Junto a la ribera del ro Cachapoal, debajo del puente, medio vencidos
por el fro y la soledad, se reuna un grupo de muchachos que pernoctaban all. Noche tras noche consuman drogas, aspiraban neoprn, o ingeran vino hasta emborracharse.
Rolando, el lder de la "caleta" adolescente, se quejaba vociferando su
rabia contra su familia: - "Estoy harto de escuchar a mis viejos Viven amargndome la vida con sus consejos".
Otro de la pandilla, el Juan, le respondi:
- "Te entiendo hermano, pero no solamente los viejos tienen la culpa, Tambin es culpable de los que nos pasa esta perra sociedad en que vivimos Cachai?".
Haba anochecido y los lamentos de los muchachos drogados
llegaban hasta lo alto. Pero no eran visiones de las drogas cuando del cielo se le apareci un ser vestido de blanco que desprenda luz.
- "Vienen los pacos - Empez a gritar Toito - Es la luz de la cuca,
corramos". - "Soy un ngel - dijo el ser- vengo del cielo, el Seor ha escuchado vuestros sufrimientos Deben orar mucho y tener fuerza de voluntad para salir de donde han cado" - Las palabras del ngel tocaron el corazn de la "caleta" y se arrodillaron conmovidos llorando a sus pies.
Pero, Rolando que estaba un poco cuerdo le pregunt al aparecido: - "
Qu pruebas tens vo pa' demostrar que no nos estai chamullando?".
- "No necesito ninguna, soy un mensajero de Dios, si creen en
nuestro Seor y acuden a l, ustedes tendrn su misericordia". Los compaeros de Rolando, creyeron en la visin, oyeron los consejos y se rehabilitaron. Rolando, cada da ms perdido en las drogas y el alcohol se burlaba de ellos diciendo que lo del ngel era nada ms que un chamullo de drogados.