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La logica del significante Silvia Amigo - Viviana Dreidemie {Qué es lo que opera en la cadena significante generando su movi- miento? {Qué es lo que opera en la serie de los ntimeros enteros naturales, a lo que hay que referir la progresién de éstos? ‘Ambas preguntas tienen la misma respuesta: lo que opera generando la sucesin de un miembro a otro en la serie es la funcién del sujeto, desconocido. {Se trata de un modelo comparativo del que echamos mano para ex- plicar lo que sucede en la cadena significante? El hecho de que las pre~ guntas planteadas sobre la progresin de la cadena significante y la pro- gresion de la serie de los nameros enteros naturales tengan la misma res- puesta, es decir que sea ia funcién del sujeto la operadora de la progre- sién, nos indica ms bien que se trata de una idéntica estructura. Esto es lo que nos proponemos analizar: la estructura de la articula- cin entre el sujeto y la serie, es decir la estructura de la sutura, enten- diendo por sutura la relacién del sujeto y la cadena del discurso, donde el sujeto figura en ésta como el elemento que falta bajo la forma de un representante, es decir, no est pura y simplemente ausente. Intentaremos dar cuenta de ésta relacin entre el sujeto y la serie (no nos detendremos ya dada la identidad de estructuras en aclarar si es serie significante 6 serie de los nimeros naturales). Miller sefiala que el concepto de sutura esta esparcido en toda la obra de Lacan, estructurndola, déndole la razén ultima de su rigor. Es- ta relacién entre el sujeto y la serie es lo que Miller llama Ia lgica del significante. Légica del significante, logica minima, ya que se propone solamente asegurar el movimiento lineal, es decir el pasaje de un miembro de la se- rie a otro. Esta légica que se propone tematizar la sutura, parte del andlisis de Jo que Ja logica general nunca analiz6 por considerar “pleno de un sen- tido obvio”, pleno de sentido, es decir lugar de desconocimiento, re- presi6n, olvido, sutura. 152 La légica del significante En el campo de las matemiticas !a axiomatica de Peano crea el cam- po de lo pleno de sentido, la teoria de los numeros enteros naturales. Peano d4 como términos primitivos de su axiomitica, al O, el namero y el sucesor. Miller toma como hilo conductor el discurso de Gottlob Frege, filé- sofo y matemético alemén del sigio 19, por atravesar este discurso el punto de sutura de las mateméticas, preguntandose: ,Qué es un nume- ro? Citaremos a Frege de su libro “Fundamentos de la Aritmética” don- de intenta dar respuesta a esta pregunta, baséndose en las leyes logicas generales. Veamos como plantea Frege la cuestion: “A Ia pregunta de qué es el niimero uno, o de qué denota el signo 1, se suele responder: pues una cosa. Y si se hace notar entonces que el enunciado “el ndmero uno es una cosa” no es una definicién, porque a un lado se halla el articulo determinado y al otro, el indeterminado, y que tal enunciado sdlo expresa que el niimero uno pertenece a las cosas, pero no nos dice qué cosa es, en- tonces quizé quien nos ha formulado la pregunta nos invitaré a que escojamos una cosa cualquiera, a la que decidamos Hamar uno. Pero si todos tuviesen derecho a entender bajo este nombre lo que quisieran, resultarfa que el enunciado anterior sobre el uno se referiria a cosas distintas para distintas personas; no habria ningun contenido comun, a tales enunciados. Naturaimente, muchos consideraran que esto no merece dedicarle esfuerzo alguno. Este concepto esté ya tratado suficientemente, opi- nan ellos, en los libros de texto elementales, en los cuales se despacha la cuestién para toda la vida. |Quién cree poder aprender algo todav’ acerca de una cosa tan sencilla: Tan libre de dificultades se consider el concepto de nimero entero positivo que es posible explicarlo a los nifos cientifica y exhaustivamente, y ademds cada uno estd bien inf- formado sobre éi, sin ulterior reflexién y sin tener conocimiento de lo que otros han pensado. Resulta, por tanto, que falta aqui, totalmente, el primer