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Obras de Erving Goffman en esta biblioteca Invernados. Ensayos sobre la situacién social de los enfermos mentales ‘La prosontacién de la persona en la vida cotidiana Estigma La identidad deteriorada Erving Goffman Amorrortu editores Buenos Aires - Madrid Biblioteca de scilogia ‘Stigma, Notes on the Management of Spoiled Identity, Erving Goffman (© Prentice-Hall, Ine, 1963 Primera edicin en inglés, 1963; segunda edicén, 1968 Primera ediein en castellano, 1970; tereerareimpresion, 1988; coarta reimpresén, 1989; quintareimpresin, 199; sexta reimpresién, 1995; sepia reinpreion, 1998; octava reimpresién, 2001; novena reimpre: ‘te, 2003; décima reimpresien, 2005, ‘Traduecin, Leonor Guinsberg La repredecin total o parcial de este libro en forma iéatica 0 mod cada por cualquier meio mesinico, eleetinico o informatio, incluyen- 4o fotoopia,grabecién, digtalizaciono cualquier sistema de almacena- ‘lento yrecaperaeién de informaciéa, no autarzada por los edores, ola derechos reeervadce ‘© Tedos ls derechos de a edicén en eatellano reservados por ‘Amorrrtn editors S.A, Paraguay 1225, piso - COSTAAS Buenos Aires sre amorrotueditore com ‘Amorrortu editores Bspaia S, San Andrés, 28 28004 Madrid ‘Queda hecho el depésito que previene a ley n* 1.728 ‘Industria argentina, Made in Argentina ISBN-10; 950-518-0160 ISBN.15; 978.950.518.010 ‘Gottman, Erving ‘Betigma: la densidad deteriorada-1* ed, 10*reimp- Buenos ‘Ares Amorrort, 2006 176 p.: 2012 crn (Biblitecs de sociologie) “Tradvsin de: Lecnor Guinaberg ISBN 950-516-016-0 1. Process Sociles I. Leonor Ginsberg, trad. Title Dp 908, Iimproso en Ios Talleres Graficos Color Bie, Paso 392, Avellaneda, pro vinci de Buenos Aires, en mayo de 2008, ‘Tirada de esta eicin: 2.00 ejemplare. Prdlogo Hace ya més de una década que la literatura de psicologia ‘social se ocupa intensamente del estigma, vale decir, de la Sn socal Gon el sempo se agin proves 2 tiempo se agregaron pr 08 est. dios elinicos,? cuyos aleances y aplicacién abarcaron catego- im lempre mera de penton! hones tb propésito en este ensayo es reviser trabajos sobre el estigma, en especial de indole popular, para ver cudl puede ser su utilidad para la sociologia. Debemos em- prender la tarea de deslindar el material vinculado con el ‘stigma de otros hechos cercanos a él, mostrar ofmo se ‘puede describir este material de un modo econémico, den- tno de un tnico esquema conceptual, y clatficar el vineulo cxistente entre el estigma y el problema de la desviaciéa, Esta tarea me permitiré formular y utilizar una serie espe- 1 Faure los mis ipportantes se cuentan socitlogos camo E, Lemert psissiogns como K- Lewin, F. Heider, T, Dembo. R, Barker Wapst Yn coacainens B, Wah, Phe Disslty "Po. ri i ® chology, Approach (Nucea York: Harper & Row, 1960), que me ba fecltado tumerosos pérrafon para ctar y referencias de gran ut- ra ele F, Cok, Fal Deformed Pte 4a srl Megas pol fd Dee Scere Me, Gee Gta an and De 2B, Gee Bat cial de conceptos: aquellos que tienen que ver con la «in- formacién social», la informacién que el individuo trans- mite directamente sobre sf mismo. stimada Sefiorita Corazones Solitaris: “Tengo diecistis sfos y estoy desorentada; le apradeceia que me aconsejara, Cuando” pequeda estaba acotumbrada {que los chicos que vivfan en la cuadra se burlaran de mf 3 20 cca an tebe, pero ahora me gustaria tener amigos fon quienes salir los sabedos a le noche como las desis icf gin choco ew a, me au aque ballo muy bien, tengo una ta y mi padre me gape lndos vas, hac nn ari = fe siento y toe obsrvo 9 loro. Tengo un agujero en medio dela cara que assta ala gente y también 4m; por exo no puedo eulpar a los muchachos de que no Guieran fnvitarme'a sir con ellos. Mi madre me quite eo. pore a tar donate, anda gl, Que hige yo para mesecer esta terrible desgracia? Aunque fibiesn hecho algo malo, nada malo hice