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Emile Durkheim LA DIVISION DEL TRABAJO SOCIAL | | SL cororés 5A | “Tiel orignal: De Le oon da raed Traduccn: Carlos G, Posada En pond: Ov ag, Mavano Mont Sexe aici en Coan, 2007 © Calofba S.A. de GX. 2007 Frans Hale nim. 130 ‘Alfonso XL, 1460 Mezico, DE. ISBN: 978.966.867 008-8 Prlbid su eproducisn por cualquier meio mecinico 9 dlecusico si a sutorbacién esr de low eines Impress en Mesico PROLOGO En 1838, en Lorena, nace Emilio Durkheim en el seno de una familia de rabinos, En 1893 defiende su tesis docto- tal, De fa Division du Trovatl Social, a la que acompatia de tuna tess secundatia, edactada en latin, tal como pedian las ‘ostumbres académicas de la €poca, sobre la contribucion de Montesquieu a la cienca social (Quid Secundatus politicae Scientae instituendae contule ri) Entre esas doe fechas, Dutkheim consigui6 verminar brilantemente sus estudios secundarios, ingresar (con. bas- ‘ante menos brillantez) en la Ecole Normale Superieure (1879). viajar por Alemania y- estudiar con Wunde (1885-86), ser nombrado profesor de Pedagogia y Ciencia Social en la Facultad de Letras de la Universidad de Burdeos ¥ profesur asf por primera vex en la Universidad francesa cu Jas de sociologia (1887). Sucinto recordatorio de fechas y ex- periencias que, ciertamente, puede ilurinasse con detalles {menos bansles. Asi, puede evocarse al joven provinciano instalado en Paris para preparar el concurso de ingreso en la Ecole Normale que tiene como companero de pension a Jean Jaurés, otro provinciano que también sigue idénticos ‘esudios, con quien habla largo y tendido sobre politica: ni tluuno es todavia socialist, nel otro socilogo, pero ambos Preguntas asa las que Durkheim propone la sigaiea- te respuesta: SB ialiamg cy, sobtevodo, la spiacion a zoraniat cl chemo foal de forma tl que se modiique fa sitaaciOn Gue Iv induseria ceupa en in sociedad: que salga de la SMiora en que actvalmente ests, y en la que funciona de Tope 281 forma automética, pa se iluminada y controlada por la concienea, Puede notatse hoy que esta aspizacion no soo xperimencan ls eases interiors, sino el Estado mismo. Ea efecto, a medida que la actividad cconémica rece en impor. {ancta como factor de la vida socal el Estado seve conducl- ata fcr de Cn, por scenes aes def ‘is lieaimporanca, a convolat ext aetiided y 4 cepulat te anfeaoncy, De In mim tame que ses bret tienden 2 aproximatse al ado, ete tende a aro Simase a ellasy ello porque exiende cada vez mas sus fa Feacionesy su esfers de inluencta, 1 secalismo no es ni ‘mucho menos, slgoexclusivamente orto! Enteslidad, son dos las corienes bajo cuya influenca se ha formado 1 dlocsrina socalsta, Una que, viniendo de abajo, se dirge hacia las regiones superiores de la socedad, aot, que ene de esas y sigue a diveciniaversa. Pero como, ef el Tondo, fauna es prolongacion dela otra como se implican mutwamente, como no son sino aspectes diferentes de una misma necesidad de organizacon, no puede excuse a ain {puna dela dors ln hora de define socialism, Indudable ments. amas corscntes no semen la misma factea en los dlferesncr sever socialists: segan fa stuacion que ocupe Ttesrco, sega esté mis en contacto con los wabujadores 0 on los incereses generals de la sociedad, carga el acento e@ tina W otra, De ahi nacenvatiedades de socialimo (socials ‘mo obrero, scialsmo de Estado), cuyas diferencia solo son Se grado, No hay ningin socalismo obrero que no feame ‘in desarrollo mayor del Evadoy no hay nin sectalismo de Baad gues dexinrese de nso dee obsess, No Son sino vaviantes del mismo genero yes el genera lo que nosotros definimoss *, ® , s * De todo lo cual nace, sega Durkheim, asl caticte rosamente actual del foclalismo como su imsaciones mas {nsubvables, sus iautcienciae mis deverminantcs, De ua ia desi tena on gen a eas de a ociedad moderea. Se propone, en efecto, reorganizat las funeiones economics, & deci unas fancones que en TTB, 5:56 mundo contemporinee han adquitido importancia social vi iy, sis embargo, se desrrollanclegamente, se desarrolan Sn'Conocer contcl algunos de ahi‘no pueden sino surgi tension socsles de Ia mayor gravedad. Una cosa, pues. viene a decir Durkheim, es Que la soncepeién mates Sets historias yerte cuando stbuye una eicacia causal de teeminante 2 efor economic y ott bien distnta que, una Yer que slor cconémico exit y existe con ls imporancia {ue stualmente tiene, pueds menorprecatse az hora de ‘Bfenase con los confrossocaescomermporincor e uh Sector socal clave y, por tanto, To-que en él ocutta ha de fear necsaamere aes 0 dsp os dem scons Serials, Por esto, porque propone reorgaira fas ctvida- Ses econdmicss€l socalismo ests profandamenteenvaizado nla naturalets misma de ls sxsedades modernas. Pere, de oto lado, en la meaida en que solo retiene esa imersion econdimie,clsocnlamo cs nsuiciences es dei Su diagnowico sobre los males dela socedad moderna ev triads, solo pone al descubicrio ‘uno de los aspects del robles. «Aunque lor tabsjadores aleancen.prvlegics fue nevtralien en pare los de los patronos, aunque sedi ‘Minaya In jaca e tabajo, sung low sai sean ele qador por fa ley, nunca podtén satsfacerse totalmente los Bseos’ de lor hombres. porque, satsfechor nor, ores {havin mayor inensidad Las cxigenias son iimitadas Intentarapaciguarassatisfaciendolas equivale'« querer le tur el tone de Danae. Sila cacsion soil ze planceasee” ‘oo: timines, habra que declarara isolubler™. Las am. Slguedadesy cl carat incempleto del socio arancan ch. £l propo Sant Simon, ecuerda Dutkheim, us ba: Seringsido solamente sobre la teopanizaion material, t= Noval final de su vida, que inwodust, en Le noveaw Chr Iannime (1825), clementos de tipo «csptituals porque co- tengo derear la nsuficencia de lo material yf impos Midna de conseguir la pat socal basindore slo en ell, «Lo impresindible para que haya orden social ex que la genta ILE Ge os hombre se contenten con su muerte. ero cae " "Antes de pus al examen de ia Divitin del Trabsjo hay aque decir, pot atime, que exas proposiiones soe las el SDnesenie individuo y sociedad son permanentes al largo e'tods ln evolacion del dscurso durbheimisno. Son els Su presencia y sus consecuencias, quienes dan Unidad a su chan ite perden de ga acannon de a Dion del Trabajo. su primes libro, tsuta tan opaca como la de To oom lems de i eigrss, bina de os ‘Sgucloncs cntensas,Podrs habe momentos desu isu So en que acentda una y otta dimension, y aexo puede Iblane 4 partir de ahi de fares» Pero debe tenerse bien flite que Sas sfasesn no Peden (como se ha hecho) I0- {erpreise eomocolaciones de consinuidad: no son ota cose {ue crolucin en cl satamiento de unas cuestones, aunca Tipeuts con Es Desde la prspectva de Mar, los fentmenos bascos de lasoriedad modetna, del capitalism, son a exstencia dela fuerza de ttabajo como mereancia la explotacion que sete flies a taves de la apropiacion plivada de la plusvalla: el amie de ios confi gue ctacterzan as Formaciones Sales en que cl modo de produccion eapitaista es domi murte x articulan, en su nivel mas pofundo, en forno aes ‘hi cil Gut un dn dende + ante y ered janetariamentsyocra iende 4 Aegat El diseutso weberiano Ccatempla el mundo moderno como organizaion de la vida Soval dominada por un proceso, tambien con impulso hacia SOF a pi 1556 una expansiéa universal, de progresiva racionalizacite:pro- Porcon entre medics y fines, ponibiidad de dlealoyprevc Sign, sepaacion enti vida pivada y desempenio de fun- Cionts especifias, cs decir prolferacién de Boroeraias fanto que medio nas cas de rationalizacin, Desde la Sp ‘ia Stthelmiana, la cractersica mayor de nucstas 20> Ctedadeses el roots de diferencacion sociale increment ‘lela civiion total del taba, la mulipleacion de rlesy Fanciones sociales, compleidad creciente del estuctra Social ye predominio definivo del gropo profesional sobre ios demas Sitemas de diferencacion sca conocidos (nae feintoro, religion, ete.) Explicar ext (y exter las corre Pondientes cansecuenchs pracacompolitcs) y semar. con Foc imsmo gest, las bases ences de la cet socal on fos temas mayores de a Disttin del Trabao Soca. St'esquema baeico cr tlatvamente sencillo: A) Presi sion, en primer lugar. de qué ha de entendene por dvisén Sel aabaje sal euales Son sus funcones (bro) B) A Sontimsseion, enumeraiin eI cxunas que permitian Ie Sparen his (y la proiferacion) de i ivsion del eat Rj tbr It) C) Bescpcin, por tim, de ls sivacin Concrta en que, los oj del soislogo, se enconterban as Seciedades dels epoca que mostraban un grado mas elevado ae dsion del tabajo (libro Il). Dicho de ots manera Gu efectos produce la iferenciacion soca como surge Ia Wicrcncari socal, que panorama oftecen la sciedader ‘dCtencindas y cules podan ser ls medidas para coreg Susdefectos, De esta manera, Duskicim pretend, 1 tem po, dar én clentiamente de la criss mayor de nuctta Epoea'y suminstrar las bases lenis, apo la diagnos Como para la terapeities de sitectonessocales conctéas "A a larga coploraci sobre la nauraesayfunctoncs dela vision del rubajo socal es levada a cabo mediante fa Constuceon de wna patja conceptual, dee cevoncesc€ icbre:esciedad mecinice y sociedad orginkae Secedad mecimies: asoviaciones homanas con esata 0 sua dvs del aaj, cova sobre propio woe Serucura socal eseazamente complcja Le propio de esas Seciodades leno interposition de ropes weundasios cae clindviduoy la sociedad global: aque mira diteetamente 2 ‘Stay esa concempla directamence 3 aul; ex deci, no hay Gistincion entre 12 epablicesy lo eprivadon, son masas 2 ales homogeneas El upo de woldardad qu corresponde + tsa especie de soviedades cre que Durkitcim denominabe Atreciticas las crencis sentimientes de cada uno de los imlembor de la sociedad estan rigarosment feglament dos por I concieneacolectva: eva felamentacion se apica por ial a todos los individuoe;canlgaier transgresion sus Sex tna rcacci vivima de la sociedad, pesto que con alas eatin violando sentimientosealecivosDiche breve frente, Dutkheim supone que la inexistencia, 0 cat ausen- CG de dvson del tayo produce indviduos que tealizan ‘enccas areas, que son semnejanees, que elle debe corres: Pondene con uns concienciacolectiva que solo contempla Emejancas, que no admire diferencias, que impone 3 todos las amas fornas de actuat y de pensar. {ar scedads ogni on opus: uncon tuidas. no por una tepeticion de segmentos similares y ho tmoptrcos, sino por un sistema de Grganos diferentes, cada tne con su fundion especialy formader, ellos msmos, de partes diferenciadas. Ala ver que lox elementos socal 90 fon dela misma naturales ampoco se hallan dpocestor de ittaigma forma. No se encuenttan ni yuxtapuestor lineal: Inente, coma los anilos de un anlido, ti encajados uns eo tro, sino coordinador y subordinados unc + oto, alede docdeun mismo 6rgano central que ejetce sobre el esto del ‘etanismo una accion moderatizs (pag. 216). Frente ase trjansay es la aferontetn To qe aqui es erscernico Iss individuos desarrollantareas diferentes y espectfias, 200 Sieremes ente ss La masa soil no es repeiin 9i sper icon de 1o mismo, sino algo aftculago por ™oluples nce! elon ee nant del ede de cooperacion. Ene elindviduo y ia soiedad global se incet- fpuien grupos secundariororganizados en corno a fos dife- Kos Hace de races que imponen diciplins expect y ‘eatvamente autGnomes de la que emana del organo tential. En estas condiciones claro que el contenido de a Convietiia colectiva ha dese diference del dels sociedades mecénicas. Ahora, en efecto, se trata no de admitir la dife rencia y lo individual, sino de basar en ello el sistema nor ‘mativo en un conjunto: funciones distintas reclaman regla- rmentaciones proplas, tambien dstintas. Se distingue entre lo individual y lo colectivo; o mis precisamente, lo colectivo se fundamenta en el reconocimiento de lo individual y de #3 derecho 2 un desarrollo auténomo. En pocas palabras, lo {que Durkheim retiene aqui como determinante es: el surgi Tiento del grupo profesional, su proliferacion y penettacion fen todos los Ambitos de la vida social; el estableeimiento de tun complejo sistema de relaciones entre los miltiples grupos Drofesionales, entre los individuos y sus respectivos grupos ¥ Entce unos y otfos (grupos © individuos) jel «érgano cen. tale. También cesumiendo puede decise que, 2 los ojos de Durkheim, Is grander y la misetia de la sociedad moderna, de la sociedad orginica, arranca de ese doble movimiento conttadictocio: pues, de un lado, ha de liberar necesa- Fiamente la auronomia individual ya que el proceso de dife- renciaci6n e innovacién es permanente: y, de ott, deviene (aula vex mis necesaria y delicada la ted de conexiones entre tl individuo, el grupo profesional y el sGzgano central: se txige al tiempo mayor desatzollo de las diferencias y mayor Interdependencia de lo diferente Tas felaciones entre uno ¥ otto tipo de sociedad, la mecd. nica y la ofgéniea, deben estar ya claras: son mutuamente ‘excluyentes. La una descansa sobre la semejanza y la homo. geneidad mientras que la segunda tiene su eje en la diferen- Gay. [a heterogeneidad. Para dectlo con palabras de Durkheim: ela historia de estos dos tipos muestes, cn efecto ‘que no ha progresado el uno sino a medida que rewocedia el, otto» (pig. 217). Lo que, logicamente, conduce hasta la se funda parte de ia Diviain el Trabajo Social la puesta de Ianifiesto de las eausas que pueden explicar el paso de uno {Lotto tipo de sociedad; exto es, la construcci6n de una teoria del cambio socal 1B). Pata ello, Durkheim pone en funcionamiento lo que denomina incremento del volumen y densidad de lat Seciedades. Por