[TALLER VERTICAL = i es
AZPIAZU+RANDANDAZZO+SZELAGOWSKI
FICHA BiBLIOGRaFIcA: LK KES TECTURA TODERNA y S06 CRITIGS.
TexTo: EL FUTURD DE LA Moder tipan. Gronss FALDOTADD)
OBJETIVO
1- A partir del estudio de un texto tedrico o critico y de algunas
obras de la actualidad, se tratara de establecer una red de
relaciones entre los temas abordados en cada una de ellas y con
los contenidos del texto. Durante las clases , el alumno
expondra, en primer lugar los contenidos del texto y luego el
estudio de las obras en relacion al mismo.
2- Posteriormente el alumno debera elegir y explicar una obra quea
su criterio sintetice los temas de la actualidad tratados en las
clases teoricas, en el texto y en las discusiones en el grupo.Aoua’s uKQow #00 ep ato
EL Foto OE LA. MODERN OAD
LA ARQUITECTURA MODERNA Y SUS CRITICOS
La «arquitectura moderna» ha sido objeto en los tiltimos afios
de las criticas més variadas. Algunas veces se ha tratado de verda-
deros y concretos ataques, no carentes de virulencia y sectarismo.
Nuestro objetivo, quede-claro, no es el de entablar aqui una defen
sa suya de oficio, sino mas bien examinar los presupuestos tedri-
cos, y también historicos, que se encuentran en la base de esos
juicios.
‘Como es conocido, las més ecientes valoraciones negativas so-
bre los resultados de la arquitectura moderna forman parte del
razonamiento, ms bien oscuro, relativo a una denominada arqui-
tectura postmoderna que deberia contribuir a superar los errores
que la primera habria perpetrado en perjuicio- del ambiente cons-
truido. En este contexto, no se hace diferencia a menudo entre
arquitectura moderna y Movimiento Moderno!. Por su parte, este
tiltimo es identificado por algunos con el International Style, la
descaminada (y embaucadora) categoria interpretativa acufiada por
Hitchcock y Johnson en 1932, una tentativa, como se sabe, de
conferir valor estilistico universal al denominado «racionalismo blan-
co» de la arguitectura europea de los afios 20, sobre todo de
la alemana?. Otros afiaden a los errores del Movimiento Moder-
no también los resultados, reales 0 supuestos, de la «Carta de
Atenasn, culpable, segiin ellos, de la proliferacién de una arquitec-
tura inhumana y, ademés, de les mas graves devastaciones urbanas
de nuestro tiempo. Figuras embleméticas de todo esto, y sobre
quienes se concentran tiltimamente el fuego de las criticas mas
despiadadas, son Gropius, Mies van der Rohe y Le Corbusier’
Pero en esta versién del Movimiento Moderno hay algo que
no encaja. Piénsese solamente al hecho que ella excluye, habitual-
mente, la obra de arquitectos considerados desde siempre (y no54 Toms Maldonado.
sélo por los historiadores, sino también por él imaginario colecti-
vo) exponentes destacados del proyecto innovador de la arquitectu-
ra de nuestro siglo, pero que nada (0 poco) tienen que ver con
la versién estereotipada del Movimiento Moderno. Algunos ¢jem-
plos: Frank Lloyd Wright, Adolf Loos, Peter Behrens, Hans Pocl-
zig, Bruno Taut, Hugo Hiring, Erich Mendelsohn y Hans Scha-
roun, E incluso otros no menos significativos: los representantes
del costructivismo ruso Leonidoy, Mel’nikov y los hermanos Ves-
nin, No se trata de una exclusién relativa solamente a sus persona-
lidades, sino también a los elementos que caracterizan sus obras*.
La cuestin, desde el puntode vista del método, no_debe set
infravalorada. Cuando se quiere di a ‘@una deter-_
mi rt ideas, es decisivo que. el blanco de los ataques
exté correctamente definido, En el caso_que_nos ocupa.cs evidente
@ue“el blanco —el Movimiento Modsma:=ha sido objeto de un
tratamiento drasticamente_reductiva, incluso caricatural. O sea, han
Sido omilidas intenciofalmente variables que habrian quitado fuer-
za probatoria a la versién que de él se ha querido proporcionar.
