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Jorge Boccanera MARIMBA Prélogo de Juan Gelman Presentacion de Lautaro Ortiz EDICIONES COLIHUE “En el suefio soy otro que se parece a mi, Este que ves ahora no se parece a nadie”, avisa Jorge Boccanera. Asi son los poe- mas de esta antologia que resume mas de treinta afios de que- mar la palabra y revolver sus cenizas Para extraer joyas posi- bles: la poesia de Boccanera no se parece ala de nadie. Brota del subsuelo semantico que abonaron Rail Gonzalez Tufién, Roberto Arlt, Carlos de la Pia, Homero Manzi, otros, pero el poeta sabe muy bien, como sabia Basho, que no hay que imi- tar a los antiguos, sino buscar lo mismo que ellos buscaron. Asi da Boccanera un tono nuevo, didfano, bronco, incandes- cente, que agranda la voz de la lengua castellana y que esta destinado a abrir camino y perdurar. Esta poesia, llena de hallazgos y versos memorables, esta escrita con todo el cuerpo y no sélo con la boca. Respira Bue- Nos Aires por sus cuatro costados. Boccanera no la describe, habla desde ella, con ella, contra ella, la inventa otra vez para que sea ella misma. Una ciudad es todas las ciudades y estos Poemas son una calle que recorre sus delirios. La emocion de fondo es pura, impiadosa, sin concesiones, y de una fuerza tal que ni su propia belleza la detiene. Boccanera entra y sale de fuegos invisibles y construye una narrativa del misterio. “Adentro mio se oxida una ternura”, o “un teléfono gris y desnucado”, o “el silencio se duerme en la saliva de una mu- Jer y un hombre” y tantos otros resplandores deslumbran en €stas paginas cuya mUsica suena con una plenitud de sonido que es plenitud de vida. Boccanera ilumina las caras secretas que pueden mostrarse las palabras y asi prueba lo improbable de todo lo probado. Sin duda ha leido mucho, pero sus poe- Mas “son un ancla de huesos enterrados en un cielo distinto al de los libros”. Es el cielo del suefio y el deseo. Nada humano le es ajeno y claro que no los desgarrones de la tragedia argentina, los des arecidos, el exilio, las Madres, las Malvinas. Sin didacti- alguna: Boccanera entra en si mismo, en lo mas oscuro y “Juan Gelman. Nacio en Buenos Aires en 1930. Tiene publ de treinta libros de poesia, entre ellos Violin y otras BA Gotan (1962), Célera buey (1965), Los poemas de Sidney We as (1970), Hechos y relaciones (1980), Citas y comentanos { siciones (1986), Salarios del impio (1993), Dibaxu (1995), (1997), Valer (a pena (2001) y Pais que fue sera (200g tica o de investigacion, titulos como Prosa de prensa, NY Bios (con Mara La Madrid) y Miradas. Obtuvo, entre ot10S: Poesia (Argentina, 1997), ei Premio Juan Rulfo (Mé ‘a Lima (Cuba, 2003), el Premio Iberoam pez Velarde (México, 2004) y en 2005 los pI (Chile) y Reina Sofia de Poesia (Espafia). ‘Adentro hay una boca recibiendo ala lluyia una mano queriendo penetrar en los trenes. ‘Adentro est4 mi infancia con su mafiana blanca, mi pueblo, alli, colgando de la lengua del dia. ‘Adentro est tu frente pero nunca los lunes, porque adentro me sobran el reloj y los diarios. ‘Adentro esta lo bueno, lo malo, lo que queda, micoraz6n adentro un pdjaro sin rostro. Adentro tengo al viento derramado en tus hombros, es decir, este aroma de ausencias y de gritos. Adentro estoy yo mismo golpeando para afuera y hay una almohada tibia donde apoyo tu nombre. Adentro esté el otofio el café el intestino las rotulas tus ojos el parque que olvidaste. Adentro estan doliendo tu setiembre y mis pasos y hay una piel Ilorando. Ahora, adentro mf{o se oxida una ternura. Yo