moderacién de Ja Ilustraci6n® preparé el camino al movimiento romdéntico alemdn, como sin_duda lo hizo la cri tica a ia Ilustracién y a la revolucién de E, Burke. Pero todo esto no supone ningtn cambio esencial. Pues los prejuicios ver- daderos tienen que justificarse en viltimo término por el cono- cimiento racional, aunque esta tarea no pueda ser nunca rea- lizada del todo. A ete Of historicismo. im, puesto no inmes falamente, sino a través de una tuptura pe- culiar otiginada por el romanticismo. Esto se advierte muy ctaramente en el esquema bdsico de Ja filosofia de la historia que el romanticismo compatte con Ja Ilustracién y que llega @ set ptemisa intocable precisamente por Ja reaccién romén- tica contra la Tustracién: et-esquema-de_tla_guperacion del my- thos _por.el logos. Este esquema gana su validez a través del presupuesto del progresivo «desencantamiento» del mundo, Re- precisamente porque el te desarrollo, el. esqu smo se ac smhientée—évidente. E]-romanticismio- co: todo prejuicio del pasado, ahora los primetos tiempos, el mun- do mitico, la vida no analizada ni rota por fa conciencia en una «sociedad natural», el mundo de Ia caballeria cristrana, alcanzan un hechizo romdntico e incluso preferencia respecto a la ver- dad. La invetsién-del-presupuesto-dea-Hustracién tiene co- 12, Como se encuentra por Semple en G. F, Meier, Beitrdge zur der. Lobrs von_den Vorurteilen des rsenschlichen Geschlechts, 1766. 13. En un pequefio trabajo sobre los Chiliastrche Sonette de Immes- mann, en Kleine Schriften Ii, 136 s, he analizado un ejemplo de este proceso, 340 mo consecuencia una tendencia naraddjica a la testauracién,-esto eS, tuna tendencia a reponer lo antiguo porque es lo antiguo, ‘Olver _conscientemente..a_lo~iaconsciente, etc., lo cual cul- mind en el reconocimiento de una sabidurla superior en los tiempos originatios del mito. Yegta_inversién. romantica. del patron valorador de Ja Ilusttacién logra justamente perpetuar el presupuesto de Ia Ilusttacton, Ia SSHACEL dE mito y raz6n. Toda tHtica ‘a la Tlustracién seguita ahota el Camino de esta reconversién roméntica de Ja Ilustracién. La creencia en la perfectibilidad de Ia razén se convierte en la creencia en la perfeccién de la conciencia «mitican, y se refleja en el es- tado originario patdisiaco anterior a la cafda en el pecado del. ensat, En la tealidad el‘ptesupuesto de la misteriosa oscuridad en ja _que vive una conctencia colectiva fica anterior 3 -Tado 0 an estado ‘pe: es tan abstracto _y tan dopmatico como Perec detain fol 0 de E . La sabudirla originaria no es mas que la otra cara de Ja «estupidez origi- nariay, Toda conciencia mitica es también siempre un saber, ¥ em cuanto que sabe de poderes divinos esté ya més allA del simple esttemecerse ante ei poder (si es que puede suponerse tal cosa en un estadio otiginario), pero también mis all4 de una vida colectiva atenazada en rituales mégicos (como se encuen- tra por ejemplo en el antiguo oriente). -ha-concieneia—mitica sabe de s{.misma,.y en este saber ya no est4 enteramente fuera de si misma "4, En telacién con esto est también el hecho de que a'opo- sicién entre un auténtico pensamiento mitico y un pensamiento poético pseudomitico sea una ilusién romdntica montada sobre un prejuicio de ta Ilustracién: el de que el hacer poético, como cteacién de Ja libre capacidad de imaginar, no patticipa de la vinculatividad religiosa del myétos. Es i vieja polémica entre el poeta y el filésofo, que entra ahora en su estadio moderno de fe en la ciencia, Ahora ya no se dice que los poetas mienten mucho, sino que mi siquiera tienen por qué decir la verdad, puesto que sdlo producen un efecto estético y sélo pretenden estimulat a través de las cteactones de su ptopia fantasia, 14, Entiendo que Horkheimer y Adorno tienen toda Ja razén en su anilisis de la Dialeksik der Asfklarung (Dialectica del ituminssmo, Buenos Altes 1969), sl bien considero que la aplicacion de conceptos sociolégicos como «burgués» a Ulises tepresenta un defecto de reflexion histérica cuando no incluso una confusién de Hometo con J. H. Voss, como la gue ya criticd Goethe (J, H. Voss es el autor de la traduccién standard de Homero ai alemin, N. de! T.). 