volumen, nocién cuantitativa, eatiende el ‘niimeto de individuos que componen la masa social, Deasi- eee ee) See oa mies Pan ee feueiaet anicbenneea Sag coment Reece See dich edd ee sient Curren icentarn seguir cumpliondo todos con el mime fe ees eee ae ered eh meet mera ne Seer lteeatan tapes Be eee Eee mamta Ser eared ae Sao aite miaoeacct anne terial aumente al mismo tiempo, y esta puede servir para ‘aleular aquella. Es inatil, pot lo demés, buscar quien ha determinado a la otra. Basta con hacer notar que $08 insepa- tables (pig, 300), Devo, que produce la lecurs de lar cateporas sociedad fecinicte y woviedad orginiis Atul de feconatorion Ssiot-Simon disdoguiendo entte aciedad miltas y so- Giedad industrials; Come ablando de hs ctapay weologi ony emetafscay dela exapa spostvsy: Spencer referee dove $ wociedades miltarese 7 esotedaces indies: ‘Tonnies ratando de scomunidads y ssciedadn, Dutkheiny 10 igooraba tales pareidos.y el lor de la Dinit ael Trabgo encucote fressentemente pases que, bien au. dicodo drectamente x antecesores, bien de modo mis obi- ‘uo, quieren indcar datanclamicntosy matear diferencias ‘Reilse me remito, paralimitarme a sealar cal es el panto lave de ls sepaacion dusketmans cent de su songinae iidads aprenttodome, ambien, tad que cs sn duda tino de lr momentor del dscuro de Dutkicim peor eaten: ides ' i i t i ' t t t t Nisbet, 0 entre nosotros Emilio Limo de Espinosa en tun excelente estudio, han propuesto Una leery que puede resume si, La voiedad mecinica encuentra ele Aria solidaridadsovial eo una concencaclecta que abarc, Dritcamente a toda la vida de on miembros de ls sciedad Eltppones todos cll denis formas de pensar y obrat- Lx “rpantcs implica a dsolucin de cualquier ara deconcicn- ‘oleciva: que pasa set sustvuda por un stema de co- speracon ene poscionesfungonales Nisbet nce, wa ‘Mas ejory llega a afrmat qu. bien eva era la hipotent iil deh Dvinoy abl Taba, fue acodo sbandonada x Imodida que avanaaba la redacto hasea ser corepida deci ‘amentey desde hugo no volver ser utiaads en ning no de lo textos posterior: Durkcim. conclave Naber, Bien pronto cayo nis cventa de que un sociedad cuya al nda se ajstse a fox elemento de la soldaridad orginca Sert-uns mostraosidad soclopia, La cacstion dita mucho dese secundaria, ya que afeet a lo mis profondo del di Si eee . En efecto propugnar la instruc def concicncia cole tra por nterdependenca funcional en la soccdad orgs na implica, al menos, dor poe de consecuencas into {Gra Durkicim en una linea de pensamento conta la que Stare se dingo, ssabere ita, cemsr la post ‘da de tear algunas groves invuficencas del quem to to de Duttheim, Por tlitarsmo, en erminos muy gene. fs, Durkheim cotendia fo siguieae:conjuneo de tors stcaes que wienen a come a propose seg fs cal iMorgantacion interada yl functonarmicno amonico dela stolid podran conseguise» part del Ibe ¢ thmiado Serio cada al deo ntereesearictamente partic Ss, poriendo especial fai cn la dimension mate de iSinereses cs, por cjemplo, logue detects cn el tatamieno Gor ls economia polieacisic Gaba a juego dela otra yf Te sexi Train (ick, NewYork, 1966)y Th Scley oe a ene arte en ty facendime scopic en seca) Page joe tSoase, 6) ddemanda en el mercado y la que suponla necesaria armonta resultante: es, ambien, lo que encuentra en las tesis de Spen- cer y Ténmnies sobre el contrato como base esencial, respect. vamente, dela wociedad industrial y dela sociedad. ¥ es justamente algo a lo que siempre eritic6. En buena medida, todo su discurso es un permanente alegato contra cualquier teotia social que propanga ruptura entre sociedad e indivi- duo y observe a éste como set que s6lo_en sI propio en ‘cuentra las razones de su pensamiento y de sa acciSn, Con respecto al mercado no encontraba demasiadas dificultades pata poner de manifiesto que ese libre juego de la oferta y demanda, lejos de producir armonia, ea ca0s en la produc ‘ion, en Tadistribucion y en el consumo: lo trata sin mas co- mo una de las situaciones andmicas tipicas de la sociedad moderna, y sus vagas simpatias por el socalismo se conc: tan exclusivamente en que vela a éste como una propuesta, dde reorganizacioin de a vida ccondmica, Y eno que conciet- re a Spencer y Tonnies, la Divii6n del Trabajo dedica exptesamente muchas paginas a intentat probar que si no hhubiese nada mas que intereses individuales que acuetdan algo en un momento determinado, la sociedad no exstira al'ser el interés individual ao que hay de menos constante fen el mundo», slo puede dar lugar a asociaciones parajeras Y conttates de un sblo dla (pig. 241). $i esto es asf gn0 se Introduce a Durkheim en aquello mismo que él eritica cuan do se firma que la solidaridad organica es slo interdepen- dencia funcional y que en la sociedad organica no existe con ciencia colectiva? ¢Cual es l eontenido de la cooperaci6n 8 Sela aisla de toda teeencia, deber © norma? (Es acaso enton. ‘es otra cosa que intercambio de intereses individuales y ma feriales? En otras palabras, que una cucstion es que Durkheim conceptualizase dos modalidades de solidaridad y orca que la distinciéa entre ambas la encontrase, respect ‘Yamente,en la disolucion del individudo en la sociedad y en la reducciga de la sociedad a conexi6a entre posiciones fun- clonales. En la solidaridad mecanica, como en la organica, la sociedad es algo distinto de sada indiwiduo y de la suma de {odes los individuos, yes ella quien puede producir ls nor- mas morales capaces de regular la conducta individual y de caauaacadiin eed posibilita la cohesion social— cuestion distinta, obviamen- te, esque el contenido de esas normas vatfe de un tipo a ou de solidaridad. No es en la direccion 4 que apuntan ests Tecruras donde hay que encontrar el eje dels distincign sot daridad mecinica-solidaridad organiea, sino en la modali- ad de las telaciones entie el individuo y_ la. sociedad faracteristica de cada una de ellas:en fa mecanica, el indiv- duo mira a la sociedad directamente, ésta es el resultado» de interacciones de individuos meramente superpuestos J fconseeuentemente, la conciencia colectiva impone normas Jguales a individuos que son identicos en la orgénica, se incerpone el grupo profesional entre el individuo y la so ciedad global. con lo que se entielazan notmas y pautas ge- perales'y norinas y pautas producidas por los miembros de «ada grupo: el contenido de Ia moral socal se hace mucho ‘is extenso (Ia vida social misma tiene muchas mis facetasy direcciones), peto la omunicacion deviene mucho mas delt- ada: «i a incervenci6n social 90 tiene ya por efecto ionpo- feta todo el mundo ciertas prdcticas uniformes, en cambio define y regula las relaciones especiales de las diferentes fun- Clones Sociales, yo queda aminorada por set diferentes (ig. 243), Ese tipo de lectura, ademés de oscurecer el diseurso durkheimiano, impide tocar una de sus mayores insuficien- tias, Durkheim abre la Dieirién def Trebayo presentindola fomo un intento de claborar cientificamente una moral: los hrechos morales constituyen fenémenos sociales como los ‘incl, 1971, paps 7071 cap dela Suc Pat fea. cai, se ea cen Eisematon Panel ncn en ead Mn Bootes ‘octal don ler toes obegmentaver (Oceerer, TM pgs Mh wos; conssten en replas de accién que se reconocen por Gertos eaaceresdistinavos; debe, puts, set posible obser. ‘aslo, descrbirlos, clasifcalos y Buscar las leyes que los ‘aplicine (pig. 39), A estas altura ya sbemos donde en ontrard Durkheim la fuente lima de las normas motes en la sociedad, en lx intraceign entre los individuos aso ados. Pues bien, proponer Ia desaparicion (en ls socieda des orginics) de eta eapacidad generadora de la sociedad, ‘ae pasara a ser sustituida por la soteedependencia de pes ions funcionales implica necesaramente sohucionar un problema al que, tin embargo, Durkheim nunca supo dar Fespuesta Puede planteare ss (que ipo de relaciones exe eence la concienciacolectiva y Is sbase material dela 50 Ciedad?. la concienca colecva es relejo de la base, es la snitma sida octal ges quien cea a vida coca. cla sociedad Gruna toralidad global o una srcalacion de dotintos ive tex 81 se firma que la conciencia coletiva solo exc en las sociedades areca, a introduce un prinipio de solucion a In'cuestion de este gencro: esl grado de dessrllo de div sion del tabajo quien determina la exstencia 0 ineustencia de la concienciatolecva. Lo cual, insuficieme o'no, noes esto lo que ahora importa. es un tipo de proposiiSn al que Dukhctm jamés lego. Siempre trata la conccnciacolec ta sin precsar su cstatuto funcional (cn relacion a ls ve {antes instancas sociales) 0 metodologco. A mis dc opost clones diectas al matxsmo (recuétdese su critica 4 Labaola vocads mas arriba) no es dable enconttar en un dscur fur cota que nebulosae referencia 3 I imseparsblidad de Tor sustraos ematerialny «morals de a sociedad oclaras fete rencias la independencia dela concienca colectiva con re pesto a cualquier ots Fanci (0 nivel) soil En esumen. ra haber analizado tan la func de fa division del trabajo como las causas que dan razon de su Sparicign histrica, Durkheim llega a una descrpeton de 1o fue podian ser las sotedades com un grado alto de division Ae dbs el ipo de la sguience Vise pr ipo, Lr formes iments de en elgia Pe Pur sh ples Sy cin r las lazos que unen al individu con su tierra natal, con las tradciones que el pasado ha legado, con las costars, clectivas del grupo sc debilitan a medida que se avanza ct te evolucign social. Mads mévil,cambia mas faciimente de medio, deja lor suyory busca una vida més autOnoms, 3 ideas y su sentimientos son mis personales, No desaparee por ello, sin duda, cualquier rast de conciencia comén: ‘empre habrdy al menos, ee culto de la persona, dela dig Didad individual, del que hemos hablado,y que es hoy pata {Sotoeexpetus el Grice pun de wnign. + Mar que pock cost & sobre todo cuando se piensa en la entensi6n siempre cre Gente dela vida socal y de las conciociasindividuales' Pot aie dado que Estas ieaen mayor volumen, que la inteligen Gees nds ica, mis varada Uy actividad, resulta Ue, para ‘Que e] nivel de moral siga siendo el mismo, esto es Para que SVindividuo esté unido al grupo con una fuerza implemen te igoal sa de ances, se necesita que los lazos que le unen 3 isscedad ean ms numronon yas fcr isso for tmasen aquéllos que decivan de as semejaneas, la desapat Gin del tipo segmentatio iia compafada de un descenso regular del nivel moral. El hombre dejais de seatiren torn fly por encima desi esa preionsaludable dela sociedad {Que modera su egotamo y hace de él un set mal: estaia 1m SMfcientemente Contenido, Exo.cs lo que da valor mora 4 iRdiviion del trabajo. Es por ella por lo que el individue to- tha concicocia de su dependencia con respecto aa sociedad cella sienen las fueaas que le contienen y sujet. En una fulabra, puesto que la division del trabajo deviene [a fuerte Erie sclldariad social, devine también la base del orden ‘orale (pig. 470). Es decir la sociologa, la iencia de la sociedad ha conse guido ya desvlarcudl cel elemento basio de Ix sociedad fhodema: a partic de él 3c hac ineligible la organizaion fucionaminto de nueta sxedade.Y, tambien a patti deélcs posible emideun diagnostic cienifico sobre To que dectinmmente seu cn el mundo modetno —y Propaner is conespondientes medidas de terapeuciea social Tal es, fh pacts palabras, cl objeto del elim ibro de su ineestiga= \ | ci6n el dedicado alanis de las que Durkheim llama efor. thas anormales de division del tabsjon “Cy Tres son las formas patologicas que Dukheim cou meta, La primers iene su orgen ela ausencia de regula ‘don de as elacionesenste los ditintos rgunosy Funcions: cP contacto esporaiico. la simple snterGependencis fun ‘onal no son suficentes para Ia cfeacion de soidatdad so al Lassitwaciones scales concrets (Pag. 417 ys5) en que Durkin localiza a exstencia de esta forma ahotmal as ‘aplicaciones que propone se endeteran todas en la dre lon de deveccr un vatio de ieracion socal. consecuen teenies un aco denema yes ace) Fa segunda setfiewea la situaciones en que 500 las not- mas, refasevigentese quienes obstaculizan(o impiden) el precede divin del wabajo y a eeacion de solidatidad Fils una de las dimensiones que devecta en el fendmeno <2 ls clases sociales (pag. 439) Las pesiciones sociales que {ida cual cups no son el resultado del desarrollo de las x pacidades Ge cada cual, sino algo determinado pot normas xterioes,ajenas, 4 la division del trabajo: Ia awison del ‘abajo dice, solo produce solidardad ses espontinesy en in'medida en que es espontines: y por espontancidad bay Que entender ausencia no dle de vokencia expres y formal Sino tambien todo aquello que pueda obstarulcat incluso Indiectamente, el libre deattollo de la fuerea social que ca. da cual leva cn sf (pag. 442), 1 alma es loclizeda, en fin, en aquellos gates don de ec dea fn sven se produce oa ‘mente, discontinuamente: como consecuenci la intent dad de laimeracion socal Gescende, deviene au vee lan fuidsy dscontinua (pag. 461) Ta lecera de lox diferentes aspects de estas tes formas permite reconducir el dlagndstica dukhcimiane sobre la so Sedad moderoa a dos grupos de problemas. El primero puede formulae at: allt donde no Ray partcipaign de los Individuos en lon process sociales, se interrumpe la incrac hn pl tetas To suds. a cp, ue fs sociedad deja de funcionar de manera cteadors y lida, dean de generaise normas motes capaces de regl mentat ls formas de pensat y actuar del individuo —y que ite se aisla, se replicgs sobre sf, no obtiene los beneficios aque (para su propia existencia como entre civilizado) recibe eis