En los comienzos del mundo, el Sol y la Luna 14 vivan en la Tierra. Y ocurri que en el momento en 26 que se conocieron se enamoraron profundamente, 33 entonces vivieron felices el uno para el otro. 42 Cuando el Espritu Creador se enter de ese amor y 52 que haban olvidado pedir su consentimiento, se enoj 61 de tal manera que oblig al Sol a subir al cielo y dej a 75 la Luna sola en la Tierra. 82 A pesar de estar tan lejos, el Sol no abandon ni un 95 solo da a su mujer y siempre alumbraba su camino 105 solitario. Pasado un tiempo la Luna tuvo siete hijos. 115 Cada uno de ellos era en tamao, la mitad del 126 anterior y as fue que el menor de todos result ser 137 siete veces ms pequeo que el mayor. 145 Desde el cielo, el Sol iluminaba el nacimiento de sus 156 hijos con los rayos ms clidos. Cuando vio que su hijo 168 menor era tan chiquito, le regal dones mgicos para 178 protegerlo en su vida por la Tierra. 186 Los nios crecieron sanos y robustos junto a su madre 196 y cuando fueron bastante grandes, el Espritu Creador 205 que segua enojado oblig tambin a la Luna a subir al 216 cielo pero justo en el momento que el Sol se ocultaba 227 en el horizonte. 231 Fragmento Leyenda peruana LOS SIETE CABRITOS En los comienzos del mundo, el Sol y la Luna vivan en la Tierra. Y ocurri que en el momento en que se conocieron se enamoraron profundamente, entonces vivieron felices el uno para el otro. Cuando el Espritu Creador se enter de ese amor y que haban olvidado pedir su consentimiento, se enoj de tal manera que oblig al Sol a subir al cielo y dej a la Luna sola en la Tierra. A pesar de estar tan lejos, el Sol no abandon ni un solo da a su mujer y siempre alumbraba su camino solitario. Pasado un tiempo la Luna tuvo siete hijos. Cada uno de ellos era en tamao, la mitad del anterior y as fue que el menor de todos result ser siete veces ms pequeo que el mayor. Desde el cielo, el Sol iluminaba el nacimiento de sus hijos con los rayos ms clidos. Cuando vio que su hijo menor era tan chiquito, le regal dones mgicos para protegerlo en su vida por la Tierra. Los nios crecieron sanos y robustos junto a su madre y cuando fueron bastante grandes, el Espritu Creador que segua enojado oblig tambin a la Luna a subir al cielo pero justo en el momento que el Sol se ocultaba en el horizonte.