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La entrevista conductual es un procedimiento clave para la evaluación y terapia conductual. Sirve para establecer la relación terapéutica, recoger información sobre los problemas del cliente y establecer los objetivos del tratamiento. Una entrevista efectiva requiere escuchar activamente al cliente, hacer preguntas para clarificar la información y proveer un resumen al final que comunique comprensión y establezca un marco conductual para los problemas del cliente.
La entrevista conductual es un procedimiento clave para la evaluación y terapia conductual. Sirve para establecer la relación terapéutica, recoger información sobre los problemas del cliente y establecer los objetivos del tratamiento. Una entrevista efectiva requiere escuchar activamente al cliente, hacer preguntas para clarificar la información y proveer un resumen al final que comunique comprensión y establezca un marco conductual para los problemas del cliente.
La entrevista conductual es un procedimiento clave para la evaluación y terapia conductual. Sirve para establecer la relación terapéutica, recoger información sobre los problemas del cliente y establecer los objetivos del tratamiento. Una entrevista efectiva requiere escuchar activamente al cliente, hacer preguntas para clarificar la información y proveer un resumen al final que comunique comprensión y establezca un marco conductual para los problemas del cliente.
A01280112 Taller de la entrevista Maestra: Rosa Nelly Cavazos Marzo 1 de 2016
Entrevista cognitivo-conductual
La entrevista es el procedimiento de evaluacin ms empleado. En funcin de los
datos recogidos, se decide qu otros mtodos de evaluacin se van a utilizar y el contenido de estos. La entrevista sirve para definir y analizar tanto los problemas como los comportamientos positivos del cliente. Adems, cumple, en mayor o menor medida, otras funciones: ofrecer la oportunidad para establecer una buena relacin teraputica, reestructurar el modo que tiene el cliente de ver sus problemas, aliviar su tensin, motivarle hacia el tratamiento, aumentar sus expectativas de xito, establecer los objetivos del tratamiento y evaluar los resultados de la intervencin. La entrevista conductual ha sido siempre parte integrante de la evaluacin conductual y del proceso teraputico. En estas entrevistas se establece la relacin teraputica, se toman las primeras decisiones clnicas importantes, y el terapeuta comienza a recoger la informacin con la que se establecen los objetivos y prioridades del tratamiento. La entrevista conductual est ntimamente unida a las metas principales de la evaluacin y terapia de conducta. La evaluacin es un proceso complejo y continuo (Kanfer, 1985), cuya principal meta es la identificacin exacta de los problemas de un cliente. En la entrevista conductual se recoge informacin que permite al clnico definir y entender completamente la naturaleza y contexto de una(s) conducta(s) problemtica(s) del individuo. Este anlisis conductual funcional establece las covariaciones precisas entre los cambios en las condiciones del ambiente y los cambios en las conductas seleccionadas (Mishel, 1971); esto es el ABC (antecedentes, conductas y consecuencias) del control de la conducta (OLeary & Wilson, 1975, p. 25). Por tanto, la evaluacin completa de la conducta problemtica suele ir ms all de las primeras apariencias (Goldfried, 1977; Goldfried & Davidson, 1976; Hersen, 1981, 1983b; Mahoney, Kadzin & Lesswing, 1974; Wolpe, 1977). La mayora de los terapeutas conductuales estaran de acuerdo con la afirmacin de Lazarus (1973) respecto a que fallar en la identificacin de un problema (evaluacin inadecuada) es, probablemente, el mayor impedimento para lograr el xito en una terapia (p. 407). Aunque el objetivo ms importante de la entrevista conductual es la identificacin exacta, completa y sofisticada de un problema, esto ni es fcil, ni est libre de controversia metodolgica. Mash (1985) diferenci (Evans,1985; Kanfer, 1985; Nelson, 1983) entre mtodos de evaluacin y proceso de evaluacin. Esta dicotoma se refiere a la evaluacin conductual vs. el anlisis conductual (Barlow, 1981; Barlow & Waddell, 1985; Mash, 1985; Nelson & Barlow, 1981), microanlisis vs. macroanlisis (Emmelkamp, 1982) y evaluacin molecular vs. molar (Bellack & Morrison, 1982). Los mtodos han sido caracterizados con frecuencia como objetivos, estructurados, fiables y vlidos, mientras que el proceso se ha descrito como clnico, subjetivo, flexible y cambiante (Mash, 1985). La paradoja de la entrevista conductual es que se espera que la entrevista sea fiable y vlida (Haynes, 1978; Haynes & Jensen, 1979), pero tambin lo suficientemente flexible y sensible para obtener la