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El Estado de Flujo y su impacto en el Desempeño

Ocupacional.

Juan Alejandro Guerrero M.

Neurociencias y Desempeño Ocupacional

Introducción.

El presente ensayo busca comprender como la naturaleza del estado de


Flujo influye en nuestro desempeño ocupacional, desde el punto de vista
psicológico y también desde la mirada de la neurociencia, en comprender que
mecanismos neurofisiológicos se desencadenan y que estructuras son las
responsables de someternos a una experiencia en donde nuestras habilidades
cognitivas (memoria, pensamiento, aprendizaje, etc.) se potencian al máximo para
generar un desempeño ocupacional óptimo. Este estado activa el Sistema de
Recompensa del Cerebro (SRC), sistema encargado de identificar las actividades
que son agradables, así también, de las actividades que deben evitarse, por lo que
su relación es indiscutible, mas aún considerando que el SRC actúa en todas
aquellas ocupaciones que son significantes en nuestras vidas.

Las ocupaciones son una necesidad biológica (Wilcock, A.) y representan


todo lo que pensamos, sentimos y hacemos. Los estados de Flujo pueden ayudar
en la génesis de una ocupación significativa, cuando la persona se siente
motivada, con un sentimiento de auto eficacia y realización. Es decir la utilización
de los estados de flujos para la creación de ocupaciones significativas favorecería
un involucramiento efectivo en estas, además de potenciar su desempeño
ocupacional al máximo.
Al referirnos al desempeño ocupacional de una persona aludimos las
habilidades de la persona, así también el entorno y las demandas que la actividad
requiere. Los estados de flujo dependen tanto del entorno, de la actividad (desafío
ocupacional) y del compromiso de la persona. Son áreas en donde el Terapeuta
Ocupacional puede intervenir manipulando las condiciones ambientales y de la
actividad para favorecer un óptimo desempeño ocupacional y de esta forma influir
en el involucramiento de la persona a una actividad determinada.
El estado de flujo y el sistema de recompensa.

El estado de flujo se puede definir como un estado subjetivo, psicológico


que se produce cuando las personas se encuentran tan involucradas en una
ocupación que se olvidan de todo, incluyendo un sentido de tiempo o la
preocupación de un fracaso (Csikszentmihalyi & Rathunde, 1992, 1996),
constituyen un experiencia intrínsecamente placentera que las personas intentarán
repetir, siempre que sea posible, para volver a experimentar o sentir esa
sensación, ya que es en ese estado en donde las capacidades se potencian al
máximo. Csikszentmihalyi (1996) define ciertas características para lograr un
estado de flujo, en donde refiere que cualquier actividad mental o física puede
producir una experiencia de flujo en la medida que sea una tarea complicada
(desafío) que exija una intensa concentración, que se adquiera un compromiso por
parte de la persona, que la actividad tenga objetivos claros, que le proporcione la
información inmediata y que sea acorde a su nivel de habilidad.

Csikszentmihalyi & Rathunde (1992), argumentan que él flujo puede tener


un papel importante en la evolución humana, en como las personas cuando
experimentan un estado positivo de consciencia utilizan sus habilidades para
enfrentar los desafíos del medio-ambiente. Es esta habilidad la que podría tener
una ventaja selectiva frente a las otras especies, y nos habría facilitado finalmente
la capacidad de supervivencia, en relación a la motivación que la persona
desarrolla para enfrentar los desafíos presentados durante toda la vida mediante
la adquisición y desarrollo de nuevas habilidades1. Jackson y Csikszentmihalyi
(1999) señalan que la característica más importante para producir un estado de
flujo es el equilibrio entre el desafío de la ocupación y las habilidades de la
persona. Whalen (1997) propone que existe un canal de flujo en donde debe
existir el equilibrio antes mencionado para generar el estado de flujo, así mismo,
cuando los desafíos ocupacionales superan las habilidades de la persona, se
genera un estado de ansiedad producido por un exceso de demandas, por el

1
Occupation for Occupational Therapists (2004, p. 66, 67)
contrario, si las habilidades superan a las demandas requeridas en la actividad, la
persona se aburre y no se motiva (no existe un desafío).

Fig. 1: Relacion de los factores que influyen en la adquisición de un estado de flujo y su impacto jerarquico en
el Desempeño Ocupacional de la Persona.

Desde el punto de vista psicológico al parecer las ocupaciones estarían


gobernadas por este estado de flujo (subjetivo) en donde las experiencias de
aprendizaje se maximizan dando una sensación de bienestar en el individuo, pero:

¿Cuáles son los procesos neurocoginitivos que se producen en este estado?

¿Cómo es que la neurociencia interpreta y explica esta experiencia de flujo?

