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El inventario de Edimburgo: Evaluacion de la lateralidad cerebral en una poblacion mexicana Ramén Cuencas 2.* Beth Von Seggern™* Rafael Toledo™** Ernesto H. Harrell*** ‘Summary ‘There ara divergent theories for explaining handedness preference. Environmental theories basically focus on behav- ioral utility (70), the hypothesis of the sword and shield; con- tingencies of reinforcement (4); and cerebral accident (2) ‘Annet (11) and Morgan (12) emphasize genetic and anato- mic theories respectively. Healey, Liederman, and Geschwind (7) suggested that handedness preference is not a unilateral tat and that the ‘neuronal system which controls several aspects of handed ‘oss proference can be independently lateralize (6). Conver- ely, a great number of researchers agrae that handedness preference isa unilateral characteristic with values that can be represented by a continuous distribution (3,13,14,18), Oldfield (13) developed the Edinburgh Inventory (El) with ‘samples from British and Scottish college students. The Elis 2 simple, brief tenvitem questionnaire. It is usoful to assess ‘tho handedness preference in laterality quotiont (LO) that ean bbe converted into deciles. These parametric measures permit ‘a numerical value of cerebral Ietealty that varies from the preference of right hand to left. Harrell and Von Seqgern (8), in an attempt to document the universal applicability of the El, administered the same final items to @ USA college sample at the University of Noth Texas. US subjects reported moro laterality (stronger prete- once) than did British subjects. These results suggested that any other ethnic group could show differences in handed- ness preference with regard to Oldies orginal study (13). Inline with these arguments, the aim ofthis study isto stan= dardize the El and provide LO for a Mexican population, ‘A total sample of 1.114 undergraduate students, 447 max les and 667 females; age M = 21.17, from the University of Guadalajara, volunteered to complete the El. ‘The inventories, wich took an average of three minutes to be completed, were filled in class. Most ofthe Mexican students reported a right hand preter- ‘ence (93.5%). From the 72 left handed, 7.5% were boys and '5.8% were gitls. The internal validity of the El was supported ‘through a Pearson product-moment correlation 1). Statistical ‘analysis similar to the orginel study (13), euggested that the LO from the Mexican sample reported more laterality (strong ‘er preference) than the LO from previous studies (13,8). ‘The reason for the apparent strong lateralization level of the Mexican population was not investigated in this study. Pos- sibly, systematic unknown errors have influenced the sub- jects. The culture can promote, in its particular socialzation ‘system, either flexible or extreme responses toward different dogrees of lateralization. * Spinal and Crone Pain Centre. Medica! Ans Hosptsh 6161 Harry Hines Blvd. Dla, Toros 75235. USA. = Timbertan Psychiat Hospital, Dales, Texas. USA, 1° University of Nerh Texas. Denton, Toxas. USA. ‘The Elis a global measure of cerebral lteraty and pre- ‘ents the same shortcomings of any questionnaite Despite its limitations, the use of 61 and the normative values presented in this. study are racommended when ‘assessing handedness preference in Mexican subjects. Resumen Hay diferentes teorias para explicar la preferencia en el uso de una mano a la otra. Las teorias ambientales se refieren principalmentea a utiidad dela conducta (10), lahipotesis 4e la espaday el escudo: @ la contingencia de reforzamianto (4) y al accidente corebral (2). Annett (11) y Morgan (12) tenfatizan respectivament Ia teria genética y Ia anatomic. Healey, Lederman y Geschwind (7) sugieren que Ia prefe- rencla menual no es un rasgo unilateral y que el sistems neu ronal que controla varios aspectos dela preterencia por una u titra mano pueden eer lateraizados independientemente (6). Por e! contrario, gran nimero de investigadores, en base 3 sus respectivos estudios, coinciden en que la preferencia por luna mano es une caracteristica unilateral con valores que pueden ser representados por una distribucién continua (3, 13,14,18) lefold (13) desarrollo Invertario de Edimburgo IE) con rmuostas inglesas y escocesas de estudiantes universtaros, ElIEes un cuestionaro breve (diez preguntas), sencilla facil de administearse til para evaluar la preferencia manual en ‘cocientes de lateralidad (CL), que pueden convertrse en deci- les.