Un rey mand a su hijo a estudiar al templo de un gran maestro con el
objetivo de prepararlo para que fuera una gran persona. Cuando el prncipe lleg al templo, el maestro lo mando solo para el bosque. Cuando el prncipe regreso al templo al cabo de un ao, el maestro le pidi que describiera todos los sonidos que haba podido escuchar.
Entonces el prncipe le dijo:
Maestro, pude escuchar el canto de los pjaros, el ruido de las hojas, el
revoloteo de los picaflores, la brisa acariciando las hierbas, el zumbido de las abejas, el sonido del viento surcando los cielos.
Y al terminar su relato, el maestro le pidi que regresar al bosque Para
escuchar ms, todo lo que fuera posible. Intrigado, el prncipe obedeci la orden del maestro, pensando; No entiendo, yo ya distingu todos los sonidos del bosque.
Pas das y noches enteras en soledad escuchando, escuchando, escuchando,
pero no consigui distinguir nada nuevo, adems de aquello que le haba dicho al maestro. Sin embargo, una maana, comenz a distinguir sonidos vagos, diferentes a todo lo que haba escuchado antes. Y cunta ms atencin prestaba, los sonidos se volvan ms claros. Una sensacin de encanto envolvi al muchacho. Pens: Esos deben ser los sonidos que el maestro quera que yo escuchara. Y sin prisa, permaneci all escuchando y escuchando, pacientemente. Quera estar seguro de que estaba en el camino correcto.
Cuando volvi al templo, el maestro le pregunt que ms haba podido
escuchar. Paciente y respetuosamente el prncipe le dijo:
Maestro, cuando prest atencin pude escuchar el inaudible sonido de
las flores abrindose, el sonido del sol saliendo y calentando la tierra y el de las hierbas bebiendo el roco de la noche.
El maestro sonriendo, asinti con la cabeza en seal de aprobacin y dijo:
Escuchar lo inaudible es tener la calma necesaria para convertirse en
una gran persona.
Cuando se aprende a escuchar el corazn de las personas: sus sentimientos
mudos, sus miedos no confesados y sus quejas silenciosas; una persona puede inspirar confianza a su alrededor, entender lo que est errado y atender las reales necesidades de cada uno.
La muerte de una relacin comienza cuando las personas escuchan apenas
las palabras pronunciadas por la boca, sin restar atencin a lo que hay en el interior de las personas para or sus sentimientos, deseos y opiniones reales. Es preciso escucha el lado inaudible de las cosas: lo ms importante del ser humano.