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Obras de Ralph Miliband Parliamentary Socialism, Londres, Medlin Pres, 1964 The State in capitalist society, Londres, Weidenteld and Nicolson, 1969 (ad. cas: México, Siglo XX1, 1970). Marsism and polities, Londres, Oxford Unversity Press, 1977 (vad, ast: Madd, Siglo XXI, 1978), Power and State Power, Londres, New Left Books, 1980. alist democracy in Britain, Oxford, 1982 Obras de Nicos Poulantzas Hegemonia y dominacin en ef Estado maderno, Cordoba, Pasa y Present, 1969, Powwoir politique et classes socioles de Pestat capital po, 1968 (tea, cask: México, Silo XI, 1969). Fasciome et dictate, Pais, Maspero, 1970 (tad. cast: México, Si. igo XX, 1971). as classes sociales dans le captalizme aujourd Soul, 1974 (ad, cast: México Siglo XXI, 1976), a crise de PEsta (6d. a cargo de N. Poulunvas), Pasi, PUF, 1976 (wad, east, Barcelona, Fonanela, 1977). Lest, fe pouvoir, le secialisme, Pats, PUR, 197 id, Siglo XX1, 1979), Paris, Mas. ui, Paris, Ed. da rad. casts Ma Obras de Ernesto Laclau Polis and kdeolegy in Marzst theory, Londtes, Now Left Books, 1977 (wad. casu: Madrid, Siglo XXI, 1978). Hegemony and Socialis Strategy (en eolaboracin con Chantal Mou {G) Londres, NLB, 1985 (wad. cast: Madrid Siglo XXI, 1987) New Reflections on the Revolution of ur Time, Londres, NLB, 1988. Iph Miliband ‘icos Poulantzas Ernesto Laclau Debates sobre el Estado Capitalista/1 Estado y Clase dominante (Compitacién y estudio preliminar de Horacio Tareus) Imago Mundi ISBN N"950-99671-5-9 Primera edicin en espaol: Imago Mundi (© Ralph Miliband / Nicos Poulanzas / Emesto Laclau (© Now Left Review, Eeonomy and Society (© de l presente edi: Imago Mundi Diseto de cubiera: David Belin Nie Impresoen Argentina» Printed in Argentina Lovia 1821 Tel: 91-1770 Buenos Aires ~ Argentina Estudio preliminar Con el debate Miltund-Poulanzas, que ol Isto ene en sus ma ‘0s, iniciamos la publicacién de una serie de libros oentrados en la naturaleza las Tuncionesy ls wansformaciones del Estado capitalista contemporineo, Privlegiand la recopiacién de debates ere distin lus perspecivasterico-poieas, al presente Volumen seguitin ots entrados en distinios aspectos de la misma problemstia: Estado y Capital, la eriss del Estado Benefactor, cl libsralismo y el nuevo oF den esta, ciétera Iniciumos ia presente sere con el debate entre Nicos Poulanteas Ralph Miliband pues, a pesur de haber anseurrio algunos ~dects vos afios deste su publicaci6n original, eatendemos que maatiene luna vigenciaexcepeional. ¥ esto por varios motives. En peimer lugar la publicacion de las obzas pioneras de ambos autores -Poder politi= ‘co y clases sociales en el Estado capitalist (1968) de Nicos Pou laniats y FI Estado en la sociedad capitalista (1969) de Replh Mili- band-, asi como cl intercambio eriico que siguié a su publicaciGn (cau los atios 1969 y 1976), ciera un tela de largo silencio en Ia ‘roduccionteérica marsista sobre et Estado desde los tempos de Le hin, Trotsky y Max Adler, slo intrrumpido por la slur labor de Gramsci en sus Cuadernos de la Circe, Con quella obris se abre ‘un nuevo cielo de-auge en la produccién sabre el Estado y que reco- noce en ellas su punto de panda, As despues siguensiendo consi- ‘eradas como obras fundamentals y precursors de los debates t20- rizaciones de nuestros das acerca del Estado capitalist (Olive, 1985: 246). En segundo lugar, se tata de un intreambio ertico inusual entre os tradiciones de pensamiento marisa, ins varias Gcadas de pre: ‘dominio del provinianismo te6rico propio det marxismo occidental (Anderson, 1976: 86-88). El estado casi “puro” de os models enfen- adore tas bra de oven yen poe que gu, pe Vias alas rectiicaciones y reslaboraciones de sus obras de madurez, permite vsualizar con mayor nid los desacuerdos, no s6lo en el te- 7 reno de la tora social y pola, sino tambign en el epstemolsico, EI debate en cust consttuye, pues, un “objeto de estudio ideal” (Olivé, 1985, p11) como conironacién de cancepciones basics del conocimiento cientiico y de Ta realidad socal. La contraposicion epistemoldgica “empirismofestructuralismo” parece haber encon: trado en Miliband y Poulantzas dos autores paraligmaticos. Desde el Punto de vista de la teora socioldgicasustantva sobne el Esta, pa- ‘ecen reresenlaracabadamente las tadiciones “instrumentalist” y “estructuralist”, espectivamente. Finalmente, desde la perspectiva de la tens “estructura/sujeto” como prineipios diferentes de ex- plicacin en la eoria del materialism histéic, la contraposicion pa- Fece absolut. No obstante esto, Bob Jessop se ha quad del “ested ¥ engaftoso debate estructuralisma-instrumentalsto” bajo euyo in- {uj se habia reibido desdeniosamente la obra de Pouaneas ek {gu ingles. Para peor, la naturaleza de fa controntcign haba leva- {do al autor francés a evar su hiperdeterminismo a su pica més eleva {do Jessop, 1982: XIV y 156). Aunque reslia hoy evident fa neces ‘dad de superar ambas perspectivas,entendemos que el co camino posible consisteen la spropacicn eiica dels dificultades por resol Yer y Tos callejones sin salida que ha planteado la propia teria mar- xistaen su desaollohistico. El mismo Jessop, por ota parte, en sy recensién sobre las “Teoras recientes sobre ei Estado eapitalista” Gessop, 1977), toma como punto de para -a ser superado através 4e su programa tedrico-el Uehateen cuestién, ASimismo, las exage- racines“hiperdeteministas” Poulantzas) 0 “hiperempirists” (Mili ‘band propias de fa polémica ~parciaimente recificadas en sus obras posteriores- no dejan de ser instructivas, en cuanto a fos resgos de evar a ulranzaciertos modelos t6ricos 0, dicho en ots tExminos, de quebrar en un sentido o en ot, la articulacin diléctica entre su. jeto estructura, Finalmente, una dima ran justificaba In edicin del presence de- bat: consttuyendo un texto de referencia en lo estadios académicos ¥ en los debates teérico-politics, solo se podia acceder al mismo fragmentariamente (dado que hasta hoy se hallaba disperso en revs ‘as) o por referencias de segunda mano, Tras su primera aparicién en Tengua inglesa, slo conocemos una recopilacion parcial en alemsn (Kontroverse uber den Kapitalisehen Staat, Merve, Beri, 1976) La presente es a primera edicion completa en lengua castllan, 8 encuentro de dos tradiciones Las esiructurasespeciicas del Estado caitalista modsrno habla silo una de las grandes lagunas det marxismo occidental (Anderson, 1983: 20-21) Los aos finales de la décaa det “60 y os "70 ven ap rece una nueva cultura testa marxista, més voleada a Yo concreto, esto es, a cuestiones de orden ecoudmico, politico y socal, Las obvas ‘de juventud de Nicos Poulanzas, Poder Politico y clases sociales en 1 Estado capitalista, y Ralph Miliband, El Estado en fa sociedad capitalist, apaecidas cai simultineamente (en Pacts, 1968, y Loo «res, 1969, espectivamente) fueron pioneras de estas nuevas preacu- picionestedrico-polcas. Ammbos tienen clara conciencia de que se tata de una taea pioner, aunque tengan en las grandes liness trazadas por Marx un punto do Partids, Miliband setaata en la Inroduccin a su libro que el "Esta- 40, como sueto de estudio politico, hace mucho tempo que ha dejado 4e estar en boga”, especialmente para cl andlisis politico marxista, «que “no ha podido salir de su propio camino illadoy no ha mastrade [pseer mayores capacidades de renovaciéa” (Miliband, 1969:3.y 7). Poulantas insists en “el caricter no sistemitico” de Tos textes lega- dos por los elisicos del marxismo -Marx, Engels, Lenin, Gramsci ringuno de ellos ato, "en e nivel dela sistematicidad teria a te sion de To politica” (Poulantzas, 1968: 12). Su programa wdrico com sist, precisamente, en forjar el concepto de Estado como teora resi nal det modo de producisn capitalist, cuyas bases haba senlado Marx. [No obstante, esta comtn y simultinea preocupacién por lo canere- to ha aencontzar en estos dos autores dos dimensiones muy distin, 4 menudo opvests, Para Miliband no se rata de costruir una teria del Estado, sino que tras rescatar ls ideas centales de Marx al res ecto de las deformacionesy simplificacions de “marsism-leninis- ‘mo” “area a Ia que se habia ent gado en 1965 con su articulo Marx yel Estado! y In que retorna en 1977, con Marxismo y politica, se Propone estudiar Is naturaleza y papel del Estado en el capitalismo inci en peste vole. ‘contemporineo. Para Goran Therborn se trataba, todavia diez aos fespues, de “In investigacion empirica mas ambiciosa sobre ls Esla- tds capitalists modemtos avanzados que haya emprendido un marxis- ta" (Thesbom, 1978: 20) Si para Poolantzas era cna construe tebricamente el concept de Estado eapitalista como parte de la teora mis general del modo {e prodoeicn capitalist, para Miliband la tarea consista en desarro- lar un estudio hist6rico comparativo a partir de ts Estados det ea pitalismo avatzado, Mientras el primero, siguiendo a su maesto Al husser, coneebadicha tare tedrica en polémice permanente con las ‘oneepcioneshistoricstssubjetvita e instrumentalists del Estado, presente en toda una tradicién del pensamiento marxista (Korse ules, en parte Gramsci). Miliband se proponia responder, desde tua investigacign empirca que partiers de las tesis marxista, a Tos te= fntos dela democracia liberal, quienes sostenfan qué la existencia de tuna pluralidad de éltes econémicas y politicas en constante compe- tencia entre sf hacia imposible una efectiva dominacion de clase. Para ‘icha corente hegemdnica segin Miliband en el pensamiento palt- co “existen tnicamenteloques de inereses que compiten entre sf y ‘uy compelenca,sancionada y garantizada por el propio Estado, g3- Fanta ia dfsion y el equilib del poder, gue ning interés parti- ‘ilar pesard demasiado sobre el Estado (Miliband, 1969: 5) Milind pare de fo que denomina el “esquema marxista”,segin cual" “clase imperante™ de Ta sociedad capitalist es la qu’ posee ¥y contola fos medios de produceiin y, en vita del poder economico Ze tal manera detentado, puede