En todas las pocas, en muchos ciclos mundiales, en muchos pases (y hoy en todos), han
habido grandes momentos de tensin que se caracterizaron por un sentimiento de esperanzada
expectativa. Se espera a Alguien y Su venida es presentida. En el pasado, los instructores religiosos fueron siempre los que han fomentado y proclamado esta expectativa en su poca, y lo han hecho en los momentos de caos y dificultades al acercarse el fin de una civilizacin o cultura, y cuando los recursos de las antiguas religiones parecan ser inadecuados para solucionar las di- ficultades o resolver los problemas de los hombres. La venida del Avatar, el advenimiento de Aquel que viene y, en trminos actuales, la reaparicin de Cristo, constituyen las notas clave de la preponderante expectativa. Cuando los tiempos estn maduros, la invocacin de las masas es suficientemente clamorosa y muy vehemente la fe de quienes saben, entonces l ha venido, y esta antigua regla o ley universal no ser hoy excep tuada. La reaparicin de Cristo, el Avatar, ha sido, durante dcadas, anticipada por los creyentes de ambos hemisferios -no slo por los cristianos, sino tambin por quienes esperan a Maitreya, al Boddhisattva y al Iman Mahdi.