participacion en la vida social. El segundo concierne 2 Seerminadas condiciones socales que, segan Durkheim, Sociedad modetna ha heredado de otras Epocasy que obsta falizan gravemente el libre desarrollo de la division del ex: bajo: son, en concreto, la setie de problemas que engloba tn tanto oblicuamente, en sus feflexiones sobre la exigen: Gia, propia de nuestra época, de mayor justicia e igualdad (pags, 499-480), Comencemos el andlsis por este segundo problema rimeramente, hay que sefialat que es éste et lugar don- de Durkheim mas cereaestd de pensa la division del trabajo En terminos historcamente concretor, es0 es, situandola en Tinto de um items soi-eondmico deerminade (el ‘apitalismo). y el lugar donde los titubees,insuficiencias y figerezas de su discurso son mis significaivos. Como mis alviba se ha indicado, las edesigualdades exteriotes» produ- en desicuerdo ence las capactdades naturales y la foncion social que se desempetia: por elementos ajenos (extriores) 2 in divaion del trabajo, los individuos parten de stuaciones iniales desiguaics y se ver obligados a desempenat fun tGones que no les satisfacen, 2 no desarollarentcramente la fuerza Social que cada cual lleva en si. De ahi que las clases {iaferones) ne estén saisfechas con el papel que la ley 0 fa fostumbre las asigna, aspiten a funciones que les estin Nbidaseuntenten desposeer de ella alos que as ejercen (pig. 439). Un primer nivel de andliss es el histrico: por Un fide, cuando un modo de ofganizacin social aparece en ia hstotia, tende a utilizar y 4 asimilar cuadros sociales y tepresentaciones colectivas exstentes; por ott, cf la Med zen que est labor de adaptaciOn se cjerce en el sentido de {mtenear coneliae principios antagonicos, han de surgit neve Saiiamence tensiones, puesto que la concilacion es impo: Eble Tales, agut, a explcacidn que Durkheim propone a talc de cases y alas clases sociales, Las clases sotales pro tienen de una metcla dela otganizaci6n profesional nacien econ la orgenisacion familiar preexstente (pag. 217): 1a lucha de clases es consecuencia de e8 contadicién entre doe princpiosdstinton,orginada por un desarrollo histor co que nose a mosteado an en foda su iquera. Se tata, pues, de un residuo historico que ha de desyparecet: 00.65 Sinelementoreclamado por la nueva otganseaion. sno que procede de tipo scales snetiores cus subsisteca nose Ea pouble tae el desplicgue hisérco complete de ln so edad onpinica, Con eiorl anise se desplara hasan ‘el funcional. es fa propia naturalera de a soctedades mo. deenas quien relama mayor igualdad enc los miembros de is comanidad. En ores teiminos, cel proceso Ge divion det wabsio quien exige adecuscion cate ls postiones so tials que se ecpan yl capacidad de cada cua, quien cue in exitenca de condiciones socials suftcenees pars que dlesarcllo de lx sotonomia personal sea posible En concrete, Durkheim tances a om necsria just ciany a ees smayoripuntdndna parr de dos elementos Eh Drtero puede resume at Noe tata de boli desiual des soiaes sino de consegunt que cota scan sefljoear ‘idan on las capacdaes naturales de eda cul: que todos Dartcipen en a acha en igualdad se condiciones tl 10 Sue oe relama no Ta supesion Gels onpanieacion jer Sica dels funciones sociales y del competion para ecu Dar hs supetiores (pags, 40.442). De eva manera a Pontaneidad perfec del proceso de divin det wabso iene de coinldicon algo como in sifaidad de oports Iidades» yes el sentido que posce la nsscente een dlrkhcimiana sla inoutuclon Ge fa herencia (pags 571-372), Solo que as, como ha seal Prezorno” esa ‘merge Durkheim en una serie de contadiccones dels que 18 ane sae data smencemos pot ta iguadad de condiciones inciales Esa aparece,on eect, ca como una ual finde Uh lado, fSectdads de oto, la toalidad de ls ndividuos que senviarnen ls sociedad y 3 los que era ondemayereomnende Fincones sega sus méitos repectives Mas cea recente ak RS ght de te Peon ct Debban «i6n de los individuos como totalidad homogénea no dice nada con respecto a la accién que la familia y otros grupos Drimatios ejetcen sobre cada uno de ellos —accisn que, co ‘mo es sabido, los diferencia entee si de manera fundamental 1. por tanto, pulveriza enteramente esa homogeneidad que Ee teoria postu. Recificar en este punto hubiese exigido de Durkheim algo que nunca (alvo en algunas dimensiones de sus andlisis sobre el proceso educativo) hizo: una mayor atencion a lor procesos de socializacién —-lo que le hubiese llevado a algo que de ninguna manera podia (por ser uno de los principios basicos de todo su discutso) hacer: considerar «rlticamente sus proposiciones sobre la sociedad como un to- decay era y cua acin supa impo enteramen- te alos grupos sociales que la componen; esto es, hubiese ce- ido que ccuparse mucho més detenidamente de las clases sociales ‘Hay también confusi6n entte afirmar, por un lado, el derecho al éxito individual y, por otro, la necesidad de la lgualdad inicial entre todos los competidores como condi- 60 legitimadora del éxito aleanzado por algunos de ellos En efecto, el xito individual exige a teproduccion indefini da delo que la teorta condena, la desigualdad, puesto que ‘slo partir de la existencia de ésta puede aleanzarse aquél, Ya posiblidad de aleanzar el ito se piensa como suficien- te para cancelar la protesta por las desipualdades existences; decir, se encomieada 2 tal posiblidad la funcién de me- dlarene dow pos de oganizacén social que, sn embarao, ton esructuralmence antagonicos: el que exige el éxito indi= vidual etd basado en la desigualdad, el que eeclama la pro- testa para Ia existencia de desigualdades se basa en una cructura igualitaria. En estas condiciones, es claro que las Ilamadas de atencign efeccuadas por él miseno en otros luga- res sobfe el hecho de que la basqueda de éxito individual Ho fe nada moral, que el perfeccionamiento del propio yo con fa vista puesta exclusivamente en el ascenso en la jerarquia scial carece de valor moral, que lo moral s6lo comienza ahi donde el objetivo de las acciones es un fin de cardcter Tai et Phieophi, pe 72, colectivo™, no pasan de set un pio deseo —formulado, ade- mis, con olvide de lo que en fa Divisin del Trabapo des Por Gltimo, clas aptitudes individuales son resultado de la accion de la sociedad o estie inscitas en la natualera biologica del individuo? Como es bien sabido, Durkheim sostiene que es la sociedad y no la biologia quien modela al individuo (recuétdese una de las notmas centtales de Les regles de la méthode sacialopique: «explicat lo social pot Io social), con To que el problema se plantea en téemisos de analizat como lo moldes. Ahora bien, pot un lado, en su ‘iscurso no hay (a excepcién del procese educativo) analsis dde procesos concretos de socializaci6n: no puede, pues, en ‘comtrarse espucsta en esta ditecion, Y, pot otf, el pto- ‘eso de socializacion ha de entendesse agut en el sentido de {que la sociedad forma a sus miembros a pattit de las neces ddades de la estructura de sus funciones, no apatece enconces por ninguna parte el problema de la igualdad: producie in- dlividuos que posean las aptitudes necesarias para desatrollar festa o aquella funcion es algo que no implica de ninguna ‘manera el tema de la igualdad: en el Brave New World de {A. Huxley se podia, en efecto, decie: «No era bastante incu- bir los embriones. Exo evalquiet vaca puede hacedlo, Pre- destinamos y condicionamos —continud.Decantamos ‘nuestros infantes como seres humanos socializados, como ‘Alfas 0 Epsilones; es deci, como fururos poceros 0 hurutos Inspectores Mundialese La amayor igualdade y Ia siusticiae conticnen, en el di curso durkheimiano, una segunda dimension. Puede res ‘mirse asi, La cecompensa individual (el éxito) debe set equivalente alos servicios prestados ala sociedad por el indi- Widuo en cuestiGn, Se tata, pues, de poscular Iz existencia de unas telaciones de intercambio igualitaias entre la so- ciedad y cada cual: a cada cual segin la fuerza social que ha ‘demosttado poscer: la herencia es rechazable porque se con: ‘eden valores 2 quien todavia no ha mostrado ninguna ta 26n pata tecbitlos, peto la capacidad efectivamente proba- da debe obtener Ia recompensa del éxito, Sélo que, ob: viamente, tal planteo reclama a su vez la elaboracién de una teorla del valor: solo a pattit de clla es posible establecer ‘quivalencias entre lo dado a la sociedad y lo tecibido de fils. Asunto que Durkheim resuelve argumentando que el ‘alo social se compone de dos partes: una que, mas 9 me ros claramente, femite a la teoria elisa del valor-cabajo (por eétmino medio, el valor de un objeto es equivaleate al tiempo de trabajo socalmente necesatio para producilo); lz ‘ottafemite Ia conciencia colectiva como clemento regula dor: ésta decide, en efecto, sobre la pertinencia (social) 0 no delas necesidades a que el objeto producido saisface, sobre la intensidad de las mismas, sobte el grado de satisfaccion aque se akcanza (pigs, 448-449). Y aqut vuelve a tropezatse fon dificulades similares a las que surgian al analizar las Implicciones de la necesidad de coreespondencia entte Ia funcion desarrollada por cada cual y su capacidad. En efecto, hablar de efectos sociales wiles, de necesida des normales satistechas, et, exige la exstencia de una con- ‘dencia colectiva en posesion de un modelo homogéneo y te lativamente constante de lo que es necesidad normal y satis faccion dela misma, Peto, por otra pare, la teoria admite la cistencia de la satisfacign individual, que consiste precsa- ‘mente en obtener todo aquello que el éxito social debe con: der, lo que remite a la conclusion de que las necesidades Sociales y la satisfaceim de las mismas es algo que varia Se fin el exatuto que Is funci6a que se desempena (0 que se SSpita a desempetiar) posce en la jeratqiua social, Es decie {qe segsn la funcion que se desarrolle, lo que para unos son fecesidades normales satisfechas para'otros son suefios cast Inalcanzables: lo que aqui son casi prerequisitas de la exis tenca all 309 algo que solo en los momentos de cuforia se tapera conzeguie, En otfos t€tminos, que esa conciencia co- Tectiva eguladora de la existencia de equivalencia entre lo aque se enrega a la sociedad y lo que se tecibe de ella carece de bases fiemes sobre las que elevatse porque eanto la neces ad como la recompensa y la utlidad de la funcién que se desurolla varlan en funci6n de las funciones sociales que se esutollan, esto es en funcion del grupo social concteto que se pertenece y de la poscion que éste ocupa en la ing socal As pn aor del lor conten en los condiciones contradictorias:tecompensat seg la fur cn social que se desarolia exge distiacionjerarguica de fas funciones “con lo que se estén diferenciando las neces: des propias de cada funcion, por otta parte, laconciencia co. lectvaexige la satsfaccion de las neestdades notmnales- To aque, llevado hasta su ndcleo cent eclama le aboiion de Shalguier diferencia entre ls necesidades a satsacer ong nada xotencia de un orden rau de ac Superar oda eta insuficienias y ambigdedades que a Divas del Trabay dispensa ala cvestion dela sigualdade 1 de la mayor justia hubese obligado a Darker a sali del espacio conceptual dela tociedad orginicae. En efeco, hab reid gh ara as conserve (xo ee el interior del stern social en presencia, el capitalismo} lx ters de a divsion del tabu hs teacions de spe pos sociales ente sly on la sociedad global’ es dee habia {opado antes o despues con problemas tales como: igtupos profesionales oy clases scales, cclaciones de cooperacion fy telaciones de dominacion?, Gconciencia caleuiva of {deologia dominance? No cteo qu’ sea necesato extendere ‘mucho paraaclafar que no fo hiso nunca. Ye esta mane: fa, esos dos ndcleos de problemas (mayor justica € igual dad, anomia) que en éete su primer gran libro son comple ‘mentaios se detconectaron posteniotmemte, pasando 4 ecu pa los procesos anémicos el lugar cental ai noel exes En el discurso durkheimiano, la teorfa de la anomia no algo construido de una vez, 90 es algo desartollado hasta cl final en un texto conereto. Hay paginas de la Divicién del Trabajo que se ocupan de ella, peto, ast vez, esos momen. uate tS inp Sel ab i a de ee tos denen que ponerse en telacién con (por lo menos) B/ Inco, Ins Lectoner de Sociblogts, la Eaucaciém Moral y Tes Replas del Mcrodo Soviologico. En ealidad, siempre que Durkheim se ocupa dela sociedad moderna, termina emi tendo un dlagnostico segin el Gial el mayor tal de ésta Sera, justamente la desconexsén de los individs con los procoysetles fa consiguene fala de interac cl y EXfepeiion cm miluples campos de ia vida social) del mis ‘mo estado. de'un lado, el tmo social languidece fa ten- Sion socal se empobrece, Ia misma sociedad corte el sesgo de desgparecer, se mantiene pot la simple rutina, [a fuewza Siega de ln costumbre; de oto, los individuos, al 90 de ‘Stoller acividad socal alguna, se eeplicgan sobte st, care fende vinculacion y freno social, observan lo que av alte edo cute como ago totalmente extano. Tal como plan terlacucstion, se tata de sociedades que, por su natutaleza ‘hima, reclaman dinamismo y auroconsciencia, innovacion Feooperacion ~y que, sin embargo, obtenen burocatiza snr desentendiroiento y ragmentacion. Seguin prevé la teria, la soiedad onganca felama una comunicacion in- tera permanente chire el individoo, el grape profesional Shugdo del proceso de diferencacion socal yl Fstado: en la Datta, logue hay es una comunicacion deficiente —0 ine SEtente_-, La cucstion slo se entiende empatejindola (co tno su cama opuesta) con la concepcion sobre [a intesracion (ovals Gta cy in