A la Universidad de Costa Rica, incluidas las sedes y recintos, diariamente
llegan más de 36 mil estudiantes. Más específicamente, actualmente se preparan para ser profesionales en nuestras aulas 17.845 hombres y 18.482 mujeres. Este año se graduarán casi 5 mil nuevos profesionales; y el próximo, si las circunstancias económicas y políticas de este país lo permiten, ingresarán alrededor de 7 mil nuevos alumnos a las casi 140 carreras de grado que ofrecemos. En nuestras sedes regionales y recintos estudian 6.816 estudiantes, lo que representa casi el 20% del total de la población. Gracias a los estudios socioeconómicos para resolver las solicitudes de becas, se sabe que los que estudian en las sedes son los que más requieren de apoyo. Es por esta razón que el 80% de los estudiantes de las sedes regionales tienen beca de ayuda socioeconómica. Mientras que en la Rodrigo Facio solo la mitad requiere apoyo económico por parte de la Universidad. En total, la UCR tiene 18.771 estudiantes becados, de los cuales 8.120 reciben un apoyo económico adicional, conocido como Beca 11. Para atender la demanda de las becas, la Universidad de Costa Rica destinó este año un presupuesto anual de 6.171 millones de colones (aproximadamente 12 millones de dólares). Este es uno de los presupuestos más altos para becas no reembolsables, en términos per cápita, de toda América Latina, pues el límite se determina con base en las necesidades reales comprobadas mediante estudios profesionales. El objetivo consiste en que ningún estudiante se retire de la Universidad por razones económicas. Entre los beneficios adicionales que tienen los becados están las residencias. Actualmente hay 727 estudiantes ubicados en edificios propios y 2.860 reciben un monto aparte para alquiler. Además, 8.651 estudiantes reciben el beneficio de alimentación y 3.183 disfrutan de un monto adicional para trasporte. El año pasado, en el marco de la crisis económica, y con la intención de evitar que por esta razón algunos estudiantes desertaran, se hizo un estudio para determinar la viabilidad de ofrecer una ayuda adicional a las y los estudiantes en condición de pobreza extrema. El dato final resultó la mejor prueba de que la Universidad de Costa Rica es altamente inclusiva y desacredita la tesis del elitismo: la población estudiantil que proviene de familias en condición de pobreza coincide con los datos generales del país. Esto significa que la pobreza extrema del país era el año pasado de 4,2% y el dato institucional fue de 4.1%. Actualmente, se apoya con dicho monto adicional a 1.318 estudiantes provenientes de familias en condición de pobreza extrema. Otro dato relevante es que del 100% de los cantones de este país hay estudiantes en nuestras aulas. Hace pocos años, por ejemplo, Talamanca prácticamente no tenía representación universitaria. Actualmente hay 34 alumnos provenientes de este cantón limonense, incluidos desde luego estudiantes de territorios indígenas. Esto se logró gracias a un esfuerzo conciente y dirigido, especialmente de la Sede de Limón. La Universidad de Costa Rica contribuyó a impulsar la Ley 7600 que es la que garantiza la igualdad de oportunidades para la personas con discapacidad. Por esta razón hay una alta conciencia en relación con este tema. Actualmente hay 223 estudiantes con discapacidad (visual, comunicativa, motora, emocional, etc.) que atiende la Universidad gracias a un Centro de Asesoría y Servicios al Estudiante con Discapacidad y a la mejor tecnología de punta en el concepto denominado bibliotecas accesibles. Hace algunos años cuando un estudiante tenía un hijo o hija entraba en riesgo de abandonar sus estudios. Hoy más de 100 padres y madres pudieron seguir sus estudios universitarios gracias a las Casas Infantiles, una idea novedosa de cuido a niños y niñas mientras sus padres asisten a clase. Pero estos datos generales solo dan una parte de la información de lo que son los estudiantes. Es importante añadir acá una mirada que traspase las estadísticas, porque también la U son los grupos estudiantiles religiosos: católicos, evangélicos y más recientemente los Bahá'ì que se reúnen con libertad a profesar su fe; son el Grupo 41 de los scouts; son los proyectos de emprendedores como el de AIESEC, una organización donde los estudiantes ticos han tenido un alto impacto internacional; son los voluntarios que se vinculan con proyectos como un “Techo para mi país”; son los grupos de diversidad sexual que pelean por respeto. La U son los grupos de representación artística: danza contemporánea, bailes, narración oral, plástica, performance, teatro o música que recorren Costa Rica y viajan al extranjero a representar con alto estándar al país; son los deportistas que se suben a los podios a recoger trofeos, como las 53 medallas de campeones en casi todas las disciplinas en el marco de los Juegos Deportivos Universitarios Centroamericanos en Honduras este año; son los grupos de esgrima, artes marciales, porrismo o resistencia aeróbica, que deleitan a los públicos con habilidad y disciplina; son los estudiantes de liderazgo que potencian sus talentos en acciones vinculadas con el desarrollo humano; son los miles de estudiantes que participan en el Programa de Voluntariado que van en su tiempo libre a trabajar en parques nacionales y a comunidades en rezago; son la brigadas de primeros auxilios psicológicos que están entrenadas para contribuir a mitigar los impactos humanos en contextos de desastre. La U son los estudiantes que se ganan los premios a la excelencia en concursos académicos, son los egresados que a través de un novedoso sistema de intermediación de empleo institucional encuentran valiosas oportunidades y se vuelven motor de desarrollo y movilidad social; son los estudiantes brillantes que en los estudiaderos ayudan a otros a crecer, son los que participan en los programas institucionales de promoción de la salud; son los asistentes que se vinculan con proyectos científicos y se preparan para ser los líderes del arte y de la ciencia, son los que entienden que ir a hacer el Trabajo Comunal Universitario a una comunidad en riesgo es una oportunidad para crecer y devolverle al país parte de la inversión. La U son los ecologistas, los troskos, los esnobistas, los nihilistas, los bohemios... La U son los que sueñan, los que se forman, los que como antes y como ahora, habiendo pasado por el aula de la universidad pública, salen a gobernar este país.