2 COLUMNAS
La Gárrula
De los medios, “lo mejor”
La salud de
Cerati, los fes-
tejos por el Bicen-
tenario, el apoyo a pre-
suntos abusadores, protestas: los
camioneros de Moyano quieren
“sitiar” Capital, asambleistas de
Gualeguaychú en caravana por la
ruta del MERCOSUR, marcha en
contra del matrimonio gay en Con-
greso. Todas noticias que sirven
de aderezo para el plato principal:
el Mundial a la argentina.
Ni bien el seleccionado de
Maradona arribó a Sudáfrica, pe-
riodistas deportivos de casi todos
los canales, por no decir todos, ya
estaban esperando al pie del ca-
ñón. Con títulos como “El mundial
está en Telenoche”, cada programa
destinado a brindar noticias inau-
guró su propia sección deportiva
exclusiva para Sudáfrica 2010.
Dado que el genio del fútbol mun-
dial no permite presenciar los en-
trenamientos, de aquí hasta que
comience este nuevo encuentro ten-
dremos que soportar que estas sec-
ciones mundialistas traten de en-
tretenernos con notas de color.
STAFF Director: Jorge Botta. Director periodístico: Pablo Zamora. Director de Arte: Natalia Schumacher. Producción periodística: Pablo Ayala, Claudia
Ingratta y Verónica Nesprías. Diseño Gráfico: Facundo Azuaga y Esteban Lezcano. Fotografía: Dante Lartirigoyen. Colaboran en este número: Osvaldo
Gallo, Vanesa Aguirre, Victoria Ennis, Yesica Guevara y Leonardo Barcelona. EL UMBRAL es una producción conjunta entre Diario EL POPULAR, la
Facultad de Ciencias Sociales y la Escuela de Artes Visuales de Olavarría.
Y lógico, este tema tiene sus da-
ños colaterales. El Senado no va a
sesionar durante el mes que dure
este encuentro. Claro es que el país
todo se paraliza, y entonces quién
va a necesitar que este órgano que
nos representa labure (ese ítem no
figuraba en el speech de campaña).
Igual, cuando no están en la sec-
ción de notas coloridas desde el otro
continente, los noticieros se encar-
gan de temas más serios. Especulan
sobre cómo hicieron más de cuaren-
ta barra bravas para viajar en el
mismo avión que los elegidos. Tam-
bién están los que analizan una en-
cuesta virtual, y a nivel nacional,
acerca del público femenino que se
sienta a mirar los partidos. Se olvi-
dan que “la Raulito” era mujer.
Ni la crudeza del ataque israelí, ni
el feroz paso de Agatha (que no es
Cristie) por los mares centroameri-
canos pueden opacar esta sensa-
ción que, con un Bicentenario de
historia, sigue intacta y cada cua-
tro años se reafirma. Sólo nos resta
pedirle a Dios que, con ayuda de sus
discípulos, nos regale otro mundial.
Verónica Nesprías
Hay quincenas que se parecen a la película “El Día de la Marmota”. No porque
haya sido el cumpleaños de Karina Olga, sino porque aparecen situaciones que
repiten y repiten, confundiendo el sentido de las reiteradas acciones y provocan-
do las náuseas que aparecen cuando se gira siempre en la misma dirección.
Durante el Bicentenario se cantó el himno y apareció Stuppia con sus pancartas
y el reclamo de los municipales. Lo mismo había ocurrido durante la entrega de
los Olimpo, las celebraciones del centenario de la escuela Normal y la Vuelta al
Municipio. Después, abrieron el Centro Cultural San José, primero para una elite
de políticos asustados por la sombra persistente del gremialista que ya los había
agredido y que se les aparece en cuanto acto público se celebra, transformándose
en una suerte de “sindicalista serial”. Después sí; para el público, para que parez-
ca un acto popular, como genuinamente fue el de la 9 de Julio. Pero ahí apareció
otra vez Stuppia con el reclamo de los trabajadores, esos que cobran por debajo
del salario mínimo vital y móvil. Como una pesadilla, se presenta una y otra vez.
De noche, de día. Como Freddy Kruger pero sin cuchillas. Y los políticos locales
continúan esforzándose por parecer populares. A pesar de la belleza construida
de la que los vecinos efectivamente disfrutan. Una pequeña distracción en el
esmero puede hacer asomar el pelaje escondido. Una inauguración previa y a
puertas cerradas puede verse como un acto fallido que recuerde que “por más que
se vista de seda, mona queda”. Porque los esfuerzos iniciales por abrir el diálogo
se desvanecen y aparece cada vez más Mr. Hyde y cada vez menos el doctor Jekyll.
