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XDD IIIID®™ 2Y9BF'F9IBIIBIIISGISVIS BBS £Ciney@ Del sar nei do Bois Lehnan als pes de Depardon heme agu lejos de los problemas de vocabulaio ona resided de oe nao puede encontare rj or ova pa le mice reels oe * Philippe Lejeune, “Cinéma et autobiographie, probler Revue Belge ? i raphle, problémes de vocabulaire’ Rete. ‘hu Cina, n° 29, peintemps 1967, pp. 7-12, Traduceibn de Gregorio Martin Garieney ere Ca we mye fete dba caen teed activa gaa thon sag eres ha jeavtentuntentacnnatte nen at Eeenetatisestar ore ose remo Persone et sion de ali ae cindn ta Roa Le pace aobiogaphiae fi) en Si “yo” me fuera contado* ALAIN BERGALA cy en dia no gabe duda de que hay una recuperacion det deseo de jt autobiografia en el cine. Del lado de los cineastas, las empresas Gnematogrificas se multiplican@ ojos vistas y aumenta cada vea nis el nimero de realizadores de ficcién tentados por una experiencia auto biogrfica, Del lado de los espectadores el films autobiogréfico BA desborda- do provistonalmente los margenes de difusidn en los que se encontraba prin- cipalmente, hasta ese momento, ocalizado y protegido: el cine de vanguardia, cine independiente 0 expecimental, Pagar una entrada para i a ver una pelicula en la cual alguien ha filmado un momento de su vida —un duelo, un amor, un viaje— est6 @ punto de convertise en una préctica habitual del espectador. Hay que buscar ls razones de est rebrote de interés hacia la autobio- srafia en el cine, sin dada, en el cruce de un haz de eauses probablemente can- juntas, I devenir del cine: es una época de'normalizacién servl del conjunto del cine, comprendidas las formas de libertad toleradas (inchuso fomentadas si tespetan las ‘casillas” de acogida) por un sistema de produecién-difusién ‘cada vee més industrial planetaro. La apariciém de nuevos instrumentoe: desde hace una década, ol de. sarrollo de las cémaras de video personales, cada ver més manejables y con buonas préstaclones, esté matelaizando el viejo sueto de una “eémars-est- logréfica, La reciente Wegada al mercado amateur de pequethas videocdmaras Aigtales, del tamafo de una polvera —el cineasta puede girar hacia tla pan tallay vera la distancia de un brazo su propia imagen st mismo tiempo que Ja graba— es indiscutiblemente un paso decisivo en I posibilidad de eaptar con faclidad imagenes {y sonidos) de su propia vida. Conjuntamente, los pro- ¢gresos de las cmaras de video han permitido reclentemente cineastas como Alain Cavalier, Sophie Calle 0 Dominique Cabrera, si tomamos ejemplos en Francia y dentro de una economia modest, difundir sus imégenes autobio- _grficasfilmadas en video en pantallas de cine esténdar. Eso no impide que un progreso tecnolégico evidentemente no tenga sentido sino sostenido por una necesidad més profunda. Las otras razones, 27 sin duda més importantes respecto a Jo que nes preocupa, habria que bus: ‘atlas probablemente del lado de Jo que hay que definir en efecto como un “malestar de la civilizacion” de este fin de sigh. Por decirlo pronto, una nece sidad actecentada y angustiada de localizacién de sf en una cWilizacién com cambios cada vez més répidos, donde las estructuras tradicionales de trans. ‘misin y de referencia simbdlicas (la familia, el medio de trabajo, un modo de vida inserito en un modelo de elase) no estan ya en condiciones de desempe- far su papel limpudeur de Hervé Guibert, Les Nuits fauves de Cyrill Collard) contra la xis (Demain et encore demain de Dominique Cabrera). 0 incluso el sen- jento de estar “despiazado” en su propia vida, que nunca ha abandanado a 5 Mekas en los Estados Unidos, en los que dice no haber filmado nunca ‘cosa que reminiscencias de su viejo hogar lituano, sentimiento que ase- 2Qué causa el deseo de autobiogiafia? Para parafrasear a Lacan, diria 4%€ no hay en él otro motive autobiogréfic que aquello que no encaja en el sujeto que se compromete. Philippe Lejeune habla, a propésite de lo escrito, de Ia “funcion reparadora” de toda empresa autobiografca, Tl ve se ponga de manifiesto aiin mas en el cine donde, a pesar de todo, movilizar los ins- termina el viaje y el guion de Calendar : ‘Toda filmacién autobiografica forma mas 0 menos parte de una estra asta para actuar —~por la presencia