antes de exmpl un afo, y sin embargo nact asf. Le premunté a ml pal; te dijo que no sabia, pero que tal ver algo hice en ef oxo tata, Ean pol puss cece pose 6 on obey Eso no To puedo eres porgue éles un hombre ma inneno. gDebo sukidarme? ” La saluda atentamente Desesperada ‘Tomado de Mise Lonelyears, de Nathanael West plgs. 1415. Co. Rt © 1962 gor New Bites, Reimpso con aiocailén few Directions, editors 1. Estigma ¢ identidad social Los griegos, que aparentemente sabfan mucho de medios visuales, crearon el término estignra pata referitse a signos corporeles con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco habitual en el status moral de quien los presentaba. Los signos consistfan en cortes o quemaduras en el cuerpo, y advertfan que el portador era un esclavo, un criminal 0 tun traidor —una persona corrupta, ritualmente deshonta- da, a quien debia evitarse, especialmente en Iugares pli. cos—. Més tarde, durante el cristianismo, se agregaron al ‘érmino dos signficados metaféricos: el primero hacia alte siGn a signos corporales de la gracia divina, que tomaban Ja forma de brotes eruptivos en la piel; el segundo, referen- cia médica indirecta de esta alusién religiosa, a los signos sorporales de perturbacin fisica. En In actualidad, la pala bra es ampliamente utilizada con un sentido bastante pare- ‘ido al original, pero con ella se designs preferentemente 4 mal en mismo y no-asus manfetacones corporates més, los tipos les que despiertan_preocupacién hhan cambiado. Los estudiosos, sin embargo, no se han es- forzado demasiado por describir las condiciones estructura. Tes previas det estigma, ni tampoco por proporcionar tna defini concepto’en sf, Parece necesrio, por consi- ‘guiente, tratar de delinear en primer término algunos si. Puestos y definiciones muy genetales, ‘Concepciones preliminares La sociedad establece los medios para categorizar a las Personas y el complemento de atributos que se perciben como cortientes y neturales en los miembros de cada una u de esas categorias. El meio social establece las categorias de personas que en él se pueden encontrar. El inteteambio social rutinario en medios preestablecidos nos permite tra. tar con «otros» previstos sin necesidad de dedicarles una atenciGn o reflexion especial. Por consiguiente, es probable ape 3 encontaoos frente «un ea las prince awe Hlencias nos permitan prever en qué categoria se hella y cuéles son sus atributos, es decir, su eidentidad socials —para utilizar un término més adecuado que el de «status socials, ya que en él se incluyen atributos personales, como Ja chonestidad>, y atributos estructurales, como la) «cu. pacién»—. Apoyindonos cn estas anticipaciones, las transformamos en expectatvas normativas, en demands riguosimente pre Por lo general, no somos conscientes de haber formulado esas demands ni tampoco de tu contenido hasta ue surge on interrogante de indole prictica: gserin satisfechas de al ‘gin modo? Es entonces probablemente cuando advertimos ue hemos estado concibiendo sin cesar determinados. sir estos sobre el individuo que tenemos ante nosotros. Pot Feat, als demandas qu formulames sels pos dene minat con mayor propiedad demandas eaunciadas «en esen- cia», y el cardcter que atribuimos al individuo deberfa con- sidetarse como una imputscién hecha con una mirada te- ‘tospectiva en potencia —una caracteriracién «en esencian, was wed svi rtd Ta cael y Los attr que, de hecho, segtin puede demostrarse, le pertenecen, se denominarén su identidad social rea. ‘Mientras el extrafio std presente ante nosotros puede de- mostrar set duefio de un attibuto que lo vuelve diferente de los demis (dentro de Ia categoria de personas a la que Al tiene acceso) y lo convierte en alguien menos apetecible en casos extremos, en una person casi enteramente mul vada, peligrosa 0 débil—. De ese modo, dejamos de verlo ‘como tna petsona total y corricnte para reducirio