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"TIERRA FIRME / 407 Diez Puntos sobre la ensefianza de la Historia de Venezuela } Vy German Carrera Damas 1. En Venezuela el_papel predominay ia, entendiendo por tal la que alinenta'y es slmentede port conciencia hist6rica tradicional, ha sido el de servir de fuente de legitimacion al servicio de la clase dominante, y de sus modos antidemocriticos de ejercicio al poder politico. Porello: a) Nadie ha sido en Venezuela més historica y boliva- tianamente patriota que el general Juan Vicente Gomez, b) Desde que fue creada, en 1888-1889, como instru- mento para la conformacion de la Historia Oficial, Ja Academia Nacional de Ia Historia ha demostrado siempre buena disposicién para servir a los regime- nes antidemograticos, y ha sido siempre cuando me- hos ‘reticente ante los desarrolles democriticos. ©) En el desempefio de este papel la ha secundado la Sociedad Bolivariana de Venezuela, desde su auge en el marco de la busqueda, emprendida por el General Eleazar Lopez Contreras por medio de las Civicas Bolivarianas, de una ideologia de reemplazo destinada a inmunizar a los venezolanos, y particu- larmente a jévenes y obreros, contra los plantea~ mientos ideol6gicos liberal-democraticos (hoy di- Ffamos socialdemécratas) y gocialistas (zqué di- Hamos hoy?) brotados en el pafs a partir de 1936. 2. De esta manera se ha expresado en la sociedad vene- zolana la enseflanza de la historia, a través del sistema educa- tivo, pero también del informativo y de opinién, convertida en un doble mecanismo de onformacion de creencias y de control de coneiencias.. En esta forma, la ensefianza de la historia ‘ha sido pilar fundamental en la promocién del pro- yecto nacional, particularmente a partir de los gobiemnos de 605 THERKS FIRM, Antonio Guzmén Blanco, pero también piedra angular del itive ontrol i ico que es parte i- pile ln etuctra de Douerincma’ BO eas aoe One mente, importa mucho determinar a cual causa social sirve, ¥ nO € asunto que pueda verse con “indiferencia técnica”, 3.- La internalizacion indi sistemdticamente, -de referencia siguiendo técnicas de saturacion y en ausencia de mensaje contrapuesto-, es la trinchera mis tenazmente defendida por quienes se oponen al cambio social democri- tico. Esto es asf porqu 4) La conciencia histérica tradicional, conformada tanto por la historia patria como por la historia nacional en ese puro producto ideolégico que es la historia oficial, y ello en todos los regimenes. poli- ticos;, no explica ni_se dirige a la tazn critica, sino que antes. bien busca inhibitla_y, al cabo, subs. tituirla por el dogma del patriotismo oficial. >) La conciencia histérica tradicional venezolana ¢s esencialmente antipopular, pues vincula los valores del_patriotismo, con los de_las lites. dominantes, ¥ comienza por asignar al pueblo el papel de a an- tipatria_ para_terminar, expulsindolo de su propia listona y convirtiéndolo en un espectador de su propia gloria, la cual le es arrebatada y trocada en un inmerecido y mal udministrado lsgado recibido de héroes y dlites ilustradas.- c) La conciencia historica tradicional venezolana es provindencialista, como expediente para exaltar al hombre 0 caudillo necesarios, y por lo mismo es| esencialmente antidemocritica: todos toe modelos de dictadores. autécratas y hombres fuertes que han agobiado a la sociedad venezolana se han compor- tado como vl Bolivar-mesfas reiteradumente anun- ciado en su necediad y advenimicnto por la his toria oficial. 4.- Al confundirse con el patriotisino obtuso de = tadores, autécratas, hombres luertes y Seay Fe Fantes como indolentes cn este campo, la conciencia histories tradicional inemalizada se vuelve invulnerable al acion de rftica historica ¢ historiogrificd. Como sus propésitos son cientificos y cel saber Seta ‘por pt onl aong ‘aii Sus objetivos, sino por el contrario su finalidad es Gnica YY Ox clusivamente de indoctrinamiento, la conciencia histérica TMERR) FIRMES 308 tradicional ni debate ni refuta, sino que segroga y anula va- ligndose para ello de los recursos del prestigio social y del poder: lanza anatemas, decreta exilios, confiere distintiones, brinda oportunidades, obstruye y desvirtda, En rigor, ef discute ni refuta porque ni puede ser convencida ni busca, ‘convencer: juega a Tribunal del Santo Oficio cada vez que puede, como lo hia hecho la Academia Nacional de la Historia. con individualidades, buscando 2 todo trance apagar su {usu eritico, 0 con toda la sociedad, como lo intenta aliora al p tender restaurar las bases acientifigas y acriticas, las cuales hhan sido