Carta impostergable ya:

Eynar: de manera sucinta y ms bien poco avenida a los protocolos epistolares, te escribo
esta carta, con el objeto de iniciar esta correspondencia. Estas palabras, debidas hace ya varias
lunas, podrn dar cuenta que el tiempo llega a aejar al pensamiento como si se tratara vino. Por
tal, disfruta de este bouquet anticipatorio de un nutrido dilogo y de este aperitivo.

Siempre de manera recproca a la que t demostrares, yo mantendr de mi parte la intencin de

sostener un largo relacin epistolar, como buen ejercicio escritural, como primera meta; y,
colateralmente, como buena manera de tomar a mano y poner en debate tanto los temas que
demandan la actualidad y coyuntura, como las inquietudes propias que remueven en el interior de
cada uno llegando incluso a confundir y angustiar en casos extremos. Para estos ltimos mi especial
inters, con el propsito de favorecer a que den paso eventualmente a pensamientos lcidos e ideas
brillantes.

Espero que la carta correspondiente que responda a sta, me invite a pensar en nuevos temas ya
concretos, y, que al mismo tiempo, se rompan los esquemas protocolares y se extienda esta prctica
escritural para dar cabida a nuevas formas e instancias de pensamiento.

Muy atentamente, y aunque te haga hecho renegar (tal vez precisamente por esta
posibilidad), va sta, de perlas:

La puntualidad es cortesa de reyes, deca Luis XIV. Ella es, asimismo, el deber de los caballeros y
la necesidad de los hombres de negocios
Samuel Smiles

ja, ja, ja

Miguel Aramayo

La Paz, a los 24 das de julio del ao 2017.

No vaya a confundirte el campo semntico, no pienso tratar temas nocturnos ac; sino ms bien
brillantes y como iluminados por sol cenital.

Los copistas de antao fueron valerosos y ms bien iluminados, al transcribir hojas y hojas de
manera tan fiel y reproductiva. Industria de tiempos inmemorables. No pienso de ellos sino con
desconfianza y tal vez algo de inconfesa lstima. A qu trae tanto disparate? Te preguntars

Aprovecho estas horas libres para dar rienda suelta a cosa tan puntual como imprescindible:
responder tu carta.

Nunca pondero lo suficiente la necesidad