a un ser inficionado y menospreciado. Un atributo de esa naturalera 3 un estigma, en especial cuando él produce en los demés, a modo de efecto, un descrédito amplio; a veces tecibe taim- bign el nombre de defecto, falla 0 desventaja. Esto constitu ye una discrepancia especial entre la identidad social virtual 2 4. la real. Es necesatio sefalar que existen otras discrepan cias entre estos dos tipos de identidades sociales; por ejem- plo, la que nos mueve a reclusifiear a un individuo ubicado weviamente en una categoria socialmente prevista, para co” Fecaio en ora ctegors diferente aunque guste pie vista, o bien la que nos mueve a mejorar nuestra estimacion del individuo. Debe adverttse también que no todos los sebuoy ndebes son tema de dc, sino dice. te aquellos que son incongruentes con nuestro estereotipo acerca de cémo debe ser determinada especie de individuos, El termino estigma seri utiizado, pues, para hacer referen- cia 4 un atzibuto profundamente desacreditador; pero lo que cen realidad se necesita es un lenguaje de relaciones, no de atsibates, Un atributo que estigmatiza a un tipo de posee- dor puede confirmar la normalidad de otro y, por consi- fuente, no es ni honroso ni ignominioso en sf miso, En Estados Unidos, por ejemplo, hay empleos donde las perso- tas sin preparacién universitaria se ven obligades » disimer lar esta carencia, mientras en otros paises los pocos indivi duos que la poseen deben mantenesla en secreto, por mie do a que se fos sefale como fracasados 0 marpinales. Ané logamenie, a un muchacho de clase media no le produce ingdin remordimiento que Io vean camino a una biblioteca ca; sin’ embargo, un criminal profesional esctibe To Recverdo que en el pasado y en més de una octsién, por cjemplo, al dirigirme a una biblioteca pblica cercana al Ingar donde vivia, miraba por encima del hombro un. par de veces antes de entrar, solo para tener Ia seguridad de ‘que ningun de mis conocides anduviera por ally me viese? Del mismo modo, un individuo que desea pelear por sx patria puede ocultar un defecto fisico, por temor a que sa Dretendido status fisico se vea desacreditado; tiempo des- ‘pués, el mismo individuo, amargado y con deseos de eva- dirse del ejército, puede lograr que lo admitan en el hospital militar, donde el descubtimiento de que no posee en reali- 17. Parker y R. Alleron, The Courage of His Convictions, Lom tes: Hutchinson &e Co, 1962, pig 108. B dad ina enfermedad aguda puede hundirlo en el oprobio.? ‘Un estigma es, pues, realmente, una clase especial de rela- ig satre atributo y estereotipo. Sin nba rg0, propongo fur sbi nif, Sn eb pepe ate ce cov ote ag aes eo os E| término estigma y sus sinénimos ocultan una doble pectiva: el individuo estigmatizado, gsupone que su calidad Seri aie cet ce oe ed ‘que, por el contratio, esta no es conocida por quienes’ Io rodean ni inmediatamente perceptible para ellos? En el pri- ‘mer caso estamos frente a la situacién del desacreditado, en cel segundo frente a la del desecrediatle Esta es a dite Lap Se decent eso de ‘estigmatizado en particular haya experimentado ambas si- ‘tuaciones. Comenzaré con la situacién de! desacreditado para continuar con la del desacreditable, pero sin establecer siem- one a ee A pln core Se em, anes Stee Ea ie om chon ce del caricter del individuo que se perciben como falta de voluntad, pasiones tirénicas o antinaturales, creencias rigi- das y falsas, deshonestidad. Todos ellos se infieren de cono- Sg let genta ee cl ef oe reclusiones, adicciones a las drogas, alcoholismo, homosexua- lidad, desempleo, intentos de suicidio y conductas politicas extremistas. Por dltimo, existen los estigmas tribales de la rraza, la nacién y Ia religiSn, susceptibles de ser transmitidos por herencia y contaminar por igual 2 todos los miembros de una familia.