Es que mientras no se enfrentan los conflictos y se prefiera ignorarlos apostan-
do al hastío, el enfrentamiento reacciona a la poción y empieza a parecerse a una
pelea de villanos. Donde todos los días ocurre lo mismo: nada. Aparece el cuco y
el avestruz se esconde. Aparece el cuco y el avestruz se esconde. El cuco y el
avestruz. El cuco y el avestruz. Aparece y se esconde. Aparecen y se esconden. Y
otra vez es el Día de la Marmota.
Victoria Ennis
tria mundialista
La pa
Sudáfrica 2010 está al alcance de
la mano. Los festejos por el Bicen-
tenario de nuestro país nos deja-
ron eufóricos. El acto de salir a
“tomar” la calle renovó las es-
peranzas de repetir esa imagen
con un gran festejo popular.
Tanta alegría repercute hasta
límites insospechados. Las ven-
tas de televisores pantalla pla-
na aumentaron hasta el punto de
estar dispuestos a pagar 180
cuotas por ver los partidos del
Mundial con mayor calidad. Las
fastidiosas “promos” invadieron
nuestras vidas entrometiéndose
a cada paso (sólo basta con ir a
comprar un tomate para que el verdu-
lero nos seduzca con la posibilidad de ganar
un viaje a Sudáfrica).
Los argentinos nos convertimos en directores técnicos en un instante al
discutir sobre la famosa lista de convocados para el Mundial. Sacamos
a este, ponemos al otro, no puede faltar tal, 4-4-3 ó 3-4-4 ó ¡4x4=16! No
importa cual, todos tenemos que tener una estrategia ganadora.
Lo bueno es que se acerca la fecha del primer partido y por lo tanto
terminan los programas pre-Mundial (claro, que los “durante” y “post”
también son odiosos). Los testimonios en la calle, analistas arbitrarios,
ex jugadores derivados en opinólogos, machistas empedernidos y temas
como “el sexo en el Mundial” serán opacados por el comienzo de los
encuentros y darán un respiro a los televidentes.
Definitivamente Celeste y Blanco son los colores de moda por estos
tiempos. Y si hablamos de tiempo recurrir a un argumento místico puede
potenciar la ilusión de salir campeones, ya que el hecho de cumplir 200
años debería bastar como justificación para ganar el Mundial.
Texto: Yesica Guevara - Ilustración: Leonardo Barcelona
www.vientoenprosa.blogspot.com
UNIVERSITARIAS
Entre teorías y pasajes...
Para muchos, lo mejor de la escolaridad es llegar a quinto año y concretar el viaje de
fin de curso. No existe alguien más deseoso de recorrer kilómetros de ruta que un
egresado de secundaria. Pero no todo termina ahí, porque después llega la facultad.
¿Y adivinen qué? ¡Los viajes continúan!
/ Verónica Nesprías
Diferentes carreras, diferentes objetivos, dife-
rentes destinos. Los universitarios también tienen
que rebuscárselas para poder conseguir los me-
dios que les permitan viajar. Unos más, otros me-
nos, el trabajo “pre-congreso” les toca a todos.
Tomamos dos de las carreras universitarias que
ofrece la Unicén en Olavarría para indagar y co-
nocer más de cerca esto de los congresos uni-
versitarios. Por un lado, desde la Facultad de
Ingeniería, tuvimos la mirada de 3 estudiantes
de Ingeniería Química que conforman la Aso-
ciación de dicha carrera (AEIQO), la cual tra-
baja, entre otras cosas, para el mejoramiento
académico. Por otro lado, hablamos con dos
estudiantes de Comunicación Social de la Fa-
cultad de Ciencias Sociales. Sin ánimos de
crear antagonismos (ni de fortalecer más los
ya existentes) encontramos que los congresos,
aún desde ópticas distintas, pueden significar lo mismo.
En ambos casos se vislumbra que estos viajes, que se
dan de forma anual y en diferentes puntos del país de
acuerdo a la Facultad que oficie de anfitriona, represen-
tan básicamente otra etapa de formación. La idea de
visitar otras instituciones y lugares trae aparejada la po-
sibilidad de conocer nuevas realidades, crear contactos,
abrir debates y discusiones en pos de enriquecer los tra-
bajos presentados. En muchos casos también se abre la
puerta al mundo laboral.
Los congresos se conforman por charlas, conferencias,
ponencias y debates donde los estudiantes pueden parti-
cipar tanto en el rol de asistentes como de expositores,
previa presentación de informes que expliciten el traba-
jo de investigación que se desea presentar, para lo cual
existen ciertas formalidades académicas.
