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MAYOJUNIO 2010+ ANO I+ $50 El otro lado de la bioética Pormas Héctor GonzALEZ CONSPIRATIO O05 EL LUGAR DE LA UTOPIA 6 | EL GaLedn DE MaNILA. Tomds Calvillo 10 | LaTrERRA coMo EL CIELO. Roberto Ochoa 14 | Etocto ne 1a mwpuneza, Rafael Jiménez Cataho 18 | Carrtposcorto, Eduardo Garza Cuellar 22 | Doutos ouxon. Patricia Gutiérrez-Otero RI[OS AL NORTE DEL FUTURO 26 Lavida ola corrupcién del misterio Javier Sicilia 6 La cara oscura de la bioética 3G | Conversacin con Jean Robert Javier Sicilia y Pedro Bonnin CONSPIRATIO. La celebraci6n linirgica de las primeras comunidades cristianas tenia dos grandes ‘momentos: la conspiratioy la comestio. La primera toma su sentido de spiitu (aiento), {ues expresaba por un beso ena bocs ert luna co-respiracin, una conspiracién: la treacion de una aumésfea comin, de un medio divino. Formacién ydisefio:Isolda Osorio Diseito original: Alejandro Banuet Comercializacién: Rodolfo Naré saro@jus.com.mx Consejo editorial: Humberto Beck, Tomis Cahvillo, Wemer Colombani,JesisA.de a Torre Rangel, Bernardo Dominguez, Agustin Gana, Edun Gara uel, Faipe Garo, Rodrigo Guerra, Rafael Jiménez Catafio, Luis X. Lépez Farjeat, Pablo Macedo, Roberto Ochoa, fnpice 56 70 Hacia una ontologia del embrién humano Rodrigo Guerra Lépez El pulso y la ética médica Samar Farage EL UMBRAL DEL ESPEJO 80 | Ex pros Que BAILA. Pedro Bonnin 84 | Opintones DE UN pavaso. Juan Manuel Escamilla 88 | Metaritmica pe Orexa. Javier Oreiz Tirado 92 | Lecror Perecrino. Ibn de Leon ES s2|POEMAS Héctor Gonzalez eee et Francisco Prieto, Jean Robert, Santiago Jorge Traslosheros, Fausto Zerén-Medina, Conspiratio, revista bimestral mayo-junio 2010. Editor responsable: Javier Sicilia Niimero de Certificado de Reserva otorgido por el Insticuto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-033021003700-107. Niimero de Certificado de Licitud de Titulo: 14692. Nimero de Certficado de Licitud de Contenido: 12265. Las ilustraciones de Conpiratio son un homenaje a la tradicidn del grabado medieval anim, 152, Torees de Acapatzingo, Edificio B-101, Col. Jardines de Acapatzingo, 62447, Cuernavaca, Morelos, México. Imprenta: Euentes Impresores, S.A. Distribuidor Editorial JUS S.A. de C.V. Donceles nim. 88 despacho 405, Col. Centro C.P. 06000 México, DE CONSPIRATIO O5 OPINIONES DE-UN Ef AYASO CECI eet CT Tn El fin de la aventura de Graham Greene Elhombretiene lugares en su corazén que todavia no existen, y para que puedan existir entraenellosel dolor. Leén Bloy Y fijense sisé Yo lo insidiosa que esmigracia ycémo sabe revolversey jugar (es hastamds astuta que una mujen)/ pues todo lo quella hace Jugando con el hombre esdarvueltas ymds vueltas/ parasalvaralhombree impedirlepecar. Charles Péguy ios tiene la culpa cuando blas- femar es la tinica forma de creeren Ely salvatse, una ta- rea odiosa ¢ inevitable. Ante el dolor no se ve cémo puede creerse en Dios. SiDios existe, :por qué el dolor? ¥ por quéesecreador tan poco digno de cré- dito, puso en nuestro pecho la enfer- miza necesidad del amor, haciéndolo, sin su intervencién, imposible? Un prejuicio de laicismo ilustrado lo formulé Feuerbach al sugerir que no es el hombre criatura divina, sino Dios criatura del hombre, una suerte de proyeccién hiperbélica de las ca- rencias humanas: el consuelo hechizo alalcance de la hondura de su fractu- rafundamental, Segiin esto, “creyen- te” essinénimo de “fanatico” yambos Er UmsBRAL pet Espejo términos se refieren a cierta especie de histéticos incapaces deenfrentar a vi- da y la muerte sin el respaldo de un cuento de hadas. Peto, gy sil cristia- nismo no fuera una evasién y creer en Dios implicara correr el riesgo de amar, de sufrir? Hasta la mitad, el libro El fin de la aventura, del espia y escritor inglés Graham Greene (1904-1991), cuenta una historia convencional, en apa- riencia muy sencilla. Todo ocurre en un Londres aturdido por los bombar- deosdelasegunda guerra mundial en donde un escritor mediocre, Maurice Bendrix, tiene una aventura con Sa- rah Miles, laesposa de suamigo Hen- ry, un funcionario con una carrera a Sy) yy RR) Sia Ad més 0 menos lustrosa. Los celos, fa irritabilidad y la suspicacia de Bendrix van minando la relacién hasta que ella se marcha y