* Sin embargo, en todos estos diversos ejemplos de estigma, incluyendo aquellos que tenfan en cuenta los 2 react con cn vine ol alo, de M. Meloee, Counter ‘manipulation through Malingsings en ‘por derman y H, Zimmer, The Manipulation of Human Bebsvior, Nueva ‘Yorks Yan Wiley & Sons, 1961, pigs. 277308 3. la historia fpoderna, especiamenie en Gran Bresa, el saros ‘de clase baja funcionaba como un importance estgma tribal: Ios pee fos de los padres, al rpenes su ambient, eran pegades por el mi: So si este recta nalecundamente por eacima de su condidén Socal ini El manejo del eatigma de" case es, saturalente, wh tema ‘ental en it‘novels ingles 14 egos, se encuentran los mismos rasgs socoligcos: un {dividie que podla haber sido fdlmente aeptado en Un ira sta crinte ones no ave puede in eve por la fuer a nuestra atcociOn y que nos leva « Frejarnos de él cuando lo encontramos, anulando el llamado ue nos hacen gos restantes.atrbuton, Posee un ettigma, Una indeseble diferencia que no bablamor previsto. Dace at nombre de normaes a todos aquellos que no se apart negate eis epctaion pales gu neo isi. Son en consi a nde qu nso, same cs, adoptams hacia una persona que posce uh esigma, ¥ las medidas que tomamos respecto de ella, ya que son pie- cisamente estas Tespuestas as que. ia benewolente. ace Social intenta suavizar y mejorar. Cxeemos, por definiién, desde Iuego, que la-peroona que tene uh extigmn D0. totalmente humans. Valigndonos de este supuesto pracca- Inos diversoetipor de distiminacién, mediante a eal te dicimos en la péctice sunque menudo sin pensarla, sus posibilidades de vida. Constuimos una tori cel extigma, Ena ieolopla para explcar su infriridad y dar cuenta del peligro qee representa esa persona, racionlizando «veces ne animosidad que se basa en ote diferencias, como, por tjemplo, In de cae socal* En nuestro dscuro cotidiano Stlzumos como faente de metdforas © imégenes sérminos fspecficamente refeidos al estigma, tales como invdlido, istardo.y tarado sin acordamnes, por lo gener, de st significado real Baséndonos en el’ defecto original, ten ‘demos attbuisle um clevado nimero de imperteciones® J, al mismo tiempo, algunos atribotos deseables, pero no Ueseados por el interesado, « menudo de fodole sobrenats- 4D. Ricsman, «Some Observations Concerning Marginality», en Poilon, segundo wimeste, 1951, pig. 122 '5 En un ariculo de préxima sparictn, T. J. Scheff presente el cao ‘on relacén fos enermon rentals 6 Gon referencia al ciepo, ease. E, Henrich y TL, Krleel, eds, Experiments in Sursindy Nueva York: Association for the Aid. of ‘Geppled Chilaen (Asocacén para Ia Ayuds de los Nice Invél- dos), 1961, pigs 192 7 186; 9 TH My Byes Have 2 Cold Nore, New Flsven, Conn. Yale Univeraty Press, en rst, 1582 e201 5 ral, como, por ejemplo, el «sexto sentido», o Ia percepeién dde'la naturaleza interior de las coses:™ ‘Algunos vacilan en tocar o guiar los ciegos, mientras que ‘otros generalizan la deficencia advertida como incapecided ‘tal, grtindoles a los ciegos como si fueran sordos 0 ine tentando ayuderlos « incorporarse como si fuetan invélids. Quienes se enfrentan con ciegos pueden tener un gran ni mero de creencias aferradas al estereotipo, Pueden pensat, por ejemplo, que estén sujetos a un tipo tnico de discemi- Iniento, suponiendo que el individuo ciego utilize canales especiales: de informacién, inacesibles a los demés.* ‘Ademés, podemos percibir su respuesta defensiva a esta situacién como una expresién directa de su defecto, y consi- derar entonces que tanto el defecto como la respuesta son el justo castigo de algo que él, sus padres o su trib han hecho, y que justifice, por Jo’ tanto, Ia manera como Io tratamos? Dejemos ahora al individuo normal y ocupémonos de Is per- sona con respecto a la cual este resulta normal. Por Jo. ge- retal, parece cierto que los miembros de una categoria so- cial sustentan sélidamente un modelo de opinién que, se- ain su parecer y el de otros sujetos, no les es directamente plicable. Ast, un