requisito del aprender: el conocimiento de la ignorancia. La consecuencia es que Ja gente todavia se contenta con una concepcién burda”. Una vez formulada la pregunta y deshechada la respuesta axiomiti- ca, Frege va a delimitar su objeto: levantar el edificio de las matemati- cas sobre las leyes de la logica. Para ésto comienza tomandose el traba- jo de rebatir las tesis de las diferentes corrientes que intentaron dar res- puesta al problema del numero. En primer lugar la tesis empirista: segin ésta los nimeros surgen de 153 Notas las cosas materiales. Tal la posicién de Stuart Mill, que vé en la base de cada mimero un hecho fisico; 3 guijarros OOO 2+1 00+0 Se pregunta Frege qué hecho fisico podria estar en la base del niime- ro 345.871.000. Pero también ante el mismo hecho fisico, por ejemplo de un mazo de naipes. Qué hace que de ese mismo hecho fisico pueda decirse: 40 car- tas, 4 palos, 10 oros, etc.” Esta posicién empirista es la de la mayoria de nuestros maestros que nos ensefiaron los ntimeros apelando a las manzanitas: 3 006 2+160+6 Ante esta posicin dird Frege que el nimero es NO SENSIBLE. En segundo lugar la tesis_psicologista: segun ésta el niimero es una representacién, en el sentido de una imagen subjetiva. Leemos a Frege: “Al matemdtico en cuanto tal le son indiferentes estas representacio- nes internas, su nacimiento y modificaci6n. El propio Stricker dice que con la palabra “cien”, no se imagina nada mas que el signo 100. Otros pueden imaginarse la letra C o cualquier otra cosa; ;no se desprende de ello que estas representaciones internas son, en nuestro caso, completa mente indiferentes y casuales para lo esencial de la cuestién, tan casua- les como una pizarra negra y un pedazo de tiza, y que no merecen, pues, ser calificadas de imagenes del numero cien? {Lo esencial del pro- blema no puede encontrarse en tales imagenes:” ‘Ante ésta tesis la posicion de Frege es afirmar que el nmero no es subjetivo, sino OBJETIVO (diferenciando de ésto a lo sensible) “Vemos a qué maravillas se llega cuando se concreta algo mas la idea de que el nimero es una imagen. Y Ilegamos a la conclusion de que el nmero no es ni espacial ni fisico, como los montones de guijarros de Mill, ni tampoco es subjetivo, como las imagenes, sino no sensible y ob- jetivo. El fundamento de su objetividad no puede radicar en las impre- siones sensoriales, que, en cuanto afecciones de nuestra mente, con completamente subjetivas, sino que s6lo puede radicar, hasta donde aleanzo a ver, en la raz6n”. Frege se hace con respecto a la unidad la misma pregutna que con respecto al numero: {Qué es una unidad? En principio intenta indiferenciarla del 1 como miembro de la se- rie de los numeros. Unidades serfan las cosas a ser contadas. Frege con- cuerda con la mayoria de los autores en reconocer a la unidad los ca- 154 La légica del significante racteres de delimitaci6n, indivisivilidad e igualdad. Pero, no concuerda en las respuestas del porqué de éstas caracterfsticas. Estas respuestas se- rin otra vez la empirista y la psicologista. Recordemos el ejemplo de la baraja, ;qué tomar por unidad?. Nada del hecho ffsico recortard la uni- dad, Nada de la representacién subjetiva lo hard. Por otra parte gcémo conciliar igualdad entre unidades y diferenciabilidad de las cosas a ser contadas? La respuesta a la pregunta de Frege ,qué es un mimero? estard en el uso contextual de la idea de ntimero de donde surgird la solucién. “Para clarificar un poco la cuesti6n sera bueno considerar el néime- ro en el contexto de un juicio, donde aparece su modo de aplicacién originario. Cuando frente al mismo fenémeno exterior puede decir, con igual verdad; “‘esto es un grupo de drboles” y “esto son cinco érboles” © bien “aqui hay cuatro compaiias” y “aqui hay 500 hombres”, en tal caso, no se modifica ni lo individual ni la totalidad, el agregado, sino solo mi denominacién. Pero esto solo es sintoma de que se ha reempla- zado un concepto por otro. Con ello se nos sugiere, que al asignar un ntimero se afirma algo sobre un concepto. Cuando digo: “Venus tiene 0 