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Voces: RECURSO DE CASACION - CONTRABANDO DE ESTUPEFACIENTES - DECOMISO -

JUICIO ABREVIADO - SENTENCIA ARBITRARIA

Partes: G. D. S. M. M. | recurso de casación

Tribunal: Cámara Nacional de Casación Penal

Sala/Juzgado: I

Fecha: 4-feb-2010

Cita: MJ-JU-M-56253-AR | MJJ56253

Producto: MJ

El decomiso de diversas sumas de dinero halladas en poder del condenado por el delito de contrabando
simple agravado por tratarse de estupefacientes destinados a su comercialización debe anularse, en
tanto de la sentencia no se desprende que el dinero constituya un instrumento del delito, no pudiendo
descartarse que se trate de ahorros personales.

Sumario:

1.-Corresponde hacer lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa del condenado -en el
marco del procedimiento de juicio abreviado-, en calidad de autor del delito de contrabando simple
agravado por tratarse de estupefacientes destinados a su comercialización (arts. 863 , 866 segundo párr.
y 871 del C.A.) y, en consecuencia, anular la parte pertinente del dispositivo que ordenó el decomiso de
diversas sumas de dinero en moneda nacional y extranjera, pues de las consideraciones de la sentencia
no se deduce con certeza que el dinero afectado constituya un instrumento del delito en los términos del
art. 23 del CPen., no pudiendo en el particular descartarse la duda en cuanto a que el incuso tuviera
capacidad de ahorro para reunir esos montos pues contaba con trabajo, no tenía familia a cargo y sus
gastos eran mínimos; circunstancias éstas a las que debe añadirse el carácter estático de la tenencia
endilgada, en tanto el material prohibido incautado aún no había sido comercializado, con lo cual no
puede reputarse que los valores sean producto del delito.

En la ciudad de Buenos Aires, Capital Federal de la República Argentina, a los 4 días del mes de
febrero de 2010, se reúne la Sala I de la Cámara Nacional de Casaci6n Penal, integrada por el doctor
Juan E. Fégoli como Presidente, y los doctores Juan C. Rodríguez Basavilbaso y Raúl R. Madueño
como vocales, a los efectos de resolver el recurso de casación interpuesto por la defensa en esta causa
Nº 10.530, caratulada: "G. d. S., M. M. s/recurso de casación", de cuyas constancias RESULTA:

1º) Que el Tribunal Oral en lo Penal Económico nº 2 de la Capital Federal, en la causa nº 1667 de su
registro, con fecha 1 de septiembre de 2008 resolvió -en lo aquí pertinente- condenar a M. M. G. d. S.
como autor del delito de contrabando simple agravado por tratarse de estupefacientes destinados a su
comercializaci6n (arts. 863, 866 segundo párrafo y 871 del C.A.) a sufrir las penas y sanciones de
cuatro años y siete meses de prisión de cumplimiento efectivo; pérdida de las concesiones, regímenes y
prerrogativas de que gozare; inhabilitación absoluta de nueve anos y dos meses para desempeñarse
como funcionario o empleado público; inhabilitación especial de ocho meses para el ejercicio del
comercio; inhabilitación especial perpetua para desempeñarse como miembro de las fuerzas de
seguridad; inhabilitación absoluta por el plazo de la pena de prisión en los términos del art. 12 del C.P.;
pago de las costas causídicas y decomisar la suma de setecientos ochenta y cinco euros (€. 7 85) y tres
mil novecientos ochenta y tres pesos con veinte centavos ($ 3.983,20) previa conversión de la moneda
extranjera, y transferirla a la caja de ahorros en pesos Nº 25.033.232/8 abierta en el Banco de la Naci6n
Argentina a nombre de "PJH-0500/335-CSJN-Fondos ley 23.737; y devolver a G. d. S. la suma de
cinco pesos ($5) - (fs. 314/318 vta.).

Contra esa decisión interpuso recurso de casación la defensa, el que fue concedido y debidamente
mantenido en esta instancia (fs. 335/336. y 354 respectivamente).

2º) Que se agravi6 la recurrente del decomiso dispuesto en la sentencia respecto del dinero secuestrado
al momento de ser detenido G. D. S., y de la suma correspondiente al reembolso del pasaje aéreo no
utilizado, por haber sido considerados instrumentos empleados para cometer el delito endilgado.
Sostuvo que el razonamiento de los jueces sentenciantes radico" principalmente en la información
aportada por el imputado con relación a su actividad laboral, sus ingresos y especialmente la naturaleza
económica del delito. Indicó que el tribunal incurrió en vicios "in procedendo" a la hora de
fundamentar el decomiso del dinero, y en una errónea aplicación del art. 23 del Código Penal. Agregó
que para arribar a la conclusión de que el dinero secuestrado tuviera otro origen que el ilícito, descartó
el tribunal de manera vaga que pudiera corresponder a un ingreso percibido por el condenado.