condicin misma pats la exstencia de so- edad ce vida soial su ausenca, a anomia, 5 el res- {gucbrajumiento de la posiblidad de sociedad. Ahora bien, Ey que tencr aqui bien presente que ast como incegracion noedtde ninguna manera mero respeto al orden establecido, ‘sf tunporo anomia se cotresponde con negativa a aceptar falowden: lo propio de ls integraciOn, yao he dicho, es par Sipuren la vide social —y es vids socal puede funcionar tanto co la diteceon de eforsar lo existente como de epulo fo propio de la anomia es, en pocas palabras, omolidar, ni nega cs vac cs ausencia de inceracion Cando Merton, por ejemplo, esctibe que «la conducta an6- trict puede considerate desde el punto de vista soiolopko Como un statomna de dsoluciSn eae las aspraciones culea ralmente prescritas y los caminos socialmente estruccurales para llega aellae», esd limitando praversente el mal aque Dutkhelm se refera: no es techazo.o desviacion de lo inst tucionalizad sino catencia: noes vilacion de wm orden, s fo ausencia de cualquict orden. De shi azranca. pot lo de ‘is, la insuficencia de la anomia cuando la aplica a deve. mitaon veces Tal “out, muy expeclmente co lath de clases come fendmeno anomico, En efecto, en a medida en que Dutkheim rclacioné in suficientemente a anomia en la esfers econémica oa lade Sigualdads y la sauzencia de justciay es decir, en la medida fen que dej@ de lado el anslisis concreto de rasgorespeificos Ge i sociedad capitalist, as undlsis devinicron abstracts. La catencia de vida social y de normas tendria que haberla felacionado con un modo de produce que, de un lado Consagra la exclusin de determinadas funciones sociales de lox valores ecomunessy, de otto, establece entre sas fun clones excluidas unc vaioces propios y en antagonismo con los anteriores, El andliis concreto del proceso de produecion capitalise le hubiese conducido ivemediablemeste a cons erar con mayor precsién qué clase de vocacion se cumple cn uns cadena de montaje, lor que en ella se encuentran Se senten excluidos de fa sociedad global, sicsa exclusion va Unida a antagonismos con respecte 2 un sistema social que produce necaramence cal exisn. command due Forman lor excludes no engendra una comunidad de valots cn radical oposicign a los istcuclonalzados,«Susttavo ma {etials, representaciones colectvasy concieneiacolectiva, so edad orpénica y division det trabajo socal hubiesen ad- aquitide 4 partir de ahi un contenido sinésco y conceco. la Icha de cases no haba sido diagnostcada entonces como fendmeno de desorganizacion socal y euptuts de cobesion socal producida pot la tapides con que algunas formacioncs Sociales han roto los matcos materics y morales de la 0° edad tradicional y se han abierto a la modernidad. Pero, ‘desde huego, tales teferencias no hacen sino indicat elemen: TW Foo mets vier FCB, 170). 8, tos conceptuaes y ditecciones de andliss que estén enter mente fuera del campo del dgcuso dutkheimeano, En resumen, canto al analoat ls exgencias de «mayor ipsicasesigualdads como al explora el ergen y akance de [esituaciones andmicas, Durkheim no abandons en ningan tmomento la vsion de la sociedad modetoa como algo orgs flzado biskcamente en torno al proceo de aifereniacionso- Gl de incremento del grado de division del tabajo, CSimo coniepuir que eta prodtzcalo que de ela se espera (produ Cirun nuevo tipo de cohesén socal), ta evel problema que considera primordial, Puede decite que la wotaidad del di curt cs una larga meditacin sobre las conexiones que de- ten exit entree! indviduo, In sociedad global y el esabn ue (en as sociedades moderns) les ne: el rap prof Sonal Desde ese punto de vats a terpeuticaconcreta que fropone (cl refotzamiento de la corporaciones profesiona [Ejs algo que we reclama casi nccesanamente lo set tiene commo clemento basco ta mulipieaion de grupos pro foals incermedio, sel mal selcalioa en que la prolife tain de tos no se produce segun el maovimicoto espontd teode la division def abajo, el apialme mismo pare cecomo problema secundaio, es pefectamente cohetente concuir gnconttando la solulén del problema enc efora tento dela vida social de cada grupo profesional El indi. Soo, a no se vera separa de i sce global por un hemo j esa se conecatia dgilmente con aquél etext fen por sadn ide cova sles, 8 feneraion de vids moral como consecuenca,creaion de fos wn de ead al comuniatn de es rupos con el organo centaly como éte estas trabajando {Shte vida socal Conceta, sore ideale y deberes emanados dela tquers de ln aciidad diana, gtanca de que. 480 fez, seria fel legar también hasa el individuo. Aura Tempo, cjetciio de funciones concressy comunicacon toal y teciproca entte individu, grupo profesional y s0 Gedad global slo que Durkheim experaba de las eorpors- tines. Sha dicho que la proposcion de eal medida der forma socal produce, cuando menos, ecos inguietanees Pienso, sin embargo, que ni cl andlisis durkheimiano de la sociedad moderna, nila organizacién y comperencias que asignaba a ls corporaciones, ni lo que pensaba sobre el Esta: do, ni, en fin, su talance racionalista permiten la menor fe- laci6n entre Durkheim y los Estados fascists al posterior fuera de la coincidencia seméntica no hay, 2 mi juicio, otra relacién. La erica, la verdadera critica de Durkheim hay gue praca en el interior de su propio discus, local Zando sus insuficiencias y tevaltando sus conttadicciones, se falando los vactos y desplazamientos, azticulandose con la situaciOn historia concreta en que estaba inscrito: lo otto.n0 aporea gran cosa a la hora de querer comprender no de los jes basicos de la teoria social contemporinea. a Dinisin del Trabajo Social, por kim, 00 puede set leida desconeceéndola de ottor text dutkbeimianos. Ya he indiado mis artiba que Les egos de la mesbode ocalog ‘gue aon poco comprensibes ste las lee (como es habitual, Bor lo demas) sin tence presente que 00 son sino la expos Sen abstracta y formal de as difcultades metodolopicas oncretat con que Durkheim tropez al labora a Dieton. Peroino sb e este seego mevadolbgico el que hay que tet presente. EI suc, las leciones sobre el Estado y sobre el Socialism, los cursos sobre pedagogia y evolucioa de las ‘cas pedagogicas y buena parte de las exposiciones sobre lx Eeucaiin moral an de to exo eno. 00 ne aque se desgajan (0 que convergen) en exe libro. Aqut, ea ecto, se exploran de manera mucho mis sstemétiea que fn cutlguiet oto lado Ins linear Fundamentals de lo que Durkheim consideraba que erala sociedad moderna: su ge resis, su inscripcion en'el proceso hintrio, su funciona. tiento, sus defecios. Puede decine, como eodrlusiOn, que la coherencia de todos les textos durkheimianos sobre la so- Giedad moderna solo se encuentra a partit de la Dvtidm del Trabajo Social, PREFACIO [Aigunas observaciones sobre las agrupaciones profestonales Al editar de nuevo esta obra nos hemos prokibide modl- fear su primera economia. Un libro tiene una individualiéas gue debe conserva. Es conveniente dejale a fsonomia bajo lacus ae bn dado a conocer (1) Peto existe une idea que ha permanecido en la penumbra desde la primera eign y que nos parece util desenvolver y determinar mAs, pues eclarard siertas partes del presente teehajo'eincluro’ de aquellos que después hemos publica- do (2) Se trata del papel que las agrupaciones profesionales tstin destinadas a llenar en le organizaci6n social de los pricblos contemporineos. Si en un principio aos hadianos Timitado a aluir al problems sin tatarlo a fondo (3), es por- {que coatidamos volver & abordarlo y dedicarie un estudio ‘special. Como han sobrevenido otras ocupaciones que n0s fan désviado de este proyecto, y come no vemos cuéndo nos seri posible continuarle, queriamos aprovechamnos de esta ‘equnda edicion para mostrar hasta qué punto esa euestion feliga« ia materia tratada en Ta obea que sigue, para indicar (0). Nos nemosintado a supimi tn amiga roduc un "a) Vans Le Suan, conan {G)_Yermis satan i Ig cap Vie ptt yap Vl i fon qué téeminos se plantes, , sabre todo, para procurar ele~ Jar las razones que impiden todavia a muchos espiitus com. prender bien su urgencia y su aleance, Tal seré el objeto del nuevo prefacio, Varlas veces jnsistimos en el curso de este tibro sobre estado de falta de regulacién (anomia)jurdiea y moral en que se encuentra actualmente la vida econdmica (2). En este frden de funciones, en efecto, In moral profesional no existe verdaderamente sino en estado rudimentario, Hay una moral profesional del abogado y det magistrado, del soklado y del profesor, del médico y dol saccedote, ete. Pero si se ntenta jar en un lenguaje ua poco definide las ideas reinantes sobre To que deben ser las relaciones det patrono con al empleado, del obrero con el jefe de empresa, de los industiales en competencia unos con otros 0 con el pblice qué férmulas ims vags se obtendrian! Algunus generaidades sin precisién sobre Ia fidetidad y abnegeciOn que los asalariados de todas clases debon hacia aquellos que los emplean, sobre fa moz eracién con que estos limos deben usar de su preponde rancia econdmica, una cierta reprobacion por toda conc rrencia muy manifiestamente desleal, por toda explotacion ‘excesiva dal consumidor, he agui, sobre poco més o menos, todo To que contiene la conciencia moral de esas profesiones ‘Ademas, le mayor parte de esas prescripciones esti despro- vistas da todo cardeterjuridien; solo la opinin las sancione yno la ley, y sabido es hasta qué puntol opinion se muestra ‘ndulgente por Ia manera como se. cumplen esas vagas obl- [Beciones. Los actos mas censurubles son con tanta frecuencia ‘bsueltos por el éxito, que el limite entre lo que esta permi= tido y lo que esti pronibido, de to que es justo y de fo que 10 lo es, no tlene nada de 8jo,sino que easi parece poder va rlarse arbitariamente por los individuos. Una moral tan im precisa y tan inconsistente no deberia constituie una disc Resulta de elo que toda esta estera de ia vide coloctiva (9) Wiase att ap, pea esti, en gran parte, sustralda a ta accién moderadora de Ia regia ‘A eats estado de anomia deben atebuise, como luego rostraremos, los conilltos que renacen sia cosar y los des- Grdenes de todes clases cuyo triste espectaculo nos da el ‘mundo econdmico, Pues como nada contiene a las fuerzas fen presencia y no Seles asignan limites que estén obligedos ‘raspetar,tienden s desenvolverse sin limitacion y vienen a chocer unas con otras para rechazarse y reductése mutus ‘mento, Sin duda que les de mayor intensidad logan a aplas- tar ales més débiles, 0 « subordinaria. Pero, aun cuando el Vencido pueda resignarse durante algun tiempo a una subor- dinactén que esté obligedo a sutir, a0 consiente en ella y, por tanto, no puede constituir un equilirio estable (1). Las feguas impuestas por Ia violencia siempre son proviso= fins y no pecifcan a Ios espirtus. Las pasiones humanas rose contienen sino ante un poder moral que respeten. Si fats tod autoridad de este género, la ley del mas fuerte 0s la que rein y, Intonte © agudo, ol estado de guerra se hace (Que une tal anarguia constituye un fendmeno morboso es de tods evideneia, puesto que Va. contra el fin mismo de toda sociedad, que es el de supvimir, © cuando menos mo- dora, ln guerra entre los hombres, subordinando Ia ley tsiea ‘del ms fuerte @ una ley mas elevada. En vano, para just- Acar este ostado de irrglamentacién, se hace valer que favorove Ia expansién de la Hbertad individual. Neda mas) falzo que este antagonismo que con mucha frecuencia se ha querido estableer entre In autorided de la regia y In bertad {et individuo, Por el contraro, la libertad (nos referimos « libertad juste, «la que tiene la sociedad ol deher de hacer respetar) es ella misma et producto de una regiamentacton. Mi beriad llega sdlo_al limite pasado el cual pucde otro sprovechar la superioridad fsies, econdmiea 0 de otra clase, {de que dispone para someter mi libertad, y Unicamente a la ‘raga socal es posible poner un obstdculo a estos abusos de pover. Ahora es cuando sabemos qué complfcada ceglamen: fncién es necesaria. para asegurar a los Individuos la inde~ (Wert ca. pea. pendencia econémics, sn fa cual su libertad no es més que ‘pominal Pero lo que hoy en particular hace que sea excepstonal- mente grave ese estado, as el desenvolvimiento, desconacido Inasta el presente, que han tomado, desde hace préximamente dos siglos, las funciones econdmicas. Mientras antes no esempesaron mas que un papel secundario, encuéntranse ‘ahora en primera lines. Bstamos muy_alejados de fos tiem= os en que se hallaban desdenosamente abandonadas alas clases inferiores, Ante ellas vemos como retroceden cada vez sms las funciones militares, administrativas, religions, Sélo Ins funciones eientifions te eneuientran en disposiién de dis- putarlos el lugar; y la clencia actualmente no tiene Prestigio sing en In medida en que puede serve «la prictica, es decir, fon gran parte a las profesiones esonémicas, Por eao ha po ido decirse, 0 sin algune razén, de nuestras soclecades gue sono tienden a ser esencialmente industriales, Us forma de actividad que se ha spoderado de un lugar seme Jante.en el conjunto de la vide scial, no puede, evidentemen te, permanecer hasta ese punto careciendo de una reglamen- tacion, sin que se proctzean las perturbaciones mas protun= das, Seria especialmente una fuente de cesmoralizacin keneral, pues, precisamente porgue las tunchy fs absorben hoy dis el mayor mimero de los ciudadans, existe una multitud de individuos en los que Ia vide pase, ‘cas toda ells, dentro del_ medio industrial y comerciny donde se sigue que, como ese medio no esté sino débilmente Imprognado de moralidad, la mayor parte de Ia existencia de fos que en 41 viven corre fuera de toda accién moral. Ahora bien, para que el sentimiento del deber se fife fuertemente en nosotros, 8 preciso que las cicunstancias mismas en que Vivioos lo tengan constantemente aleta. Por naturaleza, no nos sentimos inclinados @ molestarnos ¥ contradecirnos, =i, pues, no somos invitados a cada instante a cjercer sobre fhosotros esa presidn sin Ia cual no existe moral, como ‘adquitiremos In costumore? Si en las ocupaciones qu lienan casi todo nuestro tiempo no seguimes otra regla que Ia de fhuestzo interés bien entendido, zeémo vamos @ tomar al Busto al desinterés, al olvido de Si mismo, al scrifcio? As, ausencia de tode disciplina econdmiea no puede dejar de extender sus efectos mas alld del mundo econémico mismo Yy de lovar tras de sun descenso de la moralidad publics, ‘Mas, comprobado el mal, zeual és Ia causa y eudl puede ter el remodio?