lunas”, no es que haya alli ninguna luna o agregado de lunas del que pu- diera afirmarse algo; pero al concepto “lunas de venus” se le atribuye una propiedad, a saber, la de que nada cae bajo él, Si digo: “del coche del Kaiser tiran cuatro caballos”, atribuyo el niimero cuatro al concep- to “caballo que tira del coche del Kaiser” Aparece asi el sistema ternario de Frege. Consta de los tres concep- tos di ~ ees subsuncion ~ objeto y —niimero == asignacién y las dos relaciones de subsuncién y de asignacién. Veamos cada uno de estos términos. En cuanto al concepto se ocupa Frege de subrayar la limitacién que va a-dar al término “concepto” para él éste no es una abstraccién de objetos materiales sino cualquier predicaci6n. Por ejemplo, si yo digo el concepto “dinosaurios de la lu- na”. En cuanto al objeto, Frege se encarga de diferenciarlo de la cosa in- tegrada a la realidad témporo-espacial. Esta se caracteriza por la diver- sidad y multiplicidad de sus caracteres. El concepto hace caer ta cosa y aparecer el objeto. Para entrar en la dimensién l6gica, la cosa en tanto tal debe desaparecer. En tanto el mimero, éste se asigna anicamente a un concepto. Llegar a la definicion precisa es el objeto de este trabajo. Un niimero es asignado a un concepto que subsume objetos. Frege a través de su sistema ternario da la solucién al problema de la unidad. Rechaza como vimos para el niimero las tesis empirista y psico- logista. 155 Notas Es la introduccién del concepto lo que dara respuesta al problema. Unidad es lo recortado por el concepto, 0 sea el objeto, la cosa en tanto una. Unidad es entonces diferenciable (en tanto recortada por el concep- to) e igual en tanto cada unidad lo es de ese concepto y en ese sentido intercambiables. Por ejemplo, dado el concepto “lunas de Jupiter” tan- to luna I, luna II, luna IV, son iguales en tanto idénticamente subsumi- das al concepto “lunas de Jupiter”. Leamos a Frege: “pues el concepto, al que se le asigna el nimero, delimita en general, de determinada manera, lo que cae bajo él. El con- cepto “letras de la palabra dos”, delimita la d frente a la 0, y a ésta frente a la s. El concepto “sflabas de la palabra dos” saca la palabra co- mo un todo, que es indivisible, en el sentido de que las partes ya no caen bajo el concepto “sflabas de la palabra dos”. “Unidad con relacién a un nimero finito solamente la puede cons- tituir un concepto tal que delimite claramente lo que cae bajo él y que no admita ninguna division arbitraria” De todos modos veremos como este esquema funcionard con una condicién mAs. En apariencia la cuestin terminarfa aqui formulando: El namero cero corresponde al concepto bajo el cual no cae nin- gtin objeto. EI namero uno corresponde al concepto bajo el cual cae un objeto. Frege desecha esta solucién, sefialando con justicia que seria un re- torno al empirismo. El namero asi asignado lo serfa por cumplir una condicién comprobable empiricamente. el ejemplo de Frege “Venus tiene cero lunas” deberiamos recu- rrir al telescopio, enfocar a Venus y una vez comprobada la falta de lunas de este planeta podriamos formarnos la idea del cero. Pero Fre~ ge se esfuerza en acentuar la autonomia del nimero, su autonomia tanto de esa comprobacién empfrica como de la imdgen subjetiva. Subraya Frege que decimos “el cero”, “el uno”, traténdolos como objetos independientes, sin necesidad de recurrir a comprobaciones 0 sensaciones. Por otra parte el esquema ternario de por sf no daria cuenta del su- cesor en tanto serie automaticamente generada, se necesitaria definir como antecede a cada namero, Ademds decir: “un numero corresponde a. .. " no es decir lo que un némero es. Otro ejemplo planetario: “Jupiter tiene cuatro lunas”. Po- drfamos decir: “el mimero de las lunas de Jupiter es cuatro”. El “es” asume aquf una funcién de igualdad. —Numero de lunas de Jupiter = 4 Frege encontrard la clave de la autonomia antes mencionada del nti- mero en el hecho de que se lo puede usar en ecuaciones, a las que Fre- ge llama “esos enunciados que expresan que algo se reconoce de nue- 156 La logica del