Pero para llegar a esto se ne-
EL UMBRAL, Suplemento quincenal • JUNIO 2010
cesita sortear un obstáculo fun-
damental: juntar el dinero para poder viajar. Con este
fin, los estudiantes organizan distintos tipos de activi-
dades. Lógicamente, lo que resulta más costoso es el
transporte. Por eso, en ambos casos, se recurre a la
facultad para que brinde algún tipo de ayuda. El dinero
también está destinado para costear los gastos de alo-
jamiento, comidas e inscripciones. Los chicos de AEIQO
nos cuentan que en su caso la inscripción incluye los
demás gastos (“… pagás eso y te olvidás”). Sociales to-
davía no corre con la misma suerte, por eso resulta
vital cuando los docentes les acercan algún tipo de con-
tacto o averigua dónde les conviene alojarse.
Resulta importante el hecho de lograr una buena or-
ganización, junto con un compromiso y una responsabi-
lidad personal para que el grupo funcione y llegue al
objetivo. A veces esta falencia es un punto negativo
porque, como dice una de las chicas de Sociales, “bási-
camente el ir o no ir depende nada más que de noso-
tros”. Perder algunos días de cursada también puede
restar un poco a esta experiencia. Pero en líneas gene-
rales, poder asistir a un congreso es tener acceso a nue-
vas perspectivas, no sólo académicas sino también de
la vida en general. Para muchos, una instancia como
ésta es la bisagra que les permite terminar de enten-
der que esto que hacen hoy no es ni más ni menos que
forjar su propio futuro. Y esa es la diferencia funda-
mental con un viaje de egresados.
Sin bien las ganas de divertirse están, porque des-
pués de las jornadas académicas hay espacios que per-
miten conocer gente, realizar excursiones y hacer un
poco de turismo, salir de compras y asistir a las fies-
tas que se organizan en el marco del mismo congre-
so, la mentalidad es otra. O al menos así debería ser.
3
EN PRIMERA PERSONA
No soy de aquí
ni soy de allá
Nací en Capital Federal y a los 5 años me
mudé con mis padres a la ciudad de Azul,
aunque siempre viajé para visitar a los
míos, por lo que trenes y colectivos se me
hicieron familiares. A los 18, “la nena” se
vino a estudiar a Olavarría y los viajes en
micro se hicieron más frecuentes. Todos
los “finde” era la vuelta a casa y saber que
uno iba a comer “comida”, no los fideos,
arroz y salchichas de toda la semana.
Si bien es sólo una hora de viaje, hay que
aguantar algunos pasajeros molestos, al-
gunos niños más que molestos y terminar
por acostumbrarse a ciertos olores de
aquellos micros que vienen de lejos (queda
a la imaginación del lector).
Después de vivir acá 3 años, el armado
sistemático de los bolsos y las mochilas se
convirtió en un arte. Tanto, que hoy en día
considero que en mi casa nadie logra ar-
mar un bolso como yo, economizando es-
pacio.
Fue entonces que volví para Azul, pero
sigo estudiando. Así que los viajes siguen
siendo parte de mi vida. Lo único que aho-
ra es peor, pues voy y vuelvo en el día, cada
vez que curso una materia.
Hubo veces que llegué a viajar de lunes a
sábados, teniendo que vivir medio día en
una ciudad y medio día en otra. Otras ve-
ces salí a la mañana de mi casa y no volví a
ver a mi familia hasta la noche. Por mo-
mentos, me ponía a pensar que mi casa
era un colectivo, mi compañera más leal
era la mochila y mi pasatiempo escuchar
música en el viaje o durante la larga cami-
nata de la Terminal a la facultad. De todo
esto surgen amistades “obligadas”: los
remiseros, las telefonistas, los choferes de
los micros y los que expenden los boletos.
Hoy viajo tres veces por semana y lo vivo
como un trámite más. Para algunos esto
es un sacrificio. Para otros es lo que corres-
ponde, el precio que hay que pagar por
estudiar. Para mí es una cuestión de de-
ber: es lo que debo hacer y punto. Y si al-
gún día me da “fiaca” subirme a un micro
me obligo a subir, porque sé que vale la
pena.
Desde chica debí acostumbrarme a via-
jar, como si el destino me estuviera prepa-
rando para esa rutina. Cuando preguntan
por mí, puede que esté en Azul, puede que
haya viajado a Buenos Aires o a Olavarría.
Difícil es para mis amistades encontrarme
en casa, puesto que, como dice Facundo
Cabral (¿inspirado en mí?): “No soy de aquí,
ni soy de allá”.
