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Ambientalmente Adecuados de
Bifenilos Policlorados en México
Documento Informativo
Elaboró:
Ing. L. Laura Beltrán García
Coordinadora del Sistema Integrado de Servicios de Gestión
Revisión:
Dr. Guillermo J. Román Moguel
Coordinador Nacional del Proyecto No. UNDP 00059701
Teléfonos:
01 (55) 56 24 34 81
56 24 33 44
56 24 36 07
PROYECTO
El Convenio de Estocolmo fue ratificado en México por el poder
Ejecutivo y aprobado por el Senado el 3 de diciembre de 2002
adquiriendo carácter de Ley Nacional, su cumplimiento quedó
previsto en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. Para dar
cumplimiento al Convenio fue necesaria la formulación del Plan
Nacional de Implementación (PNI) del Convenio de Estocolmo, que
tuvo como objetivo: “Lograr resultados en la reducción o
eliminación de la liberación de los COP y de sus riesgos a la salud
y al ambiente”.
En 2006, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en acuerdo con la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), realizaron una fase exploratoria para identificar la
necesidad de un proyecto específico para la eliminación de BPCs. En 2007 se realiza con recursos del
Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) la “Fase Preparatoria para
desarrollar una propuesta de proyecto a gran escala a nivel nacional para la eliminación de BPCs”. Uno
de los productos más importante fue la estimación de un nuevo inventario de BPCs el cual reportó una
mayor cantidad que el inventario oficial.
Una de las principales actividades del proyecto es desarrollar un “Sistema integrado de Servicios de
Gestión (SISG)” que permitirá la eliminación de BPCs bajo las mejores condiciones económicas,
técnicas y ambientales. El sistema incluye desde la revisión y adecuación del marco legal hasta la
eliminación de los BPCs y su reporte procedente ante la autoridad federal.
INFORMACIÓN
Los Bifenilos Policlorados (BPCs) son una mezcla de hasta 209 compuestos orgánicos clorados
individuales. No se conocen fuentes naturales de ellos. Los BPCs se encuentran principalmente en dos
estados: líquido y sólido. Los líquidos van de color claro al amarillo ligero tienen consistencia resinosa
por contener cantidades elevadas de cloro y en estado sólido, los BPCs son polvo blanco. Ciertos BPCs
pueden existir en aire como vapor. No tienen olor o sabor especial.
Formula empírica C12H(10-n)Cln
donde n es mayor a 2, principalmente 2-7.
En caso de que n=1 los bifenilos son
monoclorados.
Masa molecular relativa 189-499 g
Densidad 1,2 - 1,6 g/cm3
Punto de Ebullición 320-420 °C
Presión de Vapor 0,2-133 x 10-3 Pa
Con base en los criterios y procedimientos del Programa de Gestión Ambiental de Sustancias Tóxicas de
Atención Prioritaria elaborado por el Instituto Nacional de Ecología (INE), se clasifica a los BPCs como
una sustancia tóxica con nivel de prioridad 2, pues se sabe, que cumple con lo siguiente:
Predominantemente de origen antropogénico; Tóxico; Persistente; Bioacumulable.
Algunas de las mezclas comerciales de los BPCs son conocidas en Estados Unidos por el nombre
industrial registrado, Aroclor. Por ejemplo, el nombre Aroclor 1254 significa que la mezcla contiene
aproximadamente 54% de cloro en peso, como lo indican los dos últimos dígitos en el nombre. Una
característica importante que permitió su uso fue que no se encienden fácilmente y constituyen buenos
materiales aislantes, los BPCs se usaron extensamente como refrigerantes y lubricantes en
transformadores, condensadores y en otros artículos eléctricos. La producción de BPCs cesó en Estados
Unidos en agosto del año 1977 a raíz de evidencia de que se acumulan en el ambiente y que pueden
causar efectos perjudiciales.
Por las ventajas de sus características físicas y químicas, los usos de los
BPCs se pueden clasificar como cerrados o abiertos. Sistemas
completamente cerrados: transformadores eléctricos; condensadores
eléctricos (incluidas las reactancias de lámparas fluorescentes);
interruptores, capacitores, balastras, interruptores de alta tensión, bobinas reguladoras y otros
accesorios eléctricos; cables eléctricos; motores eléctricos y electroimanes (cantidades muy
pequeñas). Sistemas abiertos: plastificante en cloruro de polivinilo, neopreno y otros cauchos
artificiales; ingrediente en pinturas, barnices, ceras de pisos, plastificantes en resinas y otros
materiales de recubrimiento; ingrediente en tintas y papel de autocopia; ingrediente en adhesivos.