341 Otro caso de ihversién soméntior~ ple_aparece enel gasp Staten ta le la sociedad», cuyo origen- ~~debiera volver a rastrearse, aparece como una especie - de teliquia iusnaturalista cuya validez queda testringida por-su propia teorla social y econdmica de la lucha de clases ™, Cabria pfeguntarse'si este concepto no se remonta.a la descripcién de Rousseau de la sociedad antes de 1a divisién del trabajo. y de la introduccién de Ja propiedad ® En todo caso ya Platon desen- mascara el ilusionismo de esta teorla del estado en 1a descrip- cién irénica de un estado natural que ofrece en el tercer libro de ta reptiblica 1”, De.estas.inversiones-del-romanticismo-sale la-actitudde la ciencia histérica del siglo xrx, que no mide ya el pasado segiin “os-patrones-del-presentt,-como.si éstos-fuctan-absolutos;-sino que otorga a los tiempos-pasados..sn_propio--walor-y-es-capaz . tnelugo nocerles-su-superioridad en ciertos .aspectos.. Yas grandes obras del romanticismo, el despertar a la percep- cién de los primeros tiempos, de la voz de los pueblos en sus canciones, las colecciones de cuentos y leyendas, el cultivo de los usos mds antiguos, el descubtimiento de Jas lenguas como con- cepciones del mundo, el estudio de la «religién y sabidurla de los indios», todo esto desencadendé una investigacién this térica que fne convirtiendo poco a poco, paso a paso, este in- tuitivo despertar_¢ nocimientehistérico.con distancia, La_conexiénde_tla-escuela histérica con el romanticismo. con- firma asi que la srecuperasiéi romminticadeclo—originano se ae ella Wisma-sobre~el_suelo de 1a Ilusttacién, La ciencia istoric: misma precisamente como realizacién de la Ilustracién, como el wiltimo paso en Ja diberacidn del-espixtra-de-suscadenas.dog- ~miaticas, como el paso al conocimiento-ebjetivo.del mundo hustérico;-capaz~-de-igualar-en, dignidad.al. conocimiento de la naturaleza -de-la~ciencia moderna, “ we El que Ja actitud restautadora del romanticismo pudiera unitse a la tendencia basica de la Ilustracién en la unidad’ pro- ductiva de las ciencias histéricas del espiritu, tan sdlo expresa 15. CE. las teflextones que dedicé en su dia a esta importante cuestion G, von Lukdes en Geschichte und Klastonbewysstsein, 1923 (Historia y con- cisncia da clase, México 1969). ‘ oe 16, J. J.,Rousseau, Discours sur Porigine et les fondements de I inégalitt pam des hornmmes (Discurso sobre et origen de la desigualdad entre los hombres, iadrid 1966): . 17. Cf& H.-G. Gadamer, Plato und die Dichter, 1934, 12 8; 2.5 edicién bajo el titulo’ Platos dialektischs Bthit, 1968. . 342 que lo gue subyace_a_ambas es_una misma ruptura con Ja con- Saad dono dee iain Si para la Tlustraciéa es _..cosa firme. que toda tradicién.que se-revela_ante la tazon-como..--- imposible o absurda sdlo puede ser entendida como histérica, esto es, retrocediendo a Jas formas de comprensién del pasado, Ja conciencia histética que apatece con el romanticismo. es en. realidad una radicalizacién de Ja Tlustracién, Pues para ta con-_ Giencia historica el caso excepcional de una tradicién contia- tia ala razon se convierte en el caso noxmal. “Se ciee-tan poco en_un-sentide-asequible-en_general.ala-raadn-—que..todo.el-pa- 7 al final incluso. tode Sl _pensamiento-de-los.cantempo- no puede ser ya comprendido m4s que coma _«histé- celtica fomantica ala Tlustracién desemboca asi ella misma en ilustracién, pues al desattollatse como ciencia his- térica lo engulle todo en el