significante vo", Dice que por ejemplo aquf y en todas partes para uno o para cual- quiera sin necesidad de comprobacién ni imagenes: 245e7; 24204 Es a través del sesgo de la igualdad, la ecuacidn, que Frege dard al gi- ro que faltaba a su sistema ternario, para hacerlo entrar en la dimension estrictamente logica. La igualdad, algo que se reconoce de nuevo, una cosa sustituible por ota. Asf, tomard el siguiente camino para llegar al nimero: adquiriendo éste entonces su particular autonomia por el hecho de formar parte de ecuaciones tratard de fijar el sentido del enunciado: “el ntimero que co- rresponde al concepto F es el mismo que corresponde al concepto G”. {Qué debe ocurrir entre el concepto F y G para que se les asigne el mismo ndmero? Responde Fregue: que entre sus objetos se establezca cierta relacion. Da un ejemplo —F: comensales. _—G: platos de la mesa. Sea cual fuere el niimero de F o G entre sus obyetos hay una rela- cion de 1 a 1, relacién que Frege lamaré de biyectabilidad. Ast dird Frege que dos 0 més conceptos entre cuyos objetos se establezca esta relacion serin equinuméricos, Si entonces entre los objetos de F y de G hay biyectabilidad, F y G son equinuméricos. Y puede por fin llegar a definir el nimero: “El ntimero asignado al concepto F es la extensién del concepto equinumérico al concepto F™ Es decir un ntimero va a ser asignado a todos los posibles conceptos que establezcan entre sus objetos la relacién de biyectabilidad. zée Es decir:el mismo niimero lo es de cada uno de los conceptos equinu- méricos a F: se hace asf auténomo de un concepto en especial y de su comprobacién empfrica. Es el mimero de toda la clase de conceptos e- quinuméricos a F Frege Hega a fundamentar Iégicamente su sistema en ésta definicin de] nimero, que también definird definitivamente a la unidad. Esta sera ese objeto que puede entrar en relacién de | a I con otro, seré como di- ce Miller esa “cosa en tanto una.” Fue a través de la igualdad de “esos enunciados que expresan que al- go se reconoce de nuevo” (la ecuacién) en que Frege se bas6 para legar a su definicin de nimero independiente, autonomo de la empiria y de la representaci6n psicol6gica. {Pero a qué definicion de igualdad, de identidad refiere Frege su sis- tema? A la de Leibniz: ‘Eadem sunt, quorum unum potest substitui alteri salva veritate 157 Notas... Iguales 0 idénticas son las cosas que pueden reemplazarse una por otra, sin que se pierda la verdad. Es decir situard al nmero en ej campo de lo idéntico, de la sustitu ble, 4 = 4 para todos los conceptos equinuméricos, 4 que se recono- ce de nuevo. Y a este campo de lo idéntico lo asimilard a la verdad. “Iguales son las cosas que pueden reemplazarse una por otra, sin que se pierda la verdad” El nuimero esta situado entonces en ese campo de lo idéntico donde los términos de una ecuacién se reconocen de nuevo y la verdad esté a salvo, Una unidad sustituible por otra sin que se pierda la verdad. Luna |, luna III de Japiter, idénticas en tanto son esa unidad, ese idéntico de lo subsumido. El mismo nimero asignado a todos los conceptos equinu- méricos, sustituibles sin que se pierda la verdad ‘Traemos el ejemplo de Miller: “Hijos de Agamenon y de Casandra” tenemos a Pelops y Telédamo para subsumir al concepto anterior. A és- ta coleccién slo puedo asignarle un numero si hago jugar el concepto “‘equinumérico al concepto hijo de Agamenén y Casandra” (Miller lo llama “‘idéntico”). Para hablar de equinumericidad se pasa por la for- mula de identidad. Sea “caballo del hijo de Agamenon y Casandra” cualquier concepto cuyos objetivos sean biyectables con los objetos del concepto en juego. “Es aquf como Pelops y Telédamo pueden intervenir en tanto obje- tos del concepto y ser este tiltimo numerable. Es decir Pélops y Telé- damo intervienen cada uno en tanto uno (como unidad). Qo 0 i 1 Aqui introduce Miller su concepto de unidad distintiva. Esta es ese 1 que todo objeto subsumido es, luego de la operacién de equinumeri- cidad. Es decir luego de pasar por la funcién de identidad tal como la define Leibniz. Este I