digo adentro mio, en esta tarde de otros. La noche es un caballo herido que se sube a mi piel como la lluvia, me devora el sombrero y me galopa el cuerpo volteandome los mdstiles del canto. Y suelo recordar cuando me recostaba a desarmar el mimbre de tus hombros, cuando Ilegaba hasta tu orilla y me rociabas de milagros y te nombraba compafiera. La noche es un caballo os« como aquella tormenta de ¢: Recuerdo al extrafio animal sujeto de una pata, encerrado trazaste en el patio. La noche es un caballo oscuro que aparece cuando se le antoja. man alegria, 2 el circulo que La noche y el vino ataron s cerca del mar, para que todo sea lejos de la tristeza, lejos de la rutina de desmigar las horas, yese perro que me lame los brazos hasta hacerme dormir. Us pafiuelos Justo a las seis, en punto, vendrd a buscarte la ciudad y esta vez quiz4 el apuro no te deje ni lavarte los dientes. Te busca dia a dia con sus codos mojados, sus ojeras de niebla, sus manos temblorosa diciendo: ;te devoro! Para un golpe en la nuca de oficina, para oxidarte todos los costados y arrollarte con su tren de piedra. Te busca la ciudad con sus alcantarillas esp{as, sus torres de tic-tac echando humo, su tristeza mordiéndote la lengua. En el viaje, colgado de tu saco, pensds en unas manos, simplemente unos dedos, que te roben los lépices, te acaricien el pelo y maten el reloj seis menos cinco. brero de Sam, muchacho de carbén, sombrero de paja de Sam vuela al sur con catorce agujeros, para que alguien lo Ilene de algod6n, y lo laman dos perros y el verano. El sombrero de Sam vuela al barrio de Harlem, para caer en medio del asfalto donde los nifios bailan al compas de sus palmas. El sombrero de Sam caerd en los hilos del teléfono, rodard entre los arboles. Vuela al sur el sombrero con catorce agujeros. Hay una habitacién a oscuras y un hombre dentro de la oscuridad. E Hay un corazén oscuro dentro del hombre y un rostro de mujer dentro del corazén. El hombre se pregunta: équién puede dormir esta noche si los pechos de la mujer aquella salran sobre el alambre del J . recuerdo y caen entre mis manos? Se pregunta: équién puede dormir esta noche, sl una mujer apedrea mi piel desde sus labios? En cualquier calle de la ciudad vacia puede encenderse un rostro de mujer, que entra a la habitacién, se desnuda callado sin encender la luz, y se recuesta. El silencio se duerme en la saliva de una mujer y un hombre. En la mesa de todos los dias, una manzana abierta golpea contra la oscuridad. . | MUJER De no sélo tu piel vive el hombre, mujer, de no sdlo tus manos vive el hombre De no solo tus piernas vive el hombre mujer Pero de toc Jo eso mas el hijo | Os dl es con tu luz sombr hombre, muje De no Say Pero cor construyo Ihy de sur a vos De no sélo tu vie tre vive el hombre, mujer, de no sélo tu cint desnud > Pero eso mas el sol a eces bast: > Pero eso sin el sol me sobra z veces No habfa un gran saludo, ni un abrazo de quién a no sé dénde, ni siquiera un racimo de palabras habia, tan solo su sonrisa, la comitiva de sus labios, pidiendo credenciales a mis ojos, diciendo: bienvenido sefior, en representacion de ésta, mi piel. Fuimos un gran escindalo de furia, un gran escindalo de amor, una caricia sin olvido, un catadiamo interminable, cn un hore! de malamuerte ae Los negros no fueron incluidos en la decaracién de la ¥ ee independencia (1776), y la esclavitud no fue abolida en ge io Convenci6n Constituyente (1787). A fines de sepresentacion de los estados en el Congreso y de los impuestos directos, el negro fue computado como