Expresó que debe estarse a lo dicho por el imputado en su declaración indagatoria con relación a sus
medios de vida y a la información volcada en el informe socioambiental, oportunidad en la que G. D. S.
manifestó que su ocupaci6n principal era la de gastronómico, que percibía mensualmente un ingreso de
dos mil pesos y que su único gasto fijo era el alquiler de una habitaci6n en una pensi6n por el valor de
doscientos cincuenta pesos, por lo que dichos ingresos alcanzaban ampliamente para cubrir sus
necesidades básicas y para destinar parte de ellos al ahorro personal.Agrego" que al momento de los
hechos se encontraba soltero, no tenia personas a su cargo ni contaba con obligaciones extraordinarias
ni deudas que solventar, todo lo cual demostrarla una innegable capacidad económica promedio.

En ese sentido señaló que es violatorio del principio de razón suficiente lo resuelto por el tribunal oral
pues no se habría demostrado la existencia de prueba acerca de que el dinero que le fue secuestrado
provino de una fuente relacionada con el delito por el que fue condenado, y no puede subsanarse esa
falta de prueba mediante una presunción generada a partir de la clase de delito imputado.

De manera subsidiaria solicitó la defensa que se declare la nulidad parcial de la sentencia por entender
que se han excedido los límites jurisdiccionales a los efectos de imponer una pena, ya que ella viola
directamente lo establecido en el art. 431 bis del Código Procesal penal de la Nación puesto que el
tribunal al dictar sentencia se extralimitó al imponer una condena mas gravosa que la convenida por las
partes; lo cual implicarla una violaci6n al derecho de defensa, puesto que se habría impuesto una
sanción de mayor severidad que no pudo ser conocida por el imputado ni su defensa técnica, y que
implico una "sorpresa" para ambas partes, ya que tal consecuencia estuvo fuera de sus pretensiones.

Al respecto citó lo dispuesto por el inc. 5 del art. 431 bis del C.P.P.N. que establece que en el caso de
imprimirse al proceso el tramite de juicio abreviado, "la sentencia no podrá imponer una pena superior
o mas grave que la pedida por el ministerio publico fiscal".
3º) Que, superada la etapa prevista en el articulo 468 del Código Procesal Penal de la Nación, el
Tribunal pasó a deliberar (art. 469 del C.P.P.N.).

Efectuado el sorteo de ley para que los señores jueces emitan su voto, resulto el siguiente orden
sucesivo de votación: doctores Juan C. Rodríguez Basavilbaso, Juan E. Fégoli y Raúl R.Madueño.

El doctor Juan C. Rodríguez Basavilbaso dijo:

Que la cuestión a resolver en autos es análoga a la decidida por esta Sala en el precedente "Fidler,
Raymond Romanus s/ recurso de casación" (Causa nº 8057, reg. nº 10.330, rta. el 17/4/07). En dicho
fallo se dijo que "El decomiso procede, según el art. 23 del C.P., respecto de "las cosas que han servido
para cometer el hecho y [.] las cosas o ganancias que son su producto o el provecho del delito".que los
efectos están compuestos por los diversos objetos producidos por el delito, [.] los objetos obtenidos, o
el dinero producido seguirán siendo el producto del delito y, por tanto, sus efectos" ("Código Penal y
normas complementarias", Dirigido por David Baigún y Eugenio R. Zaffaroni, Hammurabi, Buenos
Aires, 1997, pág. 315). En este sentido, el dinero recibido por la venta de estupefacientes constituye,
sin lugar a dudas, un efecto del hecho ilícito y, como tal, susceptible de ser decomisado tal como lo
dispone el art. 30 in fine de la ley 23.737. Sin embargo, la acreditación de esta procedencia. es
insoslayable para que su dictado sea legítimo. Ello es asi pues, aun cuando no se trate de una "pena" en
los términos del artículo 5 del código de fondo (aunque algunos autores lo definen como "pena
accesoria"), importa un perjuicio efectivo para el autor del hecho; perjuicio que debe asumir en los
casos en que, previa condena, se ha demostrado el origen ilícito de los bienes. Se ha sostenido, en
sentido concordante, que "la razón o fundamento del decomiso se ha encontrado como prevención en
relación a posteriores delitos y a lucros indebidos que resulten para el delincuente a consecuencia
precisamente del hecho por el cual se lo condena" (ob. cat. pág.309). La demostración, pues, de que se
trata de un objeto que proviene del delito cometido, debe establecerse de manera efectiva y según el
método de la sana critica, en estricto cumplimiento de las normas sobre fundamentación de las
decisiones judiciales".

