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    democracia y libertad de prensa

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    Sorgis, TeErospg UOLOVULIOFUT BI op UTOeZIyeIOOUIEp BI 8 Bol[odouoUT UOTORI}UEDIOD BI OG dadedVALNOSD A aided S0ldan ONVUYAS TWADSVd » LAINOWVY OIDVNDI + S3VHOW 3G SINS | ios, poder y contrapoder: de la concentracién monopélica democratizacién de la informacién / Dénis de Moraes; Ignacio Ramonet; Pascual Serrano. - Ja. ed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires: Biblos, 2013. 174 pp.; 28x 16 em. (Comunicacién, medios, cultura) ISBN: 978-987-691.225.9 1. Comunicacién, 2. Medios de Comunicacién. I. Ramonet, Ignacio, I. Serrano, Pascual. II. Titulo DD 802, Primera edicién en portugués: Média, poder e contrapoder: da concentrago monopélica & democratizagéo da informagio, ‘Sao Paulo, Boitempo-FAPERI, 2013. Disefio de tapa: Luciano Thrabasst U. ‘Armado: Hernén Diaz © Editorial Bi Pasaje José infoa os, sin el permiso previo y esrito del editor. Sa infraccién osté poneda por las leyes 1.728 y 25.46. Esta primera edicién fue impresa en Elias Porter Talleres Graficos, Plazal202, Buenos Aires, Replica Argentina, en diciembre de 2013, Rote libro esta dedicado a la memoria de un ‘mazstro del periodismo: Ryszard Kapuscinski Piask, 1982 - Varsovia, 2007). “g¥ por qué el periodismo®, le preguntaron cierta vez. Kapuscinski respondio: “Porque, ‘cuando era joven, fui tomado por 1a pasién de descubrir nuestra pobre existencia humana”. 1 “(o00e “ens rasp pene & (OTE OL PE ‘s2qH| C Beeuod, wpuopar wou Y{ Ue UpIuASIeNa] yuo operey FIs OI SI» equazayrp Anur so ose ozed ‘ooppgyied un apuny opresoudwio un on 9p Bx]U0d ue £o89 ou oMOD “OI[a ap wazUOD UO £0480 ON “feHdSOy, im ojwermeuomuny uo 1oued £ svos9 v oysozap JP WO Pres v] B oqpazep Ja Ipunyuoo own sa upisaxdxe op peziaqyl woo wsuosd op peyoqy zppunzuoo ‘oyue3 Jog ‘oquoureoT|qnd osresordxa Jopod ered opeztuefuo wekey os on souspepny ap odnad un op opeyynsax ouz00 open eévy onb oquodngur 9 opony oquoueUTTUTEE UproRarEeD sopes opeurmeyep un sod operyjn 19s apand o[9s oypaiep oso ‘sojqrpupsordny souoysiaaut sopuesd sey £ upioearmut0o ep sorpout oj uoxembax anb opeyfoxresep wey ufezyeuysnpur op opera [9 woo ‘Tenjoe |p owt0o opwasour ap eRuoUODe op BUEa}STS tM we an so ‘uroyqoad [5] ‘opeyss_ [ep saxepod so] sod sopesnsuao yu sopeyosyu00 -o1 ezed .esuard op peyroqy, ourm9) je JezITEN ayuoNIO SA ouniiag yonospg sesuaad op peyroqy £ eper.0ureg, Pascual Serrano de la libertad de expresién. De modo que en la realidad la libertad de prensa es, digdmoslo asi, el derecho del empresariado a operar en un determinado sector. No es ningtin derecho de la ciudadania en general. Cuarto poder Durante la Revolucién Francesa se acufié el término “cuarto poder” para referirse a los medios de comunicacién. Con esa deno- minacién se planteaba que los medios iban a ser el cuarto poder, es decir, ese poder ciudadano que vigilaria a los otros tres: ejecutivo, legislativo y judicial. Con el paso de los afios y el desarrollo de la economia de mercado hemos comprobado que esos