* Estos permiten darle un valor numérico l lteralidad cerebral que varia desde la preferencia de la mano derecha a la mano izquierda. Harrell y Von Seggern (8), on su intento por documentar la aplicabilidad universal det IE en Estados Unidos, utiizaron el uestionario con una muestra de estudiantes de Ia Universi- dod del Norte de Texas. En este estucio, los sujetos estadou- ridenses reportaron una lateraidad mayor en relacion con los Sujetos ingleses. Estos resultados sugieren que cualquier ‘tro grupo nico pudiera diferr en su preferencia por usar luna U otra mano con respecto al estudio original de Olielé (13). Congruentemente con dichos argumentos, el presente estudio tuve como objetivo estandarizar ol IE y obtener los CL. fn una muestra de sujetos mexicanos. Paniciparon en el estudio 1,114 estudiantes de licenciatur rade la Universidad de Guadaljara. Los sujetos de la mues- ‘ta, 447 hombres y 667 mujeres (edad M = 21.17}, contes- taron voluntariamente el IE Los cuestionarios fueron distribuidos en las aulas universi- ‘arias y contestados en un lapso promadio de tres minutos. 1 93,5% de los estudiantes mexicanos dijo prferi usar la mano derecha. De los 72 estudiantes zurdos, el 7.5% eran rimaro ttl de casos est didi en 10 grupos igules’ alguno de fstos 10 grupos. (N- del E) Salud Mental V13 No 2, junio de 1990 " ‘sujetos del sexo masculino yel 5.8% de! femenino, La valde interna del IE se verficé por medio de una correlacién pro- ducto-momento de Pearson (r. Los andlisis estalsticos,si- mrilares al estudio orginal (13), sugieren que los CL obteni- dos en la muestra mexicana presertan una lateralidad core bral mayor que los CL reportados en estudios anteriores (13.8) No fue objeto del presente estudio determinar Ia causa del aparenta elevado grado de lteralizacion en la muestra mexi- tana. Es posible que algunos factores sistematicos descono- cidos in‘luyan en los sujetos. La cultura puede promover, dentro del sistema particular de socialzecion, respuastas ‘exomas 0 floxblas que conduzcan a diferentes grados de Tateralizacin. ELIE proporciona una evaluacién global de lateralidad cere- bal y tiene las mismas desvontajas que cualquier ott cues tionari. Conscientes de las limitaciones metodologicas de estudio, los autores consideran apropiado recomendar el uso dol IEy de los valores nrmativos obtenidos, cuando se eva Tie la lateralidad cerebral de sujetos mexicanas. Introduceién Histéricamente se han desarrollado diversas teorias para explicar la preferencia por usar yna mano o la otra, y algunas se han denominado de acuerdo con las razones que el sujeto tenga para hacerlo. Las teorias ambientales proponen bésicamente tres motivos: a} La utilidad que le reporta al sujeto, que os la hipétesis, de la espada y el escudo (10): el guerrero sostiene el escudo con la mano izquierda para protegerse el cora- 226n y poder tener la mano derecha libre para moverla répidamente; b) el reforzamiento (4), la preferencia por una u otra mano se establece de acuerdo con las Contingencias de roforzamiento recibidas durante las primeras semanas de vida; c} el accidente cerebral (2): hay una predisposicién genética para usar la mano derecha como consecuencia de un déficit cerebral causado accidentalmente. Asimismo, Annett (1) sugi- 1i6 la posibilidad de que un gene determine la prefe- rencis por ls mano derecha, pero no por fa izquierda. Morgan (12) propuso la teoria anatémica y traté de explicar la preferencia manual aludiendo ala asimetria cerebral? ‘Actualmente, hay una gran diversidad de opiniones entre los estudios llevades a cabo para precisar el ori= gen de la preferencia manual. Especificamente, para + La latraiad os