informacin sutil y engaosa (Evans & Wilson, 1983). Sin embargo, los terapeutas conductuales cada vez se muestran ms escpticos respecto a los mtodos de evaluacin simples, aunque fiables que proporcionan grupo(s) de datos elegantes pero triviales (Bellack & Morrison, 1982, p. 727). La primera sesin suele ser muy importante, puesto que es necesario tomar algunas decisiones y no slo la que concierne a si el cliente (y el terapeuta) desea o no continuar. Tanto el cliente como el terapeuta se harn (o debieran hacerse) las siguientes preguntas: Entiende el terapeuta cul es el problema? Qu se puede ganar con la terapia? Cuntas probabilidades hay de lograr el xito? Hay procedimientos alternativos que sean tan efectivos, ms eficaces, menos arriesgados, etc.? Adems, el cliente, sin duda, estar preocupado por la relacin teraputica (Se preocupa el terapeuta por m? Ser el tratamiento un proceso agradable o desagradable? Qu le parecer al terapeuta?). A menudo, el animar a los clientes a que discutan sus temores sobre la entrevista, les confirma que a otras personas tambin les es difcil empezar, o les da informacin sobre la confidencialidad que permite al cliente continuar con ms comodidad. Para aquellos clientes que son incapaces de responder y tienen niveles altos de ansiedad, puede ser til utilizar unos ejercicios de respiracin o una relajacin breve. Finalmente, prestar atencin teraputica al estrs inicial del Cuando los clientes empiezan a describir las razones por las que buscan tratamiento, es til, dentro de unos lmites, escuchar sin ms y permitirles que cuenten su historia. Es muy raro que la decisin de buscar consejo profesional sea inmediata. Normalmente los clientes han reflexionado sobre sus problemas una y mil veces, han valorado y ordenado sus actos, pensamientos y sentimientos; tal y como se hara, por ejemplo, si tuvieran que prepararse para un examen importante y luego no se les examinara de la manera esperada. As que, probablemente sea muy frustrante para los clientes que han pensado mucho en sus problemas, no darles la oportunidad de compartirlos. Esto no implica que el terapeuta tenga que adoptar una actitud no directiva, siguiendo a los clientes por donde y hasta donde ellos quieran. Ciertamente, es esencial hacer algunas preguntas que dirijan y clarifiquen lo que se est diciendo. Limitarse a escuchar la autobiografa de los clientes sesin tras sesin, es innecesario e ineficaz. Por lo tanto, escuchar puede ser una de las habilidades esenciales del entrevistador. Interrumpir con preguntas prematuras o aclaraciones puede inhibir al cliente de explicar cierta informacin. Es posible que el terapeuta distorsione lo que el cliente dice, ya que puede incitar y moldear explicaciones verbales imprecisas o parcialmente precisas del cliente, para que coincidan con la percepcin inicial que el entrevistador tiene del problema. Al final de la(s) entrevista(s) inicial(es) debiera quedar tiempo suficiente para que el terapeuta haga un resumen al cliente de la informacin que se ha obtenido, d una explicacin de la informacin adicional que se necesita y haga una estimacin razonable de las posibilidades de xito en el tratamiento. Un buen resumen comunica a los clientes que han sido comprendidos y les proporciona un marco de referencia conductual para sus problemas. A menudo, se necesita ms informacin antes de tomar decisiones sobre el tratamiento y adems, el cliente debiera saber qu reas tienen que explorarse mejor y qu puede hacer l o ella para facilitar el proceso. Algunas veces se les pide que investiguen ciertas conductas, que obtengan informacin de otros o simplemente que dediquen algn tiempo a pensar en los problemas difciles de aclarar. Aunque puede que en esta fase an no haya terminado la evaluacin, ya se puede informar a los clientes sobre las tareas que deber realizar, las alternativas de solucin posibles, las estrategias de intervencin, la duracin del tratamiento y el costo emocional de la terapia. Finalmente, cuando ambos han tomado la decisin de continuar la terapia, debe animarse al cliente todo lo que sea razonablemente posible. Algunos clnicos suelen negarse a transmitir esperanzas al individuo, o pueden encontrarse en el otro extremo y hacen promesas irreales que luego no pueden cumplir. Al contrario que muchas aproximaciones tradicionales, la terapia conductual cuenta con un soporte emprico considerable para muchos tratamientos. Tanto el terapeuta como el cliente tienen motivos fundados para estar optimistas.
Referencias
UNIDAD II. MORGANSTERN, K.P. (1993) ENTREVISTA CONDUCTUAL. EN A. S.
BELLACK Y M. HERSEN. MANUAL PRCTIOCO DE EVALUACIN DE CONDUCTA. BILBAO: DESCLE DE BROUWER. CAPTULO 4. Tomado de http://www.metatutor.com/materiales/u2mat3.pdf