hombre de negocios puede exigit una Spngucts femenina de ls mujeres 0 una conduc actin le los monjes y no concebirse a s{ mismo como alguien debe llevar a cabo cualquiera de estos dos estos de conde. ty Ta efreci et ee leat cabo una norma, y sin: lemente sustentarla, Fl problema del estigma no surge aquf sino tan solo donde existe una expectativa difundida de que quienes pertenecen a una categoria dada deben n0 solo apoyar una norma particular sino también llevarla a cabo, ‘Tambiga es posible que un individuo no consiga vivir de 7 Gon las palabras de una mujer ciga: «Me lamaron pata ayalar un perfume, presumiblemeate porque, tendo ciega mi sonido del olf fo era sipercaciminatvos. Vease T, Keen (con N: Lobsens), Fare- well to Fear, Nuevs York: Avon, 1962, pig. 10, BA. G, Gowman, The War Blind tn' Arericon Social Stractre, ‘Nagwa York: American Foundation for the Bnd, 1957, pg. 198. 9 Fara cjemplos, véase Macgregor y cclab, op. cit, patrim 16 acuerdo con lo que efectivamente exigimos de él, y a poser de ello pemanease relavament indferente « fa fra; sislado por su alienacién, protegido por creencias propias sobre su identidad, siente que es un ser humano perfecta- mente méduro y notmal, y que, por el contratio, nosotros no somos del todo humanos. Lleva un estigma, pero no parece impresionado ni compungido por ello, Esta posbili- dad es celebrada en relatos ejemplares sobre los menonitas, kos gians, los pleaos desrergonzados y los jus muy Con todo, actualmente en Estados Unidos los ebdigos de hhonor sepsrados parecen encontrarse en decadencia, El in- dividuo estigmatizado tiende a sostener las misenas creen- cias sobre la identidad que nosotros; este es un hecho fun- damental. La sensacién de ser una’ «persona normal», un ser humano como cualquier otto, un individuo que, por con- siguiente, merece una oportunidad justa part iniciarse en iguna activided, puede ser uno de sus més profundos sen- tmientos acerca de su identidad®* (En realidad, cualquiera sea su mancra de expresatlos, sus reclamos se basan, no en To que dl piensa que se merece todo ef mundo, sino solamen- te aquellos que pertenecen a una sclecta categoria social, dentro de la cual, sin dada, € encaja; por ejemplo, toda persona de sa misma edad, sexo, prolzién, et)’ Con todo, es posible que perciba, por io general con bastante correcci6n, que cualesquiera que sean las declaraciones de los otros, estos no lo eaceptan> realmente ni estin dispuestos a establecer tn contacto con él en eigualdad de condicio- nese." Ademés, las pautas que ha incorporado de la socie- Te. normalidad .™* Carente de la saludable realimentacién (feed-back) del in- teteambio social cotidiano con los demés, la persona que se alsla puede volverse desconfiada, depresiva, hostil, ansiosa y aturdida, Podemos citar la interpretacién de Sullivan: Tener conciencia de la infrioridad significa que uno no puede dejar de formularse conscientemente cierto sentimien- {o erénico del peor tipo de inseguridad, y eso trae como consecuencla ansiedad y, tl vez, algo ain mts grave, sicon- Sideramot que Tes eelos son realmente mis graves! que la fnsiedad. El femora que los demés puedan faltarle el rs- peto a una persona por algo que esta exhibe significa que se Eentiné siempre insegura en su contacto con otra gente; y festa inseguridad proviene no de fuentes misteriosas yen ‘erta medida desconocidas, como sucede con la mayor parte de nuestra ansiedad, sino de algo que ese individuo sabe que no puede arreglar. Ahora bien, esto representa una def- ‘Gencia casi fatal en el sistema del yo, ya que este no fcultar ai excluir una formulacién definida: «Soy in or lo tanto, a gente me tendré aversin y yo no me sen- tine seguro on elloen™ Guando normeles y estigmatizados se encuentran frente « frente, especialmente cuando tratan de mantener un et- cucntio pare dlogar juntos, tiene luget una de Tas escenas Drimordinles de la sociologfa, pues, en mochos cass, son 23 Macercat y col, op. cin pi, 91.92 Fh Meee G2 Cieat Gade? ln Pchatry, HLS, Perey, M. Le Gawel'y M. Gison, eds, Nuews York: W. W. Norton & Compe sy 195, pig 18, 24 estos los momentos en que ambas partes deberin enfrentar dbectamente las causas y Jos efectos del estigma. ET individuo estigmatizado puede it que se slente inseguro acerca del modo en que nosotros, fos notmales, ‘vamos a identificarlo y a recibirlo.