tres poderes estén siendo gravemente amenazados por el poder econdmico , influencia, su ambicién desmedida y su capacidad do corrupcién, se ha convertido en un actor fundamental de nuestros sistemas politicos. A pesar de esta peligrosa influencia, los tres po- deres tradicionales mantienen mecanismos de democracia y control piiblico de mayor o menor efectividad. Sin embargo, es el cuarto poder, el meditico, el que se ha visto totalmente permeabilizado rales sufridos en las décadas del 80 y el 90 arrasaron con los sistemas de informacién pablices con el apoyo de la derecha y la indiferencia de la izquierda que, con razén, los asociaba a los dictadores ante- riores. Aello se afiadié el papel cada vez més sofisticado y potente que han adquirido los medios de comunicacién en las sociedades, democréticas, donde la conformacién de la opinién publica es un elemento fundamental para el ejereicio del poder. Como resultado ‘tenemos un cuarto poder con las siguientes caracteristicas: + Esun mero apéndice de grupos econémicos empresariales. * Nodudariamos en considerarlo més poderoso que los otros tres. Basta observar la agresividad con la que han reaccionado ante las politicas progresistas en América Latina. Hoy ici a estos gobiernos no son los partidos politicos de contraria con su correspondiente militancia ciudadana; son los, Demowacia y libertad de prensa grandes medios de conunicacién los que se han convertido en actores politicos fundementales. diferencia de los otras tres poderes, el meditico no tiene nin- guna legitimidad democratica. Nadie lo vota, nadie lo elige. En Brasil, se loha llegadoa denominar “coronelismo informativo”; creo que el término, teniendo en cuenta lo que significan en América Latina los coroneles, es suficientemente elocuente. Bajo el paraguas de lalibertad de prensa han logrado un nivel de impunidad impresionante. Los medios hoy mienten cons- tantemente, manipulen, insultan, desprestigian y destrozan prestigios y trayectorias de quien se ponga en su camino. Su intolerancia ante cualyuier poder legitimo y democratico que ose tocar sus privilegios es absoluta. Han embestido duramente contra los gobiernos latinoamericanos progresistas por desarro- lar sus televisiones piblicas, por conceder licencias de emisién. a los movimientos sodales, por aprobar leyes que obligan a garantizar la veracidal de los contenidos. El 31 de octubre de 20LL aparecia este titular en el diario espafiol Hl Pats: “Los jueves amenazan la libertad de prensa en Latinoamérica”. Como si los jueces latinoamericanos se hubieran puesto de acuerdo para atentar contra la libertad de prensa. Sencillamente esta- ban aplicando legisladones aprobadas de forma democrética y legitima por gobiermos y parlamentos, sobre la base de las, ‘cuales algunos mediosestaban siendo sancionados por mentir, calumniar o hacer apo'ogia de delitos. En Ja medida en que son empresas, no estén sometidos a con- troles econ6micos comcel resto de los poderes. Un diputado, un fancionario, un ministro o un juer, acabaria en prisiGn si reci- biera dinero de sector ¢ persona en