zemolino del histoticismo, La de- reciacién. todo cio, que vincula al pa- y ap: jancté fnataeal toe Ta Tusttacion, se | 1a i] ‘Histories, —universal y tadical” Este es precisamente el punto con el qué~debe enlazar criticamente el intento de una hermenéutica histdérica. La su- peracién de todo prejuicio, esta exigencia global de Ja Ilustra- cidn, tevelara set ella misma-un prejucio cuya revisién hard posible una comptensién adecuads la finitud que domina no sélo nuestro ser hombres sino también nuestra conciencia histérica. : ¢Hstar inmerso en tradiciones significa real y primaria~ mente estat sometido a prejuicios y limitado en la propia liber- tad? JNo es cierto mas bien que toda existencia humana, ain ja més libre, esté limitada y condicionada de muchas maneras? Y si esto es asi, entonces la idea de una razén absoluta no es una posibilidad de la humanidad histérica.-Para-nosotros-lara-_ zOn_sdlo_ existe como teal ¢ histética, esto es la razén no es duefia de si misma sino que_esta siempre referida-alo dada én la cual se ejerce, Esto vale no sdlo en el sentido en el que Kant limitaba Tas prétensiones del racionalismo, bajo la influencia de ‘la critica escéptica de Hume, al momento apridrico’en el conocimiento de la naturaleza; vale aun. mas decistvamente para_la_conciencia histérica y_pata”ld posibilidad” dét~tonoci- miento histérico, Pues el que el hombre te: jue ver aqui consigo mismo y con sus propias creaciones (Wico sélo es una solucién aparente al problema que nos plantea el conocimiento histético. El hombre es extrafio a si mismo y a su destino his- térico de una manera muy distinta a como le es extrafia la na- turaleza, la cual no sabe nada de él. 343 El problema epistemoldégico debe plantearse aqui de: una forma fundamentalmente diferente, Ya vimos més arriba que Dilthey comptendié esto pero gre no fue capaz de superar las ataduras que lo fijaban a la teotla del conocimento tradicional. Su punto de partida, la interiorizacién de las «vivencias», no podia tendet el puente hacia Jas realidades histéricas, porque alas ganndles realidades bistéricas, sociedad y'estado, son siempre’ en. erbninantes previo de toda «vivencia». La au fet t y Ja autobiogtafia —los puntos de partida de Dil- they— no son hechos primatios y no bastan como base para el problema hermenéutico porque han sido reprivatwados por la historia, En realidad no es ia nos pettenece, sino que somos nosotros los os a ella. Mucho an- de gr BONDE. OSGtTOs-enismos eT tee aUiROEY en. Ta. far eledad ¥ mos, La lente de la subjetividad’ & un espejo autotreflexidn del individuo no es még que una chispa en la cottiente certada de la vida histérica.QPor eso /os projutcios de un ae son, mucho mas que sus suicios, la realidad histérica de SH Ser. 2. Los prejuicios como condicién de la comprensiéa a) Rebabilitacién de autoridad y tradicién Este es el punto del que parte el problema hermeneutico. Por eso hablamos examinado 1a depreciacién del concepto de prejuicio en la Tustracién, Lo que bajo Ja idea de una auto- construceién absoluta de la rub se presenta como un juicio limitador forma parte en verdad de la realidad historica misma&Sise quiere hacer usticia al_ modo de set finito ¢ his- existen On ello se vuelve’ formulable i pregunta a hermenéutica que quiera ser verdaderamente histérica, su problema spistemolégico, clave: gen qué puede basatse la legitimidad de los ptejuicios? ¢En qué se distingued los prejuicios legitimos de todos los innumerables prejuicios cuya superacién representa la incuestionable tarea de toda razén critica? . Pata acercarnos a este problema intentaremos ahora des+ artollar en forma positiva la teoria de los prejuicios que Ja Ihis 344 tracién elaboré desde un propésito ctitico, Por lo que se re- fiere a la divisién de los prejuicios en prejuicios de autoridad y por precipitacién, es claro que en Ja base de esta distincién esta el ptesupuesto fundamental de la [ustracién segiin el cual un uso metédico y disciplinado de Ja tazén es suficiente para pro- teger de cualquier error. Esta era la idea cartesiana del metodo. precipitack mm eS errot ef el Usd dela propia razén; “culpable de que ho’ se"legue: srquiers zoa.