utilizar el Estado como instrumento para el dominio deta sociedad” (Miliband, 1969: 24). Intent, simul- fneamente, una valdacion emplrica de esta aftmacin en los Esla- tds captlistas modemos, al mismo tiempo que una ec en regla a {a teoria democriticopluralisa, buscando demostrar que esta dltima ‘estd“én todos los aspectos esenciales, equivocada, y, en vez de servi ros de guia para la compreasign de la realidad, viene a ser una pro- funda ofvseaein” (Miliband, 1969: 6), Si bien el Estado es una insti- tucién -0 mejor un sistema de insituciones~ separada, relativamen- te auténoma de la clase econ6micamente dominant, euyos aetores sociales son difeentes, la proteccion de los intereses de la clase do- miante queda asegurada pore] hecho de que el personal del Estado 10 se recta entre las clases media y superior, de modo que tienen inte- ‘ests, ideologia, etc, comunes, y, fundamentalmente, porque Ia clase conémicamente dominante pose una serie de recursos para imponer su volunta a nivel politico, La primera parte del intercambio entre Miliband y Poulantzas gir6 en tomo a la Valoracién de Fl Estado en la sociedad capitalist. Poulanizas, que seguia atentaments la evolucion de In weoria politica en Gran Brett (. Poulantzas, 1969), icici el debate en 1969 con ‘una reseta det libro de Miliband, aparecda en las pginas de New Left Review: El problema del Estado eapitalsta (NLR! 58, nov- dic, de 1969), En ella salud la aparcin de la obra, dado que cont- ‘uye -plantea~ a superar Ia laguna que en el pensamiento marxista representa la tora del Estado y del poder politico. Pero Poulantzas insite en las quo considera son as insuficiencias de ibeo de Mili- ‘and, Tlevando a cabo una etica que asumirs, desde un principio, co- ‘mono inocent". Aungue més adelante considera que Su obra posee tna intencin y un objeto "bastante diferentes” a fos del libro de Mil hand, Poulantzasadelanta que sus comentarios se derivarn dels po sicionesepistemoldgiens presentadas en su obra y "que difieren de las ‘de Miliband” Los ds niclens epistemolégicas de la erica de Poulantzas Mii- band pueden resumirse en dos palabras: “empirismo” y “subjetvis- ‘mo". Poulantzas, siguiendo la eritca del “empirismo” iniciada por “Althusser poco antes (Althusser, 1967 y 1968) sostiene que el métado elegido por Miliband, de dar una “respuesta directa a las ideologias bburguesas meslante ef examen inmediato del hecho concreto”, 10 ha conducido,inconsciente y subreptciamente, a caer en el campo ideo- Tico dol enemigo. Al creer que se podian combatir las teorta pol ticas burguesas con una apelaidn directa alos heches, en lugar de ‘mo coherencia, De aht que Poulanias, consecuente con esta mati de 'o, descarte el tmbaj tebrico sobre la “realidad do hecos” del empi- rismo y parta de una “materia prima’ coma conocimienta procestdo, ‘nansmitido por prictcasideolbsicas ycientficas previas. La cieniic cidad dl discurso es buscada 2 través dela produceign de “formas” alecuadis, De severdo ala problematicaestablecida por Althusser y retomada Por Poulanzas, todos los objetos, ant reales como formales, son" ‘dos estructurados contraditorios predominantes", 0 “todos estructa- rados complejos” (a diferencia de las unidades hogelianas, con so simple par de opuestos). En otros téeminos, dichos objetos son un compleja estructura de contradicciones, donde una prineipal predomi ra sobre las ots y donde cade conradiceon depende del reso de m4 las contradiceiones (sobredsterminaciéa). Un objeto es conocido cientiicamente pus, si se especfiea la mnera en que est estuctl- rao, Ast Poder politico y elas sociales se propone consrur la es ‘ouctura contradictoria itera del Estado eapitalistay su aticulaco. es con otras contadiccioncs(instancias) de esa unidad estructorada complja con predominio que es el modo de producciin capitalists (MPC) El Estado capitalist es aqui elemento del MPC, estoy, la te ‘ria dei Estado capitalists presupone Iigicament a teria del MPC. Ahora bien, dado que los modos de preduccién son tn solo obje- tos bstractos formales(abjeta formal, que se comin para dat Tv {ra formaciones sociales (objeto eonereto real), nos hallamos qt ante un grave problema: zcémo ealides cuya existenca slo se 0 én el pensamiento pueden eombinarse para producir objeios conse tos reales? La misma pregunta cabe a la alimacion de Poulanaas do ‘ue el Estado histrio eonereto (objeto real, propio de uns forms. in social, “esula de una combinaeida de varios tpos de Estado st lidos de 1s diversos modos de produccin gue entra en combinacion fn aquellaformacio” (Poulsnts: 1968, 178-179). El texto de Pou. Tantzas care de un procedimiento para vieular los dos reinos (lee ‘mal y real), de modo tl que la relscién de sw diseurso con la realidad ‘concreta no puede evaluarse (decidise). La potensign de eienifiie ‘ad centr exclusivamente en Ia elaboracion y construccicn plena coherenie de concepos (a ‘problemstica’),eulmina frutrada én un {ormalsmo absoluo, donde toda corelaign ene tori y objeto re~ al queda excluida (Olivé, 1985, cap. 3), La dialéetica estructuraisujeto ‘También las diferentes presuposiciones onologicas las referidas a ‘a maturaleza de i realidad social influyen en la sustancia de los tes- ‘eetivs discursos socioldgicos. En este plan, la piordad olorgada ‘aalla praxis de sujetos sociales, sus accionesy su concienci, ya a ka ‘eterminacign por las estructura sociales de ls aciones de 10s sje- tos en tanto que necesris ¢ independiente do su voluntad,remite a dos paradigmas explicativos y a dos modslos de presuposiciones on- tol6gicasclaramente diferencias, La problematica en cuestin se contra, tal como la ha definido Perry Anderson, en la naturaleza de las relaciones enue estuctiras y 25 sujetos on fa sociodad y en la historia humanas. Dicha cucstin “sim ‘teh consituido uno do ls problemas mis centrale y fundament- Tes del materialsmo histrco: si reflexionamos sobre ls permancate ‘oscilacidn, sobre la ponecial disyuncidn que existe en ls propios es ritos de Marx, entre la asbucign de primer motor del cambio hists- rico, por un lado, a Ia coniadicidn ene las fuercas de produecisa y Jas relaiones de producciOn ~pensemos en fa famosa Introduccion de 1859 ala Contribucion a ta Critica de la economia politica- y, por otro lado, ala lub de clases ~pensemos en EL manifesto comi- hista~(..) {Cémo se avtculan estos dos ipos diferentes de causali- a 0 prineipios de explicacidn en la tora del materialismo histni- ‘0? (Anderson, 1983: 36). I marnismo elisico -sigue Anderson- no offeci6, ni siquiera en su mgjor moment, una respuesta coherent a este punto, y las mis- mas cuestiones no resullas han sparceido una y ola vez tanta en a politica como en la historiografia marisa. El autor de Tras la huella Gel materialismo histGrico encuentra en las dlatadas discusiones, ‘ontemponneas en Lorn a la obra de Edward Thompson sobre cases, y estructoas socials, ast como en ls contrapuestasreconstrucciones ae fa transicidn del feudalism al capitalisino europeos propuestas respectivamente por Robert Bremner y Guy Bois, ds ejemplos de esta froblemtca abi, Podefamos agregar nosotros que tambign ede bite entre Miliband y Poulantas en torn a la naturaeza del Esto coptalista gira en tomo ala dialética sujetosestuctras. sta “potencildisyuncion (or momentos “sin” enue suezos y esc pours stease on fs avatars del histor del mae ‘smo, onsttuyendo veidaderamente dos radiciones en su Seno Maniamos de cone economics (omo el dela Seguna Insaco. tal) marxtsmos de tipo volar como el de Sore), marsisms Te tadeignhepeina (Como el de Latrilao Toss) frote a ma Sas de wadiion materials elsia Pljano o Lenin): mars dow dela "pans (Gramsci) dela “iotalidad” (Lies) frente a ‘rarismos dtermintsts(Kausty 0 Burin, parecen responder ae tairesucaanunomia* Sips Andersons dna nin pr menos es) na isto del amc masa, noe faa vegas yr sae. [ce Andon Se deanenne en semi de a neapenencte dalton Se 6 Pignsese, por ejemplo, en la solucién antttca que proponen, res- peetivamente Plejanov y Trotsky al entonees denominado “papel de Individuo en fa historia”. Pljanoy, il ala wadicign matraisafran- ‘esa, entende que el hombre es producto dol “media” y ls “eircuns- tancias”, Si Robespiere hubiers mucro acsideralmente en los um bales de Ia Revolucidn Francesa, esa sociedad hubiera ereado oto Robespirre. Trotsky ibuari dela tradici hegelina via Labriola, entiende a los “grandes hombres” como productos y camo producto res de calaGpoca histérica, No son meros epifenémenos, creados ad hoc son el resultado de un largo proceso histérico en que “homes” y “cicunstancias” se implican reciprocamente. $i Lenin no hubiera Hegado a Rusia en abril de 1917, la Revolucién Rusa no hubiese sido Posible, Asimismo, el debate actual en el Seno do la woria marxista ‘nize quienes piorizan las fuerzs productivas sobre las relaciones de [roducci6n (Gerald Cohen) y quienes prorizan estas timas sabre las Drimeras (E. P. Thompson), ten lejanos antecedenes:pignsse en las erfieas que, cada uno por su pane, dirgioron Gramsci y Lukses al de- terminismo teenol6gico del Manual de Materiatismo Historica de Bujarin? Pero quizés la esn entre sujetos y estrcturasaleance su maxima ‘expresién en el “marxismo occidental", cuando Tos intents sosteni- ‘dos de Sate, Mecleau-Ponty y De Beauvoir de replatear las elacio- nes entre sujeto y estructura como una especie de sintesis ene of ‘marxismo y el existeneialismo fueron duramente cuestonados por el Dpensamienio estructuralisia a parr de los sesena. Este nuevo aslto a {a rz6a (dialética) en nombre de la ran estuctual fue iniciado por LeviStrauss, contimuado desde dentro del marxisma por Althusser y ‘bos minor owes cro Avia Gouner “i el mann ‘ined ea else de npn a tne, de dor sabeinena noel “moran cen etal ‘emis, y ema es hay Ueto. VA, Ceo a masons, Mas Al, 199 Pho papel de oon iri,» Thy ori dea Rae ily Raa, ee. Ban, Tori del matri htice, Clea, PSP 1 Lacs, Tecnology racine soar (en Reva soca planes, (Crt, PyP 198” A Gms tar vr sabre a ayo Popa Soi. i lenFiairlon hn a floss dB Cac, Sco tices). 