™ Podemos citar un ejemn” plo de un estudioso de la incapacidad fisica: Para la persona estigmatizada, Ia insegutidad relativa al status, sumeda a la inseguridad labora, prevalece sobre una gran vatiedad de interacciones sociales. Hasta que el con. tacto no ha sido realizado, el ciego, el enfermo, el sordo, el tullido no pueden estar nunca seguros si la actitud de Ia persona que acaban de conocer seth de rechazo o de acepta- Sin, Eas catanente la posi del adlezte dl negro de piel clara, de la segunda generaci6n de inmigran- tes, de la persona con movilidad social y de la mujer que ingtesa a un trabajo predominantemente masculino.™ La incertidumbre del estigmatizado surge no solo porque jignora en qué categoria ser ubieado, sino también, si la ubicacién fo favorece, porque sabe que en su fueto interno los demés pueden definirlo en funciéa de su estigma: Y siempre siento 1o mismo con Ia gente honrada: aunque sean buenos y agradables conmigo, en el fondo ven en mi nada més que a un criminal, Ya es demasiado tarde para cambiar, pero ain siento profundamente que esa es la dnica forma que tienen de , ¥ gue son totalmente incapaces de aceptarme de otra manera’ De este modo, aparece en ef estigmatizado la sensacién de ‘no saber qué es lo que los demés piensan realmente» de él. 25 Ep The Sxl ef Phe Diaby, en Jour of Sela fue, TBA, pe bo Re ashes age Gic bs pe = ven cua totes tial pilin Ge emo tudes aueat Vase "etn siggy ‘lab, op. ei, big, BY, donde se schinla que quienes estén mas ‘rameate defornaios pecestan saber con menos abigiedad ‘an 4 set recibidos en Ie interacion que quienes padecen una defor. ‘uci renos visible 26 Basher, op lt, pls. 33. 27 Parker yleston, oP. cit, pig. 111 2 ‘Ademés, es probable que durante los contactos mixtos el individuo estigmatizado se sienta wen exhibiciSan,? debien- do levar entonces su autoconciencia y su control sobre la impresidn que produce hasta extremos y dzeas de condse- ta.que supone que los demés no aleanzan. Puede también percibir que sc ha debiitado el habitual exquema que permite interpretar los acontecimientos cot dlianos, Siente que sus logros menos importantes son con- sierados como signos de sus admirables y extraordinaias aptitudes. Un criminal profesional nos da un ejemplo: ‘Me sorprende realmente que usted lea libsos como e083 n0 puedo creetlo, Pensaba més bien que leia historias espeluz- nantes, libros baratos con tapas sensacionalisas, cosas por el estilo, (Y resulta que estd leyendo a Claud’ Cockburn, Hugh Kiare, Simone de Beauvoir y Lawzence Durrell! EI no pensabe en lo més minimo que esto fuera una obser. vacién insultente; en realidad, creo que consideraba que habia sido honesto al decirme cudn equivocado estaba. Y esa cs exactamente la clase de condescendencia que usted recibe de la gente honrada cuando es un criminal. «;Qué notable! —dicen—. En algunos aspeetos usted es exactamente igual ‘un ser humano», No estoy bromeando; esto me da ganas de estrangulatlos Una persona ciega suministra otro ejemplo: {oe que antes eran sus actos ms cotrintes —caminay ie ‘preocupadamente por la calle, poner los guisantes en el pla- ‘to, encender un ‘son ahora inusitados. El ciego se’ convierte en una persona excepcional. Si lleva a cabo estos actos con tacto y seguridad despierta el mismo asom- ‘bro que un mago que extrue conejos de su sombrero." Al mismo tiempo, sente que un ceslr sin imporancia 0 toa impropedsdaceldental pueden set Interpetadoy