(La distinctéai sé basa por Io tanto en una oposicién ex- yente de autoridad y razén, Lo-que-se -trata..de .combatir es le falsa inclinacién preconcebida en-favor-de_lo_antiguo; de Jas_autoridades, La Ilustracién considera, por ejemplo, que la gtan gesta reformadora de Luteto consiste en que «el prejui- cio del respecto humano, y en particular del papa filosdfico Ge tefiere a Aristételes) y del romano, quedé profundamente lebilitado»,.. 18, La teforma prepata asi el florecimiento’ de Ja hermenéutica que ensefiard a usar correctamente la razén en Ja comprensién de Ja tradicién.JNi_la autoridad del magisterio papal ni la apelacién a la tradicion pueden hacer superfluo el quehacer hermenéutico, cuya tarea es defender ef sentido ra- _ zonable del texto contra toda imposicién Las consecuencias de una hermen€itica as{ no necesitan set una ctitica religiosa tan tadical como la que se encuentra en un Spinoza. La posibilidad de una verdad sobrenatural queda ablerta en cualquier caso. En este sentido, y sobre todo tro de la filosofia popular alemana, a Tlustracién ha limitado con frecuencia las ptetensiones de 1a razdn reconociend utori- dad de la Biblia y de la iglesia. Ast, por ejemplo, eC Walch apa- rece Ja distincién entre las dos clases de prejuicios —autori y precipitacidn—, pero en ellos el autor ve dos extremos entre los cuales es necesario hallar el cortecto camino medio: Ja me- diacién entre razén y autoridad biblica. A ésto responde.su CO TENG Toa del pre jaetes-le-nrsreeip Raion c nici a favor de lo nuevo, como una inclinacién a rechazar de in- mediato:las:verdades sin’ otro motivo que el ser antiguas y estar atestiguadas-. en..autoridades 1. “De “este modo “se ‘confronta con los librepensadores ingleses (como Collins y otros).y de- fiende Ja fe histérica frente a la norma de la razén. El prejuicio de precipitacién se reinterpreta aqu{.evidentemente en un sen~ tido conservador. 18. Walch, Pbilosopbisehss Lexicon, 1726, 1013. 19. Walch, 1006 s, on el articulo Freibeit zw gedenken. 345 0, no hay duda de que Ja verdadera consecuencia Sin, embar; de In Iustracién.nio-es-éstz sino-més.bien.su conttatia tla Sumi oda autoridad.ala tazén. Bl prejuicio de precipitacién ha de entenderse en consecuencia mds bien al modo de Des- cartes, como fuente de errores en el uso. de la raz6n, Concuerda con esto el. que ta vieja distincidn retorna, con un sentido al- terado tras’ la victoria de Ja Tlustracién, cuando Ja hermenéutica se libera de todo vinculo dogmético. Asi, por ejemplo, Schleier- machet distingue como causas de los malentendidos Jas suje- ciones y la precipitacién™. Junto a los prejuicios constantes que proceden de Jas divetsas sujectomes a que esté uno sometido aparecen los juicios equivocados momentdneos debidos a la precipitacién. Pero _al_que-trata-del-métode—cientifico.sdlo le interesan_realmente_los—primeros. A Schleiermacher no se le llega a ocurrir siquiera que entre los Ptejuicios que afectabari al que se encuenta vinculado a aistoridades puede haberlos tam- bién que contengan una parte de verdad, lo que desde siempre estaba incluido en el concepto mismo de autotidad. Su propia teformulacién de Ja divisién tradicional de fos prtejuicios es un claro testimonio del triunfo de. la Ilustracién: Jas sujeciones se refierentarrsélo-a—una, barrera individual que se ¢pone "4 la comprensi6n,..