2 rematado finalmente por Foucault, cuando inentaronimperiosamente cortar el nudo gordi de la relacin ente estructura y sujlo expul- ‘snd a este ilkimo de. cualquier campo de eonocimienlo eientifico (Anderson, 1983: 38-42), El debate abierio ene la raz6n dialética y la raxdn estructural, nie el marxismo historicistybumanista y el marxisino estructural resitu6 las distinias tadiciones arriba senaladas en funcidn de esta nuova oposicin,y se irradi al conjunto del campo cultural europeo lo largo de los sos sesenta y setenta (eepercuiend seasiblemente, ademas, en el campo cultural lainoamercano). No es casual, pcs, ‘que siendo ta New Left Review lx principal difusora del “marxismo ‘ceidental” en Inglaterra, haya sido cl vehicula de esa nucva versién de la contraposicién ene “estructura” y “sujelo” que epresena ct in- tercambio ene Poulantas y Miliband Reconfemos brevemente edo Poulanuas, en su rescha de 1969 Sobre el libro de Miliband, crey6 detcctar on éste una tasposicis de |i *problemdtica del sujet” propia de fa deologia burguesa al corpus leGrico marxista. Miliband se eneontara ea difcultades “para com rend as clases sociales y el Estado como estructuras obietivas, sis relaciones como un sistema objetivo de eonexiones reg ‘como una estructura y un sistema cuyos agentes, “los hombres, son en palabras de Marx “portadores' (trager) dela misma, Miliband da constaniemente Ia impresion de que para é as clases sociale 0 los ‘grupos’ son, de alg modo, reducibls a relaciones interpersona es, de qu ol Estado se puede reducir als relaciones imterpersoales {de Tos “individuos’ que componen of sparato del Estado”, Concep- cin detivada de la “‘problemitica det sujeto", segin la cual "los agentes de una formaciin social, los "hombres", no son consierados ‘como los ‘portadores’ de las instancias abjetivas (como Io son para ‘Marx, sino como el principio genético de los niveles de la totalidad Social, Es una problemaica de actores sociales, de indviduos como ‘tigen dela accidn socal: de este mod, la investigacién socioligica conduce inalmente, no al estudio de las coordenadas objtivas que determinan la distribucién de los agentes en clases sociale y las con- teadiciones entre estas clases, sino a la bisqueda de explicaciones Finalistasbasads en las motivaciones de la conduecta de ls actores sociales’. (V.p. 77-78 presente volumes), 8 Miliband, en su Réplica a Nicos Poulantzas, seal que éste su bestima en qué prado usne presente en su fibro que las “reaciones ‘objetivas”inluyen y coniguran la Tune del Esido,y cémo el go bicmo y la buroeracia esti sujetas alas fuerzas estructural dol is- tema, Poulantas sera vibaaro segin Miliband de un “sperdeteri- nismo estructural”: su "Enfasis exclusiva en las “elaciones objeti- vas" lo lleva a concebie un Estado "iotalmente determina, en todos y cada uno de tos momentos" por dichas rlaciones. Mas que una st Perocién dela concepeién instrumental del Esiado, Poulantras acu Fla a un algo tebrico donde “el Estado no es “manipulado” por la ease dirigente para que cumpla sus érdenes; las lleva a cabo automdticn- ‘mente aunque de forma tu, causa de ls “rlacionesabjetivas™ que le impone et sistema”. Su apelacién a la “lucha de clases” como prin iio explicaivo ~argumenta Miliband en su contibucién de 1973 sia puramente format pues, dado que ls clases Sociales no son para PPoulanzas sino "efecto de una eonjuncién de esruturasy sus tl ciones, a lucka de clases apareccra en sv obra s6lo como “un ballet de sombras evanescentes excesivamente forlizado" (Vp. 120). He ‘agu las principales objeciones que mutuamentediigen a sus espoct- vos modelos teéricos.;Que hay de consisiensen lla? Olivé ha destacado la tensi, 0 bien la contradiccin iresuelt, ‘que opera en cl discurso de Miliband, entre fa explicecin por los ‘agentes y fs explicacién por fas esructiras. Si en su obra Marisa Y politea (1977), Miliband arma que el andlisis del Estado capitals ia tiene que descansar tanto en ls condiciones estcucturales como en Jo que podria calitiarse de problema de las relacionesinerpersonales ((clacin entre miembros dela clase dominant y la lite de Estado), To cioeto es que en El Estado en la sociedad capitatstapredomina lt explicacién subjtiva por los agentes sobre la explicacién por ls es twucturas. Vimos arriba que Miliband, para fundamentar la tess de ‘que la clase (tite) dominant es una ciase (politcamente) imperantc, ‘Se apoyat~con arrelo a.un modelo empirista en la vbservacion de ‘conexiones sociales empiricas enue los miembros de la élite burocré- ‘ica los miembros de la clase dominant, También vimos el cardctet ‘inadecusdo dela critica que le dirige Poulantas en el sentido de que Se limita al horizote ideogico empirista de la cencia socal bunguc ‘a, dado que Miliband, en la privtica, reeure a su entramiadoteico ‘rxista para constitu los hechos (por ejemplo, recute a concepts » te6ricos como “ubajo”, “capital, “clase dominante”,ef.). El quid Consist, para Oliv, en que Miliband se queda & mia de camino en In elaboracintedrca, pues una vez identficads algunas conexiones entre dite haroeriica¥ clase dominante, es necestrio explicerlas con fundamento nla estrictura peculiar de ia sociedad capitalist, es de. ‘ir, dar cuenta y razdn del echo de que, dada la estructura peculiar de Jas sociedades capitalists, las regulardades idemtificadas necesri mente tienen que aparecer, cosa que slo puede Mevarse a cabo tra ‘és de la teorf. Miliband apuntaen esta direceidn, y su propio entra ‘mado teétco 1o condace & intoucir cierto eoreaivo estrctural en su modelo explicativo -lo qu, por otra parte, constitu la fuerza de su refutsci6n de las teins democriico-plralistas-, ero en aia insane favorece Ia nocign de agente por encima de Ia de estrvtura ¥ las explicaciones de tipo volunarsta sobre las de tipo estuetural (Olive, 1985: 59 y 5). Poode afirmarse que el recorrdo del panorama te6rico de Poulan ‘za es el inverso si Poder politico y elases sociales... pared la pro= blemutca de la determinaci6n estructural, es indudabie gue la lucha de clases i ocupando una centralidad creciente en sus obs posterior, hasta desembocar en Ia autoertica implcita a lo largo de ls piginas de Estado, poder, socalismo, Su obra de juventul. Poder politico y clases sociales. arte de In matrz estctralista concebida entonces por Althusser para plantearse e problema dela loacign esreturl del Estado en la sociedad capitalist, Poulantzas quiere constituir una eo ra que dé event, al mismo tiempo, dela natualeza de clase del Est do y de su sutonomia relativa, partiendo del concepta de modo de pro ‘daccién, asf como de la specifica artculacidn de niveles propia del ‘modo de produccin capitalist, Es precisamenie la espeeifica spara- ‘in del nivel de To politico propia del modo de prduccion capitalists Ja que permite a Poulantzas expicar la autonoma teatva del Estado ‘apiaisa. “Esta sutonomia tiene lugar sin embargo siempre intema- ‘mente a un poder de clase en la media en que en la sociedad capitalis- ta las relaciones entre las cases son siempre anagénicas. En su con- jn, estos antagonismos surcan al Estado capitalista. Dicho Estado ‘organiza, por un lado al bloque dela clases dominantesy, por el ot, ‘desorganizay divide a las clases dominadas, En tal sentido, el Estado una rela de fcrzas entre las clases, 0, mejor dicho, una conden sacign de dicha relacin de fuerzas”(Lacla, 1981: 48), 30 Una teoria estructura del Estado captalistay una teers estructural elas clases en ef modo de produccidn captalista debian eli toda ontaminacién con 1 “problematica del sujeto” de a que seria eb ‘aro Miliband, segin Ia cual los agentes de la prodiceion son visios como los actores-productores, como Tos sujetos crendores de las c3- tructuras,y las clases sociales como los sujetos de Ja historia. Para Poulantzas, esta concepeién “desconoce dos hechos esencisles: en Primer lugar, que los agentes dela producci6n, por ejemplo el brea ‘ssalariado y el capitalista, en cuanto personificaciones del Trabajo ‘salariado ¥ del Capital, los considera Marx Tos apoyos 0 los porta- ores de un conjunio de estucturas. En segundo Tug, qe as clases sociales no som nunca concebidas feGrieamente por Marx como el taigen genético de las esrscturas™. A la inversa, Is clases m0 son s- to “efecto de un conjunto de estactras y de sus relacones” (Pot Ianzas, 1967: 67-69), Hay, sin embargo, una ambigbedad fundamental en el pensamiento e Poulantzas puesta de manifesto en el debate, que han detectato Aistinfos autores (Laclau, 1981: 48-52; Tessop, 1982: 156; Olive, 1985: 97.96) En efecto, lo que Miliband Tams su “hiperdetermin 'mo" se enfenta en una inedmoda tensin con el lugar que asigna en $1 tori ala lucha de clases como principio explicaivo. Esta fension parece en Poder politico y clases sociales... asf como en el debe [resent en el par antindmico estructuras/prcticas, Poulantzas parte el presupuesto ontol6gico de que en la realidad socal existen un ennjunto de prcticas y un conjunto de estructura, Peo, como seta Lela, esto entraia una grave dffeulta: “porque o bien las prticas som un efecto de ls estucturas y or lo tanto un momento estructural mds ~con lo que se reducirfan a una duplicacion conceptual innecesa- ria o bien son una fuerza auténoma que no puede explicarse total. ‘mente a partir de la estructura sobre Ia ue operan con To que se ins. ‘iri un duatismo y se conclira por referirlaunided de una forma en socal determinada aun sujeto taseendental, La obra de Poulan. 