Vanesa Aguirre
4 NOTA DE TAPA EL UMBRAL, Suplemento quincenal • JUNIO 2010 5

El “otro Mundial” que se vivirá en Olavarría

Argentina es pasional y ya sabemos cómo se vive un Mundial. Pero, ¿cómo se preparan los extran-
jeros para ser parte de la fiebre del fútbol en una ciudad como Olavarría? ¿De qué manera se orga-
nizan para ver los partidos de sus selecciones? ¿Cómo se vive la Copa del Mundo en otros países?
Cinco estudiantes (de Brasil, Chile, Alemania y Estados Unidos) se lo cuentan a El Umbral.

/ Osvaldo Gallo la misma ropa, si es posible. Agenden: la fi- Theresa se refiere a “Fan Fest”, un concep- como en Argentina, es una de las pasiones res jóvenes que no tienen experiencia en ins-
nal es el viernes 11 a las 15.30 y, si Argentina to que comenzó en Alemania en 2006 y que más grandes y lo llevan a todos lados. De tancias tan competitivas. Y me da un pálpi-
Estamos en junio de 2010, el mes más es- llega, no existirá crisis económica que no le se trata de grandes ferias que incluyen even- hecho, Danilo llega a la entrevista con la to: Alexis Sánchez, “el niño maravilla”, pue-
perado desde hace 4 años por los amantes permita a “los pibes” seguir esta secuencia: tos culturales, pero que tiene como princi- camiseta y el gorro del Santos, mientras que de ser la sorpresa del certamen.
del “Deporte Rey” y también por aquellos picada/asado/sobremesa/final del mundo y, pal atracción la proyección de los partidos Felippe lleva en su mochila la casaca de Hincha del popular Colo Colo (el equipo “del
que sin ser “futboleros” son arrastrados por si llegamos a ganar, la caravana no para has- en pantalla gigante de alta calidad, con sis- Palmeiras. cacique mapuche”), Kemel asegura que, si
la pasión, el orgullo y la sed de gloria que se ta el domingo a la noche. temas de iluminación y sonido que recrean Felippe explica que la forma de mirar los bien en su país el fútbol es el deporte más
respira en estos días. El tránsito enmudece y Argentina es pasional y el Mundial se vive así. el ambiente de un estadio de fútbol. Para partidos en Brasil es similar a la nuestra, si es importante, no es tanto como en Argentina.
la gente se refugia cerca de algún televisor, Pero, ¿cómo vivirán los extranjeros la fiebre del este Mundial, la FIFA organiza la “Fan Fest” posible con amigos o con la familia, y después Piensa que en nuestro país el fútbol se trans-
ya sea en un bar, en una casa o en la escuela, fútbol en estas pampas? ¿cómo sentirán el fút- oficial en cada una de las sedes sudafricanas, del partido salir a las calles a festejar. Enton- forma en una alternativa real de vida, mien-
envueltos en banderas, con la corneta para bol en su país? ¿cómo se preparan para el cam- y en ciudades como Berlín, Londres, París, ces me aclara que, después del Carnaval, esos tras que en Chile a nadie se le ocurriría ser
festejar y cruzando los dedos (el cruz diablo peonato del mundo? Para responder estas pre- Sydney, México DF y Río de Janeiro., son los días más festivos. Los días de partido, futbolista, como pasa acá con muchos chicos.
de mama) para que el contrario no llegue a guntas me encontré con varios chicos extranje- Michaela confiesa que no sabe mucho de fút- generalmente hacen unas parrilladas acom- Los equipos no pagan mucho. Incluso, recién
nuestro arco. ros que estudian en Olavarría. Michaela es de bol y que empezó a interesarse acá. Me dice pañadas con cerveza y la infaltable caipiriña. ahora se están formando escuelas profesio-
Los partidos de Argentina se ven con ami- Estados Unidos y Theresa de Alemania, llega- que gracias a la familia que la recibe en En lo que refiere a lo estrictamente futbo- nales y los equipos gerenciados por grupos
gos y si en el primero nos va bien después ron a nuestra ciudad gracias al Rotary Club y Olavarría se hizo hincha de River. Enseguida, lístico, me dicen que Brasil y Argentina son económicos están invirtiendo dinero para
todo sigue igual: el mismo lugar, la están estudiando el tercer año del Polimodal en me aclara que en Estados Unidos el deporte siempre candidatos a quedarse con la Copa generar infraestructuras que estén al nivel
misma silla y el colegio “Adolfo Pérez Esquivel”. Felippe y más importante es el fútbol americano, pero del Mundo, más allá de no ser las seleccio- de los clubes de importancia internacional.