como 2 ie ep ec es sg 5, Masinger y cab, cq cite an Thentr: Some Noter en the Brae Secon ates bn Ba Bee nope me SOEs a ce te 26 expresién directa de su estigmatizada calidad de individuo diferente. Los que fueron enfermos mentales temen a ve. ‘es verse envuelios en una acalorada discusiGn con la espo- ‘s2 0 el empleador por temor a que estos interpreten ert6- rneamente cualquier signo de emocién. Los deficentes men- tales se enfrentan con una situacién parecida: Suoede también que si una persona de bajo nivel intleenal se mete en algin apreto, ln difcltad se atrbuye, mis © Senor moment, 8 eelco mene ican «gue si una persona de ‘sinteligenca normale seamen a una dlficlted pareciéa el hecho 0 se considers into iitco de nada en particular. ‘Una muchacha con una pierna amputada, al recordar su ‘experiencia en los deportes, nos brinda otros ejemplos: ada ver que me cat e me acreaha una mulled de my jetes que cloquesban y se lamentaben como un montén de fallinas desoladas, Era may genetoso de su parte, y a la distancia les agradezco sus cuidados, pero en esos’ mome tos me sentia agraviada y sumamente molesta por su in. tervenciéa. Daban por sentado que ninguno de los tiesgos habituales propios del patinar —un palo, una piedre— se hhabfan inserpuesto entre las ruedas de mi patin. La concly. sién era inevitable; yo me tenfa que caer porque era una pobre ¢ impotente invéida*® Ni uno solo de ellos grité con sabia «iLa tind exe peli otro salvaje!» —cose que, Dios lo perdone, habia hecho en realided—. Esa como si los viejos dias del patinaje sobre Tuedas me hicieran una horrible visita fantasmagStica. Toda 4a bocng gente se lamentaba a coro: «ilsn pobrecia se caysln 511 A, De, oh Se cy of Mel Deng en Ane Shemp iSpy snes Dey Ae ead ee Ea on 98, ie Secte © Gem Sa oe ba een Deficiency ‘og Deir ‘Action Implicationss, cn Psychiatry, EVIL, FLEE «unt, tuea Yok MiG Bok Con eon 2 Cuando fjamos nuestra atencién (por lo general nuestra Vista) en el defecto de la persona estigmatizada —cuando, En sua, no se trata de una pervona desacreditable sino desacreditads—, ex posible que este sienta que ol estar pre- Sente entre los normale Is expone, sin reaguardo algun, a ver invadida su intimidad, situacin vivida con mayor ag esa, quit, cuando los nifos le clavan simplemente la mi- sada?" Esta desagradable sensacién de. sentmse expuesto puede agravarse con las conversaciones que los extraios se Sienten sutorizados a entablar con él, y a través de las eus- les expesan lo que él juzga una curiosidad morbosa sobre sa condicién, o le offecen una ayuda que no necesita ni desea. Podemos agregar que existen ciertas formulas clé- ‘Seas para entablar esto tipos de conversacién: «Mi estima- a nia, geémo consiguié. su audifono?»; «Ula tio, sbuelo tnfo tenfa un audlfone, por eso creo que conozco bien sx Proleman ‘so stmpre he dco gue ly, sons on Excelentes y solicitos amigos»; «Digame, gcémo se las arre- fla para bafiatse con el andifono?>. Lo que se infiere de fstor predmbulos es que un individu est una persona a la cual los extrafos pueden abordar a voluntad fon tal de que sean sensibles a situaciones de esta clase. Sabiendo lo que es posible que enfrente ol patticipar de wna Situacin soctal nica, el individvo estigmatizado puede tes ponder anticipadamente coa un retraimiento defensivo, Es. Xo puede ser ejemplificado con las palabras de un albafil de 43 afos, tomadas de un antiquo estudio sobre Ia dso cxpacién alemane durante la Depresién: Qué dificil y hurillante 1ecer a Ia categoria de los desocupados, Cuando salgo, bajo los ojos porque me siento inferior. Cuando camino por Ja calle me parece que n9 do ser comparado con un ciudadano corriente, que todo el ‘mundo me sefla con el dedo. Instintivamente evito encon- ttarme con la gente. Los antiguos conocidos y amigos de 34 Este tems_esté bien mitado en R. K; White, B, A. Wrisht ¥ 7 Degho, sStaies in Adjstment 10 