Una posible explicación neurocientífica del proceso de génesis en el estado


de flujo, puede relacionarse con el Sistema de Recompensa del Cerebro (SRC). El
SRC también llamado Sistema Mesocorticolimbico es evolutivamente un antiguo
mecanismo que ha favorecido la supervivencia de la humanidad, a través de la
capacidad para identificar las actividades que son agradables y que deseamos
repetir, así también, de la actividades que causan perjuicio y deben evitarse
(Schultz, 2000)2. Tal y como lo señalaba Csikszentmihalyi (1975) para su teoría
de flujo, el SRC es un mecanismo de supervivencia y adaptación al medio-
ambiente. Este mecanismo nervioso esta compuesto por la corteza prefrontal,
área tegmental ventromedial, núcleo accumbens, corteza cingulada anterior, la
amígdala y formación del hipocampo. Son estas estructuras las encargadas de
gatillar determinados comportamientos a actividades especificas, por ejemplo, las
estructuras subcorticales (N. Accumbens, amígdala y area tegmental
ventromedial) juegan un papel primordial en la interpretación de las actividades
gratificantes o aversivas. La corteza frontal, prefrontal (área motora
presuplementaria) y cingulada, influirán en la toma de decisión consciente en
relación a seguir o no en una actividad. El hipocampo por su parte tiene
conexiones con la amígdala, por lo que en aquellas situaciones en donde la
ocupación o actividad activó el SRC, esta estructura automáticamente formará una
memoria sensorial con un alta carga emocional, que estimulará positiva y
negativamente el involucramiento de la persona a la misma actividad, por ejemplo,
la comida favorita, el sexo, evitar aquello que me hizo mal, etc. Es así como el
SRC va formando un mapa de nuestras experiencias con el objetivo de repetir
(memoria sensorial) aquellas que solo nos provocaron placer con un fin de
supervivencia y adaptación.

Fig. 2: Participacion de estructuras cerebrales en determinados comportamientos que influyen en


el involucramiento de ocupaciones.

2
Gutman, S. Schindler, V. (2007); “The neurological basis of occupation”.
La dopamina es el neurotransmisor encargado de activar el SRC, este
agente bioquímico juega un papel importante, además, en los procesos cognitivos,
el comportamiento y en la actividad motora. El involucramiento en ocupaciones
placenteras, tales como, la ingesta de alimentos, el sexo, escuchar la música
favorita, aumentan los niveles de dopamina en el SRC (Hyman, A. 2006). El
glutamato es otro neurotransmisor que, a través del SRC, promueve las
asociaciones entre los sentimientos y el placer de una actividad determinada,
como por ejemplo, césped recién cortado asociado al placer de jugar a la pelota
en el parque.3 Por otra parte ciertos autores plantean que es posible que los
estados de flujo aumenten los niveles de serotonina en el cerebro, ya que se
produce una elevación en los estados de ánimo que fortalecen y refuerzan al
sistema inmunológico, sin embargo aún no existe evidencia científica para avalar
esta hipótesis.

Ocupación v/s Flujo

“La relación entre lo que hacemos y su repercusión con el estado de salud


es compleja. Sin embargo, la comprensión de cómo las ocupaciones impactan en
el bienestar de las personas permitirá a los terapeutas ocupacionales tener una
mejor intervención con los usuarios”4.

Si bien la teoría de flujo proviene de una corriente psicológica, resulta


complementaria a las teorías actuales en Ciencias de la Ocupación, con respecto
a como las ocupaciones significativas nos motivan de forma intrínseca a optimizar
nuestro desempeño ocupacional. Esta afirmación puede resultar de ambas
corrientes pero pertenece al Modelo de Ocupación Humana (Kielhofner, G. 2002).
Kielhofner propone 3 subsistemas para la volición o voluntad, en donde los
estados de flujos pueden intervenir para crear un estado de máximo desempeño.
Por ejemplo, en la causalidad personal, el individuo crea un sentido de
competencia y eficacia en relación a la actividad, así en el estado de flujo, la
3
The neurological basis of occupation (2007, p. 73)
4
Occupation for Occupational Therapists (2004, p. 68)
persona maximiza su eficiencia y se enriquece de experiencia que le proveerá
nuevas habilidades y competencias. La influencia del medio ambiente han sido
descritas por estas corrientes, que si bien no son iguales se complementan, así
Kielhofner describe y reconoce que un entorno estimulante fomenta el optimo
rendimiento y la atención hacia una ocupación, mientras que Massimini (1988)
refiere que el medio ambiente juega un papel fundamental en los estados de flujo,
determinando que estos se produzcan o no.

La literatura nos demuestra que la ocupación forma parte esencial del


desarrollo en el ser humano, en relación a la supervivencia y a la adaptación,
mediante procesos neurocoginitivos que subyacen al comportamiento y que
generan esta sensación de placer al momento de realizar una actividad que nos
motiva, para posteriormente repetirlas en el tiempo, van a proporcionar bienestar y
estados de salud favorables.