litigio. Los medios todos los dias reciben dinero (mediante publicidad o cualquier otra via) de sectores interesados 0 con vocacién de influencia social. diferencia también d2 otros poderes, los medios no tienen un contrapoder. El gobierno tiene una oposicién, los empresarios tienen unos sindicatos, las empresas tienen asociaciones de usuarios. No hay contrapoder al meditico. Se intenté con los -denominados observatorios de comunicacién, pero no se ha consolidado. i “2008 2° 148 9p ye 20d syed een wo Uppy vf {sp enyoe uppensie wf aiqos pEUoMNg v| ap auyET fo Eqonsde ox onb [040d sapypTIN ‘3od0 ep poprendt 9p sofa 41 9p soRpAIeC 30[ 9p PAIN UPITUOD Bop OPIBTY Z oo jeLreseadura up}efer ombpeno weseurune ‘uorepABoxs0;Ne ‘vy oquerpour ‘onb & soLreIp so] e eqesut ousarqon Jo 10d opezoqeys ‘wold Ig “vzzony cy 0 sepemesue sepesay| sazafnu op pugtaLyosorar -98 op uoTEnIs zum & BpeBT] oqtoureypax|se yIS0 UOLONATSOXd BL doing ug *,seumara, omoo semarssosd sey e wjUyop onb £ GOO, 9p oxaue ap T Je OFA ws 9z]UE onb [enxes upoRoTdxO op souy ‘woo sousunyy Sou9g 9p wILIT, Bl BAqMOD [esBOIUT WET [P 910qe [> Touedse owelgoy [gq “souoTprUr zomp soy vySey weqeBoT] ‘o7mED0A dna [9 our09 ‘s0xi9 “sopenue soime ep souoffrar S95 B oux0) WO ueqesos3ay opunyy 157 & s}0g 191 outo0 soorpots0d ‘sey “uoTIMyN|SOxd 9p sovountre tor & soqteTDeqOS ext EyBooax sojouedso soorpotiod 80] ‘Tex0quy Byp un uo ,"uoIONyTSord ey ap UoEMIIS P| axqos ouLIOFUT ‘un pxoqpje & 200¢ ue ojtmse Jo Opuoqe onb eUEyUOMIE}Led UOISTUIOD ‘wun unSeg ‘soloyoueg sensurd ueyiody s9j anb sou s0}s0 v opejounuar wer] anb souterp so] scood wos oxod ‘soprsexqoduo sogrod 9p soquepaoaad sazafnun op s9]ft: sepMauios oA os onb Bl B uIIE -ojdxo vj £ oxee [ep sesopeleqesy sel ap souororpuoo soy512) sey Op ‘viounuep & oorpotzed zombpens wo x09] sourepog “wyLs089 estar > ‘uprongysoad 2] ap pepoygnd v] op wren ag -sesardure sns £ sorpour 50 9p Jopod yo wxysn7z onb euEdssy op oydurafe-un xe}u09 w ko, ~esuaad op pryzoqy ‘uproUrD]] O| 080 w :oxes8 spur of { “opropuayep wed sopvors Uy}Sa soqje anbiod opeorour jap sovBartatad soy wxyuo eqUOWe oso on ‘erambpeno eaquoo seusty oxo upseZuy] os SepefndrawUL souCDEL ~xoyur ns £ oBizeou9 10d sofeyrodar sus ‘soye\x0}spe sn ‘se)STOU|OO sns woo ‘sompez sey £ souorstasya, se] ‘sootpolied sory “souepapny> soj exed souour £ opeozour jo sed xopod spur uvsiuodoxd anb soonyjod soy sopo} v upzeXode sompaur sose ‘osondns od ‘5 “log-2909 9p eljaqoq BUM ta RosotH wun oprorqnasap esoiqny os onb op vo v] so zeoqnd sped as vounU onb of ood ‘oueanqndos oquopisard fo vazu09 0 vyesoouap ayuoprsaad [2 ‘Bayuoo sqq]2050 wpxpod os sred né uo onb yyuowioo asuaprENopE}se eystpoyied up, ‘uepueuy soj onb sooueq soy onb souonp souasTa so 9p wees spurope £ soo qnd soforaros So nb soPuMUE spur UPL ‘vevaud 2p pong & opnszouag, on “tog ‘exedy; oxy ‘wareany ‘nssedoud oowaud 9 9p onrw 19 “9pOd ep souoypuoNB SOT TRAD) EEG £ spsmapg ped op oxgy JP He syusuBEKEITS EpEUDEeIT 6° SIE HIS “T -eyrosty omos onb sepearid sopeprszaarim se] & sopeqtdsoy soy & ‘pepongnd opmeye xaos tests anb op [ey uoo wremeyd fo UaKNASop