Visible Tajries: Evaluation ok Gay by ae, Iaem Jornal of Aor and Scie sychlony, XLII, 33 Pare Secplos sexe Hearch y Keiegc) oP. ct pie, 184 38 Ver Wehr op. of, eThe Problem of Smpatiye, pigs. 233237 28 tiempos mejores han dejado de ser cordiales conmigo, Cuan- cdo nos encontramos, me saludan con indiferencia, Ya no ‘me ofrecen un cigarillo y sas ojos parecen decir: «No te lo smereces, porque no trabajase. Una nifia tullida ofrece un andlisis ilustrativo: Cuando (...) comencé @ caminar sola por las calles de ‘uestro pueblo (...) advert que toda vez que pasaba junto sun grupo de dos o tres chicos, estos me gritaban (....) A ‘eee nso gab a pest con aio rl No soportarlo pero tampoco sabia emo enfrentar Ia si- tuacién (. +.) Durante alain tiempo estos encuentros callejeros me en ron de un terror frlo frente a todos los nfios que no co- oct (..) Un dia, adverti de pronto que habla legado a tener conciencia de mf misma y tanto miedo de todos los niffos extrafios que, al igual que los animales, estos sebfan que ‘yo estaba asustada, y hasta los més suaves y afsbles se dispo- ‘fan autométicamente a burlerse de mi setraimiento y mi temor.* a gtr de rtene defenivament, lindo cima lc intentar establecer contactos mixtos mediante bbaladronadas agzesivas, pero esto puede provocar en los demés una serie de respuestas impettinentes. Se puede agre- sear que el individvo estigmatizado vacla « veces entre el Tetraimiento y Ja bravate, saltando de uno a otra, y ponien- do asi de manifesto una modalidad fondamental, en la cual la interaccfn cara a cara puede wolverse muy violenta Consider entonces. que los indvidos etgmatzads —al ‘menos aquellos «visiblemente» estigmatizados— deben te- ner razones especiales para sentir que las situaciones socia- Jes mixtas tienden a una interaceién incontrolablemente an- 37 S. Zavadell y P. Lazarsfld, «The Peychological Consequences of ymente, cn Joureat of Sril Psychology, VI, 1935, lp. 239 ‘Rechardon, «the Social Bevin, ops ELT, nS. Rbarion,f (Conseauences ing, trabajo ineito preen- tudo ante le Convencion de la Asoeacién Socolipen Americana, co ashingto pies. 78 Af 8 joss. De se ast, abr entonces que sospechar que tarbiée oe nosotros lor noreaes, etl festa molest, Sen Fomor que el indviduo estigmaizado es demasiado agresvo demasiado timido,y, en cualquiera de ls dos exs05, dems. Sado propenso a let'en nucsrasacclonessigifeados que no intentabamos dares. Por nuestra parte, podemes sentir eran do por cn icin, nos estamos extraimitando, y que, sin embargo, i ol idsmoe verdadoramante su dfeto poems pat a tenet {ond execs imoubls 0 depress, in peal a8 Somputcros de softimiento. Sentimos que ef indviduo = Sma perc cata fuente penal de malta fideo entrain ie be ae ag nos fo Sbimos ¢ incluso que sabemos que él lo sabe. Ya est TGne pcs la comes par el eerno retorno del con. drain on I posal de Mend me e- Sef cfmo inca pero no oS texmnar Hubber eld esata y nxt, oe ‘males, itreisimos en la stuaciones tciles mixtas, rest {2G comprener que no todo mache sobre recat Es Drotble que inte cota como sgh ele Endo cmeszncrs por entero non defy dae de Personas que nos som maturlmente aceaBles nla sus. lan ya sen que es sgifique tatarlo como a alguien me Segoe temo ge er. 6 cope «ain ot doe Femaos que eS nga dees conducts pose, Erne pseos a de tec a a ah eo. raona».'y no existiera como individuo digno de uaa sen Bib ritual, Ese individvo, ait vex, pcbablent cont fe con esas estategia, al menos a principio. Bor consguiente, In atenciin se aleja en forma furiea de fur Blancos ebligatoios, y aparece Ia conc rz a Concienca del otror, expresada en la patologia de a Jprersceén2® Ast se la describe en el caso de los fisicamente disminaioe: ue si manifestamos un sin tacto ane a des Sex qu se seaiooe sbiramente y sn to ams Ia de Seal como tl 0, Jo que es mie comin, que no sl E, Golimaa,

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