| En el curse de ia obra nos hemos dedicado, sobre todo, fahacer ver que # Ia division del trabejo no sela podia hacer responsable, como a veces injustamente se la ha acusado; fue no produce por necesidad la dispersién ni Ia incoheren- Sia, sino que las funciones, cuando se escuentran suficiente- mente en contieto Ins Una’ con las otras, tienden ellas mis= tnas a equilibrarse y a reglamentarse. Pero esta explicacion tincompleta, pues, si bien es verdad que las funciones so- ‘ial butcan esponténesmente adeptarse unas.8 otras, siern- pre y cuando se hallen de uns manera regular en mutase Inciones, por otra parte, esa forma de adaptacién no se eon- verte en una regla de conducta como un grupo no Ia con- sagre con su autorided, Una regla, en efecto, no es solo una tmanera de obrar habitual es, ante todo, wna manera de obrar (hligetoria, os decir, istraida, en cierta medida, al lbre arbi trio individual. Ahora bien, s6lo une sociedad constituida fgoza de Ia supremacie morel y material indispensable para ‘rer la ley «los individuos, puss Ia Union personalidad moral aie so eneientra por encima de Tas personalidades partial 105 le que forma Ia colectividad. Séto ella también tiene In continuidad e inclaso Ia permanencia necesaria para man- tuner Ie regia por encima y més alld de las relaciones efime= rasque dlarlaments la encarnan. Hay mas, ss funcion no se Tita simplemente a erigit en preceptos imperstivos los re~ tultados més generates de los contratos particulnres, sino {qe interviene de una manera activa y positive en la forma ‘Sin de toda regla. En primer lugar, es el arbitro designado por modo natural para solucionar los conflictos de intereses Yasignar a cada vino de éstos los limites que convengan. En segundo lugar, es In primera interesada en que reinen ell orden y Ia par; sila anomia e¢ tin mal, 10 es, ante todo, por ‘ue la sociedad la suite, no pudiendo prescindir, para vivir, de cohesién y reguleridad, Una reglamentacion moral o jr fica express, pues, exenciatmente, necesidades sociales que sin Ia soviedad puede conocer; descansa sobre un estedo de opinién y toda opinién es cova colectiva, producto de una claboracisn coleetiva, Para que In anomia termine es pre- ciso, pues, que exista, que se forme un grupo en sl cual pueda consttuirse ol sistema de zaglas que por el momento fat, Ni la sociedad politien en toda su totalided, ni el Fstado, pueden, evidentemente, sustraerse a esta funcion; la vide econdmien, por ser muy especilizads y por especiaizarse sis cada dia, escapa a su competencia y a'su accidn (1). La Actividad do une profesisn no puede reglamentarse efica2~ mente sino por un grupo muy priximo a e:ta profesién, in. cluso para conocer bien el furncionamiento, a fin de sentir todas las necesidades y poder seguir todas sus variaciones EE tinco que responde & e-as condiciones es ol que formarian todos los agentes de una misma industria reunidos y ongeni- zados en un mismo cuerpo. Tal es lo que se Hama ia corpo= raci6a 0 el grupo profesional. ‘Ahora bien, en el arden econdmico et grupo profesional 1 existe, como no existe la moral profesional. Desputs que, so sin rain, el sigio Ultimo ba sprimida las antiguas corpo raciones, no’se han hecho mas que tentativas frazmentarias f@ incompletas pare reconstituirlos cobre bases nuevas, Sin aa, ns ndivion gue se deen «una mim protestn se hellan en relaciones los k el es unos con los otros por el hecho de sus ocupaciones similares. Su coneurrencia. misma los pone en relaciones. Paro esas relaciones nad tienen de regu in fe regu fares; dependen del azar de los encuentros y ‘mucha frecuencia, un earéeter por completo individual. Es tal industria! que se eneuentta en contacto con tal otro; ne es el cuerpo industrial de tato cual expeciaidad que se reune ppara actuar en comtin, Por excepcion puede verse a toxos fos miembros de una misma profesion reunirse en congreso para tratar algunas euestiones de interés general, pero esos congresos na duran nunca mas que tin momente; no sobre= viven a las circunstancias particulares que las han suscta 0, ¥, por consiguiente, la vide colectiva a que hen dado lugar se extingue, més 0 menos completamente, con Los unices grupos que tienen ‘una clerta permanencia (G)_ Mis adelante esata sobre ete punt. son os lamados hoy dia singieatos, bien de patronos, bien de obreros. Seguramente teremos abi un comienzo de or iavizacion prolesional, pero todavia muy informe y rudi- mrentatio, pues, en primer lugar, ue sindicato es una asocia- tign privada sin euoridad legal, desprovisto, por consiguien- te, de todo poder reglamentario, El niimero” es en el teér famente iimitade, incloso dentro de una misma categoria dustrial, y como cada uno de ellos es independiente de los demis, sino se federan y no se unifiean, nade hay en los fnismos que exprese la unided de la profesién en su conjune to, En fin, no s6lo los sindientoa de patronos y los sindieatos de enpleados son distintos unos de otros, lo gue es pitino 4 mecesoro, sino que entre ellos no hay contactos regulares. No existe orpanizacion comin que os apraxime sin hacerios perder su individualidad y en Ia que puedan elaborar en co- fin una reglamentacién que, Sjando sus mutuas relaciones, Se imponga a los unos ¥ los otros com la misma autoridad; por consiguiente, es siempre le ley del mas fuerte la que re- fuelve los confictosyel estado de guerra subsite por comple to, Suivo para aguelios de sus actos que dependen de Ia mo- ral eomiin, patronos y oberos se allan los unos con relncion fos otros, en Ia mama situacidn que dos Estados autino- ‘mos, pero de fuerza devil. Pueder, como hacen los pueblos per inlermedio de sus Goblernos, formalizar contratos entre Bi Pero esos contratos nia expresan mis que el estado res Pestivo de las {uerzas econémicas en presencia, como los Teatades que concluyen dos beligerantes no hacen més que manifesta el estado respectiva de sus fuerzas militares. Con Sigran un estado de hecho; no podrian convertilo en un es lado de derecho. Pam que una moral y un derecho profesionales pu ser esiblecidos en as diferentes profesiones econémicas, es preciso, pues, que Ia corporacién, en lugar de seguir sien~ fo un agregado confuso y aio Unidad, se convierta, o mis bien vuslva a convertrse, en un grupo definido, organizado, fenuns palabra, en na insttuciéa publica. Pero todo pro- yecto de este cardcter viene a chocar con un cierto niimero Ge precios que er necessrio prevent © disipar. " En primer lugar, la corporacién tiene en contra suya su pasado historic. Aparoce, en efecto, teniendo una estrecha solidarided eon nuestro antiguo régimen y, por consiguiente, no pudiendo sobrevivirle. Reclamar para'la industria y el comercio una organizacion corporatva, parece como si se quisiera remontar el curso do la Historia; hore bien, tales regresiones son justamente miradas, © como imposies, 0 come anormates, El argumento tendria valor si se propusiera resucitar artic Ficlaimente Is vieja corporacin, ial como existie en la Eded Media Pero no es asi como la cuestidn se lantea, No se trata de saber si la institueién medieval puede eonvenie tambien | nuestras sociedades contemporaness, sino de ver si las ne- cesidades a que respondia son de todos los tlempos, aunque debs, para satistacerlas, ransformare con arregio al medlo, Ahora bien, lo que no permite ver en les corporaciones luna organizacién temporal, buena tan slo para una época y tune civizaciéa determinada, es, a Ia vex, su remote anti> ‘iedad y Ia manera como se han desenvuito en ta Historia. Si dataran tnicamente de la Edad Media, podria creerse, en teleeto, que, nacidas con un sistema politico, deberian necest- Flamente desaparecer con él, Pero, en realidad, tlenen un or ‘gen bastante més entiguo. En general, aparecen desde que hay oficios, es decir, desde que la industria deja de ser purae ‘mente agricola. Si, como parese, no han sido conceidas en Grecia, al menos hasta la épaca de la eonguista romans, €= {ue fos ofcios eran en elle desprecindes, los ejerclan cist ‘exclusivamente 10s extranjeros y se encontraban, por #29 mismo, fuera de la organisacion legal de la ciudad (1). Mas fen Roma existen, por lo menos desde ios primeros tiempos (2) Vease Herrmann, LebrSuck der eriehichesdntgutiten v0. fo el derecho ce cusadania (p48. 393) Queda For sient tant lo Grd antiqu,ome de la Republica: una tradicién atributa incluso su rundacién al rey Nume (1). Es verdad que durante mucho tiempo de- bieron llevar una existencia bastante humilde, pues fos his toriadores y los monumentos no hablan de sllas sino muy ra ver; por es0 sabemos mal c6mo estaban organizadas, Pero, desde la epoca de Cicerin, si numero se hizn consi erable y comencaron a desempefar Un papel. Desde ese momento, dice Waltzing, «todas las clases tbaiadoras pa ‘ecen postidas del deseo de mltiplicar Ins asociaciones pro {esiontlese, EI movimiento ascenslonal continua en seid, Ista aleanzar, bafo el Imperio, «una extension que no he sido ques despuse superada, si'se tlenen en cuenta ins di- Ferencias ezondmicas» (2). Todas las categorias de obceros, que eran muy numerosas, terminaron, parece, por constituir- se.en cologios y lo mismo ocurris con las gentes que vivian ‘el comercio. Al mismo tamyo, el cardcter de esos grupos Se mosines. Terminaron por ser verdaderos engranajes dela [ministracién, Llenaban faneiones ofeales: toda profesién fa considersda como un servicio publice, cuyo peso y tes Ponssbilsad frente al Estado sostenia la eosporacton corresé Pondiant (3) sn fd a rina de la institucién, pues.csta dependencia frente al Fstado no tardé en degenerer en servigumbre itor lerable que los emperadores. no pudieron mantener sino por ln eonceién. Toda clase de procedimientas fueron empleados pars imposir a los tratajadores sustracree a Ine pecadns obit fnciones que para ellos resullaban de su profesion misma: s@ Tigo a recurrr incluso # reclutemienta e inseripeién lorzo- su. Un ta sistema solo podia durar, evidentemente, mientras fl poder potion era Io. Bastante ferle para. imponeria, Por “Gl Bhute hogar our tserparaionspfesonmeis chess Rox 'G) Gieion himoriadores creen que, desde un princinia, an corpore= 1s feo no sobrovivié a Ia disolucton del imperlo. Ademés, as [guerras civiles y las invasiones habian destruido el comercio Y ls industria; los artesanos aprovecharon estas eircunstan= cas para hie de las cludades y dispersarse en los campos Asi, os primeros siglos de nuestra ers vieron provtcinse un fe romano, que debia repraducirse idéntico a fines dl siglo xt la vida corporativa se extinguié eas! por completo. Apenss si quedaron algunos restos en las ciudades de origen roman de las Galias y de Germanin, Si un teérieo, pues, hubiera en tse momento tenido conciencia de la sitacion, habria segu: ramente legado «1a conclusién, como mis tarde hicieron jor economisias, de que las corporaciones no tenian, 0, al menos, 9 tenian ya, razdn de ser: que habian desapar ido para no. volver; y, sin duda slguna, habria tratado de tetrégcada © irrelizable toc tentative para reconstruilas Pero. pronto los azontecimicntas dosmentirian una protecia semejante. TEn efecto, después de un eclipse temporal, las corpora ciones reeomencaron una nueva existencia en todas las £0- cledades europens. Debieron renacer por Ios siglos x19 x Desde ese momento, dice M. Levasseur, «los artesanos co. rmienzan a sentir In\necesidad de unirse y forman sus priv eras asociaciones» (1). En todo caso, en el siglo xu se h Ian de nuevo forecientes y se desenvuelven hasta el dla en ‘que comiensa para ellas une nueva decadencis. Una institu Cdn tan persistente no deberin depender de wna particulari- dad contingente y accidental; mucho menos todavia admitir fue heya sido el producto de no s¢ qué aherracin enlectiv. Si, desde los origenes de la cudad hasta el apogeo del i Flo, desde el comienzo de las sociedades eristianas hasta los tiempos mademnos, hon sido necesaries, es que responden & necesidaes permanentes, Sobre todo, el hecho mismo de que, después de haber deseparecido une primera vez, se haven Teconsttuido elles mismas y bajo una forme nueva, resta todo valor al argumento que presenta su desaparicién violen- tala fines del siglo timo como una prueba de que no estén yacen armonia con las nuevas condiciones dem existencia Gotectiva. Por lo demés, la necesidad que hoy dia vuolven a (a) Le Cherer oortves an Pram jas i Rlesation 04 sentir todas las grandes sociedades clvlizadas de traerlas rnuevamente a Ia vida, es el sintoma més seguro de que esta supresion radical no constituia un remedio, y que Ia reforms de Turgot exigia otra que no podria retardarte indefinide- a Pero si toda orgenizacién corporativa no es necesa mente un anacronismo