Rtulo Artists shit (refiriendose a Manzoni), HENOHENOMOHEJI,
http://amanecelcantor.blogspot.com/2009_06_01_archive.ht ml
Cita: Dice Bergman en sus memorias que su aportacin ms consistente
a la historia del teatro son los retretes donde alivi su nervioso vientre. Con esta grotesca confesin derriba la cuarta pared y nos ofrece un sainete en el que el verdadero protagonista pasa a ser una duchampiana letrina puesta en medio del escenario tras recibir las evacuaciones del gran Bergman, los pecados de su demonio interior. En el fondo es una confesin no exenta de vanidad; nos presenta sus flaquezas slo para que admiremos con cunta determinacin las combate, de qu modo resiste y vence agazapado en la repeticin, la calma, el orden y el control frreo de su fragilidad. Ese era, en definitiva, el secreto de su arte (?), el de un nio que aprende a controlar sus esfnteres. Sabiendo estas cosas uno le acaba perdiendo el respeto a sus dioses y cae en el simplificador nihilismo, cosa muy sana, pues ningn amor debe ser reverencial ni tampoco escptico, porque el vaco siempre es ms insoportable que la verdad, por terrible o ridcula que sta sea. Resulta difcil saber hasta qu punto estos padecimientos gstricos representan una limitacin o una sublimacin del (inmenso) arte de Bergman. Deca el controvertido y refutado Sainte-Beuve que para entender de verdad a un creador haba que conocer sus relaciones con la religin, las mujeres, la naturaleza y el dinero; tal vez en el camino de ese conocimiento est el excremento bergmaniano, que es como su miedo, ridculo, humillante, espeso y secreto, igual que su memoria cuando abandona el plpito desde el que pontifica el artista. Desde la distancia del desengao, veo en la autobiografa de Ingmar Bergman un prstamo tan deslumbrante e incmodo como la borgeana memoria de Shakespeare. Dudo que como aventuraba el atribulado Soergel uno pueda desembarazarse de su peso escuchando la estricta y vasta msica de Bach, pero lo intentaremos