levemente afectadas por la libertad de bisquéda cientifica y de ejercicio eritico pedagbgico mantenida por la reciente democracia venezolana. Ya sea como cuerpo académico, ya sea como individuo, es el ejercicio de la anti- ciencia lo que les da el sentido de su ser real: creada por de- creto para desempeftar ese papel, la celosa corporscign, por si 0 por sus miembros, cumple su cometido de oficins Je control ideol6gico al servicio del Estado, pero del Giico que ella concibe como legitimo y el unico al que van sus sieqpa tas, es decir el que regimenta y ofusca conciencias. $. El ascenso de la democracia y de su portador, la cht, se media, a grados crecientes de poder polftico, -no me refi ro al poder social, por que éste se ha democratizado lenta y cicateramente-, hace necesario demoler el bastién de conser vatismo social, ideoléxico y cientifico conformado por la conciencia historica tradicional, es decir superar ta historia Oficial, académica, ritualists y metodotdgicamente primi- tiva, A quienes duden de esta necesidad, 0, lo més probable- mente, que no se han dado cuenta de ello porque confunden {a politica con el pleito y lu discusion con la chismoreatia, les rycomiendo Ia lectura de la conferencia dictada gor Romulo, Betancourt en ef Instituto Pedaybgico Nacional en Caracas, al iniciarse cl programa de extensién cultural del curso de Alfabetizadores de Adultos, el 29 de diciembre de 1945, es decir a poco mas de dos meses Ue tomar el poder insurgiendo contra fas el de la Venezuela “tradicio- nal”, Betancourt hablo entonces a quienes . . “regresarin dentro de pocas semanas a cumplir ta mejor labor de patria: a desbrozar conciencias, 3 orientar vocaciones, 3 suscitar inguietudes en un pucbIs que se merece todo eso. en un pueblo que ha sido el mejor protagonista de nucstra historia, Jalonada de tanto menguado gesto de sus prohombies KeTe- sentatives por su calidad inte ies en sur mayoria. —_ ‘TIERRA FIRME. TIERRA FIRME /411 Yergonzosa para la inteligencia, olvidaron a Venezuela 7 atendieron a sus propias, egoistas apetencias personales”, Betancourt sabfa a quien fustigaba con estas palabras, y mientras los sacerdotes académicos de la historiografia se recogian en si MISMOS-Y-anmaban su ponzoha, expuso « Jos alfabetizadores una visién de la historia de Venezuela que serfa hoy -merecedora, sin duda, de la censura de los neocruzados de la nacionalidad, que se esfuerzan por hacer Fetroceder la_conciencia_historica_cientifica en los modes. tos avances que ha logrado durante los dltimos veinticinco afios. Esos modestos avances s6lo ha sido Posible realizar- los siguiendo una estrategia que eludié un enfrentamiento que habria sido desproporcionado en fuerzas, tanto polf- cas como de opinion y de poder social, con la historia académica y oficial, Esa estrategia ha consistido precisa- mente en reinvidicar el cardcter de ciencia social de la histo- Ha, por contraposicién con la historiograffa pseudohuma- nistica que muy bien ha servido a la conciencia histones tradicional. El sélo hecho de tener que correlacionar la historia con las mcdernas ciencias sociales oblig6 a sacudir Ja historiograffa académica y oficial, y oblig6é también a emplear un lenguaje que condujo a una reorientacion de sontenidos. Por ¢so es justamente allf donde golpea la reaccion historiografica, reivindicando la ensefianza memo- tistica y lineal de las “‘cosas tal como sucedieron” para lue- 80, cuando ya la conciencia histérica esté deformada y las- ada de prejuicios anticient{ficos, comenzar a “discutirlas”. Como quien dice, hay una hora’ para la ignorancia y otra para el saber y yo diré cuando es la una y cuando no es la otra, (Cierta vez pregunté a Jesualdo qué debia decir- ‘se al nifio en historia y me respondid; “cuesta tanto de- oe wae como decile mentira; la diferencia esta en a , pues ent E tt caviar fe una y otra median la libertad y 6- La torpeza insuperable, la ignorancia y la codici: de algunos traficantes de manuales descubso. cl flanco as esa estrategia, la cual es ahora necesario descubrirla toda Para poder defenderla, pues hay que defenderla porque de ella depende, en mucho, el destino democratico de la so- ciedad venezolana, Al amparo de un disparatado programa se disputan un mercado cautivo, y arman tal pleito que aca- ban por chvolver en él a no pocos patriotas de buena fé que terminan puestos al servicio de Propésitos que ellos, de percatarse, serfan los primeros en condenarlos, No es la primera vez que esto ocurre. La experiencia permite ya seftalar una reveladora coincidencia entre los cambios de gobierno, con Ia consiguiente’ renovacién de los grupos que “dirigen” la educacién, y la erupcién del nacionalismo amenazado, de la conciencia nacional desnutrida y de la identidad nacional atropeliada por . . . los autores de los programas y/o de los manuales precedentes 7 Descubierto el flanco y comprometida la estrategia general de la conciencia historica cientifica_y democratica, por obra de la torpeza de la codicia, la conciencia histérica tradicional, invulnerable en su antidemocratismo y su anti :ntificismo, y siempre al acecho en sus posiciones de re- pliegue transitorio durante los dltimos tiempos, estima que jones -;un giro global hacia la derecha?