‘Vamos por tanto a ver cuales son los elementos que, de acuerdo
con esta versién, caracterizan al Movimiento Moderno en arquitec-
tura. Se trata en realidad de una serie de estilemas* que se en-
cuentran en efecto en las obras de muchos de los principales arqui-
tectos modernos y que, con relativa aproximacién, se pueden resu-
mir en la siguiente enumeracién: techo. plano, preferencia por el
enfoscado blanco, por el hormigén visto y por los voltimenes fun-
damentales (cubo, piramide, cilindro, esfera), planta libre y flexi-
ble habitualmente referida a una malla modular ortogonal, eviden-
ciacién de la estructura en las fachadas y a veces también en el
interior, separacién neta entre los diferentes materiales empleados,
rechazo de la ornamentacién, asimetria en la configuracién de la
planta y de las fachadas, etc.
Estos estilemas, usados contra el Movimiento Moderno como
prueba irrefutable de su aberrante formalismo, no son de hecho
caracteristicas exclusivas de la arquitectura moderna. Muchos de
ellos estan presentes en la arquitectura griega y romana de Ja anti-
giiedad, en la popular mediterranea, en Ja medioriental, en la tra-
dicional japonesa, en la de las civilizaciones precolombinas, en
la medieval y renacimental. Es innegable, sin embargo, que el uso
programatico de tales estilemas por parte de algunos arquitectos
contempordneos, y su difusién (y banalizacién) a nivel internacio-
nal como «nuevo estilo de la sociedad moderna», han provocade
reaceiones de denuncia y de rechazo. Gran parte de los actuales
El futuro de la_modernidad 55
relieves polémicos en relacién al Movimiento Moderno se basan,
precisamente, en estas reacciones en parte legitimas.
Pero la critica dirigida hoy a estos estilemas, y a su pretendida
normativa, candnica jes en verdad una novedad? {Se ha de reco-
nocer 2 tal critica como una contribucién inédita de aquéllos que
ahora defienden un no mejor definido postmoderno? Muy a menu-
do se olvida que las primeras denuncias sobre eventuales riesgos
del formalismo en la nueva arquitectura habian sido ya adelanta-
das en el propio seno del Movimiento Moderno, a partir ya de
los afos veinte.
EI critico htingaro Ernst Kallai, por ejemplo, escribia en 1928
en la revista del Bauhaus:
Actualmente, se considera que sean suficientes Iineas rectas
dispuestas horizontal y verticalmente, cubos, ventanas de dn-
gulo y techos planos, para obtener todo lo que, sin embargo,
permanece como una aspiracion. Se considera asi que lo
moderno ha conseguido completamente aquello a que tiende
y que, en lo restante, todo puede continuar recorriendo el
camino habitual. Una versi6n estilistica de lo moderno tan
trivial debe ser contrastada con la maxima decisién®.
Dos aftos antes, Hermann Muthesius, comentando el Wissenhof
de Stutrgart, se habia manifestado no menos criticamente sobre
el mismo argumento: 3
Es la nueva forma que impone el techo plano... con todo
lo que ello comporta en términos de problemas no resueltos.
Fs la nueva forma que conduce a la excesiva iluminacién
de los salones, obligando a sus apologetas a disponer venta-
nas ininterrumpidas, sin solucién de continuidad alrededor
de toda la casa... Todas estas cosas no tienen nada que
ver con la racionalizacién, ni con la economia 0 con necesi-
dades constructivas. Es puramente cuestién de forma’,
Desde otra éptica, seguramente muy diversa de la de Muthesius,
El Lisickij denuncia la inconsistencia de los estilemas del Movi-
miento Moderno, especialmente los de clara matriz lecorbusieriana.
El Lisickij escribe: :
Le Corbusier es clasico, su mundo de formas es el mundo
de la geometria euclidea, el mundo de las tres coordenadas