238 no ha logrado superar esta antinomia fundamental. En la pictica, 4s lucha de clases se ha tomado en su anslsis un Dews ex machina ‘ue funciona como factor explicativo en todo aquelo que no puede ‘er reducdo fécilmente a momento necesario de ls estructura. Esto ‘Snifiea, simplemente, presentar como efecto de la lucha de clases aguello que es histricamenteindeterminado e inasimilable por la Io 31 ica emergente del modo de produccién.. Como, por otro lado, et ‘ampo de lo determinado estveturalmenie ha tendo a estocharse progresivaente entre el primero y el dhimo libro de Poulazas, esto hha conducido ala expansion ereciente del rea de indterminacin e= rca” (Laclay, 1981: 49), Esta inflexion en 1a rayectoria intelectual de Poulantzas se hace cevidente al comparar su obra temprana coa su kimos libro, Estado, poder, socialism, que se bre can el rconaciminto “hisiricisia™ {de que “La tooria del Estado captalisa no puede se aislada de una Historia de su consincién y de Su reproduceiGn” (Poulantzas, 197% 23). No obstane, estos correctivos *histoicstas” por intcaduci la historia y la lucha de clases en su modelo explicativo, al no estar avompuiados por un esfuerza ssiemati de reformulcn tdrica de Ja dilética esrucurasujto, condujeron a Poulantzas una mayor Incoberencia. Estado, poder, socalismo, sin dua la obra mas suges- ta yea de Poulan, gn en ngs de eas ge pc x Una woris que diera even, pues, de a rlacin dialética enue ‘esuuctuasy sujet, sin pretends liminar alguna de estas ealegorias sino explear su necesara interdependencia, quedaba planteada como Parte del programa tedrica del matrialismo histric. Los desarrollosulterires frente al debate instrumentalismofestructuralismo Las obras de juventud de Miliband en Inglaterra y de Poulanias cn Francia marcaroa, cada una desde su peculirisina aproximaciéa, el renacimiento de las investgaciones marxisas sobre el Estado capi alist, Las dos daa siguientes conocieron una vastisima y fecun- a produccisn deicada a dichaproblemsic, més creunscrpta hist rica y tericarente ala formacién, coaslidaci y ersis dal Estado Inteiventor-Benefactor, poro que necesit6nutrtse, como momento inicia, del debate pretimtnar sobre lanaturaleeay las funciones det Esado capitalista en general y a su elacién con cierias premisasteo- ricas sentadss por Marx. Es asf que buena parte de las nuevas contri bbuciones vuelvan una y otra vex sabe ls textos de Miliband y Pou- Jntzas, para sefalar la necesidad de supers la antinomiainsteumen- 2 talismojestructuraismo, pero encantando simulténcamente en ellos sugestvas antieipaciones para ulterioves desarolloswérics. Silas investigaciones marxisias sobre 1 Estado propias de estas {os dias décadas, en el contesto de la crisis capitalist internacio- nal y do la crisis del Esta Inerventor-Benofactor, volveron sobre lt rela inrinseca enue economia y Estado, cl aporte de Miliband y Poulantzas se cons el nivel de i elativa atonomta del Estado y dela politica, Ambos autores quiseron escapar dela waticién econo ricsta del marxismo de a IL la I Inerracionals y desu concep- idm del Estado y la poltca como epifenémenos y expresiones “de- Formadas™ de las telaiones de produccion. Amlos intentaron retomar Ta sis marxiana de la natraeza de case del Estado sin spear al ei feaomenalismo economicisia, para lo cual sostuviron la neesidad de tuna teoca que dirs cuenta dela autonom/a relativa del Estado capita- lista (espocto de la clase dominant y también det nivel econdmico). Miliband apo a ta tesis de que la case (econdmicamente) domi- runte 20 es inmediatamente dominate (rinante) tambign en el 1e- ‘reno poliico: necesita llevar a eabo maples estategias para instru mentar el poder estatal de acuerdo alos intereses del poder de clase, Pero en gtima insianea el poder esata, en virud de su autonona relaiva (y que es Jo que toma eficaz en tanto que insancia separada) ‘nunca es totalmente reducible al poter de clase. El Est acta. ae ‘Gaamamente en nombre de la class dominant, sin ser nua “ins- teument” directo que ata obedientementesegtn su dictado (V. Mic Iiband, Poder estaale intereses de clase, en la presente eicion). Para Poulantzas, en cambio, no puede hablarse propiumente de “poder estatal” 0 de “intereses props del Estado" como hace Mit and, pues el Estado es una esuuctura y el poder concieme al campo ie la lucha de clases, En Estado, poder, socalismo, habiendo ariba- {do aun conceptorlacioal del Estado -cl Estado como condensacicn de telacones sociales antagénicas~ sostendré que el mismo es “un far y un centro de ejerieo del poder, pero sin poser poder propio” (Poulantzas, 1978: 178). Pero en Poder politico y clases sociales. tebutario dela definicia estructural de Estado, su sutonomia relativa es delinida a parti de la especificaseparacin ent el nivel politico y el econémieo propia del modo de producci6n capitals. El concepio 3 eh Miltand tat de dar cuenta de la nturaleza de clase del poder es- taal (y su eltivaautonomia) a partir de las estrategias de individus ‘sectors dela clase econdmicammente dominant, através del manejo 4 aparatios del Estado o de presiones sobre el mismo, Poulanzas, por su parte, partio de ia locactn estructural del Estado en el modo de produccion capitalista. La primera perspectiva (“instrumentalists”) evidencié una seri de inconseéuencia tedvcas (ao define intrnsec- ‘mente el caricter capitalist del Estado, sino extrinsecamente,a pati dela penetracién 0 la presin de individvos provenintes de la clase ddominante sobre un Estado neutr) pero ha demostrado una mayor fe- ccundidad que la perspectiva estructralisa para estimalae investiga cones empiricamente fundadas sobre la clase capitalist, sus conti. tos y fracturas, sus corporaciones y partidos y su relacin con el Esta do (Gold, Lo y Wright, 1975: 29}. La perspetivaestrcturalists, aun. ‘que més fondada teéricamente, no estuvo exenta (como vimos) de ontradicciones lgicas, y aunque demostré una capacidad heurstica rus limitada, nutrié desarrolloste6ricosulteriores(piénese en la in- Lacias exo (1977), Poicaeidcologa en ta teria marist, Modi, | Siglo XXL ins (OM) Ty mara da Eade aber opct “GbLechne (comp. Estado 9 poten en América Latina, Meio, Sigh Sx = : Steve (197), BI poder, Ma, Silo XXL, 198, Milind, Ralph (1969), Bl Estado en a soctedad cap Xx11970, Maiband, Ralph (1977), Maximo y polite, Madi, Siglo XX 978 hiv Len 1985), Esta, eptimactn eis, Mico, Silo XXI, 1985, esas, Jes(Gundl, Sips, Una rica aa teria estates det Fs ado, en Peta Jame, Captalismo,soelatsmo 9 ers ound, Ms ti, Revoir, 1984 Poulatza, Nios (1969), Hegemon y dominacion en el Estado moderno (Cd, Py 1969. Poulantzas, Nico (1058), Poder politico y lasts scien el Esta cap tallst, Maco, Sig XXI. 1969. Poulantza, Nicos (comp) (1576), La ells del Estado, Barcelona, Fontan 1s, 197 Peulanzas, Nicos (1978, Estado, poder, solllsmo, Maci, Siglo XX, 198, ‘Thesborn Gian (1978), ,Cémo domina la clase dominant, Mac, Si go XXL 197. “Thompson EP (1978), Mikeria dea teoria, Barclons Crea, 198, ‘Vincent, ssn Mars comp) (1979), LEtat contemporain et le maraisme, Part Maspso Wolfe, Alan (974, New Direction in the Marsst Theory of Pots, en Po- Ties andl Society, N® 2, Val 2 sta, Misco Siglo » pos Nota det editor us uabsios incorperatos excl presents woea futon resogidos dels Sipulonisepabiaciones + Rabi Milibnd,°Marx andhe State’ en R. Miliband Sevilla (eds, "he Sociale Regier. London Medi Pec, 1965. Trade Russa Co, pels + Nios Poulanzss, “The Problem of the Capitalist State, en New Left Review, NY 38, novintne-aienbre, 1969. Ti, de Enigus Lule Ce pile & + Ralph Miibond, The Copiclis Stat, Reply 40 Neos Polanzis, bo en general, y quiere que dentro del marco dela sociedad burgus~ sn sea Ielices las clases inferioes... Pero Bonaparte se stbe, ante todo, jete de la Sociedad del 10 de Diciembre, representante del Junpenprotetariat, al que perienecen su entourage, su gobierno, su cere y €l mismo... Sobee esta base, Lis Napoleon puede “representa” a eta 0 aque- ta clase (y Mavx subraya "Is contictoriataea” del homey las "contradicciones de su gobieino, la agrupacién coatusa con In que pretende ora gan, ora bumillar, vimero una clase y luego a 63.) ‘que acaba levanundols a todas conte 6.” sin embargo, su capaci stad de iniciativa sigue estado, en gran pare, desligada de ls deseos y las exigencias especificas de cualquier case o faccin de clase. = dicoco bras de Lae Bonaparte p. 217, “Bl decoco rare de Las Bonaparte sip. 231 Sinise 2h s4 Por otra parte, esto no significa que el bonapartismo sea, para ‘Marx, neutral en alg sentido respect a las clases en conto, Pu Ge pretender ropresenar 8 todas las cases y ser Ia encamstcin de to- «dala sociedad, Peo, en realidad, existe ha sido creado con la inal dad de mantener y eforzarel orden social existentey el dominio del capital sore el abajo. El bonapartismo y et lmperio~escibi6 Marx ‘mucho més tade,en La guerra civil en Francia~ sucedieron a ae: paiblica burguesa precisamente porque “eran Ia nica forma de go- biemo posible en una época en que la burguestahisbia pedido ya la ‘capacidad para gobemar a la naci6n” y la clase obrera no la habia ‘conquistado todavia. Fue precisamenie entonces cuando “Ia socic dad burguesa, iberada de preocupaciones poltcas, aleanz6 un des rrollo que ella misma jams habia esperado”™'. Por sltimo, Marx de- fine Jo que lama “imperiaismo” ~con lo que significa el regimen imperial de Napotedn-, como “Ia mas prosttuida y, al mismo tem ‘po, latina forma de poder estat que la naciente sociedad burgue- ‘sabia comencado a elsborar como medio para su propia emancip cin del feudalismo, y que la sociedad burguesa plenamente sare Hada transforms finamente en un medio para la Sumisin del trabajo Porel eapital™, En Bl origen de ts familia, In propiedad privada y el Estad ‘obra escrita un ao después de la muerte de Marx, Engels seal igualmente: “Excepcionatment, sin embargo, hay periodos en los ‘cuales fas clases en uch se aproximan tanto a equilibrarse entre si ‘que el poder esta, como mediador aparenle, adguere moments mente una ciestaindependenciarespecto de amhas”?, Con too, 1 in- sdependencia de que abla Engels parece tener una acepcién mucho mds ampli de agulla en la que piensa Marr: asf, Engels so rire al Segundo Imperio “que iid al proletariado contra Ia burguesta y a Ia burguesa contra el proetariado”,y el imperio aleman de Bismauck, en el que “capitalist y obreros se equilibraron entre sy fueron ‘Man, K, La