i Una lecci6n con El Cura
Cabeza y columna vertebral,
origen del movimiento del caballo (1)
Cuando a un jinete experto le preguntamos sobre lo que busca
en su trabajo cotidiano con el caballo podemos off: que meta
los pies, que baje la grupa, que tenga los pies més activos, que
esté “conectado’, que esté flexible, ponerlo bien redondo,
que afioje la mandioula, que esté sometido, que se aguante,
que se retina... O simplemente una combinacion de varios de
los citados. {Quiere decir esto que cada jinete hace un traba-
jo distinto? Ooviamente no, puesto que todos utilizamos los
mismos medios y los aplicamos -mejor 0 peor- sobre los mis-
La articulaci6n
cérvico-toracica
José Manuel
Sales Pons “El Cura”
‘ods conocemos los medios de los.
que disponemos, nuestras “ayudas”
asiento, piernas y manos. De modo que
Jo que nos interesa saber lo mas exacta-
mente posible es sobre qué partes del
cuerpo del caballo actian estas ayudas y
ccémo deben actuar (dando por hecho,
Por supuesto, que contamos con un
grado de musculacién adecuado y una
Sptima puesta a punto).
En nuestro mundo hipico se sabe
mucho del exterior del caballo y muy
poco del “interior”. De la mecénica inte-
rior del caballo poco nos preocupamos,
sélo de lo bisico, pensando que una
mayor profundizacién es s6lo cosa de
veterinarios o de especialistas en biome-
nica. A partir de aqui, como es muy
complicado, dejamos que sea la propia
pericia hipica de cada uno la que vaya
resolviendo los problemas cotidianos
{que se nos presentan, Es lo que ha veni
do pasando con el caballo desde que
cempez6 a sernos stil hace 4.000 6 5.000
afios, hasta hace escasamente 100 afos,
Es curioso, en cambio, cb
ro touiihehir
Fxperto Profesor de equitacion,
Entrenaor de extososjnetes.
mos puntos del caballo
deportista del mundo del motor conoce
perfectamente la mecdinica interior de la
maquina que pilota y por tanto cémo
actuar sobre ella para sacarle el maximo
provecho.
Hablando de méquinas.... cuando
conducimos un coche, simplemente
jocurre que las ruedas nos llevan mas 0
‘menos deprisa y girando oportunamen-
te. Pero sabemos que nosotros no actua-
‘mos sobre las ruedas, sino sobre el cam-
bio de marchas, el volante y los pedales
que, a través de unos resortes, hacen que
las ruedas adopten una velocidad y una
dlireccién coneretas. Ocurre, del mismo
modo, que el jinete no ackia directa
mente sobre las extremidades del caba
Ilo, sino que lo hace, con sus ayudas,
sobre los resortes situados en la cabeza
y columna vertebral del caballo, los
‘cuales, a su vez, producirin el movi
miento de sus extremidades. No hay
{que olvidar, por tanto, que el origen del
movimiento del caballo, como el de
todos los vertebrados, esté en su cabeza
y su columna vertebral. Estos resortes, 0
articulaciones, sobre los que actuamos
continuamente como jinetes son: la
mandibula, la nuca, el cuello (sobre todo
la base del cuello) y el dorso-rinones del
caballo, El b
laciones significara que los pies entren
en manejo de estas artic:
més y estén més activos, que las espal-
ddas suban, que el cuello esté menos
encogido y que el caballo se aguante
mejor. En definitiva, conseguiremos un
_assto.confortabe.del caballo
EL. MOVIMIENTO DEL CABALLO
Nos centraremos en cada una de
estas articulaciones
movimiento del caballo en la segunda
parte de este articulo, en el siguiente
nimero de la revista, pero antes haga
‘mos algunas aclaraciones previas.
1.- Al conteario que los otros anima-
les domésticos, el caballo, para demos-
traros su desacuerdo y asf conse
_Evoluion de um caballo desordenado (liver
fees env been 0 wedrnesnTo Una leccién con El Cura
Frio de Parte glo Va).
rebsjar nuestros excesos, no nos envia
sefales actsticas (graft, ladrat, et) ni
tampoco visuales (poner mala cara,
censefar Tos dientes.... Cuél es su
manera, entonces, de decienos que lo
{que estamos haciendo con él no es lo
correcto? Lo haré de dos modos que
seguro todos conocemos muy bien: 0
bien poniendo figida SaRaRaBUlA 0
bien dpempousndose, Sus consecuencias
las sufrimos no solo a corto plazo, sino
también, y sobre todo, a largo plazo.
2+ Refiriéndonos ahora a nuestra
forma de reaccionar con respecto a
nuestros sentidos: podemos hacer la
vista gorda, podemos hacer ofdos sor-
dos, pero lo que os resulta imposible es
que estando “eH aha” ignoremos la
comunicacién (por ejemplo, cuando
alguien nos tiene cogido del brazo, es
imposible no sentir nada). Y resulta que
‘ocurre, como bien sabemos, que a caba-
lo todo es puro Ya@ mientras hay un
ORE jincte-caballo, esto es, mien-
tras estamos montados.
3. El caballo es el animal doméstico
més deformable, La prueba esté en la
diferencia de slueta(y su consecuencia
‘en los movimientos) de i bien montado
a ir mal montado. O lo que es lo mismo,
de ir redondo a ir invertido. El pero y el
gato tienen muy pocas variantes. Sus
peng ob! oI
Ya hablé en la lecci6n anterior de la “S”
del cuello del caballo. Su silueta es la
{que nos dice si un caballo ests trabajan-
do bien 0 no.
4~ Nuestras ayudas, sobre todo las
de las gan@s)actiian através de la boca
del caballo sobre las articulaciones de la
scuello. Y el
ee ae.