«ia .preferencia.. or_aquello “qué esté mas cercano al--propio_ circulo_de—ideas», Sin embargo, es precisamente en el concepto de las sujecio- nes donde 'se oculta la cuestién esencial. La-idea-de-que-tos Prejuicies-que-me-determinan-se-deben.a_mi.sujecion est for- mulada ‘en-fealidad-ya:desde-el-punto~ de-vista~de. la. disolucién ° Tlustracién” de“todo - prejuicio;- y en~consecuencia § s6lo_tiene valor pata. tos -peejuicios .no justificados. . Si_existen. también prejuicios justificados y. que. pu s ctivos pata el conocuniento, entonces el. probleria”de”la. autoridad” ‘8 Hos wuelve a plantear de nuevo, Las consecuencias radicales de la Tlustracidn que aparecén todavia en la fe metédica de Schleier- macher no son tan sostenibles. como pudieran parecer. La oposicién entre fe en fa autoridad y uso de la propia raz6n,,justautada por Ja Iustracién, tiene desde !uego’ razén de serpin tn meth ue la validez de la autoridad usurpa el_lugar del propio juicio, Ta autoridad es de hecho una fuente de. projincios.Rero—esto—-nd_excluye_que—pueda-ser_tamabién tna frente de verslac..coss que la lustracién. 10rd sistematica- ments.en. su-epulsa. gen alizada contra toda-autéridad.) Para cetciorarse de ello basta remontarse 2 uno de los mayores pte- i : 20, Fr, Schleiermacher, Werke I, 7, 31. 346 cursores de la Ilustracién europea: Descartes, Pese a todo el tadicalismo de su pensamiento metédico es sabido que Des- cartes-excluyé las-cosas de la moral-de-la-pretensida-de-una-re- - construccién completa de todas las verdades desde la razén. Este era el sentido de-su-moral-provisional.-Y—me-zesulta-un—— hecho por.lo menos sintomatico el que Descartes no llegara a desarrollar su moral definitiva, y. que los fundamentos de la misma, en lo que puede apreciarse por sus cattas a Isabel, apenas contienen nada nuevo. Y es que resulta evidentemente impensable querer esperar a la ciencia moderna y sus progresos para fundamentgr entonces una moral oueyaj-De—hecho,_el rechazo de toda,autoridad-no-sdlo_se_convitti un prejuicio cOnsolidade_porda-Hustracidn, sie que Condijo-tambik grave acién del_concepte—mismo—de_autoridad) Sobre Ja-base dé tit concepto ilustrado de tazén y libertad, el concepto de. auteridad~pudo-convertitse..simplemente en lo.contratio de ta razon x Ja libertad, en el con dele obediencia ciega. Est@ es él significado que nos es familiar en el dmbito lingiifstico de {a crltica 2 Jas modetnas dictaduras. : Sin embargo, Ja esencia de Ja autoridad no es esto, Es ver- dad que Ja autoridad es en primer lugar un atributo de perso- nas. Pero Ja antotidad_de las personas no tiene.su.fundamento Ultimo en un acto_de icaci sitio ¢n_un-acto..de ‘reconocimisnto”y de conoce-que elotro -esté-por-encima-de-ung, icio fiva y.que-en-eonsecuencia_su juicio es, pi € © tiene. pri- macia“respecto~al-propio. La autotidad no se otorg: se adquiete, y tiene que ser adquitida si se quiere apelar a ella. osa sobre el teconocimiento y en consecuencia sobre una accién de la tazén misma que, haciéndose cargo de sus propios Ifmites, atribuye al otro una perspectiva més acertada, Bste sentido rectamente entendido de autotidad no tiene nada ver con una obediencia ciega de comando.~En_tealidad no tiene nada .que_vet.con..obediencia-sino—con_canocimisnto ™. Cietio que forma parte de la autoridad ef poder dar érdenes y el encontrar obediencia. Pero esto solo se sigue de Ja autori- dad que uno tiene. Incluso la autoridad anénima e impetso- nal del superior, que deriva de las érdenes, no procede en ul- timo término de éstas sino que las hace posibles. Su verdadero 21, Tengo la imptesién de es Ja tendencia al reconocimiento de la autoridad tal como aparece en K. Jaspers, on dor Wahrheit, 766 3 y ent G, Kriger, Fheiheit und Woltverwaliung, 231 8, carece de un fundamento suficientemente claro en la medida en qua no reconoce esta Idea, 347 fundamento es también aqui un acto de Ja libertad y la tazén, que concede autoridad ‘af superior basicamente