onb souorpexodieo se] e ‘seroueues sns xerofour ezed soprdsap 129 -dv onb sesardure soptread sey ‘seomodiy sns weed ou souamb & ‘ueronyesap onb soameg soso v tipsapuayop ‘oLresqu0o Ty sex0p ese op oymeonIquy un v vsoxo}Ur 9] ou ow eioueU eUsTUT BL ap “eI -owtop Bu pepo Bl BEeTOATT G9] OMEIDEIDONIDP B| op soqrERTEG sozosuayop ooo Wetesexd 08 £ psuasd op peyoqy Bl WeogpULALOA ome} ab uproearmutes ap sodnaf soys9 2 “BfouONsestOD Tg “erpess0mr9p B] op saxoTea soy woo pepriqnedmoour ns é ‘sepearid sesaxdie sopuexd ap sopepardoad ‘ugroearmmoa ap Scrpatx So] opuedoT| UIs Sou ‘epuope sopuorduios v sezuowoo sowepod was vse ap anyzed y ‘opeozour Jop nqyisdso yo woo sopqyretuoouy wos sopexoM £ sooHD soudroutad so] 07023 of Jog ro3uOWITEUEd sopEBNSea seysTOOR so xod sopeyounuop Jos weLApod ‘Tetresarduo upIaesod00 | Op sopeymnsed op wyuond e] oyuouTeATEsAT WeTeOOPN Is “BpLOUTUE BER Op somEUMY SoypArEp so] TapUAFSp 0 OOTDG OIVFTOD Tm op UOFIMposer [8p sod ue zefeqen ‘aquerqure orpeur Je Tepmo “e[qpurosaxdunt ol ap spur saxopefeqen sns v re8ed ‘vpomr aysa acy SeIsTUO|IIE Soy 9p SoormouoDe sesaxeTUT So] aquoUTEATIEBOT aqD9pe onb pEpIANIe sembpeno ‘esardura ns ap oareur [9 ua ‘oqeo B esoq] owale OxauTp pp saxopexystunmpe £ sopeuresardup soansanp soy ¥ oqiyoad £9] ‘BT suysTuOROF sns ap sopyouag so cezrunPCoMT & £oq sod sepESTTGO ‘upso sepeatid sesoaduro Se] ‘opeaicut op Seymouo90 se] ap SOUT -2[S1Ho]. se] UNBag -oyWOMOTO O40 ScuNepENY “oxOUp Jop Jepod Jo uuos ‘repod oyrena tp Sart Hos ou sompour soysgy‘sauaoemrye Sopuess ‘seanssfAomoyne ‘somqreoxpry ap sesaxdure op ods Jop soqteTD -umue sepues# 9p epustlap pepmige ns x ‘ugpepuEuy vl ered sorqepusozdun soureoureq sodn.d eyseq up DeULIOFAE | ap UOISHATD 9p SeIA SE] we[OXIUO anb souoTeorMUEDTTR} sel Bp SBfEUOIETT -[num apsap ‘so10}208 So] sopor uo S9caxaqUT 9 SoMO|TR WoO SOTELTES -o1dura sovroduro uos souenp sns ‘apoeorunutoo vf ap sopresaxdura rombIs 11 wos ow sorpour so] ap scuonp soy onb sourapz0o9y ovousag poring Paseual Serrano la prostitucién. Apenas unos pocos periédicos de segunda impor- tancia siguieron la recomendacién; la mayoria y los principales, signieron haciendo caja con esos anuncios. La prohibicién de esta publicidad a buen seguro contarfa con el apoyo de todo el espectro social e ideol6gico de la ciudadanfa. Sin embargo, ningtin gobierno se atreve a prohibir los anuncios para no ofender a los grandes, periddicos que contintian asf lucrando eon esta prostitucién.’ Si los prohibiesen, seguro que serian acusados de atentar contra la libertad de prensa. ¢Por qué la libertad de prensa no garantiza Ia libertad de expresi6n de los ciudadanos? Elarticulo 19 de la Declaracién Universal de los Derechos Hu- manos establece el derecho “a recibir informaciones y opiniones”. Enel caso espafiol, nuestra Constitueién es la primera en Europa que recoge el derecho a recibir una informacién “veraz”. Por lo tanto, si las noticias de nuestros medios no poseen la veracidad ni la calidad necesaria y las opiniones no estén equilibradas, se estarén violando los dos pilares legislativos fundamentales de nuestra