-, para lanzarse a la ofensiva con el fin de retomar las pocas*posi- ciones que ha visto si no perdidas al menos comprometidcs. Ya el teoricismo pseudo marxista, y el anecdotismo pinto- resco le han devuelto las posiciones que no habia podida conservar en la universidad autonoma (a nada se parece tanto tun dogmatismo como a otro dogmatismo, y esto serfa una perogrullada sino conformara una auténtica tragedia para el espfritu critico y la creatividad cientifica), con el agota- miento de las escuelas universitarias de historia. La concien- cia historica tradicional se lanza ahora a perfeccionar su vie- toria dando por descontado que el terrorismo ideolbgico or questado por algunos de sus voceros a través de los medios de comunicacién de masas, paralizard al adversario, como lo sonsegufan aquellos “atambores” de que hablan las crénicas, © los tambores y cometas chinos en Corea. Las voces y rir= dos buscan acreditar una inquictud nacionalista tras la cval pueda realizarse, en paz de conciencia, la faena oscuran- tista y anticientifica, 8. El objetivo real de esta ofensiva de la conciencia his- rica tradicional es, en suma, restablecer en forma absoluta un predominio que fue afectado por el estudio cientffico de Ia historia en la universidad nacional auténoma, y que comen- zaba a serlo, -en parte por obra de los egresados de esas escuelas-, en el sistema educativo bésico, La oportunidad la brindan la disputa por el mercado de manuales y la torpeza rogramética. De tener éxito esa ofensiva, la conciencia de- mocritica de los venezolanos continuard por algin tiemeo subordinada a un patriotismo ad hoc que s6lo ha service y Riaz imeem eo sirve los intereses de quienes fisiolégicamente adversan la democracia, al amparo de un “nacionalismo, -ese, el denun- ciado por Rémulo Betancourt-, que nunca fue obstaculo sino més bien puente para ponerse al servicio de los “buenos gobiernos” que hemos tenido en este siglo. 9.- Un poco de sentido histérico nos tranquiliza acerca del resultado final de este combate, pero también la percep- cién del reciente pasado latinoamericano nos dice cudn cos- toso_y de efecto letal prolongado puede ser un triunfo de Ja ofensiva de la conciencia hist6rica tradicional a historia reciente de Argentina, Uruguay, Brasil y Chile nos lo es ta diciendo a gritos). Por ello, y con Ia serenidad que nu- tte el sentido de la historia, es posible discemir con toda claridad las Iineas de accion para enfrentar y derrotar la ofensiva lanzada por la conciencia historica tradicional. Es- tas consisten en: ) reservar Ia concepcién de la historia como ciencia social, afinarla e instrumentarla cientifica y me tdicamente. Vincular el estudio de la historia, entendido como ciencia social, con el conocimiento de la época con- tempordnea y radicar sobre este vinculo una con- ciencia democratica de cambio social, Defender el cardcter controvertible inherente al co- nocimiento historico (todos los sistemas y actitudes ) totalitarios comienzan p pot abaligi, en aras de una verdad oficial a la martera del mundo orwelliano). { 4) Desacralizar el estudio de la historia, por cuaito &- Sy ta no es ni puede ser, en esencia, sino la vida co- ) tidiana de los pueblos, (o Componer programas acordes con estos objetivos '4,. ¥ deponer apetitos manualfsticos. p10~ La realizacién de estos objetivos es posible en el mi de un debate amplio, pluralista, sin ventajismos ins- Utugionales, que leve a la identificacion Y presentacion de las"posiciones respectivas. Ninguna corporaci6n, ninguna instancia gubernativa, ningdn cuerpo gremial, puede felsear estos requisitos sin contraer una grave responsabilidad social, Pues el éxito de la ofensiva lanzada por la conciencia historica tradicional causarfa un dafto profundo y prolongado al desa- rrollo del conocimiento cientifico de la sociedad venezolana, ¥ darfa oxigeno a las nunca descartables posibilidades de re- troceso sociopolitico,

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