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El guardapolvo blanco Todos quienes fuimos a una escuela publica, o quienes trabajamos en ella, conocemos de cerca la experiencia de vestir un delantal blanco. Abotonado atrés 0 adelante,-con tablas o sin ellas, con cuellito, pespuntes 0 arreglos que lo personalizan, el guardapolvo es un elemento del paisaje escolar que simboliza muchas cuestiones. Inés Dussel Podria decirse que en nuestro pais no hay otro simbolo equivalente de lo que representa la escuela piiblica que el guardapolvo. Por ejemplo, durante la protesta docente organizada alrededor de la Carpa Blanca (1997-1999), se entregaban delantales blancos a los visitantes "ilustres" como emblemas de Ia lucha por la defensa de la escuela piiblica contra el ajuste estructural menemista. Si bien ya no se usa en todas Tas escuela, Ia mayoria de ellassiguen optando por mantener viva la tradicién. Lo interesante es que para la mayor parte de la gente los delantales blancos han sido parte de la escuela piblica desde Sarmiento, que es casi como decir desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, surgié varias décadas después. En Ia época de Sarmientd, se crela que era malo obligar a usar cualquier tipo de uniformes por el costo que implicaba para la: familias, lo que pondrfa més obstaculos para la asistencia a la escuela. Sélo a principios del siglo XX se empezaron a usar. ‘Veamos dos citas separadas por sdlo 13 afios de diferencia: "Cuando empecé la escuela en 1914, en el barrio de Almagro en aquella época se hablaba de usted a los alumnos, y no usébamos delantal blanco que nos hiciera, digamos, hasta cierto punto andnimos."" Mientras que otra persona un poco mis joven recuerda otra experiencia: "En 1928 fbamos a la escuela de punta en blanco, de acuerdo al veredicto de nuestro padre espafiol: el nuevo guardapolvo estaba exageradamente almidonado, zapatos domingueros, peinado a la gomina (otra tortura), medias tres cuartos, camisa clara y corbata floreada. Nuestra madre se ocupaba de que uv se couuciera tuestra pobreza, ex dettimento de otras necesidades hogarefias."” Hay varios docentes ¢ inspectores que dicen haberlos creado, buscando los mismos objetivos: proporcionar un vestuario econémico, higiénico.y democritico que acompafiara la expansién de la escuela. Creemos que’esta pluralidad de "inventores", mas allé de que tan-ciertos sean todos los relatos sobre sus origenes, habla de dos cuestiones. Por un lado, muestra la exigtencia de un 1 consenso generalizado acerca de la forma de regulacién de los cuérpos en la escuela, esto es, sobre las formas en que se interviene sobre cémo se muestran y se mueven los cuerpos escolares. En este caso, esa forma de regulacién pensaba en vestuarios y apariencias homogéneas en nombre de la democracia y la salud de los nifios y las nifias, y de una equivalencia entre democracia y homogeneidad: no habia espacio en esa definicién para articulaciones mas plurales, para movimientos més libres. Por otro lado, habla de un momento particular en la historia del sistema educativo argentino en el que muchos educadores estaban experimentando nuevas técnicas, métodos y materiales, copiando y produciendo ideas sobre qué y cémo ensefiar, emo llevar el trabajo en el aula y cémo organizar la vida de una escuela. Uno de los que se postula como inventor de los delantales blancos es Pablo Pizzumo, destacado edueador con larga carrera en el sistema educativo. Pizzurno era Inspector General de Escuelas para Ja Capital Federal cuando formuld su queja sobre los vestidos lujosos que usaban las alumnas para ir a la escuela en 1904, Segin Pizzumno, reiterando un tema central de la moralidad de la época, més bien represiva y pacata, habia que sospechar del Iujo y la ostentacién en las mujeres, porque se centraba en la frivolidad y porque el amor a los vestidos caros potencialmente podfa llevar a oficios non sanctos (vg., la prostitucién). Segin Pizzumo, las mujeres, naturalmente débiles de caricter y con tendencia a la superficialidad, eran mas pasibles de caer en tentaciones que los hombres; y por eso su apariencia debia regularse con mucho més celo, también, ror supuesto, para garantizar su “decencia" y su pudor. Como vemos, las cuestiones de género estuvieron muy presentes a la hora de pensar un c6digo de vestimenta para las escuelas. La queja sobre la peligrosidad del Iujo y la ostentacién lo Ilevé a recomendar el uso del delantal igualador, tomado al parecer de una clase de trabajos manuales, "con las ventajas de todo orden, morales, econdmicas, higiénicas y hasta estéticas que se le reconocen"’, Aparentemente, ya que en la compilaciéa de sus escritos no se sefiala claramente la fecha de la propuesta, esta recomendacién se habris realizado entre 1904 y 1909, mientras fue Inspector Jefe. : Al menos otras cuatro personas se han atribuido la invencién de los delantales, todos ellos egresados de las escuelas normales. Se dice que Julia Caballero Ortega, una maestra de trabajo manual, se lo sugirié a sus estudiantes en 1905, en una escuela de Avellaneda. Antonio Banchero, maestro de 6to, grado en 1906, informé que promovié el uso de los delantales blancos para el docente y los alumnos en la escuela Presidente Roca, ‘de Libertad y Tucumén, ciudad dz Buenos Aires, para evitar el contraste entre los nifios ricos y los pobres. El profesor Pedro Avelino Torres, egresado del Mariano Acosta, también dice haber vonducido una experiencia similar en una escuela experimental en Buenos Aires, en los primeros afios del nuevo siglo.