de la unidad distintiva seré entonces el | de lo idéntico, el 1 del campo de la verdad (iguales son las cosas que se reemplazan unas a otras sin que se pierda la verdad). A esta unidad distintiva que hace que cada objeto subsumido luego de efectuada la operacion de identidad pueda ser un } le subordina Mi- ler la unidad unificante, es decir unidad de la coleccién, en el caso Pe- lops y Telédamo seré 1 - | coleccién. Para llegar al nimero es necesa- rio que en primer lugar cada uno funcione como 1, el uno de Ja unidad distintiva, (Faitaria ver al operador de la serie, para hablar de 2). Ahora bien, vimos como todo el desarrollo de Frege se basaba en la definicion de identidad de Leibniz, Ante el posible fracaso de la ver- dad (de la falta de identidad, de la falta de sustituibilidad) ésta se res 158 La logica del significante tituirfa ya que a la cosa sustitu(da le restarfa la identidad consigo m ma: “La verdad es: toda cosa es idéntica a si misma” {Qué pasarfa si una cosa no pudiera ser sustituida por si misma? {Si una cosa no fuera idéntica a si misma”, F's aqui que se plantearfa la sub- version de la verdad. Veamos el enunciado de éste concepto “no idéntico a si mismo” (subversion de la verdad). A éste concepto no se le subsume ningiin ob- jeto y se le asigna el ntimero cero. Asi lo plantea Frege: “Para la definicién del 0, podria haber tomado cualquier otro concepto bajo el cual no caiga nada. Pero me interesaba clegir uno del que pudiera demostrarse esto ultimo con medios pura mente légicos; y para ello, el mas comodo que se nos ofrece es “A gual consigo mismo”, entendiendo por “igual” la definicion antes mencionada de Leibniz, que es puramente légica. Este cero de la falta de identidad, este cero del objeto imposible, es- te cero falta absoluta es suturado por el discurso légico con su marca, el trazo cero. Pero veremos como del cero que nace en el campo de la subversion de la verdad podremos llegar al campo de la verdad, de lo idéntico. Construyamos el concepto “igual a cero”: bajo éste concepto cae el cero y se le asigna el namero | “1 es el ntimero que corresponde al concepto “igual a 0” Vimos que ese | es el I de lo idéntico, et | del campo de la verdad El cero es también un 1 en tanto subsumido al concepto. He aqui el pasaje de Jo no idéntico al campo de la verdad, bajo la forma del c to marca, marca suturante del objeto imposible, ausente, no idéntico a si mismo. Y éste cero por ser objeto del concepto pasa a ser 1: 1 de lo idéntico. Se ha completado el pasaje del campo de la subversion de la verdad, de lo no idéntivo al campo de lo idéntico y de la verdad. Es de- cir, se ha suturado Retomemos ahora la definicion de sutura. Es: “La relacién de lo que falta (objeto imposible, no idéntico a si mismo, cero falta) y la estructu- ra de la que es elemento en tanto implica la posicion de un representan- te (trazo, igual cero marca) Lo que falta: el objeto no idéntico a si mismo. — La estructura de la que es elemento: la serie. La posicién de un representante: cero trazo, pero por obra del sis- tema de Frege serd I. Esta computacién del cero como | es la base general de la serie de los niimeros, ya que es la que dard cuenta de la cuestién del sucesor. Es decir la cuestién de saber cémo se pasa de un miembro de la serie al siguiente, denan + | Da Frege la Formula del sucesor: “El niimero asignado al concepto “miembro de la serie de los ntimeros naturales que termina en n” sigue 159 Notas inmediatamente a n en la serie de los ntimeros naturales”, Si tomamos el 4 “miembro de la serie de los nameros naturales que termina en 4”, en= contraremos que es el 5. ya que en la serie estd el cero y el cero se cuen- ta como 1. Habria que diferenciar la funcion de “reserva” de la funcion de “tér- mino". En el campo empirico por ejemplo si tengo 3 manzanas ese 3 es funcién de reserva, hay 3 objetos materiales. En el campo légico tengo la serie que termina en 3 y hay 4 numeros porque en la serie esta tam- bién el cero. Leamos a Miller: “Hay que tener cuidado de distinguir el cero como ausencia del objeto contradictorio