porque tiene: una visién mds amplia o esté mds consagtado, esto es, porque J as 22, . De este modo el reconocimiento de la autoridad esté siem- Pte selacionado con Ia idea de que lo que dice la autoridad no es itracional ni arbitraio, sino que en principio puede ser re- conocido como cierto. En esto consiste la esencia de la auto- tidad que conviene al educador, al superior, al especialista. Es. verdad. que los_prejuicios que ellos implantan estén legi- timados. por_la_persona,-yque su validez tequiere-wna_inclina- cidn eh favor.de la_persona que los representa, Pero precisa ne P§_como.s¢-convierten_en prejuicios Obj. zp pues opéran_la..misme--inclinacién-haeia—tacosa, y esta inclinacién -puede producitse_también_por_otros caminos, por ejemplo, por.motrvos-adutidos por li-razén, Hn esta medida Ia esencia de ia autoridad debe tratarse en el contexto de una teorla de los prejuicios que busque liberarse de los extremismos de Ja Thustracién, Para ello puede buscarse apoyo en Ja critica romdntica a la Tlustracién. Hay una forma de autoridad que mnanticismo defendié.con un énfasis particular‘ taidicoa Gio consapiado ~Par lt iradiciéa y por et pasado_posee una autoridad que se ha hecho.andnimay-y_nuestro-ser-histérico ta detetininado Bor eL-hecho-de"que-la-autoridad-de-lo"ttisinitida, y 6 Sélo lo que-se-acepta razonadamente,_tiene_poder sobre nuestta accion y.Sobre-nuestra comportamiento, Toda educacién reposa sobre esta base, y aunque en el caso de Ja educacién la «tutelan pietde su funcién con Ja Uegada a la madurez, momento en que las Propias perspectivas y decisiones asumen finalmente la posi- cién que detentaba Ja autoridad del educador, este acceso a la madurez biogréfica no implica en modo alguno que uno se vuelva sefior de sl mismo en el sentido de haberse liberado de toda tradicién y de todo dominio por el pasado. La realidad de fas costumbres.es_y sigue siendo ampliamente algorvalt Spor tfadicién y procedentia.Las costiimbres se adoptan librémeénte, pero ni se cregn por Jibre-de clon ni su validez sé funda: menta eit ést4) Prec: samente es esto To que Hamratiios tradicién: elfundamerito de su validez.\Y nuestra déuda con el rorman- a cannnanee aeons 22, La fatidica frase «el partido (0 el Fubrer) siempre tiene razén» no es falsa porque asuma la superioridad del ditigente, sino porque sirve pata proteger in direecién por decisién del poder contra cualatier extica que podrla ser verdadera, La vetdadera autoridad no necesita mostmrse gutoritaria, 348 ticismo es justamente esta correccién de la Ilustracién en él sentido de teconocer que, al margen de los fundamentos de la taz6n, la tradicién consetva algtin detecho y determina amplia- mente nuestras fnstituciones ¥-comportamiento. @ superiori~ dad de la ética antigua sobre Ja filosoffa moral de la edad mo- » derna se catacteriza precisamente por el hecho de que funda-~ menta el paso de la ética a la «politica», al arte de la buena legis- Jacién, en base a la ineludibilidad de !a tradici6n ®. En compa- tacién con esto la Ilustracid6n moderna es abstracta y revolu- cionaria. . Sin embargo, el concepto de la tradicién se ha vuelto no menos ambiguo que el de Ja autoridad, y ello por Ja misma ra~ z6n, porque lo que condiciona la comprensién roméntica de la . dicién es la oposicién abstracta al principio de la Ilustracién. El-tromantieismo-entiende la ididn coro lo contratio de ta libertad_racional, ato histérico-comp_pueda serlo la natucalegal ya se la quiera combatir revolucionaria- mente, ya se ptetenda conservarla, la tradici6n aparece en ca] bos casos com nttapartida abstracta_ds ihre autode- . tEminacidn, ue su _validez no necesi -" —ules sino_que-nos determina mudaments. Por supuesto que ef caso de la‘ctitica romantica a la Hustracién no es un ejemplo de dominio esponténeo de Ja tradicién, de