‘ Finalmente, esta la historia de Matilde Figueira de Diaz, que fue incluida en el Diccionario de Mujeres Argentinas por considerdrsela la inventora del guardapolvo. En 1915 se promulga un decreto que no sélo autoriza sino que recomienda el uso de delantales blancos para el personal docente de las escuelas de la Capital. Se lo consideré "buena préctica”, Porque "ademés de inculear en los nifios la tendencia de vestir con sencillez, suprimiird la competencia en los trajes, ete., entre el mismo personal." (Circular 101 del CNE, 23 de diciembre de 1915, Expediente 19). Es destacable que los primeros objetivos de la regulacién fueron los docentes y no los alunos, para quienes sélo fue autorizado. Los docentes debian dar el ejemplo del régimen tice y estético que debian adoptar los nifios y sobre todo las nifias. 2 / . Los delantales répidamente "colonizaron" las formas de vestirse de los nifios y los adultos en las escuelas piblicas. El camino hacia la uniformacién del vestuario ya estaba pavimentado. En 1919, el gobiemo de Yrigoyen establece que sean las cooperadoras escolares las que provean los guardapolvos en el caso de que las familias no pudieran comprarlos. Hay un elemento que nos parece interesante para pensar sobre los -sentidos asociados al guardapolvo: su color. {Por qué es blanco el guardapolvo, cuando en otros paises como Francia era de colores oscuros y hecho por las familias? Las "blancas palomitas" ha sido una de las metéforas més usadas para hablar de los escolares en la Argentina. Los guardapolvos configuran un paisaje particular en nuestras escuelas, una topografia social predominantemente blanca que para algunos simboliza la pureza, la igualdad y la inocencia, pero que también permite detectar la transgresién fécilmente, No hay que olvidarse que el delantal blanco exige toda una serie de cuidados especificos que dificultan el juego, la movilidad y la experimentacién més libre. Por otra parte, sumada su blancura a la persistencia del énfasis en la prolijidad y la higiene, el guardapolvo parece ser mis bien una superficie que permite ejercer un control inmediato, econémico y efectivo sobre los ccuerpos infantiles -y también Sobre los cuerpos docentes-, valga recordar. Los relatos de quienes sostienen haber inventado los guardapolvos hablan de la disponibilidad de las telas blancas y de su costo més, bajo, algo que deberia ser contrastado con una historia de la industria textil que atin no ha sido escrita. Pero hay otras asociaciones que deben ser tenidas en cuenta. La primera, y probablemente la més evidente, es la similitud con el vestuario de médicos y enfermeras, Se crefa que el blanco era el mejor color para la ropa higiénica, porque es un buen conductor del calor y porque es liviano; también fue el centro de la “estética de lo lavable" que preferia las -superficies lisas y claras para garantizar la limpieza. El blanco, como hemos dicho, permitia que la limpieza y la prolijidad fueran inspeccionadas répidamente, lo que aseguraba que la inspeccién diaria de los escolares se hiciera en términos eficientes y efectivos. La cuestién racial se vuelve central a la politica y a las identidades y el blanco se vueive asi simbolo de inocencia y de pureza, Por tiltimo, muchas drdenes religiosas planteaban a sus monjas habitos blancos, sobre todo a las dé menor jerarquia social (las de negro eran las més reconocidas y solian provenir de clases sociales més altas). De alguna manera, esto ilustra la complejidad de la eleccién del blanco para los delantales: simulténeamente puro y pobre, higignica y moralmente superior pero econémica y politicamente inferior. : En sintesis, como muchas otras herramientas y tecnologias de la escuela, la invencién del guardapolvo no reconoce un "autor" claro sino un "proceso de composicién” realizado por varios actores, que dicen haber detectado las diferencias en el vestuario y que propusieron una medida igualadora ¢ higiénica, y es sobre esta base, donde empez6 a configurarse un soporte legal y ‘econémico, via las cooperadoras escolares, para su adopcién masiva. El contenido igualitario fue muy importante, pero también la funcién de disciplinary regular a los cuerpos en la escuela. Por eso, habria que recordar que la historia de los guardapolvos escolares no es solamente la de la democratizacién de la escuela; antes bien, queremos explicitar que también fundaron exclusiones, y que impusieron jerarquias y desigualdades de género, sociales, raciales, culturales, Si la historia puede contribuir en algo a reparar las deudas con las generaciones pasadas, como queria Walter Benjamin, més aiin deberfa ayudar a reparar las que tenemos con las generaciones actuales, parte de las cuales todavia siguen siendo excluidas por no poseer una "apariencia adecuada". Sin abandonar los guardapolvos, que tanta carga simbélica igualitaria tienen, habria que interrogar estas formas y apariencias en Ia escuela, y pensar acerca de la justicia y la libertad que promueven. 1 Gutiea, FE, (1979), "La Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta et los cuarenta primero afcs de este siglo’, en: J.C, Astofi (Ed), La [Breutla Normal de Proftsores Mariano Acosta. Evocacién y homenaje en sus cien als de vida (pp. 23-48). Buenos Aires; Asocaciéa de Ex: ‘Alumnos dela Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, p. 30. 2 Del Pino, D, (3), *Se comenzaba por los palotesy se terminaba con la puma cucharita’,en La Nacén, pp, 229 3 Pizzumo, P, (1938). El edueador Pablo Pizzumo. Recopilacidn de trabajos. Mas de medio siglo de accién cultural en la enseflanza secundaria, ‘normaly primaria. Buenos Ares: Congreso Nacional, p. 269, 4 Poa os es caso, véase el texto de Mayoechi, EM, (6). El guardapolv blanco, en La Nacién, pp, 228 . Revista “El Monitor” N° 12

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