y el cero que sutura esa ausencia en la serie de los ntimeros (el trazo): también diferenciar el | nombre del ndimero integrante de la serie y el | que viene a fijar en un trazo el cero de lo no idéntico a st mismo suturado por la identidad consigo mismo, ley del discurso del campo de la verdad”. El sujeto y el Otro. Al objeto imposible, logicamente convocado y rechazado, convoca- do como lo no idéntico, para ser suturado en un trazo, a éste exceso operante de la progresion lo lamaremos sujeto. Dice Miller: “Ahora bien, si la serie de los ntimeros, metonimia del cero, comienza por su metéfora, si el 0 miembro de la serie como numero sdlo es el represen- tante suturante de la ausencia (del cero absoluto) que se vehiculiza bajo la cadena segtin el movimiento alternativo de una representacion y de una exclusién, ;cual es el obstdculo al reconocimiento de la articula- cién mas elemental de la relacion restituida entre el cero y la serie de los mimeros, que es la relacion que mantiene el sujeto con fa cadena sig- nificante? El objeto imposible, que el discurso de la légica convoca como lo no idéntico a si mismo y rechaza como lo negativo puro, que conveca y rechaza para constituirse como lo que es, que convoca y revhaza sin querer saber nada, ie llamamos, en la medida en que funciona como el exceso operante de la serie de los nameros, sujeto La exclusion del sujeto respecto del discurso al que, sin embargo, convoca intimamente, es la sutura Si determinamos ahora el trazo como lo signifivante, si fijamos al nd- mero la posicién de lo signficado, es menester considerar la relacion de Jo ausente y el trazo como logica del significante”. La relacién del sujeto y el Otro (lugar de la verdad) es idéntica enton- ces estructuralmente a la relacién que mantiene el cero falta con la serie de los numeros (lugar de la identidad y de la verdad). 160 La logica del significante La identidad, La repeticion Cada niimero (cada sucesor) intenta absorber ese més | rasgo de 10 no idéntico (es decir rasgo representante del sujeto) ¢ ilusoriamente cerrar la serire, dando idea de completud, pero lo no idéntico (el sujeto) pulsa, empuija la serie, produce su progresi6n al reaparecer una y otra vez como e- se 1 en mas, Cada ntimero, a pesar entonces de su intencion de plenitud de sentido, lleva la marca de lo no idéntico (viene de la sumaci6n de ese | en més) lo que hace imposible su duplicacién y explica la estructura de la repeticién, tal como la enuncia Lacan, como repeticién de lo no idén- tico. Es por esto que Miller identifica al ntimero como integrante de la serie, es decir ef sucesor, en posicién de significado, de sentido, es de- cir aquel que da ocasin de pensar, por ejemplo que 3 se refiere a las 3 manzanas 0 a los 3 guijarros de Stuart Mill, “olvidando” que proviene de la suma de ese | en mas. Identifica por el contrario al trazo a la posicion de significante, tra- zo representante del sujeto, sin sentido, trazo que representa en el cam- po de la verdad aquello expulsado de este campo, el sujeto, objeto im- posible de la logica, no idéntico a si mismo Esto es lo que explica entonces la imposibilidad de la duplicacion. Vimos como todo el sistema de Frege se basaba en la premisa de la identidad a sf mismo. 2 = 2ecuacion; algo que se reconoce de nuevo. Pero si cada miembro de la serie lleva la marca de lo no idéntico (in- sisto, proviene de la sumacién de ese | en mas) se hace imposible esta premisa y se explica la estructura de la repeticién como repeticion de lo no idéntico (eso que insiste en la repeticion es lo no idéntico) Circularidad no reciproca Ahora ,cémo saber del sujeto sin tener previamente la cadena del dis- curso? Es decir, vimos cémo a partir de la serie se encontré el operador El operador, sujeto, impulsa la progresion, pero sin la cadena nada po- driamos saber de él. He aqui la relacion de circularidad no reciproca Un significante representa al sujeto, el sujeto es representado pero sin ja cadena nada podriamos saber de él. Es de subrayar la anterioridad 16- gica de la cadena sobre el sujeto Significante unario