Danilo son de San Pablo (Brasil), estudian Inge- el “soccer” ha crecido en los últimos años y nes favoritas, y remarcan que la principal Kemel es de la Patagonia chilena y disfruta de
niería y este cuatrimestre están cursando en la muchos chicos lo practican, al menos en diferencia entre los simpatizantes argenti- los partidos con asado de cordero y un buen
Facultad de Olavarría. Kemel es chileno y está California, el estado de donde es oriunda. Sabe, nos y los brasileros es que ellos no son tan vino. En su ciudad los triunfos se festejan en la
haciendo el doctorado de Arqueología en la Fa- también, que la selección de su país es una de críticos de los jugadores que elige el entre- plaza central, pero si estuviera en Santiago,
cultad de Ciencias Sociales. las que siempre clasifica al Mundial (participa nador. Se sorprenden, por ejemplo, de que iría a la Plaza Italia, que divide el barrio bajo LA PASION
El grabador se enciende y Theresa me
cuenta que en Alemania el fútbol es muy
ininterrumpidamente desde 1990).
Michaela y Theresa tienen pensado ver los
en nuestro país algunos hablen mal de Messi,
o de que la selección se pierda la oportuni-
del barrio alto de la capital trasandina y es el
lugar donde confluyen las personas de todas
BRASILERA
importante, que la Bundesliga es uno de los partidos de sus selecciones en el mismo bar dad de tener a Riquelme en Sudáfrica. las clases sociales para festejar. Danilo y Felippe tienen la idea de
torneos más competitivos de Europa y que al que fueron el 3 de marzo pasado, cuando Por su parte, Kemel me asegura que en Como vemos, el fútbol es parte de la cultu- reunirse con otros brasileros para
la selección ganó los mundiales de 1954, se enfrentaron Argentina y Alemania en un Chile están muy ilusionados con la selección, ra en algunos países y en otros está en pleno
mirar los partidos de su selección.
1974 y 1990. Ella es seguidora del VFB partido amistoso. En caso de que los equipos ya que no clasificaba a un Mundial desde desarrollo. Sin embargo, a la hora de jugar
Me dicen que encontraron varios
Stuttgart, el equipo de su provincia. Enton- de sus países se enfrenten, bromean con la Francia 98 y lo hizo de la mano de “el loco” un Mundial, todos quieren ganar. Como
ces me comenta que para el Mundial, en su idea de dividir la casa en la que están vivien- Marcelo Bielsa, un entrenador que del otro Michaela, Theresa, Danilo, Felippe, Kemel y compatriotas en Olavarría pero sa-
ciudad, las personas concurren a ver los en- do, en territorio alemán y estadounidense, lado de la Cordillera fue elevado a la catego- tantos otros que, aún lejos de su tierra, van ben que hay más y les gustaría poder
cuentros de la selección en la plaza central, al menos por ese día. ría de prócer nacional. Para Kemel, si su se- a vivir el Mundial para sentirse un poco más reunirse con todos. El lugar que eli-
pagan una entrada económica y pueden ver Una de las inquietudes que me movilizaron lección queda entre las 8 mejores, va a ser cerca de sus colores. gieron para juntarse es uno de esos
la transmisión en una pantalla gigante, ade- para esta nota era saber cómo se vive el fút- un buen mundial porque cuenta con jugado- sitios típicos donde se reúnen los
más de disfrutar de otros espectáculos y las bol en otros países. En el caso de Brasil, los amigos olavarrienses: el taller (en
ofertas de los bares y locales de comida. chicos me cuentan que en su país se vive casi este caso, el taller de “monomarca”
de Carlos Hernández.
También tienen pensado conec-
tarse vía internet con sus familia-
res, para de que alguna manera
ellos también puedan mirar el par-
tido y tenerlos cerca. Danilo me
LA SUERTE DE KEMEL cuenta que ya disfrutó de un parti-
do del Santos de esta manera.