una subs Sree dels neuropsicologts que esta fos hnemistenoscerebraes, pare determina tuncioneseppocias. L216 3 seguida en este tipo de nvestigaion s0 rier al aprovechamiono ‘dls arganizacion anatdmica de setoma seneoramotorsinsige” a) ‘ase de astudios, Wade-Clarke y Hamm (17) presontan a uso dela ‘nyecciones de ami saoieo denuo de I arterie carla les cuales produce peiodos reves Ge anestesa an uno dalos heme. ys) ‘eterminsn el res que produce el haba. Kolb y Whistam {10} sugioren que los sures clasts tonen Ia funeién de lengusie en el hemtaro Izquierdo y que ste contra ‘mowimientes compicjos que no son compurtides por ef heratoro Gevecha. EI hemistero derecho, al contra, iene funciongs rlacio~ ‘nadas con (a habiidodes visuses y especiales Hares (9) propuso {que fos nemisteis reprasentan des formas dstinas de precesamion- tb ognasctvo. I hemsfena lequerso opera en forma. mas lgicay anafica,parecide 3 una computadora que analiza secuencaimante lo ‘etalosrevelntes. En eam, al hemisteriaGerecho es principale te un siaizador conscionte do a configuracién de estimulos 20 ‘General en dande et proceso de infarmacin es crganizad on rm ‘os de gesalts0 formas completas. 12 aceptar que dicha habilidad es un rasgo unilateral Healey, Liderman y Geschwind (7) sugirieron que esta preferencia no es un rasgo unilateral y que ol sistema neuronal controla varios de sus aspectos que pueden ser lateralizados (1) independientemente (6). Sin embargo, gran nimero de teéricos coinciden en que la preferencia por la utilizaci6n manual es una caractert tica unilateral con valores que pueden ser delineados por una distribucién continua (3,13,14.18). Oldfield (13) desarroll6 el Inventario de Edimburgo {IE}, que es un cusstionario breve, sencillo y fécil de administrar, y que es itil para tasar la preferencia manual en cocientes de lateralidad (CL) que pueden convertirse en deciles, lo que permite darle un valor numérico a la lateralidad cerebral periférica, que varia desde la preferencia por la mano derecha a la preferen- cia por la mano izquierda. EI IE fue administrado a 1,100 estudiantes en universidades inglesas y esco- cesas. Por medio de un anilisis estadistico que origi- ralmente incluyé veinte preguntas, se seleccionaron diez, que representan una serie de actividades que son ejecutadas facilmente (Apéndice A). Por cada sujeto se calculé un CL. Se determiné y se discutié la diferencia de sexo en la preferencia por una u otra mano, ‘Ademés, se reportaron los valores paramétricos (deci- les) de la preferencia por la mano derecha o por la izquierds. Con el propésito de documentar a aplicabilidad uni- versal del IE, Harrell y Von Seggern (8) administraron las mismas diez preguntas seleccionadas por Oldfield (13) a una muestra universitaria de la Universidad del Norte de Texas. Se hizo un andlisis estadistico similar al empleado originalmente (13) (calculo det CL, de« les y diferencia de sexo) para hacer comparaciones contre las muesiras de poblacién. Inesperadamente, los resultados fueron diferentes a los obtenidos por Old- field (13). Es decir, los sujetos estadounidenses repor- taron una lateralidad mayor que los sujetos ingleses. Estos resultados sugieren que cualquier otro grupo cultural pudiera tener diferente preferencia con res- pecto 2 la muestra inglesa. Congruente con estos argumentos, el presente estudio tiene por objeto ‘estandarizar el IE y obtener los CL de la muestra de sujetos mexicanos. Método Sujetos La muestra total estuvo constituida por 1,114 estu- diantes de licenciatura de la Universidad de Guadalaja- ra, entre los 16 y los 50 afios. Participaron 447 hom- bres edad M = 21.7) y 667 mujeres (edad M = 21.0), quienes completaron voluntariamente los cuestiona~ rigs sin recibir créditos extras por su colaboracion. Procedimiento Los inventarios de Edimburgo se distribuyeron en las aulas universitarias durante los recesos, y se contesta~ ron en un lapso promedio de tres minutos. Las instruc~ clones se presentaron en forma impresa en la parte superior de dichos inventarios. £1 cuestionario estuvo integrado por 12 preguntas, incluyendo las diez pre~ unas selecionadas por Oldfield (13), ademas de las, preguntas once y doce, relacionadas con el uso prefe- rente de uno u otro pie y uno y otro ojo, respectiva- mente (Apéndice A). Las respuestas fueron marcadas con un cero, y con uno © dos signos positives (+) en las columnas dere- ccha o izquierda, segiin la preferencia reportada por el sujeto. Las respuestas en blanco o con cero indicaban que el sujeto no habia ejecutado esa determinada tarea. Una marca (+) en ambas columnas indieaba que €l sujeto era ambidextro, los IE completos con la infor- macién requerida, se revisaron y se codificaron con 0,1 62, de acuerdo con el ntimero de marcas positivas escritas en las categorias de derecha e izquierda. Se sumaron las codificaciones, que proporcionaron un total por columna 0 categoria. Finalmente, se empled ese valor total para computar el CL segiin la formula siguiente: suMD-suMt ce SUMD+SUMI * ad Los deciles se computaron para cada una de las manos con el mismo método utilizado en los estudios de las muestras inglesas y estadounidenses. Adémas, ‘se hiz6 una comparacion de la preferencia de acuerdo ‘con el sexo del sujeto. Resultados ‘Al igual que los resultados obtenidos por Harrell y Von Seggern (8), este estudio revelé que la mayoria de los estudiantes mexicanos preferian usar la mano derecha. De 1,103 sujetos, ei 93.5% declaré usar pre~ ferentemente la mano derecha, mientras que solamen- te el 6.5% manifest preferir usar la izquierda (Tabla 1). Once sujatos indicaron ser ambidextros, por lo que fueron excluidos de este andlisis. TABLA Distribucion ge frecuencia y porcent habitidad ‘manual por ambos sexs (los estudiantes que no report ron proferencia manual fueron exclufdos de este anélisis) DERECHO IZQUIERDO TOTAL 407 33 440 MASCULINO | (26.9%) | (3%) | (39.9%) 624 39, 663 FEMENINO | 56.6%) | (3.5%) | (601%) 1031 72 1103 (93.5%) (6.5%) (100%) Al igual que los resultados de la muestra estadouni- dense, se encontré que un mayer nimero de hombres, en comparacién con el de mujeres, report preferir usar la mano izquierda. El valor correspondiente a la muestra mexicana fue de 7.5% entre los estudiantes de sexo masculino y 5.88% entre los de sexo femeni- no. Sin embargo, estos resultados no lograron obte- ner diferencias signficativas estadisticamente (xX? {N= 1,103], = 1.13, p¢.29). Los porcentajes acumu- lados de la preferencia por la mano dereche ¢izquierda se anoteron de acuerdo con los CL computarizados (figura 1) Enla figura 1, l signo negativo se le asigné a los CL izquierdos, y deberén interpretarse como negatives. Al comparar a los sujetos que usaban la mano derecha con los que usaban la mano izquierda, '@ sugirié quo los segundos habian reportado una late- ralizecién mayor que los primeros (figura 1). Estos resultados sugieren obviamente que los sujetos que preferian usar la mano derecha habian reportado una lateralizecion menor en tareas ejecutadas con le mano derecha y no con la izquierda. Por ejemplo, en el deci 8, los diestros obtuvieron un CL de 3.8 en ambos ‘grupos, mientras que los zurdos obtuvieron un CL. de ~ 80.6 (figura 1). 100 o| esc 4 || : ° 20 | sa-thtalhlll 103 FIGURA 1. Cociente de lateraidad y porcentaje acumulado fen la proferencia de manos. La correlacién producto-momento de Pearson (), demostr6 que habia intercorrelaciones significativas estadisticamente en las respuestas sobre ambas ma- 1s {tablas 2 y 3). La correlacién que present6 ol gra- do significative més elevado se enconteé entre los re- activos 1 y 2, que se refera a eseribir y cibujar(* =.86, p¢.0001 yr=.78, p.0001 mano derecha e izquier- da, respectivamente). La correlacion entre los reac tivos 8 y 12 (barrer y ojo dominante) fue menor, pero positivamente significante (r = .21, p< 0001; r = 16, <.0001) tablas 2 y 3). La validez interna del IE se fundamenta en ol grado de significancia de las correla ciones reportadas. Los valores normativos obtenidos (CL) en la mues- tra mexicana presentaron una lateralidad mayor que los CL reportados por Harrell y Von Seggern (8) {tabla 6). El valor de CL, que se refiere al grado de preferen- cia por una u otra mano, debe ser traducido a su nueva denominacién, representada por los deciles (tablas 4 y 5). Para interpretar y traducir los valores de los CL a deciles, el investigador deberé seguir el orden de la siguiente informacion: si tenemos un CL +42 como 13 do Edimburgo (proferencia derecha) +]2][2[/4lel[e]7]ea[o|]olul| nz 1 86 se: | sor | 55: | 59 | 26° | 5° | a2 | see | a7 2 ‘88° | ‘60° | ‘56° | ‘59 | 27° | ‘sae | “aie | ‘a7 | 20" 3 ‘56° | 63+ | ‘s6- | ‘59° | ‘ate | ‘57° | cae | ‘sae | 23" 4 ‘60° | ‘62 | ‘58 | ‘36 | ‘sor | ‘so- | ‘si | 25° 5 1» | ‘ese | ‘33+ | ‘ser | ‘50° | 52° | 23" 6 60° | ‘see | ‘ser | ‘ase | ‘60° | 27 7 ‘3a | ‘57* | ‘age | ‘52° | “ioe a ‘ae | ‘gee | ‘ate | 21 9 ‘ae | ‘bar | 2a 10 | am | 2 n Bar 12 Nota: 1 = escribiendo; 2 = dibujando; 3 = tirando; 4 = cortando con eras: 5 ‘cortando con cuchillo, sin tenedor: 7 = cuchareando: 8 apillndote los dientes; 6 = barriendo (mano superior); 9 = encendiendo un Gero: 10 = abriendo un frasco; 11 = econ cudl pie prefieres patear?; 12 = ccudl ojo usss cuando tienes que tsar s6lo uno? N= 1116 * p< 6.0001 asta Matriz de correlacién entre reactivos del Inventario de Edimburgo (prefers *]?[s[«]*]*|7]ele i 76 [awe [see Pas [az [as fae | ae 3 38 | $8 | ae [SE | AS at | 3k Hl 38 |e | ae | ak |e | 3 fee | ae |e | ae | ah 3 [as | ae | ao : | Se | ae | 42: ; | is | 3 eas 5 | FA | it | | | zi | | Wat = eat = nay = nd 4= etd cane 8 —cepre eGa, = cortardo con cuchill, sin tenedor; cuchareando; 8 = barriendo mano superior); 9 = encendiendo un cero: 10 = abriendo un frasco: 11 = Zeon cusl pie prfieres patear?; 12 = {cusl oo uses cuando tienes que tsar s6lo uno? N= 1114, *p0.0001 producto de la suma del inventario, esta cantidad tra- Discusion ducids a su nuevo valor, se convertiré en el decil 7, sea 70% de lateralidad cerebral (tabla 4). Si se obtic= Los valores normativos (CL) que se encontraron en Re un CL -20, su valor traducido seré el decil -3, 0 sea, la estandarizaci6n del IE en la poblacién mexicana, ~30% de lateralidad cerebral (tabla 5), indican que hay algunas diferencias en relacién con las, TABLAS TABLA 5 Valores normativos: Valores normatives: Preferencia de la mano derecha Praferencia de la mano izquierda Decit cu. Frecuencia Dei CL. | Frecuencia 1 o7 7 5 69 5 2 38 30 -2 na 3 3 70 35 3 208 7 a 119 ot 4 306 7 8 215 39 25 40.3 7 8 30.7 95 -6 ent 8 7 424 120 7 750 10 8 53.8 118 -8 80.8 4 9 67.0 1368 -3 U7 a 10 100.0 340 =10 1000 6 14 TABLA 6 Valores normativos (CL) correspondiente a muestras de poblaci6n mexica ‘estadounidense** e inglesa"** DERECHO IZQUIERDG ‘WMixico | EU. ingle Wace EU. Tagiatera Dect | cu, Gl. cL. Cl Cl. 1 O7 480 69 180 28.0 2 38 60.0 ma 279 42.0 3 79 eso | ¢ | 208 330 540 4 9 740 | 3 | 306 48.0 86.0 5 | 215 goo | § | 403 570 | 780 6 30.7 | 840. | 611 660 «=| «83.0 7 | 42a aso | 8 | 750 70 | 87.0 a | 538 s20 | 3 | sos 82.0 90.0 3 | 670 950 | = | 917 100.0 92.0 10 | 1000 | roo =| ~ | 1000 100.9 100.0 N ea en Investigaciones anteriores (13,8) (tabla 6). La causa del aparente elevado grado de lateralizacién en la ‘muestra mexicana no fue objeto de este estudio. Sin ‘embargo, se cree que puede deberse a la interaccién de ciertos factores sisteméticos desconocidos que influyen en el sujeto para que éste reporte niveles dife- rentes de lateralizacién. Es decir, algunas culturas pue- den promover, dentro del sistema particular de sociali- zacién, respuestas decisivas, extremas y menos flexi- bles que conducen a una lateralizacién elevada; mien tras que otras culturas pueden ser més flexibles y pro- mover un grado de lateralizacién menor. ‘Aun cuando se cuenta con técnicas neuropsicolégi- cas mas precisas para determinar la preferencia ma- nual (11), por mas de una década el IE ha sido util para evaluar el CL de los sujetos que participan en investi- gaciones dirigidas a estudiar la relacion entre la con- ducta y la funcién cerebral (5,15,16). Con base en los resultados, los autores sugieren ‘substituirla pregunta ocho (qué mano pone en la parte superior de la escoba cuando barre) por la pregunta ‘once (con cual pie prefieres patear) (Apéndice B). Se cree