tres quintos de hombre. J Poti llamasse Angela pero ya fue tres quintos, ojuilius Lester, Cleaver, también fueron tres imtos Bobby Seale, James Baldwin o no resueltos ain por la democracia. en d sur entre otras latitudes. pata sumar esclavos y cosechar esclavos I Pero : 5 que existen CO! a io para ellos? no hay espacio pi Y escuelas F Po : y rones ni tizas sexisten escuelas donde no hay pizar: para ellos? Y gni siquiera cuadernos para ellos? Pero . < es que existen plazas donde no hay bancos para ellos? < i é - > jdénde no hay aire para ellos, ni sus hijos de ellos? Existe todo eso y més y mas y mucho y la tristeza entrando en la Soledad Brothers. Aimé Cesaire dijo que era bueno ser negro. Aimé Cesaire dijo que era bello ser negro. Lumumba lo sabia all4 en su Congo, en su sonrisa y en su muerte, lectivos multicolores donde y en su sonrisa ahora que hace tantas sonrisas. Il Andan de piel hermosa como gamo en el aire con su pelo de luna muerta a besos, Con su patria de selva en el vestido (los iguales pero separados), Luther King dijo que la violencia era inefi y ae * sre lo callaron, ie a Malcom X matar otros mataron. 7 hone sacs erie. Y hasta pusieron en u una boca de alambre y cuatro nifios co, dormir sus vocec apagada tan cerca, ntemplo, un explosivo ; n sus oraciones mandaron a itas de pan mojado en leche. ATTILA JOZSEF Attila Jézsef espera al tren carguero, su barba de tres dfas lo delata, lo delata un brasero entre sus manos yun zapato callado lo delata. Attilla Jézsef espera al tren pe mientras guarda su sombra en la valija, y recuerda a su madre: “fr4gil era mi madre. Murié pronto _ porque las lavanderas mueren pronto”. Attila, el tren carguero y cudnta hai metida entre tus huesos, atada INTIMIDAD La tarde giraba como un barco, con voluntad de pan y empufiadura de juguete nuevo. El llegé con su racién de pdjaro en la frente y aquella vieja moto. Ella traia un sol empecinado en su cintura y una cancidn de pdlvora en los brazos. Se encontraron en el instante justo en que los pueblos arrojan sus muelles a temblar. Ise quité la intemperie yun pantalén que alguna vez fue azul. Ella apoyé sus rodillas en el suelo de tierra ¥ con sumo cuidado desaté sus cabellos de los dedos del aire. Después, en un lugar doli 2 bee 2 humedad y otras barbaridades “POS pusieron log Ojos a cantar. 9 Oscar HF. Gare i2.a los techos a besar goteras, ete pach de prado ota ni entradas i: TADITN TIT ARLU tit “La comida Pobre Aguafuerte de 1% Ficzsng mo lado de la mesa ra por el hombro, f iendo los rincones riey4 hambre a | COMENTARIOS X suena/un tiro en la noche: el poeta/ ya/no/duerme. Rafael Gochez Sosa __ Lagente ha escondido sus ruidos, | sus modos de doler, ha incendiado sus nombres, _ fusilado su ropa, __ puesto a dormir su sangre y sus saludos. . _ Porsi esto fuera poco, __ los perros de la noche llevan mi nombre entre sus dientes. COMENTARIO XI Si te contara de mis ruidos descubrirfas el mundo o un pafiuelo. Pero fuese uno u otro, seria una cancion para doler como un olvido. Si te contara de mis ojos, alertarias sobre mis intenciones a pajaros extrafios. Les dirias que busco una mancha de paz para este dia. Si te contara de mis manos, te asombrarias con el pan y entonces los dos aprenderfamos escuchando la lluvia. Y si te hablara de tu pena quiza me ayudarias. f Material de distribucion gratuita DEL OFICIO DE LA POESIA NERC Hay que incendiar a la poesia y cantar luego con las cenizas utiles, DEL RECUERDO DE INFANCIA Lo unico que recuerdo son esas tres gaviotas que incendiaron mi casa una mafiana, y