histérco, zhay motivo para ereer que tlgin dia so ia pueda llamar a desempetar, en nuestras s0= ‘iedades contempordncas, la Importente funcion que fe atric buimoe Si a juzgamos indispensable, es a causa, no de los, servicios econdmicos que pedtia proporcionar, sino de la ftuencia moral que podria tener. Lo que ante todo vemos en el grupo profesional es un poder moral eapai: de contenet Jos egoismos individuales, de mantener en el corazin de los tesbsjedores un sentimienta mas vivo de st solideridad co- smiin, de impedie aplicarse tan beutalmente fa ley del mis fuerte alas relaciones industriles y comerciales. Ahora bien, ase por impropia para desempesar una tal funciOn. Por haver ficido con voasién de intereses temporales, parece que no Pudiere servie mds que © fines ullitaros, y Jos recuerdos (que han dejado las corporaciones del antiguo régimen no Icon mis que confrmar esta impresién, Se las representa fen el porvenie tal como eran durante los ultimos tempos de st existencia, ocupadas, ante todo, en mantener 0 en aumen tarsus priilegios y sus monopolies, yo se comprende cémo preceupaciones tan estreshamente profesionales hayan podido clecer una sccién favorable sobre ia moralidad del fuerpo de sus miombros. ‘Mas es preciso tener culdado con extender a todo el ré- tdmen corporative lo que ha podido ser cierto con relacién figunas corporaciones y durante un periodo muy corto de fi desenvolvimiento, Por muy lejos que baya legado a ata Carle una especie de enfermesad moral, debido a 60 constitu tiga misma, he sido, sobre todo, una fancién moral I que he ‘deerpetiado durante Ia mayor parte de su Historie. Y esto fs particularmente evidente de las corporaciones romanas. ‘Las corporaciones de artasanos, dice Waltzing, estaben ‘muy lejos de tener entre los romenos un catdeter profesional tan pronunciado como en ie Edad Media: no se encuentra, en ellas ni reglamentacida sobre los métadas, ni eprendizaje impuesto, ni monopolio; su fin no era tampoco reunir los fondos necesarios para explotar una industrias (1). Sin duda {ue a asociacién les daba mas fuerzas para defender, on caso de necesidad, sus intereses comunes, Pero data s6lo cra una de las ventejas Utlles que producia In institucton; no const toi In rez6n de ser, le fancion principal. Ante todo, la cor- poracion ere un colleium relgioso. Tenia cade una si dios Particular, cuye culto, cuando disponia de recursos, se cele= braba en Un templo especial. Lo mismo que cade familia to- nia su Lar familiaris, enda ciudad 20 Genins publcws, cada colleginm tenia su dios twtelar, Gowiur colt. Neturaleente, 230 culto profesional no carecia de fiestas, que se celebraben fen comin con sacrificios y banguetes, Toda clase de eireuns- tanclas servia, ademds, de oeasion para reuniones elegres, por otra parte, distrlbuciones de viveres o de dinero tenian con frecuencia’ lugar ® expenses de la comunidad, Se ha preguntado si In corporacién poseia una caia de socarros, st Drestaba con regularidad asistencia & aquellos de sus tiem bros que se hallaban necesitadas, y las opiniones sobre este punto estén divdidas (2). Lo que quits # la discusion une Parte de su interés y de su aleance es que esos banquetes comunes, mAs o menos periédicos, y las distribuciones que los acompanaban, tenian con frecuencia eardcter de s0cortos ¥y desempesaben Ia funcién de una asistencia indirecta, De todas maneras, los desgraciados sabian que podian contar con esta subvencién disimuleda—Como corolario de ese cardeter reigioso, el collerium de actesans era, al mismo Llempo, una asoelacién funeraria. Unidos, como los Genes, {en un mismo eulto durante su vida, los miembros de la corpo- racién querian, como aquéllos también, dorm juntos su ultl- ‘mo sveno, Las corporaciones que eran suflclentemente rics tenian un columbariuom colectivo 0, cuando el coligium ca (3) 08.0194 3) Lasmayor pate etn tistorndre etimen que gener coegioe recia de medios para adguirr una propiedad funeraria,cusn- do menos aseguraban a sus miembros honrosos funerales a expensas de a caja comin ‘Un ealto comin, banquetes comunes, Restas eomunes un cementerio comin, goo constituyen,en conjunto, los caracteres Aistntivos dela organizacién doméstica entre los romanos? Ast the podido decirse que le corporacién romana era una egran fa mills «No hay palabra, dioe Waltzing, que indique mejor In naturaleza dela relacfones que unian alos colrades, y muchos Indios prusban que una gran fraternidad reinaba en su eno» (1) La comunidad de intereses ocupaba el lugar de Jos azos de a sangre. «Los miembros hasta tal punto se mi raban como hermanos, que a veces se daban entre ellos este nombre.» La expresién mis ordinaria es verdad que era ta de sadales; pero esta palabra misma expresa un parentesco espiritual que implica una estrecha contraternisad. El pro- tector y la protectora del calegium tomeban con frecuencia el titlo de padre y madre. «Una prucbe de 1a abnegacién que los cofrades tenian por su colegio la encontramos en los lege dos y donaciones que le hacian. También Jo son esos monu- smentos funerarios en los que leemos: Pius in colle, us pla oxo con st colexio, como cuando se decta, Pius in suas» (2) texta vide fomiliar hellabese hasta tal punto docenvlts, que M. Boissier hace de ells el fa principal de todes las Cerporsciones romanas. cncluso en las corporaciones abre ras, dice, se asoclaban, ante todo, por el placer de vivir Juntos, pra encontrar fuera de sus casas distrccién a sus fatgas y a sus tedios, para constituirse una intimidad menos Lnitada que in familiar, menos extensa que la de Ia ciudad, y hacerse as la vida mis fll y mds agradabies (3). Como Ins sociedades cristianas corresponden = un tipo taciel muy diferente de la ciudad, las comporaciones de It Edad Media no eran exactamentejguales a us corporaciones. omanes, pero también constituian para sus miembros me: dios morales, (2). A le inverse, de igual manera {que el municipio consttula un agregado de grupos de oficios, ‘ads uno de éstos era un municipio en pequeRo, pues habian ‘do el modelo del que la institucién municipal nos ofrecit ‘una forma mayor y més desenvuelta. ‘Ahora bien, sabemos 10 que el municipio ha sido en It historia de nuestras sociedaces, en las cuales he constituido, ‘eon el tempo, Ia pledra anguler. Por consecuencia, si el mu nicpio lo ha integrado una reunién de corporaciones y se ha formado segtn el tipo de la. corporacion, es ésta, en itime sniisis, la que ha servido de base a todo el sistema politico suxgido' del movimiento municipal. Vemos de paso que ha tree singularmente en importancia y en dignidad. Mien tmasen Roma ha comenzado por hallarse casi fuera de las (1) cel ob ts 1195 (Obes, 2» ‘organizaciones normales, ha servido, por el contrerio, @ nues~ tras sociedades actuales de marco slemental. He aqui una nueva razén por la que nos negamos a ver en ella una especie de institucién arcaica, destinada a desaparecer de la Historia, pues sien el pasado la funcién desempesada se ha hecho més ‘ital a medida que el comercio y Ia industria se desenvolvian, ces completamente inconcebible que los nuevos progresos e2o- némicos puedan tener por efecto negarle toda razén de ser. La hipdtesis contraria tendris mayor justiercién (1) ‘Mas otras ensefanzas se desprenden del rapido cusdro ‘que acaba de ser trazado. En primer lugar, permite entrever cémo le corporacion hha caido pasajeramente en descrédito desde hece unos dos siglos y, por consecuencia, lo que debe de legar a ser para poder ocupar de nuevo su rango entre nuestras insituciones| Publicas. Acabamos de ver, en efecto, que, bajo le forma que Tenia en la Edad Media, hallabase estrechamente ligada ala oreanizacion municipal. Esta solidaridad no produjo incon ‘venientes mientras los ofcios mismos tuvieron un canicter municipal, En tanto que, en principio, ertesanos y comer- antes tuvieron més menos exclusivamente por clientes s6lo a los habitantes de Ia cludad 0 de los alrededores Inmediatos, es decir, en tanto que el mercado fue principal mente loeal, et conjunto de los ofeios, con su organizaciin municipal, basté pera todas las necesidades. Pero ya no su cedié Io mismo una ver que Ja gran industria hubo nacido; como no tiene ns Ia de especialmente urbano, no podia some- terse un sistema que no habia sido creado para ella. En pr mer lugar, no tiene por necesidad su asiento én una ciudad; puede establecerse incluso fuera do toda aglomeracin rural 0) Be verdad 9 (Consultar Bougie, Remarquer sur le régime des castes, Annde righ pualv.) © urbana preexistente. Busca tan slo sl punto del teritorio| fen que mejor se pueda alimentary desde el que con mayor fuclded pueda irradiar. Ademis 4 campo de accién no se limita e rgién determinada alguna, su elientela se rectuta en tedes partes. Una institicién tan absolutamente compene= teada con el municipio como lo estaba la vieja corporacién, no podia servir, pues, para encuadrar y regular una forma de actividad colectiva tan completamente extrafa a la vida mu nieipl Y, en efecto, desde que aparecié la gran Industria, se en~ contr, naturalmente, ‘vera del régimen corporativo, y ello fas, claro es, Jo que hizo que los organismos profesio~ niles e esforzaran, utilizando todos los. medios, en impedit sus progresos. Sin embargo, no por eso se Vi6 libre de toda reglamentacién; durante los primeros tiempos el Estado des- empené directamente, cerca de ella, un papel endlogo al que lus corporaciones desempenaban cerca del pequedo comer: ‘9 y de los offcios Uraenos, A la vez que el potter real con- win a las manufacturas eiertos privilegios, las sometia, « cambio de ello, a su inspeccién, ys, procisemente, io que auiere decir el titulo de realos industeias que se les conce= ia Mas ya Sabemos basta qué punto el Estado es impropio part desempener tal funcién; esa tutela directa no podin de- jar de lar a ser comprensiva, Llegé incluso a ser imposible, desde el momento en que la gren industria aleanza un cierto ‘gado de desarvolla y de diversidad, por eso los economistas tlisces reclamaron, y con razéa, Ia supresiSn. Pero si la ‘exporncin, tal como entonees exista, no podia adaptarse & ‘eta nueva forma de la industria, si el Estedo no podia ‘emplazar la antigua disciplina corporativa, no se deduce és alo ol que toda discipline fuera, desde entonces intl; lo ‘co cierto era que la antigua corporacion debia trans(or~ ‘mare para continuar desempenando su papel dentro de las ‘muevas condiciones de Ia vida econdmica, Desgraciadamente, ‘0 vo bastante flexibilidad para relormarse a tiempo; por fue razén fab dostrulda. Por no saber asimilaree a nueva vide que se desenvolvia, la vide se fué do elle y llegs & ser Jb'que fu en visperas de Ia Revolucién, una especie do futctancia muerta, de cuerpo extrano, que sblo se mantonia ‘ne orgenismo social por una fuerza de inercia. No es, pues, a sorprendente que legara un momento en que violentaments ‘se la expulsara. Pero ol destruisla no era. un medio de dar satisfaccién a las necesidades que no habia sabido satis(acer. Y por eso ln cuestiin continua todavia ante nosotros, més agudisada por un siglo de tanteos y experiencias Infruc- La obra del sociétogo no es Ia del hombre de Estado. No tenemos, pues, que exponer con detalle en qué deberia con Slat esta reforma, Nos bastark con indicar los principios generales tal como parecen resurgir de los hechos que pre= ‘eden. ‘Lo que, ante todo, demuestra la experiencia de! pasado fs que los cusdros del grupo profesional deben siempre ha arse en relacién con los de la vida econdémice: por haber faltado a esta condicién ha desapareco ol régimen corpora tivo, Puesto que el mercado, de municipal que ere, 50. ba convertido en nacional ¢ intemaciona, Ia corporacion ha de- bido tomar Ia misma extensién. En lugar de limiterse tiniea- mente a los arteaanos de une ciudad, ha debido de agran- ddarse en forma que comprendicra a todos los miembros de 1a profesion dispersos en toda la extensién del terdtorio (1), ‘pues, sea cual fuere fa regién en que se eneventren, que ha biten en la ciudad 0 en el campo, todos son solidarios unos do otros y partielpen en una vide econémica. Puesto que esta vida comin es, en clertos aspectos, independiente de toda eterminacién territorial, es preciso que se cree un dreano apropiado que Ia dé expresién y que regularice el functons- ‘miento, En razin a sus dimensiones, un Organo semejante hllariase necesariamente en contacto y en relaciones direc- tas con el Srgano central de la vida colectiva, pues aconte- ‘imientos que tienen importancia como para interesar toda ‘una categoria de empresas industeales en un pais, nocese= ‘amente producen repercusiones muy generales a las que el (®) Nohablamos de In ergesizaciin Intracioal gue one ‘Rents constr tna iaucon json Le pmora en el eta peste 2 Estado no puede menifestarse extraso; esto le leva a inter- venir. Por e80 no carece de fundamento el que ol poder real, intintivamente, tendiers. a no dejar fuera de su aceién a ik ‘an industria, en cuanto la misma aparece. Bra imposible que ‘2 desinteresara de una forma de actividad que, por su mis rma naturaleze, es siempre susceptible de atectar al conjunto dela sociedad. Poro esta accidn reguladors, si es necessria, 20 debe degenerar en una estrecha subordinacién, como ocurrié ‘Jos silos xvi" y sv. Los dos érganos en relacion deben pemuanccer distintos ¥ auténomos: cada uno tiene sus funcio- nes, que slo él propio puede desempeiar-Si corresponde a las ‘uambleas de gobiemo fijar for prineipios generales de la le- fsluciin industrial, esas mismas asambleas son ineapaces de dlversicarlos con arreglo # las diferentes clases de