pocrra diten Frans en Obras esos it 5, asp 88. bad 35. ogi Ht rg de emis, propieda prada yl Eta, rca onetime Obras eats oc. SE 35 inualmonte enganados ea beaefcio de Ios junkers prusiaos de pro: vines, venidos a mens”, Para Marx, ef Estado bonapartss, por independiente que haya po- ‘ido ser politicamente de una clase dererninada, sigue Sendo -y'no boede ser de otro modo en una sociedad de elases~el protector de una clase econtimica y socinimente dominant. wv losofia del Estado de Hegel, Marx habia de- ‘icado un largo y compicado pasije al elemento buroceetic del Es. lado ya intento de dicho elemento por convert "os lines buroerat 0s en fines del Estado": Pero slo en los aos cineuenta empeed analizar mais esiechamenteel tipo de sociedad en la que el Estado pa reef auténticamente sitado “por encima de i sociedad”, es dec las sociedades basadas en el “modo de producciGn aisico”,cuya impor facia en ef pensamiento de Marx ha suseitado recientemente mut interés", Lo que en la Critica hnbia sido una referencia de pasala 8 tos "Estados despticos de Asia”, donde “el Estado politico ao e sine ! abit privat de un solo individuo, ool Estado politico, como el ‘material, es esclavo", hacia 1859 se convertin en uno de los euateo {grandes estadios de a historia segin Marx: “En Uneas generals es. ribia en el famosa Prefacio aia Contribuetén a la ertiea de la Bea. ‘nomi Poitiea-, os modos de produccin asiico, antiguo, feudal y burs moderna pueden ser eonsiderados como épocas progeesivas «en a formacin econdeniea dela sociedad™, od 658, Pacha dbsercons de Engel see exe, tn, sean a © Schmit, de 2 de ocsare de 189, en Nam Eng Coven Bu At, Cares 197, pp. 296 MEGA ope tp 455.389 dee otc ce, "Vi pr eenpi. Wiel Oriental Berptiom, Ye, 1987, op. 1K ‘3s Burson, Gundam, 186). Like, Mac ade stil oe Scion” cSt Antony's Papers meré Ta Laser Ais, Lanse 190 oy ‘antn Has K Foemactoessontnespecaplates cos ue mode 1. Hobs, tadocco cavelna, Condo Padoy Peet OTE AMBGA.T Up 38 9. Modelned eat ch Obes scolds S404 56 Los paises de que Mars se preceupaba ms al respect, eran a n= ia, China y también, Rusia, como Estado “semiasiicg” 0 "semio. rien”. EY modo de produccign asitien, para Marx y Engel, one una cractrstce fundamental, que esta auseneia de propiedad pvt da de la ire: “Esta -escribia Marx a Engels en 1853-es la verdado. 1 clave, incluso para el cielo orienta... “En la forma asitic, por lo menos en ta predominante -advertéa~ no hay propiedad, sino seo posesin por parte det individyo; Ia comunied es peopiamenteel pro. Pielaio efetivo"™ en a produccion siti, seialaba tambien, el Es. tao es “el auléntico propictario™. Posterionmente eseribié ue, cn este sistema, os produetores dinectos “no se halla frente al lerrate sient privado, sino que, més bien, como én Asia [estén] en subord nacion directa al Estado, que se alia por encima de ells, sla vex co ‘mq teratemiente y como soberano™; “el Estado ~prosegula es aut 2 supremo termteniente. La soberania consiste en la propiedad dla tera concentrada a escala nacional. Pero, por otra paste, no existe propiedad privada de la tera, aunque existen la poses y e uso de a misma tanio peivado como comai™ Exigencia fundamental del modo de producci6n asitico, impuesta por el clima y las condicioes del teeno, era In imigaciOn artticia ‘mediante canes y obras hidréulicas: en realidad, escribia Mars és ra “a base de fa agricultra oriental”, Bn paises como Flandes ¢ It. Ha, la necesidad de-un uso comin y econdinico del agua emp Ia enupresaprivads a ta asociacion voluntaria, sin embargo enisia en ‘bio, “en oriente, donde la civlizacion estaba en un nivel dems, do bajo y i extensi tetorial era demasiado amplia para suscitar ‘asociacionesvoluntrias, la ntromision del poder centraltzado del o> biemo, De ah que todos los sobiemas asiticos deban asuiir ua fancién evondmica: la destender alas obeas piblieas™ 7. Enea 2s ano de 1853, en Carrqpondeni, ci ph Na K Prmatoneeconlnca preoptic {New York aly Tribune, de agen go 1855 e se i. 8 Mars, Capt, vol I, eal nt, POE Meso, ES 72. " Mack, Ky Eee, The Fist Indl War of Indepentoce, Misc 18579, p16 Eo BI Capt nd ci) lp 40, ta Ma sala ie "ws eas es mais en qo devine el perl Bass eas eee ey reo rpimos de prods notes) dengan chee el ‘ne de gsr mb “La ceed de lei he prosde aes Si Finalmeate, en la Grundrisse, Marx habla del gobiemo despético situalo “por encima de las comunidades inferiores"™, y To describe ‘como “la unidad onrnicomprensiva que est por encima de todas estas Dequenas eniades comunitaras.. Dado que la wnida es el propiet- tip efectivo y el supuesto efectivo de Ia propiedad colectiva, esta mis- ‘ma puede aparecer como algo particule por encima dela rhs en Aidodes comunitarias particulates y efectivas... unidad que se realiza tn el déspola como padre de las muchas entidades comunitavias"™, Es evidente, por tanto, que en las condiciones del despotism asf lico Marx considera al estado coma Ta fuerza domninante dela socie- dd, independiente y superior a todos sus membros, también que ‘considera a quienes controlan su aministracidn como los auténicas gobernantes de I sociedad. Karl Wittfogel sean que, con posttiri- dod a fos alos cincuenta, Marx no continué elnborando este tet, y ‘que “en os escitos de su stimo periodo,destae6 ol aspecto tecnico Se las obras hidrdulicas & mas que anteiommet ha ‘ia destacado su sspecto politico™. El profesor Wittfogel sugiere que ello se debe a que, “obviament, el concepia de despotismo oriental contents elementos que paraizaban Ia basqueda de la verdad™ de lv las“represiones” sobre el fema, Pero Ia explicacin de lt flta de interés de Marx por esta cuestiOn parece ser mucho més seneillay ‘menos siniestr: queen los afios sesenta y principio de los setentaes+ tuba preocupaéo, sobre todo, por el captaismo occidental, Por ot parte, el concepio de despotismo buracritieo no podia preacuparle ‘mucha a Mar, dado que habia estudiado su equivalente mds proxtno Ta sociedad capitalist, esto es, el bonapartisma, y to hab analiza do como un fendmeno completamente distiato del despotism de kt sociedad asidtica. No es exacto sugerc, como hace Lichtheim, que ‘Sl como te dan” eh’ av as bn le ‘Mote, a anti, Egan Fe Ding Gabe, Meco. ahep TG 188,100,172. “Mar, Formals cons respite, ct. = Witoel Kop. cap a. 387 38 “Marx, por alguna razén, elude! problem de la baroeracin en Ia sociedad postcaptalist™. Por el contraio, puede decrse queso tata de un elemento niuy importante en el pensamiento de Marx a finales 4e tos ats sesena y principios dela dead del setenta. Su preocupa cin por esa euestin y por el Estado se exprese durante este periodo «en su discusin acerea de la naturaleza del poder politico en ls sacle. es Sndso menos possedorashayan sco expla eso posi de do- mina, sa que el poletarad haya eonquistado o} poder dl Es tad, la iscigton dls proloeros, 9 solamente coun pis, sno nods los paises dominanes del mundo se haan desazollad hi ta punto uc haya ces la empotnca en os poltaros {Sos putes tu, nos, ls tues protvas dcvas de eos das en anos del proeaia. Para nosovos, fo se una de reformat Ta propiedad pivada, sno de abolisi; no “Ma Ky Eagl Fs Mane Cok Central dea Liga de os Coma Siottap st o | t ‘ata de pata los antagonismos de clase, sino de abolirtaselases; no se wala de mora a sociedad existent, si de establecer una nueva A mismo dempo, ungue a eivnicciones y ls objves del partido ds proleuriao van mucho mis los doe in os isp De sala ec Pesos a acca, os roolcenries etenopyarn con tia tar de empujr el movinis denociea on wn sla cada we is rac Digamoe,Ieestalmente que fue ss petro a Csraaia qu it a aettud poser Mars repo aos es tovimlenios de refrma aia y fa que le eon ona Alun inagural ef Primera Intl eek a lary ts de tors” 0 fs progress del movin cooperate ame itr de "i como polica dla lass ger sue lac. a potien da bugs En 1850, Mare y Engels sofilaban también que una tara funda- rental de os revolucionarios proketarios eta oponerse a las lénlen- cias descontalizadora de los revolucionarios poqueio-burgueses, Por cl eonuario, “los obreros no solamente deberin defender una Repl ca Alemand una e indivisible, sino uchar en esta Repablica por la ‘is resulta ceatraizacién del poder en manos del Esto... Este os no solamente cl procepto mas “estatista” de la obra de Marx (y Engels), sno el inico de este género,prescindiendo de fos rimeros pronunciamicntos “hegelianos” de Marx sobre la cueston, ‘tis importante es el hecho de que el procepto no 36 oie ala fovo. lucién proteurria, sino a la evolucién democritica-burguesa". Ep a, Mae dt Cote Cora de Liga de as Comite, pp. 6.8% * hor Manifest inaugural tess eopis 9 25 Obra eos pT Obras cots. pT, Es cre wf spo qe Bagels eis ‘ssc aru ot edn de 1S at Mena enc geese pe ‘eb un alain denen eect rsnen yea, "wie oly roving” no ester erase eon a “escent Ina Tn tls Asan Ineraconal elt Teabjadres. co 6 2 era el naimieto de una forma de gobo compltamens di tinta de la repdblica democritica, esto es, la dictadura del proletariado. numa cond cara a. Wedemeyer, de marzo de 1852, Mark oa meee la inprtci fundamen que abla a eco {ap dec ques elas ve no ado uu el Gs tm das ecsennselnd moderna, od hs de ls Santo ft touche aor de nvo tsi doses 1) air enc de ns iam orn cs de dso Maria dela podcton 3) ae a ha de ‘Ges tones recenrimente at daira el pretties at dics ostinesolanet yn bon de odor q intiza su cardcter de clase. Bonaparte, habia formulado unt afirmncign que constituye un tem importante de sv pensamiento: ii a Na Wyden, 5 eae de 185, en Obra xo. 88,0 epien2 op 3857. : “TD stash Bcnip fe Pstaci m New Pati, vo snes 2 6 {ue todas las revoluciones anteriores habian “perfecionado esa me ‘uina (det Estado] en ver de destutla. Los partidos que sucesiva. ‘mente Iuchaban por el poder, consideraban la posesion de ese enorme edilicio estatal como et principal bain del vencedor”™. Cast vente aos después, en La guerra eivil en Francia subxayaba nacvamente {ue todas las revoluciones anteriores habian consoidado “el