de la cémara y las conse trumentes y los medios que permiten una eseritura de tipo autobiogrifico ‘equiere una energia inicial a menudo mayor que en la escritura, ‘un compromiso en el paso al acto que generalmente puede més que deseos vyagos 0 veleidosos, Cuesta imaginar a algui ‘antobiografico sin que haya, en su fuero interno, algo que reclame ¢e uno w ‘tre modo reparacion, La escritura autobiografica a menudo es suscitad “ scitada como un apoyo psi- Aico nada despreciable en un combate contra algo que amenaza al sijeto on su integridad o su identidad, y asf su relacién con el mundo, La. miausvalia fisica, desde que es cineasts, para Stephen Dwoskin y para el Jean-Daniel Pollet de Dieu sait quoi Puede encontrar su cause, igualmente, en una elaboracion del duelo Aificil en la que el filme en primera persona permite dar realidad a um didlo. 0 intimo con el desaparecido y retomar edntacto con un mundo amenazado de desheredamiento por esa ausenci. Hs la labocackin poltinpsquica que leva a cabo Romain Goupil en Mourir @ trente ans Son las magnificas emnies paroles de Johan van det Keuken con su hermana, Es Jacques Nolot, al regresar en Larriére pays tas la mere de su madre. Es toda la angunda Parte de Time Indefinite de Ross McElwee, en la que filmar le sive para reeo- brar el equilbrio después de ls tres moertes que hacen temblar al mando y ‘81 higor en ef mundo por su imprevisibe simultancidad. 1a emprese de filmar un momento dificil otrégic de su vida nace si ‘mismo de una necesidad de imagenes que manifiesten su presencia al mun de y en el mando en un combate personal comtra la enfersnedad (La Pudeur 28 asi pues, Hen emprendiendo un proyecto ~ » mnatrimonial se ha iniciado tomo “con los otzos. Incluso para vivir algo que no habria vivido, ono del misono “modo, sin el pretexto 0 la coartada del filme. Emprender el viaje filmado en | el que se convertira No Sex Last Night permite « Sophie Calle casarse, a pesar de todo, “de verdad” con Gregory Sheppard, an si ese petiplo de carretera ‘deoidieo". En Anatomie din rapport, Le Moullet hace balance sobre su vida de pareja, al volver a poner en esce- na, con olva mujer, una crisis que encuentra en el fie su ands en caliew teyen el cuales dificil creer que ella no haya desempenado un pape, aunque sélo sea en Ia percepeién de gu propio cuerpo en ese momento de su vida, para el hombrecineasta.zNo es Aprile para Nanni Moret, diga lo que diga, su manera de afrontar la angustia postnatal de una paternidad en la que tie ne un miedo evidente de perder como-cineasta su saludable rabia de no-xecon- lado, es decir, el motor mismo de su necesidad de hacer peliculas? La mayoria de los cineastas que emprenden una obra autobiografica encuentran en un w otro momento, en su camino auto-analiticn la necesidad de situarse (de nuevo) en una filiacin vacilante que les hace falta reconstruit © consolidat. A cada cual lo suyo: Sacha Guitry, verdadero obsesionad con la filiacion, ha sido asediado a'lo largo de toda su vida por la figura del padre sublime que fue el suyo. Reescribe en Le Comédien los principales episodios de la dificil transmision simbolica (al principio negada por el padre, luego reconquistada por el hijo) que ha sido la suya: converts en el actor Sacha Guitey, hijo de Lucien. Gracias al cine, terminaré definitivamente, tas la ‘muerte del padre, con esa herida del rechazo inicial de Lucien a autorizar a su hijo a sucederte en las tablas, A través de la fusion imaginaria identificindo- se pienamente con él en este filme en donde desempena el papel magnifica 28 BEREER EERE Cae CCM ee CCC MOC VIII wT 3 a a 2 299° Vo to del padre tan amado, ¥ también Yempatia— el del hijo que ha sido ‘La muerte sabita e in diario flmado se bifurqu demasiado en juego haste semen on much wens placer rement esa el pd ce Res Meteo Balmer (in nde ae hon fs manent hace wn Wags doa cues pa erp en sg nos coho en Bono aso yeaa el he pop estan ee Stephen Dveoskin (Tying to Kiss the Moor iss the Moon) y de Roumain Goupil (Mourr 4 ‘rente ans), el padre se halla sae se bts en amo ge ha ia ua at cri en bola prsl rojas utopian ea es Lethal sng defn sdren x pte mains yrs pate Imagenence ate aes tue ly avr sd i go us oy op i ln que han sido Son dcidamane scree los ie Nami Mores