A Kemel le gusta mucho el fútbol. Apenas tuvo que llamarlo el mismo gerente del ban- Es evidente la importancia que co-
arrancamos la charla, repasa cómo fue la co para confirmarle que era cierto, que había bra el Mundial para los brasileros,
clasificación de Chile y la sorpresa que le ganado el premio. Kemel viajará con otro con- por eso necesitan de la pasión que
generó que en algún momento estuvieran tingente de ganadores a Nelspruit, una de las genera el juntarse con compatrio-
primeros en la tabla de posiciones. Sin em- sedes, en la cual el 16 de junio Chile se en- tas y familiares.
bargo, la mayor sorpresa la recibió hace frentará con la selección de Honduras. Por ultimo, los chicos me aclaran
unos días, cuando le anunciaron que había Kemel hizo su licenciatura de Arqueología que se sienten muy a gusto en Ar-
ganado un viaje para dos personas con todo en México y tuvo la oportunidad de conocer gentina, pero que el próximo Mun-
pago para ver el primer partido de la selec- varios países de Centroamérica, entre ellos dial (Brasil 2014) ya no los va a en-
ción chilena en Sudáfrica. Honduras, y asegura que se sorprendió de la contrar fuera de su país.
El viaje se lo ganó a través de un sorteo or- gran cantidad de gente que vio jugando al
ganizado por un Banco de Chile, y me dice fútbol en las playas, por lo que supone que
que cuando lo llamaron pensaba que era una los hondureños deben ser una selección muy
estrategia de venta y no lo creía. Entonces respetable.
 6 ENTREVISTA

Juan Pablo Pompei, árbitro de fútbol

“Me han echado de

la cancha por insultar”
Desde hace 15 años dirige en la Primera División del fútbol argentino. Pero debutó como
“referí” hace más de 30, cuando tenía apenas 10. Actualmente es árbitro internacional
y siente que llegó adonde quería. Juan Pablo Pompei habla de las vueltas de su vida, del
pasado, de los avatares de su profesión. Y opina sobre la selección argentina, con la
ventaja de haber visto jugar al lado suyo a 21 de los 23 convocados por Maradona.

/ Pablo Ayala
El Mundial está en el aire. Hasta podríamos respirar
desde aquí el aroma de ese césped sudafricano
genéticamente modificado si tan solo supiéramos a
qué huele. Queremos hablar de fútbol, opinar del téc-
nico, de los jugadores, de las chances. Por eso pensé
en charlar con alguien que conozca del tema. Que haya
visto mucho fútbol “desde adentro”.
Juan Pablo Pompei sí puede oler el césped mientras
mira el fútbol que transcurre a su lado. Sin embargo, me
asegura que “todos podemos opinar pero nunca, hasta
que terminó de rodar la pelota, se sabe la verdad”.
Me interesa saber como llegó a eso, cómo lo vive.
Que me muestre su mundo, o una parte, la que él quie-
ra revelar. Por eso estoy en su casa, tomando unos
mates que acaba de preparar (porque recién llega).
Mientras enciendo el grabador y miro su colección de
camisetas me da el primer mate y me indica: “cuando
quieras arrancá”. El árbitro dio la orden.
-¿Cómo fue que te acercaste al arbitraje?
-Es un poco largo. Tanto mi padre como mi hermano
fueron árbitros conocidos acá en la liga local. Y bueno,
yo empecé como árbitro muy chico. A los 10 años juga-
ba al futbol en Ferro y el técnico mío era el mejor amigo
de mi papá. Entonces, yo era como un hijo para él. Y un
día cuando terminó de entrenar mi categoría me dice:
‘¿Querés dirigir el entrenamiento de los que siguen?’.
Eran los más chiquitos, la categoría que le seguía a la
mía. Yo en esa época iba a quinto grado. Ahí empecé.
-¿A partir de ahí ya decidiste que querías ser arbitro?
-No, no, pasó como un juego. Pero empecé a quedar-
me todos los días después del entrenamiento. Y final-
mente terminé yendo toda la semana. Pero todo era
más que nada como un juego, como una diversión. Y
para no quedarme en mi casa, pasaba más horas en el
club. Y después eso empezó a trascender. Por ejem-
plo, venía Estudiantes a jugar con las divisiones de los
más chicos y, como eran amistosos, el árbitro era yo.
-¿Y qué proyectabas para tu futuro?
-La verdad, lo que menos pensaba era ser árbitro. Yo
quería estudiar Educación Física. Cuando arranqué el se-
cundario ya empezaron a entrar en juego otras cosas y
medio como que me olvidé del arbitraje. Tenía otros in-
tereses, empecé a salir, a juntarme con mis amigos.
-Sin embargo volviste a las raíces, ¿cómo fue ese
regreso?
-A los 3 ó 4 años de estar estudiando Educación Física se
lanza el curso de árbitro con mi viejo como instructor. Y me
anotan, sin decirle nada a mi papá… ¡y sin decirme nada a
mí! Así que yo no iba. Y yo le decía a mi vieja: ‘Mamá, yo no
voy a ir porque la verdad que a mí no me interesa’. Pero
bueno, un día, no recuerdo por qué, dije: ‘voy a empezar, a
ver qué pasa’. Y así empecé, en junio del ’89. Después, en el
’93 me promovieron a la primera local.