Aditivos de plaguicidas; Ingrediente en lubricantes, materiales de sellado (composiciones obturadoras
en la industria de la construcción) y de calafateo; Ignífugo en telas, alfombras, espuma de poliuretano,
etc.; Lubricantes (lubricantes para microscopios, guarniciones de frenos, lubricantes para cuchillas,
lubricantes de otros tipos).
MEDIO AMBIENTE Y BPCS
Los BPCs ingresaron al medio ambiente, al agua, y al suelo durante su manufactura, uso y disposición; a
través de derrames accidentales y escapes durante su transporte; y por fugas o incendios de productos
que contenían BPCs.
Los BPCs aún pueden liberarse al medio ambiente desde sitios de residuos peligrosos que los contienen,
por disposición ilegal o inapropiada de residuos industriales y productos de consumo, en fugas de
transformadores antiguos que contienen BPCs, ó al quemar ciertos residuos en incineradores.
Los BPCs no se degradan fácilmente en el ambiente por lo que pueden permanecer ahí por largo
tiempo. Los BPCs pueden viajar largas distancias en el aire y ser depositados en áreas distantes del
lugar de liberación. En agua, una pequeña porción de los BPCs puede permanecer disuelta, pero la
mayor parte se adhiere a partículas orgánicas y a sedimentos del fondo de los cuerpos de agua. Los
BPCs también se adhieren fuertemente al suelo.
Los BPCs se acumulan en pequeños organismos y peces en el agua, también en otros animales que se
alimentan de organismos acuáticos y en mamíferos acuáticos, alcanzando niveles que pueden ser miles
de veces mayores que los niveles de BPCs en el agua.
SALUD Y BPCS
Los efectos a la salud de la exposición a cualquier
sustancia peligrosa van a depender de la dosis, la duración,
la manera de exposición, las características y hábitos
personales, y si están presentes otras sustancias químicas.
El efecto que se observa más comúnmente en personas
expuesta a grandes cantidades de BPCs son efectos a la
piel como acné o salpullido. Estudios en trabajadores
expuestos han observado alteraciones en la sangre y la
orina que pueden indicar daño al hígado. De acuerdo a
estos estudios es improbable que el nivel de exposición del
público en general a los BPCs produzca efectos a la piel o
al hígado.
Hay exámenes para medir BPCs en la sangre, tejido graso y leche materna, aunque no están disponibles
de manera rutinaria. La mayoría de la gente normalmente tiene bajos niveles de BPCs en el cuerpo ya
que casi todo el mundo ha estado expuesto a los BPCs en el ambiente por lo fácil que se dispersan y su
dificultad de degradación. Estos exámenes pueden demostrar si sus niveles de BPCs son elevados, lo
que indicaría exposición en el pasado a niveles de BPCs mayores que lo normal, pero no pueden
determinar cuándo o por cuánto tiempo estuvo expuesto, o si afectará la salud de la persona.
Unos pocos estudios de trabajadores han asociado exposición a BPCs con ciertos tipos de cáncer tales
como cáncer del hígado y del tracto biliar. En estudios realizados en laboratorio con ratas que
comieron alimentos con altos niveles de BPCs por dos años contrajeron cáncer del hígado. El
Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS) de los Estados Unidos de América ha determinado
que es razonable predecir que los BPCs son carcinogénicos. La Agencia Internacional para la
Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Protección Ambiental de los
Estados Unidos (EPA), han determinado que los BPCs son una fuente probable de efectos carcinogénicos
en seres humanos.
El ser humano puede entrar en contacto con los BPCs de diferentes formas: usando tubos fluorescentes
antiguos y artefactos como televisores y refrigeradores fabricados hace 30 años o más. Estos artículos
pueden dejar escapar pequeñas cantidades de BPCs al aire cuando se calientan durante su
funcionamiento y así constituir una fuente de exposición de la piel. Comiendo alimentos contaminados.
Las principales fuentes de BPCs en la dieta son pescados (especialmente aquellos que fueron captados
en lagos o ríos contaminados), carne y productos lácteos; Respirando aire cerca de sitios de desechos y
tomando agua de pozo contaminada. En el trabajo durante reparación o mantenimiento de
transformadores con BPCs; accidentes, incendios o escapes de transformadores, luces fluorescentes, y
otros artículos eléctricos antiguos; y desecho de materiales con BPCs.