y binario Entonces un significante representa al sujeto, pero ,para quién? Para el significante que lo precede en la serie Vimos ya como cada numero pretende absorber ese | en mis, trazo representante del sujeto, ¢ intenta terminar en él la serie, intenta con- cluir la representacion del sujeto superando a su predecesor Es para és- te que el significante intenta representar al sujeto. Ese | en mis, es el 161 Notas trazo representante del sujeto en el campo del Otro, es decir S,, signi- ficante unario, rasgo unario de la terminologia lacaniana. Marca de lo no idéntico, pas de sens, dird Lacan, puro sin sentido pe- ro también paso de sentido, de los efectos de sentido que significarén al sujeto. El sucesor, miembro de la serie, serd el que intente absorber ese uno en mas que pulsa para aniquilarlo como sentido. Vemos entonces como entender la tematizacion lacaniana de la “‘rela- cion letal” {de quién hacia quién” Relacion letal del S, al S, y al sujeto. EIS, al absorber ese uno en mds marca al sujeto, eclipsa al S, , es de- cir a 60 que del sujeto se hace presente como movimiento de apertura del Inconsciente. $, , sucesor, sentido aplasta al S, y al sujeto. Podriamos decir entonces que el andlisis tendra una funcidn liberado- ra, algo que se escucha bastante, ;Pero liberadora de qué? del peso de un significante, Del peso afanisico del significante 2. Y a interpretaci6n ejercerd funcién Jiberadora al devolver a su puro sin sentido al significante La pulsacién en eclipse Ese sujeto que como exceso empujard indefinidamente la serie, nos dard ocasién entonces para definirlo como la posibilidad de un signi cante més. Es la convocacién de aquéllo excluido del campo de la ve dad, Jo que ocasiona la progresion de la serie, pero ese objeto es convo- cado para ser rechazado, abolido en el sucesor, S,. A ésto se refiere Mi- ler al hablar de convocacién-rechazo; institucion-anulacin del sujeto I sujeto, extrinseco al campo del Otro, el sujeto extrinseco al Incons ciente, aparece bajo la forma fulgurante de ese uno en més, rasgo una- rio, momento de apertura del Inconsciente. Momento que serd seguido del eclipse, del intento de absorcién en un sentido, dirfamos en términos de Frege en sucesor, $, para Lacan, mo- mento inevitable de cierre Es entonces esta representacién-exclusion, esta convocacién-rechazo del sujeto lo que da al inconsciente la estructura de pulsacién en eclip- se Retomamos a Miller: “Ese 1 no necesita del signo més para impulsar la sucesion, no se trata de una adicidn, sino de la sumacién del sujeto en el campo del Otro, lo que produce su anulacién”. El signo + representa grdficamente esta estructura de pulsacion en eclipse, | Raszo unario de la emergencia. ~— Barra del rechazo. {Qué podemos entonces saber del sujeto? Si no estuviera represen- tado por el trazo, por lo unario, nada podriamos saber de él. Es asi que podemos llamar al sujeto efecto del significante. Si tenemos oportuni- dad dle saber algo de él, serd en el momento en que aparezca ese | en 162 La légica del significante mas que Lacan llama lo unario, momento fugaz, ya que por la estructu- ra de la serie le seguir su abolicidn en el sucesor. Cabria evocar aqui a Lacan cuando nos recuerda “la bolsa o la vida", el sujeto o el Otro. Si niego la bolsa pierdo las dos, si elijo Ia vida seré una vida sin bolsa El sujeto se vé ante esta alternativa: si se deja representar, ya no es ese puro ser, ese vacfo, ese cero falta del que como tal nada podrfamos ber. Y su representacién implica siempre una exclusion, de donde re- curramos para acercarnos al sujeto, al momento privilegiado de emer gencia de lo unario. Buenos Aires, julio de 1980 BIBLIOG RAFIA Miller, Jacques Alain, Les cahiers pour L’analyse NO 1 y NO 2 — Miller, Jacques Alain. Significante y sutura en Psicoanélisis, Editorial Siglo XX1 — Frege, Gottlob. Grundlagen der Arthmetik, En castellano: Fundamentos de la Aritmética, Editorial Laia, Barcelona. Les quatre concepten Ed. du Seui. “Le champ de Autre et le retour sur le transfert” 163

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