La sala del trono y la ciudad sbitamente se detienen,
enmudecen los mercados de Persia, y slo se escucha acaso un clarinete, la voz de un violn y un contrabajo, susurros no escondidos: calma, silencio, paz.
Si bien perseguimos una vida buena
pero he aqu que la cabeza agachamos; si ante una rica corona o un miserable balde no existe diferencia alguna, al final una ilusin es. Hey, seor! Hey, qu va! Un saludo de cada uno de nosotros!
Inflamado sopor, consejero letargo,
rey dormiln, somnoliento bufn; tus soadoras tierras baldas destellan somnolientas la trompeta y el tambor, quiz en todo este reino vueles, aunque no, no tan deprisa..
Toda molestia e irritacin, esfuerzo, ahnco
y pasin, tu rechinar de dientes pasarn como el cuervo visitante - yo sueo que pasarn! Tambin tus innecesarias dudas sin sentido alguno.
Demasiada interpretacin hay, y demasiada actuacin,
ms una cancin de cuna sabremos que no temer estar oculta ms. Slo con nosotros al final seguir para permanecer y cantar: Djame descansar! Djanos a todos en paz!
Soador camino que viene a abrir los ojos,
dormiln rey que bufn es. Tu aletargado fantasma ahora gobierna la historia del pueblo de Persia, que se extinguir rpidamente como una antorcha. S, as ser. AsShhh..