Вы находитесь на странице: 1из 3

Escuela Sabatica Programas

Enriquecidos por la pobreza de Jesús

Servicio de canto

Himno inicial
"Nada puede ya faltarme" (Himnario adventista, n° 421).

Lectura bíblica
2 Corintios 8: 9.
Mensaje de apertura y bienvenida
¿Es usted de los cristianos que no está satisfecho con lo que tiene? ¿En realidad le gustaría tener más
dinero? No debemos sentir vergüenza por desear dinero. ¿Acaso el dinero no es parte de la
prosperidad? En Hageo 2: 8, leemos: "ya es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos". Dios
desea que "seamos prosperados en todas las cosas y que tengamos salud", como lo dice en 3 Juan 2.
El programa de hoy tiene como título: "Enriquecidos por la pobreza de Jesús". Quiero de todo corazón
que disfrutemos de estos momentos en compañía de nuestro Dios. Sean todos muy bienvenidos a
este lugar de oración.
Marcando el rumbo
Himno o parte especia

Relato misionero
Director: Muchas de las historias contadas por Jesús tienen que ver con el dinero, com o la parábola
de los obreros de la viña, que se encuentra en Mateo 20: 1-16; el relato del joven rico, en Marcos 10:
17-31; la parábola del tesoro escondido, en Mateo 13: 44; el relato del tributo, en Mateo 22: 15-22: la
parábola de los talentos, en Mateo 28:

14-30; la historia de Zaqueo, en Lucas 19: 2-10, etc. En síntesis, Dios es el dueño de todo y nosotros
los seres humanos somos los administradores. La promesa de Dios en Salmo 37: 25 es que a sus hijos
no les faltará nada.
Pero todos sabemos que hay cosas más valiosas que el dinero. Veamos algunos ejemplos:
Participante 1: "Más bienaventurada cosa es dar que recibir" (Hechos 20: 35). Algunas veces nos
sentimos tristes por tener que compartir nuestro dinero con otros, como le ocurrió al joven rico, pero
no siempre el dinero nos llena.

Se cuenta la historia de un conductor de trenes que era sumamente servicial y bondadoso. Cuando se
le preguntó por qué era tan considerado y atento, explicó: "Una vez oí de un hombre que fue
recompensado en el testamento de alguien por su cortesía. Pensé que eso podría ocurrirme a mí, así
que comencé a ser más amable. Ahora me siento tan bien ayudando a otros, que no me preocupa si
nunca me recompensan con un millón de dólares" (Alegría matinal, p. 21).
Cuando le brindamos a alguien felicidad, también nos la damos a nosotros mismos. Jesús se dio
felicidad a sí mismo (Mateo 20: 28).
Participante 2: "Jesús se despojó a sí mismo" (Filipenses 2: 5-8).

http://www.recursosadventistas.org
Escuela Sabatica Programas

Jesús, quien gobernaba el universo, decidió venir a este mundo para ser un siervo. Se unió a esta raza
caída, vino al mundo naciendo en una familia pobre y vivió en una aldea muy sencilla y de mala fama.
Muchos se burlaban de él. Decidió morir por nosotros, de una manera torturante y cruel. La peor
muerte la sufrió Jesús por la humanidad. Jesús se hizo pobre por amor a nosotros; no tenía dinero, ni
tampoco amigos influyentes. Pero por su sacrificio nos engrandeció a nosotros, haciéndonos hijos del
Todo-poderoso y lo mejor de todo es que, por medio de él, tenemos derecho a participar de sus
riquezas y de la vida eterna.
Participante 3: "Salva tu alma".
En Marcos 8: 36 y 37 dice: "Porque ¿de qué le aprovecha al hombre ganar todo el mundo, si pierde su
alma?"
Veamos un caso aleccionador de la antigüedad. En lo que ahora conocemos como Turquía, gobernaba
un rey llamado Creso. Este construyó en Sardis un monumento de oro puro, plata y piedras preciosas
que llegó a ser una de las siete maravillas del mundo antiguo. Un día Solón, líder ateniense, visitó a
Creso. Según la leyenda, Creso lo llevó a conocer los tesoros de Sardis. Al concluir la visita, Creso
preguntó:
—Dime Solón, ¿quién es el hombre más feliz del mundo? El rey, orgulloso de sus riquezas, se arrellanó
en el sillón con una sonrisa en los labios. Estaba seguro que Solón lo nombraría a él.
—Tellus de Atenas —respondió Solón—. Tuvo una muerte gloriosa en el campo de batalla.
—Muy bien, y después de él, ¿quién es el hombre más feliz del mundo? —volvió a preguntar Creso.
—Dos hermanos que conozco, dedicados al cuidado de su madre antes que ella muriese —fue la
respuesta de Solón.
Un tanto decepcionado, Creso preguntó:
—¿Y qué hay respecto a mí?
—Nunca digas que un hombre es feliz hasta que conozcas toda su vida —respondió Solón—, porque
existen muchas cosas más importantes que el oro y la plata.
La respuesta de Solón intrigó a Creso durante muchos años, hasta que un día, Sardis fue tomada por
los persas. Capturaron a Creso, lo ataron y condujeron a una pila de leña donde fue encadenado a una
estaca.
— ¡Solón!, ¡Solón! —Gritaba mientras las llamas iban en aumento—. ¡Ahora sé qué es más
importante que el oro y la plata!
—¡Apaguen el fuego! —ordenó Ciro, sintiendo lástima por el prisionero condenado a muerte.
Los soldados corrieron en busca de baldes con agua para apagar las llamas, pero l es resultaba
imposible.
—Oh Dios, ¡sálvame! —imploró Creso al cielo.
En ese preciso instante, una nube negra cubrió el sol. Se escucharon truenos y cayó un tremendo
aguacero que sofocó las llamas.
—Aunque ahora no tengo nada, realmente soy feliz! —Confesó Creso—, puesto que tengo la vida.
El rey agradecido, ahora un hombre cambiado, sirvió en la corte de Ciro por el resto de sus días.
— Peldaños de superación, p. 71
Nuestra vida es lo más importante. Cuidemos nuestra salud y vivamos agradecidos a Dios por todo lo
que nos ha dado.

Repaso de la lección

http://www.recursosadventistas.org
Escuela Sabatica Programas

Palabras finales
"El dinero que poseemos no nos ha sido dado para que pudiéramos honrarnos y glo- rificarnos a
nosotros mismos. Como fieles mayordomos, debemos usarlo para honra y gloria de Dios... En el
empleo de cada centavo se verá si amamos a Dios por sobre to-das las cosas y a nuestro prójimo
como a nosotros mismos" (Palabras de vida del gran Maestro, p. 154).
El Señor nos bendiga y nos ayude a descubrir las riquezas de nuestro Señor Jesucristo.

Himno
"Los tesoros del mundo" (Himnario adventista, n° 288).

Oración

http://www.recursosadventistas.org

Вам также может понравиться