poder es, ‘al centralizado, con sus Geganos omnipresentes: cl ejécito pertas ete, Ia poticia, ta burcraca, el cero y Ia judicata”: subrayaba, {ambign, que el earScterpoltco de Estado “habia cambiado simul, heamente con los cambios econdmicos de Ia Sociedad. At mista tiempo que los progresos de in industria moderna desarollaba sanchahan y profundizaban el aniagonismo de clase ente el eaplialy el sabajo, el poder del Estado fue adquiriend eada vez mas el caric tee de poder nacional del copital sobre ef bajo, de una fosrea publ a organizada para ta esclvizacion social y de un insrumento del espotismo de clase, Después de cata revolucidn, que seal un paso ‘dslanteen la lucha de cases, el earieterpuramente represivo del por Ser estatal se hace cada voz mis evidenis"™ Como senala Draper, Mark no haba hecho referencia alguna a ka Hictadura del proletariado durante estos aos. Por otra partes n0 des, ibe como tal a fa Comuna de Pars, Lo que exala en la Comuna ee sobre todo, qu, en coniraste alas convulsiones sociales anteriores, 0 based la eonsoitacion del poder esata, sino su desiroccion, Lo qos 4 Comuana quer, dij, era “resin al cuerpo social todas ls ener 48 absorbidas hasta entonces por el Estado parisito, que se nue a asta de la sociedad y entorpece su libre movimiento". Marx desta ‘a, también, cl carcter popusr, demoeréti e igualtatio dela Co ‘una, y el thodo en que “no slo la administacisn municipal, sino ‘oda ta inicitiva hasta entonces detentada por ef Estado, pase & ma, ese la Comana”™. Adem, miemtas que la forma eomtnal de go. emo debia apicarse, incluso, “al burgo ms peqaesio™, “a unidad {Mas Kl dct rama de Las Hnaprt, en Obes spa 216 {Mi La guerra i n Franco Ot ens, 38, Shp “La phere Frans, 9.286, a de Bx nacion no debfa ser sot, sino, por el ontario, organizada den- teo de Ia constiucién eomunal, y converts en realidad mediante la ddesuuccién del poder estat que protendia sr la encarnaciin de esta ‘und, indepentionte de Ja naeign misma y superior a ela, miontns (que slo era una excrecenciaparasitria™, En las nous que eserbié para La guerra civil en Francia, Marx formula incluso més claramente que en el Yxio publicado la impor taneia que atibuia al desmantelamiento del poder esata por Ia Co- ‘una. Como testimonio que eonribuye a la comprensin de su eafo- {que del problema, es exremadamenie reveldor el siguiente pase de Jas nous: "Est fla Comunal ern -eseribia~ una rovolucién no eontca tao cual forma de poder estaallegtima, eonsttucional, republicans ‘imperil, Era unt revolucion conga cl Estado mismo, ese aborto su Pernaturafista doa sociedad, una reasumpeicn det pueblo para el puc blo de su propia vide social, No Cue una revoiveiém para tansferir el poder politica de una fracién de la clase dominant a ar, sino una -volucign para abate ese horrible instzumento de dominaci do el se. El Segundo Imperio fu a forma final (7) sic} de est usurpaciéa esata. Lt Comuna fue su negacisa definiivsj, por tanto, st comien- zo de la eevalucién social dol siglo xxx". El veredicto de Marx sobre 1a Comuna cobra todo su sentido la Ibz de estas opiniones: fue “ese cialmento un gabiemo dela clase obrers "it forma politi, fnalmente eseubiena, para talizat la emancpacidn eonmiea del watajo™ ls Arcs, Mose, 1934, ol 0 (UD, 324, Agro 0M Jobe qa earl hen she ene nae. Vee, andi, for sep, ‘igus "Slama lo pero, seas or va mia mi io te rela pn od sleds taba ont hs ona doce cl, Pan pr stn de en coming dee, Ex pore Il pin y a, qt lan to eS Jnr de ple pokramentl (cia), como lege mis pero de roi, sera dena ds ar a cnt da a comp > Sogn nl nr ats natn mele npg 26 La inka tuts de pase fe dees go eta de no Soins ap Naturalmente, os certo que, mienias Engels, muchos aos des- puss de la muerte de Marx, describié la Comuna de Paris com la dc tera del proltariado®, el propio Marx no lo hizo. “La razon de ello pure bastante obvia: para Marx, la dctadura dl peoleerindo seria a ‘onelusdn de una revolui6n socalisa a estala nacional; la Comuna, fomo escribié en 1881, fue “simplemente el levantamiento de uns ‘dad en condiciones excopeionales”, micatas que “la mayoria de la Comuna no ra ni podia ser socialist en ningin sentido”. Pero, i ‘uso asi, puede eosierarseacertadamente que la Comura, cn su de- Sinstiueionalizacidn del poder politica, represeat, para Marx, los ‘ementos esenciaes de su conespio de la dictadura del proletariado. Pero, en general, se ha dado por sentada la opinidn contraras ta ainmacién siguiens, tomada de Liehtheim, en Marxism, es ampli mente aceplads “Su [de Mars} hostiidad al Estado la mantuyo a raya la deisina de dominio politica durante el periodo de transis, deci- Aidamenteautoritara: antes de ser arojado alos despojs det histo- tia, et Estado deb asumirpodoresditatoiales. Dieho de ota format ‘a autridad daria paso ala libertad, paradojatpicamente hegeiana gue so preocupaba a Mary, a bien alarmé Proudhom y a Bakuni..™. Laficulad de la opnign de que Marx tnfa una “doctrina doc damente auoritaria” e8 que no puede apoyarse en ninguna prucba onvincente de los props textos de Marx; hay en ells, ea cambio, tuehas prusbas dreetamentecontaras a ell Marx fue indudablement el principal adversaie de los ands nla Tntemacional, Pero vale fa pena recordar que su principal dispu- ta con ellos se refers, sobre todo, al modo en que debia proseguit la lucha en favor do larovolucién socialist, insistiendo Marx en a ne- *-Revinonse esi ngs ne voducin de 1891 «La guerra ci Fran etc wt sao de alae emo als alba 2 anedaradl plead’ Posen ater, gimme qu ex dade fh en Gena Ps oe ate para De, 338 2 Mane « Doms Nemes 2d fear de SI, en Corepandend, sips Esha, G., Martin, Loins, 161, p38 Qa, es: Barons Aare ma Hp) 6 esi det aeion poltica dent de Ia estuctua pote existent, Goria el todo o nad de os aargusas, con su rebate de Ieee cat cispua se ref también a cueston del ipo se ‘ton ncn pare sovimrato ens oes, e fo que Marx isi en cet grado de contol por ne el Conejo General de ta ntemacional sobs ns onsen sits En toque se refer al papel del Estado on el prod de usc, cute en comes pede ei ps ea isa, ema del Consejo General en 1872.) cca muy pee omen por Marx, Les Pretendas Scisons dans Flaten g “Tins los socialists enondon por aang est els da se Imes poltario, una vee constguia fa abollin de ks cic Boner de Estao que seve para mantener agran mayors proto bajo yugo de una minor explotadra poco numer, decparer ¥ hs fnconesgubernamentaes se ransrman on singles fae ‘minisatvas La Alana {l Alianga de Demotrine Sets de Baku oma 1 cues al reves. Prclama a targa oe Stas proterias como el meio ms infalive de quebeans ee rosa conecnticin de ls fuereas sociales peltsas ev tans oo les explores, Bajo ete pretext, lt Aliana le pile le ence ional, eel romeno en que el viejo mand nena dese or reemplace wu organivaion por aang, La plist teases Pie tm cosa. Diticimente se puede pensar que &te sea un texto sutoritriog ni 8 cestamente aorta la observacin de Mars, en 1895 cla pop Lenin en Et Estado y la Revolucion, seg I ual “sila lucha poi ‘a deta clase obreraasume formas vilenis, silos trhajadores ust tuyen por su ditadura revolucionaria a dictalra de la ease burg 5, cometen ef teribledeito de leso principio; porgue para sister Sus miseras necesidades profanas de cada di, pat eliminar la Tesi vl 6 History fhe Pt intmatos, Ls, 1928 19-809 mond. Gi La Brome Irma Cin 190 To Sack ee Nai Bi Feo 979 por 346- 66 armas y slit ok tencia de fa case burgnesa, en vez de devolve las armas y Estado dan a ésie uns forma revolucionaiay ransitori.."*, oy mocha te "oc dene jr de Maron loss mails d= 1875 ai ogra SBS SMG S85 Lt Bec oa ee frst acne lpr Esu tian libre, ;qué es?”), ¥ es perfectamente coherente con su creencia de que "esol ine” od und condistn en Tos toms: pest er re acne, tlc el Ben ca soe Se PaN Sl acc ain n Sih Sale Eat i mide a fa cuestidn, sino que se limita a indicar que slo es posible ‘Soda “samen y go, “mnndo mi ees 1 Rata oe lo a la palabra Estado, uno no se acerca un ‘pice a la solucién del tera Largo, psig “Ene i sociedad capitis y in 80 ‘ees Sp etme ean et co Fe Soaps on nf eee ganas Heck hala a eta Ie Por ctsmbrn lo acc May hs ap sme in en Marra Sree anarqine, Mies Eng tne oh oo uct, 1V, 4. BE comentario de Lenin e& 6 soning tate? Mt Cetin de Progama de Gotha muesta que ening pensando que la dctadura det protetaiad seria wea | Gc Poder polico completamente distin ¢ inconmensutiee ‘nds libre, “La tiberiad ~escriid en lo Coa cpap en convert al Estado, de Grgano que ead por enene oo Maat. en wn érzano completamente suburdnndo elie Ae sere ftemes anu una dtiniion excelente de ln conconenes dy alo de Marx en et nevfodo deta dictadura det poloariag an CE fat sural juicio de Engels, expresade pocis gs ssPucs de la muerte de Marx, segin el cua, la clase ooo se planar ty £0 osetia del pole polio ormiza del tals SEA com su ayuatl resistencia de Ia eae capa y so seencaciedad™. Peo resulta significative que, ver cor ie ean, etait de su observacién de enero de 1873, ctade ancdonnn st propio Marx prefisira siempre dest 0 los aspects represivos del poder pol rer a dio fue que “[oueden hacerse) andes seen ‘media fs formas comunales de organ que “a legado et monte! MC el movimiento por nosis tismos y poe ne, ‘manidad™, aie” Se eos de tenes tn menor caratriicaautortri, (Oi i obra de Mas sobre et Estado se halla impregnada de ao (oes tea titra yaniburordico, no solameatsentelaclin ee, lea sociedad comunista, sino tmbign espeto del penta ea re aN sont rt Mar dec ne pegs demerica es elena mis os qrtre sisal ea ieee Eat to peontc evs ntereason ycuguatee ee Tegan kw dems candace Me Inada del cee an ene Mane "Sn Obres ccelaa SAREE AE Me Pie 8 de ide, Carpe ch 90 "MarsEapels Archivo a os a n matiz. autoritario, sino por i Z eee Bohcts pooletesnaanterhee rae los nto socialistas desde Ia poca de Marx, puck Ne Na. Ralph( Miliband Nicos Poulantzas Ernesto Laclau i IL ae EL PROBLEMA DEL | ESTADO CAPITALISTA | - Debates sobre el | Meosrouannas / Estado \ Z | Capitalista/1 