Un juego sin reglas

Mario Vargas Llosa nos relata cmo fue su llegada al pas y su encuentro con
una peculiar amenaza de juicio por difamacin en agravio del Peru. Todos
estn sorprendidos y asustados, lo acusan de traicin a la patria, le llegan
cartas insultantes y amenazas con represalias a su familia. Todo parece
haberse salido de control pero lo que ms le sorprende es que una vez ms
no se respete el derecho a la rplica, todos acusan y nadie ayuda a un debate
limpio. Aquello grave que le acusan es haber hablado sobre las falencias y
diferencias sociales que haba en nuestro pas. Mal para algunos, realidad
para otros. De esto hablo en un artculo El culto de los hroes publicado en
Caretas y luego en el Mercurio (Chile) a travs de la Agencia EFE.

Al parecer es un delito decir que en Lima hay nios que se pelean los restos
de comida con los perros, pero Vargas Llosa cree que el delito no es ello, sino
el hecho de haberlo dicho en un diario chileno. Al parecer ese es el delito. Y
aunque el diario chileno no es de la preferencia de Vargas Llosa y aclara que
nunca publicara un artculo en el. Pero hay cosas que el no puede manejar.
Al parecer el honor nacional depende ms de las apariencias que de las
realidades.

Creer que la imagen de un pas depende de que se digan o se callen las cosas
que ocurren en el, parece ingenuo tambin puede ser peligroso porque
acepta que el poder imponga censuras y prohbe las criticas con el
argumento que la razn est en el Estado.

La moral no es algo que se pueda manejar de manera nacional y menos

que se mezcle con el patriotismo. Hay cosas que no se pueden esconder, hay
cosas que se crean para ser de todos, como el arte, la filosofa, esas cosas
terminan siendo patrimonio de todos. Lo mismo pasa con las tragedias
humanas, estas conciernen a todos y las padecen todos. Nose puede ocultar
el sol con un dedo siempre dicen y era claro que tarde o temprano alguien
terminara hablando de la problemtica social peruana fuera de nuestras
fronteras.
Para Vargas Llosa es mejor que los dems conozcan la problemtica de
nuestros pases, mientras mas y en mas lugares se hablen de estos problemas
ser mejor. Esta es la nica manera de alertar al mundo y asi llamar a la
razn. Es algo casi imposible que los dems se mantengan al margen de los
asuntos de su alrededor `por mas cercano o lejano que sea.

En conclusin este ensayo demuestra lo atrasado que estaba nuestro pas y

no parece alejarse tanto de nuestra situacin actual.