San Gregorio de Nisa (hacia 335-395), monje y obispo
Homila 6 sobre las Bienaventuranzas; PG 44,1269
Dichosos los limpios de corazn porque ellos vern a Dios
(Mt 5,8)
La salud del cuerpo es un bien para la vida humana. Ahora bien,
se es dichoso no slo por conocer la definicin de salud, sino por vivir en buena salud... El Seor Jess no dice que se es dichoso por saber alguna cosa referente a Dios, sino que se es feliz por la posesin de l dentro de s. En efecto, dichosos los limpios de corazn, porque ellos vern a Dios (Mt 5,8). No dice que Dios se deja ver por cualquiera que haya purificado la mirada de su alma...; en otra parte lo dice ms claramente: El Reino de Dios est dentro de vosotros (Lc 17,21). Esto es lo que nos ensea: el que ha purificado su corazn de toda criatura y de toda atadura desordenada, ve la imagen de la naturaleza divina en su propia belleza... Hay en ti, en cierta medida, una capacidad para ver a Dios. El que te ha formado ha depositado en tu ser una inmensa fuerza. Dios, al crearte, ha encerrado en ti la sombra de su propia bondad de manera semejante a cuando se imprime el dibujo de un sello en la cera. Pero al pecado ha escondido esta huella de Dios; ha quedado escondida bajo unas manchas. Si a travs de una vida perfecta purificas las manchas fijadas en tu corazn, la belleza divina brillar de nuevo en ti. De la misma manera que un pedazo de hierro del que se ha quitado su herrumbre brilla bajo la luz del sol, igualmente ocurre en el hombre interior: en lo que el Seor llama corazn, encontrar de nuevo la semejanza con su modelo cuando haya quitado las manchas de herrumbre que estropeaban su belleza.