trasmisién y conserya- cién sin ruptutas a despecho de jas dudas y Jas criticas. Es més bien una freflexién critica pops la que aqui intenta volverse de nuevo hacia la verdad de Ja tradicién pata renovarla, y que podré tecibir el nombre de tradicionalismo. No cteo, sin embatgo, que entre tradicién y raz6n haya que sitponet uha oposicién tan incondicional e irreductible. Por problemética que sea la testautacién consciente de tradiciones 0 la cteacién consciente de otras nuevas, la fe tomdntica en las gadicrones que nos pan lcgedon, ante las qué” débéeria_callar toda~razdn,-es~en-el-fondo-tpual de Pagjarcrose € flustea Bn realidad—ia wadiciéa siempre és también ya-momentd de la Tiberta historia, Aun I tradicién mds auténtica y vene- lc no se tealiza, naturalmente, en virtud de la capacidad de petmanencia de lo que de algun modo ya est4 dado, sino que, Hecesita ser afirmads, asumida y cultivada. fa tradicién es esen- cialmente conservacion, y como tal m ja de estat presente en los cambios histéticos. Sin embatgo, la conservacién.es. un \ Ja razén, al 1S caracterizato por él he de no atraer la atencit si. Esta es la que sean las innovacio- ' 23, Cé, Aristételes Eth, Nic. K 10." 349 “ gno estat4 compartiendo, mucho mds de lo que nes, los nuevos planes, lo que aparece como unica accién y resultado de Ja razén. Peto esto es|s6lo aparente. Incluso cuando ~Ja- vida“ sufre sus“ trasformaciones-més“tumultiosas;comio-ocu-~ tte en dos tiempos revolucionatios, en medio del aparente cambio de todas las cosas se conserva mucho més legado an* tiguo de.lo que nadie creerfa, integrdndose con lo nuévo eh una nueva. forma de_validez, En todo caso _la.conservacién representa una conducta-tan_libte cbt _trasformacion y Ja innovator. "La critica ilustrada a Ja ttadicién, igual que su xe- habilitacién roméntica, queda pot lo tanto muy por detrds de su verdadero ser histérico. : Estas consideraciones nos inducen a preguntarnos si en la hermenéutica espiritual-cientifica no se debiera intentar’ re- conocer todo su derecho al momento de Ja tradicién. Lain vestigacién_espiritual-cientifica no puede pensarse a si misma * cn oppsicign ab soluta-al-mi6do al compara Te is Eo *pecto,.al.pasado..en_nuestra calidad de, vivientes-histéxicos. nuestro comportamiento respecto al pasado, que estamos con- firmando constantemente, la_actitud teal noes_la distancia ni Ja Libertad respecto.ato trasmitido, Por el contratio.nos encon- tramos siempre en tradiciones, 'y éste nus ) estat dentro de ellas..1n0-es-uncompostamientd-objetivador.que pensara como. extrafic_o..ajeno. lo.que.dice Ja,tradicién;..éeta.es siempre 4s. bien.algo.propio, ejcmplar.o, abortecible,.es un, reconocerse en el_que para nuestro juicio histérico posterior no _se_aprecia apenas_conociiniento, SiH6,tit imperceptible.it.-trastorméndese al-paso-de~la~misma.tradicién, : .En consecuencia, es importante preguntatse, frente al me- todologismo epistemolégico que domina actualmente, si cel sutgir de la conciencia histética ha logrado distinguit de verdad y por entero nuestro comportamiento cientifica respecto a aquel, comportamiento natutal hacia elpasado. JEs correcta la auto- acepcién de las ciencias del esp{titu cuando. desplazan el con-. junto de su propia historicidad hacia ei lado de los prejuicios de jos que hay que libetatse? Esta «ciencia libre de Pisiuiciom- misma cree, aquella recepcién y reflexidn ingenua en la-que viven las, tradiciones 7,en la que estd presente el pasado? ' cualquier caso_la rensidn en las ci i- tit com sncia.-de-las—tadicionesun_presu~ esto fundamental, el de Sentisse interpalade pote tradicién mista. ¢Pues no es cietto qué sdlo asi resultan comprensibles! en gu significado los objetos de su investigacién, igual que los contenidos de ja tradici6n? Por muy mediado que esté -este 350

Вам также может понравиться