aquel nifio que fue que a veces viene y me hace garabatos en el alma. NOTICIAS DE LA HISTORIA a la paloma de la paz selacomid la gallina de los huevos de « SOLEDAD Nadie. Como decir: todos del otro lado. COMENTARIOS Dos nifios que se miran interrumpen el mundo. LIMITES Mi pueblo limita al norte con Bolivia y Paraguay, al este con Brasil, el océano ae y Uruguay, al oeste con Chile. Y Luisa, se pudre en una celda de dos metros por uno. CASI UNA BALADA Fue cuando ardieron como potros sobre los matorrales de mi nombre, y ardieron sobre antiguas barcazas semihundidas que intentaban sirenas, cantos de 6xido, aullidos de fagot amarrado dulcemente a las algas. Y ardieron después sobre mis manos cuando era solamente tres barajas mugrosas. Sobre lejanas gorras y redes desmayadas de luz, y sobre aquellos p4jaros que entraban a la tarde con sus viejas banderas. Ardieron sobre brijjula, aliento, ardieron esos labios como peste o llovizna subidos a la proa de toda esa distancia, entonando mis luego en la ceniza peces muertos y manchas de petréleo allf sobre la espuma. Fue cuando ardieron —digo— que entendi, que hay torpezas tan dulces que pueden ser fatales, imaginar tus labios despintados, por ejemplo. ESA FOTOGRAFIA QUE NOS SACAMOS Uy, A Ve Me molestaban los ojos de los vagabundos desde Arboles Vecinos ese enorme sombrero it y los ruidos del tren carguero de las doce, cada vez que hacfamos el amor debajo de los Puentes Después, : yo me quitaba el barro de las botas y regresaba alegre a mi fagot, mientras tu voz tatuada por mis besos volvia a los sustantivos de costumbre. Y te olvidabas pronto del color de mi Ojos y pronto me curaba del filo de tu piel. Y vuelta al juego de encontrarnos quiza en un bar entre Perti y Defensa, o en la vieja recova, si era domingo en plaza San Martin. Y otra vez tus labios despintados alimentando pdjaros ocultos en los trapos mds negros de mi barba. Después, pas6 el otofio con el café barato tu pequefia cancién, vino acaso la guerra, volvi a los compaiieros la distancia dea poco fue cubriendo todo, como un lento derrumbe de cartas amarillas que no llegaron nunca. { : Yun nuevo jet cruzé todo el espacio, una ciudad pasé a llamarse Ho, se agudizé la histeria del fascismo, ; nadie hablé del otofio durante doce meses. melodia y cada vez que pasa un tren carguero, suena est ‘ ‘La gradisca si sposa € se ne va”. y ya nadie se ama debajo de los puentes donde los vagabundos crecen en numero y silencio. ee eee Pe ae dee ae ALEGRO MA NON TROPO Simplemente, una llamada telefénica diaria, justo al amanecer, cuando la voz de ella, todavia no era mas e un gemido prisionero por un terrible ejército de sdbanas. Simplemente, esa llamada por teléfono y escuchar las primeras palabras que e508 labios resecos por la espuma sagrada de la noche dejaban escapar. Luego el itinerario de una voz insegura que in dia, on la saliva atin no resuelta en saludo o mas dulce. Simplemente : csa llamada por teléfono y la profanacién de aquel que cree escuchar cl roce de unas piernas 0 adivinar as bE REPTIL MAGAZINE ‘sinuitil, ; cule entenderias a este corazén de dinosaurio porque has sido educada para el corazén de otras especies, animales domésticos, cayo pelambre con aroma de cedro y azucena es mas que necesario en estas épocas, gallindceas de fastuosa cola, plumaje verde con visos azules y dorados, Un dinosaurio nunea ha sido ascendido en ni ha sido condecorado nunca, i ni siquiera ha protagonizado un film de at mds bien resulta inedmodo su abrazo, ilegible su letra, incomprensible su cuota de alcohol ¢ Y lo que es mas, ‘ee esta piel cuaternaria no co las complicidades Y pactos de mente dgil, disciplina, ene ‘wentros inwolentes, cl deseo dle pastar en lo campos prohibidos yla entrega de cabo a rabo. Ahora, vege con ado imanecillas suaves y (us labios ociasos, — Jay esa vor aflautacla que entre sorbos ana es otro dia”, ( We pronto en este embrollo, Jo por un instante de este corazon CAJITA DE MUSICA Con un hijo debajo de las ufias y el calabozo puesto, la muchacha, se pasea en el sol, es continente, dice llamarse américa su ombligo. Un alambre de luz, un simple rfo, un caballo de tiza, cordillera, le cuelgan de los brazos yen el pecho, va el armador de pan y un pueblo en marcha. bre el vientre maduro del sombrero olesté tejiendo una vidala, $ ojos de piedra hasta los labios u corazén a todas aes A LA MUJER DEL PROJIMO I Llegé al cuarto entre asustada y no. Su piel habia memorizado calles para que yo esta noche las caminase todas. Llegé invadida de cebolla y pena, de fiebre del pequefo y vecinas absurdas. Llegé cansada de saludos breves, preguntarse por quéa tanto silencio. Necesitaba, que esta noche sus hombros arrimen a otro puerto, cus manos algo lejos del filo de la escoba, su pelo rojo en otra almohada. Entonces comprendi, que la mujer del prdjimo es ajena, incluso para él. Wl Nunca froté mis ojos con el paisaje de los tuyos, ni desordené el dia para que aparecieras, ni he juntado tus ruidos con mi boca para que no doliesen las preguntas: Ni siquiera forsee ® : me llamo como dices, pero hay un poco de sopa algo de vino CARTA DEL SUICIDA Lo poco que he vivido, me ha hecho perder demasiado tiempo. y ventanas gol i en la itada casa Ahora, a vuela pesadamente antiguo y es un saco de hue de un orden absurdo y d ye 2 el dngel de la cara Hada anc yc que etd en la mira, bufin ya es recuen CARTA ABIERTA A LA DOMADORA DE LEONES (Esta carta estaba guardada en el coraz6n de una _ mujer, por lo que se ha conservado en dptimas condiciones y resistido a la intemperie y otros odios). Me duermo, en la oscuridad se encienden las luces de la pista. La miisica (estruendosa) quiere romper los vidrios mientras el viejo leon salta sobre los techos de la casa. (Esto es horrible). Los aplausos penetran debajo de la puerta y aparecés erguida sobre tu corcel rojo. De luz tu cabellera, es disputada por un enano y un payaso. (Aquella noche lloré en tu carromato poco antes de incendiarlo). ‘Hoy gran tristeza hoy! (..y te dije te quiero como quien — dice siempre y se va caminando bajo la noche ajena pensando en el final de una pelicula muy cursi) Silencio! Ahora el salto mortal, el cara o cruz. (Pero me niego a verte allf en el aire esperando que caigas en mis brazos o en otros) Entonces me despierto, (:Del suefio 0 de la realidad? cAlguno sabe?) De todos modos no pronuncio tu nombre porque existe el peligro, salvacién, el Tiesgo, de que un reloj me vuele la tapa de los sesos 4 Humberto Costantini ombre se me viene cayendo por la sangre copa rota entre los dientes, yo Lad de odio en la memoria somos, bre se me viene derrumbando cura saliva del silencio, mis ojos con antiguas cucharas, e él inventa cuando pisa me viene cayendo por la herida. sica o fuego, pIARIO DEL MOTOCICLISTA [fragmenty ] otociclista a tomado la carretera sur salié en forma sorpresiva de la casa olvidando zapatos mojados por la lluvia -| nombre en plena almohada en boca de no sé qué mujer bafiada en fuego. El sol cayé en boca de un gato vagabundo y no hubo forma de encontrarlo. La noche llegé envuelta en mtisica de Mikis y fue mujer