y Pigg Gare! steale mea cor plarnente en spl Fo Api em ton eron fret cre a vein fr a madre une dds desorsene ge 11 props hij: cis verdana, Nana en elected uot depo sa publ con csc elec nt onl Oi a qua sin dade! oie dela peg 1 omuna gi denen esate fan Ine Sa cay peel parece pri an sen saree del lan ‘aa a mepa ntnos enn onan eon tna oma deste oe tale manage cietacon spe ve yonus Makes quien termina por egesn"all donde eo hao” en ocncer of Journey to itwani, pra detcubri “que no eed all mls Iiben Nueva York, que est de hecho condenadoa registrar sn fin la ns Hed la sensaiones yl belle dels epariencias, como un eterno Ulises jamés le patria de la que se tenia nostalgia, En el momento en el que filma lo cotidiano,c} hombre coy la cara est en estricta sincronfa con sus percepciones y sus sensaciones, incluso si Suestra vivencia —no hay mas que visionar un fragmento de pelfcula del mis- Tmo Jonas Mekas, escogidlo al azar, para convencerse de inmediato— esta ya, % en el momento mismo en que se capta, mentalmente elaborada por (y a par tir de) puestro pasado. Et hombre que lleva su diario escrito esta cbligado a un \igero desfase (2 menudo de algunas horas) entre el momento en el que vive * un acontecimiento, una sensaci6n, y el momento en el que escribe, habitual mente por Ia tarde o por la noche, De ahi resulta una inevitable reconstruc: gido con ocasion del nacimiento de . cidn —ontoldgicamente ligada ala eseritura—, pero es raro que e! diarsta ree. te una comida cotidiana del pequea ‘fesora? Para Jacques Nolot, de vuete te de au madre, el duclo va a coi secretito de familia, totalmente val Jabore mas tarde aquello que ha sido anotado a diario. A la inversa, tal vex ‘como reaccion al exceso de sincronfa ontologica entre la vivencia y lo filma: do, es raro en el cine que el autor se mantenga estrictamente en ese presente registrado en la inmediatea absoluta, En la mayoria de las peliculas, ese pre sente que ha sido filmado es retomado en un segundo tiempo —més 0 menos distante del prirero— en el que el eineasta vuelve a trabajar con los planos grabados en una operacién de montaje yjo de comentario donde la obra se dota de un nuevo foco de enunciacién que vuelve a centrar (después) lo que habfa de inevitablemente dispersivo en la captacién subjetivo:instantinea de las ingens. Mediante esta reelaboracién secundaria, los dos momentos con: catenados (captacion y montaje) construyen una perspectiva espectfica, mis 0 ‘menos acentuada, a través de la cual la mayoria de los diarios filmados ter ‘minan por apraximarse a la autobiografia —perspectiva en literatura—. Inchuso si queda claro de aqui en adelante que con el instrumento video una tercera via se esté constituyendo en esta economfs temporal de la autobiogra- fia. Un realizador de videos coms Jo#! Bartoloméo (Mes vidéos) apenas inter- Viene en ese segunda tiempo para seleccionar y apilar los bloques indivisibles de tiempo que su cimara, puesta arbitrariamente en cualquier sitio, ha regis: trado en larga duracién y sobre los cusles se prohibe cualquier modificacién. lo, alguna vieja y vulgar todos esos encuentros y todos esos seres significan para @l, ni como va a 30 a1 En lo que respecta alas “autoficciones’ por retomar la expresion con la cual Philippe Lejeune designa alos relatos autobiogréficos vustos a poner en eseena, el desfase temporal entre lo vivido y el filme plantea también la cues- ‘én crucial dela encarnacién de los rostos. En April, Moret lige volver Interpretat en su casa com su mujer y ou bebé, algunas escenas ligadas a ese acimiento, incluso si es en las condiciones de produccién telativamente pesadas (material, equipo} de un filme de ficcién'de 35mma, En el meollo del filme francés de autor, una casi tradicion. autobiografica, que va desde Catherine Brellat a Anne Marie Mieville, pasando por Frangois Trufaut y Jean Bistache, quiere que el cineasta que cuenta un episcsio autobiogtifico ‘scoja hacerse representar en su filme por un actor, tanto como decie (para ‘sos cuatro) por un ater ego al que pueden dar forma de nuevo y digit en 1 curso de esa reescritura de su vida. Otros como Lue Moullet en Anatomie dun rapport, Jacques Nolot en LAritrepays 0, de ver en cuando, Phiippe Garrel, pomen en juego su propio cuerpo en el filme como una especie de eer. 