concluye la aventura. Dos atios despues del rompimien- wo,clodioyelamor de Bendrixno han cedido un punto y, celoso atin, hace seguira Sarah por un detective, el bue- nazo de Parkis -contrapunto comico de la historia, que la hace, en contras- te, atin més deprimente. Lade Sarah y Bendrix es una rela- cién enfermiza de catélogo: inestable, pasional, explosiva. Dos soledades in- tentando por todos los medios eludir el desierto interior: “Nos sentimosa veces tan felices! Y, sin embargo, nunca he- ‘mos sido més desgraciados. Es como si SAS SOSY. aR nyt 85 86 ConsprRatio 05 estuvigramos trabajando juntos en la misma estatua, cada uno tallando elsu- frimiento del otro” Esta clase de descripciones, doloro- samente sinceras y fleméticas, inglesa- ‘mente puntiales, pucblan la novela. El ambiente 6rdido, deptesivo, quelado- mina, descansa sobre ellas. Llena de confesiones domésticas incémodas, de acciones ramplonas y ordinarias, Elfin dela aventura hace un catélogo de las pequerias trampas que nos tendemos paradominar, de nuestras mezquinda- des mediocres, de las mil yuna estrata- gemas ordinarias, no heroicas, de las queestélllena nuestra vida, que ni exal- tanlohumano ni dan otroafeiteal mi- coinmaculado del amor. Terrenos bal- dios de Dios, Escenas tan sérdidas co- moral bafi. ‘Todos estos detalles consiguen que el retrato animico de los personajes, que surgen frente a nosotros por obra de la accién, sea de una proximidad sorprendente. Se tiene la sensacién de que somos descritosen este o aquel tra- zo de un personaje, de quealli, el hom- bre contempordneo ~el buen burgués gue lleva a cabo sus pequefios proyec- tos—aparece con sus modestas alegrias, susamorcillos y sus mediocres pascos. Sin embargo, en algiin punto de la novela hay un giro inesperado—con el que Greene hace gala de su dominio del género policfaco-, que hace que toda la historia exija ser reinterpretada. En la conclusién abrupta del amorfo esté involucrado, como sospechara Bendrix, un rercer amante —atin més celoso que él-, uno del que no se po- Et Umprat vet Espejo dria sospechar, porque es increible su existencia: Dios. Greene consiguenarrar, para expl carsuentradaen la narracién, el mila- gro mas inverostmil quchabita la Lite- ratura, el dela gracia que cambia todo el curso dela historia (como otro, hace tiempo, cambid el dela Historia). Con ello, Greene no sélo encuentra en el drama dela feel pretexto para escribir sus mejores novelas, sino que recono- ce que la gracia de la santidad, a estas aleuras de la Historia, slo puede sur- girde lo ordinario, de las vidas comu- nes y grises de los hombres. Asi, el ver- dadero tema de esta novelaes el cardic- ter insidioso de la gracia, que Greene presenta como un perro enconado que atrapa.asu presa entre los dientes y no le da tregua. Lo mismo que Bendix, Dios resulta un amante celoso, inca- paz decederla posesién exclusiva de su amada a quien orilla, a regaftadientes y casia su pesar, aamarlo. Bajo esa dptica, Greene captura muy bien el cardcter ambiguo de la bendicidn divina: los elegidos son, a la very por virtud desu eleccién, maldi- tos. Lasantidad no es envidiable. ;O al- guien quiere el lugar de Abraham al costo del sacrificio del propio hijo? To- do aquel que responde a la gracia o se abreasu llamado lo pierde todo para re- cuperarlo transformado por la via del suftimiento, Sarah salva a Bendrix de morir en un bombardeo que destruye eldepartamento en donde han hecho el amor, con el costo de dejarlo de ver, es decit, de perderlo, Su renuncia, que la abreal amor divino, es también laacep- tacién de una existencia desértica. De ahi su grito tan humano, su reclamo: “Necesito a Maurice. Necesito el amor humano corriente y corrompido”, y la profundidad de su acepracién: “...] nada quedé cuando terminamos que no fuetas Ti. Para uno y otto”, Si Dios persigue insidiosamente a Sarah, a Bendrix y, a final de cuentas, al marido, es porque quiere salvarlos. La lucha, como lo muestra la novela, es terrible, una lucha semejanteala de Jacobo con el Angel, una lucha en la que -porque en ella se juega el miste- tio del amor—ganar es siempre perder. Enel amor, yal precio dela salvacién o dela condena eterna, nadie se libra deapostar. 87

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