corriendo desde un extremo de la calle hasta el abismo de algun Ilanto, porque el motociclista habfa tomado la carretera aquella. Luego tras el insomnio general amanecid, las vecinas hicieron de sus tristes ramores un polvo amarillento arenilla como las maldiciones, pero el motociclista habia partido y fue la humanidad dos ojos de ternero. Asi transcurrié el dia ‘ entre patas mugidos y meada y dura piel reseca por el viento, Vieja fotografia de un hombre sentado en una mesa del bar El Boulevard. Vieja fotografia en blanco y negro donde te estoy pensando; Mazatlan malecén Paola/ Paola Viejo papel penetrado por el roce de unas manos ingenuas, por muisicas diversas, y por los gallos ciegos _ olvido que sin anuncio han saltado el alambre - todos los abrazos ycaminan sin rumbo por mi voz. tl Cuando sucede tu recuerdo los gallos que yo nombre me clavan en los jes untas oan Horan, resbalan enel barro del insomnio, grotescos son y mas. Se endeudan con mi sangre, tiznan al corazon con tanto insulto. Y ya no hay quién los mueva. No hay escobas, baldazos de odio hirviendo, ni patadas al aire o navajazos. Y me queda en la boca un gusto a incendio, _ una mujer que siempre dice adids ie con sus labios de pélvora mojada Ahora, tu nombre se deshace , contra la memoria de las piedras. Viene la Tramontana, castigaré las playas que soplaré como siemp Las palmeras ~que hai son una presa facil. Clavos en las vent: rezos porque los Una mano con n enciende a ca: Mi corazon atilla, lee diarios atrasados, pide otra vuelta y suefia vendavales de odio, restos de algtin naufragio, inundaciones putas que llegan a saquear. Viene La ‘Tramontana yenesta oscuridad busco tu boca. Soplard como siempre. Soplard como nunca. {Ser posible el sur? {Sera posible tanta bala perdida al corazén del pueblo tanta madre metida en la palabra loca y toda la memoria en una crcel? jSera posible el sur? rece: : paladar del otofio quita de mis espaldas tus collares de miedo necesito un respiro una fiesta en los ojos de la mujer que amo una carta en respuesta de mi carta al amigo fogoneros del cuore ja descansar! Y mis manos se hicieron en las tuyas. XVII Alguien ha entrado al mar como a una casa, humaredas de espuma le entorpecen el habla lo ciegan, llenan su coraz6n de harina negra. Si el pescador era propiedad de la tierra el ahogado pertenece al mar, y es intitil disputarle a las aguas esas verdad pesada. Como el rostro del que entré para siempre al espejo del agua, €n un pais que desconoce. Enel muelle, a muchacha de la bufanda azul espera. La memoria es a veces como una piedra enort en los brazos de un nifio. —— XIX vel bar hay quien duela y hast aun vino esperando como un hombre rodeado de mesas sin respuestas, say un gato que nadie olvidé en una silla, caso un empleado que barre, que no canta, que limpia los espejos, donde quiza hubo rostros exagerando historias. Y las manos que arrojan sus dados de neblina saben que esto es doler, perderse lejos, donde los pescadores buscan una cerveza entre un rumor que nombra marea roja y contaminacién y trabajo perdido. Donde siempre es verano y los muchos turistas piensan en qué gastar dinero y con quién retratarse y cuando y c6mo —mejor si es un trofeo de este subdesarrollo-. La mujer duerme en la pequeiia casa. : Algunos parroquianos cuentan que el mar la esta buscando. = . 