'ficado o indicio de verdad, pero prefieren que unos actores encarnen a los ‘tres protagonistas de esa historia que nos cuentan ast entre la primera y la tercera persona fsicas. Se sabe, desde el rodaje de La Maman et la putain, en 12 cual jean Eustache habia convocado al “modelo” de tino de los dos parse najes femeninas, que esta solucin, puesto que les verdaderos protagonistas estén obligados a asistir a esta eposicion en escena de ellos mismos a través de otro cuerpo, no es forzosamente menos peligrosa para ellos. Esta cuestion de la inscripcién del "yo" en un cuerpo o, en ausenciz, en tuna mirada sobre el mundo es una de las mas novedosas yperturbedoras que se haya planteado en la autobiografiafilmada con respecto a la tradicioa de Ja escritura autobiografica. ¢Cémo un cineasta puede decir “yo” con un ins. trumento en el que filmar en primera persona exclaye generalmente que se ‘estén el campo que oe filma? Como hablar de st al flmar el mundo? jLa singulerided de su mirada sobre el mundo puede bastar para inscribit en ausenci, en sus imégenes el "yo" de un cineasta que no estaria nunca visible cen ellas? gCémo hablar de st en el pasado —que lo escrito permite con toda 'afacilidad det mundo—, con un utllajecondenado a registrar un estado pre sente de los cuerpos y del mundo? Tal verse trate, para los expectadoresactuales que comienzan a coger ¢l gusto alos filmes autobiogrfices, de una necesidad, inehiso todavia if 4, de recobrar en las pantallas un contacto més inmediato con la vida tl como cada uno la vive y que est cada vex més separada de la representacon 32 i 105 dan en este final de aque los medios de comunicacion y el cine industrial nos dan en este final Fe gio, Si el cine de autor esté “cogiendo la norma’, como se dice "“echar batt: "go semejante. En el sentido més humilde del término: alguien de quien pue- en la cual organiza los acontecimientes aleatorios, graves 0 mintisculos, que eas es e] sentido maltiple de esta programacién®. Descubrir una ver- enclave 1 si tats cont un era de Alin ego ot nf ‘condo po Ala ep Eons AGOR Oh996 yeaa Sgr tim [edn de Ger nn Gtr * Aa era ae aq col que seorapa iro aque pnensr et sn, PEO OOOOOOOHOOOOOOKS BRE COOOOOOOHOOKL FRKFHVIAY FISIKIVS Sos & VVIIII®I Oi — "News from Home exe stern A través del espejo: cartografias del yo DOMENEC FONT Hoy nos vemos como en un espejo, confusamente. SAN PABLO, EPISTOLA A LOS CoRINT¥OS ' $ conoeida la frase con que Montaigne termina el prologo de sus E fos Ei “Ai ps, ais yo ms ater de bro" Montaigne, el moralista del instante, el escrtor preacupado por constniir une energéticaen el campo del ensayo tncorpora al texto el tes- timonio de la subjetvidad, la decision de hablar desi mismo y por s mistno cen un permanente “work in progress: Aquello en que se convertré buena parte de a literatura modema al decir de Hareld Bloom: la experiencia de un yoen trinsito? 1a controversia de “Vécriture du soi” es antigua. Sus primeras rizas arrancan en el XVIL pero tas ls escaramuzas del romanticism la dsputa se ‘wansforme en guerra de posiciones. Si nos ceiimos al siglo XX, se disfa que hay un trazado paralelo entre la fcciny la autobiografia. Nombres tan deter minantes para la Iteratura como Proust y Musi, Kafka y Canetti, Gide y Pessoa, Celine, Camus y Michaux, pero también Thomas Bernhard, Peter Handle, Marguerite Duras y }M.Cootzee lo prueban. Una escala muy signif cativa de produceiém de subjetvidad, de la presencia de un omnisciente suje- to narcador que busca transmit la experiencia de una vida, de una identidad aque Te cosa y que le huye y que a través de determinadas visiones en desor- den sobre su proceso vital precipita el desco de escritura, En cualquier caso, Ja cuesti6n de Ia primera persona ha atravesado la literatura occidental y en bbuena medida ha marcado sus rupturas estilstcas de cuya fuerza y relieve vivimos todavia. Philippe Lejeune ha constatado la “lasticidad” del vérmino autobiogra- fia en cl dominio literario®, Pero su odenamiento, que lo ha convertido en specialista de todas las formas de escritura intima, no desbroza todo el can: no. Su definicién de la autobiografia como “relate retrospecivo en prosa que 35

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