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Este proceso no se produjo sin resistencia de los indígenas, como la reseñada por
Gutiérrez Hinojosa 3 sobre la valentía y gallardía de los combatientes caribes, así como
la gesta heroica de la Cacica Gaitana en 1538 que ante la atroz muerte de su hijo
infringida por el español Pedro de Añasco decide buscar apoyo de los caciques de las
tribus piramas, paeces, guanacas y yalcones para tomar venganza, la cual realiza
dando el mismo trato que el español dio a su hijo. (www.farcep.org/) 4
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2 Rozo Gauta J. ¿Para qué le sirven a Colombia la Sistemática y el Pensamiento Complejo?
www.pensamientocomplejo.com.ar
3 Gutiérrez T.D. Cultura Vallenata: Origen, teoría y pruebas
4 Ver en sección mujer de www.farcep-org/
prebendas; y el grupo de los dominados (indios, negros, zambos y mestizos), sin
derechos y sin la posibilidad de ser considerados siquiera seres humanos.
Policarpa Salavarrieta
La Lucha Libertadora y el Libertador Simón Bolívar
Bolívar dedicó muchas horas de su vida a leer, para «aprender las lecciones de la
sabiduría universal y de la historia», a conocer las lenguas más útiles y a hablar
consigo mismo, es decir, a la reflexión. (Pérez Ramos Demetrio. Simón Bolívar el
Libertador. Ed Anaya, S.A. Madrid, 1988)
Bolívar no sólo conformó un ejército libertador, sino que supo vencer los celos y las
discordias dictadas por las ciegas pasiones, para lograr su otro sueño, como le escribía
al ministro Gual: « a mí es que me falta redondear a Colombia, antes que se haga la
paz, para completar la emancipación del Nuevo Continente”, como en efecto lo hizo,
liberando a Perú y creando a Bolivia, ya que como lo plantea Pividal interpretando a
Bolívar “la independencia nacional de los pueblos es el primer acto de cultura que debe
realizar el hombre». (Pividal. Íbidem, pág 9).
Simón Bolívar también organizó congresos continentales, creó una ética política y
militar y sentó las bases del nuevo derecho americano. En el Congreso Anfictiónico de
Panamá, El Libertador vislumbra el devenir y plantea la génesis de pactos regionales.
Son famosos sus escritos sobre instrucción pública, calidad de los educadores y del
significado que tenía la educación para elevar el nivel de vida de los pueblos
hispanoamericanos. En este campo es famosa su sentencia de que «Un pueblo
ignorante es presa fácil de manipulación y de su propia destrucción»
Todo lo anterior nos lleva a considerar la enorme complejidad del pensamiento del
Libertador que contempló, además de los escritos militares, políticos, de Estado,
escritos sobre la conservación de bosques y aguas, defensa de animales, así como
escritos en derechos humanos, derechos de gentes y de guerra.
El Sueño Integracionista de Bolívar
El sueño integracionista del Libertador nace de la maduración de su pensamiento
político, el cual va avanzando en la medida en que se van produciendo hechos. Estos
hechos son analizados, mirados, por la mente aguda de Bolívar que poco a poco lo
llevan a definir este sueño que ilumina la figura del venezolano.
Lo que hoy es conocido como el « affaire de las goletas Tigre y Libertad», en julio y
agosto de 1818 marcaría profundamente la mente de Bolívar. El 29 de julio de ese
año, escribe al agente de los Estados Unidos, Bautista Irving: «Los ciudadanos de los
Estados Unidos, dueños de las goletas Tigre y Libertad, (…) olvidando lo que se debe a
la fraternidad, a la amistad y a los principios liberales que seguimos, han intentado y
ejecutado burlar el bloqueo y el sitio de las plazas de Guayana y Angostura, para dar
armas a unos verdugos y para alimentar unos tigres, que por tres siglos han
derramado la mayor parte de la sangre americana, ¡la sangre de sus propios
hermanos!».
Señalando y puntualizando más adelante: «si las naciones neutrales hubiesen obligado
a nuestros enemigos a respetar estrictamente el derecho público, y de gentes,
nuestras ventajas habrían sido infinitas, y menos tendríamos que quejarnos de los
neutros. Pero ha sucedido lo contrario en todo el curso de la presente guerra». Y
quejándose de la complacencia con que miraban los excesos de los españoles decía:
«No se ha visto, sin embargo, que ninguna potencia marítima haya reprimido este
abuso tiránico y atroz, cuando todas las naciones marítimas son más fuertes que la
España” y como si fuera hoy leemos lo que decía a continuación: Pretender, pues, que
las leyes sean aplicables a nosotros, y que pertenezcan a nuestros enemigos las
prácticas abusivas, no es ciertamente justo, ni es la pretensión de un verdadero
neutral.»