Desempeño ocupacional

Ann wilcock (1993) describe a la ocupación como una necesidad biológica


innata del ser humano, que nos ha permitido desarrollar habilidades, estructuras
sociales y la tecnología dirigida a obtener un control sobre las otras especies y el
medio-ambiente5.
El desempeño ocupacional resulta de la consecución de la ocupación o
actividad seleccionada y ocurre a través de una transacción dinámica entre la
persona, el entorno y la actividad (AOTA, 2002). Es en esta transacción dinámica
en donde nosotros como Terapeutas Ocupacionales podemos influir en la
producción de estados de Flujo en nuestras intervenciones, para asegurar el
involucramiento efectivo de los usuarios al tratamiento con el fin de maximizar su
potencial. El Modelo Canadiense de Desempeño Ocupacional define la
“ocupación como flujo”, como una de las características de la ocupación, y
describe, al igual que Whalen (1997), que debe existir un equilibrio entre las

5
Ann Occupational Perpective of Health (2006, p. 20)
demandas de la ocupación y las habilidades de la persona para lograr un optimo
desempeño. Desde el principio los terapeutas han analizado, clasificado y
adaptado ocupaciones para garantizar que sus clientes puedan tener éxito dentro
de los límites de sus capacidades, en este contexto, Csikszentmihalyi a hecho un
gran aporte de conocimientos sobre el uso terapéutico de las ocupaciones para
promover un estado de salud favorable, bienestar y satisfacción personal.

La adaptación del entorno, la elección de actividades que supongan un


desafío para la persona, actividades que tengan un significado emocional y un
compromiso real por ejecutar la actividad, serian las responsables de conducirnos
a un estado de Flujo, en donde la motivación por hacer dicha ocupación nos
provee bienestar, salud y la posibilidad de desarrollar nuevas habilidades. En
efecto, el desempeño ocupacional de un individuo se verá enormemente
favorecido si nosotros como terapeutas ocupacionales les ayudamos a entender
como es que las ocupaciones significativas pueden alcanzar su máximo nivel de
eficiencia, productividad y bienestar. De esta forma la utilización del Flujo, no sólo
como herramienta dentro de la Terapia Ocupacional, puede también desempeñar
un papel muy importante en la calidad de vida de la persona, así como en el de la
sociedad.

Fig. 3: Esquema representativo en relación a los factores que influyen en el desempeño


ocupacional de la persona.

Conclusiones
__________________________________________________________________

La utilización terapéutica de los estados de flujo puede resultar ser una


excelente herramienta, sin embargo creo que aun se debe investigar mas acerca
la facilitación de experiencias de flujo ya que, si bien existen estudios, no son los
suficientes.

El desempeño ocupacional se ve favorecido con la utilización de esta


experiencia, se potencia y maximiza, crea un estado de satisfacción personal que
subyace a las habilidades que se desarrollan. Los estudios de los mecanismos
neurofisiológicos aun deben desarrollarse con mayor profundidad, así también, en
su relación con experiencias negativas, como por ejemplo, drogas adictivas, en
donde también se crea un estado de flujo, y activación del SRC. En definitiva la
Terapia Ocupacional debe tomar esta herramienta cognitiva y utilizarla, con el
propósito de mejorar la calidad de vida de las personas con el fin de establecer un
desempeño ocupacional óptimo y satisfactorio que potencie al máximo sus
habilidades.

El estado de flujo es una es una capacidad que se puede desarrollar,


modificando los patrones ambientales y de la la actividad misma, centrándose en
los intereses de la persona, es por esto mismo que como Terapeutas
ocupacionales, debemos tratar de siempre inducir un estado de flujo en la persona
con quienes trabajamos, para así mejorar y potenciar los resultados en nuestra
intervención.

Referencia bibliográfica
1. Abio, G. (2007). El modelo de “flujo” de Csikszentmihalyi y su importancia
en la enseñanza de lenguas extranjeras: Revista electrónica de dialéctica
Nº 6, (p. 2 – 4).

2. Asociación Americana de Terapia Ocupacional (2002). Marco de Trabajo


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3. Dietrich, A. (2004). “Neurocognitive mechanisms underlying the experience


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4. Gutman, S. Schindler, V. (2007); “The neurological basis of occupation”.


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http://books.google.cl/books?
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10. Wilcock, A. (2006). “Ann Occupational Perpective of Health”. 2º Edición,


2006, Editorial Slack Inc. Disponible en: http://books.google.cl/books?
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apy+1993&source=bl&ots=2TEY-kfIMy&sig=L7MPvzgoN3L1MDh-
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