Atrevimonos a ser perezosos* No hacer nada. Mirar cémo crece ta hierba. Dejarse dest el curso del tiempo. Convertir la vida en un domingo... Barthes habla de las delicias de la pereza. La pereza es un elemento de la mitologia est eCémo la analizaria usted? La pereza no es un mito, ¢s un dato fundamental, y como ral de Ia situacién escolar. zDebo ita fa cia? No debo int Recotdaba que el "zqué hacet?, es decir el tejido de dell raciones y decisiones con el que tl vez es hecha muestra vi es semejante al have budista, s decir al cncadenmntenus ‘ausas que nos obligan sin cesar a acuat, a responder, Lo tratio del karma, es el nirvana. Cuando’ uno Sutte tucho arma, se puede pontlat, fantasear una especie de nirvana, By tone a peer oman dimension de saigiateno a verdadera perera seria en el fondo una pereza de “no Gidir del “estar all, Como el peor de la clase, que eatd en pate de atris y que no tiene outo auibuto que el de estar all Ne Patips oes exeluida, ett aly punta, como to, nos ganas a veces: estar ali, no deci ma sso que existe una enseRansa del tao sobre la perets, sab ‘no acer nada”, en el sentido de “no mover nade” no dete mminar nada, Se podrian encontrar también certs tentaciones de la moral tolsioiana, Fn la medida en que podfamos preguntarnos sho a tiene derecho a ser peterson ante el mal. Tostotcontestaba que Assis paisiblemente sans rien faire le printemps vient ct Therbe eroie dele méme. [in francés “printemps" es maseulino, De allt el anacoluto. +) rseviatonos 4 stx Pemrzoses so ¥i,que eo es lo mejor, puesto que no hay que contestar a un mal fon otto mal To tengo-que decirie que esta moral est ahora completamen: te desacreditada. ¥ si avanzdramos mis lejos ain, 1a pereza po thin aparecer como una alta solucién filosdfica para el mal. No tontear: Pero, una vee mis, la sociedad actual soporta muy mal tr aetitaden neutras. La perera Te parece intolerable, como sien eT ord se rtara del alpina : 1 terrible con la perera es que puede ser Ia cosa mis trivial, stereotipads, la menos pensada del mundo, ast como puede ser Ia mejor pensada, Puede fer una facilidad, pro también una conguista gEsta pevera pensada no seria lo que Proust lama el tiempo perdido? La actitud de Proust ante ef trabajo de! excritor es algo. m puritan, Su obra esti edificads, st no a partir, por lo menos Prcompania de una teora de Ia memoria involumtara, del re wontar ibre de los recuerdos, las sesaciones. Este libre emon- tur implies evidemtemente una expecie de Perea, Ser perezso, stgum tata perspeativa, es preciamente,retomand Ta metdfora rests, er como la "mogdalena” que se deshace lentamente wire boca, que en ese preciso momento, e pereros. El sujeto 0 de dete pore eset ye pre. St no fo fers, Se puede recurrit a otra imagen de Proust: 1a de las flores jnpongsas de papel, muy apretades, que se extienden y abren en Piqua Ta pevera seria esto: un momento de la esatura, un momento de la obra. Sin embargo, incluso para Prous, escribir no es una actividad peerota, Proust emplea oura metafora para designa al esritor, sins metifors de tabaj. Dice que hace una obra como una mo. tista hace un vestido, Yo impli una actividad incesante, meviculosa, de abeja, constructed aad, como la de Proust, Porque finalmente, tal'er fue perezoso hasta fa mitad deat vida (iy quizd ni exo!, evo luego cuando se encer para escribir In Recherche, no fue Pereroso,tabajé todo el tempo. Enel fondo, habria en la excritura dos tiempos. Un primer tiempo que sera el tiempo del paseo, un tiempo que se pasea, niger” cas, dante el cual se trata de “ligat” 1s recuerdos,350 ArREVAMONS A SR las sensaciones, Ios incidentes, se los deja desarrollarse, habria un segundo tiempo, el de Ia mesa en la que se (para Proust, el tiempo de la cama). ‘Aunque verdaderamente creo que para escribir, no ser percroso, y &a es justamente una de las dificults aibir. Escribir es un goce, pero al mismo tiempo un. Gil porque debe atravesar zonas de trabajo muy duras, iesgos que implica: deseos y amenazas de perera, tentac abandonar, fatigas, rebeliones. Hace una hora todavia tomando notas sobre el diario intimo de Tolstoi. Es un. que estaba obsesionado por las reglas de vida, el cuadri de los horatios, el problema moral de no ser perezoso. Ei ante anota sus transgresiones. Fs una lucha incesant tha verdaderamente diabdlica. Y, efectivamente, si uno damentalmente perezoso, 0 si uno ha decidido serlo, cosa: concibe y se justifica muy bien, no se puede escribir. aExisten ritos de la pereza, 0 el domingo es wi como los otras? Lo que debemos decir 6s que hay, con todo, tantas porezat oficios, y tal vez como clases socrales. Y si el domingo es el Tero institucional de la perera, es evidente que et dort tun profesor no es el mismo que el domingo de un obrero, di ‘de un médico. fuera de exe problema socioldgic, se plantea el prot hindrio del papel del dia semanal, sea et domingo, el siba cl viernes, segiin las religiones... es decir el problema “peteza” ritualizada, Tas sociedades muy codificadas, como en la Inglaterra por ejemplo, o en Ia colectividad judia actual, el da reposo eta €5 un dia marcado por ritos de interdiceién de ha Fl rito viene al encuentro de exe deseo de “no hacer nada” 0 “hacer nada”. Pero, desdichadamente, parece que desde el mento en que las gentes estan obligadas a someterse a ese rito interdiccin, suften por el “hacer nada”. Ta perera, porque viene del exterior, porque es impuesta convierte en un suplicio. Ese suplicio se llama el aburrimiem Schopenhauer dijo: “El aburrimicnto tiene su representack social en et domingo. Cuando yo era chico, el domingo era més bien un dia ab dio. No sé muy bien por qué, pero pienso que muchas veces nifios lo conciben ast, No hay sies ambigua para el nitio, ante entretenido. Ahora que ya no soy nifio. | mente en un dia festive. Un dia qu cial —correo, teléfono, citas~ que & dia feliz, porque es un dia en blanco, ser peroroso, es decir, libre. pereza moderna so ‘escuela ese dia, y Ia escuela, incluso wun medio social y afectivo. .. bas- «1 domingo se convitis musa: fe numpende esa demanda so. nt tiga en ia sma. Un tients, en el que po Pog a tiny al cabo Ts forma Po'donimente i libertad