Sobre la base de esas premisas habré, pues, de coincidir con la recurrente en que de las consideraciones
expuestas en la sentencia que se impugna no se deduce la certeza de que la suma de dinero secuestrada
y el valor del pasaje aéreo constituyan un instrumento del delito en los términos del art. 23 del C.P.
Maxime si asiste razón a la defensora acerca de que del informe socioambiental del imputado no se
puede descartar la duda en cuanto a que tuviera capacidad de ahorro para reunir la suma en cuestión ya
que contaba con trabajo, no tenia familiares a su cargo y sus gastos eran mínimos.

A lo que debe adunarse que lo que se imputó es el hecho desencadenado por el control efectuado en el
aeropuerto de Ezeiza en el que se descubrió la cocaína incautada. Es decir que, al tratarse de una
tenencia estática ; que aun no había sido comercializada, no puede reputase que el dinero fuese
producto del delito (confr., en igual sentido, Sala IV: causa nº 2211, "Jordan, Gustavo Efraín s/rec. de
casación" Reg. nº 3384, del 30 de mayo de 2001 y de esta Sala I, causa nº 11.324, "Pérez San Vicente
Ruiz, Luis Daniel s/recurso de casación", reg. Nº 14.961, rta. el 19/11/09).

A mayor abundamiento, considero de aplicación al caso el lineamiento marcado por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en cuanto a que es el Ministerio Público Fiscal el que debe, al momento de
acordar en | los términos del art.431 bis del C.P.P.N., requerir todas las consecuencias jurídicas
concretas que corresponderán al condenado, pues en caso de no hacerlo, la defensa bien puede ;confiar
en que esas consecuencias jurídicas correspondientes no se producirán (cfr. "Romano, Hugo Enrique
s/causa nº 5315", rta. el 28/10/08). En un caso análogo al aqui planteado se ha afirmado que los
obstáculos jurisdiccionales que prevé" el inc. 5º del art. 431 bis operan, principalmente, como garantía
para el imputado evitando que se altere lo acordado en su perjuicio y, en consecuencia, vea afectada su
situación procesal mas allá de lo pactado (cfr. Sala III/ causa nº 10.674, "Giménez Amaya, Carlos
s/recurso de casación", reg. Nº 1308/09, rta. el 22/9/09 -voto de la doctora Ledesma-).

Por ello, voto por que se haga lugar al recurso de casación de la defensa, se anule, sin costas, el punto
h) de la parte dispositiva del fallo recurrido en cuanto ordenó el decomiso de la suma de euros
setecientos ochenta y cinco (€785) y tres mil novecientos ochenta y tres pesos con veinte cent avos ($
3.983,20), previa conversión de la moneda extranjera, y transferirla a la caja de ahorros en pesos nº
25.033.232/8 abierta en el Banco de la Nación Argentina a nombre de "PJN-0500/335-CSJN-Fondos
Ley 23.737".

Los doctores Juan E. Fégoli y Raúl R. Madueño dijeron:

Que adhieren al voto que antecede por compartir sus fundamentos.

Por ello, y en mérito al acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: Hacer lugar al recurso de
casación de la defensa; anular el punto h) de la parte dispositiva del fallo recurrido en cuanto ordenó el
decomiso de la suma de euros setecientos ochenta y cinco (€785) y tres mil novecientos ochenta y tres
pesos con veinte centavos ($ 3.983,20), previa conversión de la moneda extranjera, y transferirla a la
caja de ahorros en pesos nº 2S.033.232/8 abierta en el Banco de la Nación Argentina a nombre de
"PJU- 0500/335-CSJN-Fondos Ley 23.737"; y como consecuencia de esa anulación, sin costas (arts.
530 y 532 del C.P.P.N.

Regístrese, notifíquese en la audiencia oportunamente fijada y devuélvase al Tribunal Oral en lo Penal


Económico Nº 2.

Sirva la presente de atenta nota de envío.

Dr. Juan E. Fégoli

Dr. Raúl Madueño

Juan C. Rodriguez Basavilbaso

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