-¿Y cómo lograste el salto a la Primera nacional?
-En el ‘94 hice el curso de árbitro nacional que duraba
2 años y te habilitaba para que AFA te contrate. Y en el
’97, después de que me vinieron a ver de Buenos Aires y
me siguieron por todo el país, me contrata AFA. Ahí
empiezo a dirigir Nacional B.
-¿Entonces no fue por impulso familiar que elegiste
este camino?
-No, más que nada fue una corajeada de Adolfo
Gamondi, que me dio por primera vez un silbato, aun-
que yo no tenía ni idea. Mi viejo y mi hermano nada. Por
ahí la que hinchó mucho más fue mi vieja.
-¿Que opina tu padre de que hayas seguido sus
pasos e, incluso, haber llegado a un nivel mayor?
-Nunca tuvimos ese diálogo de ‘¿a vos qué te parece?’.
Yo interiormente sé que están muy orgullosos, tanto mi
hermano como mi papá. Es como cumplir un sueño, por-
que antes, en la época de ellos, era muy difícil que un
árbitro del interior pudiera dirigir en Buenos Aires. Te-
nías que irte y quedarte a vivir allá para entrar a la AFA.
Para cambiar eso se tuvo que crear un gremio. Gracias a
 EL UMBRAL, Suplemento quincenal • JUNIO 2010 7

PERFIL
yen
Fotos: Dante Lartirigo

Sangre de árbitro
Juan Pablo fue el menor de 4
hermanos. Su hermana mayor
tenía 20 años cuando él nació.
José, su único hermano varón,
tenía 17. Y Liliana, la más chica
hasta la llegada de Pablo, 11
años. Y así, algo tarde, se sumó
a la familia Pompei. Un apellido
que gracias a su padre, Omar, y
a su hermano, ya era sinónimo
de árbitro por estos pagos.
Desde que pudo patear una
pelota, Juan Pablo se mudó a su
pasión: “Pasaba mas tiempo en
el club que en casa”. Su entre-
nador, Adolfo Gamondi, decidió
darle un día el silbato, en un en-
trenamiento, lo que a juicio de
Juan Pablo fue una “corajeada”.
Aunque admite haberse diver-
tido, y pese a la advertencia de
su madre, “Pompeicito” amena-
la conquista gremial que se hizo yo pude llegar. mi equipo de acá. La gente de mi generación y los más zó con romper la tradición de
-¿Cuando eras chico ibas a los partidos que diri- grandes éramos hinchas de los equipos de Olavarría. una familia de árbitros. Pensó
gían tu papá y tu hermano? Era muy fuerte el fútbol local. Pero sí, fui hincha de un que aquello no venía en los
-Ví mucho más a mi hermano dirigir, porque cuando equipo de Primera y lo he dirigido. Ha perdido más de lo genes. Ni su padre ni su herma-
él estaba en el esplendor de su carrera yo era muy que ha ganado conmigo. Y le he echado jugadores. no lo presionaron para que así
fanático de mi club. ¡Y lo sufrí en carne propia tam- -¿De la selección sos hincha? sea. Estudió Educación Física y
bién! Pero nunca se me salió la cadena, eh. Jamás. Me -Sí, de la selección soy hincha. Me gustaría que llegue olvidó sus comienzos, por un
mordía la lengua y por ahí me insultaban a mí los pro- lo más lejos posible, como a todo argentino. tiempo. Hasta que un día, “de
pios hinchas de mi club porque a veces nos perjudica- -¿Dirigiste a algunos de los jugadores que van a buenas a primeras”, Juan Pablo
ba, o pensaban que nos perjudicaba. este Mundial? decidió hacer el curso. El profe-
-¿A otros árbitros sí los insultabas? -De los jugadores de la selección no dirigí ni a Messi ni a sor era Omar, su padre.