comunidad, por mucho que sigan alardeando de libertad de prensa. Pero para que unos ciudadanos disfruten ol derecho de recibir informaciones y opiniones se debe garantizar a otros el derecho de ‘emitir informaciones y opiniones. Y ese derecho, todos los sabemos, Jo posee sélo un oligopolio de unas pocas empresas de comunica- cin. En consecuencia los medios no ejercen el derecho a la libertad de expresién, ejercen el derecho a la censura puesto que deciden qué es lo que se publica y difunde, y qué es lo que no. 43. Bata informacién se presenta més extansamente ene libro de Paseual Serrano, Tra: feantes de informacn. La historia oculta de las grupos de comunicacn espatioles, ‘Madrid, Foee, 2010. 2 Demoraciay libertad de prensa ‘La nueva censura Durante mucho tiempo hemos asociado dictadura o abuso de poder en lo relacionado ccn la informacién con censura. Consistia en la prohibicién de difundir una determinada informacién. Es evidente que el problema de la informacién hoy no es la eensura, cen pocos: paises se impide difmdir un determinado dato, un de- ‘terminado hecho o una determinada opinién. Sin embargo, sigue existiendo un importante déficit del derecho a la informacién. O, dicho de otra manera, existen otras formas de censura._ ‘Y'aun hay més. El eccritor y periodista polaco Ryszard Ka- puscinski comparaba la situacién de censura que vivié en su pais durante el denominado socialismo real con el panorama actual en los medios. Segiin él, aquella censura ahora est maquillada por la manipulacién. Si antes, en su Polonia natal, los gobiernos impedfan la difusién de determinadas noticias, ahora mediante los silenciamientos, la frivolizacién, el desvio de la atencién a asuntos menores, lal marginacién de\intelectuales discolos e incluso las mentiras, el panorama de desinformacién de la misma vietima ~el ciudadano de a pie~ no ha mejorado. Analicemos dos smiles. Si estoy viviendo bajo un gobierno dictatorial que quiere impedir que me llegue la carta de un amigo procedente de fuera del pais, ese gobierno puede hacer lo tradicio- nal de un sistema opresor: poner un policia a vigilar mi buzén de correos y cuando legue la carta apropiarsela. O podria hacer otra cosa: encargar a sus agentes dejar todos los dias quinientas cartas en mi buz6n mezeladas eon la que egue de mi amigo y que yo no Ja pueda diferenciar. De este modo habrén logrado igualmente obstaculizar la informaciin entre nosotros dos. Otro simil es ese juego de nifios en el que Pepito le quiere decir algo a Juanito y el resto de los amigos no quiere que Juanito se entere. Entonces, cuando Pepito va a decir algo, todos empiezan a gritar y a hablar al mismo tiempo. Como resultado Juanito no sabe lo que Pepito le quiere contar. Estaremos de acuerds en que estos dos ejemplos graficos y aneedéticos pose la misma eficacia que un sistema de censura para evitar'la transmisiin de un mensaje. La idea que quiero a ca seonpipow seuedureo op seumaya opuols opera} trey ‘SoOTpOLE -0d 80] ou109 ‘sooanf so ‘soseo sozqo Ug ‘soTerompnl souO|sToap a1qos sopod tm ueesod sorpeur soy anb zap azorab osgy “uproeoruntoD 9p soqpour soy od opeazo euro jo 10d SopeuororpucD WEA os Ou ‘anb exed sopmnf soy op osmosuex, [9 ajuemp sopeanf so] v xe[sTe ‘uaptoep ssven soj ‘eratienaaxy seuruOD Zea wped ‘onb sOUIOqES Sopa, “coprpout oyjodoaze [ep waqy os coodures [erotpnf zpod |g “TeIrpME “zeayo spur so onb aqus anbzod opunas oy ‘BLIBELP “UDISTA9]o} BL eyUE SoyNUT zarp A oytTaUTEpTed Jap ouaTA [> ‘U9 UofsTEALayMT op BIOY eIpam aqua Bopp anb exotany opeyndrp um is Koy “seremIyo se] £ soueyozorm soy 10d vpezeydsop waraIa, ‘corotaaroyir 9 aqeqep ap soqtoTuposoad sns ‘sapexo}pa[9 sopeyAs -01 80] 8 soqeuoinzodosd souorseyuosaudos sns too ‘oaryefst89] 19pod [Pp equaysns 9s anb e] we upronqnsur vy “euLz0g wyS0 acy “UoESISOdo ‘e] v aopuodsex exed wauosd op upon eum yrRo0Au09 owrOIqOS J ‘wopenunuod w ‘K “osoudin0 [e WeayEqep ered eureyuoUTEprEd BAN ~etprur etm onb esuoad ap pon eum soytre wooatioo offe xeroumuap rom enb uotorsodo & op opryzed un omg opeqosdutoo oy omsta 0X “oummzodo texeprsuso anb of wayrustrexy ob So] sorpaus so] wog “ompes 0 uprstaaqay sod oypastp we uanfis 80] ooodurey ‘sozeqap Soy oqpnose v soyuoure|red so & wes ou souepEpntD £07 “oalye|StEO'Y ‘njstar un onb eorprpour vrounsoud ns op span & souEpepnID soy v osaooe spur ypu) esuoxd op eystEUMIOo UE “UsDeT OT OUYD A ofesuour ns wepunpp 1S UepIoep onb soy (orpeu v weyuasoda ou onb) sompour soy upzas & esuaxdl op wponz wun wp (seuosiad ap souoyprur e eyresazdaz onb) oxysrarar un o aquapwsasd up “souOID -uaqUr 0 souorrsod ‘seanrod sns souepepnm soi v seayjdxe wred ‘Sorpow so] op paoour¥ ezquanoUd as oatynofo Jopod Tg “oarT2NLa ‘soxopod sax} s0390 soy 8 opuezeydsop < opueyjedaxye opeuruie; wey ‘opeynsor ow0 ‘saxosTmstEN te onb spur UprseEH -2ofar vy op soxopeydoozoqi wo scrpour soy B opRUIeAtD ey OOFEIP om ojepour [ap eyOATOdTY | ‘oFequra Mg -sepeIoos sojuoLUTLACU 80] op & upmisodo vj ap oyvedsax souorudo ‘soqueuraqo8 soxsont 9p souoo8 se] axqos SouCDeMINAMT ‘soousod soy ap seysondoxd eau ep porragy f ooo ‘soquarmpequooe axqos souoTyeULIO]UT BjLUpEpNYD Bl v TEAST] ered UoropeU soIpoU Soy ‘seDEOWEP seNSENU op [edrouIsd Japod ja Wo opryreauco wey os uoRUTdo Eso ap upHRIIOstIOD Bus weIedo ob soquoe soy enb rye op “eoriqnd uonndo vy se xepod pediourzd yo “ean -equosoudar epeoomep wun sod 1eys9de Ty up!oeorunm09 Bp soTpouL 80] op soxourgsed soy ofsq opueuopung ¥AS9 Peparoos BISON soxapod soxyo so] 8 ueTjadozye sorpaur soy “worsvoram0o op sorpaut soy Uos ‘emsua9 Bl ueor|de anb soy sou -x81G08 s0] uos ou opeorout ap souroyets sonsoNU Ug “aquOMETENAICeT ‘pons owes ‘cong zoourep uoroedionyred ms sepeatd uproeorIMTI0) ‘9p seseadwo seun op sougur uo Zepynb opand ou ‘opeuLioyar 238 £ TeuLOJUL v ouEpepnID oyPaLep [o TESHUEIES aqap wDEID0UIOp EU) ‘ow anb 0] & souepepny soy xe00u00 8 soureA onb oy weproop anb wa ‘vprpour b[ wo “ensued Zf & oyezEp [0 OUIS UOTsaxdxe ap PeLOqy Bl ‘8 oypazep [p we9d0f9 ou Sor[g|upTPBOTIMMIOD Op soxpour soy ‘oqUONIEY -woptag {sowepepnp so] & UonBo[| 004 sese onb wed sopod jo ouon, ‘upmb? ‘oBrequie ig “ou ‘Sosyed so] ap wpIO

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