CUMPLIMIENTO INTERNACIONAL
Los Convenios Internacionales de los que México es Parte e Involucran el control de BPCs, son los
siguientes:
En este Convenio se reconoce que los contaminantes orgánicos persistentes tienen propiedades tóxicas,
son resistentes a la degradación, se bioacumulan y son transportados por el aire, el agua y las especies
migratorias a través de las fronteras internacionales y depositados lejos del lugar de su liberación,
acumulándose en ecosistemas terrestres y acuáticos; Además de que generan problemas de salud,
especialmente en los países en desarrollo, resultantes de la exposición local a los contaminantes
orgánicos persistentes, en especial los efectos en las mujeres y, a través de ellas, en las futuras
generaciones.
Se establece que el objeto del convenio es proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los
contaminantes orgánicos persistentes incluidos en estos los BPCs.
Con respecto a la eliminación del uso de los BPCs en equipos (por ejemplo, transformadores,
condensadores u otros receptáculos que contengan existencias de líquidos residuales) a más tardar en
2025, con sujeción al examen que haga la Conferencia de las Partes, adoptar medidas de conformidad
con las siguientes prioridades:
Realizar esfuerzos decididos por identificar, etiquetar y retirar de uso todo equipo que
contenga más de un 10% de BPCs y volúmenes superiores a 5 litros;
Realizar esfuerzos decididos por identificar, etiquetar y retirar de uso todo equipo que
contenga más de un 0,05% de BPCs y volúmenes superiores a los 5 litros;
Esforzarse por identificar y retirar de uso todo equipo que contenga más de un 0,005% de
BPCs y volúmenes superiores a 0,05 litros.
Además establece promover medidas de reducción de la exposición y el riesgo a fin de controlar el uso
de los BPCs como son:
Compañía fabricante;
Fecha de fabricación;
País de origen;
Capacidad (kVA);
Tipo de aceite ó fluido aislante;
Peso, volumen;
Es importante verificar:
MÉTODO COLORIMÉTRICO
Existe en el mercado una prueba colorimétrica rápida (CLOR-N-OIL 50) que cumple con el método de
detección EPA Method 9079 de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos de América (EPA)
y que permite determinar si el aceite analizado rebasa la concentración de 50 mg/kg (ó 50 partes por
millón) de BPCs que de acuerdo a la normatividad ambiental vigente de nuestro país se encontraría
fuera de limites por lo que se considera material contaminado con BPCs y requiere de un manejo
ambientalmente adecuado.
La muestra de aceite a probar, se hace reaccionar con una mezcla de sodio metálico y naftaleno como
catalizador y diglyma, a temperatura ambiente. Este procedimiento convierte todos los Halógenos
Orgánicos a sus respectivos Haluros de sodio (Cloruro de Sodio). Todos los Haluros en la mezcla tratada,
incluidos los presentes antes de la reacción, son extraídos en una buffer acuosa, se adiciona una
cantidad de Nitrato de Mercurio, seguido de una solución de Difenilcarbazona, como indicador. El color
desarrollado es azul-violeta.
Un color amarillo al final de la reacción, nos indica una concentración más alta que el punto máximo
de la prueba (20, 50 o 500 ppm), y un color azul-violeta nos indica una concentración igual o menor
que el punto máximo de la prueba.
El punto final a la cual cada prueba da positivo, es usando un estándar de Aroclor 1242. Este isómero
provee un punto final de bajo contenido de Cloro con respecto a otros Aroclors usados en equipo
eléctrico. Una lista de Aroclors usados en equipo eléctrico y su concentración de PCBs, que dan una
indicación positiva usando el KIT de 50 ppm, se observa en la tabla 1.
Interferencias
Validación
De 228 pruebas corridas en un rango de 50 ppm, se observa que es mucho más factible que se
obtenga Falsos Positivos que Falsos-Negativos (si no se tiene interferencias).
Para muestras que contenían 45 ppm, 37 de 41 dieron como resultado >50 ppm
En otro estudio, 937 resultados negativos con el CLOR-N-OIL, fueron analizados por CG. Los
resultados indican que los Falsos-Negativos son menores al 1 % (0.65 %), por lo tanto las
medidas en las que un transformador puede ser clasificado como NO-PCBs, es más grande que
el 99 %, es decir solo aproximadamente 9 resultados son Falsos-Negativos de 937. (Ver tabla 2).
MÉTODO CROMATOGRÁFICO
La prueba de detección de BPCs, se realiza mediante técnicas de cromatografía de gases,
cromatografía líquida, espectrofotometría de absorción atómica, densitometría y otras.
Un dato importante es verificar con un documento emitido por la Ema, si el laboratorio participo
recientemente en los Ensayos de Aptitud organizadas por la entidad, este es una herramienta externa
de control de la calidad que permite a los laboratorios comparar su desempeño con otros laboratorios,
detectar tendencias y por lo tanto, tomar cualquier acción correctiva que sea necesaria para facilitar
su mejora continua.