4 El guante del cansancio les tapard la boca. Las palmeras trabajan para el viento. MUSICA DE FAGOT Y PIERWAS pp “cTORY4 Misica de fagot en mi menor y piernas de Victoria por la casa afuera una ciudad que desconozco adentro wna ventana que daa un Patio donde di sol se entretiene €n fepartir sus trapos amarillos. Miasica de fagot luz de Victoria labio contra los labios del inviemo reducido equipaje de los dias que te nombra me nombra nos retine alrededor de frutas después esa canilla mal cerrada. Musica de fagot y olor a un cuerpo que busca en otro cuerpo el buen arpegio para encontrar los ruidos cotidianos dulces trampas ocultas en ka piel _ ; my accitadas por 4ngeles a e MRSA OS CISTIDUCION gratuita Vivael fagot yau oxidado roatre viva el fagot y su bandera rors palabras de Victoria inaugurando todas las batallas y ese cartel que entre sus piernas grita bufadero de playa punta negra! Viva el cuerno de cazay su llamado cierto instrumento en Viento con su miuisica de donde emerge el do-mi bemol-sol quiero decir felino de ceniza o invitacién azul de cuatro salvos hacia el tibio desorden de los techos camino a muchedumbre de los puertos ignorados tna io de dos picos ‘de la decadencia Natarel De Bstribucion gratuita @ Dewid Vitias y Sail Lbargoyen es an poema tirado por caballos de pie, voy aullando, una palabra baillla sobre mi lengua seca polorienr, quiere mazar sus ciroulos concéntnicos en un Comic aie a besos, cadena como el ciego que jura por la luz lene ;A contrapelo vamos! : fo akan jVolando! zAcaso alguien vio un suefio tirado Por ia tatuaje en el muslo que arrastran Rhees se puede ver. Powel No hay imposibles en el vertigo de una cama de bronce (tirada por caballos) donde salo tu carne de mujer. jArre malditos, vamos! Asin sus collares de sangre. Llevo espuma en la boca, una navaja en cada mano llevo, hilachas de otro rostro ganadas con sudor, y un anzuelo de plumas, y un as de pocas pulgas. Yo quiero un mundo, otro. Este es un poema tirado por caballos, este es el payador sobre cubierta. ee ee EI espectéculo de la persecucién estalla y . vienen ya las aves de rapifia, y las aletas de los tiburones, y asoma la lava del volcan y un derrumbe de piedras con el wo de Por eso jarre caballos! Hay que apretar el paso. Yo espuelas, yo cananas, yo polainas, ae ; atravesando suefios que se anudan en amargas osamenta de voces de bruces en la tierra. El paisaje, el Heer quien tome nota de esta respiracién agitada) del carromato se agrietaron las calles, un ulular, iste lo incierto. aquete del futuro no hallar4s mds que una “muleta). enden que yo quiero un mundo, jola, yo baile, yo marimba, yo quiero danzando sobre mi cabeza, ilo en libertad. poema tirado por caballos. vador sobre cubierta, ciudad en ruinas. ahogado. o de trapo Debo enterrar palabras en el fuego, urge que entregue un par de cartas, urge que llegue a un mitin, debo entonar un himno, ; urge que escuche a mi hijo su primera palabra cuando ella lo oscurece con sus plumas de asoinbry: No quiero la palabra saciada de sf misma, ni la verdad dorada donde no cruje un péjaro, no quiero almacenar saliva, ni la tos delicada que recoge su aplauso. Quiero besar el caos. Los escombros del cielo no me dan de beber. Yo soy el payador que quiere un mundo, otro, y busca en el polvo del poema acaso una respiracién inutil, boca a boca, quiza un vaso de sangre donde no quepa ni una sola gota de miedo. Asi de dia, tantos dias que abro los ojos en el barro. éHuir de este poema? ¢Arrojarme al vacio? éTirarme por la borda? 2En los brazos de quién? éQué supuesta pureza? En qué \ que no sea este relam : El lenguaje, el paisaje. © me muevo de aqui, va echando chispas este st Vi desfilar el miedo, 8 Ojos van venda

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