-¡Sí! Y me han echado de la cancha por insultar. (La Romero, al resto a todos. Me tocó, por ejemplo, el último Desde aquel momento su ca-
pasión que pone en esta frase connota un claro: “y me partido que jugó Demichelis antes de irse al Bayer y tam- rrera solo fue en ascenso y casi
volvería a hacer echar”). Siempre por insultar (aclara, bién el último que jugó Diego Milito en Argentina. sin escalas se encontró un día
mientras vuelve a la calma), nunca por otra cosa. -¿Qué opinás de los 23 que llevó Maradona? dirigiendo la Primera División
-¿Te has acordado de eso cuando te tocó a vos -Creo que ha llevado a los mejores. Cada uno puede del fútbol argentino. Hoy es ár-
recibir los insultos? opinar, pero yo soy muy respetuoso de las decisiones de bitro internacional. Y sabe que
-Sí, pero yo lo tomo como algo muy natural el insulto al los técnicos. su padre y su hermano están
árbitro. El árbitro que no asume que es normal que lo -¿Y de Maradona como técnico? muy orgullosos del lugar al que
insulten no puede dirigir, esto es así. Yo he visto amigos de -Hay que esperarlo. Maradona siempre ha sido una caja llegó, una opción vedada para
mi hermano insultarlo a él. Me acuerdo una vez que José de sorpresas y hay que respetarlo. Lo que pasa es que los árbitros del interior, cuando
estaba dirigiendo y el vinero, el que le llevaba el vino, lo nosotros lo idolatramos demasiado y pensamos que todo ellos dirigían fútbol.
estaba insultando. Un tipo súper agradable. Pero es así, lo que hace está bien. A mí me gusta otro estilo de técni- Su apellido fue su “sangre de
se transforma la gente, es propio de la pasión. co, me gusta más Marcelo Bielsa, me gusta más Carlos árbitro”. No cuesta notar que
-¿En ese sentido no es algo ingrata la tarea del ár- Bianchi. Pero bueno, ellos tuvieron su momento y de una Gamondi no se arriesgó tanto.
bitro? Porque a un jugador, por ejemplo, se lo insul- manera u otra no lo pudieron o no lo supieron aprove- No eligió a Pérez, ni a Rodríguez:
ta pero también se lo aclama si hace las cosas bien. char. Ahora hay que hinchar por la selección de le dio el silbato a Pompei, que
No pasa lo mismo con ustedes. Maradona. Esperemos que aproveche sus 30 años de luego llevó ese apellido hasta
-Nosotros somos los únicos que no tenemos hincha- experiencia en el fútbol y que el de arriba lo ayude. las grandes ligas y fue uno de
da. Si te equivocas, al otro día estás en todos los me- -Hace un rato hablábamos de las ingratitudes de los primeros árbitros interna-
dios públicos. Yo he dirigido mal algunos partidos y en ser árbitro. ¿Alcanza lo que hay del otro lado de la cionales con residencia en el in-
mi casa directamente han tenido que descolgar el te- balanza? ¿Sos feliz haciendo esto? terior del país.
léfono. Pero si te va bien no te llama nadie. -La verdad que sí. Tiene muchas cosas lindas. Estuve en A los 41 años, Juan Pablo
Aparte estas lejos de la familia, no hay cumplea- países y lugares que ni soñaba pisar. Conocí personajes que Pompei sigue acá, en Olavarría,
ños, no hay Día del Niño, con el arbitraje no hay antes los veía por televisión y de pronto los tenía al lado. adonde vive con su mujer y sus
nada. Pero bueno, yo ya estaba acostumbrado por- Pero, principalmente, porque me permite estar cerca de lo 2 hijos. Pero los domingos vuel-
que lo había vivido con mi viejo. que a mí me gusta que es el fútbol. Yo calculo que de todo ve al campo de juego, a su ape-
-¿Qué sentiste cuando llegaste a dirigir en Primera esto voy a tomar conciencia cuando no lo tenga más. Cuan- llido, a su sangre. Y aunque a
División? do los domingos este acá en casa mirándolo por televisión. veces nos haga enojar, incluso
-Sentí una gran emoción cuando me avisaron. Pero cuan- (Hay un brillo en sus ojos y en su tono de voz. Una pizca de si no logramos mordernos la
do estaba adentro de la cancha, el día que debuté, para emoción, y no la esconde. Esa pasión no admite el control lengua, él nos entiende, porque
mí era lo mismo que haber entrado a la cancha de El de emociones. Es la misma pasión del vendedor de vinos entiende la pasión. Esa pasión
Fortín a dirigir un partido de la liga local. No lo sentí al que insultaba a su hermano, la de los hinchas. La que siem- de la que un día intentó, sin éxi-
cambio. Lo especial era haber llegado a lo que yo quería. pre supo comprender. Juan Pablo los entiende porque tam- to, escapar.
-¿Te tocó dirigir al equipo del que eras hincha? bién la siente. Piensa un momento y lo confirma. No puede P.A.
-Sí, pero no hay diferencia. Yo era, y soy, fanático de no hacerlo). Sí, soy muy feliz siendo árbitro.
Infografía: Esteban Lezcano