Quireme siempre as, con catorce, con veintids, con treinta y siete y con mil.
Quireme toda yo, toda mi esencia.
Quireme como lo haces, cuando estoy dichosa, cuando siento que puedo comerme el mundo. Pero quireme tambin como hasta ahora, cuando estoy enfadada, despeinada, ojerosa, cuando todo me sale mal o no paro de arrascarme. Quireme as, desordenada, meticulosa, cumpliendo las normas y cuando me salto las reglas. Y sigue querindome pequea, loca, gritona, enfurecida, feliz, valiente y miedosa. Porque slo t descubres todos los estados que hay en m. Y si alguna vez se me olvida que eres el amor de mi vida, no digas nada, coge mi mano... y lo recordar al instante.