indus- lwias. Esta diversiieacién es la que conatituye la princip isin de la corporacion (1). Tel orpanizacion unitaria. para l conjunto de un pais no excluye, en manera alguna, 1 fo rmacién de Grganos secundarios, comprendiendo trabsjadores similares do una misma rogién o de una misma localdad, ¥ ‘euyo pape! seria el de especiaiaar mds aun In reglamentacion profesional segtin las necesidades locales o regionales. La ida econdmica podria reglamantarse y determinsrse sin per= der nade de au diversidad, Por esto mismo, el régimen corporativo hallariase prote= sido contra esa inctinacion a la inmovilizacién que con ire= cuencia y justica se le ha reprochado en el pasado, pues era tun defecto que le venia del eardeter estrechamente eomunal (1) Bam eapeciiacsn 9 poein cere sin ayia de asambies ae it andi a dle In corporacién. Mientras se encontrara limitada al recinto mismo de 14 ciudad, era inevitable que doviniera prisione ra de la tradicion, lo mismo que la ciudad. Como en un grin po tan restringido Ins condiciones de vida son east javaria- bes, et habito ejerce sobre las gentes y sobre las cosas un imperio sin contrapeso, y las novedades terminan incluso por inspirar temor. BI tradicionalismo de las corporaciones ho constituis, pues, mis que un aspecto del tradicionalismo {Comunal y obedecia ¢ las mismas rezones de ser, Después, una Yer que fue introducido en las castumbres, sobrevivid «las tausas que le habian dado origen y que primitivamente le jus- tifeaban, Por es0, cuando la concentracién material y moral del pais y la gran industria, que fue su consecuencia, abrie ton los espiritus a nuevos deseos, despertaron mucvas nece- Sidades, introdujeron en los gustos yen las modas una movi= Jidad hasta entonces desconocida, ia corporaciéa, obstlnada- mente ligada a us viojas costumbres, se encontré inca pacitada para responder @ esas nuevas exigencias. Pero las Corporaciones nacionales, en razon misma a su dimoasién y su complejidad, no 20 hallarian expuestas a ese peligro ‘Muchos espiritus diferentes encontrarianse en ella en activi- dad, pare que pudiera establecerse en la misma una unifor- rmidad estacionaria, En un grupo formedo de elementos nu- mnerosos y diversos, prodiucense sin cesar nuevos arregios gue constituyen otras tantas fuentes de novedades (1). El auilibrio de una tal organizncion no tendria, pues, nada de rigido, ¥, por consiguiente, se encontraris por modo natural fen armonia con el equllioro movible de las necesidades y de las ideas, Es preciso, por lo demés, (ener euidado con creer que todo el papel de la corporacion debe consistir en establecer reglas y aplicarlas, Sin duda que, doquier se forma un grupo, formace tambien una dsciplina moral Pero Ja insttucion de esa disciplina s6lo es una de Ins numerosas mancras de ma- hifestatse toda actividad colectiva. Ua grupo no es unic ‘mente una autoridad moral que regenta le vida de sus miem- bros, es también una fuente de vide sui cones, Despréndese de di un ealor que ealenta y reanime los corazones, que Tet (0) Wer mis adelante cap, pre u bre ale simpatia, que unde los egoismos. Asi, Ja familia ‘ha sido en ol pasado la legisladora de un derecho y de une moral en los que la severidad ha legado con frecuencia hast lu rudeza extrema, sl mismo tiempo que el medio donde los hombres haa aprendido, por ver primera, agustar las efusio es del sentimionto. Hemos visto iguaimente cémo la cor- poracion, tanto en Roma como en Ia Edad Media, despertd ‘505 mismas necesidades y buscé el satisfacerias. Las corpo- raciones del porveni tendrén una complejidad de atribucio- restodavia mis grande, en razén al aumento de su amplitud. [Aledodor de sus funciones propiamente profesionales ven Grin a agruparse otras que actualmente corresponden a los ‘municipios o a sociedades privadas. Tales son las funciones de asistencia, que, para desempenarse bien, suponen entre los {que asision y los asistidos sentimientos de soldaridad, wna lerta homogencidad intelectual y moral, como fécilmente resulta dela préctica de una misma profesién. Muchas de [es obras de educacién (ensenanzas técnicas, ensenanzas de tdultos, ete) parece que deben encontrar en la corporacion, ‘su medio natural. Lo mismo ocurre con alguna manifestacion dela vida estéticn, pues parece conforme a Ia naturaleza de las cosas que este forma noble del juego y dela recrescion se desenvielva ala ver que la vide sera, a la que debe servir de contrapeso y de reparacién. En Ia prictica, vemos ya a Sindicatos que son al mismo tiempo sociedades de socorros rmutvos, # otros que fundan centros sociales en los que se orpanizan cursos, conclertos, representaciones dramaticas. {La actividad corparativa puede, pues, eercerse bajo las for~ mas mis variedas Hay incluso motivo para suponer que Ia comporacién tsti lamada a convertirse en la base o una de las bases teenciales de nuestra onganizacion politica. Hemos visto, ef tect, que, si_comienzs.produciéndose por fuera del sisto- ‘ma socil, Uende « inttoducirse cada vex mis profundamente fn), a medida quo le vida econémice se desenvuelve. Todo permite, pues, prover que, continuando realizAndose el pro= [Beso en el misino sentido, llegar a ocupar en in sociedad tu lugar cada dia mas central y mas preponderante. Fué en) ‘zo tiempo la divisin elemental de Ia organtcacién comu- tal Ahoca que el municipio, de orgenismo aurésome que 35 lantes era, ha venido a perderse en ol Estado, como el mes cado local en el mercado nacional, 4 es legitime pensar que le corporacion deberd también sur la transformacién co- rrespondiente y llegar a consttuir la divisién elemental det Estado, la unidad politica fundamental? La sociedad, en ugar de seguir siendo fo que hoy todavia es, un agregado de listitos terrtoriales yuxtapuestos, se convert en un vasto Sistema de corporaciones nacionales, De partes muy diversas reclaman que los colegios electorales sean formados por pro- fesiones y no por clreunseripeiones terrtoriales, ¥ no exe juda que, de esta manora, las asambleas polticas expresarin ‘mds exactamente la diversidad de los intereses sociales y sus relaciones: consttuirlan un resumen mas fel dela vide Social fen su conjunto, Pero decir que el pals, para ndquitir eoncien- cla de ai mismo, debe agruparse por profesiones, {m0 es reco rhocer que In profesién organizada 9 la corporacion deberia, constituir el Grgano esencial de la vida pulbien? Rellenariase de esta manera la grave laguna que més lejos seaalamos en la estructura de las sociodades curopeas de In nuestra en particular (1). Veremos, en efecto, como, medida que se avanza en Ia Historia Ia organiztcion que tiene por base agrupacionesterritorales(aldea 0 ciudad, die trio, provineta, ete.) se va, eada ver mis, borrando. Sin dada {gue eada uno’ de nosotros pertenece & un munieipio, a un departamenta, pero los lazos que a ellos nos unen devienen 'a mis frigiles ¥ débiles, Beas divisiones geograticas 200, fen su mayoria, atiiciales y no desplertan ya en nosotros Sentimientos protundos. Bl espirtu provincial ha desapareci~ ddo para no volver; el patrictismo de campanario ha llegado ‘sconstituir un arcaismo que no es posible restaurar, Los ‘asuntos municipales 0 provinciales no nos afeetan no not apasionan ya, sino en la medida en que coinciden con nues+ tros asuntos profesionales. Nuestra actividad so extiende bastante mas sl de esos grupos, excesivamente limitados para ella, ¥, por otra parte, mucko de lo que en ellos sucede ‘hos deja indiferentes. Hase de esta manera producido como lun hundimiento espontineo de la vieja estructura social. Abo- rablen, no es posible que esta onganizacion interna desaparez- ‘sin nada que Ia reemplace. Una sociedad compuesta de una polvareda infnita de individuosinorganizados, que wnBstado Iipertollado se esfuerza on encerrary retener, constituye una verdadera monstruosidad socioldgica. La actividad colectiva ts siempre muy compleja pars que pueda expresarce por solo y nico érgano del Estado; ademas, ol Estado fsté muy lejos de los individuos, tiene con ellos relaciones ‘muy externas e intermitentes para quo le sea posible penotear ben, dentro de as conciencias individuales y socinlizariasinte ormente. Poreso, dondequieraque ol Fstadosea el unico me- {lode formacian de los hombres en Ia préctca de la vida o- ‘min, 8 inevitable que se desprendan de #), se desliguen fos tunes de los otros, y que, en igual medida, se diszregue in so tdedad. Una nacién no puede mantenerse conto no se interee le, entre el Estado y los partculares, toda una serie de gri- pos secundarios que se encuentren lo bastante préximos de lot Individuos para atraecios (uertemente a su esfera de accién Yeonducirios asi on el torrente general de la vida social [Acabamos de mostrar cémo los grupos. profesionales son fptos para desempeiar este fancidn, y eémo todo les destin felio, Coneibese, pues, hasta qué punto importa que, sobre todo en of orden econémico, salgan de ose estado de in- canscienciay de inonganizacién en que desde hace siglos han permanssido, dado que las profesiones de esta clase absor- bbe hoy dia a la mayor parte de Ias fuerzas colectivas (2). ‘Tal vez estemos ahora en mejor disposicién de explicar lus conelusiones a que hemos llogado al final de nuestro libro (0) No gueemon, in embargo die gue las ccunseripcones tr ” sobre £1 Suicidis (1). Presentamos ya en él una fuerte orga: nizacion corporativa como medio de remediat in mal, det se fl progreso del suicidio, unido, por lo demas, « otros muchos sintomas, atestigua la existencia. Ciertas erticas han encon- trado que el remedio no era proporcionado a la extensin del mal. Pero es que se equivocan sobre la verdadera naturaleza de Ia corporactén, sobre el lugar que le corresponde en el con- junto de nuestra vida colectiva, y sobre la grave anomalie que resulta de su desaparicién. No han visto en ella més que una asoeiacién utlitria, cuyo efecto se limitaria a un mejor are= flo de Ios intereses econdmicos, cuando, en realidad, deberia ser el elemento esencial de nuestra estructura social. La au- sencia de toda institucién comporativa crea, pues. en Ia onga~ nizacién de un pueblo como el nest, un vacio cuya le portancis es dlifeil exagerar. Es todo un sistema de dra hos nevesarios al funcionamiento normal de la vida comiin, ‘el que nos falta, Un vieio tal de constitucign no es, eviden temente, tun mal local, limitado a una regién de te sociedad; es une enfermedad forius substantia que alecta a todo el or- kzenismo, y, por consigulente, le empresa que tenga por ob- jeto ponerle término no puede dejar de producir las conse- cuencias més amplias, Es la salud general del cuerpo social la que esta interesada, 'No quiere esto, sin embargo, decir que Ia corporacién ‘seu una especie de panacea que pueda servir para todo. La ‘risis que sufrimes no obedece a una sola y unica caus. Para que cese no basta que se establezca una reglamentacion cualquiera alli donde es necesarin; es preciso, ademés, que sea lo que deba ser, es deci, justa, Ahora bien, como mas ade- Tante diremos, «mientras haya ricas y pobres de ncimiento ‘no podra haber contrato justo», ni una justa distribucién de las condiciones sociales (2). Mas sila reforma corporativa no nos exime de otras reformas, es siempre Ia condicion primera desu eficaca, Imaginemos, en efecto, que al in sea reslizada la condicién primordial de ls justicia ideal; supongamos que los hombres entran en Ia vida en un estado de perfecta igualdad (0) Ze Sule, pigs ana sas, Gh Veem Ti ous coondimica, es decir, que Ia riqueza haya dejado por comple- to.de ser Hereditaris. Los problemas en medio de los cuales debatimos no serlan por eso resueltos. En efecto, siempre hhabri un artefacto econémico y agentes diversos que cola- borarin a su funcionamiento; seria preciso, pues, determinar sus derechos y sus deberes, y ello para cada forma de in Gusta. Se necesitara que en cada profesion se constivuya lun conjunto de reglas que fe Ia eantidad de trabajo, Ia re- rmuncrscion justa de los diferentes funcionarios, sti deber unos frente a otros y frente ala comunidad, ets. Y se estard fentonces, no menos que ahora, en presencls de una tebla rasa, Porgue la riqueza noe transmitiera en adelante con arreglo 6 los mismos principios de hoy, ef estado de anarquie no ha- bia deseparecido, pues no depends sélo de que las cosas fstin aqui mas Bien que allen tales manos mis que en tales otfas, sino de que Ia actividad a que dan ocasion © ton el instrumento, no esté regulada: y no so regla- Ientard por encantamiento, desde el momento que sea tl, si Tas fuerzas necesarias para establecer esta reglamen lucién no han sido proviamente suscitadas y organizadas- Hay més: dificultades nuevas surgivian entonces que r= sultarian insolubles sin una organizacion corporativa, Hasta ‘hora, en efecto, era Ia familia la gue, sea por la institucion dela propiedad, sea por Ia institucién de la herencia, asegu~ faba la continuidad de la vida econdmica; o bien posela y txplotaba los bienes de une manera indivisa, 0 bien, desde el ‘momento en que el viejo comnismo familiar hubo sido roto, a clla quien los recibla, representads por los parientes mas priximos, a Ta muerte del propistario (1). En el primer eas0, ‘no habia ni siquiera cembio por causa de muerte, y las relacio~ ‘nes de [as cosas a las personas seguian siendo las que eran, sin modifiearse siquiera por la renovacién de las. genera~ ones; en el segundo, ef cambio se hacia autométicamente (©) Ba verdad que a donde tatameno existe popstar pues {Fea copie In que consituye ta norm hae efectian ‘'raumisne: Estar serogasines, po le dems: genersmeie son me » ¥y 00 existin momento