Su mente compleja lo lleva a señalar, como si estuviera viendo lo que sucede hoy, que
« ¿no sería muy sensible que las leyes las practicase el débil y los abusos los
practicase el fuerte? Tal sería nuestro destino si nosotros solos respetásemos
los principios y nuestros enemigos nos destruyesen violándolos».
Para que no quedaran dudas sobre lo que se refería puntualizó: «Hablo de la conducta
de los Estados Unidos del Norte con respecto a los independientes del Sur, y de las
rigurosas leyes promulgadas con el objeto de impedir toda especie de auxilios que
pudiéramos procurarnos allí. Contra la lenidad de las leyes americanas se ha visto
imponer una pena de diez años de prisión y diez mil pesos de multa, que equivale a la
de muerte, contra los virtuosos que quisiesen proteger nuestra causa, la causa de la
justicia y de la libertad, la causa de América.»
Esta actitud de los Estados Unidos y su alinderamiento con España, hace expresar al
Libertador: «La extrema repugnancia y el dolor con que recuerdo estos actos,
me impiden continuar exponiéndolos», que produce su razonamiento de si no
«sería necesario declararnos fuera del derecho de las gentes, y
consiguientemente sin obligación de respetarlo», situación que lo lleva a elaborar
ante las amenazas de las potencias extranjeras, la Declaración de la República de
Venezuela, publicada en el Correo del Orinoco, No 16, 30 de enero de 1819, la cual en
su parte final declara al mundo, como si fuera hoy: «…está resuelto el pueblo de
Venezuela a sepultarse todo entero en medio de sus ruinas, si la España, la
Europa y el mundo se empeñan en encorvarla bajo el yugo español».
Bolívar ha vislumbrado ya con quienes puede contar. Sabe más que nadie y como
nadie, quiénes son amigos reales de la causa independentista, sus profundas y
complejas razones desde el punto de vista políticas y estratégicas lo lleva a plantear
que «los americanos e ingleses son nuestros amigos, pero neutros: la cuenta
no es igual. Siempre los tiranos se han ligado y los libres jamás. ¡Desgraciada
condición humana!». (Carta a Santander, Chancay, 10 de noviembre de 1824).
Sus previsiones sobre los imperios consolidados y el naciente imperio están plasmados
en carta que envía a Bernardo Monteagudo, desde Guayaquil, el 5 de agosto de 1823,
tras rehusar el gobierno de Buenos Aires la propuesta de federación porque entre otras
cosas se quejaba de «que por qué no se ha convidado la América del Norte» y
proponen otro proyecto de confederación mandado de Lisboa, que hizo escribir al
Libertador: «Luego que la Inglaterra se ponga a la cabeza de esta liga seremos sus
humildes servidores, porque una vez formado el pacto con el fuerte, ya es eterna
la obligación del débil. Todo bien considerado, tendremos tutores en la juventud,
amos en la madurez y en la vejez seremos libertos. (…) Convidan a los Estados Unidos
por aparentar desprendimiento y animar a los convidados a que asistan al banquete;
después que estemos reunidos será la fiesta de los Lapitas, y ahí entrará el León a
comerse a los convivíos.»
El excluído no posee siquiera la ciudadanía y por ende no tiene derechos, por tanto no
tiene acceso a la educación y de esta manera es excluído del conocimiento de los
avances económicos, científicos, culturales, artísticos, en configuración de un
colombiano con incapacidad para mirarse a sí mismo, bien adentro, problemática que
también sufren las élites en el poder cuyos ojos y mentes estaban presas de la
dualidad de ser criollos y pretenderse europeos, que se vestían según el grito de la
moda en el viejo continente, leían los libros que les llegaban de la Europa ilustrada,
vivendo una vida de «camándulas en el día y perversiones sexuales en la noche”, sin
un ápice de consideración hacia lo propio, lo autóctono, lo ancestral.
Nuestras desgracias toman otra dimensión, aún más dramática si es posible calificarla
como tal, con la intromisión de poderes, intereses y apetitos externos y extranjeros a
los colombianos, que condicionan e imponen por medio de la violencia, el impedimento
de un entendimiento entre colombianos, que nos impide que nos miremos a la cara, y
en ese mirar profundicemos nuestro auto-conocimiento y el redescubrimiento del otro,
ese otro que de una manera u otra, que siempre y dependiendo de las miradas,
siempre ha estado ahí, delante de nosotros, entre nosotros y muy adentro de nosotros.
Planteamiento que nos lleva a entender el proceso de exclusión vivido hasta ahora,
pero que hace surgir otros interrogantes: ¿La inhumanidad es esencialmente una
característica humana?
Ese proceso de humanización debe ser paso previo hacia la universalización del ser
humano, en la categorización que «cuando el sujeto puede abrir su Nosotros al otro, a
sus semejantes, a la vida, el mundo, se vuelve rico en humanidad» y en la aceptación
dialéctica-dialógica de que «el otro es a la vez el semejante y el desemejante», con
sus multipersonalidades y sus multipropósitos: vivir, amar, procrear, trascender, etc,
etc. (Morin. pg 84-89)
El Imperativo de una Mediación Pedagógica en Colombia
La imposición violenta, a sangre y fuego, de la visión del paradigma occidental,
condujo a la extinción de 50 millones de nativos.
Víctimas son no sólo los que se levanten y traten de subvertir el orden establecido del
monstruo de tres cabezas (partidos liberal-conservador-imperio), sino también a todo
aquel que atente contra la visión paradigmática imperante. Asesinan entonces a los
miembros de partidos de izquierda (5.000 del partido de izquierda la Unión Patriótica,
en el mayor genocidio contra un partido político de que tiene noticia la historia), a los
dirigentes sindicales, a los comunales, a los defensores de derechos humanos, sino que
asesinan también a los miembros del mayor sindicato de educadores colombianos, la
FECODE, en un intento demencial de parar por la fuerza fatídica de las armas asesinas
e impedir la enseñanza, el aprendizaje por parte de nuestros niños de que un mundo
mejor es posible.
Dicha Mediación Pedagógica tendría que tocar necesariamente todas las instancias de
la vida económica, social y personal de la sociedad colombiana, lo cual implicaría
necesariamente «el desaprender lo aprendido» y comenzar a aprender lo no
aprendido, es decir, el respeto a la singularidad de la vida misma, el reconocimiento
del adentro interiorísimo del otro y la aceptación de la complejidad de la vida de hoy,
la cual debe ser vivida con su fuente permanente de incertidumbres.
De igual manera, debe tocar la fibra sensitiva de la sociedad en su conjunto, valorando
con creatividad las enormes fuerzas sociales que se mueven en su interior,
permitiéndoles la participación que hasta hoy solo es permitida con la participación
electoral, además de incentivar su expresividad en desarrollo de la
interrelacionalidad inherente a toda sociedad que se considere viva.
Por supuesto que en este proceso deben participar las partes directamente
involucrados en la guerra civil, o sea, el Estado colombiano en su conjunto y la
insurgencia armada, con los diferentes actores de esas partes, además de las
diferentes formas de expresión organizacionales de los grupos sociales, sindicatos,
partidos políticos, organizaciones de mujeres y de derechos humanos, así como la
participación efectiva y solemnizadora de la niñez.
En esta tarea de Mediación Pedagógica, juega papel fundamental echar mano de los
planteamientos de la Biopedagogía del maestro Francisco Gutiérrez, de la teoría del
caos de Prigogine, del pensamiento complejo de Edgar Morin, de la biología del amor y
la teoría de la autopoiesis de Maturana y Varela, de las teorías educativas de Gallegos
Nava, así como rescatar los saberes ancestrales de nuestros indígenas y del
pensamiento de avanzada en Colombia y latinoamericano, para ir conformando un
todo que nos permita resarcirnos de los más de 500 años de estar ciegos ante
nosotros mismos y agredirnos mutuamente, para desarrollar acertadamente esta
Mediación Pedagógica para la Paz de los colombianos que realmente deseamos la
paz para vivir la vida en paz.
Tamaña tarea histórica exigirá esfuerzos para ir desbrozando camino sobre la marcha,
en la búsqueda incesante de la luz guía, a la vez que una enorme paciencia que solo
los hombres y mujeres con un nivel de conciencia cósmica y real dimensión espiritual,
pueden desarrollar con una visión integradora y totalizadora de una realidad compleja,
complicada, oscurecida por múltiples intereses, visión necesaria para llevar a feliz
puerto el anhelo de los colombianos y todos los pueblos latinoamericanos por una
nueva vida, que sepa enlazar los niveles de conciencia separados y difusos.
Sólo así comenzaremos los colombianos a transitar los caminos para Humanizarnos
en vez de Barbarizarnos, Universalizarnos en vez de Humanizarnos,
entendiendo que «todo ser humano, como el punto singular del holograma, lleva el
cosmos en sí (…) todo individuo, incluso el más reducido a la más banal de las vidas,
constituye en sí mismo un cosmos», a la vez que nunca perder de vista que lo que nos
ha hecho humanos nos hace caminar, encontrarnos, orientarnos, perdernos,
extraviarnos, reencontrarnos, creernos, dudar, redudar, amar, odiar, sentir placer y
dolor, vivir muertos la vida y en la lucha por la vida vivir muertos de la risa la muerte,
en fin, vivir y revivir la vida en espiral como un bucle, como homo complexus.
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