a (%) Pstado y Clase dominante (Compilacidn y estudio pretiminar de Horacio Tareus) \ | Imago | Mundi | | {La obra que Ralph Miliband ha poblicada recientemente, The ‘State in Capitalist Society” es, en muchos aspects, de una impor tancia capital Es un libro Surmamente sustancioso y no se puede res mis henestamente on unas pocas gina: no soy capar de recomendar fo lectra en To que se merece, Me limtaré aut a unos pocos comen- faros crticos, em la ereencia de que s6lo in ertica puede Baer avan- tar la teoria marrsta, Ya que ol cardeterespectfico de esta teoria. Compara con otras problemsticastedricas, radicn en el grado en que Tateofa marist se provee, en el acio mismo de su creaein, de los ‘medics de su propa erica interna Debo manifestar desde un princi- pio que mi eitiea no ser “inocents”: puesto que yo mismo he tatado {Se tacuestin del Estado en mi libro Pouvoir Patitique et Classes Socia'es, estos comeniarios se dervarin de ls posiiones epistemo {baieas presentadas en él, que difieren de las de Miliband, Ante too, alguras palabras sobre los mérites fundamentates del libco de Mili- ‘hand La tori det Estado y del pode politic, salvo raras excepcio- nes camo la de Gramsci, ha sido descuiada por el pensamiento ma: sta El origen de est desarencion debe buscarse en varias casts dh ferenes, relacionadas con las distings fases del movimiento obrero. Enel propio Mare, este deeuido, més aparente que teal, se debe 30- bre id al hecho de que su pincipl objetivo teico fue ef modo de provdccign capitalist, dentro del cul la economia no silo desempe- Fala funcion determinante en Uitima intanca, sino también La. fu ‘on dominante ~mienzas que, por ejemplo, en el modo de produc- ‘in feudal, Marx indica que sila economia tiene también fa funcion etemninante en ultima insancia, es [a ideolowa, en su forma religio- ‘is que desempefa la Funcién dominant. De aguf que Mar pusieta todas atencion en el nivel ezondmico de! modo de preducci6n cai tasty no se ocupara especificamente de los ot0s niveles, tales co- tno et del estado: slo se ooupe de estos niveles a través de sus efee+ tas ex la economia (por ejemplo, en los pasajes del Capital acerca de Ia leslacon de fériea). En Lenin ls razanes son diferentes: deai- ‘eadoa la prtica politica deca, so se ocupe de ia cuesign de Es- fadocn obras esencialmente polémicas, tales como Fl Estado y la re- * witty Nissen, Lands, 1969 cats Merc, Sisto XX, 170}. nia Pc 1968 rac: Mio Sip XI, 969) Yalan, que no Gnen i vlog ebia de cists ontos yes, como Fl desaerllo dl captain en Rusia. iCino se a de explicar, por conuaste, la destencidn del estudio teorico det una Internacional y en la Teresa. Inter nacional después de Lenin? A este rspeeta quiero nslanta, con to las precaueiones necesaras, la siguione esis fa ausenca de un io del Estado se detva del necho de que la eonespeiin mina te en ambas internacionales fue una deviaei, el economicismo, que ‘a acompafato generalmente por una ausencia de estrsegiy Ge Ob- {etivos revolucionari, inluso on os momentos en que adopt una rma *izquiedisi" 6 tuxcsbunguists. En efeto, el economicisina considera que los aos nivels del realidad social, ilusa el Estado, son simples epifendmenasreducibes ala “base” econsiics, Por esla Fay6n, resulta superflua cl estuio especifica del Estado, Paalelamen: (© 4 e510, el economicisma eoasidera que todo cambio ent sistema Social tiene lugar, fo primero de todo, en lx economia y que lance politica debe tener ala evonamia camo su principal objetivo, De mc revs de dso eu esecticg de Esta, De exe mo, conomicisiio conduce 0 al refarmisna y el "iadeunionismo” 0 a Formas de "izquordismo” tales coma cl sindiclismo, Ya que, como in demasir el ajetive principal de la aecdneovolucionara es ef poder det Estado y ta condicion preliminar de wa rovolucicn soci sts la destruccin del aparauo del estado burguts. fess n'a Sunt lemon, Sos mess ens Te ac ec pa buna Goins stad poten "tna, qe Gn en orn poe rote 99, foe mona som y aul de a oe 2 tevolnari Exo eliotn pr pros iequerdisa del Ketsem tata 1935, con al pero ftom des puts e193, Eae econo din a aasncta dura Cl ao en Ia Tah Inrnacinl,yen gina pat Que as deste els (conmsiemnasnca de un cca Edo) uc ex ais dl asco, prceanene done Te Komi lenaas recs det cor el Ea’ Coens oes snes Tocetin yo expn aver qe ts stoma pias a pola salsa: hala oon en a cn ce plo ” © pss Consttucia Bsadoy el Paria Comnsta on la URSS, sintoms visible en a fa- sta de 1936, e8 muy compensible que el estocio fal Edo quedara earo toma prohibido par exceence. ste es ol conterto en el. que la obra de Miliband ayuda a superar ‘ya importante laguna, Como oeure siempre que secarece de uns te ba cieniica, ls eoncepciones burguesas del Estado y del poder po: Tico se han apropiado del tertona de a weorta poles casi sin ser pucstas en ented. La obra de Miliand es en este aspecto verda- foramente cutdrias aaca metédicamente estas concepeiones. Des- lesa gutosamente una caniad formidable de material empiico fn si cxamien de las Toemiciones sociales coneretas de los Estados Unidos, Inglatera, Francia, Alemania Japba, no slo demuete ra falmente lis idealogias burguesas de Estado, sino que nos proporcion Faun conoeinienta posiivo que esis idenlogtas nunca habia sido capaces de produc, No obstante, et procediniento eseogide por Miliband -una res- poesia diveca a as ideologias burguesas mediate el examen inme= {ato dl hecho concreto-e8tambign, a mi jicio, el orig de las de fecios de su libro, Noes que yo est en contra del estudio de Ia Yeon tyela” al eontrario,s0y tanto ms conscente de a necesiad de ani ‘is conercios, evan que he descuidado relativamente este aspecto de lacueston en mi tvopia obra (cuya intenciny objeto son bastante ci- Ferenes). Simplamente quiero dct, que una condiciin previa de toda proaimacidn cienfea a Io “conereio” es poner de manifest los prineipios epistemol6gicos del tatamiento que se dé a lo concreto ‘Ahors bien, es importanc advert que Miliband en ningin memento Se ocupa de la tora marnsta del Estado como tals ben est cons- tuntemtente implietaen su ob, La toma como “dada” en cierto modo para Conese a a luz dela misma als ieologias burguesas exami fando Ios hechos. En ese aspecto creo fmemente que Miliband estt ‘quivoeado, porgus la ausexcia de una presentacién expla de tos principio para la exposicién de undiscurso cientiico nunca es ino tht: sobre todo en un campo como ta teoria del Estado, donde todavia ha de eonstuirse una for snazxista, como hemos visto, Ea efecto, tno tene Ia impresion de que esta ausencia mechs veces conduce & Miliband a ataca a ls ideolngias burguesas del Estado al mismo tiempo que se coloca one propio campo de aquéla. En lugar de des- 15 plazar el campo epistemo6gico y someer estas idedogtas ala ertica dela ciencia marxista mediane a demosacién desu indecuacion a la realidad (como hace Mar, especialmente en Teorias dela Plus lia), Miliband parece omitir este primer paso, Sin embargo, los andi sis de la epistemologt moderaa demvestran que nunca es posible ‘ponerse simplemente con “echos conerctas” a canceptos, sino que {tos deben combatise eon oirosconcepios paaleos steados en una problemitica diferente. Ya que sélo mean ‘eeden ser confrontadas con la Tomemos un ejemplo sencillo, Al ataear la nocién prodominante e las “lites plurals”. cuya (ancidn ideolgiea consist en negara itencia de una clase dominante, Ix respuesta de Miliband, que se spoya en “hechos”, es que esta plraligad de ls dites no excuye Ia existncia de una clase dominane, ya que son precisamente ests li tes las que constiuyen esta clase™ esta respuesta es similar tla que Bouiomore daa la cuestén, Aira bien, yo sostengo que al responder al adversaio de esta manera, uno se sta en el tereno de aquely pot es az6n corre el riesgo de hunitse en la cignaga de sw imginaetn ideol6eiea, con Io cual omite una explicaeion ciemifica de Tos "he cos", Lo que Miliband amie es la intodvecién necesaia de una i= ie de ka nocidn ideotdgica de site a i tve de los concepts cient 0s de ls teria marxista. Si esa erica hubiera sido hecta, habia sullado evidente que ts “realidad eoncreta™ ocultada por la nocién ve lies plurals” la clase dominant, ls faceiones de esta elas, Ia clase hepeméniea la elase gobemant, el spars del Estado~ solo se pueden compeender si se reehaza la propia hocign de élite Ya que los ‘concepts y nociones munea son inocentes ys no emplea las nocio- nes de adversario para eesponderle, as legitima y pernite sw persis ‘encia, Cada nocién a concepia solo adquiere sentido dento de una problemitica teéria slobal que les fundamen: stcados de esta pro- blemitiea e importados “xcrtticamente” en el marxismo, tienen efee- (0s fotaimente inconsrolables. Siempre salen a Ja superficie cuaado menos se les espera yamenazan eonsantemente con oseurscer el an lisiscienitico. En un eas0 extemo, uno puede ser contaminado in- bands p 245.9 Ape hy 94, 6 ‘consciente y subrepticiamente por los propias princpios epistemold cos del adversario, es decir, pr Ia problemstica que fundamen los Eonceyfos que no fan sido cxcades leGricamente, al creer que son retuados simplemente or los echo. Eso es mis serio: porque yo nO $5 tte meramente de Hociones exteras “imports” con el maxis to, sino de prncipios-que pueden viciar el uso que se hace de los ‘ropiosconoepas marxisas, Es éste el caso de Miliband? No creo que Ins conseeuencias desu rocedimientohayan ido tan lejos. Sin embargo, no por ello es menos Eero, en mi opinign, que Miliband a veces se deja influir inde ‘mente por los prneipios metedoldgicos del adversaio,;Como se ma- rifles esto? En poeas palabras, dria que es visible en iss dificult fes que sete presentan Miliband para comprender as clases socia fes pel Estdo como estracturas objervas, 9 sus relaciones como an Sistema objetivo de conesiones regulares, coma una esttuctura ¥ wh Sistem cuyos agentes, “los hombres san en palabras de Man tadores" (ager) de i misina Miliband da const ‘sind que para él fas clases sociales o fos “grupos” son, de alain modo reducbles a relaciones interpersonales, de que el Esado se E puede reduc las relaciones interpersonal de 4os miemibos de Tos Uhre “prupos que costivyen el apart de Bad, y nme ape selene scat ssa el Extad se ped euct hs caionsinrpersonaes dels “indviduos doe eompooet. fos pos sociales 9s dvds” que comonen para el Ena Enum ariculo aterioren la New Left Review ya he indicado gue esta eanepeidn, en mi opinia, se deriva de una problema dels Jo qos ha tenido constants Fepercusones en Ig historia del pena fnienl marisa, Sean esta problemtica, los agentes de wna fora {in weal, os “homes, ao son considerados como los “portado- Tes" de las instancias objetvas (como lo son para Marx), sino como et principio gensica de ls niveles dela totalidad social, Es una proble- =u Patel Ther nat Brinn, Ne Left Rese, 4S Gta egewanajdominain en Est dere Cars, Pus} Pret, 30), n le actresses de indus cro sg de a aectn focal de este modo, ainvesigacinsoiclbgin conde finamente noal estudio de las cordenadatobivas que determinant dish Gin de os agentes on lass Soci x comradicsnes ne estas thse, snot bisqaeda de explcaions finality baadss en Iss tmarvaciones de ta canduera de Tos aks individuals Stee, 0 tame a ls ape poesia Webs tno de! funcionalsmo eontempocine. Tasponer esta problemstiea St sto marmot dein, amos pons eps In et vena ang ir popin in de Coasideremas ahora; a foe de este pedmbulo, algunos de Tose ceed clea ined ee 1, EL also problema del managerialisma ‘cio rivad, también forman parte de a clase dominant, ya qu ba Conradiceion del sistema eapitalisa segin Mars, nos dice Miliband sets comradiion ente su cater cada ver. mas social y su fnai- Sha adn privad™. Aungue Miliband no excluye fa existencia de a datos ojetivos managerats relativanente diferenes de los de Los soptatos, considera a Ws managers como uns de las stinks ites Ezomémicas gue componen fa clase dominate Creo que sta os uta forma eguvocada de presenta el problema en ga prt Mar tier siivo de ls menos que eo rca expan aoe e0 modo alga, 8 mivacion Imam cso fotos petnents pode resulta “neeev0s, Poe Tana nose cans de inst en Ti ecesid de un ais “cet Soy caiguso" Pry can clase de nisi “ei” y “igus set Mas atm, que le do sie ut 2. Poder de clase y poder de Estado {Quiero volver ahora a la cuestién de la sutonomta reatva del Es: tado para mostrar hasta qué punto el absiraccionismo estructuralista de Poulantzasafecta su forma de abordara, No solo me parece que su forma de sbordarta esulifica su intento de explicar fa naturaeza dela relacién del Estado con la clase dominant: tende tmbign a subvert cl concepto mismo de autonomia relaiva. Habiendo sido expulsado ‘or la puerta principal, et “sconomicismo” reaparece bajo un NUEVO iseaz por la puede aris. Ast, Pouantaas nos dice que "el poder o esti situado en Ios aiveles estructuales, e un efecto del conjunto de esos niveles,y, sin embargo, caracteriza a cada und de los niveles de ls lucha de cases” (p. 118) partir de esta proposiion (que a mi ‘me parcee extremadamente dudosa, pero dejénmsta past), Poulantzas sigue edofante hata llegar a i idea de que “el concep de poder no ‘puede, pus, aplcarse aun nivel de I esrucwra: curio se habla por ejemplo, de poder del Esiado, no puede indicarse con exo el modo de anticulacén y de itervenci6n del Esiado on los ole, sino el poder de una clase determinada, acuyos interes corresponds el Eto $0. bre otras elses sociales” (p. 118) Esto, en mi opinidn, es maniliesta- 'mente incorrect: es simplemente falso el que al hablar de “poder del sudo” no podamos referimas mas gus acl poder de una clase d= lerminada”, Ya que est, inter alia, Supone prvar al Estado de cual ‘qui ipo de autonomia y consertlo precisamente en un simp ins- trumento de una clase doterminada ~0 lo que lo mismo, peta mente anularlo conceptuatments-. En easo de que alguien pueda pen fsar que exagero,no hay mis quo considera est "las diversas insti ines sociales, y més paricularmente la instucién del Estado, no tiene poder propiamente hablando. Las instiuciones, considentdas | desde el punto de vista del poder, no pueden sino ser reerias a fas \elases sociales que detenian el poder” (pp. 139-140), Como si vier a consienciainguieta por las implicaciones de lo ‘que est diciendo, Poulanizas nos asegura que eso "no quiere decir, sin embargo, que ls centros de poder, las diversas insttuciones d¢ caréetereconémico, politico, militar, cultura, ec, son meros insu ‘mentos, rganos o apéndices del poder de las clases sociales, Dichas insiuciones poseen su autonomy su especificidad estructural que, en cuanto tal, no puede ser inmediatamente reducible aun andisis en 12 mics de poser” (p10) ta concesién poco enusiasa no ds ‘ta confusionno hace més que multiplicarla, = Lar de contin, os mens una de sus ans ec a od Poulan nhs neces tisha ai eae Y pede Ed Ets Gs Fay esas ene ie inmal"pr nol na vats ta ene 2d lore Pero dns ree eas tari nora et cone sone a ae Se i vse a dnt enree nee yeaa ¥ Estado, yo ands de sigiicad yl tmplcaions de 2 epi de stnomieelaiva dee, sn dda, coarse en as eg ue hacen gue sa mayor o menos ceutscas ca os gue 3 as sossvament. La dfuminacion por Poulaas de we dees Gidn ene poder de clase y por de Estado hace eps andl a psi de tas sus denuncias el “conamsione fn a sume aur carter do “spitesdme Esto result particularmente evidente en las escuctasy dispersas setrencss de Poulunvas af forma democrat anges dal Eee ‘apitalista, Se pueden dar dos ejemplos para ilusrar este punto, | Drmero afecta 2 las relaciones enue los diferentes elementoe del sg tema de Estado, Para Poulantzas, relacién misma de los pods instucionaes dl Estado, relacion concebida como una separtidn de 4os tres podores, en realidad no ess fijada en el Estado capiaign mas igen ranean BE Soren clam epi aoe fy nein ten hue ath etree aca {que como una ‘distibucién del poder a partir dela unde indivisa de la soberania esta” (p. 363). Esa formulacién oseurece algunas Jmporianes cuestiones acerca de la naturale dela forma democria bburguesa del Estado ‘Sin duda,en el semido drétco que habituslmente ha vedo siendo utlizado, el concepto de la separacion de poderes es una mistficacin ‘qu srve a unos fines apologécns. Pero pasar pr alo la sepracin rel de poderes qu se da en esta Torma de Estado, considerindalo como una “simple distribucién de! pods” procedente de "Ie wnidad indivisa de Ia Soberania extatal” es ignorar una serie de procesos qu esc deer de un cori politica marxsia sitar en la perspctivaadccvadh As, por ulizat un ejemplo tépico, las luchas coasbtucionaes en toro a Watergate pue- {eno o proc grandes esuliados, Pero hay algo qu va muy mal en und forma de ndisis que sugire que “a verdad relcin ene fos poderes instiuionales det Estado" (en ese caso, el Estado norcamericano) es “una simple dsvibucin de por, a panir deta ndivisa sera esta”, Pla tea ademds cemasidaspeogunts y doa demasides sin respuesta. De forma similar y esto es mes important, en mi opnién Poulan ‘as subestima sisiomticamenie la sigificacién del papel jugato por Tos partidos politicos burgueses cn ls organivaciény fa anculcin de los intereses y cxjgencias de las diversas clases, noablemente dea clase dominate. "Los partidos politicos de a clase burguesa y de sus, fracciones” son incapaces, nos dee, “para desempefiar un papel orga nizador aut6nomo, aun Ijanamenteparecido al pope de los partidos, de la clase obrera” (p. 392). Eta es tumbia, sin dua, una atimacién insostenibe. La idea de que el partido Conservador en Gran Brean, y la Democracia Cristiana en Alemania 0 alia no han cumplido ests papel es absurda; de hecho, lo han representado con raucha mis efoc- tividad que los panidos obreros para la clase obra, “En efecto”, con tina Poulan, “los partidos burgueses no desempetan de ningin ‘mado, en general, el papel aulGnomo de organizacin de ests clases, necesiriojrecisamente para la conservacign de las relaciones sociales existentes,incumbiendo ese papel al Estado" (. 393). Peo de hecho 1 Esado no lo realiza. El Estado puede colaborar de diversas formas 8 que estos partidos cumplan con su pape, y ambi a que compitan on veataja frente asus rvales de la elase obec. ‘Pero la labor fundamental ala que se refiere Poulantras es realiza- ne 4a, en la forma democratico burguesa del Estado capitalist, por los ropios partidos. Tan silo en periodas de crisis aguas y prolongadas, ‘uando estos partidos se muestran incapaces de realizar sus funcones politica, puede el Estado asumir su papel™, aca cal del thvo, Polanzas seal a exisenia de una o- rien de ponsaniono qu 6 caso que se nga con Max We ter, y que prot reset al Esado "ya como fundamen exci independiente de o econ, del poder pli, ya com fan tment de pode poltico inpendien del poder ects oro roi om yale gu eo cal rca fis) no popeeioae ninguna epicacignd fundamen sl der politico” (pp. 431-432), seas Desaforiunadamente, se puede devi 1o mismo de su propio texto, fen la media en que lo que yo Hlamé en mi sriewlo anterior su "sw Perdeterminismo estructural” le hace asumit To que tiene que ser ex: Plea acerea de ls relaciones del Estado con las clases en el modo de produccin capitalist, Seda en ese esquema una "destalizacion”™ elas class, cuyos “intereses objetivas” queda definidos con tama vaguedad que hacen posible todo y cualquier cosa; Io mismo se puede decir areca del Estado, cuya autonome relativa, como y he Seperioanteriomene, se wanton en una compl ism 3. Bonapartismo Poulantzss no parece estar realmente interesado en i forma demo- ‘rdtco-burguesa del Estado", Su interés peimario Se centa en fs for- Aa unbinecontsin sv poe porn aint snaicas gps sean en cleo, age a p00 Pana sla gar lps ‘Slgeeuvao gia ans cna meyo el eno espe Seager clas) resins, mis qe taeda som cn en denen casein del plea, ‘mitre an que bea aa el evens police coronene Tem suri ef pce eo Site poi xp, nsque dimen ear, ers de nein lie abut Wight Mill oo eves de ue “ser coe us

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