que es menos complejo determinar la preferencia por uno de los dos pies al patear, que cus! mano pone en la parte superior de la escoba, especialmente si barre en diferentes direcciones. Esta pequefia modifi- ‘cacién puede dar por resultado un aumento en la vali ez interna del IE. La cantidad de lateralizacién que ocurre alo largo de los afios, no fué investigada en ol presente estudio debido a que la muestra mexicana, similar a los estu- dios anteriores, incluyé una diferencia relativamente pequefia entre edades. Todas las muestras (mexica- hos, estadounidenses e ingleses), reportaron una edad promedio de 21 afios, aproximadamente. Para poder verificar silos CL varian con la edad (efectos del enve- jecimiento en la lateralizacién), seran necesarias, en futuras investigaciones, muestras de poblacién ade- cuadas. Es importante aclarar que el IE proporciona una eva~ luacién global de lateralidad cerebral y tiene las mis- mas desventajas que cualquier otro cuestionario. Asi, la generalizacién de los resultados para la poblacién mexicana, debe ser moderada, tomando en considera- ci6n que la muestra de estudiantes de la Universidad de Guadelajara no es 100% representativa del pals. ‘Sin embargo, se ha observado que esta limitacién en los resultados, ha sido congruente en los estudios anteriores. Las muestras de poblacién inglesa y esta- dounidense, también fueron seleccionadas en institu ciones universitarias Conscientes de las deficiencias y limitaciones meto- dol6gicas descritas, los autores consideran apropiado recomendar el uso del IE (Apéndice 8) y valores nor- mativos (Tablas 4 y 5) cuando se evalie la lateralidad cerebral de sujetos mexicanos. Agradecimientos Los autores desean agradecer a Laura L. Michel C.y a Me. “Tinided Michel C. su vaiosa colaboracion en la recopilacion do datos y en la evaluacién de los cuestionarios, respective: mente, 15 APENDICE A INVENTARIO DE EDIMBURGO Edad: Sexo: M__F§__ Favor de indicar la preferencia del uso de tus manos en las siguientes actividades marcando + en la colummna apropiads. Cuando la preferencia os muy Fuerte y ti nunca teatarias do usar Ia otra mano a menos que seas absolutamente forzado & hacerlo, marca ++. En cualquier caso que tu seas indferente marca + en ambas columnes ‘Algunas actvidades requieren ambas manos. En esos casos una parte de la tarea u objetivo, donde la mano preferida es requorida,estéindicado en paréntesis, Por favor trata de constestar todas las preguntas, y solo déjalas en blanco si td no tienes experiencia de la tarea u objetivo. !ZQUIERDO DERECHO 1 Escribiendo — — 2 Dibujando 3 Tirando 4 Conando con tijeras = 5 Cepiléndote los dientes 6 Cortando con cuchillo, sin tenedor ——_— 7 Guchareando —_— 8 Barriendo (mano superior) > 9 Encendiendo un cerilo ("esforo) 10 Abriendo un fraseo — 11 éGon cual pe prefieres patear? ———— 12 £Cusl ojo uses cuando tienes que usar s6lo uno? —_— — Total +s APENDICE 8 INVENTARIO DE EDIMBURGO dod: _ Sexo: M__F__ E siguiente cuestionaro tiene como objeto que indiques la preferencia del uso de tus manos. Tata por favor de contastar las preguntas después de loer cuidadosamente las instrucciones. 8} Marca + en la columna apropiada para indicar la proferencia dol uso de tus manos. ») Marca ++ en la columna spropiada cuando tu preferencia es muy fuerte y nuncs trataias de usar la otra mano @ menos que ‘seas completamente forzado 2 hacer. } Contests todas las preguntas y sélo deja en blanco si no tienes experiencia de la tarea u objetivo requerido. !zQUIERDO DERECHO Escribiendo Dibujando =—_— Lanzando —— Cortando con tijeras — Copillndote tos dientos Cortando con euchlla, sin tenedor —_— TTomando la cuchara —_ Con cusl pe prefieres patear? — —_— Encendiendo un cerilo(f5sforo) 10, Abriendo un fraseo Tol #5 REFERENCIAS 1.ANNETT M A: A classification of hand preference by hamer (eds). Lateralization in the Nervous System. Acar ‘stociation analysis. British Journal of Psychology, 61 domi, Nueva York, 178-180, 1977. 303-321, 1970. 5. FAIRWEATHER H, BRIZZOLARA D, TABOSSI P, UMIL- 2. BAKAN F. 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