perceptible en que los biones quedasen ‘ecantes, sin manos que los utlizasen. Mas si In sociedad {domestica no debe ya desempenar esa funcién, es necssario {gue otro érzeno social la reemplace on el indispensable ejer Gicio de la misma, pues no hay mas que un medio para im~ pedir que el funcionamiento de Ins cosas se suspenda periS= dicamente, y es que un grupo perpetuo como Is familia tas posea y explote él mismo, o las reciba en cada defuncin para transmits, si hay lugar, # algiin otto poscedor individual fque las dé valor. Pero ya hemos dicho, y lo repetimos, Inasta qué punto el Estado carece de condiciones para estas {areas economicas, harto especiales para él, Sélo hay’, pues, tt grupo profesional que pueda dedicarse a ellas utilmente. Responde, en electo, a Jos dos requistos necesarios: esta tan interesado en la vida econémica que no puede menos de son tis todas las necesidades; y, al mismo tiempo, tiene una per- maneneia por lo menos come Ia de Is frmilia, Mas para des- fempenar esta mislin, es preciso todavia que exista y que incluso haya adquirido bastante consistencia y madured, fin de estar a la altura del nuevo y complejo papel que le habria de ineumbir. ‘Si, pues, el problema de las corporaciones no es el vnico que se impone a la-stencién publics, no hay otro, sin em bbargo, que requiera més urgencia: no podrin abordarse los emis sino después de resolver éste. Ninguna modifiexcion lun poco importante podré introducirse en el orden jurdico sino se comionza por creer el drgano necesario para el es {ablecimiento del nuevo derecho. Result por es0 vano inchi= sive perder el tiempo investigando, con precision excesiva, sobre lo que debers ser ose derecho, pues, en el estado actual de nuestros conocimientos cientificas, no pedemos anticipar= To sino con groseras y siempre dudosas aproximaciones. Cuaato més importa poner en seguida manos a la obra part ‘onstituir Ins ferzes morales, dnicas que podrin determi nerlo al realizariol PREFACIO DE LA PRIMERA EDICION ate tbo 0, ante todo, win efuezo para telat os hee thos dea vide ioral con trreglo alos mstodos deus sions tas positives. Poros ha echo de celay palabras in empleo ae desnatraic el sentido y que ao es el nuestro. Los Ilstas que dedicen au dctsan, node un principio «por soo de algunesproposicionestomadas a une o vas Glen, tis postvas, como la Holgi, a Paicolog a Sostologia, tan su moral decentinea, No es exe el meioda que nos Froponenoe segu. No queremos exter in moral dela Sen, so constrlrlacensin de In mora, lo cal 8 muy Ateeie. Los hechos morales costiuyen fendmenos como tos ovos const en ropes de accion que se reconocen eh diets crnctoes dition; debe, pcs ser posible cbaer- ‘on, deurios,slanienioey basa las foyer ue Ws pean. ¥ elo qe vamos a hacer con algunos de los. Se bitant con iw exstencia do la libertad. Pero si realmente SS inp a negscdn de toda ley determinado,constvoye ta obsicuottrangueabe no so para las ceva pleoe Vigasy scan, sino para todas lac lencias, pues como tt vies buimanas s hallan sempre Igndes' term tides movimentos exteriors, hace determin tains hisgbi wera como por dena de nosoics. Sin enero, tad discute Ia posibilidad de fas ciencias lisicas y neti a rales. Reclamamos el mismo derecho para nuestea cien- a (1). Asi ent ida, esta clencia no se encuentra en opcsicion con ninguna especie de losolla, pues se coloea sobre un te- reno completamente diferente. Es posible que la moral ten ga algun fin transcendente que la experiencia no puede alcan Zar; ocuparse de é! es tarea que corresponde al metaisica Pero lo que ante todo es cierto, 6s que se desenvuelve en is historia y bajo el imperio de causes historicas, y que tlene ura funcién en nuestra vide temporal. Si es tal 0 cual en un mo- mento dado, débese a que as condiciones en que entonces vi= Vian los hombres no permiten que sen de otra manera, y Ia prueba esta en que cambia cuando esas condiciones cambian, y solo en ese cuso. Hoy no es posible creer que la evolucisn ‘moral consista en el desenvolvimiento de una misma iden que, confusa e indecisa en el hombre primitiva, se aclara y precisa poco a poco mediante el progreso esponténeo de as Ices. St los antiguos romanos no tenian Ia conespcién am= plia de la humanidad que nosotros aetualmente tenemos, no fea consecuencia de un efor debido a la limitacion de 50 inteigencia: es que tales ideas eran incompatibies con la na turaleza de la cludad romana, No podia dorse nuestro cos: ‘mopolitismo, 1o mismo que una planta no puede germinat fen un suelo incapaz de sosteneria, y tendria ademas que ser para olla un principio morte, A la inversa, si despots hha hecho su apaticién, no ha silo a consecuercia de des cubrimientos filosétieos; no es que nuestros espiritus + Ihayan ablerto a verdades que desconocian: es que se han producido cambios en Ia estructura de las sociedades, que hhan hecho necesaria esa veriacion en las costumbres. La mo- ral se forma, pues, se transiorma y se mantiene por razones de orden experimental; solo esas razones soa las que la cien- cla de la moral quiere determina. Mas, por el hecho de que nos propongames estudiar ante (2) Senoshn rprchado WBeudant, Le Drolt dial e PBha sled en eval fue na tran Investig 2 todo in realidad, no se deduce que renunciemos a mejorarla: sstimarlamos que nuestras investigaciones no merecerian la pene sino hubjeran de tener mas que un interés especulati- vo. Si separamos con cuidado los problemas tedrleoe de los problemas pricticos, no es para abandonar a estos ulkimos €5, por el contrario, para ronernos en estado de resolverlos racjor. Es corriente tachar de impotentes para formar un idea! a cuantos intentan estudiar fn moral cientifleamente, Se fice que su respeto por el hecho no tes permite rebasarlo; que pueden observar lo que es, pero no suminitramos regies de fonducta para el porvenir. Esperamos que este bro, cuando menos, serviré para deshacer ese prejuicio, pues verase en él dao Ia clencia puede eyudaraos a encontrar el sentido en gue debemos orientar nuestra conduct, a determinarel ideal hci of que confusamente tendemos. Solo que no nos eleva femos a ese ideal sino después de haber observado la rea liad y sacarlo de ella; mas, ze8 posible proceder de otra manera? Ni los Idealistas mis intemperantes pueden se fur ott método, pues el ideal cobre nada descanse si no tiene sus raices en la reslidad, ‘Toda la diferencia esta en que Inestudian en forma may somera, hasta se contentan frecuen= temente con erigir un movimiento de su sensibilidad, una as lucida un poco vive de su corazén, gue, Por contignients, ra constitaye mas que wie heclo, en una especie de impers tivo ante el cual inetinan su razén y nos piden que incline- ‘mos la nuestra, ‘Se objeta que ef método de observacidn carece de rezles para juzgar los hechos recogidos. Pero esta regla se despren- dodo los hechos mismos, segiin tendremos ocasién de pro- br. En primer lugar, hay un estado de salud moral que s610 a eenela puede determiner con competencia, y como en parte alguna estd intosramente realizado, constituye ya an {aa ef buscario y aproximarse a as socidades han comeneado a tener consenci s dey cays efcos sean isin dare cuenta Sin dade sea nla antgiadad muchos yensadore te peraibron de suns forancia (1 pero Adam Ste laser que ba emsey do hace lato. Es adenas, quan eet ete nome ae inna social properond slr a i Biloge, Hoy das genealando ese fensnere haste un pnts te questa vite de todos. No ay que bce ys Sones sobre ins tendencies Selous nse mode; se incing cade ver mis los centavos poterone yi arandesagrupaciones de fuerza y de caivies 9 rorcon, Secuencia, « a eter division del tnsjo, Ne sts én eintvior de as fabrics a han separa y expecisende 1s cxipcons teint, sho gue cafes amin expeciaiad que spone otras espaldedec? Adam Smithy Star Mil todavia eoperaben sur tl eres ‘kage seria una excpetn ae rele; yt la vous (1) 06 yet is ae pees ner ai sitino aso dela pegutta propiedad. Aun cuando 69 st- Sejnterateraconvenge gunrdrse de generaiar con ext forsn embargo, parécenos hoy diel poner en du que ls ripales rms de a industria agricola se encuentran cada Farmisarratraias en cl movimiento general (1). En Bi, {Bsmno comercio se ingenia en seguir y rer en todos aut tatcs, Ie cversidnd fina de ts empresas industils, fp wiereas ea evluién a reaiza con tna espotaneidad Irefexve, os esopomisas que escrtan las casas y ape= dan lon resid, jos de condonaiay combati, procs fnun au nected. Ven ena la ley superior de le soeda- des huranesy in condicién del progres. Pero ln divin dal trabajo no es expeial a1 mundo eco- tio; Me puede observa, su influence erecionte en Ins fexoncs mis ciernts dele sociedad. Las fanciones Po! ets, adinistrativas, judicales, se especializan cada vez Inis Lo mismo ocure con lar funsones attics 9 lone tices, Estamos eon dl tempo en que Ia Flosoia era enc nie; 0b rgmentads on une mud de aca ‘us especiales, ada unt con su obeo, su étodo, su esis ‘De medi siglo en mecio siglo, os homes que fe han seh indo en las lence se han hecho mis expeialvis® ‘Mostando a naturalera dels extucios de que se aban cpa cs stbios mis ses dese hace ds igs, M. De Candate observa que on ln época de Lebnitz y Newton ‘onal le bastrian dso ts designaiones para cada a= ‘er porelemplo,astrSnomo y coo matematicn,astromo 1 Tis, 0 bien no emplear mis que trminos geacales como fudsioo neural, Y aun ext no haba basta toda. {os matemdcs y los naturales eran algunas vees rusi= too poses A fines dl igo nv. habrian so inci nec serasdesignaciones miliples pare indica exactamente qué tenin de nolaleen muchesctegoriasdeclencies y de eras ombres como Wolf, Haller, Carlos Bonne. Esta aificutad nasi xe yao existe a! menos ox muy care (3). No (1) Yowmans, a (@) Grcencnte tntare sts Sc ot tar Srey 4 ein, i) he solamente" sabio ye no cultva simultineamente clencss F tis es necesrio que pueda exlicarse de déndeprocede unt contadicign semejante Para. poner thrmino a este indecsin, no recursos al mitodo ondinario de los mortises que, cutndo quieren de- tidir sobre el valor moral de un presepto,comienzan por proentar une (emule general de la moraiad para conlton= laren seguide el prlslpio dscutio, Sabemos hoy lo. que vale esas generizacones sumariae(), Formuladas al 2o- Imienzo del estudio, antes de toda observacin de los hechos, ‘no ienen por objete dar cuenta de los mismos,sinoenuncie et (9) Trt ono pig ep (2) Haonon Fgcpiansce'a nn ein dl eta (3) ‘Ce Deneras on amen Set fro {h Ea mica ci ee bent rn apa a ———————— eee ‘subiciea tts cares Sueicieates Drincipio abstracto de une legislein ideal completdlNo nos tebalo, os decir, do, pes, n resumen deloscarectrs xen qua rears ten selmrt as elas morales de tl soloed 8a oy soca dteminac;exprcan slo a manera com al not tn se ropesenta la mora Sin dude que te Su de er instuctvas, pes not norman sobre ns tendeasneres «queen en vias de surge en mermen dteminads, Pee feaen slo el interés de un hash no de tna soncepoe cintifc, Nada autora vr en ls aspraioner Perones les seis por un perder, por cals que pocsan aa tes ‘xpresiénadecada de laced oral. Tracan needs des goe nunca son mds gue pce esponden age fst toca enters en a iterior ela fami. Posteriormente su papel no ha hecho sino « peslalizarse 14s. Hoy dia,en lot pueblos cults, Ia mujer leva una existencl completamente diferente ala del homie Se dsl que las dos grandes funciones de a vida han como disociado, que uno de los sexoe he o cones alecvas y lotr ias funclones inelectuaes. AL te, on cletas cases, a las mujeres ocuparse de arte y ie» Fatwa, como Ins hombres, se podsa creer «5 verdad, que TBocupaciones de ambos sexos tanden & ser homogéteas. Pero incluso en esa esfea de accin, la muleraprta sa propa aturalezs yt papel sigue siendo muy especial, muy dileren- fede papel dl mb. Adomas, shel art y Ins ltras comien- an ahacerse cosas femeninas, lotro sexo parece abandons fas para entregurse mas especialmente a ln cenca. Pdi, poss muy bien suceder que la wuelte parents la homoge fad primitive no hubiers sido otra cose que a comienzo fdruna nueva iereniacién, Ademis, esse diferencias fn- Gonaes se han hecho maerisimente sensiblss por las dif reneas orolaice que han determinado, No solameste Ie fall el peso, as formas generals son muy diferentes en tombve ¥ en la mujer, sino que el Dr. Lebon ha demostado, ylohemes visto, que cone! progtaso dei cviiacion el ee {ebro de amor Soxos se diferencia cada ver mis. Sogun ete ‘observadr, tl desvicién progresiva se debeda, «Ie vez, a (exenvowimionto considerable de los erdncos masculine y ‘sun extacionsmniento 0 incluso une regres de los exdnecs famenines. eMientras gue, dee, el téenino medio de as Ren: tes masculnas de Paris se casfcan entre los rineos axis andes conocido, el término medio e Is femeninas se cla- sles entre los erfneos mis pequctos observados, muy por bajo el crineo de Ins chinas, y apenas por encima del cr reo de las mujeres de Nueve Caledonia» (1), En todos esos elemplos, el efecto més notable dete div ‘ion del trabsjo no es que mumente el rendilento de las Tursiones dividids, sino que las hace més sofdarias Su pt- pal, en todos esos easos, no es simplemente embelecer 0 Ieorar las sociedades existentes, sino hacer posibes socie- ‘ades que sin ella go exisxan. SI se retrotrae mis alld de ‘un clerto punto la division del tmbajo sexual, ln sociedad ‘eonyupal se desvancee para no dejar subsite mis que rele ‘ones sexusleseminentementeefmeras; mientras tox Sexos ‘o'se hayen separado, no sorgirt toda une forme de le vida ‘sci, Bs posile que lnutlidad econdmice de le divisin det (Oba eS

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