En la Unión Europea existen algunos otros métodos utilizados para la detección de BPCs: IEC 61619 –
EN 12766 Insulating liquids – Contamination by PCBs, (PCB, PCT and PCBT). Methods of determination
by capillary column Gas Chromatography.
Para el correcto etiquetado de los equipos y materiales residuales que contienen o están contaminados
con BPCs, se debe considerar el anexo 1 de la Norma Oficial Mexicana NOM-133-SEMARNAT-2000,
Protección ambiental - bifenilos policlorados (BPC’s). Especificaciones de manejo.
En cualquier caso, será indispensable que las empresas prestadoras de servicios obtengan la
autorización para operar los procesos antes mencionados, las cuales se les sujeta previamente a la
ejecución de un protocolo de pruebas.
En tanto se expide la norma oficial mexicana relativa a los protocolos de pruebas, el proyecto
ejecutivo para desarrollar un protocolo de pruebas contendrá lo siguiente:
1. El resumen ejecutivo;
2. Relación y cantidad de los residuos necesarios para el desarrollo del protocolo de pruebas;
3. Formulación y caracterización de cargas;
4. Descripción en diagrama de bloques de las actividades del protocolo;
5. Relación de los métodos de muestreo y análisis tanto para cargas de residuos como para
efluentes de proceso;
6. Balance de materia y energía en condiciones de cero carga de residuos, al ochenta y cinco
por ciento y cien por ciento de carga de residuos de acuerdo con la capacidad del sistema, y
7. Propuesta de manejo de residuos y efluentes del proceso.
El protocolo de pruebas a que se refiere el presente párrafo se desarrollará atendiendo las
consideraciones legales, técnicas y de logística establecidas en la propuesta del interesado junto con
las recomendaciones que realice la Secretaría.
Tratamiento de BPC’s “Todos aquellos procesos físicos, químicos o térmicos, diseñados para eliminar
o descontaminar los equipos BPC’s, equipos eléctricos BPC’s, materiales y equipos contaminados con
BPC’s, líquidos o sólidos BPC’s o la composición de residuos BPC’s.
Eliminación “Cambio en la estructura química de los BPC’s, con la cual dejan de ser bifenilos, o su
concentración final es menor de 50 ppm o 100 g/100 cm2.
Residuo peligroso BPC’s “Todos aquellos residuos que en cualquier estado físico que contengan
bifenilos policlorados en una concentración igual o mayor de 50 ppm o 100 g/100 cm2, así como
cualquier material que entre en contacto directo con BPC’s en alguna actividad, incluida la ropa de
trabajo.
Desincorporación “Retirar del servicio todos los equipos BPC’s y equipos eléctricos BPC’s que se
encuentren en operación.
Reclasificación “Procedimiento mediante el cual, los equipos eléctricos BPC’s, los equipos BPC’s y
equipos contaminados BPC’s se someten a un tratamiento para eliminar la concentración de BPC’s, o
reducir la concentración de los mismos por debajo de los 50 ppm o 100 g/100 cm2.
Cuenta con la atribución de expedir autorizaciones para la instalación y operación de sistemas para el
almacenamiento, transporte, reuso, reciclaje, tratamiento, incineración y disposición final de residuos
peligrosos; la importación y exportación de materiales y residuos peligrosos; la remediación de sitios
contaminados con éstos; así como emitir observaciones y recomendaciones sobre los estudios de riesgo
ambiental y aprobar los programas para la prevención de accidentes de las actividades altamente
riesgosas en operación.
Los trámites que aplica la DGGIMAR para la gestión de solicitudes de autorización de cualquier
actividad que involucre el manejo de residuos peligrosos, son los que a continuación se indican:
Trámite Modalidad
MANTENIMIENTO DE TRANSFORMADORES
El mantenimiento de un transformador se da en función de los daños que podría ocasionar su
suspensión por avería, tanto se trate de instalaciones públicas como privadas. Tratándose de costosos
equipos, su revisión debe efectuarse con la periodicidad establecida en su proyecto de instalación,
adecuándola en todo momento a las características especiales de su utilización, ubicación, etc.
En cuanto a BPCs se refiere, se sugiere que el mantenimiento del mismo se haga a través de una
empresa formalmente establecida y que se observen buenas prácticas de operación. Se cree que el
principal foco de dispersión de la contaminación se lleva a cabo durante el mantenimiento de los
transformadores. Por lo que sugiere lo siguiente: