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Luis Alfonso
“El día que dejé
Garcés:
de torear me sentí liberado”
Como la calidad es lo que al final perdura en el tiempo, Luis Alfonso Garcés fue gente en el toreo a pesar de su efí-
mera trayectoria. En 1958 se presentó en Madrid como novillero y armó el zipizape al salir de manera consecutiva dos
tardes a hombros de la Monumental de Las Ventas. Allí toreó hasta en nueve ocasiones, con vitola de figura, colgan-
do el cartel de “no hay billetes”, antes de tomar la alternativa de manos de Manolo Vázquez en 1960. Pero tras el doc-
torado llegó el declive y poco después Garcés se marchó en silencio. “Yo fui el único responsable, porque si hubiera
tenido los santos cojones de arrimarme al toro habría funcionado”. En julio se cumplen cincuenta años de su alterna-
tiva. Y, bien mirado, eso tampoco está al alcance de cualquiera.
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ñor que se llamaba Pedro Muñoz, un sastre ro-
mántico y bohemio, de los que ya no quedan.
Se portó de maravilla. Y, ojo, que el sastre tam-
bién entendía de toros.
El que esté libre de pecado que tire la pri- mento en que parece que tienen que em-
”S
mera piedra… pezar de cero.
Pues eso. Afortunadamente al sexto le corté Me considero una persona muy sensible, in-
las orejas y un mes más tarde hice de nuevo
el paseo. Y otra vez salí a hombros, después
i no es a lo cluso frágil de ánimo, y aquello me tocó la mo-
ral. Pero no hay excusa que valga. Si no he sido
de cortar tres orejas. Los novillos fueron de
Matías Bernardos y Diego Puerta se despedía
grande no figura del toreo ha sido por mi culpa, nada
más. El destino lo quiso así y bien está. El to-
como novillero. Ahora, con el paso del tiem-
po, creo que me quemaron en Madrid. Antes
merece la pena rero tiene que ser sensible, por eso me encanta
Morante, porque además tiene dos cojones.
de tomar la alternativa toreé nueve tardes en
Las Ventas. Y el público comenzó a medirme
estar en esto” Tras triunfar en Madrid ¿qué fue del
con otro rasero. Entonces me apoderaba An- sastre?
tonio Parral, que era cuñado de Fernando con un espazado se arregla la cosa y hasta Pues nada, como no tenía nada firmado
Gago y apoderaba a los hermanos Girón, que puedes cortar una oreja. Pero además nece- con él después de la primera novillada en Las
tenían una fuerza arrolladora. Yo no lo en- sitaba un toro que se amoldara a mi forma Ventas llegaron los ‘orejeros’ de turno y me
tendía. Toreaba igual que el día de mi pre- de torear. Al año siguiente corté otra oreja convencieron para que cambiara de apode-
sentación, tenía el mismo valor, la misma per- pero el cambio de actitud de los aficionados rado. “Un torero como tú se merece algo me-
sonalidad, pero notaba que el público reac- me afectó anímicamente. La gente se volvió jor”, decían. Y me equivoqué. Pero de eso te
cionaba de distinta manera. También es agria conmigo. das cuenta cuando ha pasado el tiempo. Te-
cierto que la espada fue siempre mi cruz y eso nía diecinueve años. Pero el que luchó por mí
me impidió resolver alguna papeleta, ya sa- Eso les pasa a casi todos los toreros que desde el principio fue el sastre. Ese me que-
bes, faenas que no son de triunfo pero que han triunfado en Madrid, que llega un mo- ría de verdad.
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ENTREVISTA
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Charco Blanco.
Después de cuatro años sin ir a Madrid Juanito
Martínez me dijo que aquella corrida eran ‘len-
tejas’. Lo de Charco Blanco salía malísimo, pero
era mi única oportunidad. No estuve mal, por-
que a mí nadie puede decirme que no he sa-
bido manejar la herramienta, pero con la es-
pada era un autentico desastre. Y sin embar-
go de novillero llegaba a Madrid y pegaba unos
zambombazos… Por cogida de mis compañe-
ros tuve que matar cuatro toros y el último me
lo echaron al corral. No veas el flequillo que
tenía el hijo puta, le caía así por la testuz. Pero
me dio exactamente igual porque la decisión
de dejar los toros ya estaba tomada. Aunque
luego toreé un par de corridas y algunos fes-
tivales.
¿Y la nostalgia…?
Nada nada, no siento amargura, frustración
o resentimiento. Fue una etapa maravillosa de
sión. Pero insisto en que el único culpable he carme para la profesión y eso a la larga se paga mi vida y ya está. Tuve mi momento en el to-
sido yo, porque si hubiera tenido los santos muy caro. reo y el único culpable de no haber sido una
cojones de arrimarme al toro hubiera fun- figura fui yo. No tengo nada que reprochar.
cionado. Pero, amigo, si no lo veía claro no Le angustiaba no verlo claro. Tuve una carrera corta, con triunfos apoteó-
me ponía. Aunque afición he tenido siempre Sufría mucho, sobre todo antes de torear, pero sicos en Madrid como novillero, salí por la
y ahora no me pierdo una corrida de toros. en cuanto hacía el paseíllo me venía arriba y Puerta Grande y eso no está al alcance de cual-
También te digo que si naciera de nuevo vol- desaparecía la incertidumbre. quiera. Son innumerables los casos de los que
vería a ser torero. ni siquiera han llegado a eso. Estoy orgulloso
¿Le dio alguien la espalda? de lo que he sido y de sentirme torero.
Entonces era un problema de valor. Si me la dieron no lo noté. Nunca me ha gus-
¿De valor? Pienso que no, porque cuando el tado el halago fácil, así que no sentí el cambio. En julio se cumplen cincuenta años de su
toro iba me quedaba más quieto que un alternativa.
palo. Lo que ocurre es que necesitaba un Dicen que los artistas son vanidosos Mis hijos se alegran más que yo. Cuando me
toro adecuado para triunfar y sobre todo por naturaleza… llamaste para hacer esta entrevista tuve mis
moral, mucha moral, porque me venía abajo Yo nunca lo he sido, de verdad, incluso aho- dudas, no sé, hace mucho que ando fuera de
con facilidad. ra, contigo, me cuesta hablar de mí. esto y al primero que le pregunté que le pa-
recía la idea fue a mi hijo, que es un apasio-
¿Hubo alguien cerca de usted que le ¿Cuándo se plantea abandonar la profe- nado del toro. Si estoy aquí contigo ahora es
apoyara? sión? porque mi familia me ha animado. Mi hijo no
Estaba más solo que la una. A los cinco años de tomar la alternativa. Lo te- lo dudó, pero él tiene veintisiete años.
nía claro.
Intuyo que era poco sufrido… Los mismos que Luis Alfonso Garcés cuan-
La verdad es que no he sido disciplinado ni am- Actuó por última vez en Las Ventas el 28 do dejó de torear.
bicioso. Me costaba mucho entrenar, sacrifi- de agosto de 1966 con un encierro de Mis hijos son más inteligentes que yo.
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