El que les habla vive en por la urb.

Las Palmeras donde todas las

maanas puedo escuchar un grito distintivo: Paaan!. Un hombre en un
triciclo, con una caja de madera enorme, ofrece una gran variedad de
panes frescos y dulces . Yo recuerdo que cuando tenia 19 o 20 aos me
quede a vivir unas semanas con unos amigos en un departamento, en un
piso 18 de un edificio, donde no escuchaba el sonido del panadero ni de
ningn vendedor, asi que tena que ir a comprar pan a un supermercado
que estaba a 9 cuadras donde yo vivia, pero ahora, disfruto de que me lo
traigan fresco y por sobre todo en la comodidad de mi casa.
Pasando de la idea del alimento fsico al hambre espiritual, pienso en las
palabras de Jess:
Juan 6:35 Jess les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a m viene, nunca
tendr hambre; y el que en m cree, no tendr sed jams. En un libro lei
que evangelizar consiste en que un mendigo le dice a otro dnde
encontrar pan. Muchos podemos afirmar: Antes, estaba espiritualmente
hambriento, murindome de hambre a causa de mis pecados. Entonces,
escuchamos la buena noticia. Alguien nos dijo dnde encontrar pan: en
Jess. Y nuestra vida cambi!.
Cuando dice: Yo soy el Pan de Vida
- Significa Ir a Jess y creer en l. Cristo muestra que l es el Pan
verdadero; l es para el alma, lo que el pan es para el cuerpo, nutre y
sustenta la vida espiritual.
Cuando se refiere: El que a mi viene
a) Jess est poniendo una condicin para conseguir lo que el alma
anhela.La condicin es que lleguemos a l.
Nunca tendr hambre
a) Nos ofrece que tendremos satisfaccin consciente y permanente
b) Que l ser nuestro sostn, no importando por las situaciones que
estemos pasando en la vida. El nos sostendr.
IV. Pero nos pone una condicin:
Y el que cree en m
a) Primero que creamos en l.
V. Nos hace la segunda promesa:
No tendr sed jams
a) Solo l es capaz de saciar nuestra sed.
b) Esta no es sed de agua normal, Jess nos ofrece algo grande y
precioso, y es calmar nuestra sed espiritual. Al igual que a la mujer
samaritana, l nos ofrece del agua de vida eterna.
c) El hambre y la sed del alma no se pueden saciar, sino cuando sta se
alimenta de Jesucristo, de su palabra con una fe viva.
A nosotros lo nico que nos toca y debemos de hacer es: Decir, con
inteligencia y fervor, Seor, danos siempre este Pan y esa agua.
Ahora tenemos el privilegio y la responsabilidad de guiar a otros a este
Pan de vida y el dia de hoy lo hemos hecho.
Jess es el Pan de vida. Sigamos dando a todos esa gran noticia.